El Echo Ranger

Escrito por Xavon Wrentaile, traducido por Fox McCloude

Disclaimer: Power Rangers, My Hero Academia y todos sus personajes respectivos son propiedad de Saban Entertainment y Kouhei Horikoshi. Todos los derechos reservados.


Capítulo 4


Técnicamente, Izuku tenía los reflejos y entrenamiento para esquivar. Técnicamente, Izuku era lo suficientemente fuerte para absorber los ataques. Qué hermosa palabra, "técnicamente".

En realidad, Izuku_EXE sufrió una ruptura de memoria y falla en su sistema, y necesitaba un reinicio. En realidad, Izuku se quedó allí parado, mientras la chica lo empujaba haciéndolo caer en la arena.

Verán, Midoriya Izuku sentía un enamoramiento digital hacia ForeverPink. Sus teorías sobre los Rangers en general encajaban muy bien. Le gustaba su sentido del humor. Más allá de los Rangers, también disfrutaban conversar de otros héroes, especialmente All Might. Pasaban horas analizando Quirks, discutiendo sus debilidades, y cómo los héroes y villanos podrían utilizar sus poderes de manera más efectiva. Aunque el aprecio de ella por los objetos de soporte se inclinaba más hacia el aspecto técnico, Izuku encontraba su entusiasmo encantador y contagioso.

Izuku también estaba totalmente seguro de que sus sentimientos nunca serían correspondidos. Las posibilidades de que llegaran a conocerse eran muy escasas. Seguro, ella hablaba mejor japonés que él inglés (al menos hasta que la Moneda de Poder le implantó el lenguaje en su cerebro), pero no podría estar seguro de que una chica norteamericana vendría a Japón. En la ínfima posibilidad de que viajara a esta pequeña nación en una isla, su autoestima le dijo que no habría forma de que ella viniera a buscarlo. E incluso si se conocían, él no era ni de cerca el tipo de chico al cual las chicas se le lanzarían encima.

O eso creyó.

Así que cuando All Might anunció que ella era ForeverPink, esta increíblemente atractiva chica de la que se enamoró casi a primera vista resultó ser también el objeto de su afecto online, y un engrane en el cerebro de Izuku se desencajó. Y luego, cuando la mochila de ella enloqueció y ella gritó su secreto a los cuatro vientos, fue como si una llanta mental se hubiese reventado, y se hubiese ido patinando fuera de control.

Si poseyera la capacidad mental para esquivar en el momento, no lo habría hecho, ya que eso la habría hecho caer desparramada en el suelo. Se habría preparado para atraparla, sólo que en ese momento no se le ocurrió. O más bien, no pensó en nada cuando ella se lanzó hacia él.

Se sentía agradablemente suave, cuando ella lo golpeó en el pecho. Y afortunadamente, la arena detrás de Izuku había sido despejada de basura, así que su caída fue más o menos fue indolora.

– Un verdadero Ranger. – dijo ForeverPink en un arrullo. – Necesito una muestra de sangre. Una muestra de orina. Un… el Morfer, ¿dónde lo tienes? ¿El cinturón? ¿El reloj? Duh, Melissa, por supuesto que es el reloj.

Lo agarró de la muñeca y se la acercó a su cara y teléfono, justo cuando Izuku finalmente terminaba su reinicio.

– Esto no coincide con ningún diseño existente, a menos que cambie cuando hagas mórfosis. Pero los símbolos en la cara. Tigre… dragón… ¿eso es un braquiosaurio? ¿Este es el Morfer Maestro? No, ese era para bucle del cinturón basado en los morfers de los MMPR originales. ¿Una adaptación? ¿Un homenaje?

Izuku miró detrás de la rubia, hacia donde estaba All Might. Éste negó con la cabeza, y luego se acercó, agarrando la mochila de la chica por arriba, quitándola de encima de Izuku con facilidad. La dejó de vuelta sobre sus pies, y ayudó a Izuku a levantarse. La chica pareció recuperar el sentido, al menos parcialmente, y se sonrojó de la vergüenza.

– "Se parece a mí." – pensó Izuku, dándose cuenta por qué los murmullos le parecían familiares.

– Volvamos a mi lugar. – dijo All Might. – Podemos hablar en el auto.

– Está bien. – Izuku estuvo de acuerdo. La chica asintió silenciosamente.

All Might guio a los dos adolescentes por la orilla. Izuku no se había percatado del auto negro que estaba aparcado junto a la playa, un Lexus Olympus 2203. Izuku pudo notar que el viejo auto había sido extensamente modificado. All Might abrió el maletero, y ForeverPink reaciamente metió en ella su mochila.

– Puedes ir en el asiento delantero, Melissa. – le dijo Toshinori, pensando que de esa forma se le haría más difícil examinar a Izuku.

O incluso simplemente mirar al pobre y desorientado chico. Se abrocharon los cinturones, y el motor eléctrico empezó a zumbar al ponerse en marcha. El héroe presionó un botón y todo el ruido exterior desapareció por completo.

– Vamos a intentarlo de nuevo. – empezó otra vez All Might una vez que iban por la carretera, esta vez en inglés. – Melissa, quiero presentarte a mi joven amigo y compañero de entrenamiento, Izuku Midoriya. Creo que ya lo conoces como KonoMidoriRanger.

– Espera, ¿tú eres KMR? – exigió ella, tratando de girarse sobre su asiento. – ¿Te has estado burlando de mí todo este tiempo?

– Siéntate, Melissa. – dijo All Might severamente. – Y antes que empieces a lanzarle piedras, Izuku, ella es ForeverPink como te estaba diciendo. O en el mundo real, todos la conocen mejor como Melissa Kimberly Shield, en orden occidental.

– ¿Shield? – Izuku hizo la matemática mental. – Usted dijo que era la hija de uno de sus amigos, To... All Might. Así que ¿eres la hija de David Shield? ¿El famoso científico y fabricante de objetos de soporte? Y todas esas veces que hablamos de las cosas que hizo para All Might, ¿nunca me lo contaste?

– Ah. – Melissa bajó la cabeza.

– Y para que conste – intercedió All Might – él apenas ha sido un Ranger por pocos meses…

– Ranger en entrenamiento. – insistió Izuku.

– Y yo no le conté nada sobre ti, Izuku. – continuó All Might. – De hecho, pensé que vendría aquí por unas vacaciones tranquilas. Si hubiera sabido que estaba trayendo su equipo para cacería de Monedas de Poder, le habría dicho que dejara su mochila en el maletero desde el inicio.

– Pero Dagobah es un pozo de tesoros de basura tecnológica. – contraatacó Melissa. – Puede que haya restos de tecnología de la Red Morfósica o incluso fragmentos de Monedas de Poder aquí. O tal vez podría haberlos habido, ya que supongo que ustedes dos deben haberlo limpiado todo.

All Might cruzó miradas con Izuku a través del espejo retrovisor, y ambos se rieron débilmente. En ese poco más de un mes que llevaban de limpiar la playa, ni siquiera lo habían considerado.

– Melissa me dijo que quería visitar Japón. – continuó All Might en un tono ligeramente acusatorio. – Y me preguntó si podía quedarse conmigo unas cuantas semanas este verano. No mencionó nada sobre ir de cacería de Rangers.

– ¿No lo hice? – dijo Melissa suavemente. – Creo que sí te conté sobre el pico de energía de la Red Morfósica en Japón. No, espera, papá me dijo que no te lo dijera, en caso de ser un falso positivo. Pero aun así, Japón tuvo dos equipos de Rangers, no debería hacer falta decir que quería echar un vistazo al menos un poco…

– Espera. – protestó Izuku repentinamente. – ¿Melissa Kimberly Shield? ¿Eres tú la descendiente de Kimberly Ann Hart, la Pink Ranger original?

– ¿Le contaste eso? – Melissa le lanzó una mirada fulminante a su tío honorario.

– Le conté que conocía a los descendientes de la Srta. Hart. – dijo All Might. – Era un ejercicio de confianza con Tommy, pero no le dije quiénes eran dichos descendientes.

– ¿Ejercicio de confianza con "Tommy"? – preguntó Melissa, confundida pero esperanzada. All Might dio un respingo, dándose cuenta que acababa de irse de lengua.

– Una inteligencia artificial basada en el Dr. Tommy Oliver existe dentro de mi morfer. – admitió Izuku.

– ¿En serio? – La joven se emocionó todavía más. – ¿Y puedes hablar con él? ¿Cómo funciona?

– Interactuamos en mis sueños, casi como realidad virtual. – explicó él. – Y también puede enviarnos mensajes de texto.

Melissa frunció los labios, y el auto se quedó en total silencio. Siguieron manejando por varios minutos así, hasta que All Might volvió a hablar.

– Melissa, hay algo más que necesito decirte. – le dijo. – Especialmente ya que te quedarás conmigo por un período extendido.

Se relajó, y se encogió ligeramente.

– Mi nombre real es Toshinori Yagi. Y mi Quirk es parcialmente de transformación. Así es como me veo cuando no está activo. Perdóname por esconderte esta forma todos estos años.

Melissa trató de mostrar shock. Por un momento. Luego resopló y estalló en carcajadas.

– Tío Might, ya me había dado cuenta que tenías que tener una identidad secreta cuando tenía once años. – dijo ella entre risitas. – Y sé que nunca me lo habías dicho porque querías mantenerme a salvo, y porque era difícil confiar en mí luego de que dejé salir todo el lío sobre Kimberly. Así que no estoy enojada, y no tienes por qué sentirte mal por ello.

– Ah, muy bien, eso me alegra. – dijo Toshinori, algo descolocado al haberse salvado de la explosión adolescente que esperaba. – Como sea, una vez que lleguemos a mi agencia, deberías llamarme Toshinori-ojiisan, Yagi-san, o algo por esas líneas.

Toshinori presionó un botón, y cuatro brazos se desplegaron desde el techo. Dos de ellos terminaban en peines, y dos en tenazas. Comenzaron a arreglarle el pelo, para ponerlo aplastado con un mechón levantado, con una pequeña coleta detrás. Después sacó un par de gafas de sol y se las puso encima.

Melissa e Izuku intercambiaron miradas incrédulas de lado.

Toshinori fue a aparcar en el pequeño estacionamiento junto a un edificio de dos pisos, bastante agradable aunque aparentemente normal. Se estacionó en el lugar reservado, el cual inusualmente estaba más lejos de la puerta.

Todos salieron, y Melissa sacó su mochila del maletero. Izuku sin decir palabras se ofreció a ayudarle a cargarla, pero ella negó con la cabeza aunque se sentía agradecida. Yagi los guio adentro; era una sala de espera bastante normal, pero bien organizada. Había una mujer de pelos grises detrás del escritorio.

– Estoy de vuelta, Jo-san. – anunció Toshinori. – ¿Alguna llamada?

– No, Yagi-san. – respondió ella simplemente. – ¿Y ellos son…?

– Ella es Melissa. – respondió él. – La hija de un amigo que me está utilizando para escapar de su padre durante parte del verano. Y él es Midoriya Izuku.

– Ah, así que tú eres el joven que convenció a este holgazán de volver a ponerse en forma. – dijo la recepcionista en tono burlón. – Bien por ti.

– Bueno, ahora los llevaré conmigo. – dijo Toshinori rápidamente. Los acompañó a través de la puerta de la izquierda, que llevaba a una gran sala de conferencia con una mesa de madera y una docena de sillas de oficina, del tipo ajustables con ruedas. Caminó hasta la parte trasera de la sala, donde había otra puerta. Colocó su mano sobre el panel biométrico a la derecha de la puerta, y tras un escaneo rápido, la puerta se abrió.

La siguiente sala era una oficina desordenada y desastrosa. Y una vez que la puerta se cerró detrás de ellos, Toshinori suspiró aliviado.

– ¿Qué lugar es este, Toshinori-san? – preguntó Izuku, mirando alrededor intentando no fijarse en nada en particular.

– La Agencia Yagi. – respondió el héroe. – Oficialmente, soy un oficial a cargo de investigaciones y ajustes de seguros, empleado por la Asociación de Héroes y el gobierno japonés. Lo cual la mayoría del tiempo significa que entrego mis reportes de misiones como All Might. Pero algunas veces, me permiten echar un vistazo a los casos de otros héroes. También le da a mi identidad civil una razón para regresar a las locaciones de los casos y las batallas de All Might.

»Y no se preocupen mucho. – añadió. – Mis asociados ya saben que soy All Might. Todos han prometido guardar el secreto, y tengo un amigo en la policía con un Quirk de detección de mentiras que los entrevista una o dos veces al año, o cuando sea necesario. Vamos, les enseñaré el resto.

Ambos adolescentes fruncieron el cejo, preguntándose por qué los llevó hasta esta habitación de mala muerte. Toshinori caminó hasta la pared del fondo, y deslizó su dedo por una sección de ella. Un holograma empezó a brillar, revelando un escáner óptico. Se quitó sus gafas y colocó su ojo izquierdo junto al escáner, antes de murmurar algo. Melissa no pudo escucharlo, pero Izuku sí, gracias a su oído potenciado.

– Samurai Storm, Ranger Form.

Una sección completamente normal de la pared se deslizó hacia un lado, revelando unas escaleras de caracol, con escalones que iban hacia arriba y abajo.

– Que la apariencia normal no los engañe. – les dijo Toshinori. – Me llevaría unos cuatro o cinco Smashes para romper las paredes aquí, y Endeavor tendría problemas para quemar este edificio. Tiene escudos contra radiación electromagnética, líneas de interferencia triplicadas para teléfonos y datos, y wifi de punta. Ya que estamos en ello, Tommy y Melissa, permítanme darles la contraseña asociada.

Les contó una cadena de sesenta y cuatro caracteres en los tres sistemas de escritura japonesa, además de letras en inglés, números y caracteres especiales.

– Arriba se encuentra mi apartamento, tú te quedarás en uno de los cuartos para invitados, Melissa-chan. Así que tendré que añadirte al sistema de seguridad más tarde. Pero lo que quiero enseñarles ahora se encuentra abajo…

Los llevó escaleras abajo, a través de una tercera puerta, la cual tenía una cerradura de teclado numérico. Excepto que ambos invitados reconocieron que las "teclas" eran también escáneres de huellas digitales.

– Este solía ser mi cuarto de almacenamiento y ocasionalmente área de entrenamiento. – les dijo mientras volvía a cambiar en su forma de All Might. – Pero he estado invirtiendo los últimos meses, mucho dinero, y algunos favores, y…

Entraron en la habitación negra, entrecerrando los ojos para ver con la poca luz que se filtraba por la entrada. La visión de Izuku potenciada por el morfer podía distinguir algunas formas vagas, pero Melissa no podía ver nada.

– Estaba guardando esto para tu cumpleaños, Izuku. Pero como Melissa vino y trajo todo su equipo, probablemente no se quedaría como un secreto por mucho tiempo. Así que, bienvenidos…

Cerró la puerta, cubriéndolos a todos en completa oscuridad, antes de subir la enorme palanca interruptora junto a la puerta. Y la mochila de Melissa se iluminó y comenzó a sonar de nuevo.

– Al Echo Centro de Mando.

La luz inundó por completo la habitación. Estaba llena de metal plateado y blanco, y fibra de carbono negro. La característica más obvia era el tubo de cristal que iba desde el techo al suelo junto a la pared de atrás. Había dos mesas con forma de arco extendiéndose fuera de él, así que el tubo era como si fuese la cabeza de una mesa de tres cuartos circular. Una de las mesas secundarias tenía tres sillas, y la otra tenía cuatro. Había una tableta incrustada en la mesa para cada silla. La pared derecha, desde la puerta, tenía unos estantes reforzados del techo al suelo. Estaban más o menos llenos hasta la mitad, e Izuku reconoció la mayor parte de lo que había en ellos. Se trataba de la mayoría de la tecnología Ranger que Zedd les había dado. Parte de ella había desaparecido, aunque Izuku tenía una sospecha de a dónde podría haber ido. Y había otros artefactos que el muchacho no reconocía haber visto antes.

La pared izquierda tenía tres puertas.

– Esta puerta lleva a la sala de reactores. – All Might señaló hacia la puerta más lejana. – Hay siete rectores de microfusión, para darle energía a la tecnología regular, y la tecnología Ranger fue adaptada para correr con electricidad en lugar de la Red Morfósica.

Los ojos azules de Melissa se ensancharon, por múltiples razones.

– La sala del medio es el cuarto de vestidores; hay casilleros, retretes, y duchas. Y esa de allá es la sala de entrenamiento, aunque seguimos trabajando en ella. Cuando esté terminada, será más o menos un cruce entre la Sala del Peligro y una Holocubierta. Izuku, ¿puedes acercarte aquí, por favor?

All Might lo guio entre las mesas, hacia el tubo. Al pasar junto a él, Izuku vio que dos de los puntos sobre la mesa estaban marcados. El que estaba más lejos del tubo, en la mesa más larga, tenía el logotipo de All Might en él. Y el más cercano al tubo, en la mesa más corta, tenía tres logotipos; un dragón verde, un tigre blanco, y un braquiosaurio negro.

– Puede que ahora sólo seas tú, pero no pude evitar diseñarlo para seis Rangers. – dijo All Might en su tono más tranquilo de Toshinori. – Sé que yo no soy un verdadero Ranger, y si Zedd y Tommy están en lo correcto sobre los Quirks, nunca me podré convertir en uno. Pero esperaba tener un sitio en la mesa. Ser su Alpha, o Haley.

– Por supuesto. – dijo Izuku, con lágrimas.

– Gracias. – dijo Toshinori, antes de volver a asumir su voz de All Might. – De acuerdo entonces, joven Midoriya, por favor coloca el Echo Morfer aquí. No tienes que quitártelo, sólo descansa el reloj en este panel.

Melissa corrió a ver, con los ojos brillándole. Izuku hizo lo que le indicaron, colocando el Echo Morfer junto a la base del pedestal que sostenía el gran tubo de cristal. El morfer se iluminó, y algunas luces de indicadores aparecieron en el pedestal. Y entonces el tubo comenzó a brillar, y una figura apareció en él.

– Y bien, ¿cómo se siente, Tommy? – dijo All Might.

– No está mal, Toshinori. – asintió el Ranger de inteligencia artificial. Tal cómo le habían dicho, se veía sólido, vivo y a tamaño real. – Tendremos que hacer algunos ajustes antes de que pueda mudarme aquí a tiempo completo. Pero con un par de procesadores cuánticos y algunos terabytes de memoria adicional, este bien podría servir como mi hogar de reemplazo.

– ¿Dr. O? – Izuku miró a su mentor, sintiéndose triste y traicionado.

– Lo siento, Izuku. – dijo Tommy algo arrepentido. – Pero como dije cuando Zedd me conectó al proyector la primera vez, dreno mucha de la energía del morfer. Honestamente, una vez que hubieras completado tu entrenamiento, planeaba volver a dormir. Pero Toshinori y Zedd propusieron esto como una alternativa. Y aunque fue difícil mezclar tecnología de la Red Morfósica con computadoras convencionales personalizadas, pudimos juntar algo que parece funcionar. Así que si puedo continuar ayudando de esta forma, y al mismo tiempo permitir que tengas toda la energía y poder computacional del morfer, es la mejor opción.

– Melissa también podría ayudarnos con eso. – señaló All Might. – Es una genio, y ha estado estudiando tecnología de la Red y las Monedas de Poder desde la escuela primaria.

– ¡YAAAAAAAAAAAAAAAAYYYYY! – Melissa empezó a chillar como una tetera hirviendo en total éxtasis por la emoción.

– Cálmate. – se rio All Might. – Todavía no le has echado un vistazo a todo el equipamiento para Rangers que tenemos aquí.

Ya se había ido. Izuku pensó que tal vez tendría un Quirk de supervelocidad o teletransportación, ya que desapareció de entre las mesas para luego reaparecer en frente de los estantes. Luego se giró y señaló a Tommy.

– Volveré por usted después.

– Ya puedes quitar tu muñeca. – dijo All Might. – Aunque necesitarás conectarla de nuevo para que Tommy pueda regresar al morfer antes de que te vayas.

– No te pongas así. – dijo Tommy amablemente, antes de sonreír. – Diablos, estoy a punto de subir tu entrenamiento al siguiente nivel. Mental y físico. En unos meses, probablemente estarás suplicando dejarme aquí permanentemente.

– Tío Might.

Melissa había dejado de poner las manos encima de la tecnología dañada y desactivada, y se volteó hacia donde estaban los tres hombres con una expresión peligrosa.

– ¿Esto lo que creo que es? – dijo con algo de rabia.

Estaba sosteniendo una foto enmarcada, concretamente una foto de All Might, Zedd y Rita. Sólo que los dos villanos reformados sostenían sus viejos báculos, y la habían autografiado. Rita había firmado su nombre normalmente, mientras que Zedd había escrito sus cuatro nombres en lista vertical para enfatizar el acrónimo.

– ¿Conociste a los verdaderos Rita Repulsa...?

– ¡No la llames así! – dijeron los tres hombres al unísono, con distintos niveles de nerviosismo.

– ¿… y Lord Zedd? ¿Te sacaste una foto con ellos? ¿Y conseguiste sus autógrafos?

Aunque la quería como si fuese familia de sangre, aunque sabía que no tenía Quirk y que apenas tenía algo de entrenamiento básico de defensa personal, aunque él era el héroe número uno del mundo y el símbolo de la paz, una corriente de aire gélido y mortal recorrió la espina dorsal de All Might.

– Lo hice. – le dijo. – Y tengo uno para ti también. Sólo estaba tratando de pensar cuándo sería más seguro dártelo. Está escondido en el apartamento.

– ¿De verdad? – La extraña y siniestra sombra en la habitación desapareció, junto con la sensación de que iba a desatarse un desastre.

– Hicimos que lo personalizaran para ti y todo. – insistió Izuku, tratando de ayudar. – Bueno, personalizados para ForeverPink, de cualquier manera.

Melissa corrió hacia ellos, atrapándolos a ambos en un abrazo.

– Te amo, tío Might. Eres el mejor tío del mundo. Y esto compensa totalmente por haberme guardado tu secreto, Midoriya-kun. Más que compensarlo, inclusive.

– Puedes llamarme solamente Izuku. – murmuró él, poniéndose rojo al máximo. – O incluso KMR, si lo prefieres.

– De acuerdo, Izuku.

– Entonces ¿qué hay de tu secreto, Melissa? – sugirió All Might.

– Sí. Supongo que no hay razón para guardar silencio. – dijo ella lentamente. – Lo que dijo el tío Might antes, sobre que no podía ser un Ranger debido a su Quirk... bueno, yo no tengo Quirk.

– Oh. – Izuku sintió como si lo hubiese golpeado un rayo. Todas sus conversaciones online. Aquella desesperación silenciosa, la sutil conexión. Dados los números, ni siquiera lo había considerado. – Yo tampoco.

Se lo dijo. Ambos se sonrieron amablemente uno a la otra. Izuku sintió una calidez en su pecho.

– Eso no fue lo que quise decir. – All Might tosió. – Estaba hablando sobre lo que asumo que estás cargando en tu mochila.

– ¿Huh? ¿Oh? ¡Oh! – exclamó sin decir palabras. Luego dejó su mochila sobre la mesa más larga, la abrió y empezó a registrar en ella por un momento. Luego sacó una caja negra de plástico. Se la presentó a Izuku y Tommy, sujetándola con fuerza pero con el cristal hacia ellos.

– Monedas de Poder. – murmuró Izuku. – O fragmentos de ellas.

– 74 por ciento de la Moneda Mighty Morphin Pink del Pterodáctilo. – Tommy la escaneó y comenzó a hacer una lista. – 10 por ciento de la Moneda Turbo Pink del Wind Chaser. 18 por ciento de la Moneda Lightspeed Pink del Med Rescue, 9 por ciento de la Moneda Mystic Force Pink del Sprite, 41 por ciento de la Moneda Operation Overdrive Pink del Sub Driver, 79 por ciento de la Moneda Lightning Pink del Lightning Gyro, y 22 por ciento de la Moneda Samurai Pink de la Tortuga.

– Eso es muy cercano. – dijo Melissa en tono monocorde.

– Lo redondeé al percentil más cercano para simplificar. – Tommy se encogió de hombros. Y entonces volteó la mirada hacia Melissa, con algo de incertidumbre. – ¿Esperas volver a ensamblarlas?

– Eso me gustaría. – confirmó ella. – Pero hasta ahora, no he encontrado una manera de fusionar los fragmentos juntos.

– ¿Y sólo has encontrado monedas rosas? – Izuku frunció el cejo al ver la colección.

– No, hemos encontrado otros fragmentos. – replicó ella. – Yo, papá, el tío Might, y algunas otras personas que conocemos. Pero yo sólo conservo las Monedas Pink. Las otras las devolvemos a las organizaciones originales, como la Academia Wind Ninja y el Templo Pai Zhua, o a uno de los museos de Rangers, si no quedaba nadie que pudiera reclamarlas.

– Los equipos Dino Thunder, Ninja Storm y Jungle Fury no tenían una Pink Ranger. – señaló el Dr. O. – Y por supuesto, no pudiste encontrar ningún rastro de las monedas de poder de los Zeo Rangers. Pero ¿no has encontrado ningún fragmento de las Monedas Squadron o Megaforce?

– No hemos encontrado ninguna de las monedas de los Squadron Rangers, no. – confirmó ella. – Pero para ser justos, yo ya había venido una vez a Japón antes de esto, y nunca fui a Kioto. Y sí hemos encontrado fragmentos de otras Monedas Megaforce, sólo que ninguna de la Pink Ranger.

Los ojos de Melissa se entrecerraron y le dio a All Might una mirada de lado al mencionar en cuanto mencionar la antigua capital. Mientras ella mantenía la atención en su tío, Izuku estudió las monedas rotas, y su expresión se tornó pensativa. Los otros dos humanos no lo notaron, pero Tommy sí.

– Izuku, más vale que nos pongamos en marcha. – dijo Tommy. – Tu mamá te estará esperando, y deberías estudiar para tu examen de historia.

– ¿Sigues en la escuela? – Melissa frunció el cejo. – ¿No se supone que las escuelas en Japón se toman libres los meses de julio y agosto?

– Sí lo hacen. – asintió Izuku. – Pero mi escuela resultó dañada en un ataque de villanos durante la Golden Week, así que tuvimos que tomarnos una semana y media de lecciones online mientras la reparaban. Nuestro director decidió que las clases remotas no eran lo suficientemente buenas, y retrasaron las vacaciones de verano una semana para compensar. Mañana es mi último día de clases antes del descanso, aunque al menos no nos hicieron tomar clases medio día los sábados.

– ¿El Dr. Oliver no puede quedarse? – Melissa hizo un puchero mirando a Izuku. Él por su parte tuvo que esforzarse por no estar de acuerdo, pero Tommy negó con su cabeza digital.

– Necesito mantener su entrenamiento en sueños, especialmente ahora que está repasando los ataques y formas durante el día.

Encogiéndose de hombros ante la chica, el joven muchacho caminó hacia la consola del tubo. Colocó su Morfer contra el panel de nuevo, y la proyección de Tommy desapareció.

– ¿Necesitas un aventón, Izuku? – preguntó All Might.

– Gracias, Toshinori, pero voy a correr. – dijo Izuku. – Eso servirá para compensar por haberme perdido la limpieza esta tarde.

– ¿Qué tal mañana? – preguntó Melissa rápidamente. Luego se echó para atrás y volvió a preguntar más suavemente. – ¿Podrías venir mañana?

Izuku miró a All Might y dijo: – Bueno, yo creí que estaríamos haciendo nuestro entrenamiento normal mañana. Si querías venir con Toshinori, podríamos hablar mientras él y yo trabajamos. Y si le digo a mamá que voy a pasar el rato con él más tarde, no le importará ya que estaré de vacaciones en ese momento.

– Definitivamente. – dijo Melissa. – Y tal vez yo también ayude. O a juzgar por tus reacciones, tal vez decida escanear la playa en busca de cualquier cosa útil.

Izuku asintió, y All Might lo acompañó afuera.

Un golpe de revés de un Cog mandó a Izuku a caer de espaldas. Antes de poder recuperarse, otro de los secuaces mecánicos cargó contra él y lo pateó en las costillas. El resto se le fue encima como un enjambre, y luego desaparecieron como éter. Tommy extendió su mano, y ayudó a Izuku a levantarse de nuevo.

– Estás distraído. – dijo Tommy, aunque no sonaba agresivo.

– Sí, bueno, fue una tarde llena de distracciones. – confirmó Izuku.

– Déjame replantear eso. – Tommy rodó sus ojos. – Estás en conflicto sobre si quieres entregarle las reliquias de Pink Ranger que Rita te dejó a Melissa.

– No. – Izuku negó con la cabeza. – Ya he decidido que se las voy a dar…

Lo dijo con poca confianza, y arrastró las palabras al final.

– ¿Pero? – inició Tommy.

– Pero... – Los ojos soñadores de Izuku se alzaron hacia el cielo.

Tommy no podía leer la mente de Izuku, más allá de los pensamientos que el muchacho presentaba a través del habla, Pero a veces, los sueños en realidad virtual se volvían un poco menos lúcidos. Igual que ahora, estaba viendo la memoria de Melissa sentada sobre el estómago de Izuku. Mientras este último recordaba esa sensación suave pero firme de la retaguardia de la chica, y luego la mirada que le lanzó a Melissa mientras veía el estante de artefactos, de espaldas al Ranger en entrenamiento.

Tommy podía simpatizar. Él también había sido un adolescente, uno que había trabajado con un número de mujeres atractivas de edades similares a la suya. Mujeres con las cuales había combatido codo a codo, en campos de fuerza metafísicos que se adherían a sus cuerpos atléticos como spandex.

Tommy levantó la mano y chasqueó sus dedos en frente de la cara de Izuku. El chico se echó atrás y se recuperó.

– No se trata de si lo haré. – dijo Izuku. – Sino de dónde y cómo. Es decir, ¿debería hacerlo mañana mismo? ¿O esperar hasta después de que Melissa y Toshinori tomen su viaje a Kioto? Podría ser un buen regalo, si es que no consigue nada.

– Yo creo que ella planea arrastrarte en ese viaje. – Tommy se rio ligeramente. – A no ser que tu mamá la detenga.

– Oh. – Izuku parecía sorprendido, pero también feliz. Luego aclaró su mente. – Y también estaba pensando que debería esperar hasta que hiciéramos algunos experimentos más, y saber si funcionarían. Si todo falla, odiaría destruir los tesoros de la señora Rita.

Hizo una breve pausa y miró a Tommy.

– A menos que me esté adelantando, ¿vamos a utilizar los fragmentos de las monedas de Melissa? – le preguntó Izuku a la proyección. – ¿Para crear una segunda Echo Moneda para ella? Quiero decir, ella tiene alrededor de dos monedas y media de material a estas alturas.

– Tal vez. – dijo Tommy lentamente. Izuku abrió su boca, pero el fantasma virtual levantó su mano. – Te dije que después que detuvimos a Demonus, todos los Rangers perdieron sus poderes, y también que el Morfer Maestro dejó de funcionar. En realidad eso fue quedarse corto. El hechizo, o sus secuelas, o una combinación de ambos, destruyeron la mayor parte de las Monedas de Poder. Por eso es que los fragmentos están manchados. Mis tres Monedas de Poder estaban mayormente intactas, ya que el Morfer Maestro las protegió, a costa de quedar dañado al punto de ser imposible de reparar. La Moneda del Black Brachio no sufrió daños, pero había una enorme grieta que atravesaba casi por completo la moneda Green Dragon. Todo el material seguía allí, pero de haber intentado usarla, se habría partido a la mitad. No era que tuviéramos la energía de la Red de todos modos. Y había una pequeña grieta en la Moneda White Tiger. Todavía le quedaba alrededor de un 97%, más que ninguna de las monedas de Melissa. Fusionarlas juntas ayudó a reparar y reemplazar el daño, pero esa, junto con compensar por lo limitada que estaba la energía de la Red, es la razón por la cual cada uno de tus Modos Ranger tienen detalles de los otros dos.

Izuku asintió.

– Entre menos intacta esté una moneda de poder, más difícil será de integrar. – explicó el Dr. O. – Digamos que ella tuviera cuatro monedas de Pink Rangers, y que cada una tuviese exactamente el 80 de la moneda original sin más daños. Tendría el equivalente de 3,2 monedas de poder, así que deberíamos poder hacer una moneda como la tuya, una con tres modos completos y varios poderes soportándose entre sí. O al menos, eso sería lo que la mayoría de la gente esperaría. Pero en realidad, no podrías conseguir una sola moneda con dos modos. El impacto de fusionar y reequilibrarlas disminuiría enormemente el poder total. Y también, ya que las Monedas Green, White y Black estaban conectadas a mí, y tenían que resonar con el Morfer Maestro, fue más fácil combinarlas.

Tommy entonces suspiró.

– Y más importante aún, no tenemos los mismos recursos que yo cuando comencé el proyecto del Echo Ranger. Rita se fue de la Tierra, y Udonna ya no está entre los vivos. Melissa es inteligente, probablemente tanto como Cam o Haley, incluso tal vez más. Pero ella no tiene tecnología de la Red Morfósica que funcione o el entrenamiento para usarla. Y sólo es una persona. Tengo muchas notas archivadas, pero no entiendo todo lo que significan. Así que si intentáramos crear una segunda Echo Moneda, no estaríamos empezando desde cero, pero tampoco tendríamos los mismos recursos que tuve antes.

Izuku ladeó la cabeza de nuevo, ahora con expresión más sombría.

– No estoy diciendo que no podamos, o que no debamos intentarlo. – le dijo Tommy amablemente. – Honestamente sí creo que deberíamos, pero quiero establecer expectativas claras. Y también señalar que tu idea de guardar el fragmento de la Moneda Wind Chaser tiene argumentos válidos para ambos lados.

Izuku pensó en ello. Luego levantó la cabeza y miró a su mentor de nuevo.

– Dr. O, ¿ayudaría si tuviéramos más fragmentos de monedas? – preguntó Izuku.

– Definitivamente. – Tommy asintió. – Pero sin saber más sobre dónde y cómo Melissa ha estado buscando, será más difícil tener confianza de que encontraremos más fragmentos de Monedas de Pink Rangers.

– En realidad, no estaba hablando de las monedas rosas. – dijo Izuku. – Estaba pensando, ya que mi moneda tiene poderes de verde, blanco y negro, tal vez podríamos compensar la diferencia con otras monedas. Darle a la segunda Echo Moneda múltiples modos de color como los míos.

– Esa… esa idea tiene mérito. – musitó Tommy. – De hecho, cuando hayamos terminado aquí, iré a investigar en línea. Ver si hay más viejos favores que pueda pedir... pero por ahora, volvamos a trabajar.

– ¡Sí señor!

El viernes, Izuku dejó la moneda rosa y el Morpher roto atrás, a petición de Tommy. Se reunió con Toshinori y Melissa en la playa luego de su segundo día de expamenes finales. Mientras él y Toshinori hacían el trabajo pesado, Melissa investigaba los alrededores. Otra vez tenía su mochila de nuevo, aunque mucho más ligera hoy con los ítems no-técnicos removidos. La joven prodigio tenía un escáner manual conectado a los dispositivos dentro de la mochila.

No encontró lo que estaba esperando. Logró encontrar algunas partes rescatables de supercomputadoras y algunas placas blindadas de titanio de categoría militar, y al hacerlo cargaron los tesoros en el auto de Toshinori.

Fueron a cenar en el apartamento de All Might, y pasaron la tarde interrogando a Tommy sobre los Rangers. La IA les dijo lo que sabía, sin traicionar confianzas. Todos se sorprendieron de saber que el Mighty Morphin Blue Ranger dejó la Tierra, se casó con una alienígena y quizás todavía seguiría con vida. Y Melissa finalmente recordó el comentario de Tommy sobre la desaparecida moneda de la Pink Zeo Ranger, así que les contó más sobre esa faceta de la Guerra de las Sombras.

El sábado por la mañana, se encontraron en Dagobah de nuevo. Salvo que esta vez, Izuku estaba practicando artes marciales primero. Toshinori y Melissa empezaron también a imitarlo, y luego de un mensaje de texto de Tommy, Izuku empezó a enseñarles también.

– El Dr. O dice que enseñar es una buena forma de recordar. – les dijo.

Regresaron al Centro de Mando justo antes del almuerzo. Toshinori hizo que Melissa les dejara entrar, para poner a prueba su acceso al edificio.

– Te daremos acceso a ti también. – le aseguró All Might a Izuku. El chico asintió, y luego descargó de nuevo a Tommy.

– ¿Pueden ir ustedes dos a almorzar por su cuenta? – preguntó Toshinori. – Hay algunas cosas que quisiera discutir con Tommy en privado.

Melissa frunció el ceño confundida, pero Izuku asintió y dijo: – Claro.

Una vez que estuvieron afuera, Melissa le echó una mirada, y preguntó: – ¿No tienes curiosidad de lo que estarán hablando?

– Sí la tengo. – Izuku estuvo de acuerdo. – Pero ellos ya se mandan mensajes de texto, así que esto sólo lo hace más rápido.

¿Qué sucede? – preguntó Tommy, una vez que los adolescentes se habían ido.

Tres cosas. – dijo Toshinori. – La primera, sobre las mejoras para el Centro de Mando, no quiero que ninguno de ellos, especialmente Izuku, oiga nada sobre el costo.

La proyección asintió.

La segunda es sobre el cumpleaños de Izuku. Y la tercera, y tal vez la principal, ya que quiero asegurarme de que hablemos de ello antes de que vuelvan, es sobre las monedas de Melissa.

Tommy no dijo nada.

Izuku necesita trabajar más en su cara de póker. – le dijo All Might a la IA en tono neutral. – Sigue mirando la caja de las monedas, pero evita hablar del tema. Como guardián temporal de Melissa, creo que debo saber lo que estás planeando. Aunque probablemente puedo adivinarlo.

– ¡Ta dá! – Izuku agitó su mano señalando un letrero.

– ¿Helado? – preguntó Melissa.

– El mejor helado de toda la prefectura. – insistió Izuku. – Es un día caluroso, y ocasionalmente debo darme un gusto. Órdenes del Doctor.

– Sí recuerdas que es un doctor en paleontología, ¿verdad? – se rio ella.

– Eso no importa, si significa que puedo comer un cono doble cada dos semanas.

Ella fingió pensar en ello por un momento.

– Tu lógica no tiene fallas. – dijo estando de acuerdo. Ambos se rieron, y él le abrió la puerta para que entrara.

– Deku.

Izuku sintió desplomar su cara al oír el gruñido familiar adentro de la heladería. No esperaba toparse con el otro chico aquí, pero también debió recordar que Bakugou Katsuki también había sido fan de este lugar, cuando aún eran amigos.

– Bakugou-kun. – dijo Izuku en tono monocorde. Tommy le había insistido a Izuku que no llamara al bravucón por un apodo amigable, ya que eso sólo lo empoderaría.

– ¿Qué estás haciendo aquí, nerd? – demandó el adolescente explosivo.

– Hace calor, acabamos de almorzar, y vinimos por un helado. – dijo Izuku simplemente, manteniendo su voz calmada. «No lo provoques, no le demuestres que estás asustado. Desconéctate tan pronto como sea posible, y evítalo.» Esas habían sido las instrucciones de Tommy. No habían funcionado del todo, pero entre eso, y su mejora en condición física, el bravucón no había podido hacer mucho más que gritarle furioso a Izuku desde hacía más de un mes.

Ese no sería el caso aquí, a menos que Izuku se diera por vencido y se marchara. Y él no iba a hacer eso en frente de Melissa.

– ¿A quién le llamaste nerd? – exigió Melissa.

– ¿A ti qué te importa, cuatro ojos? – espetó Katsuki. Luego sus ojos se entrecerraron al recordar que Izuku había usado el plural. – ¿Qué, están juntos los dos como perdedores?

Izuku se interpuso entre Melissa y Katsuki, por razones múltiples, y le lanzó una mirada al bravucón en su asiento.

– Puedes decir lo que quieras de mí, Bakugou. – evitó deliberadamente usar el honorífico. – Pero a ella déjala en paz.

– Oh. – Katsuki sonrió malignamente. – ¿Qué es esto? ¿El pequeño e insignificante Deku se consiguió una noviecita? Probablemente no. ¿Cuánto le pagaste?

Izuku siseó de rabia. En ese momento, no quería otra cosa que hundirle un puñetazo en la nariz a Katsuki. O mejor todavía, hacer mórfosis primero, y volarle algunos dientes a su atormentador.

Una mano se posó en su hombro. Era Melissa, que no parecía enfadada o insultada. Sólo estaba preocupada, por Izuku.

– Podrían ser sólo palabras… aire caliente de un bufón. – El adolescente peliverde empezó a citar cierta película en inglés. – En vez de eso, dejas que te provoque, para que caigas en su juego, y en sus reglas.

– ¿Qué diablos fue eso? – demandó Katsuki, sin entender del todo el otro lenguaje, pero sabiendo que se estaban burlando de él.

– Me gusta esa película. – dijo Melissa con afecto.

– El Dr. O me hizo ver la serie. – dijo Izuku. – Es un buen consejo. ¿Nos vamos? De repente creo que una malteada rápida y barata suena mejor.

– Sip. – Ella le sonrió y asintió.

– ¡No me ignores! – rugió Katsuki, atrayendo miradas de molestia y miedo de los otros clientes. Cogió la enorme cucharilla de metal de su sundae y se la arrojó a Izuku.

Al oír los gritos ahogados y el silbido, Izuku se giró. El utensilio volaba lenta y salvajemente por el aire, sin habilidad ni control alguno en el "ataque".

La mano de Izuku se levantó de golpe. Atrapó la cuchara por el mango, a pocos centímetros de que le diera en el pecho. Los ojos de Katsuki casi se salieron de sus cuencas, mientras Izuku miraba la cuchara y luego veía enfurruñado a su compañero de clases.

– Creo que se te cayó esto. – le dijo. Y luego, con una precisión más digna de un kunai o senbon, se la arrojó de regreso. Ésta voló recta y precisa, de vuelta en el plato de donde vino. Se enterró profundamente en el helado, salpicándole crema batida en la cara y en la camiseta a Katsuki.

Los dos salieron del establecimiento, en medio de aplausos de los clientes y apenas escuchando otro grito furioso de "¡DEKU!" detrás de ellos.

– Eso fue genial. – le dijo Melissa a Izuku con cariño.

– No era un remolque lleno de estiércol, pero hay que trabajar con lo que se tiene. – Izuku se encogió de hombros, tratando de no parecer demasiado feliz.

Melissa se rio abierta y radiantemente. Luego de un momento, él también se le unió. Ya después de que se alejaron lo suficiente, ella también se calmó.

– Espero que no sea un problema. – le dijo ella. – Pero ¿puedo preguntarte qué era esa forma como te llamaba?

– Deku. – dijo Izuku. – Es una pronunciación alternativa del kanji en mi nombre.

– Supongo que es un vacío en mi japonés. – Ella frunció el ceño. – Pero ¿se supone que signifique algo?

– Un "deku" es un pequeño muñeco de madera sin pintar. – explicó Izuku. – Según él, ya que no tengo Quirk, soy igual que uno de esos, simplón e inútil.

– Si tan sólo él supiera… – le dijo ella a Izuku. – Pero incluso sin…

Ella señaló el reloj en su muñeca.

– Pienso que tú vales por diez como él. Aunque con esa actitud, quizás serían treinta como él.

– Gracias, Melissa. – le dijo él con toda sinceridad.

– No tienes que agradecerme, es la pura verdad. – dijo ella. Luego frunció el ceño, y añadió: – Pero si vuelve a insinuar que soy una prostituta de nuevo, le daré una patada en las gónadas.

– En ese caso, tendré que enseñarte cómo evitar su Quirk. – dijo Izuku en tono muy serio.

– Te tomaré la palabra con eso.

– ¡Izuku! – Inko llamó a su hijo apenas entró a la casa. Su voz sonaba perturbada.

– ¿Qué pasa, mamá?

– Cariño, ¿por qué estás recibiendo paquetes por correo expreso enviados desde Estados Unidos? – le preguntó con severidad. Izuku parpadeó, y miró las cajas protegidas contra radiación electromagnética. Una provenía de Reefside, California, y la otra de Blue Bay Harbor, California.

– Son para Melissa. – dijo Izuku. – Pero las enviaron aquí, para que no los viera antes de tiempo. Lo siento, debí decírtelo antes, pero no sabía que los iban a enviar de esta forma, o tan rápido.

Aunque no le había dicho mucho, Inko sabía que su hijo había estado entrenando con un adulto llamado Toshinori Yagi, en quien confiaba, y que Yagi se encontraba albergando a la hija de un amigo en Estados Unidos. Izuku no había mencionado que estaba un poco enamorado de la chica, pero Inko había podido descubrir eso por su cuenta.

– Bueno, supongo que no es un problema. – Inko suspiró. – Aunque me sorprendió un poco. ¿Sabes lo que hay en ellos?

– Monedas antiguas. – dijo Izuku. – Ella las colecciona.

Inko frunció ligeramente el ceño ante eso, preguntándose por qué le sonaba tan familiar.

El domingo por la mañana, Izuku sonó la campana de la Agencia Yagi. La compañía estaba cerrada, así que tuvo que esperar afuera a que Toshinori viniera a buscarlo. Los dos caminaron en silencio hacia el Centro de Mando, donde Melissa ya los estaba esperando. Se encontraba sentada en la mesa, con una unidad de flotación desarmada en frente de ella.

– Buenos días, Izuku. – dijo ella, en inglés como era usual.

– Buenos días, Melissa. – replicó él.

– ¿Qué hay en la bolsa? – preguntó la chica, señalando la bolsa de tela reutilizable que estaba cargando.

– El almuerzo, y una sorpresa. – dijo él. – Déjame descargar al Dr. O rápidamente.

Con una facilidad practicada, caminó hacia la cámara de interfaz, y escaneó el Echo Morfer. Tommy apareció, ahora con una mirada de anticipación. Luego Izuku volvió con Melissa.

– Estas son para ti. – dijo mientras cogía de la bolsa una caja de madera de tamaño mediano, una pequeña también de madera, y una pequeña de metal.

Melissa abrió las cajas, y su quijada cayó hasta el suelo.

Esta historia continuará…


Notas del traductor:

Y con esto volvemos a la trama con los héroes, retomando el encuentro de Izuku y Melissa. Díganme ustedes si no fue adorable la forma en que ella se le echó encima. Les digo, a pesar de que en canon mi pareja favorita para Izuku es Ochaco, si ella no estuviera sin duda Melissa sería mi primera opción. Ambos realmente son muy parecidos entre sí, y esta historia sabe aprovecharlo bastante bien para darles un acercamiento muy natural. El futuro equipo de Rangers ya tiene su propia base gracias a All Might. Creo que ya era bastante obvio lo que harían con la moneda y el morfer que recibió Izuku de Rita, pero como explicó Tommy, parece que será difícil integrar los fragmentos dañados, pero si funciona, entonces Melissa también tendrá acceso a múltiples modos en su forma Ranger, igual que Izuku.

Otro detalle que estoy seguro que a muchos les habrá agradado es que Izuku ya no está siendo un felpudo con Bakugou. Creo que dice mucho que ya no lo está llamando por su apodo Kacchan, y hasta se sintió feliz por haberlo dejado humillado sin tener que golpearlo. Y créanme, no será la última vez que ponga en su lugar al rubio explosivo. Por cierto, ¿alguien más pilló las referencias a Volver al Futuro en la escena?

En fin, ya no hay más que decir por el momento. Gracias por el review a Caballero de Huitzilopoctli, nos vemos la próxima semana y que el poder los proteja a todos.