No podía evitar reírse al cómo Edward luchaba por quitarse la ropa lo mas rápido posible. Ella por su parte no tuvo inconvenientes al hacerlo quedando desnuda sobre la cama esperando por él.

- Voy a arrancarme este maldito yeso.

- Sabes que me molestaré si lo haces. - le aseguró mientras se acomodaba al medio de la cama y empezaba a tocarse.

Había quedado extremadamente caliente luego de las caricias que había recibido por parte de Edward y realmente necesitaba una liberación pronto.

El cobrizo logró quitarse los pantalones cortos pero se quedó quieto al notar lo que hacía. Ella le sonrió retadora mientras rodeaba su clítoris y le daba tirones con los dedos.

No era algo nuevo entre ellos las sesiones donde uno se masturbaba y el otro observaba pero no habían pasado en mucho tiempo.

Algo hipnotizado por sus acciones se acercó a la cama para ver mejor pero reaccionó al escucharla gemir en voz alta. Pronto estuvo entre sus piernas besando sus pliegues con entusiasmo y buscando penetrarla con la lengua, como a ella le gustaba.

Bella gimió por el contacto que tanto había extrañado. Permitió que Edward se encargara por completo de atender su parte más sensible mientras ella estaba acariciando sus pechos con constancia. Edward la miraba desde su centro mientras la devoraba y por como lo hacía sabia que le gustaba lo que observaba.

- Edward... - gimió ahogada cuando mordisqueó su clítoris. Provocando que su esposo gruñera contra su centro y succionara con mas rudeza.

Su orgasmo no tardó en formarse y lanzó un grito profundo cuando la desbordó. Su esposo se mantuvo entre sus piernas extendiendo su placer por varios minutos.

Su capacidad de hablar y pensar se esfumaron por unos segundos. Extremadamente relajada observó a Edward lamer cada gota de su corrida.

- ¿Estás bien? - él le preguntó levantándose. Recién ahí notó que tenía los bóxers aún puestos.

- Muy bien. - le aseguró sentándose como pudo para llegar hasta él. Edward sonrió al verla bajarle el boxer para liberar su miembro para poder acariciarlo.

Con las piernas temblando se acostaron en la cama, desnudos y sonrientes. Se miraron unos segundos antes de empezar a reír por lo que acaban de hacer, habían actuado como dos adolescentes.

- No puedo creer que solo duramos media hora fuera de la cabaña.

- Ese era el plan. - le aseguró Edward tirando de ella para apretarla a su costado.

- Tonto. - rio golpeando su vientre juguetonamente.

Edward capturó su mano sobre su vientre y la llevó a sus labios para dejar un beso ahí.

- Extrañé mucho esto.

Bella sonrió y con un suspiro se acercó para besar sus labios.

- También yo. Te amo.

Por supuesto que Edward no contestó inmediatamente pero Bella no permitió que esto la lastimara. Se besaron largamente enredándose en la cama hasta que Edward se posicionó sobre ella frotándose contra su vulva húmeda tratando de terminar de endurecer su erección.

- Cariño. - Bella gimió cuando la dejó respirar rompiendo el beso y bajó por su cuerpo para tomar uno de sus pezones. - Suave, están...

Pero su fuerte succión provocó que un poco de leche materna invadiera su boca.

Edward se alejó de su pezon sorprendido y saboreó el líquido. Bella lo observó sorprendida y algo avergonzada.

- Puedo acostumbrarme. - aseguró tomando su otro pezon.

Bella gimió con fuerza por sus atenciones y lo sensibles que estaban sus pechos. Supo que el cobrizo iba a quedarse ahí hasta que su miembro despertara de nuevo. El cual tardó lo suficiente para que ella alcanzara la cima de nuevo gracias a sus pechos extra sensibles.

Su orgasmo la sacudió minutos después y gritó por la sensación de Edward mordiendo su piel sensible mientras ella se corría. Se desvaneció unos segundos luego de sentir a Edward bajar por su cuerpo para beber de su esencia.

- Te necesito. - confesó gimiendo. - Adentro, ahora.

Edward se paralizó con los labios aún en su clítoris.

- ¿Puedo... ?

- ¿Qué? - preguntó confundida cuando el cobrizo se detuvo y subió por su cuerpo para poder verla a los ojos.

- Hacerte mía. - le preguntó con la punta de miembro rozando su entrada.

Bella exhaló ansiosa al sentirlo pero antes de que dijera que sí con desesperación pudo notar algo mas en la mirada de Edward. Una incertidumbre nueva que la hizo dudar un segundo. Cuando lo vió bajar la mirada hacia su miembro, ella también observó y notó la perla blanca que coronaba su miembro. Una alarma de peligro sonó en su cabeza.

- No. - negó de inmediato. - Edward, no.

El cobrizo restregó la gota de líquido pre seminal contra su clítoris.

- Podemos intentarlo. - él aseguró con voz ronca. - Sino resulta...

- Ya lo hemos hablado. - le recordó mientras alejaba la mirada. - Tenías razón. No es buen momento.

El cobrizo suspiró mirándola con pena.

- Desearía no tener razón, ¿sabes? Quisiera que ya fuera un buen momento.

Bella suspiró asintiendo antes de acercarse para besarlo suavemente. Luego empujó su pecho para estar sobre él. Edward no se resistió. Ella se inclinó a la mesa de noche donde su pequeño bolso la esperaba con una tira de condones. Edward no cuestionó que los tuviera y se concentró en sus movimientos, lo envainó utilizando un condón para luego descender sobre él lentamente atrapándolo en su interior.

Ambos se quedaron quietos luego estar unidos por completo. Sus cuerpos se ensamblaban después de mucho tiempo por lo que se dieron el tiempo de sentirse y acostumbrarse de nuevo. Bella fue quién tomó el control después de acostumbrarse a su tamaño y empezó a moverse de arriba a abajo con la velocidad que ambos sabían que les gustaba. Gruñidos y gemidos de ambos invadieron la invitación, Edward se esmeró en levantar las caderas con fuerza cada vez que ella descendía sobre él provocando que el orgasmo que ambos esperaban se apurara en llegar.

Perdieron el conocimiento unos segundos mientras se corrían juntos, Bella se negó a separarse de él aferrándose a su cuerpo con un abrazo asfixiante.

- Te amo. - susurró cuando recupero el aliento.

Su esposo entre sus brazos enterró el rostro en su cuello donde dejó un beso.

- Lo sé. - contestó en voz baja.

Bella sintió sus breves palabras como lo mas importante que le había dicho desde que se separaron.

No quisieron separarse físicamente por lo que se acomodaron lo mas cerca posible. Edward se quitó el condón usado y lo tiró en el basurero que estaba cerca a la cama. Bella tomó toalla húmedas que tenía en su pequeño bolso ocuparse de limpiar con suavidad su intimidad y la de su esposo. Ambos sonrieron nostálgicos porque era un ritual que solían tener durante años y que había vuelto.

- ¿Te sientes bien? - Edward le preguntó en voz baja dejando un par de besos en su frente luego de que ella se acomodara en su pecho.

- Si. - ella le aseguró rodeando su pecho con un brazo. - Te extrañé.

Edward suspiró.

- Duré poco, lamento si...

- Hey... - Bella lo detuvo. - Ambos estábamos al borde, además me gustó mucho. - al ver su mirada algo perturbada tuvo que preguntar. - ¿Qué pasa, cariño?

Su esposo bajó el rostro para dejar un beso en sus labios.

- No quiero que pienses que solo busco mi placer. He estado pensando en nuestra vida sexual cuando todo estaba bien y yo siempre he sido muy...

- Demandante. - Bella aceptó con tranquilidad.

- ¿Te sentiste presionada o...?

- No. - Bella negó inmediatamente recostándose sobre su pecho algo preocupada. - ¿Por qué tienes esas dudas?

- Cuando nos separamos sentí que no me extrañabas como yo. No me necesitabas como yo. - Edward suspiró. - Si nos seguimos acostando pero siempre parecías...

- Cariño, yo estaba dolida y rabiosa.

- Lo se pero tú... - Bella esperó con paciencia que terminara pero Edward negó. - Ya nada de eso importa. Es el ahora.

- Si pero me importa aclarar tus dudas. Dime, ¿qué pensabas?

El cobrizo dudo antes de hablar.

- ¿Por qué seguiste acostándote conmigo luego del... malentendido? - se aclaró la garganta. - Creías que te había sido infiel, que había tocado a otra... - Edward se negaba a pronunciar el nombre de Tanya. - Aún así me dejabas tenerte, me ilusionabas con una posibilidad entre nosotros y luego desaparecías. A veces creía que no había sido suficientemente bueno en la cama en las oportunidades que había tenido. Pero luego volvías después de días o semanas de silencio. Honestamente llegué a creer que solo estabas chequeando que yo siguiera disponible para ti y no porque me desearas.

Bella asintió comprendiendo su duda. Ella también la había tenido y había conversado con su terapeuta en las sesiones personales.

- No podía dejarte ir. Necesitaba mantenerte en mi vida y a la vez lastimarte. - admitió sintiéndose culpable. - Yo quería que siguieras buscándome, persiguiéndome y haciendo de todo para que te perdonara. Te conozco y sabía que sino cedía un poco ibas a rendirte, ibas a dejarme ir. Se lo mal que suena y estuvo mal, pero entendí en terapia que habías lastimado mi ego y necesitaba que lo volvieras a alimentar con tus ruegos. No estoy orgullosa de mis decisiones.

- No iba a dejar de perseguirte. Si hubiera sido infiel no sería capaz de hacerlo. Yo necesitaba que creyeras en mí a pesar de tener todo en contra y no me iba a rendir hasta convencerte. - Edward con una sonrisa de lado agregó. - Así que solo te acercaras a mi para retenerme.

Bella se tapó el rostro avergonzada.

- No debí tratarte así. No lo merecías. Debí confiar en ti, en nuestra relación.

- Entiendo porqué no pudiste creer. Después de todo hasta existe una supuesta prueba de mi infidelidad que esta esperándote en casa. - Edward suspiró. - No puedo seguir sintiéndome traicionado porque no me creyeras en ese momento. Es entendible. A veces el amor no te deja ciego.

Bella frunció la frente ante sus últimas palabras.

- Bueno yo sí lo estoy. Confío tanto en ti que así aparezcan diez mujeres diciendo que están embarazadas de ti voy a creerte a ti.

Edward rio.

- ¿Estas segura?

- Bueno no necesitamos saberlo con certeza. No pongas a prueba mi confianza. - Bella contestó luego de unos segundos de silencio provocando que Edward ría mas fuerte.

- No te preocupes, cariño. Hace años tienes mis bolas en tus manos y mi amigo ahí abajo es tu fanático número uno. - señaló su miembro que descansaba flácido.

- Y yo soy la suya. - le aseguró acercándose a este y lo succionó con la mirada fija en sus ojos turbios.

Su esposo la mantuvo contra él mientras se acomodaba para apoyar su espalda contra el cabecero de la cama. Bella se recostó en su regazo mientras Edward acariciaba su cabeza marcando el ritmo de sus succiones. Su miembro tardó en inflamarse unos minutos pero lo logró por el estímulo constante y liberó su semilla en su boca una vez mas. El chorro fue corto por lo que Bella no necesitó alejarse para evitar ahogarse y tragó sin problemas. Siguió succionando hasta que se sintió flácido en su boca. Bella había tomado a Edward antes en su boca pero este siempre buscaba vaciarse en su interior y no en su boca. Habían sido contadas las veces que había probado su esencia directamente. Sin embargo, esta era de las pocas veces que su esposo no la aparto para penetrarla y por primera vez solo la observaba tomarlo mientras él acariciaba su cabeza para marcarle el ritmo.

- ¿No estás satisfecha? - la retó sonriendo de lado cuando no se separó de su miembro.

- Aún no. - admitió y acercando la cabeza para tomarlo de nuevo con su boca.

- Uhm. - Edward acarició sus cabellos y la apegó mas a su verga disfrutando de sus succiones.

Fue un momento hipnótico para los dos. El contacto no se perdió ni siquiera cuando el primer chorro de semen fue disparado a su garganta. Edward la observaba con ojos turbios beber de él.

- Ya no tengo balas, cariño. - Edward le acarició la cabeza en su regazo. - Dale una hora y ya tendrá algo para ti.

Bella con una sonrisa descarada asintió.

- Bien, lo quiero de postre luego de la cena.

Edward rio tirando de ella para que volviera a su pecho.

- Déjame tomar una siesta y luego te cuento que quiero yo de postre.

Ambos sonrieron cómplices antes de besarse y acomodarse para dormir.

Algo que había extrañado era poder hablar con su esposo sin tensiones. Poder expresar lo que sentía y bromear sobre su día a día. Pasaron el día así, enredados en las sabanas hablando de todo y nada. Logan no fue mencionado pero no porque fuera un tabú sino porque estaban concentrados en hablar sobre ellos como hace mucho no hacían.

Horas después despertó algo confundida por el dolor en sus pechos. Se tocó notando la dureza y rigidez en ellos. Necesitaba sacarse leche pronto.

Era bastante tarde. Edward dormía plácidamente junto a ella. Había tenido una tarde y noche muy placentera dejándolo exhausto por lo que no creía que no iba a despertarlo si se levantaba.

La máquina portátil empezó a trabajar en sus pechos liberando la tensión y cargando bolsas de leche materna. Mientras esta trabajaba decidió revisar su teléfono para ver si Rosalie le había mandado fotos de Logan. Su pequeño estaba teniendo una pijamada con su prima y ambos bebés eran cuidados por una entusiasta Rosalie. Ver a Logan a través de fotos hizo su corazón doler, extrañaba a su bebé.

- ¿Estas bien? - Edward le preguntó somnoliento junto a ella.

Se limpió las lágrimas que se le escaparon para asentir.

- ¿Te desperté? Lo siento.

- No fuiste tú. - le aseguró sentándose en la cama. - Necesito ir al baño.

Bella asintió protegiéndose el rostro para evitar que Edward viera sus lágrimas. Habían tenido un día maravilloso y no quería arruinarlo.

El cobrizo se perdió dentro del baño unos minutos permitiéndole tranquilizarse y tener el rostro tranquilo una vez este regresó a la habitación.

- ¿Todo bien? - le preguntó somnoliento al regresar a la cama.

- Si. - le aseguró liberando su pecho derecho de la máquina.

Edward la observó en silencio mientras guardaba una bolsa de leche materna en el refrigerador de la cabaña.

- ¿Cómo lograste llegar a producir leche? Me sorprende, no sabía que era posible.

Bella sonrió mientras se acercaba a la cama.

- Pasé por un proceso hormonal inducido. Y luego Logan ayudó bastante porque reconoció mis pezones como fuente de alimento y succionaba así no obtuviera nada al inicio. Fue un proceso menos largo de lo esperado.

Edward asintió mirándole los pechos.

- Incluso crecieron. - suspiró. - Entonces esos anticonceptivos te ayudaron.

- Si. - le sonrió tímida. - No eran para impedir un embarazo, pero debí explicártelo a tiempo.

- Eso no importa ahora. - Edward le quitó importancia. - Solo me importa que lograras tu objetivo.

Bella sonrió en grande.

- Si, quería que Logan y yo tuviéramos esa conexión que amamantar da. Era muy importante para mi ya que yo no le di la vida.

Edward suspiró en ese momento.

- Si fueras su madre biológica todo sería distinto.

- Soy su madre y eso es lo que importa.

- No fue concebido en tu vientre. Ni siquiera yo lo puse en el vientre de su madre. Es tan bizarro como ella fue capaz de introducirse mi semen. Luego todos sus juegos de manipulación durante el embarazo. - bufó. - Quisiera poder obtener justicia al respecto pero nadie me creería.

- Yo te creo y vamos a superar esto juntos. Lo que pasó fue horrible pero Logan no debe recordarnos esos momentos. Nuestro bebé es la prueba de que amo todo lo que tenga que ver contigo así no lo haya tenido en mi vientre. Él es un pedazo de ti, cuando ríe o está molesto arruga su pequeña frente y nariz como tú lo haces. Es como tenerte junto a mí.

Edward suavizó un poco el rostro ante sus palabras.

- Ya te lo dije antes; Logan es mi hijo porque tú lo pusiste en mis brazos para mí es lo mismo que si lo hubieras colocado en mi vientre. Tú decidiste que sea su madre. No lo adopté como mi hijo por otro motivo que no fueras tú. Puedes poner tu semilla en mi vientre y tener un hijo con mi sangre, estoy segura que lo amarías porque sería una extensión de mí. Es lo que me pasa con Logan, tiene tu sangre y es una extensión de ti. No puedo hacer otra cosa que amarlo.

Su esposo liberó unas lágrimas que ella limpió con sus besos inmediatamente.

- Lamento no poder amarlo como a un hijo, como amaría a tu hijo.

Bella sonrió triste.

- Tienes un gran corazón, Masen. Vas a amarlo en algún momento. Va a crecer con nosotros y vas a verlo con otros ojos. Ahora somos una familia los tres juntos.

Edward asintió aceptando el abrazo de Bella.

- ... No te presionaré. No volveré a hacer algo que pueda lastimarte.

Ambos se quedaron en silencio; procesando. Mas cercanos que nunca.


Actualización!

Espero les guste este capítulo corto. Lo subí pensando en lo abandonada que estuvo la historia.

Quedo atenta a sus comentarios.

Saludos.