Disclaimer: One Piece y ninguno de sus personajes me pertenecen, todos son propiedad de Eiichiro Oda, yo solo tomo prestado los personajes de este gran mangaka para dar rienda suelta a cada idea loca que se pasa por mi cabeza. Esta historia es sin fines lucrativos.
Advertencia: Au y algo de Ooc por parte de varios personajes. Lee bajo tu consentimiento
Nombre: Vínculos inquebrantables
Autora: Nami Scarlet
Clasificación: T
Vínculos inquebrantables
Capitulo 6: ¿Sueños o recuerdos?
Las pesadillas siempre habían sido recurrentes desde que tenía memoria. Más que pesadillas, eran recuerdos tormentosos que lo habían acompañado desde que tenía uso de razón. No sabía porque, Law le había dicho alguna vez que con el tiempo se irían, pero hasta ahora, lo seguían acompañando todas las noches, algunas con más intensidad que otras.
Las que más se repetían, para su mala fortuna, eran las más confusas y que más miedo le provocaban. Se soñaba rodeado de arbustos, la luz del sol no alumbraba del todo bien a su alrededor. No sabía que es lo que hacía allí, pero si sabía que estaba buscando algo y de pronto, de un momento a otro, todo se ponía completamente negro y sentía como era cargado por alguien.
Si bien no era una pesadilla horrible y para él, el escenario era bastante confuso, el sentimiento de pánico y horror que sentía era indescriptible, como si de pronto todo su mundo se derrumbará. Siempre despertaba gritando y sudando, con los ojos abiertos de pánico, temblando a más no poder mientras sollozos de un llanto mal contenido se atoraban en su garganta.
La segunda pesadilla más recurrente y que curiosamente compartía con Law, era aquella donde se encontraba solo, encerrado en una habitación sin absolutamente nada. Tenía frío, miedo, hambre y le dolían los moretones en sus brazos y piernas, producto de los golpes que aquel tipo le propinaba. Solo escuchar su risa, ver la sonrisa macabra que le daba y escuchar su voz fría, calculadora y malvada hacia que los vellos de su nuca se erizarán.
Doflamingo siempre había sido extremadamente cruel, no solo con él, también con Law, ambos compartían aquella horrible pesadilla, porque aquel chico, había vivido lo mismo que él a manos de ese hombre.
No entendía porque, un hombre que supuestamente era "familia" podía ser tan cruel. Muchos le habían dicho que había sido para forjar carácter, que era solo para hacerlos más fuertes. Él, por el contrario, no creía semejante mentira, estaba seguro que de no haber sido por Rosinante, muy probablemente estaría muerto hace ya mucho tiempo.
El miedo que le provocaba Doflamingo era tal, que prefería estar lejos de él, aunque hoy en día lo tratará diferente e incluso le hablará con "cariño", podía notar en sus ojos, un odio que le calaba el alma y lo ponía a temblar como cuando era solo un niño. Quería marcharse, pero no podía, las contadas veces que lo intentó, fueron más que suficientes para que no lo volviera siquiera a pensar.
Las palizas acompañadas de días sin alimento alguno fueron, sin duda alguna, muy convincentes para mermar cualquier deseo de querer escapar.
Otra pesadilla que lo atormentaba con menor frecuencia, era aquella donde Rosinante los dejaba, a él y a Law escondidos en un armario; les sonreía con un cariño enorme y les decía que no se preocuparán, que todo estaría bien y que él solucionaría las cosas, más nunca les decía que volvería por ellos.
Nunca supieron que le pasó, los miembros de la familia les dijeron a ambos que se marchó y, durante su viaje sufrió un trágico accidente. Pero si lo que escucharon aquella noche no fue su imaginación, si los gritos, seguidos de aquellos disparos no fueron invención de ambos, estaba bastante seguro que Rosinante no se había ido, de hecho, nunca había abandonado esa casa. Lo que hicieron con su cuerpo, era un misterio y tanto él como Law preferían nunca enterarse.
Había sido gracias a su sacrificio que ambos seguían vivos, lo sabían, algo dentro de ellos les decía que así era. ¿Qué había hecho aquella noche para asegurarles la vida a ambos? No tenían idea, pero internamente siempre le estarían agradecidos y en deuda.
La última pesadilla, que contadas veces aparecía para atormentarlo era sumamente extraña. Llamarle pesadilla era incluso una tontería, pero él no podía sentirla de otra manera.
No tenía miedo, al contrario, se sentía seguro y sumamente feliz; tenía una familia, una diferente, una que lo amaba, lo cuidaba y procuraba. También soñaba con dos niños un poco más grande que él, no les veía la cara, no podía, solo eran siluetas borrosas y extrañas, al igual que todos los de esa familia imaginaria. Sin embargo, el amor y admiración que sentía hacia esas dos siluetas era enorme.
Cuando soñaba esto, no despertaba sudando ni temblando, no sentía miedo, solo una profunda decepción. El sabor amargo que se formaba en su boca y las ganas de vomitar que venían con el hacía que le llamara a ese sueño, pesadilla. Porque despertar de algo tan hermoso solo para que la realidad le diera un golpe directo en la cara era horrible y prefería, mil veces, levantarse gritando y temblando, que tranquilo y con ese sabor amargo en la boca.
Law le había dicho una vez, que cuando soñaba eso, siempre mencionaba dos nombres: Ace y Sabo. Él no los conocía de nada, nunca había conocido a alguien que se llamara de esa manera y, aun así, escucharlos, hacía que algo en el pecho se le oprimiera. Era una sensación extraña, como haber perdido algo, pero no recordar que.
Aquella noche en particular estaba sumamente emocionado, les habían dicho que él y Law irían a Inglaterra. No sabía muy bien el porqué, había crecido y vivido toda su vida en Italia y probablemente habría protestado un poco de no ser porque Zoro, su mejor amigo, le dijo que los acompañaría.
Eso y que Doflamingo no iría con ellos, al menos hasta dentro de unos 6 meses ya que tenía algunas cosas que arreglar. Cómo siempre nunca les dieron una explicación más que el simple hecho de que hace muchos años, la familia vivía allí y por ciertas cuestiones tuvieron que irse. Pero se dio la oportunidad de regresar y la tomaron.
La verdad, le dejo de importar desde que supo que estaría 6 meses lejos del tipo que le causaba escalofríos cada que le hablaba y su jubiló aumento con la unión de su mejor amigo. Así que cuando esa mañana despertó, con ese singular sabor amargo en la boca y el estómago revuelto, asoció su "pesadilla" a su buen humor de la noche anterior.
Law le miraba con rostro cansado y lastimero. Si bien no eran familia directa, ambos habían crecido juntos, habían vivido las mismas cosas horribles y para él era como un hermano mayor, aunque a las personas los presentarán como primos.
No le sorprendió el toque de lástima que notó en su mirada, ni tampoco lo que le dijo después.
—¿De nuevo ese sueño?
Él solo atino a encogerse de hombros, Law ya sabía la respuesta, solo había preguntado por cortesía, una cortesía que Luffy sentía innecesaria.
Law no hizo ninguna otra mención del tema, si Luffy no quería hablar entonces no iba a hablar y él no era nadie para presionarle. Juntos hicieron las maletas, decidiendo que llevar y que no llevar. El día se les fue muy rápido y cuando menos se dieron cuenta, ya se encontraban en el avión rumbo a Inglaterra.
"Continuara"
Nami Scarlet
¿Les ha gustado?
Si es así espero poder leer sus Review o MP, ¿dudas, quejas, sugerencias, criticas? todas son bienvenidas, siempre y cuando no falten al respeto ni contengan groserías.
Primer capitulo que ya nos muestra el punto de vista de Luffy, lamento el cambio de narrador, las veces anteriores fueron en primera persona y este ha sido en tercera persona, espero que el cambio no se sienta tan abrupto. En los siguientes capítulos el narrador volverá a ser en primera persona.
Próximo capitulo: "Comenzando desde cero"
