Un amor incomprendido
A Astoria siempre le había gustado Draco, cuando era un patán, cuando era un matón, cuando era un alma en pena, incluso le gustaba cuando vivía con Pansy colgada de su brazo, le gustaba aun cuando Draco no manifestaba mayor interés en ella más que será la hermana menor de Daphne.
Lo que ella quería lo conseguía, así que lo conseguiría a él, y tenia suerte, sus padres habían firmado un acuerdo cuando ella tenía pocos meses de nacida, no importaba que mantuviera una maldición de sangre latente, nada importaba, Astoria sabía que tendría una vida corta, así que la aprovecharía al máximo, ¿el único problema?, Draco no cooperaba.
Al principio Astoria pensaba que era porque se guardaba para el matrimonio, pero escuchó de los chicos que no era así, luego pensó que era porque la respetaba demasiado, así que se convenció de ello, eso hasta que después de la guerra comenzó a darse cuenta que los intereses de su amor iban por otro camino y aunque a Astoria le gustaba en quien se estaba convirtiendo Draco, no le gustaba la razón de su cambio y no, no era envidia, eso se decía así misma, hasta que un día lo vio con sus propios ojos, Draco y la chica Granger, la bruja dorada, en la biblioteca trabajando, Astoria lo vio claramente ese día, Draco la miraba y sus ojos brillaban, no tenia la mueca compuesta que le dedicaba a ella, y sabia por Daphne que había cesado sus asociaciones con cualquier otra bruja desde que volvió a Hogwarts, él sonreía genuinamente de algo que la otra bruja le decía, y ella también vio como la chica dorada lo miraba, Astoria podía reconocer el sentimiento, era como ella lo miraba.
Pero Draco era de Astoria, así lo había decretado ella, una simple nacida de mugles no se metería en su camino, además ella podía ser generosa, ¿podría?, si ella podría, permitirle tenerla de amante, Astoria sonrió antes ese pensamiento, la mayoría de los magos sangre pura toma amantes una vez que han producido los herederos, o eso le había dicho su madre; con ese pensamiento Astoria se conformó.
A medida que avanzaba el tiempo, Astoria sentía cada vez a Draco más distante, y ella no había conseguido nada más allá de un beso que le había robado, así que hizo lo que toda mujer decidida debe hacer, acelerar las cosas, para eso había conseguido una botella de poción de amor en el mercado, había corrido muchos riesgos para poder hacerse con ella, pero cada uno de ellos había valido la pena, o eso creyó, nadie la había preparado para lo que pasó o tal vez ella tenía expectativas muy altas al respecto, pero Draco había acabado más rápido de lo esperado y había murmurado un nombre antes de dormirse, Astoria había revisado la etiqueta, claramente debería haberla leído antes, pero ya estaba hecho.
Draco ni siquiera lo había negado cuando ella lo encaró, eso la había frustrado de sobremanera, así que después de la discusión entre sus madres, Astoria salió rauda de Malfoy manor, volviendo en la noche, cuando venia por los jardines, observó que, la luz de las habitaciones de Draco estaba encendida, inmediatamente elaboró un plan a la luz de las velas, después de todo ella era una romántica. Cuando iba camino por el pasillo unas manos la agarraron y la atrajeron hacia una habitación oscura, hasta ahí se fue la idea romántica de Astoria, este hombre, que claramente no era Draco, comenzó a besarla, comiéndosela a besos mientras la colocaba contra la pared y le subía el vestido, esto era lo que ella quería, las manos del hombre la recorrieron entera arrancándole los calzones y pasando las manos por su culo y su pubis, murmurando cosas sucias en su oído, ella podía sentir como se humedecía, el comenzó a pasar su mano por su pubis estimulando se clítoris provocando que ella gimiera, el susurró un mufilato y Astoria se largo a gemir como nunca lo había hecho, el hombre comenzó a meterle los dedos en la vagina y ella comenzó a retorcerse, gimiendo a boca abierta, mientras el la follaba con dos dedos, aumentando y disminuyendo el ritmo "ruega por mi" le dijo el al oído "ruega por mi como la puta que eres"
Astoria estaba tan excitada, este hombre no era como Draco, que con suerte se lo había metido y había durado minutos, no este hombre era experimentado, así que Astoria gimió por el "métemelo, démelo, trátame como la puta que soy" el hombre sonrió a su lado y le ensartó otro dedo, ella gimió un poco, de dolor, pero pronto lo olvidó y siguió retorciéndose, el placer era intenso y ella tenia los pechos pesados y apretados por el vestido, así que ella misma se bajó el frente del vestido como pudo, ofreciéndole sus pechos, que el no dudo en mordisquear, mientras la follaba contra la pared con tres dedos ensartados, justo cuando Astoria creía estar segura de llegar al orgasmo, uno que obviamente Draco no le había proporcionado, ni aun con la poción de amor, el hombre le sacó los dedos de la vagina y procedió a empalarla con su pene, Astoria gimió de puro gozo, luego siguieron varios minutos en los que la penetraba con brutalidad, no había nada amoroso en él, y ella gemía en su oído, tal como sabia que le gustaba, mientras la pared se remecía, justo cuando ella notó que sus movimientos eran erráticos lo apretó todo lo que pudo con los músculos vaginales y con las piernas, el no alcanzó a retirase y se vació en ella, desencadenando por fin el orgasmo de Astoria, el cual gimió a boca abierta, tan como lo había hecho antes y como lo había hecho en sintonía con cada una de las penetraciones.
"podrías haberle enseñado a tu hijo a follar correctamente" le dijo mientras se acomodaba el vestido.
"eso no se enseña, se nace con ese don, así como el tuyo de gozar el sexo"
"no es mi culpa que tu esposa te tenga cortado, tal vez si te hubieras mantenido unido y no hubieras metido al lord oscuro en tu casa, tendrías a alguien a quien follar diariamente"
"no me vengas a dar sermones, una de las razones por las que aprobé este matrimonio tuyo con Draco es por tu disponibilidad y porque este cuerpo no debía desperdiciarse" dice el pasando sus manos por el cuerpo de ella.
"¿te gusta mi cuerpo?, o es que tu esposa no te admite en su cama"
"¿importan mis motivos?, no me digas que estas enamorada de Draco, sino no hubieras dejado que te folle"
"te dejo hacerlo, porque lo haces bien, y mi cuerpo lo necesita" él se coloca detrás de ella y le muerde el cuello "me gusta follarte duro, eres tan receptivo"
"que puedo decir, cuando a una la manejan tan bien es …" Astoria no termina su frase, ya que la afirma en la pared nuevamente y comienza a manosearla por detrás, luego le abre las piernas y comienza a penetrarla nuevamente, ella trata de girarse para alcanzar su boca, a ella le gusta ser tratada así, un hombre que la adore, esta vez el sostiene sus caderas y regula las penetraciones, luego baja un de las manos de Astoria hasta la parte baja de su vientre para que sienta donde esta su pene, ella lo pierde y acaba ahí mismo, casi desmayándose cayendo de rodillas, lo que el aprovecha para que ella se lo chupe.
Astoria vuelve esa noche a su habitación asignada, esta completamente saciada, usada, utilizada y follada, siente que su vagina palpita, cuando llega a la pieza se coloca con las piernas hacia arriba y no se molesta en lavarse, necesita la semilla Malfoy y si la proporcionó Draco cuando acabó rápido o su padre cuando se la folló en la habitación hace unos minutos no le importa especialmente.
