Disclamier : Los personajes son de S.M , yo solo creo historias que me gustan y quiero compartirlas con ustedes.
Prólogo
Isabellla es una paparazzi. Ella esta de suerte y consigue no solo uno, sino dos noticias de la famosa actriz Alice Cullen. Isabella no piensa desaprovechar la oportunidad y vende la historia, al fin de cuentas ese es su trabajo.
Por el contrario Edward Cullen, famoso millonario hotelero no va a permitir que la prensa interfiera en la vida privada de su pequeña hermanastra. ¿ Qué será capaz de hacer este hombre para impedir que Isabella Swan no interfiera más en la vida de Alice?
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Paparazzi
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Soy una idiota.
No tengo escapatoria. Me quedo muy quieta en mi lugar. Quizá ellos aún no me han visto y...
— Será mejor que bajes, Isabella Swan— escucho perfectamente la voz de Edward Cullen hablarme.
Me paralizó. ¿Cómo diablos él sabe mí nombre?
Ahora no espero demasiado y comienzo a bajar cuidadosamente; estoy comenzando a ponerme nerviosa. ¿Qué debo decir o hacer para calmar la situación? Seguramente el guardaespaldas debe estar muy encabronado por mi cortesía de bolas moradas. Y Edward Cullen seguro que querrá matarme por lo que le he hecho a Alice.
Antes de bajar la última rama, aspiro todo el aire que mis pulmones pueden soportar para luego soltarlo de apoco.
Cuando por fin mis pies tocan el suelo, me sacudo las manos de la suciedad del árbol, luego levanto la mirada. Al primero que veo es a Edward Cullen, quien viste un bonito traje a medida color azul marino, una corbata roja y zapatos en color café: todo le quedan a la perfección. Después, echo un vistazo al guardaespandas quien se ve exactamente igual que ayer.
—Buenas noches, caballeros. ¿Puedo ayudarlos en algo? — cuestiono, llevando las manos a los bolsillos traseros de mis pantalones cortos.
—¿Se puede saber qué es lo que pretendes al volver aquí ? —cuestiona Edward Cullen molesto, ignorando por completo lo que he dicho.
Yo podía preguntarle lo mismo. Me cruzo de brazos y entrecierro los ojos en su dirección. ¿Cómo diablos sabía que estaba aquí? ¿ Y por qué se había tomado la molestia de venir aquí personalmente cuando pudo haber llamado a la policía? O peor aún, encargarle al tipo grande que se encargará de mí.
—Oye. Para tú información, esta es la vía pública así puedo estar aquí el tiempo que me plazca. No estoy molestando a nadie, señor Cullen.
Edward Cullen da un paso al frente.
— Invadiste propiedad privada, así que hay una demanda en tú contra. Es mejor que consigas un buen abogado.
¡Mierda! Yo sabía que lobque hice estaba completamente mal.
Trago con dificultad. El miedo me invade. No , espera, creo que ya me he cagado de miedo. Pero no voy a demostrarlo frente a ellos. No les daré la oportunidad de verme temerosa. Levanto la barbilla con valentía.
—Estaré esperando esos papeles, señor Cullen— suelto.
Edward Cullen gruñe molesto en respuesta. Lleva una mano los bolsillos de sus bonitos pantalones hechos a medida y saca algo que no reconozco de inmediato.
— No te creas tan segura Isabella Marie Swan— dice mi nombre completo como si fuera un insulto.
La cosa que ha sacado se enciende, y ahora reconozco que lo que tiene en la mano es nada más y nada menos que mí teléfono móvil.
¡Mierda!
Le doy una mirada furiosa al tipo gigante que creo que se llama Emmett.
— Lo robaste— lo acuso.
El tipo tienen el descaro de asentir un par de veces con la cabeza mientras me da una sonrisa de triunfo.
Miro a Edward Cullen y doy un par de pasos en su dirección para tomar el teléfono móvil de trabajo de su mano, pero el señor trajes bonitos esquiva mi mano con agilidad.
— ¿Crees qué será tan fácil recuperarlo?
Niego con la cabeza.
— Supongo que no. También supono que has visto la información que se encuentra ahí.
Edward Cullen asiente una vez , confirmando.
— Lo hice, sí. Fue fácil hacerlo. No tienes Pin de desbloqueo o lector facial.
Me maldigo mentalmente. No lo había hecho porque no lo creí necesario ya que en ese teléfono solo había teléfonos de los contactos de las revistas, alguno que otro conocido no tan importante y... ¡Diablos! Ahí se encuentra anotado el teléfono de Rose.
Edward Cullen nota que me pongo tensa.
—No hay nada que importe ahí, señor. Al igual que esta cámara —. levanto la cámara hasta la altura de mi barbilla — es solo una herramienta más de trabajo.
Trato de no darle importancia y ruego porque el me crea y no indague con el contacto de Rosalie.
Edward Cullen me observa detenidamente, luego extiende una mano como si fuera a entregarme el teléfono. Caigo en un error y me apresuró a tomarlo. De nuevo él es rápido y ahora lo levanta por encima de mi cabeza.
No soy tan torpe, pero no he medido muy bien la distancia, así que choco contra su cuerpo y ambos caemos. Por desgracia caigo encima de él. Trato de levantarme lo más rápido que puedo. No puedo y solo cempeoro las cosas. Levanto la cabeza y mi mirada choca con la suya. Sus ojos de un verde intenso mirando a a través de los míos y me estremezco.
De repente, flashes aparecen a mi izquierda, son continuos, así que no puedo ver con claridad.
— Vaya. Señor Cullen . ¿ Qué hace con la mujer que ha vendido la foto de su hermana Alice y su prometido Jasper a las revistas? ¿ fue todo planeado?
Es James. ¡Hijo de puta!
Antes de que pueda seguir tomándonos fotos en el suelo, Alguien más aparece con flashes.
Mierda.
Me esfuerzo por ver y por lo poco que veo es a Emmett con una linterna que lanza flashes a la cámara de James para arruinar las fotos.
— ¡Mierda, James! ¿Qué haces aquí?
James se da por vencido y baja la cámara.
Los flashes se detienen por ambas partes .
James me mira molesto.
— Vi cuando bajas de tu auto y te seguí; ultimamente sacas buenas exclusivas y no me equivoque. Maldita sea, todo iba bien hasta que este tipo de aquí decidió arruinar las fotos.
— Encárgate de esto. Emmett— suelta Edward Cullen molesto.
— Claro señor— dice él grandote al cobrizo. Después gira en en dirección a James— .Lo que voy a decirle requiere un pocobde privacidad, señor. Le haré una oferta por el materia de su cámara.
James abre los ojos con sorpresa, asiente y sigue al grandote unos buenos metros para poner distancia.
Levanto la mirada y me encientro con que el señor trajes bonitos se ha levantado y me ofrece una mano.
Le pongo mala cara y lo ignoro. Me levanto del suelo y limpio mi rodilla derecha que ahora tiene un pequeño raspón.
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Paparazzi
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¿Algún comentario?
Es chiquito, pero aquí hay pasado algo jaja . Gracias por llegar hasta aquí.
Gracias a los que dejaron su comentario: Verónica, francicullen, Jane AntonellaMasen, marisolpattinson. Ari Cullen 85, Dess Cullen,
