Saludos lectores; este es el final oficial de la historia. Me gustaría decirles que les preparare un epílogo en el futuro o quizás una continuación pero no está en planes venideros solo en mi imaginario. Ame compartir esta historia con ustedes y así como le continuaba añadiendo color a este fanfic, creciendo cada vez más, también crecí y aprendí muchas cosas en este proceso. Los extrañaré muchísimo y sin más demora les dejo el último capítulo de El intercambio.

Advertencia: Lenguaje soez, celos, ansiedad, depresión, temas de suicidio, discrimen y mucho amor de parte de Sasuke y Hinata.


Capítulo 23: Final

"Mierda" decía Sasuke cerrando con coraje la puerta de su casa. Omitió en el reporte de la misión que un infeliz lo apuñaló en el costado. Parte era por orgullo y la otra es que no quería ir al hospital.

Sabía que Kakashi lo obligaría.

La herida no era muy profunda y tenía todos sus órganos vitales intactos pero necesitaría por lo menos suturación. Lo ideal sería tener un ninja médico y en minutos sanaría pero la sola idea de ir al hospital y ver a Sakura le era intolerable. Aunque sentía algo de culpa por evitarla, no podía ahora ni con él mismo; que Naruto se encargara de ella. Hace tres meses que no la veía y no estaba interesado en hacerlo ahora. Era típico de Sakura ser enfrentada por consecuencias de sus propias acciones y huir antes de admitir culpa.

Él entendía eso perfectamente; estaba haciendo lo mismo con Hinata.

No sabía nada de Hinata desde que Naruto le habló de ella.

Era un cobarde, lo sabía, pero no tenía de otra. Tenerla cerca era un juego peligroso que no podía jugar más. La arrastraría con él como hizo con Naruto y Sakura; mejor era así.

Entro al baño con parsimonia. Se quitó la indumentaria ninja, y tan pronto removió las gasas que presionaban su herida, el dolor se desparramo por todo su cuerpo. "Agh" vio en el espejo que el sangrado había disminuido pero algo del aspecto de la herida lo inquietó. Sabía que no había veneno presente pero quizás no fue suficiente sus propios cuidados, podía existir la posibilidad de infección.

Se removió el resto de la ropa y sintió frío…

extraño

Después de todo era el mediodía de un hermoso día de primavera. El sol entraba con furia por la única ventana que dejó con las cortinas recogidas para sus plantas. Recordó que debía echarles agua; cuatro días de misión podría ser mucho para algunas de ellas.

Se dobló en el lavabo para tomar un tarro y llenarlo. Se sentía mareado. Vio en el suelo su ropa ensangrentada. Preferiría que la mayoría de esa sangre fuera de él pero no lo era. Eran de tres desafortunados que encontraron la punta de su espada justo cuando regresaba.

Se miró por unos segundos en el espejo; la mirada fría y vacía, la sangre en su cara. Bajo la vista para ver el tarro desbordado.

No soportaba ni ver su propio reflejo.

No quería más esto, no quería más la violencia de sus manos, la oscuridad que lo devoraba y como sentía que se perdía cada vez más en este eterno laberinto de desolación.

Camino así, desnudo, hacia sus plantas, sus dientes comenzaron a castañar. Sabía lo que significaba; escalofríos, mareos, fiebre… muy probablemente infección.

"Al menos alguien está de buen ánimo en esta casa." dijo viendo como todas sus plantas estaban intactas incluso la suculenta, que alguna vez parecía que moriría, ahora estaba de un verde profundo demostrando completa vitalidad.

Ya el dolor de la herida había sido sosegado por un adormecimiento que sería preocupante para alguien que tuviera más ganas de vivir.

Regreso con lentitud al baño de nuevo pero esta vez fue directo a la ducha, abrió por completo el agua fría. Había que bajar la temperatura. Entró sin pensarlo y el agua se sintió como millones de agujas en su piel febril.

"Jjejejejajajaja" Sasuke no sabía por qué reía. Quizás estaba perdiendo por fin la cordura.

Se sentía como mierda por dentro y por fuera.

¿Cuántos años de esto llevaba ya? ¿Cuántos años más? Se preguntaba Sasuke.

Su mirada se enfocó en la loza ensangrentada, ver como el agua se mezclaba con la sangre y creaba un hermoso rosa pálido… rosa pálido como la carne expuesta después de un fresco corte de su espada.

Su estómago se contrajo y comenzó a vomitar, no había nada en su estómago así que solo fueron una serie de arcadas que lo regresaron al dolor de su costado.

Su estómago no estaba reaccionando a la clara herida infectada sino a recuerdos de su horrible trabajo.

No quiero hacerlo más. Pensó por centésima vez desde que se fue de misión.

El que lo apuñaló, para luego ser su víctima, muy probablemente no llegaba a los catorce años. Pero no tenía de otra, estaba atacando a otros incluso más niños y todo fue tan rápido.

Habló con Naruto sobre cómo se sentía pero aunque él lo entendiera, jamás lo pondría a él sobre el sueño de las naciones unidas, hay sacrificios para lograr esa meta y hay tragedias inevitables. Él era su propia tragedia y también la tragedia que le pasaba a otros cuando Konoha lo enviaba a una misión. Si lo enviaban a él era siempre para conseguir el mismo resultado; un encuentro letal. Para eso lo querían, para eso servía. No quería entrar en detalles con su amigo de la violencia que se le presentaba en cada misión, en cómo eran ellos o él. Quería mentirle y decirle que el mundo era mejor, que estaban haciendo un excelente trabajo, que ningún niño sufriría como ellos sufrieron pero era mentira y en el fondo Sasuke sabía que Naruto concluyó lo mismo. Quizás esa era la razón de su evidente frustración con su posición.

Decepción.

No hablaron más del asunto. No quería poner más a Naruto en la situación de tener que escoger entre él o la aldea pero estaba realmente cansado, estaba muy cansado.

Salió de la ducha y su visión estaba siendo afectada por la calentura. Fue a su botiquín y tomó gasas, pastillas para la infección, no sabía si estaban en buen estado, no se había visto con la necesidad de ellas y un ungüento…

Un ungüento de Hinata.

Se sentó en el retrete y se bebió tres de las pastillas, la dosis recomendada era una pero no confiaba en su eficacia al momento. Abrió el tarro de ungüento y su olor herbatico tomó espacio en todo el baño, llenando sus pulmones.

Apretó la mandíbula para no decir el nombre de Hinata en voz alta. Casi la podía ver aquí junto a él, ayudando en la aplicación con cara compungida.

"Está bien, ella está bien." Decía mientras comenzaba a ponerse las gazas.

Soñaba con Hinata todo el tiempo desde que no la tenía con él. Era un alivio que estos sueños fueran felices. Una vida de pesadillas; era curioso que su mente le diera tregua en estos momentos tan oscuros para él.

Eran los sueños más hermosos que había tenido en toda su vida. Hinata en su taller, colándose la luz por todas partes, haciendo del lugar un bello juego de colores indefinidos, con un fuerte calor que la hacía perspirar pero parecía que eso no le incomodaba, concentrada en colocar flores entre cristales, feliz, despreocupada. Sabía que esa Hinata, la de sus sueños, nunca había perdido a su madre, jamás la pusieron en contra de su hermana, que su padre la amó sin condición alguna, que Neji jamás le hizo daño, que la relación entre ellos dos no estaba manchada por la tragedia, que era libre de hacer todo lo que quería hacer y que Naruto la amaba tanto como ella lo amaba a él. Esa Hinata no lo había conocido y así era mejor, así era feliz.

Luego de terminar con su herida, sabía que debía comer algo, pero no tenía apetito, no lo tuvo en todo el regreso de la misión. Ahora que Sasuke trataba de hacer memoria, no recordaba la última vez que comió algo.

Se fue directo a su habitación que estaba en penumbras. Descansar le vendría bien, olvidarse de la sangre y todas las vidas que había destruido, las que aún quedaban por destruir, soñar con la Hinata que no lo conocía. Eso quería hacer eternamente.

Fue a su mesa de noche y tomó su brazalete con la aspidistra. No lo llevaba a misiones; no quería mancharlo con sangre y recuerdos de muerte. Se lo coloco.

Se recostó y la fría cama lo abrazó como si fuera su eterna morada.

Sasuke respiró hondo, inhalando de nuevo el ungüento que dejó su aroma en sus manos y el olor metálico que siempre acompañaba la sangre que no se lavaba nunca.

Quizás la muerte se sentía así; eterna oscuridad, fría, dolorosa, aromas que te atormentan pero te reconfortan a la vez; lo que fue y lo que pudo ser.

Solo quería dormir eternamente; soñar con Hinata feliz en su pequeño castillo de cristal rodeada de verde. Donde no existe él asesinando niños para la aldea, en donde no existe él y punto.

Sasuke cerró sus ojos seduciendo a la muerte como muchas veces lo había hecho antes, pero esta vez había algo de paz en su interior y la muerte se veía igual de inocente como el sonrojo escarlata de Hinata detrás del brazo de Naruto.

Sasuke sonrió suavemente mientras caía inconsciente por una fiebre delirante.

iii

Sintió algo frío y luego un ardor intenso. Su mano se dirigió al lugar donde provenía el dolor pero otra lo detuvo de manera brusca. Sentía que conocía esa mano, esos dedos.

Naruto…

No, los dedos de él eran cortos y regordetes, estos eran fríos, huesudos…

¿De dónde conocía esa mano? A pesar de su memoria fotográfica, al momento, su pésimo estado no le permitía ni procesar lo que le pasaba.

Ha, la herida.

Además Naruto no estaría aquí. Estaba muy ocupado con las relaciones diplomáticas en Suna, no perdería el tiempo en visitar a su mejor amigo moribundo. Aunque Sasuke había perdido la noción del tiempo como para estar seguro de esa información.

No sabía cuánto tiempo llevaba en el estado que se encontraba.

Trataba de abrir sus ojos pero sentía que estaba en un sueño eterno. Quizás estaba en coma o quizás había muerto. No era la primera vez que se enfrentaba a la muerte pero era la primera vez que creía que no había nada esperándolo en el mundo de los vivos como para luchar contra la sombra que se estaba apoderando de su cuerpo.

Lo levantaron y sintió ser parcialmente apoyado en alguien. Sus sentidos estaban muy afectados, no veía, escuchaba o sentía bien.

Uso su nariz.

Hierbas, no, había algo astringente con el aroma, no era solo herbatico. Humo… espera… era té e incienso. Reconoció ese olor. Trato de recordar quién podía ser pero su cabeza estaba siendo atacada por la peor jaqueca que había tenido en su vida.

No importa; decidió que le gustaba el olor. Le recordaba a su hogar de la infancia, antes de ser inundado en muertes. Metió un poco su nariz en dónde venía el aroma, encontrando piel cálida. Su cara fue agarrada con tosquedad pero esta vez fue sujetado de manera más firme para ser ligeramente levantado.

Cuando entendió, en medio de la maraña que era su mente, que la persona lo estaba moviendo, quizás para llevarlo al hospital, busco la poca energía que tenía para negarse.

"Nno-no el hospi…no hospital no, no porr favor." Se aferró a la persona, casi como una súplica. "Prefiero morir…me." dijo, sintiendo como su conciencia se alejaba.

"Incr...le" Escucho a alguien, conocía la voz pero era muy difícil, no podía captar tonos y palabras, estaba muy delirante…

…perdió la conciencia.

Se despertó sintiendo un pinchazo, algo que esparcía todo su contenido dentro de sus músculos adoloridos. Un calor intenso en su costado, alguien estaba raspando su herida.

Su frente estaba fría, muy probablemente tenía que tener alguna toalla empapada de agua helada. Trato de moverse pero no podía, no sabía si era porque estaba muy enfermo o si lo tenían sujeto con algo, de todas formas, se tenía que dejar hacer.

Sintió una punzada en su costado y algo se deslizó dolorosamente por su carne lastimosa. Esto se repitió por un periodo de tiempo, que él no podía determinar porque salía y entraba de su inconsciencia. Claramente alguien se estaba tomando el tiempo de suturar su costado.

Sasuke quería reír pero no podía.

Era estupido que lo salvaran; se preguntaba quien se tomaría la molestia de salvar a una escoria como él. Muchos pagarían por encontrarlo, solo, lleno de moscas en su casa, y con todas sus plantas secas porque nadie lo encontraría en mucho tiempo. Naruto era lo único que le quedaba y aún estaba sanando el daño que se hicieron ambos.

Un cuerpo firme lo tomaba casi con desagrado pero a pesar de eso había cuidado y meticulosa precisión en sus acciones; lo estaban vendando.

Trató de abrir un poco sus ojos y esta vez lo logró por un segundo.

Ojos claros.

Quizás era Hinata, su Hinata.

La que le perdonaba todo a todos, incluyendolo a él.

Vino por él; se compadeció de su estupido silencio, de sus malas decisiones, de su cobardía. Ella lo conocía, sabía que era cobarde y que sus miedos no lo dejarían ir por ella…

… y aún así le dijo que siempre lo buscaría, que procuraría regresarlo a ella, todas las veces que él la empujará, lo traería de vuelta. Siempre hacía esto, las cosas se hacían difíciles y él se escondía muy dentro de él mismo. Torturandoce por las cosas que había hecho.

¡Ella le dijo que lo buscaría!

Lo dijo y aún así no estaba aquí.

No podía ser ella.

No era posible, no podían ser sus ojos. Ella no vendría porque la hirió horriblemente.

Pero su corazón estaba lleno de esperanzas aún así; quería llorar.

Debía ser ella. ¿Qué otra persona se apiadaría de él ahora?

Probablemente lloraba.

Tenía que decirle que lo lamentaba, quizás esta era su única oportunidad. No quería irse de este mundo sin antes disculparse y decirle que…

…que la amaba.

Nunca le había dicho que la amaba. Cuando uno cree que tiene todo el tiempo del mundo, insinuar parece ser suficiente.

Naruto tampoco se lo había dicho.

¿Cuántas personas no le habían dicho que la amaban y aún así ella los amaba de vuelta?

Una era demasiado.

Hinata viviría toda su vida creyendo que él no la amaba si moría ahora.

Sintió una punzada en su corazón que no tenía nada que ver con su estado de salud.

"Hina… Hinata perddd… lo… lo siento tanto." trato de hablar pero no podía. Creía que lloraba pero era difícil saberlo. "te a…" perdió la conciencia de nuevo.

Esta vez tuvo pesadillas; horrendas pesadillas.

Su antigua casa; la puñalada que tenía él en el costado la tenía Hinata, se desangraba en el mismo suelo que encontró a sus padres. Sabía que corría, a tratar de socorrerla, pero el suelo se hacía eterno. Solo podía mirar como la sangre manchaba para siempre el tatami.

Soñaba con su equipo 7, cuando eran niños. Los tres junto a Kakashi; cuando la oscuridad ya se había calado en su vida pero Naruto amortiguaba el dolor. Casi fue feliz esos días. Pero los veía, su versión del presente furtivamente, como lo hacen las serpientes antes de atacar, y sin poder evitarlo él, se dirigía a su equipo con su espada en mano. Los asesinaba como asesinó a los niños que lo atacaron en su última misión.

Su hermano; Itachi. No lo visitaba en sueños hace mucho. Evitaba pensar en él, todo el trauma y dolor que representaba esas heridas que quedaron con su muerte, se amarraban a la memoria de su hermano como si fuera hiel venenosa. Pero no le dio tregua en estos momentos delirantes; estaba siempre presente. Junto a él en cada trabajo sangriento, que recordaba a la perfección por su memoria fotográfica. Cada vez que su espada se levantaba a terminar con un enemigo este enemigo se convertía en su hermano.

"Te amo Sasuke." Le decía abrazándolo aun con su espada atravesada.

"¡No no no no NOOO!" Trataba de despegarse pero mientras más luchaba para sacar su espada del pecho de Itachi, más esta se hundía; devorándolos en un abismo de oscuridad que crecía en la herida que causó en su hermano.

Pero el más aterrador de todos; Hinata desconsolada en su taller. Destruyendo todas sus creaciones, arrancando todas sus plantas de sus macetas, tirándose a llorar a mares en medio del desastre. Constantes risas escalofriantes y gritos desolados se escuchaban a través de los cristales que comenzaban a quebrarse. De repente su pecho estaba ensangrentado al igual que sus manos; donde antes habían cicatrices ahora eran heridas frescas. Hinata solo se quedaba gritando en el suelo, tapándose sus oídos de cualquier horror que estaba rodeándola, mientras su pequeño castillo de cristal se destruía a su alrededor.

Tenía que despertar.

Su hermano había dado todo por él para que él fuera feliz; otros le seguían dando oportunidades a pesar de sus faltas.

Tenía que vivir.

Tenía que decirle a Naruto que no podía más.

Tenía que renunciar aunque esto le costará su libertad.

Tenía que decirle a Hinata que no era su culpa las cosas horrendas que le seguían pasando en la vida. Tenía que decirle que no llorara por él, sabía que tenía que estar haciéndolo.

Hinata le dijo que lo necesitaba alguna vez, se sentía tan lejano ya eso. Sabía que no era cierto; Hinata no necesitaba a nadie, pero ella lo creía así. Ella lo creía así porque lo quería a él.

Hinata lo quería y aquí estaba él dejándose morir.

Hinata dejó a Naruto, Hinata le abrió las puertas de su clan, estaba dispuesta a tener algo serio con él y él lo destruyó.

¿Por qué se hacía esto? ¿Por qué le hacía esto? ¿Por qué la dejaba sola con sus propios demonios cuando él más que nadie sabía cómo se sentía eso?

Tenía que decirle tantas cosas…

Tenía que decirle que la amaba y que más que nada en la vida, la quería feliz.

¿qué estoy haciendo? Tengo que salir de esto.

Perdió la conciencia de nuevo.

Tengo que…

iii

Se quedó dormido de nuevo, solo fueron unos minutos. Pero no era un lujo que pudiera tener ahora. Su paciente estaba muy delirante y tenía miedo de que entre una de sus pesadillas se hiciera daño.

Estaba tratando de guardar la serenidad y calma que lo caracterizaba; después de todo se merecía esto y más. Creía en el karma y esto no era castigo suficiente por las cosas que había hecho en su vida.

Su paciente se agitó y dejó caer el trapo que tenía en la frente.

Aprovecho y mojo la prenda de nuevo en agua helada.

"Debo dejarte morir." Dijo mientras colocaba de nuevo la tela en la frente. "Jamás he conocido persona más ingrata, pero eres el primer Uchiha que conozco, así que no es sorpresa."

Retomo el libro que estaba leyendo para permanecer despierto. Agradeció que por lo menos el Uchiha tenía algo de literatura en su casa. Jamás sería una colección de alguien culto pero por lo menos no era simplemente un iletrado como él creía. Tenía ensayos analíticos, poesía y algunas novelas.

Llevaba cuatro días en este suplicio, reto que la vida le había preparado por no ser el hombre que sus padres hubieran querido que fuera. Quizás este era una ventana a lo que le esperaba en la otra vida; cuidar de la peor persona que conocía, sin poder asearse apropiadamente y usando un yucata barato que la porosidad de la tela le tenía la piel irritada.

Amaba a Hinata pero en estos momentos cuenstionaba la lealtad que le tenía a su prima; considerando su incapacidad de escoger un hombre decente aunque su vida dependiera de esto.

Miro a Sasuke sudoroso y retorciéndose de dolor o por algo que lo atormentaba.

"Nogh" dijo el paciente, mientras lágrimas mojaban sus mejillas.

Bien pensó Neji. Sufre

Creía que cualquier cosa que no lo dejaba descansar lo tenía bien merecido. Aún no podía creer que lo encontró casi muerto hace días atrás.

Maldijo el día que su tío, Hiashi, lo llamó con urgencia de regreso a la aldea.

"Quería hablar conmigo Hiashi-sama." Dijo de la manera más reverencial que podía, sabía que esto no lo salvaría de cualquier cosa que era lo que su tío quería de él.

"Neji eres la persona más profesional y con mejor ética que conozco." Su tío estaba inusualmente concentrado en la conversación, solía hablar con la mirada puesta en cualquier documento pero hoy tenía toda su atención, el tema de la conversación no sería nada bueno.

"Gracias señor." Jugó su papel.

"Entonces, explicame como es que mi hija tenía un amante, no cualquier amante, el Uchiha que aterrorizó la aldea hace años atrás y que para colmo de males la ha hecho la comidilla de nuestro propio clan." dijo esto como se habla de alguna discrepancia en los puntos a tocar en una reunión.

Sabía que esto pasaría tarde o temprano.

"Mis más sinceras disculpas tío. No hay excusa para mi inadecuada labor como guardián." Bajo su cabeza, su frente tocaba el tatami.

No las había. Confío en Hinata; en su prudencia y que en general no era de meterse en problemas pero debió ser más astuto. Las personas como Hinata, aunque no son de buscar problemas, los problemas las encuentran.

"Y creerás que esto es mi mayor problema pero no; me encuentro con que mi hija y su amante temerario llevan meses de no verse. Como si esto solucionara el problema de alguna manera."

"¿Perdón?" Lo miro confundido.

"Neji; no vengas a mi presencia a aparentar ignorancia porque no solo es una falta de respeto sino que está sobre tu educación y clase." No solía molestar a su tío pero estaba cerca de lograrlo. "Se que mi hija tuvo que consultar contigo nuestra conversación."

"No es del agrado de Hinata sus intenciones con Sasuke. No quiere que lo veas como artillería pesada." él más que nadie sabía lo que era ser moldeado para un beneficio común. Tenía una marca en la frente que se lo recordaba todos los días; que también se lo recordaba a Hinata.

"¿No lo somos todos en el mundo que vivimos? Entiendo la ambivalencia de mi hija, es de corazón tierno como su madre ¿pero tu Neji? ¿También ven descabellada mi idea?"

"No importa cómo lo veo yo, sino cómo lo ve su hija Hiashi-Sama." Hablaba con Hinata cada vez que podía sobre Sasuke; ella tenía un miedo particular en que su clan lo utilizara a su favor; no es que estaba él en desacuerdo pero a la vez creía que el temor era algo exagerado. Después de todo era su propio clan de quienes estaban hablando y ya el Uchiha hacía su trabajo de mercenario felizmente. ¿Cuál era el problema de hacer lo que ya hacía pero para los Hyuugas?

"Neji te perdoné hace tiempo atrás tu impertinencia de tratar de matar a mi preciada primogénita; no solo porque no lo lograste sino porque en el fondo creí que te debía por la muerte de mi hermano pero ya no es así. No te debo nada; te he ayudado para alcanzar tu posición en el Consejo, te he abierto las puertas de mi casa y te he tratado como se le puede tratar a un hijo. Vas a intervenir en esta absurda situación porque sé que eres el adecuado para esto. Es tu deber y Hinata te escucha." Jamás su tío le había echado en cara lo que le hizo a Hinata en los exámenes de Konoha. No era una sugerencia, era una orden.

Se paró; Hinata podía reclamarle todo lo que quisiera, su tío no. Él era parte del problema en las tradiciones que no los dejaban progresar y los tenían presos. "Hablé con ella; sino a ido a hablar con el Uchiha a estas alturas no creo que lo haga simplemente porque yo hable con ella de nuevo."

"Esta mañana mi asistente me informó que el Concejo se reunió en secreto para comenzar el proceso de buscar un esposo adecuado para casarla prontamente y la semana entrante se lo presentaran en una reunión oficial." Hiashi le soltó de repente; resaltando la gravedad de la situación.

"¿Esto es algo que usted aprueba?" Trato de decirlo con la mayor compostura posible pero estaba alterado.

"No importa cómo lo veo yo, sino cómo lo ve el Concejo; Neji." Utilizó sus palabras en su contra. Como si supiera que era de mal gusto, continuó. "No, pero si lo puedo usar como una herramienta para que Hinata o el Uchiha entiendan que es ridículo esta situación lo voy a hacer. Es fácil el juego de enamorados irreconciliables cuando tienen todo el tiempo del mundo para entretenerse en ello."

"Hinata no aceptara." Hinata amaba a Sasuke. Un matrimonio con otro sería un puñal en el corazón.

"Hinata accedera porque a diferencia de ti entiende lo que está en juego." Dijo esto bajando la vista a su escritorio. Estaba ocultando sus ojos, no quería que él viera que esto le afectaba también.

"Qué puedo hacer." Se rindió. No acataba órdenes de su tío. No es que lo odiaba, tenía una relación cordial pero él era el guardián de Hinata y tomar órdenes de otros era una promesa de choques de intereses en el futuro.

"Eres más listo que esto, si no accede uno accede el otro. Ella lo ama es evidente por su reacción de protegerlo y se que ese Uchiha está perdido de amor por ella también. Habla con él." Dijo esto retomando los papeles en su escritorio como si ya estuviera todo hablado.

"Es imposible yo y el Uchiha, no nos soportamos." No tenía ni idea de como lo convencería, él y Sasuke no mezclaban.

"¿Quieres a Hinata casada por compromiso? ¿Con cualquier adefesio que escoja el Concejo? Neji no te estoy pidiéndo que se hagan amigos, te estoy pidiendo que utilices tus habilidades diplomáticas, que tienes muy bien pulidas, para resolver un asunto que eres capaz de resolver." Hiashi le dijo con tono de clara frustración.

"No pero no sabría como…"

"No me importa cómo lo hagas, hazlo. Ya te di la información y tu trabajo es proteger a mi hija. Haz lo que tengas que hacer para solucionar esto. Fallaste en tu deber y estas son las consecuencias. Esta conversación ha terminado; puedes irte." No volvió a subir la vista de su trabajo.

Sasuke se agitó como una hoja, ya estaba empezando a sudar la fiebre. Aunque no lo admitiría jamás; Neji sintió alivio de saber que lo peor ya había pasado.

Tan pronto terminó la conversación con su tío salió de inmediato. Sabía exactamente donde estaba Sasuke; desde que supo del desliz de Hinata no los perdía de vista a ninguno de los dos. El Uchiha había llegado hace tres días de misión y no había salido de su casa desde entonces.

No quería hablar con él, no lo soportaba, la única razón de que su odio hacia él no había aumentado, luego de lo que le hizo a Hinata, era muy probablemente porque no podía odiarlo más.

Se apresuro no sabía ni qué le diría. La idea de tratar de convencer a un hombre tan falto de carácter de buscar a Hinata le revolcaba el estómago. Hinata merecía a alguien que no hubiera que ir a buscar a su guarida para que la considerara seriamente.

Muy probablemente le gritaría un poco para sentirse mejor con él mismo; quizás pelearía con él, siempre había querido pelear con un Uchiha. Aunque Sasuke estuviera dispuesto a dialogar tranquilamente lo golpearía un poco de todas formas. Quería golpearlo.

Toco la puerta y nada, no le sorprendió. No esperaba un gran recibimiento de parte de él.

Espero. Sabía que estaba ahí pero luego de un tiempo y cero actividad, usó su línea sucesoria para ver adentro.

Lo vio inamovible en su cama. "¿Quién está aún en su cama a las una de la tarde?... espera un momento… Eres un hijo de puta." No solía ser del tipo de ninja que utilizaba sus conocimientos para irrumpir en residencias pero esto no le daba buena espina.

iii

Despertó con algo caliente bajando por su garganta. El líquido salado y grasoso le resultó desagradable al comienzo pero luego del cuarto sorbo, podía sentir como algo de energía regresaba a él.

Su raciocinio comenzó a llegar, tomó por reflejo la mano que lo alimentaba, cuando esta se alejaba de su boca.

"Agh lo que me faltaba. Tener que limpiarte de nuevo." Reconoció ese tono altanero pero era difícil encontrarlo en la pulpa que era su memoria en el momento.

"Qué cough cough" trato de hablar pero su garganta se sentía como si hubiera tragado cristales.

"Despacio Uchiha." Esta vez pudo distinguir con rapidez la voz.

Abrió sus ojos de inmediato para encontrarse con unos blancos que lo miraban con despreció, mientras limpiaba su torso con un paño húmedo.

"Siempre lo supe, que eras un perdedor disfrazado de genio. Desde el primer momento que te vi, pero no, 'es que Neji es un estirado, los Hyugas son elitistas.' Pero aquí estás siendo la porqueria de persona que siempre creí que eras." Decía Neji mientras llenaba de nuevo un tazón con más caldo para alimentarlo.

Neji se inclinó delante de él, que lo miraba con intensidad tratando de comprender la escena en la que se encontraba. Bebió lentamente; mientras tragaba miraba con detenimiento al Hyuuga. Debajo de toda la aparente irascibilidad se veía abrumado y cansado. Su siempre pulcro cabello estaba algo opaco y desaliñado, amarrado inusualmente alto, claramente no había tenido tiempo de mantenerlo lustroso y aseado como siempre lo tenía. Su yukata era uno oscuro, muy simple, como si estuviera en su propia casa; este estaba arrugado y mirándolo mejor…

"Ese yuk… cogh cogh" Trató de hablar pero fue inutil de nuevo.

"¿No fue obvio la primera vez que trataste que no podías hablar aún? Perdedor." Le dijo mirándolo con frustración aunque cuando el ataque de tos de Sasuke bajó, distinguió algo de alivio de parte de su cuidador.

Se dejó alimentar.

No podía hablar aún, sus movimientos eran muy torpes y lentos. Necesitaba comer y no sabía aún con precisión el estando en el que estaba o qué era lo que pasaba.

Se quedaron en silencio por un largo tiempo. Neji se limitaba a llenar un tazón con un caldo horrendo que Sasuke se limitaba a beber mirando la escena que lo rodeaba.

Estaba en su cuarto. Pero no estaba justo como lo recordaba; Una de las mesitas de la sala estaba cerca de la cama con todo tipo de cosas. Cajas, gasas, jeringuillas, jarros, cubetas, frascos, en fin todo un equipo de cuidados médicos. En el suelo, cerca de su cama, había un catre tradicional. Supuso que el Hyuuga pernoctó junto a él para cuidarlo, eso explicaba porque tenía puesto uno de sus yukatas. El que compró para el Tanabata.

¿Cómo pudo confundirlo con Hinata? Se preguntaba Sasuke. Los ojos de Neji eran incluso más blancos que los de ella, había una frialdad que reflejada matices grises, dando la impresión de ser metal pulido.

Había cuidado en el trato que le daba pero había cero apreció o afecto.

Cuando Neji terminó de alimentarlo limpió su cara de cualquier resto del caldo, para estudiar por unos segundos el suero que le tenía puesto. Parecía que estaba todo en orden, porque salió de la habitación con los trastos sin dirigirle la palabra.

Sasuke trató de moverse, pudo pero todo dolía tanto que decidió que era mejor continuar quieto. Noto que ya no estaba desnudo, tenía puesto uno de sus pantalones pero aún tenía su torso expuesto; muy probablemente para seguir tratando la herida que tenía bien sujeta por un vendaje que le amarraba su cintura.

Cuando bajó su mano para tantear su costado, Neji entró. Traía una jarra con agua y un vaso.

"Espero que no estés tratando de tocar con tus cochinas manos la herida que he estado atendiendo todos estos días." dijo su cuidador, con desaprobación, dejando la jarra a un lado de la mesa de noche.

Sasuke tanteo su garganta, creía que estaba mejor. "¿Cuánto cogh Cuánto tiempo?"

Neji lo miró por unos segundos; no sabía si por la sorpresa de que ya estaba mejor o meditando si quería responderle la pregunta. "Casi una semana; mañana se cumplirán los siete días. Me refiero al momento de encontrarte; creo que llevas con la infección más de nueve días." Pauso para tomar el vaso, llenarlo de agua y darle de beber. Sasuke trató de tomar el vaso; lo logró.

Lo puso en sus labios secos para beber lentamente; aunque quería beberlo todo de un golpe, con lo sediento que se sentía.

"Pensaría que un shinobi de tus capacidades sabría medicina ninja básica." Sasuke escuchó a Neji decir.

Le dio el vaso a Neji, que lo miraba con una ceja arqueada. Este lo llenó de nuevo, sabía que tenía que tener sed.

"Nunca he sido bueno para eso cogh cogh" se bebió toda el agua y espero por que Neji le ofreciera más. Tardó en hacerlo; ahora que estaba despierto y muy consciente, estaba perdiendo su disposición a cuidar de él. No lo culpaba. "No he tenido la necesidad, siempre traigo ninjas médicos en mi equipo."

Sasuke extendió su brazo con el vaso vacío. Esta vez Neji no lo llenó de agua sino que se levantó, dejándolo con el brazo en el aire. "Tengo que cambiar tus vendas." Se dirigió a la mesa con todos los artículos médicos.

Tomó lo que parecía algún ungüento, algo de jabón, tomó la jarra y tiró el resto de su contenido en una cubeta, por último tomó un rollo de gazas.

Se sentó en la cama con él. "¿Crees que puedas sentarte sin problemas?" Dijo como si atenderlo hubiera sido la peor cosa que le hubiera pasado en la vida y si no fuera que conocía de su pasado trágico, Sasuke lo creería. Contemplo no tratar de sentarse, solo para molestarlo pero su orgullo no se lo permitiría. Ya era suficiente la humillación de haber sido atendido todos estos días por él.

Sin contestar, irguió su torso con cuidado; dolía tanto y se sentía tan débil que Neji terminó de ayudarlo de todas formas. Su cuidador exhalo en frustración pero cuando Sasuke lo vio a la cara se dio cuenta que no era molestia sino cansancio; estaba a su límite. Estaba ojeroso, su piel estaba de un color cetrino y apretaba fuerte su mandíbula como si estuviera haciendo mucho esfuerzo.

Neji removió su vendaje con cuidado y Sasuke aprovechó para ver el estado de su herida. Ya no estaba inflamada y tenía un buen color; la sutura perfecta.

Neji metió el jabón en el agua, mojó un trapo y sin ningún tipo de advertencia comenzó a limpiar la herida. "ahmmgh" Sasuke apretó su labios para no darle el gusto a Neji, que al momento tenía una pequeña sonrisa de satisfacción.

Estuvieron por un momento en silencio, él por el dolor, Neji por el cansancio.

"Jejeje cogh cogh jajaja" Sasuke rió mientras le colocaban el ungüento.

"¿De que te ries? No lo hagas, es espeluznante." Neji se detuvo mirándolo con perturbación.

"Creí por unos instantes que eras Hinata cuando estaba inconsciente, estaba perdiendo la razón." Decir el nombre de Hinata en voz alta era invocar dolor en su corazón. Ahora que había estado al borde de la muerte y regresado, nada dolía más que no tenerla con él.

Neji tomó las gasas y retomó su trabajo.

"¿Qué fue lo que te hizo creer eso? ¿Mi sonrisa amable o mis toques gentiles?" Dijo esto apretando más fuerte el vendaje.

"Cough cough" La fuerza lo tomó desprovisto. "¿Sabes? Es triste que nos empecemos a llevar bien ahora, Hyuuga. Justo cuando ya ella no quiere saber más nada de mí." Dijo sarcásticamente.

Su cuidador lo soltó, haciéndolo caer a la cama.

"Debí dejar que te pudieras como la basura que eres." Lo miro con el rencor que sus ojos cansados podían demostrar.

"¿Por qué no lo hiciste entonces?" No sabía porque se molesto con él de repente, no sabía porque lo había salvado tampoco.

"¿Por qué eres tan egoísta? No puedo creer que le hicieras esto a Naruto ni a Hinata. Espera…no, claro que lo pudo creer de ti. De el mal nacido por el cual casi perdí mi vida tratando de rescatar, para luego regresar años después a matarnos a todos. Sasuke; eres extremadamente egoísta, un mal compatriota, el peor de los amigos y al parecer no era mejor pareja tampoco."

"No hables de lo que no sabes, Hyuuga." Sasuke cerró sus ojos concentrándose para no demostrar el dolor que sentía; no estaba preparado para la retahíla de reclamos.

"¿Qué no se Uchiha? ¿Qué te estabas dejando morir? ¡No soy estupido! Entiendo que no seas experto en medicina ninja pero ni trataste de suturar la herida. Después estas de pesado rogando no ir al hospital y que preferirías morirte. No te lleve, no porque me lo pediste, sino porque lo menos que quería en estos momentos era que se regara por la ciudad que te deje moribundo en el hospital. Agradece a los dioses que tengo a Tenten; no hizo muchas preguntas cuando le solicité algo de equipo médico de emergencia." Neji le decía mientras se paseaba por la habitación moviendo cosas con brusquedad.

"¿Qué estás haciendo aquí?" Abrió sus ojos para mirarlo; de ser su cuidador se había convertido en su tormento rápidamente. No admitiría el alivio que sentía de que lo encontró; no quería morir.

"Evaluando si prefiero ser torturado por mi propio clan antes de hablar contigo." Le dijo con los brazos cruzados para tomar su tabique en muestra de frustración.

Sasuke miró desde su cama a Neji. Cruzó sus dedos entre ellos en su pecho y lo miró un rato más, algo divertido. "Hinata tiene razón." Dijo con humor. De repente se sentía aliviado de tener con quien hablar…

… y molestar.

"¿En que?" Neji salió de cualquiera que fuera la lucha interna que estaba teniendo.

"Nos parecemos…" Sasuke quería reír al ver los ojos desorbitados de Neji pero su costado estaba muy adolorido al momento.

"¿Disculpa? ¡¿Cómo te atreves?! No tengo como hábito traicionar o matar inocentes."

"… creído, arrogante, malhumorado..." Continuó como si Neji no estuviera furibundo al frente de él.

El Hyuuga se detuvo al frente de la cama; parecía que quería golpearlo pero no lo hizo. "¿Por qué? ¿Por qué te encuentro así Uchiha?" Regresó el interrogatorio que Sasuke no quería enfrentar.

"Qué te importa." Se escuchó testarudo, lo era. No le gustaba que le contestaran sus preguntas con más interrogantes.

"¡Me importa una mierda!" Era la primera vez que Sasuke escuchaba a Neji decir palabrotas y también gritar por perder la paciencia. "Crees que quería encontrarte, desnudo para colmo porque ni siquiera te preocupaste de estar decente, a punto de morir, pasar días cuidándote, para que pudieras hacer a alguien infeliz un día más."

Sasuke lo miró por un momento a los ojos.

Le debía; Neji no lo quería en este mundo y aun así se tomó la molestia de salvarle la vida.

"¿Te gusta ser shinobi, Hyuuga?" Le dijo serio; ya no estaba buscando provocarlo.

"¿Comó eso viene al caso? Deja de esquivar el asunto, Uchiha."

Pero venía al caso, era gran parte del asunto para ser exactos.

"No se tu pero cuando era niño, era lo único que pensaba. Para ese momento ser ninja era tirar kunais a un árbol, practicar mi katon, tratar de sorprender a mi hermano…"

"No estoy para escuchar tus historias de la infancia, junto a tu hermano homicida." Neji lo interrumpió.

Sasuke continuó. "…Naruto lloró la primera vez que mató a un enemigo en nuestra primera misión. Nunca lo olvidaré."

Esta vez Neji lo miró con atención. No más comentarios sarcásticos.

"Éramos niños tontos. Todo era blanco y negro en nuestras mentes… pero no era así; no es así. Cuando sales afuera es mucho más complejo. He matado tanta gente que ya no puedo ni contarlos; muchos en nombre de esta aldea. El niño que me apuñaló el costado… dude y eso fue lo que tomó. Un momento de duda. Pero si no hubiera dudado en matarlo; ¿qué clase de persona sería? Te pregunto de nuevo; ¿Te gusta ser shinobi? ¿Duermes tranquilo cuando asesinas a alguien?"

Neji lo miro serio por un rato. Sasuke no sabía si estaba meditando la respuesta o solo lo juzgaba como siempre lo hacía.

"No es algo que me suelo cuestionar…" Bajo su cabeza con el ceño fruncido. "...pero debo admitir que mis misiones no son de índole sangrienta en su mayoría."

Sasuke tenía que enfrentar que ya no podía seguir en el camino que estaba. Solo oscuridad era lo que había en este. No quería dejar a Naruto solo en su proyecto con las naciones ninjas pero con este evento, era claro para él que no podía continuar de esta forma.

Lo mataria.

Neji se acercó a Sasuke, se sentó en la cama. "¿Hinata sabe de esto, sabe cómo te sientes sobre las misiones?"

"Se lo he mencionado en algún momento." Se inquietó un poco con el interés repentino de Neji y su pregunta.

Había hablado un poco con Hinata sobre el tema. La verdad es que hace mucho se sentía así pero lo guardaba muy dentro de él como hacía con todo lo que le dolía. No le había dado cabeza hasta que Hinata le abrió la posibilidad de creer que podía ser algo más. Quería ser algo más.

"Esto explica muchas cosas de hecho." Neji dijo para él mismo, mirando a la pared pensativo, pero Sasuke lo escuchó.

"¿Por qué estás aquí Neji?" No solía llamarlo por su nombre pero ahora que la neblina se disipaba, la duda era auténtica. De todas las personas que lo socorrerían en un momento así, Neji no estaba en la lista. Algo no pintaba bien.

"Se me ha sido difícil ignorar la presente; que no has procurado a Hinata-sama luego de la escena que se realizó por tus secretos, Uchiha." Dijo como cualquier diputado político; Sasuke le creyó ridículamente pomposo.

"¿Por qué iría a verla? Y ¿por qué eso es de tu incumbencia?" Odiaba lo engreído que se escuchaba y quizás lo era pero le molestaba que se metieran es sus asuntos.

"Pero serás… " Neji extendió su brazo en posición de ataque pero su prudencia lo detuvo a medio camino. "¡Agggh! ¿No quieres arreglar las cosas? ¿Estoy perdiendo mi tiempo aquí Uchiha?"

"No quiere verme, por eso tengo el peor de los Hyuugas atendiendome y no ella. No puedo creer que estuviste a punto de atacarme. Encamado y herido; eso es muy bajo incluso para alguien que aprovechó los exámenes chunin para tratar de matar a su propia prima."

Neji lo miró pasmado por el ataque verbal para cerrar sus ojos luego. Claramente estaba meditando, buscando la poca paciencia que le quedaba. "Fui un tonto en creer que te importaba Hinata. Eres incap…"

Sasuke lo jalo hacia él. "Esto no es sobre si ella me importa o no. No cruces esa raya conmigo; no te va a ir muy bien. Hinata no está aquí. Ha pasado lo que parece una eternidad y Hinata no…" Paró porque le dolía entenderlo. Miro la muñeca que sostenía a Neji; donde tenía el brazalete que compartía con Hinata. "Hinata no está aquí. Esa noche me miró con los ojos más tristes que he visto; no la veía así desde… desde el día que… la primera noche del intercambio." Soltó a Neji y bajó su cabeza. Tenía que admitir que estaba un poco decepcionado que Hinata no era la persona que lo socorro. No se merecía su perdón pero de todas formas dolía. Así que hacía lo mejor que sabía hacer; desatar su veneno rencoroso sin piedad alguna. Apretó la flor del brazalete; no quería recordar lo que le hizo.

"Claramente no la conoces lo suficiente si crees que está tan enfadada contigo que por eso no te ha buscado." Le giró los ojos mortificado; viendo el brazalete. "Debí aprovechar el momento de tu inconsciencia para deshacerme de esa cosa tan horrible."

"La lastimé." Sabía que Hinata perdonaba hasta un demonio si así se lo pedía pero esto que le hizo era una grave ofensa. Tuvo muchas oportunidades de decirle la verdad y no lo hizo, se merecía su silencio. Ahora que estaba consciente; sus delirios de buscarla parecían ficción. Debía hacerlo pero no podía simplemente irrumpir su vida para él tener la conciencia limpia.

"Eres un imbécil." Neji se tapó la cara con una mano perdiendo la paciencia. "Hinata al otro día de que su padre la hizo pelear con su hermana, tocó en la puerta de su estudio con su té favorito. Una vez me trajeron inconsciente porque fui envenenado con un senbon y Hinata cuido de mí toda la noche, a pesar de saber que la odiaba porque se lo recordaba cada vez que podía. Detesto que te des tantas ínfulas de importancia. Hinata no ha venido, no es porque no te ha perdonado, tarado."

"¡¿Hinata está bien?!" Se sentó de repente en la cama obviando su dolor. No había pensado en la posibilidad de otras razones. Estaba tan atormentado con lo que le hizo que no se le había pasado por la cabeza nada más.

"Mejor que tú. No te muevas así." Neji lo sujeto.

"¿Qué es lo que está pasando Neji? Necesito que me cuentes ahora por el bien de los dos porque esto que tengo en el costado no va a evitar que te lo saque a golpes." Se despegó un poco para mirarlo de manera amenazadora. "¿Por qué estás aquí?"

Neji le giró los ojos, dejándolo caer de nuevo a la cama.

El dolor que le provocó no fue suficiente para que desistiera. Siguió mirándolo fijamente, esperando respuestas.

"Hiashi me lo pidió." Neji le dijo mirando a otro lado, como si dijera algo de poca importancia.

"Desde que me mencionó mis misiones en la mesa…" A Sasuke lo tomó por sorpresa unos segundos pero rápido los cabos conectaron en su mente; después de todo era algo que sospechaba desde hace rato. "Hyuuga; si algo he aprendido es lo que la gente busca cuando tienen interés en mi. Hiashi tiene una inclinación a mis capacidades pero que es…"

"Hinata no tomó bien tus mentiras pero esa no es la razón principal…" Sasuke vio que había duda en contarle pero se resignó. "No ha venido a buscarte porque sabe que su padre te quiere en el clan… como un recurso de defensa." Sasuke sabía que no era solo un plan abstracto de protección por eso la duda de Neji de hablar. Estaba contemplando qué tanto decirle. "No entendía porque esto la mortificaba tanto, que Hiashi te tuviera en mente para protegerla a ella o al clan, pero ahora que te veo… ¿Te ha visto alguna vez así?"

"No, agh maldición, esto es sobre mi clan." Hinata sabía la historia de su familia; como la aldea utilizó a su hermano para matar a su gente porque los Uchihas planeaban un alzamiento, como enterarse de esto lo llevó al borde de la locura. Podía ver con claridad como Hinata tendría temor de que su clan lo usara como los Uchihas habían sido usados y descartados antes.

"¿Sobre tu clan?" Neji lo veía con la ceja arcada.

"Olvídalo; no importa ahora." Sí importaba pero no era algo que podía estar contando a cualquiera. "Ella, todo este tiempo…"

Hinata…

Hinata lo estaba protegiendo de los rigores de su clan. Tenía que estar enfadada y aun así cuidaba de él. Si rencarnaba cien veces más, aun así no habría vida en donde él se mereciera el cariño de Hinata. Él cobarde que se escondía de sus problemas mientras ella…

"Ejem." Neji se carraspeó la garganta buscando atención. "Tenemos otra situación que amerita interés de manera inmediata Uchiha." Lo miraba y miraba a otra parte contemplando si hablar más, arregló su yukata de manera compulsiva; como cuando Hinata estaba incómoda con lo que iba a decir.

"¿mnh?" Dijo algo distraído con la posibilidad de poder reconciliarse con Hinata. Ahora no podía dejar de repetir su nombre en su mente una y otra vez.

"Prométeme que te quedaras quieto." Neji se puso en posición de actuar si Sasuke hacía todo lo contrario a lo que le pidió.

"No voy a prometer una mierda, Hyuuga. Habla." Cuando la gente ponía condiciones antes de decir algo era porque no dirían nada bueno.

"¿Por qué eres tan pesado Uchiha?" Neji lo miró con asco, como si su zapato hubiera pisado excremento.

"Neji." Miro al techo en un movimiento brusco, perdiendo la paciencia; para otros, el movimiento realizado, parecía más de alguien desquiciado.

"El concejo va a casar a Hinata; esta semana comienzan las visitas de candidatos." Dijo de manera rápida, no tanto por las amenazas, sino como si se sacara un peso del pecho.

Sasuke vio rojo. "Pero que carajos…" Hinata casada con alguien. Si lo pensaba por unos segundos podría por accidente quemar todo a su alrededor. Comenzó a tratar de levantarse.

"¿Qué creías que iba a pasar Uchiha?" Neji desistió de detenerlo, lo ayudaba pero con lentitud, como para controlar la situación como mejor podía.

"Soy un estúpido." Decía mientras trataba de moverse pero estaba aún muy débil y el dolor se apoderaba de él cada vez que se levantaba de la cama.

"Lo eres, por fin estamos de acuerdo en algo." Neji lo ayudó a sentarse en el borde de la cama. "Desactiva tu sharingan, idiota. Te va a consumir shakra."

Sasuke se quedó ahí por unos momentos tratando de recuperar sus fuerzas. No había forma de desactivar su línea sucesoria, estaba alerta como lo está una fiera acorralada. "¿Qué estaba pensando? ¿Por qué no he ido a hablar con ella?"

"Porque eres un cobarde." Neji dijo revisando su costado, asegurándose que su vendaje aún estuviera bien sujeto.

"Pero ¿por qué ella aceptaría algo así?" dijo ignorando a Neji. Hinata no era de tomar venganza así que no creía que lo hiciera por molestarlo, también sabía que casarse con cualquiera, aunque él o Naruto no estuvieran en la escena, no era algo que ella quería hacer.

"¿Qué creías? ¿que se iba a quedar toda la vida esperándote?" Neji buscaba entre las cosas que había en la mesa y tomó un frasco que contenía unas pastillas.

"No hablo por mi." Pasó sus manos por su cabello frustrado. Tenía que irse de aquí, tenía que ir por ella. Tenía que decirle todas las cosas que no le había dicho nunca.

"Ella tiene responsabilidades." Neji se paró frente a él con un vaso y unas pastillas.

"Tienes que ayudarme." Sasuke tomó con su mano las dos pastillas blancas.

"No, no quiero a un suicida al lado de Hinata. La única razón por la que te socorre es que no la quería triste porque te moriste solo e infeliz, justo como viviste." Neji le extendió el vaso. "Tomate esto; te sentirás mejor."

"No estoy suicida." No lo estaba. Había estado tan abrumado por todo, estaba cansado de luchar contra la corriente de oscuridad que era su vida pero quería vivir. Más que nunca tenía un apetito por la vida; de lo bueno, de lo malo, tener a Hinata de nuevo o morir encerrado por abandonar sus labores, lo que fuera. Quería vivir de verdad.

Pero tenía que hablar con Hinata antes.

"¿A no? ¿Te recuerdo cómo fue que te encontré?" Neji le tomó la mano y trató de quitarle las pastillas, Sasuke asumió que sería para dárselas él mismo ya que él seguía con ellas en la mano.

Tomo a Neji de la muñeca. "Bueno no debió ser tan malo considerando que a ti te gus…"

"No, ni lo digas. Que asqueroso eres." Neji se despegó de él, mirándolo con la cara que alguien tiene cuando están a punto de vomitar. "Por tu culpa terminare selibe, cada vez que me acuerde que atendí de ti, vomitare."

Sasuke lo miró, al que alguna vez consideró un rival o enemigo. La lista de descriptores negativos hacia Neji era interminable pero eso tenía que terminar.

Estaba cansado de pelear con él de todas formas. Además era potencialmente el mejor aliado que podía tener al momento. Metió las pastillas en su boca. El dolor corporal no lo dejaban pensar con claridad; no sabía lo que eran pero cualquier cosa era bienvenida. Las bajo sin la necesidad de agua alguna. "Lo siento; Neji."

Miro a Neji a los ojos con las manos vacías hacia arriba; para demostrar que se tomó las pastillas pero también en muestra de rendición.

"Jeje. ¿Esto es lo que haces? Pides disculpas con cara de cordero a medio degollar y te perdonan todo. ¿Esto es lo que hiciste con Naruto, con Hinata?" Neji puso su mano sobre sus ojos estrujandoselos y bostezo un poco.

"¿Está funcionando?" Sasuke bostezo un poco también, para sonreírle. "Nunca falla." dijo con algo de altanería pero era más burlándose un poco de su pobre intento.

"¿Sabes siquiera por qué estas pidiendo perdón Uchiha?" Neji se sentó en el catre del suelo.

"Porque te mentí y traicioné tu confianza junto a la de Hinata." Sasuke lo miró con el ceño fruncido por la honestidad de lo que decía y porque estaba algo confundido de que Neji se estuviera sentando; se tenían que ir.

"Y me tuviste aquí en este infierno cuidando de ti." Levantó una mano resaltando el punto.

"Neji…" Tomó una pausa, tenía que dejar las patrañas si quería la ayuda de él. "Yo amo a Hinata, se que no lo crees posible porque no crees que soy capaz de amar. Es válido; hay veces que ni yo lo creo posible." Estaba inusualmente cansado de repente. "Se que no me la merezco pero ella me ama también. Tengo miedo… Tengo miedo de que algún día se de cuenta que soy un fracaso, es mejor esconderse… pero no puedo perderla Neji. Ayúdame a arreglarlo… por favor."

"Tengo que decírtelo porque no quiero que mi conciencia me atormente por tu culpa. Si Hinata te perdona muy probablemente los van a querer casar." Neji se recostó en el catre.

"Eso no es un problema para…" Sus ojos se sentían pesados. Se recostó un poco en la cama.

Neji lo interumpio. "Escucha por un segundo, esto es importante ¿entiendes? Van a haber condiciones y puede ser que no te gusten, como que Hinata o sus hijos no lleven tu apellido, tendrás deberes siendo su esposo… ¿Estás preparado para eso y más?"

Lo pensó realmente. Cuales eran las cosas que le importaban en la vida. Hinata, su hermano, su clan, Naruto… No iba a mentir que no era placentera la idea de renunciar a su sueño de restaurar su clan pero su clan murió, su hermano también. Itachi murió para que él fuera feliz y no había duda alguna que su felicidad era junto a Hinata con obstáculos, con retos, con todo. Era ella.

"Neji dime que tengo que hacer para poder levantarme de esta cama y llegar presentable a tus terrenos a asegurarme que Hinata no se case con otro que no sea yo." Sus ojos se cerraban y ya no los podía abrir.

"Descansa por ahora mañana te ayudo; hoy tenemos que dormir." Lo escucho lejos; recostandose en el catre. "No he dormido en días."

"Qué fue lo que…" Sasuke pensó en las pastillas que acababa de beber. "Eres un cabr…" Quedó profundamente dormido.

Esta vez no soñó con nada.

iii

"Deja de jalarte el cuello. Desactiva tu sharingan, ¿Cuántas veces te lo tengo que repetir? No solo te consumirá las pocas energías que por fin tienes sino que la asustaras de por vida." Neji le arreglaba la indumentaria que le trajo; uno de los montsukis negros que le presentó la noche del evento formal.

"A ella le gusta mi sharingan." No estaba acostumbrado a tener el cuello de su kimono tan arriba; sentía que lo estrangulaba y esto le hacía jalar compulsivamente la tela que le rozaba el cuello; además hacía mucho calor como para tener un kimono puesto. Pero Neji insistió, un yucata no era un atuendo apropiado para la ocasión y qué parecía un mercenario barato con su pecho expuesto.

"Lo dudo mucho, parece que tienes una infección de ojos. Hinata te habrá dicho que te queda bien para no herir tu frágil ego; Uchiha." Neji le pasó la mano por su pelo alborotado y Sasuke molesto volvió a levantarlo con sus dedos.

Luego de doce horas de descanso, pastillas para el dolor, un baño ligero, que tardó una eternidad porque Neji se negó a ayudarlo, un ungüento sedativo y bastantes gazas para mantener todo en su lugar. Neji fue a su residencia de madrugada, se aseo le busco ropa y lo ayudo por la mañana a vestirse. Le dio todo un discurso de que hacer y de que no hacer.

Trató de desactivar su línea sucesoria, lo logró pero sabía que era cuestión de tiempo que regresara a activarse. "Estoy… nervioso." Se iba a jalar de nuevo el cuello pero no lo hizo. Se dirigían a los terrenos de los Hyuugas; prontamente se encontrarían en los previos del clan. Cuando salió de su casa sintió que tenía toda la confianza del mundo ahora que estaba cerca ya no se sentía tan seguro de él mismo.

"Deberías estarlo." Neji caminaba a su lado mirándolo de vez en cuando con preocupación. No sabía si era por lo que iba a hacer o porque tenía miedo del estado de su paciente.

Se sentía mucho mejor pero estaba algo débil y aún permanecía un dolor generalizado que le recordaba que estuvo muchos días al borde de la muerte.

"¿Crees que Hinata me saque de la casa a patadas? ¿estás seguro que tu tío me aprueba?"

"¿Siempre has sido así de cobarde?"

"No pero ¿me prefieres atrevido e impulsivo como Naruto?" Era más fácil ser temerario cuando no tenía a nadie que perder pero la gente llegó a su vida; Naruto, su equipo, Hinata. Los años lo habían hecho más prudente porque decisiones erradas en su pasado lo habían llevado por malos caminos.

"No, por favor; creo que todos podemos concluir que no necesitas ser más impulsivo." Neji lo miró con una ceja arqueada; no había duda que estaba recordando el ataque de Sasuke a la aldea. "Hinata no te sacará a patadas; tranquilo. No te puedo garantizar que te va a corresponder; solo ella sabe eso; después de todo le rompiste el corazón, no te apareciste en meses… dejándola sola y humillada. Y utilizar la palabra aprobar es muy generoso de tu parte. Nadie te aprueba Uchiha pero esto no es sobre aprobación sino un intercambio político; tu quieres algo que Hiashi te puede dar a cambio de algo que tienes."

"¿Alguna vez te han dicho que tus discursos motivacionales apestan?" Sasuke no sabía lo privilegiado que era de haber sido parte de equipos con miembros optimistas. Aunque muchas veces su optimismo era empalagoso era mejor que cualquier cosa que Neji trataba de hacer ahora mismo.

"Tranquilo Uchiha que mis consejos no apreciados terminaron; ya estamos aquí." Se detuvieron a las afueras aún lejos de la entrada. "Tienes tres horas de gracia con la dosis que te di de medicamentos. Pero ya estás mejor y no tienes infección así que no debes tener muchos problemas con el dolor." Neji ya portaba su clásica dignificación; aunque aun estaba algo mustio, su cabello estaba de nuevo lustroso y sus ropas estaban arregladas a perfección.

"Gracias Neji." Sasuke sabía que no lo hacía por él; que si no fuera por su tío jamás lo hubiera encontrado pero aun así literalmente le salvó la vida.

"No quiero escucharlo, no me agradezcas nada. Estoy tan molesto contigo que una vida no te dará para pagar lo que he hecho por ti." Neji miró a otra parte.

Sasuke no dijo nada sobre el reclamo; sabía que era la verdad. Además no importaba lo que Neji dijera, claramente no estaba tan enfadado con él como decía. Sasuke distinguió como este juntaba sus cejas como Hinata lo hacía cuando aparentaba estar enfadada. Encontró perturbador las muchas similitudes que tenían ambos en manierismos y ahora que había compartido más tiempo con él se mostraban uno tras otro.

"Adelante. Tienes que ir tú al frente." Neji lo empujó un poco.

"Si, lo sé. No queremos que parezca que me traes obligado." Comenzó a caminar de nuevo. La simple tarea era un reto en estos momentos.

"¿A no?" Neji dijo a su espalda pero había humor en la pregunta.

"Sigo creyendo que es anticuado hablar con su padre antes que con Hinata. Parecerá que no me importa su opinión."

"Parecerá que te importa el clan y sus tradiciones; Hinata lo entenderá."

No estaba de acuerdo con todo lo que le dijo Neji pero tenía que hacerlo. Si quería a Hinata de vuelta tenía que acostumbrarse a que este tipo de protocolos y formalidades serían su diario vivir. Tenía que demostrar que era capaz; que no era solo un desliz amoroso.

"Como tu digas." No quería terminar como Naruto que tenía miedo de entrar a los terrenos por el constante reproche de su suegro.

"Tienes que." Neji le dijo con firmeza.

Le giró los ojos. "Si, tengo que mostrar decisión y temple, lo sé." Se detuvo. "¿Suerte?"

"Ojala que la vida te de todo lo que mereces, Sasuke Uchiha." Fue lo que escuchó de parte de Neji.

Sasuke sonrió para él mismo. "Bueno eso es razonable. No puedo pedir más."

Camino de manera pausada, con la mejor compostura que podía. Otros creerían que se daba ínfulas de hidalgo pero en realidad tenía miedo de que sus energías lo abandonaran haciéndolo caer en ridículo.

Se paró al frente de la entrada masiva del clan Hyuuga. Dos ninjas del clan velaban las puertas abiertas. Al verlo se miraron y se posicionaron para bloquear el camino.

Los miro a los ojos despreocupado. Entraría porque entraría pero nadie quería que él usara la fuerza. Diplomacia; tenía que mostrar sus armas diplomáticas. "Soy el hijo menor de Uchiha Mikoto y Uchiha Fugaku; el líder del clan Uchiha. El último de mi apellido; Uchiha Sasuke. Vengo a solicitarle a su líder; Hyuuga Hiashi, la mano de su primogénita y futura líder del clan, Hyuuga Hinata." Neji le dijo que no hiciera reverencia ante nadie. Solo a Hiashi. Si todo salía bien, en el futuro, estas personas le servirían y no lo podían ver arrodillado.

"Pero quién crees que…" uno trató de decirle retante con algo de miedo. Muy probablemente eran sus ojos; sabía que su sharingan regresó por instinto.

"Tu trabajo es velar la entrada y pasar los mensajes encomendados. No hacer juicios morales de los visitantes que se presentan. No quieres que otros crean que tu clan es falto de modales." Sasuke vio de reojo como Neji hablaría pero lo hizo él. Tenía que demostrar que podía. "Da mi mensaje a Hiashi Hyuuga."

Hubo dudas; los dos guardias cuchicheaban entre sí.

Sasuke había pasado por estas puertas ya pero siempre junto a Hinata; no le sorprendió en absoluto que no lo dejarán entrar. Pero ese no era el punto, el punto era hacer el anuncio oficial.

Eventualmente uno se fue algo mortificado, por ser el que daría el mensaje.

El que se quedó se veía claramente nervioso o asustado. Sasuke no sabía cuál de las dos era. No le quito su byakugan de encima en ningún momento.

Pasaron unos diez minutos que se sintieron eternos y el guardia que se había marchado regresaba pero no estaba solo.

Cuando pensó en el escenario que se encontraría, Sasuke creyó que quizás le negarían la entrada, esperaba que lo enviaran al estudio del padre de Hinata o peor, le llamaran las autoridades. No qué su padre vendría en persona a la entrada para sacarlo o recibirlo. Aún no sabía cuál de las dos sería.

"Neji" dijo Sasuke algo inquieto.

"Tranquilo; confía. Esto es algo bueno…" escucho detrás de él "...creo."

Hiashi se dirigió hacia donde él; lo miró de arriba abajo. Le hizo un ademán con la mano a los guardias para que los dejaran solos.

Los miembros del clan comenzaron a interrumpir sus tareas, mientras se regaba la voz de su visita.

"Si que sabes darte tu puesto Uchiha."

"Hiashi-sama" Dio reverencia pero no una muy pomposa. No solo por su costado sino que debía guardar algo de su dignidad. "Vengo como el último de los Uchiha a pedir en matrimonio a su hija Hyuuga Hinata."

"Y vienes con la altanería de pedir la mano de la futura líder de este clan. 'El hijo menor de Uchiha Mikoto y Uchiha Fugaku; el líder del clan Uchiha. El último de su apellido; Uchiha Sasuke. Vienes a solicitarme, a mí; Hyuuga Hiashi, la mano de mi primogénita y futura líder del clan, Hyuuga Hinata.' Ya el guardia me entregó tu ostentoso mensaje." Hiashi lo citó con algo de mofa.

Maldijo por dentro a Neji. La idea de presentarse de esa manera fue gran parte idea del Hyuuga. Quizás no era necesario y solo se lo dijo para vengarse de él.

"¿Qué te hace creer que te daré el visto bueno?"

Sasuke tenía tantas cosas que decirle; que se dejara de patrañas, que sabía que sus ojos color sangre y sus manos asesinas era la inversión que estaba esperando. Pero se lo reservo.

"Porque es un padre que ama a su hija y lo menos que le debe es dejarla decidir ella misma si quiere mi propuesta o no." No dudaba del amor que Hiashi le tenía a Hinata. Lo vio en sus ojos la primera vez que presenció una interacción entre ambos pero ese amor estaba enjaulado por el deber.

Hiashi lo miró, miró también detrás de él; muy probablemente miraba a su sobrino.

"¿Entiendes lo que estás pidiendome?" Había un precio que pagar por la mano de Hinata.

"Si" Dijo sin titubeos rápidamente. No podía dudar; no quería dudar. Cualquier precio lo pagaría, porque el valor de Hinata era incalculable.

"Está en el jardín, lleva ahí toda la mañana." Hiashi se movió, dejando de obstruir el paso.

Sasuke cruzó el umbral, hizo una pausa para dar una leve reverencia a Hiashi y a Neji.

Neji no lo acompañaría más.

Tomo marcha.

Los guardias estaban hablando con dos o tres sirvientes que caminaban a paso rápido para encontrarse con otros que esperaban saber lo que estaba pasando.

Mientras pasaba por los caminos que ya había recorrido con Hinata antes, todos los miembros que se encontraba revoloteaban como aves de un lado a otro cuchicheando sin parar; mirando al temido símbolo de su clan en la tela oscura.

Estas personas habían tenido en mente alguna vez a Naruto Uzumaki; el futuro Hokage, como miembro de su clan. Su heroísmo llamativo como sus ojos celestes y su cabello dorado.

Ahora se encontraban con la horrible noticia que el peor de los Uchihas, que para estas personas era un clan de demonios sin corazón, paseaba con sus ojos sangrientos y porte siniestro, en busca de la heredera de su clan para desposarla.

Estaban aterados.

Esto no ayudaba a la ansiedad que aumentaba con cada paso que daba. Lo bueno era que estaba tan enfocado en verse seguro de él mismo que su dolor había pasado en segundo plano.

Entró a la residencia principal y otros sirvientes se asustaron al verlo pero por su reacciones muy probablemente ya les había llegado la palabra de la razón de su intromisión.

Que rápido se riegan los chismes en este lugar.

Ahora entendía porqué la insistencia de Neji de hacer las cosas como se lo pidió y de que Hiashi no lo acompañara a entrar.

Así sería; si Hinata lo aceptaba, ésta sería su casa. No era solo un mensaje para él sino para el resto del clan.

Se preguntaba cuánto tardaría en llegar la alarma a los oídos del Concejo y si tratarían de detenerlo. Pero considerando que Hiashi y Neji no lo siguieron, muy probablemente estaban encontrándose con los miembros para amortiguar el daño de la inesperada visita.

Se encontró con el acceso al patio interno. Miro el taller en el centro y respiro profundo. No había más patrañas o concejos después de cruzar este umbral. Solo él y lo poco que tenía para ofrecer.

Camino hasta poner la mano en la puerta; dudo por unos segundo…

…la abrió sin aviso.

Entro al sueño que había tenido tantas noches con Hinata.

Rodeada del olor a verde fresco que siempre la acompañaba, aroma que añoraba siempre que no estaba; Hinata le daba la espalda pero aun así le robó el aliento como lo hizo la primera vez que la vio realmente. Los rayos que entraban por doquier iluminaban su oscuro cabello al punto de parecer forjado en plata en algunas partes. Estaba todo en completo silencio pero parecía que la vegetación murmuraba su entrada; como si se enviaran mensajes entre hojas a ramas. Anunciando a su dueña su llegada.

Y ahí ella lo noto; el viento movió la planta que tenía al frente, susurrando su nombre para todas detenerse al unísono.

Levantó su vista de algo que la distraía en su muñeca, aún dándole la espalda.

"Hinata." Fue lo único que pudo decir al momento.

Ella por fin se volteó; abrió ligeramente los ojos pero no reaccionó más. La conocía, sabía que tenía que estar guardado la compostura.

La tristeza trataba de opacar su belleza pero jamás lo lograría. Sus hermosos ojos aunque melancólicos aún serían su perdición con su indiscutible hermosura. Tenía puesto el vestido que alguna vez la vio usar ese día que le compro tomates y atrapó su corazón con su risa tímida.

Jamás dejaría de amar a Hinata.

Dio dos o tres pasos; para terminar al frente del uno al otro. Trató de controlar las ganas de querer abrazarla con fuerza, meter su nariz en su cabello para refrescar las memorias que se sentían distantes, besar su boca y morir rendido ante los labios que lo tenían preso desde la primera vez que lo beso.

Pero debía controlarse.

Tenía que romper el hielo que se formó por la distancia, que él formó por sus mentiras.

"Me perdí nuestro aniversario, Hinata. Lo lamento." No practico lo que le diría porque tenía tantas cosas que no cabían dentro de él; pero quizás debió hacerlo. No era bueno improvisando después de todo.

Ella solo ladeó la cabeza confundida, sus cejas se juntaban ligeramente.

Trago fuerte y continuo. "Hace dos años atrás tuvimos nuestra primera cita en la cocina de Naruto. Tu me servistes sobras y hablamos…¿Lo recuerdas?" Hinata no dijo nada. Solo lo miraba con esa estoicidad característica de su clan. Continuó. " Fue un desastre para ser sinceros. Tu triste y yo… Hinata." No pudo evitarlo y tomó una de sus manos con rapidez en una de las de él. Ella no le tomó la mano de vuelta pero no la removió tampoco. Estaba algo cálida y húmeda. Quiso apretarla con fuerza y besarla pero la sujetó suave, mirándola a los ojos. "Admiro a esa mujer. La de esa cita. La que tiene un temple de hierro en las situaciones más difíciles. La que puede estar en calma aunque por dentro es toda una tormenta. La que habla y da sonrisas de complacencia a personas con las que fue obligada a pasar su tiempo, la que luego de ser humillada al frente de todos se para en el podio con dignificación innata. La admiro porque es la fortaleza que yo carezco."

Sus dedos rozaron la palma de la pequeña mano recordando todas las veces que Hinata resto está misma en su cara, buscando sus ojos que solía esconder detrás de su pelo.

"Admiro a esa mujer pero no es la que amo Hinata." Ella no dijo nada, solo respiro profundamente. "La que amo, Hime, es la que ríe por tonterías. La que está ansiosa por sus deberes, así que come rollos de canela sin parar, pero siempre deja para su hermana, la que se encierra aquí a pasar horas mirando sus plantas como si fueran su mayor tesoro, la que extraña a su madre y le duele la soledad. La que llora por sus enemigos, la que ama a Naruto, a Neji y a todos los que ella quiera meter en su corazón."

Los ojos de Hinata se movían estudiando su rostro con detalle. No sabía si era porque no lo veía hace tiempo o porque quería comprobar la honestidad de sus palabras.

Tomó su otra mano; ella no puso protesta. "Tengo que admitir que te he mentido desde el comienzo. Te metiste en mi corazón hace mucho tiempo atrás… pero aprendí a saber lo que era amarte en estas manos y no… no quiero olvidar Hinata. Mi mejor versión es la que soy junto a ti y..."

Se arrodilló frente a ella. Hinata se echó un poco para atrás, tomada desprovista pero no rompió el contacto.

Desde el suelo Sasuke pudo divisar un destello en la manga de Hinata. Tomó valor, con la esperanza de saber que aún tenía su brazalete, beso los dedos de ella.

"No quiero que tengas que ser solo esa mujer que da sonrisas de amabilidad en una comida recalentada porque tienes miedo de herir los sentimientos de quien la acompaña, la que hace lo que sea por su novio porque no entiende que su amor tiene más valor que cualquier hazaña que a hecho el héroe de la aldea."

Hinata no decía nada, sus ojos pestañeaban con rapidez y su pecho subía aceleradamente por la respiración forzada.

Sasuke quería llorar; ver a Hinata aguantando el dolor que le causaba era mucho para él.

"Hinata lo lamento tanto, lamento el dolor que te he causado y no tengo derecho de venir a tu vida a implocionarla desde adentro como si no tuviera ningún valor. Pero si me quieres aquí estoy. Dispuesto a ser tu compañero de vida. No importa que mujer quieras ser, si la que admiro o la que amo; estaré aquí. Si me amas de vuelta o no soy tuyo… soy tuyo de todas formas."

Soltó las manos de Hinata y desenvainó su katana, mirándola a los ojos con determinación. Hinata no mostró ningún tipo de temor al acto; sabía que no la lastimaría pero cuando comprendió lo que planeaba, sus ojos se hicieron enormes y levantó sus manos buscando detenerlo.

Ya era tarde.

Sasuke puso la katana a los pies de Hinata y bajó su cabeza por completo al suelo.

"Seré leal a ti y a nadie más; me pongo en tus manos porque sé que en tus manos jamás la espada será usada en vano. Creo en tu voluntad y nobleza, como no he creído en otra cosa y quiero ser algo más. Soy algo más." Era sincera la promesa y plegaria pero a la vez Sasuke no sabía si su reverencia tenía la intención de cubrir como sus ojos se nublaban con lágrimas por ver a Hinata tratando de aguantar las ganas de llorar por él.

"Ti-tienes que… tienes que irte." Hinata dijo con la voz entrecortada. Sasuke levantó la cabeza.

Una lágrima rebelde se escapaba de los ojos vidriosos de ella que miraba a otra parte.

Sasuke se levantó pero no levantó su espada. Era cierto lo que dijo; su espada y él eran de ella aunque no lo quisiera de vuelta.

Sabía que poco a poco estaba rompiendo el muro entre ambos pero tenía que traer la artillería pesada si quería acabar con la barrera invisible. "Entiendo pero antes de irme quiero mi brazalete de vuelta." La tomó de la muñeca y cuando trato de quitárselo Hinata trato de salir del agarre.

"Es-es mío." Ella jalo su brazo hacia su torso, de manera protectora a su brazalete, él no la soltó terminado ambos pegados torso con torso.

"Si Hinata, es tuya. Como esta es mía." le enseño la de él. Hinata le giró la cara y esta vez sus lágrimas bajaban por sus mejillas una tras otra. "Hinata si no me quieres de vuelta me iré pero si me estas negando por tu padre…"

"Mi padre… él quiere…" Hinata trató de decir pero era como si las palabras la ahogaban. Había una lucha interna.

Pero Sasuke sabía; la conocía. Ya había roto esa pared de frialdad que Hinata construía y el alivio de eso era mejor que cualquier medicina.

"Se lo que quiere tu padre desde que me invitó a su mesa. Lo se." La tomó de la cara para que lo viera. "Hinata si tu padre quiere una espada dejalo que crea que tiene una pero yo soy la tuya y será solo así."

"No quiero que… no quiero que te usen se… sería horrible… tu honor…" Hinata lo miraba con ojos llorosos.

"Hinata escúchame; mi honor ya está manchado desde hace mucho y si aun tuviera alguno no tendría valor alguno si no pudiera usarlo para protegerte. Me arrepiento de muchas cosas en mi vida pero no me arrepiento de darlo todo por los que amo, si me veo en la misma situación mañana, lo volvería a hacer. Me escoges a mí, a Naruto o a otro, eso no va a cambiar. Volvería a humillarme por ti aunque mañana dejaras de amarme porque yo no dejaría de amarte jamás."

Hinata rompió a llorar y se le tiró encima en una abrazo lleno de leves golpes.

"¡Oh Sasuke! ¿Po-por que tardaste tanto? Nun-nnca te lo perdonare." Hinata lloraba en su pecho fuertemente. Sasuke le tomó los brazos para que no siguiera golpeándolo, no porque no se lo mereciera sino porque tenía miedo que Hinata le diera en su costado herido.

"Lo siento Hinata, no quería lastimarte más." La abrazó con todas las fuerzas que tienen los abrazos que se quedaron sin dar. Beso su cabeza y metió su cara en su pelo escondiendo sus lágrimas también.

"Me mentiste." dijo ella entre la tela del kimono; buscando soltarse del agarre, muy probablemente para darle dos o tres golpes más.

"Si lo hice, lo siento." No la soltaría jamás. A pesar de que el abrazo hacía que todo los dolores engavetados se manifestaran por todo su cuerpo; tenerla en sus brazos era como estar en aguas profundas y por fin salir a la superficie.

"No quiero que te vean como un arma más. No… no quiero eso para ti." Levantó la cabeza para verlo y estaba toda roja y mojada por el llanto.

"Sé lo que es este lugar desde que entré por primera vez… pero la aldea, este mundo son mis prisiones Hinata, eso no cambiará." Pasó el dorso de su mano por la mejilla sonrojada, como había hecho en tantas ocasiones y sintió que su corazón se detendría de solo sentir la piel cálida. "Hime, aquí contigo respiro."

"No-no-no se si pueda…" Hinata acunó su cara en la mano de él. "...tengo miedo de no poder hacerlo, de no ser capaz de protegerlos, de protegerte."

"Se que algunos dicen que eres débil, muy gentil para liderar pero eres la persona más fuerte que conozco y creo en ti, creo que eres capaz de cualquier cosa. Se que cambiaras este clan para bien y quiero estar junto a ti para cuando eso pase. Naruto me trajo de vuelta pero tu me diste un propósito. Quiero ser la persona que cuando creas que no puedas yo sea el que te de fuerzas. También tengo miedo… de no ser suficiente, de que mi orgullo o mis malos hábitos manchen mis buenas intenciones pero tengo esperanzas, por primera vez creo que puedo ser algo más que solo un asesino." La tomo por las manos de nuevo y las beso. "Se que estoy seguro en estas manos."

Hinata le quitó de repente las manos y miró a otro lado con su ceño fruncido. "Aún… aún estoy enfadada contigo." Se limpio las lagrimas.

"Deberías estarlo." Una pequeña sonrisa trató de asomarse en la boca de Sasuke pero sabía que debía ser sensato.

"Resiento que hayas hablado con Sakura y con Naruto pero no conmigo." Ahora se cruzaba de brazos al frente de él.

"¿Cómo sabes esa información?" Esta vez la sonrisa se le escapó, entendiendo que Hinata había estado siguiéndolo de cerca. Otros quizás lo encontrarían algo alarmante pero que podía esperar de la que por años miro a Naruto desde los arbustos.

"Eso no importa ahora. ¿Desde cuándo no estás con Sakura?" Lo miró con ojos entrecerrados.

Sasuke suspiró; sabía que el interrogatorio vendría en cualquier momento pero hubiera preferido un beso antes.

"Nunca fuimos novios, sí ya eso no fue evidente en… en el evento." Se carraspeo la garganta. "Solo… solo tuvimos sexo dos o tres veces." dijo incómodo pero tenía que contestarle todo lo que le preguntara no importaba que tan desagradable fuera.

No más secretos.

"¿Desde cuando no has tenido sexo con ella?" Hinata miro a otro lado algo roja.

Sasuke abrió ligeramente sus ojos asombrado por la crudeza de sus palabras; Hinata no solía hablarle así.

"Desde antes que tú y yo intimáramos." Bajo la cabeza. Sabía que la revelación desataría todo un torbellino.

"¡¿Por qué nunca me contaste nada de esto?!" Hinata lo miró levantando las manos.

La miro, algo avergonzado."¿Qué cosa exactamente Hinata? ¿Qué te deseo desde la primera vez que te vi en los brazos de Naruto? ¿Qué nunca fui nada de Sakura pero aun así me acosté con ella en ocasiones, porque no podía con su insistencia o quizás por la soledad? O ¿Qué sabía que Naruto te era infiel pero nunca tuve el valor para decírtelo? Porque la verdad, al fin y al cabo, es que quería tomar ventaja de la situación." Estaba ahogado con sus verdades tanto que no podía aparentar más al frente de ella.

Hinata lo miro, procesando todo lo que acababa de decir.

"El dolor que Naruto me ha causado ha sido muy profundo pero no más el saber que me mentías Sasuke." No podía ella tampoco aparentar más y vio cómo sus ojos se llenaban de lágrimas de nuevo. "Yo me…. yo me entregue a ti de muchas maneras, más que… más que con cualquiera. No éramos solo amantes Sasuke, éramos amigos." Bajo la cabeza.

Sasuke pensó atraerla de nuevo a él pero eso no sería suficiente. "Hinata lo lamento tanto. Una vida no me dará para demostrar lo mucho que me destroza saber que te lastime."

"¿Desde el comienzo? ¿Todo este tiempo?" Hinata dijo y Sasuke vio como las preguntas le resultaban amargas en la boca. Era difícil el solo decirlo.

"Estaba desesperado. Mi vida no era perfecta sino todo lo contrario, era una mierda, pero estaba bajo control y me conformaba con tan poco. Con solo verte de vez en cuando, aunque fuera en los brazos de Naruto… era suficiente. Patético. jejeje" Rió un poco, burlándose de él mismo. "No te dije lo de ellos, me gustaría decirte que porque no queria lastimarte pero la verdad es que lo único bueno que tenía en mi vida, por mucho tiempo, era ver como ese idiota ponía una sonrisa en tu cara. No quería perder eso. Jamás me atreví ni soñar con tenerte. Estaba claro, tu amas a Naruto y yo no traicionaría a mi único amigo. Cuando…. cuando Naruto vino con la propuesta pensé decirte la verdad pero mi egoísmo pudo más… y lo peor es que…" Pauso porque la verdad de lo que diría le podría costar todo pero tenía que ser sincero. La miró fijamente a los ojos, dándose valor. "... a pesar del daño que te he hecho, te tengo aquí, a mi alcance y… y soy tan horrible que me cuestiono la verdad de mi arrepentimiento porque soy egoísta y te deseo aún más que el primer día que te vi con Naruto. Sería capaz de pactar con el mismísimo demonio si eso me garantizara un segundo contigo; Hinata." Esta vez él giró su vista avergonzado por lo que le dijo. Fue fácil confesarle su amor y lealtad eterna pero decir todas las cosas horribles que era o que hizo era un reto humillante.

"¿Me amas desde… todo ese tiempo?" Hablo Hinata.

No se atrevió a mirarla; solo asistió.

Hubo silencio por lo que se sintió una eternidad.

Sasuke sintió la mano de ella en su mejilla. Respiro hondo, tomando la sensación de la mano en su cara. "Sasuke todos… todos cometimos errores en esta situación."

El rió amargamente para mirarla. "Hinata; ¿cuál fue el tuyo, amar a Naruto incondicionalmente? Te puedo contar quince ofensas peores que he cometido en una buena mañana."

"No tan incondicional al parecer." dijo con una sonrisa tímida. La primera que le daba desde que entró al taller.

Sasuke la miró algo confundido y antes de que pudiera decir algo Hinata lo tomó del rostro y lo beso.

Como ese primer beso que se dieron hace casi dos años atrás el tiempo se detuvo para Sasuke con el sutil toque de labios. Ya conocía la piel de estos, la curvatura, la suavidad, como sabían y su calor; estaba a cincel en su memoria pero aun así siempre le robaría el aliento como lo hizo esa primera vez.

Sasuke la abrazó con fuerza queriendo que el momento fuera eterno; que los labios de ellos juntos sanaran las heridas de ambos y que Hinata entendiera, y él también, que esto que tenían valía la pena.

Hinata abandonó sus labios y se agachó para tomar la katana del suelo. Tomó la mano de él y colocó el mango de su espada en la mano de ambos.

"Sasuke acepto tu propuesta y te juro, por todo lo que se me es sagrado, que jamás te pediré que uses tu espada para herir o matar. No por mí, no por mis seres queridos o este clan." Lo abrazó con fuerza hiriente y supo que su costado estaba dando gritos de alarma pero ella lo besó de nuevo y susurró en sus labios. "Te amo Sasuke Uchiha."

Se olvidó del dolor de nuevo; era la primera vez que Hinata le decía que lo amaba de manera explícita.

"Hime." La besó repetidamente en el rostro, como solía hacer en completa adoración. "También te amo."

"Extrañaba tanto que me llamaras así." Hinata sonreía entre beso y beso; no podía dejar de besar sus mejillas sonrojadas.

"¿En verdad aceptas mi propuesta? ¿No más Naruto?" Se despegó mirando perdido en sus ojos.

"¿Me quieres con Naruto?" Ella levantó una ceja.

"Lo soportaría, lo hice antes. Me volverían loco los celos pero lo soportaría si eso te hiciera feliz." Tocaba sus mejillas con compulsión, buscando los pequeños cambios que se perdió en los meses que no pudo apreciar su rostro.

No; no lo soportaría pero tenía que dejarle todas las puertas abiertas.

"Yo no soportaría la idea de que estuvieras con Sakura." Hinata lo abrazo fuertemente.

Su cuerpo no aguanto más.

"Agh" Sasuke no pudo evitar el pequeño ruido de dolor. "Eso nunca pasará, ni con ella ni con ninguna otra."

"¿Hay otras mujeres?" Dejó de abrazarlo para mirarlo con el ceño fruncido. "¿Qué te pasa Sasuke?" Se despegó preocupada, mirándolo de arriba abajo.

"¡Claro que no! ¿no es obvio? Ni siquiera sabía quitarte el sostén Hinata."Trató de abrazarla de nuevo pero el dolor estaba cobrando venganza. No le respondió la pregunta de lo que le pasaba; sabía que tan pronto se preocupara ya no estarían en la burbuja que estaban ahora.

Hinata tuvo que ver en su cara lo que sentía porque comenzó a tantearlo con su byakugan activado. "No puedo creer que tengas una gaveta con mi ropa interior." Paro en el costado y apretó levemente; él respondió tomándole la mano. "¡Estás herido Sasuke!"

"Y yo no puedo creer que planearas casarte con otro." La jalo por la mano y la abrazo.

"Sasuke tengo que buscar…" Hinata trataba de soltarse; quizás para buscar equipo médico.

"Menti." la apretó lo más que se lo permitía el dolor.

"¿Mentiste?" Levantó la vista a su cara.

"Si regresas con Naruto o te casas con otro, me moriría." La besó con suavidad.

"¿Y por qué me mentiste?" Ella le sonrió levemente y besó la comisura de su boca. Le encantaba cuando Hinata lo besaba ahí. Era como su lenguaje secreto de amor con él; no sabía porque le gustaba hacerlo pero era un mimo que hacía que su corazón se desbordara.

"Porque siento que no te merezco." No se la merecía.

"No soy tan noble como crees, en parte Sakura tenía razón." Ella anido su cara en el cuello de él buscando esconder sus emociones pero quizás era para meter su nariz en su cuello y olerlo como lo solía hacer. "Me enamoré de ti en medio del intercambio, no pude lidiar con todo y terminé utilizando el trato a mi ventaja también."

"Hime" Sasuke la tomó de la cara y la besó con más pasión. Saber que Hinata lo amaba y que se lo decía ahora sin vergüenza alguna; quería reír.

"No me mientas más." dijo con la frente apoyada en la de él.

"Jamás." La beso desesperadamente. Bajo su mano con deseo por la espalda de ella.

"Sasuke; tienen que estar viendo. Jajaja." Amaba su risa juguetona.

"Pensé que no era permitido usar el byakugan en los terrenos." Le sonrío de vuelta, buscando encajar sus cuerpos en el abrazo.

"¿Crees que después de llegar aquí, vestido así, la semana de propuestas de compromiso, no vas a tener a todos violando aunque sea un poco el reglamento? Además estás herido, hay que atenderte." Los ojos de Hinata resplandecían como diamantes.

Sería dificil. Sabía la monumental tarea que sería liderar el clan; enfrentarse a los riesgos y obstáculos, mantenerse unidos. Pero para ser sinceros con él mismo; su corazón anhelaba ayudar a Hinata desde hace tiempo. Cada vez que no la veía por compromisos del clan; quería ayudarla, quería ser parte de lo que ella estaba construyendo. Era inevitable; quizás este era su destino. No era revivir su clan o ayudar a Naruto a liderar las naciones sino ayudar a Hinata a gobernar su clan, a protegerlo como no pudo proteger al de él.

"Neji ya me curo." Le sonrió embelesado en los ojos claros, en la sonrisa brillante, en las mejillas escarlatas.

"¿Neji? ¿Pero cuando?" La confusión era evidente.

"Tu sabes lo bueno que es Neji conmigo y lo mucho que nos apreciamos… casi como hermanos." Hinata viró sus ojos por lo cínico que estaba siendo. Me apuñalaron en la última misión y él, con todo el amor del mundo, me ayudó."

"¡¿Te apuñalaron?! Pero leí el reporte y…" Lo miraba extremadamente preocupada.

"¿Hinata has estado velando mis movimientos?" Muy probablemente tenía la sonrisa más tonta que podía tener alguien, imaginando a Hinata leyendo sus reportes y buscando maneras de saber de él de una forma u otra.

"¿Me contaras?" Hinata ignoró su pregunta; el color de sus mejillas mostraba la vergüenza de haberse expuesto de esa manera.

"Si pero quiero tener sexo de reconciliación primero, Hime; es mi favorito." La jalo de nuevo a él besándola suavemente. Quería que supiera con ese beso lo mucho que la amaba.

Le contaría todo; lo bueno y lo malo. Todos los detalles que quisiera de él. Todos sus miedos y pesadillas. Como no quería matar más y como había tenido miedo de no poder ser capaz de amar o que su amor era malo o nocivo. Lo roto que se sentía pero que sabía que estaría bien; que no podía pelear más pero por ella pelearía hasta el fin del mundo si se lo pedía. Pero ya no vivía solo en el ahora con ella; había un mañana entre los dos. Tenía por primera vez tiempo para compartir y construir cosas con ella en el futuro.

Era feliz.

Sasuke pensaría que no podría ser más feliz que en este instante pero ahora sabía que podría tener muchísimos momentos felices hacia adelante.

Ella se despegó. "Jajajaja ¿hay alguno que no te guste? ¿estás bien para… para eso?" Trataba de detener los besos del cuello.

"Lo estoy ahora." Estaba más que bien.

"No me mientas, dijiste que no lo harías." Hinata le tomó la cara y lo volvió a besar en la comisura de su boca.

"Voy a estar mejor después de tenerlo, te lo prometo." la mordió suavemente en el cuello.

"Sasuke no…"

"Agh está bien, como digas Hime." La soltó.

"Des-después… lo prometo." Lo beso en su mejilla.

Ya estaba mejor, ya estaban mejor…

Todo estaría bien ahora; estaban juntos y esta vez no huiría más. Ya había llegado a su hogar por fin.


No sabrán cuánto extrañare escribir esta historia. Es el primer fanfic que publico y la experiencia ha sido fantástica! Gracias a todos ustedes por enriquecer tanto este proceso. Estas semanas han sido difíciles porque he estado muy ocupada pero cada vez que podía trabajaba en esta historia porque así de mucho me importa compartir esto con ustedes. Se que algunos de ustedes me mataran porque Neji fue el que curó a Sasuke y no Hinata jajaja sorry. En la historia original, que estaba incompleta, esa era la intención; Hinata curandolo de una fiebre. Pero cuando fue haciéndose grande, adquiriendo más carácter y complejidad, me di cuenta que Sasuke necesitaba dar este paso; él era el que tenía que demostrar de qué estaba hecho y que era capaz de todo por ella. Si Hinata lo buscaba no iba a ver crecimiento de parte de nuestro protagonista masculino y espero que comprendan que era algo que no quería que ocurriera. Trate de hacer lo mejor que puede con Neji para que no se sintieran desanimados por su papel protagónico en el final. Los que me conocen por aquí, saben que Neji es mi personaje favorito y lo creí el más oportuno para solucionar el problema de la distancia entre Hinata y Sasuke. Lo otro que quizás los decepciono es que no hay lemon en este capítulo jajaja. Si lo hacía, creí que sería algo forzado y como sabía que estábamos en una racha de capítulos tristes planee por meses el capítulo bono anterior para que no se me quedarán con las ganas. Espero que el romance y el lemon de el capítulo bono recompense la falta de éste en el final. Mil gracias a todos y en especial a mis comentaristas que me animaban a continuar con sus palabras; Daicy Hernandez, HimePoto, Vchristell, Koi, LaCrazyWriter y compañía. Daicy Hernandez, que bueno que te encanto el bono! Hinata no puede poner más celoso a Sasuke jajaja el vive celoso hasta de la sombra de Hinata. Aquí lo tenemos herido y prometiendo infinidades de cosas con el solo miedo de que la casen con otro. Gracias por comentar. HimePoto, extrañare leer tus comentarios muchísimo. Que bueno que encontraste el bono hermoso y le llamó bono pero como dices encaja bien y le da más espacio a ver como son el uno con el otro. Lo que hacen juntos, su rutina, las diferencias y en donde se encuentran, ver lo que Sasuke es capaz de hacer por ella. Como dices hacer fanfics es complicado el no caer en hacer muy OC a algunos personaje y Sasuke es víctima de esto. Gran parte es que, en el anime y manga, se enfocan en su pasado trágico, su vendetta y rebeldía no las otras facetas que lo hacen persona. Tuve que hacer mucho research de los clanes, tradiciones japonesas, Konoha, info oficial de Naruto para el diseño de ellos pero en especial de Sasuke. De todo esto crear personalidad cotidiana; ¿Quién es Sasuke cuando no está en batalla o atormentado? Como vez en el final, ya estaba planeando en los capítulos anteriores el desenlace emocional de la vida que llevaba. Comenzamos la historia con un Sasuke que vivía por impulso porque no tenía motivaciones y tenía miedo de él mismo. Todo esto fue cambiando; despertando lo bueno y lo malo. Sus celos, miedos y traumas pero también su capacidad de amar, entregarse y la fortaleza interna que creía perdida. Agradezco muchísimo que apreciaras tanto el bono! ¡Muchas felicidades en tu cumpleaños! Espero que sea un buen regalo al final y que llegue a ti a tiempo! ¡Te lo dedico HimePoto! Vchristell, Muchisimas gracias! Espero que disfrutes el final de la historia. Koi, Bienvenido/a a mi historia y muchísimas gracias por detenerte a comentar. Gracias por darle la oportunidad al Sasuhina y espero que el final te encante tanto como el resto de la historia. LaCrazyWriter, muchisimas gracias por la dedicación a mi historia, muchas bienvenidas y aquí tienes el final para que no estés más en la espera. Gracias de nuevo a todos ustedes. Quizás nos vemos en mi otra historia, Veneno o quien sabe si me anime a escribir un spin off de esta en algún momento pero espero verlos prontamente en otro proyecto. Mil gracias;

Teresa Laurence