CASADOS

CAPITULO 3

ESOS PECHOS SON MIOS

El tiempo pasa volando, y la hora de ir a ver las matriculas y horarios de clases de la universidad empezó. Nuestra pareja de esposos se encontraba en los jardines del campus universitario esperando recibir una charla de inicio de curso. Era un día de verano así que todos vestían con la mínima ropa que podían llevar. Akane y Ranma no eran la excepción. Ella vestía un pantalón corto hasta las rodillas de color negro y una camiseta de tirantes rosada. Ranma usaba su usual camisa china sin mangas blanca y su también usual pantalón chino negro.

Había muchos jóvenes que estaban esperando junto con ellos, y como siempre y en todos lados les pasaba, se habían percatado de ellos, los chicos admiraban con ojos de hambre a Akane y las chicas con ojos soñadores a Ranma.

Una asistente les dijo que pasaran al hall del edificio y que esperaran ahí un momento a que les repartieran el horario. Todos empezaron a entrar al edificio, pero Ranma antes de entrar y quedar atrapado ahí hasta que termine la mañana decidió ir a comprar una botella de agua helada, y cómo buen esposo se llevó con él todo lo que Akane cargaba, así ella no cargaría peso extra y no tendría tanto calor.

Cuando volvió encontró a su tormento personal frente una pared en la que colgaba una pizarra, por como la veía fijamente sin voltear a ningún lado parecía muy interesante, se le notaba muy concentrada estando parada con los brazos cruzados. Ranma la veía más hermosa que nunca, y se daba cuenta que no sólo él lo había notado pues todos los hombres a su alrededor la miraban descaradamente y no volteaban su mirada .

"Habrase visto… tan sólo esperaron a que me desapareciera un momento para echarle los ojos encima a mi Akane…. Bola de tarados… ella es sólo mía no tienen por qué mirarla siquiera…"

Con paso firme fue hasta donde se encontraba su esposa. LA notaba un poco sonrojada y acalorada, lo cual sería raro pues el aire acondicionado en el edificio estaba encendido a full dando un muy refrescante ambiente para todos los presentes. El que se encontrara en ese estado sólo podía significar que algo le había ocurrido.

"Malditos degenerados… si le han hecho o dicho algo a mi Akane se las verán conmigo… moleré a golpes a todos…"

-Ocurre algo Akane?-

-Ranma… por fin llegas… Dame los papeles y cuadernos por favor…-

Y fue ahí donde lo noto, entonces entendió que era lo que todos estaban pendientes. Al momento que Akane estiró los brazos para recoger los cuadernos se percató de los pechos de su marimacho, que ahora a sus 18 años habían crecido, estaban erguidos y se notaban a través de la delgada tela que los cubría, el aire acondicionado tan fuerte que había en el lugar había hecho que reaccionaran de esa manera, y como no llevaba sujetador se notaban para deleite de todos los chicos presentes.

Ranma no fue la excepción y se los quedo mirando como idiota.

-Qué miras pervertido!.- Decía Akane dándose cuenta que es lo que miraba su esposo.

-Ak..Akane… tus… tus pech..-

-Si ya lo sé idiota, por eso quería que me devolvieras los cuadernos para tapármelos.-

-Porque no estas usando sujetador?- Intentaba Ranma susurrarle

-Hace demasiado calor Ranma y no es tan necesario que lo lleve todo el tiempo, y ya deja de mirarme idiota!.-

-Pero es que… tu… tu… tu tienes la culpa por venir de esa manera…-

-Eso no es motivo para que tú y todos los demás se me queden mirando como idiotas.-

-Yo no te…- Fue ahí cuando recordó a todos los chicos babeantes a su alrededor que esperaban ver los pechos de Akane nuevamente, levanto la mirada para recorrer la sala, todos los hombres embobados aún estaba viendo hacia ellos descaradamente.

Ranma entró en modo "posesivo", sin mucha gracia pasó un brazo a través de los hombros de Akane para abrazarla y hacer notar su posesividad ante todos los presentes, puso los ojos en modo "si no se voltean los acabo" y en la sala sólo se pudo escuchar un ohhhh de decepción por parte de chicos y chicas a la vez.

Akane no podía creer la reacción de Ranma delante de todos, por una parte se sentía feliz que él la abrace y demuestre su relación abiertamente, por otro lado, odiaba que la protejan como a un bebé.

Ranma aún mantenía la mirada en todos los chicos que buscaban ver algo de su esposa, para ahuyentar su atención hizo tronar su cuello como si se preparara para darles una lección a todos. Su táctica funcionó y todos se voltearon a ocuparse en otra cosa.

Akane no podía creer el poder de intimidación que tenía Ranma, sólo podía mirarlo con ojitos enamorados.

Por otro lado Ranma comentaba para sus adentro "Eso es bola de tarados… aparten la mirada de Akane que ella ya tiene dueño… ella es toda mía y nadie puede siquiera fijarse en ella ni es sus pechos…. Esos pechos son míos".