Dragon Ball Z siempre sera de Akira Toriyama Q.E.P.D.
Este fic participa en el Reto multifandom 2024 del Foro Hogwarts a través de los años.
Semana del 13 al 19 de mayo: Escribe un fic sobre una relación familiar del tipo que sea.
Él se encontraba dando pasos fijos y firmes, dejando huella tras huella sobre la nieve, se estaba abrazando a sí mismo pues, a pesar de llevar puesta la ropa adecuada, no era suficiente. Decidió hacer una parada en aquella cabaña que veía a lo lejos para calentarse con alguna bebida.
—¿A dónde vas?
Al voltear, vio a una mujer muy bonita correr hasta él, de cabello corto y negro. No era la típica chica que usa prendas femeninas, al contrario, su outfit consistía en algo mucho más masculino para alguien como ella.
Él no decía nada, pero extendió los brazos en busca de su recibimiento. La joven finalmente lo abrazó.
—Si tu abuela te viera así vestida.
—La ropa femenina no es digno de una guerrera saiyajin —le responde, y si, tenia toda la razón.
Él solo se rasco la barbilla, pensativo. "Creo que jamás entenderé a las mujeres".
—¿No quieres acompañarme pequeña Pan? —le dijo.
La mencionada no pudo evitar reírse de los nervios y bastante sonrojada.
—Abuelito, ya no soy una niña —le responde—. Acuérdate que ya soy madre.
—Aunque tengas más de mil años, siempre serás la pequeña Pan.
Ella sonrió y tomando la mano de su abuelito, ambos caminaron hasta llegar a la cabaña, que era una especie de tienda-bar. Al abrir la puerta, el sonido de la campana dio su característico sonido, el bartender al verlos, los paso de largo.
—¿Disculpe? —pregunto, pero fue ignorada.
Ella quería dejar salir todo su poder al ver el mal servicio, pero él la detuvo.
—Ya dejalo así, mejor busquemos un lugar.
—¡Es que como pueden haber personas asi abuelo!
Goku enseguida supo que si estaba enfadada, pues lo llamo abuelo, no abuelito.
—Perdón.
—Está bien —la tranquiliza—. Con el tiempo aprendes que no todas las personas son lo que aparentan —le dijo en un tono sabio, lo cual era muy raro en él—. Así como también aprendes muchas otras cosas.
—¿Cómo cuáles?
Goku recordó sus primeros años de infancia, cuando fue adoptado por un hombre sabio y de edad, cuando conoció a su mejor amiga, su boda —aunque pensara que el matrimonio significaba otra cosa—, la llegada de su primer hijo y perderse el nacimiento del segundo luego de haber caído muerto, también estaban todas esas batallas donde salió vencedor y en otras era el perdedor y eso no le detuvo.
No sabia que responder, pues eran muchas las lecciones que, a medida en que los años pasaban, con errores y experiencias vas adquiriendo el conocimiento que necesitas.
Pero al recordar a su abuelo, a Kaio-sama y a sí mismo entre las nubes, supo la respuesta.
—Que algún día volveremos a ser los ángeles que fuimos.
Pan tenía los ojos empañados y sin pensarlo, se lanzó sobre su abuelito, quedando abrazados por un buen rato.
...
Pan, ahora más adulta estaba con un traje de color blanco y unos tulipanes en sus manos ya encallecidas y un poco arrugadas, respiro antes de entrar a un parque lleno de flores y piedras con nombres escritos sobre estas.
Primero fue donde estaban sus padres, su único tío, su abuelo materno al que enterraron junto con su esposa y finalmente fue donde estarían su esposo y su hijo.
Se detuvo frente a una lápida con el nombre de Son Goku que estaba pegado a otra lápida con el nombre de Son Milk, una inscripción que decía "Amado esposo, padre, abuelo y un digno guerrero", más las fechas de nacimiento y muerte.
Ella se arrodilló dejando los tulipanes dentro del florero con agua, rezo un buen rato con lágrimas en los ojos, pues aunque ya había pasado un buen tiempo, sentía como si hoy enterraran a su amado abuelito.
Con los ojos aun cerrados varios recuerdos con Goku se hicieron presentes en la mente de Pan.
—¡Te echo mucho de menos abuelito! —grito hacia el cielo con la esperanza de que este le respondiera.
Sintió una mano tocando su hombro, era tan cálida. Vio el reflejo en la laguna pero no estaba ella solamente, tambien veia a Goku con la vestimenta anaranjada de siempre. Rápidamente dio la vuelta pero no había nadie, volvió a verse en el agua, pero solo se veía a sí misma. El viento sopló estrepitosamente haciendo que las hojas la guiarán hacia el cielo, donde las nubes tenían una forma extraña pero hermosa a la vez. La pequeña Pan sonrió sin dejar de llorar. Lo sentía, aun sentía su presencia en algún lugar sin nombre.
Akira Toriyama (1955-2024)
