Basado en la serie: "Digimon" ⒸBANDAI ⒸAkiyoshi Hongo · Toei Animation
PRIMER PASO
by: Atori
oneshoot
Sora anunciaba su llegada a casa. La bienvenida de su madre fue sobrepuesta por la voz animada de Piyomon.
—¡Sora! ¡Sora! —llegando con paso acelerado—. ¡Mira! ¡Mira!
Tras acomodar la chaqueta y la bufanda, Sora se centró en lo que Piyomon traía, una pequeña caja cuadrada, envuelta en tonalidades azuladas adornado con un lazo blanco. A Sora se le hizo muy familiar esa envoltura, pero antes de que le hiciera cualquier pregunta, Piyomon continuó hablando.
—¡Me lo regaló Gabumon! No sé porqué lo hizo pero, ¡me hace tanta ilusión!
Sora sonrió con ternura y le acarició la cabeza. Luego, sacó de su bolso escolar un regalo con el mismo envoltorio que el que Piyomon tenía.
El ave lo miró con asombro, con miles de teorías y ninguna con sentido.
—Yamato también me ha hecho un regalo —le dijo. Piyomon seguía sin entender porqué los envoltorios eran idénticos, así cómo de porqué también su novio le había hecho un regalo—. Hoy es el día blanco.
Piyomon repitió esa palabra, sin comprender su significado.
—¿Recuerdas que hace un mes fue San Valentín y les regalamos chocolate a Yamato y a Gabumon? —Piyomon asintió—. Pues aquí en Japón, el 14 de marzo se celebra el día blanco donde los chicos regalan a las chicas.
Sora le explicó en detalle sobre el significado del día blanco, así como su relación con el día de San Valentín. Las chicas que regalan chocolates a los chicos el 14 de febrero, ya sea por obligación, por relación o por amistad, los chicos deberán regalar un chocolate blanco el 14 de marzo. Aunque existían personas que solían regalar cosas materiales de color blanco como ropa o bolsos.
—¿Y el regalo que te hacen en el día blanco puede ser de obligación como el que le hice yo a Gabumon por San Valentín?
Sora contestó con un sí muy difícil de pronunciar. A pesar de que ignoraba que Gabumon le daría un regalo por el día blanco, le parecía muy lindo de su parte. Porque cuando Piyomon le había dado el chocolate por San Valentín, había visto un sonrojo en Gabumon que le recordaba mucho al de Yamato. Sin embargo, parece que Piyomon lo veía de manera amistosa.
Suspiró con fuerza, sin querer rendirse. Mientras Yamato y ella estuvieran juntos, existía la posibilidad de que sus digimons se enamoraran. Durante sus casi quince años de vida, había aprendido que lo imposible puede convertirse en posible con tesón y perseverancia.
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Tras soltar un «Ya estoy en casa», a Yamato le pareció extraño que las luces estuvieran apagadas.
Antes, era algo muy habitual, dado que su padre casi siempre estaba fuera. Pero con Gabumon viviendo con ellos, la llegada a su casa y ser recibido por alguien, era algo a lo que se había acostumbrado.
—¿Gabumon?
Sin obtener respuesta, se dirigió hacia su habitación.
«A lo mejor está cansado y se quedó dormido» Pensó. El día anterior, se la habían pasado de tienda en tienda para comprar un chocolate blanco que les convencieran. Para Gabumon que no estaba acostumbrado a estar mucho tiempo entre multitudes, había supuesto un gran esfuerzo. Sin embargo, cómo estaba decidido a regalarle a Piyomon por el día blanco, lo había dado todo.
Yamato sonrió al recordarlo. Seguro que Sora se sorprendería cuando Piyomon se lo contase. Por respeto a su digimon, ni siquiera a ella, le había contado de las intenciones de Gabumon.
Abriendo la puerta de la habitación, Yamato encendió la luz y vio un bulto cubierto sobre su cama.
—¿Gabumon?
El digimon contestó con un «sí» muy bajito.
Suspirando, Yamato se adentró y se sentó sobre la cama.
—¿Pudiste darle el regalo a Piyomon?
Yamato solo escuchó un sonido afirmativo.
—¿Y lo aceptó?
Otro sonido afirmativo. Yamato no entendía, entonces, porqué su digimon estaba escondido como si le hubiera pasado algo vergonzoso.
—Entonces, ¿qué te ha pasado?
Gabumon quedó en silencio, por lo que Yamato insistió.
—Vamos, Gabumon. Ya sabes qué puedes confiar en mí y que te ayudaré en lo que haga falta.
Cuando Yamato pensaba en que no iba a decirle nada, Gabumon soltó.
—No creo que sea capaz de mirar a Piyomon a los ojos.
Yamato quedó estático por unos momentos, luego, casi se le escapa una gran risotada comprendiendo a su amigo. Sin embargo, porqué entendía cómo se sentía, lo acarició a través de la colcha y pronunció con suavidad.
—Tómate las cosas con calma, Gabumon. Mientras esté con Sora, tendrás todo el tiempo del mundo para pasarla con Piyomon. Aunque mi consejo, es que no te relajes demasiado. Nunca se sabe lo que puede pasar.
Gabumon escuchaba sus palabras y se descubrió un poco solo para ver cómo se quitaba la chaqueta y se remangaba la camisa.
—Por tu fuerte valor de hoy, prepararé algo muy delicioso —dándole un guiño.
El digimon se descubrió otro poco, de manera que se le viera una sonrisa de tranquilidad sobre sus mejillas ruborizadas.
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Aquel día, viernes 14 de marzo del 2003, fue el primer paso que se había dado para que en un futuro, no muy lejano, Gabumon y Piyomon se relacionaran románticamente. El cómo había sucedido, quizás lo cuente en otra historia.
FIN
Espero que os haya gustado este pequeño oneshoot.
Fic que debía ser publicado en febrero, pero que por razones personales, lo pospuse para este mes, concretamente para este día, el día blanco.
Nos vemos en próximos fics.
'Atori'
