18 de marzo de 1973
Nymphadora Tonks... Su infancia es desconocida...
No, básicamente solo sé que es una bruja que murió joven y que era metamorfomaga... Todo parece un sueño o una ilusión cada vez que recuerdo a aquella persona que creí ser, se ha ido casi por completo, se que no es un sueño ya que la sensación de ser apretado y estirado era incomodo y hasta cierto punto doloroso en todo mi cuerpo lo cual era demasiado vivida para ser simple sueño... Sé que no es una ilusión, debido a los brazos temblorosos que ahora me sostienen.
Lo primero que escuché al nacer fue:
-¡Es una niña!¡Es tan hermosa Dromeda!- Gritó cargando con unas temblorosas cargándome con unas manos temblorosas encargándomelos a otras que no temblaban en lo absoluto, su toque era suave y cálido el cual me traía un vago recuerdo de esa sensación de protección.
En el momento que dijo ese tierno sobrenombre de nueva cuenta me di cuenta de que no había escuchado mal momentos antes.
-Realmente lo es- Dijo la mujer soltando una pequeña risita- Eres muy hermosa... Mi amada de Nymphadora- Oh que fue lo que le hice para tener es e nombre, por otro lado estaba estaba atrapada en los libros Harry Potter el apodo de Dromeda y por el nombre que me dieron era evidente quién era yo.
Nymphadora Tonks hija de Edward Tonks y Andrómeda Black, ella escapó de su horrible familia sangre pura por el amor que tenía hacia Ted el cual era hijos de Muggles conocidos por los demás como sangre sucia.
¡Vaya! que situación más rara e irreal en la que he estado en toda mi existencia, mi otra vida no era tan emocionante como la vida de este personaje... retiro lo dicho era horriblemente normal, que lo único que hice bueno en mi vida era haberme graduado de la universidad sin haber enloquecido, es triste saber que morí a los 22 y este personaje murió a los 25, mi esperanza de vida es muy corta, básicamente estoy condenada.
-Necesitamos llevárnosla- Dijo una gélida voz femenina.
-¿Es necesario?- Interrogo Ted a diferencia de antes su voz era fuerte y dominante.
-Ted esta bien- Interrumpió Andromeda el preguntara mas, sabía que el era amable con la mayoría pero eran tiempos de guerra, nadie podía confiar en alguien que acababa de conocer y menos entregar a su hija, pero confiaba en su esposa.
La sanadora me cargo y a diferencia de Andromeda su agarre era rígido es mas rea mecánico, sabía lo que estaba haciéndome.
-Eres demasiado pequeña- Dijo repasando algunas cosas de mi cuerpo que había visto y sus dedos helados que me revisaban empezaban a molestarme- Humm Curioso- ¿Curioso? se que el personaje tiene una habilidad que otros no pero no tenia que sonar como si fuera un espécimen, después de que el extraño examen de mi cuerpo volvió a cargarme para llevarme con mis padres.
-Creo que se equivoco nuestra hija no es pelirroja- Volví a escuchar la voz de Ted.
-Ted, ella es nuestra hija, solo mírala- No me sorprendió que no me reconociera el solo se fijo en el color de cabello en cambio Andromeda se fijo en todos mis rasgos o eso supongo.
-Tiene razón su hija es una metamofomaga- confirmo la señora.
-¡Es especial! Nuestra hija es hermosa y maravillosamente especial- Dijo emocionado - ¿Algo más?- Dijo mientras me acariciaba
-Es algo pequeña pero ya crecerá, bueno tiene una mancha en su espalda, pero no es nada de qué preocuparse no es una maldición de sangre o algo parecido- dijo para después salir con pasos pesados.
-Ted déjame cargarla un segundo- dijo con su suave voz de antes.
Intenté abrir mis ojos pero eran cesados y la luz era demasiado brillante, pero podía escuchar perfectamente todo lo que decía incluso si intentaba hablar lo más bajo posible, pero empece a sentir el cansancio, antes de quedarme dormida un ultimo pensamiento paso por mi mente casi inconsciente ¡Que cansado es nacer!
Lo se, lo se, algo triste pero tranquilos esto se pondrá cada ves mas gracioso y emocionante, ¡me gustaría saber sus comentarios!.
¡Los estaré leyendo!
Con amor Nana Banana.
