HISTORIA CORTA

Fic inspirado en la canción: Vida en el espejo - enjambre

Uso de Ooc / Madura / Mundo Ninja

Esta Fic no está ligado a un tiempo en específico dentro del anime o manga.

Ningún personaje me pertenece sin embargo la historia aquí plasmada es de mi propiedad.

[...]

Duele mi cobardía, esa que me impidió pedirte que no te marcharas, esa, que silenció mis "te quiero"

[...]

La tomo de la cintura para luego besarla, su respiración agitada lo invitaba a continuar con su cometido. Sus besos, su aliento sobre el suyo, la pasión y esa infernal necesidad de hacerla, de sentirla suya.

Lo desesperaron.

La llevo hasta su alcoba, con desespero se desvistieron y sin tantas ceremonias entro en ella sintiéndose culpable por el dolor que le había causado sin embargo, su quejido fue rápidamente remplazado por un gemido apasionado.

Se entregaron con pasión, con resentimiento, con la constante necesidad de sentirse vivos.

[... ]

Él le hablo de ella, de lo mucho que la había extrañado, de la falta que le hacía, de lo estúpido que había sido al no corresponderle en aquellas dos ocasiones donde ella habia arriesgado su vida por él.

Pues la vida le habia dado la sabiduría de reconocer sus errores y deseaba enmendarlos.

Le insinuó que era el momento que se sentía completo y decidido y que tenerla a ella lo haría el hombre más feliz sobre la faz de la tierra y él como un completo cobarde se guardo todo lo vivido con ella, se negó a contarle sobre sus pasiones, sobre sus puntos débiles, sobre lo rosados y delicados que eran sus pezones de lo generosos que eran sus muslos.

Y finalmente fingió una sonrisa cuando él le confesó que le pediría matrimonio.

[...]

Se sintió tan bien cuando la vio entrar a su oficina, poner el seguro e insinuarle que lo que necesitaba en ese momento era a él.

Pero fue ella quien lo domino, se deshizo de su ropa interior se subió el vestido y sin permitirle siquiera reacomodarse sobre su asiento le desabotono el pantalón no hizo falta estimularlo su miembro ya estaba erecto y la vio sonreír complicida.

Se montó sobre él y cubriendole la boca para evitar cualquier ruido delator comenzó a menearse, adelante y luego hacia atrás, fue una rutina simple sin embargo lo suficientemente erótica como para hacerlo venir casi de inmediato y llenarle el interior.

— Te amo — le dijo, sin embargo él no le respondió y ella tan acostumbrada a su frialdad no esperaba que lo hiciera.

[...]

Él volvió, risueño, lleno de vitalidad. Le confesó lo mucho que la quería, lo que la deseaba del buen progreso entre ambos y entendió lo mucho que le lastimaba hablar con él.

Sin embargo no lo interrumpio le gusto saber más de ella, de sus placeres, de sus culpas, de sus múltiples facetas que a él nunca le permitió ni le permitiria conocer.

Él continuo le contó con lujo de detalle las largas y profundas conversaciones luego de una cena sencilla, de lo calida que era su mano cuando ella le permitía tomarla de lo lindo y encantar que eran sus sonrojos cuando él la miraba en exceso y conocerla fuera de lo carnal volvió a lastimarlo por qué recordó que con él nunca había sonreído, llorado o dejado algún rastro simple de su humanidad.

Y deseo desesperadamente que se callara.

[...]

Entro a su apartamento sin su permiso, la atrapó en media de la ducha y lejos de avergonzarse a ella le excito que él la viera así tan natural.

Se besaron desesperadamente y a él no le importo empaparse, ella lo arrastró a la regadera y ahí mismo él le levanto las piernas y se inundó en su entre pierna.

Su parte íntima se humedecio y él supo que estaba lista. Se bajó el pantalón y la forzó a darse la vuelta, está vez no quería verle el rostro pues recordaba las palabras dichas por aquel que lo consideraba un amigo y confidente.

Se hundió en ella sintiéndose culpable por tomar lo que no le pertenecía, no obstante bajo el agua que les corría por el cuerpo ella seguía siendo suya tanto como él lo era de ella.

[...]

Él volvió sintiéndose confundido, por su actitud y sin pensarlo a profundidad creyó que su rechazo se debía a su falta de compromiso.

Y entonces con los ojos tan llenos de ilusión le pidió el permiso para poderse casar y él sin tener los argumentos necesarios se lo otorgó.

[... ]

Esta vez ella invadió su hogar, encontrándolo en la cocina deleitándose de un café cargado.

La vio caminar hacia él con desición y se imagino una vida juntos sin encuentros fugaces.

Bajo su taza de café, la tomo del cuello y antes de besarla trago saliva.

— Te amo — le dijo entre lágrimas y pese a sentir lo mismo guardo silencio.

Le dio la vuelta pensando en lo mucho que la extrañaria cuando fuera de ese otro hombre, de lo mucho que se arrepentiría por no haberle respondido adecuadamente, de las noches heladas que pasaría después de ese último encuentro.

Con cuidado le bajó el pantalón y aún sobre sus bragas masajeo su parte íntima y la escucho suspirar mientas el se entretenía mordiendo su lóbulo.

— Te .. am— se acobardo en el último momento recordando lo que eran, un consuelo, un simple y placentero consuelo. Uno que los había ayudado a resistir la perdida de sus seres queridos.

Ella giro su rostro y le beso los labios con pasión dejando un rastro de lápiz labial en ellos acompañado de un dulce aroma a cereza.

Y él la levantó con fuerza colocándola en la barra y devorando sus ingles con pasión.

Ella gimió en respuesta y él sonrió sintiéndose victorioso. Entonces fue el turno de ella le aflojó el cordón del pantalón y lo tomo con delicadeza.

Invertieron lugares ahora era él quien estaba arriba y ella se concentro en darle placer se llenó la boca y succionó despacio logrando que de vez en cuando él la empujara estimulando más su placer.

Se llenó de él y lo trago ambos sabían que aquello apenas comenzaba y por primera vez él no se colocó el condón para penetrarla, ella no se negó.

La sintió tan suya, piel con pie. Era como si la estuviera marcando, la sensación era completamente diferente ambos sabían que estaban en riesgo sin embargo no les importo él placer y el éxtasis los tenía trastornados.

Intento salir cuando su miembro amenazaba con eyacular, sin embargo ella se lo impidió moviéndose más rápido en respuesta llenandose con su semilla, el soltó un suspiro aliviado, ella acaricio su vientre aún caliente.

— Me voy a casar — confesó y él supo que tal declaración solo era un estímulo para motivarlo a luchar por ella, pero no lo haría y ella ya debía de saberlo.

— Lo sé, di mi consentimiento — y era cruel la manera en la que la estaba desplazando pero ella debía de entender que no había manera en la que él traicionara a ese muchacho aún cuando tuviera que aplastar sus propios sentimientos — Intenta ser feliz — le pidió por qué sabía de sobra que con él esa felicidad nunca llegaría.

— Gracias — y la sintió apartarse bruscamente de él, derramando el líquido viscoso entre sus piernas. La observo vestirse con desespero a punto del colapso pero no interferiria por qué por mucho que la amara, sus demonios y todas sus culpas con las que había crecido todos estos años no le permitirian ser feliz.

— Hinata — saboreo su nombre por última vez — Hazlo feliz — fue su última petición.

[...]

Nota del autor.

A la madre, bien dicen que cuando la inspiración llega ni por qué te hagas el loco.

Escribí esto en tiempo récord y aunque puede que tenga bastantes errores decidí subirlo por qué mi desesperación por saber su opinión me está consumiendo.

Ya tenía rato sin escribir un KakaHina y sinceramente me encantó. La historia está entre encortada y creo conveniente decir que me facilito llegar al punto que deseaba.

Bueno espero les guste y le den una oportunidad.

Miércoles 13 de marzo del 2024.

Los quiere ItzelBadban.