—No —dijo incrédulo, abrió mucho los ojos reflejando sorpresa.
Draco asintió a lo que acababa de contarle a Theodore Nott.
—Pensé que sería diferente, no se llevaban muy bien que digamos, ¿Verdad? —completó el chico con sarcasmo.
—Créeme no ha sido para nada lo que esperaba, tenía en mente poner distancia permanente entre ambos —enseguida hizo una pausa dónde suspiró y observó hacía la ventana de la casa de sus amigos que daba vista a un muy bonito jardín, y lo suficientemente cuidado por la pareja—. Pero en cuanto lo vi todas mis posibles barreras se quebraron, no tuve el valor y carácter suficiente para tratarlo así —Su voz sonó ligeramente apagada por el sentimiento—, se veía tan desolado, triste, dolido y no lo culpo es lo normal después de todo lo que pasó
Los recuerdos del último mes llegaron a su mente, era cómo estar en una película de drama y romance.
—¿Te causó lástima o...? —tanteó el chico.
Draco volteó rápidamente hacía él, mirándolo con molestia.
—¡Claro que no! —elevó ligeramente la voz al responder, y frunció el ceño.
—Bien ya —Theo elevó ambas manos en señal de derrota—. No quise decir eso, solo quería estar seguro de que los sentimientos fueran tan reales como en el colegio, porque según recuerdo ibas increíblemente bien con el asunto de olvidar —Comentó el chico cruzándose de brazos.
—Estoy enamorado de Harry, y él de mí, es lo único importante ahora —le miró con decisión.
Draco había encontrado por casualidad a Theodore cuando el rubio hacía el super para la cena con los amigos de Harry, específicamente por las calles de Londres. Su amigo estaba de descanso, el chico en cuestión trabajaba en el ministerio como auror y meses anteriores estuvieron trabajando en jornadas exhaustivas, yendo día y noche en búsqueda de mortifágos fugitivos, inclusive llegaron a trabajar de cerca en el departamento del rubio. Draco prefería darle la información a su amigo que a cualquier otro, a excepción del ministro. Tuvieron buena mancuerna entre ambos así como con Blaise que él teniendo más habilidades en duelos iba directamente a misiones más peligrosas y Theo era bueno armando emboscadas, no dejaba de ayudarles en el trabajo físico, pero explotaba sus habilidades en otras áreas, también era bueno rompiendo maldiciones al igual que Draco, no por nada tuvo a Voldemort viviendo bajo el mismo techo, y Snape junto a su tía Bellatrix le enseñaron cada una de esas maldiciones oscuras y cómo romperlas en caso de ser víctima, afortunadamente nunca pasó y tiempo después utilizó todo ese conocimiento para el bien.
Resultó ser uno de los días de descanso que el ministerio le estaba otorgando a las brigadas por el tiempo trabajado sin descanso. Habían sido espaciados y tuvo la suerte de encontrarlo ese día. Estaba un poco enterado sobre la reciente misión pero no tuvo la oportunidad de hablar con él y aconsejarlo. Por lo que veía ya no hacía falta ponerlo sobre aviso, pero tal vez sí a Potter, podía ser un padre soltero, buena persona, el salvador del mundo mágico y todo lo que quisiera pero no dejaba la posibilidad de lastimar a su amigo que al igual que su novia y Blaise, no permitiría que lo lastimara. Por eso le había invitado almorzar. Seguramente Pansy no tardaría en llegar, ambos chicos vivían juntos desde hacía unos meses, después de la guerra pasaron tiempo juntos en familia y con amigos, comenzaron su relación desde el último año de colegio así que no le vieron objeción para llevar su relación al siguiente nivel.
—¿Estás completamente seguro que Potter te ama? —preguntó el chico cruzándose de brazos.
—No tendría por qué mentir, menos por su hijo
—Por eso mismo, ¿No crees que le pueda estar buscándole un padre? por qué déjame decirte amigo mío —Theo colocó su mano sobre el hombro de su amigo antes de continuar—. Una pareja es mucho más que eso, es apoyarse, amarse, estar juntos en las buenas y malas —Lo miró relajado y seguro de lo que decía.
Draco se lo pensó un momento, ¿Harry sería capaz de una cosa así? Habían pasado dos meses desde que salió la noticia en el profeta anunciando que Potter se separaba. Era poco tiempo todavía para dar por sentado que su ex ya no le interesaba. Tal vez Theodore tenía razón y Harry solo estaba buscando un padre para su hijo, él adoraba a James, estaba seguro que el sentimiento era mutuo pero si analizaba la situación todo encajaba.
—¿Crees que me he dejado llevar por mis sentimientos? —preguntó apoyando su espalda en el sofá tan rápido como si le hubiesen golpeado.
—Draco no te digo esto para que muevas tú decisión, tú mejor que nadie conoce sus sentimientos y sabes por qué haces las cosas, sólo no quiero que te haga daño y vivan en una burbuja de amor falsa, tiene poco más de un mes que has estado yendo, y no han convivido lo suficiente ¿O sí? —preguntó el castaño.
—En realidad no hemos hablado claro, sólo eso que te dije, nos confesamos enamorados y nos besamos —Draco se encogió de hombros.
—Entonces no todo está mal, de todos modos sería bueno que convivan más allá de lo profesional con tú misión, sólo así te darás cuenta si Potter quiere un padre sustituto para su hijo o si de verdad quiere formar una familia contigo que es muy diferente estar los tres incluidos —dijo y entrelazó sus manos a la altura de su pecho explicando la unión a la que se refería.
—Puede que tengas razón —al final coincidió.
—¿Razón de qué? —Una voz femenina conocida para ambos se escuchó enseguida, no se habían dado cuenta de cuando apareció.
—Amor —Theo sonrió acercándose a su novia, le besó en los labios y le abrazó.
Su novia le devolvió el efusivo abrazo y el beso, luego enfocó la mirada en su amigo.
—Draco, ¿Qué haces por acá? —la chica se acercó a su amigo aún sentado en el sofá, se inclinó a su altura y le abrazó.
—Pansy —Le besó en la mejilla—. me encontré a tú novio en el super —explicó.
—¿Consiguiendo salsa inglesa y palomitas de maíz? —Los chicos rieron, Theo rodó los ojos.
Su último descubrimiento habían sido las palomitas que vendían en el mundo muggle, las habían conseguido en una feria callejera ganándose la fascinación del chico lo cual sus amigos no dejaron pasar y hacerle bulla. Lo siguiente que descubrió fue la salsa inglesa que por alguna razón le pareció fascinante el sabor y lo fue más cuando una tarde le vieron comiendo un tazón lleno de estás repleto de salsa inglesa, sus amigos no dejaron de decirle que era asqueroso y el castaño procedió a ignorarlos y comerlas con mucho más entusiasmo. No entendían cómo le podía gustar una combinación tan rara.
—Sólo fue una vez, no voy a estar comiendo eso todo el tiempo. mi cuerpo perfecto me lo impide —Señaló su propio abdomen.
—Bueno eso sí —Pansy le guiñó un ojo y le besó.
—No me gustan las muestras de amor tan empalagosas —dijo el rubio fingiendo molestia.
—Tú mejor no digas nada que sigues babeando por Potter —La chica se giró hacía él dedicándole una mirada de advertencia.
—Será mejor que escuches lo que tiene que decir... mientras iré a ver si ya está el almuerzo- Theo se alejó de su novia y amigo para dar paso a la cocina.
—¿Contarme qué joven Malfoy? –La postura de brazos cruzados y mirada seria ocasionó al rubio reír, no podía tomarla en serio siendo así.
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Minutos después de haberle contado lo sucedido con Potter y un resumen de la plática con Nott, la chica le miraba seria, seguramente conflictuada en sus pensamientos.
—Draco concuerdo con mi novio, Potter ha aceptado tú ayuda y tal vez esté confundiendo sus sentimientos, aunque déjame decirte que él día que fueron al consultorio noté una conexión muy fuerte entre ustedes —confesó.
—¿De verdad?
La castaña asintió.
—De todos modos no tomes decisiones precipitadas hasta no estar seguro de sus sentimientos y qué no busque solamente a un padre, porque sí, una pareja es mucho más que eso —completó estando de acuerdo con Theodore.
Draco asintió a lo dicho por ella a su vez que veía a su amigo yendo a su novia, le abrazó por detrás de la cintura dándole un beso en la mejilla. Podía tomar nota de cómo eran sus amigos en su relación, le gustaría mucho tener algo así de bonito, que le mirasen con adoración cómo Theo a su Pansy, o con un profundo amor de Pansy a Theo, ojalá no estuviera equivocando su decisión con Harry.
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Después del almuerzo Draco llevó las cosas a su departamento dónde todo lo que iba encogido en una bolsa de papel volvió a su tamaño original. Observó cada uno de los ingredientes comprados mientras analizaba el consejo de sus amigos, sería buen comienzo hablar con Harry, si desde un principio no aclaraban las cosas en un futuro sería peor y tampoco estaba dispuesto a sufrir por su culpa otra vez.
Aunque si lo analizaba mejor, él mismo había enfrentado a sus amigos por él y si no quisiera tener algo bien con él definitivamente no lo hubiera hecho y menos hacer el comentario de conocerlo antes de hablar para bien o mal de él. Sonrío por acto reflejo, Harry siempre había puesto su mundo de cabeza y esa ocasión no sería la excepción.
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Ya estaba sonriendo desde que escuchó la chimenea, tal vez estaba tan nervioso como él.
—Hola —se anunció el rubio, traía la misma bolsa de papel de hace unos momentos.
Harry volteo y sonrió más. Caminó hacía él y tomó la bolsa que traía.
—Te esperaba más tarde —Harry lo miró con un brillo peculiar, Draco sonrió, ambos se adentraron a la cocina y Harry dejó la bolsa de papel sobre la barra.
—Necesitaremos algo de tiempo por qué haremos un menú completo —Draco caminó al otro lado de la barra y mirarlo de frente.
—¿Qué vamos a cocinar? —la ilusión en sus ojos le dio un vuelco en el corazón.
—¿Piensas ayudarme? —preguntó alzando una ceja.
—Claro, no voy a dejarte solo, lo haremos en conjunto como todo de ahora en adelante —las palabras de Harry lograron el efecto deseado en Draco, estaba seguro que no se equivocó en su decisión.
Tomó su mano y depositó un beso en esta, Harry sonrió ante el gesto.
—Draco me gustaría aclarar un par de cosas contigo —su rostro se tornó serio de pronto. El nombrado se asustó.
—¿Qué cosas? —preguntó en tono calmado, agradecia tener la capacidad de ocultar sus sentimientos cuando se lo proponía.
—No quiero que tengas la idea de que estoy en búsqueda de un padre para James, él es lo más importante para mí y lo que menos quiero es hacerle un mal —comenzó—. Por otro lado tú has demostrado quererlo sinceramente y has estado conmigo en los momentos más complicados para mí —la sonrisa volvió a su rostro devolviéndole el alma a Draco.
—Adoro al niño y a ti, me gustaría que pudiésemos convivir más como ahora y ver si realmente algo sólido se puede dar...- Le sonrió de vuelta.
—Mi mayor sueño es formar una familia llena de amor y felicidad, no quiero dar por sentado que contigo lo tendré si no te sientes listo para ello... Sabré esperar y...
Draco no le dejó terminar, pues le besó con tanta desesperación como le fue posible.
Era un beso pasional, lleno del amor que se juraban silenciosamente. Sus lenguas comenzaron a enredarse lentamente, era un sabor adictivo para ambos, sus labios encajaban perfectamente, el rubio posó sus manos en sus mejillas y el azabache le tomó por la espalda pegándole a él.
Se apartaron por falta de aire y volvieron a unir sus labios. Harry sintió la espalda de Draco fuerte y marcada, ansiaba sentirla completamente, mientras que el más alto sentía la piel del chico que estaba enamorado desde el colegio, ardiente, muy suave y reaccionando tan bien ante él.
—Te quiero Draco —habló durante el beso.
Él nombrado detuvo los movimientos de sus labios y se apartó para mirarlo. Sintió algo dentro de su pecho que se expandía a toda velocidad, no era justo, quería ir despacio con él pero así no le iba ser posible, le sonrió y antes de volver a besarle pronunció.
—Yo también te quiero Harry
El azabache sonrió y le besó suavemente, estaban listos para empezar una nueva etapa en su vidas.
