Este fanfic es del género Romance, Amistad, Drama, Superhéroes y Fantasía.
Los personajes pertenecen a Toei Animation, yo solo creé una historia con estos puesto que me gusta mucho la serie de las Chicas Súperpoderosas Z.
He obviado los honoríficos en esta historia para facilitar la lectura.
Ya dicho esto, disfruten del fic :3.
Clases Particulares
Después del incidente del hombre con bolsas de compra las chicas no perdieron de vista ni un segundo a los chicos hasta llegar a la casa de Momoko. Cuando ya habían cerrado la puerta y se habían asegurado de que los chicos estaban tranquilos en la sala de estar decidieron hablar entre ellas.
- Chicas hay que dividirnos -dijo Momoko- Kaoru tu ayuda a Ryo, Miyako tu ayuda a Ikki y yo ayudo a Tatsuya.
Kaoru se cruzó de brazos.
- ¿Desde cuándo que hacemos lo que tú dices?
Momoko estuvo a punto de decir que ella (como Powerpuff Girl rosada) era la inconfundible líder del equipo, pero recordando que no estaban solas se mordió la lengua.
Kaoru suspiró mientras negaba con la cabeza.
- Esta bien, pero dudo mucho que logremos hacer nada.
Kaoru tomó del brazo a Ryo (Boomer) y se lo llevó a la habitación de Momoko. El pobre no pudo reprimir una mirada de cachorro que dedicó al equipo que se iba a quedar en el comedor.
Momoko invitó a sentarse en la mesa del comedor a Tatsuya (Butch) y este accedió mientras que Miyako se quedó con Ikki (Brick) en los sillones de la sala de estar.
Clase de Lenguaje con Momoko y Butch:
Momoko le acercó a Tatsuya un libro de niños.
- Esta es una A -le dijo apuntando a la página de la A que tenía el dibujo de un árbol- y esta es una B -en la siguiente hoja había una B y un dibujo de un barco.
- Eso ya lo sé leer -dijo con brusquedad el chico.
Momoko frunció el ceño.
- Entonces... la palabra ARBOL tiene dos silabas AR y BOL, si quieres las puedes separar en aplausos así, AR -aplauso- BOL -aplauso-, ARBOL -dos aplausos.
Butch arqueó una ceja bastante molesto.
- Eso también lo sé, no tengo 5 años -dijo antes de caer en cuenta de que tenía tres años de vida.
Matemáticas con Brick y Miyako:
Miyako dibujó un 12, un 24, un 36 y un 48 en su cuaderno.
- Esto es el número doce y ese de ahí es el veinticuatro, veinticuatro es el doble de doce y eso se escribe como dos por doce... - Miyako se detuvo al ver a Ikki hurgándose la nariz se detuvo- Ikki, ¿Me estás escuchando?
- ¿Ha? -el peli-naranjo miró a Miyako con poco interés.
- Ikki, te aviso que no voy a estar persiguiéndote de un lado a otro tratando de que prestes atención a la materia. -Dijo ella un tanto molesta.
Ikki terminó de hurgarse la nariz y botó el moco al suelo.
- ¿Qué hora es? -preguntó el pelirrojo.
- Son las cuatro cuarentaicinco -contestó Miyako un poco extrañada.
- ¿A qué hora terminaremos todo esto? -volvió a preguntar.
- A las nueve y media aproximadamente teniendo en cuenta cómo vamos con la materia -respondió la rubia frustrada.
Ikki (Brick) frunció el ceño.
- Eso significa que quedan cinco horas y veinticinco minutos para que me largue de aquí.
Miyako se puso feliz al acto.
- Muy bien echo Ikki -exclamó ella.
Ikki (Brick) se estaba rascando el vientre.
- ¿He? -preguntó.
- Acabas de hacer rápidamente un cálculo mental -explicó la chica de ojos celestes con alegría.
- Y eso, ¿Qué tiene que ver conmigo? -preguntó el chico de ojos rojos sin entender.
- Eso quiere decir que pronto podremos empezar con cálculos más avanzados -respondió la chica, estaba tan alegre que a Brick le dio asco.
El chico ligeramente moreno sacó la lengua asqueado.
- Mejor no haber dicho nada -dijo este.
Geografía con Kaoru y Boomer:
Kaoru puso sobre el escritorio de Momoko un atlas de mundo, en las primeras hojas había una breve descripción de los diferentes relieves del mundo.
- Esto es una montaña -explicó la chica de pelo gris.
- Ya lo sée -dijo Ryo estirándose hasta caer de espaldas sobre la cama de Momoko.
Kaoru empezó a cabrearse.
- Esto -apuntó el Mar Mediterráneo- es el Mar Mediterráneo, el lago de agua salada más grande del planeta.
- También lo sé. Estoy aburrido -pataleó de espaldas sobre la cama de Momoko.
La chica no pudo seguir aguantando. Con fuerza Kaoru golpeó el escritorio de Momoko y se levantó de la silla furiosa.
- ¡Presta atención descerebrado! -gritó con tanta fuerza que los otros la escucharon- O prestas atención o te callo de por vida.
Boomer al comienzo tuvo ganas de replicarle, pero luego se lo pensó mejor y decidió poner una cara triste y llorar.
- ¡Buaaaaa!, ¡La chica mala me va a matar!
Miyako fue la primera en entrar a la habitación.
- ¿Qué pasó aquí? -preguntó desconcertada la chica de ojos celestes.
- Este idiota se puso a llorar -explicó Kaoru.
- *Snif* no la escuches -dijo Ryo lloroso-, ella me dijo que me iba a matar.
El RRBZ azul acordándose de las series de comedia que tanto le gustaba ver se tiró a los brazos de Miyako y esta le acarició la cabeza bastante desconcertada, pero a los pocos segundos empezó a tomarle cariño cosa que hizo sentir mareado a Boomer hasta el punto de desmayarse, justo en ese momento Brick entró a la habitación echando humo por las orejas (no literal).
- Esto es toda tu culpa -exclamó antes de que Boomer se desmayara al 100%- ¿No sabes que mi hermano es muy sensible?
Miyako agarró a Ryo para evitar que callera al suelo y se golpeara.
- ¡Mira! -exclamó enojado-, hasta se desmalló por el miedo -Ikki (Brick) empujó a Miyako con brusquedad y tomó del brazo al inconsciente RRBZ azul-. Aléjate de él, le estás pegando tus piojos.
Ahora Kaoru sí estaba furiosa. Ella se paró del asiento y trató de agarrar al insolente de Ikki para ahorcarlo, pero Miyako se adelantó interponiéndose en su camino.
- Kaoru tranquilízate -le dijo Miyako.
- ¡Miyako, déjame ir! -gritó furiosa la chica de ojos verdes.
En esos momentos Boomer recobró la conciencia y divertido vio cómo las dos chicas forcejeaban frente a sus ojos.
- ¿Qué está sucediendo aquí? -preguntó Momoko entrando a su habitación.
- Nada -dijo Ryo poniéndose bajo el umbral de la puerta, tras de él Ikki estaba incitando a Kaoru mientras que Miyako a duras penas la lograba contener.
- ¡¡Maldito cobarde, te voy a matar!! -gritó Kaoru.
- A ver si me alcanzas mujer de las cavernas -le respondió Ikki entre risas.
- Kaoru, contrólate por favor -le pidió Miyako.
Ryo se apoyó en el umbral de la puerta para estar más cómodo, Momoko no podía creer lo que estaba sucediendo.
- Creo que...
- ¡¡¡Haaaa!!! -gritó Kaoru.
- Na, na, na, na. No me puedes atrapar -canturreó el peli-naranjo.
- ¡Ikki, no te saques los pantalones!, ¡Kaoru, tranquilízate por favor! -gritó Miyako al borde de la desesperación.
Momoko empujó a Ryo y entró a su habitación, dentro Ikki efectivamente se había bajado el pantalón y le mostraba el trasero a Kaoru.
- ¡¡¡TODOS SALGAN DE MI HABITACIÓN AHORAMISMO!!! -gritó Momoko tan fuerte que unas mujeres que justo pasaban frente a la casa se asustaron.
Bueno, después de una larga charla Momoko, Miyako y Kaoru decidieron trabajar juntas y no por separado como lo habían hecho antes. Las cosas fueron sobre ruedas y a las pocas horas ya habían creado entre los seis un estructurado sistema de aprendizaje donde quedaba claro que cuatro de los cinco días de la semana los RRBZ estudiarían con las chicas hasta que alcanzaran el nivel de conocimiento del resto de los chicos de su clase. Estaban terminando una lección de Biología cuando la madre de Momoko entró en la casa.
- Hola Momoko -saludó Kakiko a su hija cerrando la puerta tras de si, cuando vio a los RRBZ se quedó quieta en su lugar- ¿Quiénes son estos chicos?
- Hola mamá, ellos son Ikki Mojo, Ryo Mojo y Tatsuya Mojo.
Los aludidos saludaron con una mano a la recién llegada, ella les dedicó una sonrisa forzada.
- Pero… ¿Qué hacen aquí? -preguntó Kakiko.
- Ellos jamás habían ido a la escuela o preparatoria antes de hoy por lo que nuestra profesora de matemáticas nos asignó como sus tutoras. -Le explicó Momoko.
Kakiko le dedicó una media sonrisa a su hija.
- Qué bien que los ayudes, pero me pudiste haber avisado antes. -Le dijo, en ese momento Momoko calló en cuenta de que no le había avisado a ninguno de sus dos padres que traería a tres desconocidos a su casa.
- Lo lamento, se me olvido. ¿Me disculpas? -preguntó Momoko.
- Con una condición -dijo Kakiko.
- ¿Cuál? -preguntó su hija extrañada.
- Les tendrán que enseñar a cocinar -sentenció la mujer pelirroja.
- ¿Quéeee? -exclamaron los chicos completamente asombrados.
- Está bien, lo haremos -accedió Momoko -, pero ¿Por qué cocinar?
- Bueno… hoy en día hay muy pocos hombres que saben cocinar, -explicó la madre de Momoko dando gran importancia a sus palabras- además, hoy invité a unos amigos a cenar y no tengo nada preparado.
Si esto fuera un anime les aparecería una gotita detrás de la cabeza a todos los presentes.
- Está bien mamá, lo que tú digas -dijo su hija todavía un poco descolocada.
- Fantástico, aprovechando que son seis los dividiré en tres grupos -dijo Kakiko.
- Grupos de dos personas -especificó Ryo haciendo gala de su nuevo conocimiento.
- Muy bien Ryo -lo felicitó Miyako, este le dedicó una amplia sonrisa de autosuficiencia.
- Sí, grupos de dos amm… ammm… -balbuceó Kakiko- Tú, chico de ojos rojos.
- ¿Sí? -preguntó Brick.
- Tú harás el postre con mi hija Momoko. A ver quién más amm… -fingió ponerse pensativa- chico de ojos verdes.
- ¿Me hablas a mí? -dijo Tatsuya.
- A ti te tocará hacer la cena con la guía de Kaoru. -decidió Kakiko, esto no le gustó a Kaoru.
- ¿Por qué me toco con él y no con Ryo? -preguntó Kaoru tratando de no sonar irrespetuosa.
- ¿No te parece obvio? -preguntó Kakiko, Kaoru no dijo nada- Es porque él y Miyako hacen una pareja perfecta -los aludidos se sonrojaron, aunque Boomer no entendió bien el porqué de su reacción-. Bueno, a cocinar, yo daré las instrucciones.
- Disculpe señora Akatsutsumi ¿Qué tenemos que hacer Ryo y yo? -preguntó Miyako.
- Ustedes van a ordenar este lugar y tender la mesa -explicó Kakiko.
Dicho esto las PPGZ obligaron a los RRBZ a lavarse las manos con agua y jabón hasta la altura del codo, ya limpios (o relativamente limpios) los RRBZ empezaron a trabajar dándose las siguientes conversaciones:
Miyako llevó a Ryo hasta la sala de estar.
- Bueno, tenemos que empezar barriendo el suelo. -Dijo mientras evaluaba el estado de la sala de estar- Por favor ¿Me puedes alcanzar una escoba?
- ¿Qué es una escoba? -preguntó Ryo tratando de molestar a Miyako.
Miyako caminó hasta un armario y sacó dos escobas.
- Esto -dijo poniéndole una escoba en la mano.
Boomer miró la escoba de plástico con curiosidad.
- ¿Así son las escobas en la vida real? Wow, creo que no tenemos una de estas en casa -mencionó sorprendido por el colorido y lo liviana que era.
- ¿En tu casa no barren con escobas? -preguntó Miyako un poco extrañada y divertida a la vez.
- Mamá es una mujer tecnológica por lo que generalmente usa una aspiradora, aunque… -hizo memoria de una vez que Mojo le avisó que iba a barrer la acera- un par de veces la he visto usar una cosa que probablemente es una escoba… pero de bruja.
Miyako empezó a reír descontroladamente, Boomer se sorprendió bastante pero no pudo evitar que una media sonrisa apareciera en sus labios.
Momoko e Ikki acababan de limpiar el mesón de la cocina, mientras lo hacían habían discutido sobre bastantes temas, estaban por empezar a cocinar cuando llegó la madre de Momoko.
- ... el color rojo es un color de súper héroes y... -Momoko dejó de hablar cuando vio su madre llegar- Mamá ¿Qué postre quieres que hagamos? -le preguntó.
- Mmmmm…
- No lo pensaste ¿Verdad? -adivinó su hija.
- Se me olvidó -Admitió Kakiko.
- ¿Qué tal si cocinamos unas galletas y las acompañamos con helado? -preguntó la chica de ojos rosados.
- Déjame revisar primero la receta -pidió la mujer de cabello naranjo y ojos rosados.
Momoko sacó un libro de recetas de un estante y después de hojearlo un poco se lo pasó a su madre abierto en una página donde había una receta de galletas de vainilla.
- Está bien -accedió la madre de Momoko pasándole a su vez el libro a Ikki- ¿Podrías buscar estos ingredientes? Todo debería estar en la alacena.
Brick botó al suelo el libro y se cruzó de brazos.
- ¿Por qué lo haría? -preguntó.
Momoko lo tomó de la oreja.
- No le hables así a mi madre -lo regañó.
- Ay, ay, ay, ni creas que con algo así lograrás obligarme -aseguró el RRBZ rojo a lo que Momoko contestó torciéndole la oreja con fuerza, Ikki tuvo que reprimir una mueca de dolor cuando la chica hizo eso-. Bueno, bueno, lo haré pero deja de tocarme que se me pegarás tus piojos.
Por el último comentario Momoko le dobló aún más la oreja pero luego lo soltó. Brick, ya libre, recogió del suelo el libro.
- U… -Ikki empezó a leer en voz alta- unna ttt… tasssa de a… ari… ¿Qué dice? -se rindió.
- Una taza de harina, eso es lo que dice. -Le contestó Momoko.
- Ya lo sabía -mintió el pelirrojo, pero luego cayó en cuenta de algo sumamente importante- ¿Qué tipo de harina? ¿Almendras, arroz, maíz…?
- ¿Estás segura de que estarás bien? -preguntó Kakiko mirando al peli-naranjo con renovada desconfianza.
- Sí -aseguró ella abrasando con un brazo al chico, esto tomó por sorpresa a Brick.
Kaoru y Tatsuya ya habían terminado de seleccionar los ingredientes que iban a ocupar para preparar el platillo que Kaoru había elegido. Kakiko se escondió en el umbral de la puerta para espiar a la pareja verde.
- Tatsuya tú vas a preocuparte de poner el cronometro y yo cocino -decidió Kaoru.
Butch no estaba muy conforme con su trabajo.
- Esta bien pero… ¿Qué hago después de ponerlo? -preguntó con su tono de voz ligeramente seria.
- Te quedarás parado mirando -sentenció Kaoru mientras empezaba a quitar la grasa del trozo de carne que estaba descongelado en la nevera.
La mamá de Momoko se quedó mirando un tiempo esperando que algo interesante ocurriera, pero Kaoru y Tatsuya no se dirigieron ni una mirada.
- ¿Qué harán? -preguntó Kakiko entrando en la cocina.
Butch la miró sin mucho interés.
- No se…
- No se puede decir es sorpresa -lo interrumpió Kaoru tratando de parecer natural, aunque no le resultara.
- Tu em… ¿Cómo te llamas? -preguntó la madre de Momoko, no era muy buena con los nombres.
- Tatsuya Mojo -contestó el chico de cabello gris y ojos verdes.
- Tatsuya Mojo… -Kakiko trató de memorizar el nombre del chico de ojos verdes- ¿Cuál es tu trabajo Tatsuya-kun?
- Es poner el cronometro a funcionar -contestó este con una mezcla de indiferencia y aburrimiento.
Kakiko esperó unos segundos con la esperanza de que Kaoru le diera un nuevo trabajo a su compañero de cocina, eso nunca ocurrió.
- Y… ¿Qué más haces? -preguntó la adulta.
- Nada -respondió con sencillez-, y no me puedo sentar en una cilla porque Ryo y esa chica Miyako las pusieron sobre una mesa para limpiar mejor el suelo.
- Esta mal que no hagas nada entonces… mmm… -la madre de Momoko fingió meditar cuál sería el mejor trabajo para el RRBZ verde (aunque obviamente no sabía que era un RRBZ), Kaoru por dentro rogó que la madre de una de sus mejores amigas no dijera nada- Tú ayudarás a Kaoru cortando los vegetales.
Kaoru golpeó la tabla de cortar con la parte de abajo del mango del cuchillo.
- ¿Cómo quiere que corte los vegetales? ¿En tiras, cubos o rodajas? -preguntó Tatsuya para el asombro de las mujeres ahí presentes.
- En rodajas -contestó Kaoru muy sorprendida, Tatsuya sonrió divertido, al final ella no era tan impenetrable como parecía.
Fue una hora y media de trabajo sin descanso para los chicos y las chicas, pero el resultado fue satisfactorio y las conversaciones interesantes (sí, Kaoru y Butch se pusieron a molestarse entre ellos, digo, conversar).
- Mis amigos deben de estar por llegar -dijo Kakiko mirando su reloj- ¿Chicos quieren quedarse a cenar?
A Momoko no le agradó mucho la idea.
- Dudo que haya suficiente comida -dijo su hija.
- Kaoru-san y emmm… ¿Tatsuya-kun? ¿Hicieron comida de sobra? -Preguntó Kakiko.
Kaoru maldijo para su adentro.
- Cocinamos todo el trozo de carne que estaba en la nevera -contestó ella.
Boomer entendiendo que ese era una gran oportunidad para comer cosas sabrosas decidió por sus hermanos.
- ¡Nos quedaremos a cenar! -exclamó triunfante, la mujer le sonrió.
- Qué bien Roy-kun -dijo la madre de Momoko con gran alegría.
Boomer se puso rojo de la vergüenza por el error de la madre de Momoko. Brick se puso a reír a carcajadas y eso no le gustó a la mamá de Momoko - ¿De qué te ríes Ikko-kun?
- ¡Oiga señora! -Ikki estaba tan enojado que su cara parecía como si hubiera comido un chile picante- ¡¿Por qué me llamó Ikko?! ¡Yo soy Ikki! ¡¡Ikiii!!
Momoko agarró a Ikki por una oreja.
- No le hables así a mi madre -dijo esta por segunda vez en el día.
- ¡Suéltame mujer detestable! -exigió el RRBZ rojo.
- Mamá de Momoko -Ryo se acercó a la mujer pelirroja con una sonrisita en el rostro-, no es por molestarla pero mi nombre es Ryo, no Roy.
Kakiko le devolvió la sonrisa.
- ¡Oh!, lo lamento, tengo muy mala memoria para los nombres -dijo Kakiko un tanto avergonzada.
- ¡¡SUELTAME!! -gritó Ikki.
- No hasta que te disculpes con mi madre -respondió Momoko.
- Momoko, deja al chico en paz -exigió su madre con voz autoritaria.
Momoko soltó la oreja de Brick.
- Niñas, ¿Me podrían decir si estos chicos saben o no cómo comportarse en la mesa? No quiero ni imaginarme el desastre que sería si la respuesta fuera no. -Dijo la adulta.
- Chicos - Miyako los llamó-, ¿Saben usar unos palillos para comer?
Los tres chicos se miraron sin saber que responder, Butch inesperadamente sonrió con malicia.
- Yo sé comer con palillos pero estos dos no saben diferenciar una copa para vino blanco y un vaso de cerveza -dijo haciendo gala de sus conocimientos.
- Wow, Tatsuya, eres sorprendente -dijo Kakiko muy sorprendida.
La verdad es que una vez habían engañado a un par de chicas ricas para robarles sus bolsos, en el reparto del botín Butch se quedó con un libro sobre etiqueta y solo de aburrido se lo memorizó, esos conocimientos le habían servido para engañar a cientos de chicas invitándolas a citas que ellas terminaban pagando.
Butch se pasó casi una hora entera criticando a sus hermanos por sus horribles modales sobre la mesa, a Momoko y Miyako les hartó bastante sus aires de superioridad pero Kaoru estaba pasando un gran rato ayudando a Butch a crear nuevos insultos para sus hermanos por lo que estas lo dejaron estar.
Cuando llegaron las amigas de la mamá de Momoko todos se congregaron en la mesa y podemos resumir que todo salió bien, siempre y cuando no tengamos en cuenta el incidente del trozo de carne que se calló al suelo, Boomer quiso ir a recuperarlo pero Kaoru lo amenazó indirectamente dejando caer "accidentalmente" su cuchillo para carne a unos pocos centímetros del pie del RRBZ azul.
Después de cenar entre los seis lavaron y secaron los platos y servicios sucios, cuando todo estuvo limpio Kakiko se dirigió a los nuevos amigos de su hija.
- Chicos, creo que hace mucho frio afuera entonces los llevaré a su casa en mi auto -les propuso amablemente.
- Como usted quiera -respondió Butch levantando los hombros.
Los chicos que de tontos tienen poco le dijeron a la mamá de Momoko que los dejara una cuadra antes de llegar a la casa de Mojo porque era un poco sospechoso el hecho de que vivieran en una casa en ruinas en un barrio de edificios modernos. Cuando llegaron a la casa estaban tan cansados que no se dedicaron a molestar a Mojo Jojo, cosa que puso muy feliz al antiguo villano.
Día 2
- Buenos días mis niños, Mojo está muy contento de verlos esta mañana -dijo Mojo Jojo dejando la bandeja de desayuno en medio de la habitación.
La casa de Mojo era una vivienda de construcción americana con tejas moradas, murallas pintadas de color morado oscuro y ventanas sin vidrios, la verdad es que esta vivienda había estado abandonada durante años debido a su mala ubicación por lo que Mojo la compró muy barata después de notar que el 90% de las veces que era derrotado caía dentro de esa propiedad. La casa era modesta, no poseía cuadros, alfombras o muebles de gran tamaño, solo dos mesas pequeñas de plástico, un sillón y una televisión antigua en la sala de estar, tres colchones y tres baúles renovados por Mojo (uno de color rojo, otro verde oscuro y el tercero azul rey) en la primera habitación del segundo piso mientras que la segunda habitación había un saco de dormir morado y una pequeña mesa de plástico. La verdadera joya de la casa de Mojo era el gigantesco subterráneo de paredes reforzadas donde Mojo construía sus inventos, los RRBZ habían tratado de entrar en ese lugar cientos de veces pero los sistemas de seguridad de Mojo no se los habían permitido, había sido un descuido del mono lo que había permitido que se llevaran uno de sus antiguos robots que pensaba tirar en el vertedero.
Los tres chicos se despertaron casi al mismo tiempo.
- Mamá, ¿Por qué nos despiertas tan temprano…? -se quejó Boomer hasta ver el decente desayuno que les había traído su creador- ¡¡Panqueques!! -gritó antes de tirarse sobre la pila de panqueques que Mojo había traído.
Los tres chicos comieron el desayuno con una brutalidad digna del mejor de los monstros.
- ¿Por qué nos trajiste esto? -preguntó Butch con la boca llena.
- Porque ayer los vi llegar muy cansados y pensé que lo que sea que hubiese hecho fue muy importante y por eso necesitan más energía para seguir adelante. -Mintió el mono que bien sabía lo que habían hecho sus chicos el día anterior.
- Gracias mamá -dijo Boomer antes de tomar un trago de miel de maple.
Cuando los chicos terminaron de desayunar cayeron en cuenta de que todavía llevaban puesto el uniforme escolar, acto seguido empezaron a entrar en pánico ¿Qué le había pasado a sus súper-trajes?
- ¿Qué pasa a los pequeños niños de Mojo? -preguntó el mono irradiado con rayos Z negros.
- Nada, solo estaba preguntándome de dónde vino esta ropa -respondió Boomer, no creía que el mono fuera merecedor de saber sobre sus vidas privadas.
- Lamentablemente no puedo contestar esa pregunta pero creo que puede tener algo que ver con el paquete gigante a su nombre de la entrada, ¿Quieren verlo…?
Mojo no pudo terminar la frase, los tres adolescentes corrieron hasta el primer piso (bueno, piso -1 ya que el primero había colapsado hacía varios años y Mojo no se había dado el tiempo de hacer uno nuevo, de ahí que tuvieran que compartir habitación siendo una casa tan grande) donde efectivamente había una enorme caja en medio de la sala de estar.
Los tres saltaron al mismo tiempo y destruyeron la caja que dentro tenía tres largas cajas etiquetadas con el color rojo, azul y verde. Los tres chicos pelearon un rato antes de descubrir que las etiquetas los representaban a ellos. Dentro de las cajas había ropa informal, uniformes escolares, útiles escolares, cuadernos, mochilas y ¡Dinero! No era mucho dinero pero sí lo suficiente como para que los chicos empezaran a pensar en la posibilidad de comprar algo en vez de robarlo.
Cuando por fin lograron salir de su asombro descubrieron que en cada una de las cajas había una nota impresa, Butch las recogió todas.
- Mamá, creo que huele a quemado -mintió Butch.
- ¡Oh, se me quedó la estufa del patio encendida! -mintió a su vez Mojo-, no se preocupen mis niños de Mojo, volveré en un rato más.
Cuando Mojo salió de la casa, la cocina que originalmente se encontraba en el primer piso había sobrevivido al colapso del suelo, pero era tan peligroso que Mojo la había transformado en una sala de calderas antes de que los chicos nacieran por lo que la cocina era un pequeño sector del patio limpio de malezas.
Butch al notar que Mojo no podía oírlos empezó a leer una de las notas.
- "Estimados Rowdyruff Boys, soy Miss Vallum, la secretaria del Alcalde de Tokio. El Alcalde me pidió que les hiciera llegar estas cajas con cosas que les puedan ser útiles para su vida escolar, si necesitan algo más háganmelo saber y yo se lo informaré al Alcalde para que evalúe el costo he implicancias. Les agradezco el haberse dado el tiempo de leer esta nota. Cariños. Miss Vallum." -leyó Butch antes de destruir el papel y guardar los otros dos en sus bolsillos, luego buscó entre sus nuevas cosas hasta que encontró lo que buscaba, un reloj- según esto falta media hora para que empiecen las clases, lo mejor será meter nuestras cosas en las mochilas he irnos corriendo a la preparatoria.
- ¿Por qué tenemos que ir? -se quejó Boomer.
- Porque nos hará bien -contestó Butch un tanto irritado mientras metía en su mochila los útiles escolares que le habían regalado.
- Pero en la preparatoria no podemos hacer nada -se quejó Boomer, él a diferencia de sus hermanos sí se había dado cuenta de los guardaespaldas y cámaras de seguridad de la preparatoria.
- ¡Queremos ser más altos he inteligentes! -le recordó Brick con cierta exasperación-, además… -Brick tomó el dinero entre sus manos- si seguimos con este trato podemos seguir pidiéndole dinero al Alcalde y con eso comprar cosas que no podemos robar.
Butch suspiró "Brick, eres muy fácil de convencer" pensó con desanimo.
Boomer al escuchar las palabras de Brick pensó en las cosas que siempre había querido robar pero que por vergüenza nunca lo había hecho, ahora, con su dinero propio podía ir de incógnito a una tienda y comprar esas cosas sin levantar sospechas, eso era simplemente genial.
- ¡Yujúuuu! Vamos a la escuela -dijo el RRBZ azul con gran emoción.
El receso de almuerzo estaba por terminar cuando las PPGZ se juntaron a conversar sentadas en una banca en el patio de la preparatoria.
- Esos chicos volvieron, eso significa otro día más de estudio -dijo Kaoru a sus amigas.
- Kaoru, - Miyako estaba enfadada- tienes que ver el lado bueno de las cosas.
- Miyako, ¿Cuál es el lado bueno de enseñarle a esos descerebrados?
- Así nos haremos más populares -dijo Momoko muy animada.
- Pero si ya somos muy populares -le recordó Kaoru.
- Yo hablo en la preparatoria, tal vez deberíamos hacernos tutoras -dijo la PPGZ rosada.
- ¿Para sufrir todos los días enseñándole a idiotas descerebrados? -preguntó Kaoru.
- Kaoru … -esta era la segunda advertencia de Miyako.
- Dudo mucho sufrir con alguno de los deportistas de la escuela -respondió Momoko imaginándose a sí misma ayudando a estudiar a un guapo deportista.
Kaoru se golpeó la cara con la mano abierta.
- Debí imaginarlo -dijo esta.
Miyako vio algo que se movía en un arbusto no muy lejos de donde se encontraban y pensando que se trataba de un animalito en problemas se acercó a ayudar, para su sorpresa, cuando retiró las hojas y ramas halló a Ryo jugando a aplastar gusanos. Este cuando la vio entró en pánico al pensar que se trataba de Bubbles, pero nada pudo quitarle el trauma que le causó Miyako cuando justo un grupo de chicos corriendo la empujó haciendo que callera sobre el rubio y adivinen, con sus labios unidos en un primer beso robado.
Miyako se separó de Ryo con el corazón palpitando mil veces por segundo.
- Lo lamento Ryo-kun, alguien me empujó y… -Miyako se dio cuenta de que Ryo había hecho corto circuito por lo que gritó asustada.
- ¿Qué pasa Miyako? -preguntó Kaoru llegando a su encuentro.
- Ryo-kun está… -apuntó a Ryo pálido como un fantasma tirado en el suelo con los ojos en blanco.
- Déjenme ver -pidió Momoko, con cuidado le tomó la presión a Ryo- tiene la presión un poco baja y está muy helado, hay que llevarlo a la enfermería.
Entre las tres se llevaron cargando a Ryo, la verdad es que cualquiera de ellas pudo haberlo llevado en brazos sin ninguna clase de problema pero habría sido muy sospechoso por lo que decidieron aparentar necesitar de ayuda para cargar con el chico, cuando entraron a la enfermería dejaron a Ryo sobre una camilla.
- Enfermera, algo malo le pasa a Ryo Mojo -dijo Miyako a la enfermera de la preparatoria que había dejado de leer "Bajo la misma estrella" cuando las tres chicas entraron con Ryo inconsciente.
- Déjenme verlo -pidió, le pudo una mano en la frente, midió su presión y revisó sus ojos.
- Al parecer acaba de haber recibido un enorme choque mental -concluyó la enfermera.
- ¿Qué? -exclamaron Momoko y Kaoru, Miyako reaccionó sonrojándose ¿Él también había sentido esa abrumadora descarga eléctrica que recorrió su cuerpo cuando se besaron?
- Sí, todos los síntomas apuntan a que fue un choque mental.
- ¿En serio en este lugar me pueden quitar el dolor de cabeza? -preguntó una voz a la distancia.
- Sí socio -contestó otra voz, al entrar Brick y Butch se encontraron con una escena particular.
- Qué bien que llegaron, todavía no se me había ocurrido la forma de llamarlo sin hacer un revuelo -dijo aliviada la enfermera-, mi nombre es Uruka Akimaya, soy la enfermera de esta escuela, Momoko, Miyako y Kaoru acaban de llegar con Ryo inconsciente, parece que sufrió un choque mental.
- ¿Quién le pegó en la cabeza? -preguntó Ikki listo para ir a buscar al culpable.
- No, me refiero que acaba de vivir una experiencia traumática tan grande que su mente hizo un apagado inmediato y es por eso que está inconsciente. -Explicó la enfermera con paciencia fingida-, si no les molesta tengo que hacer una llamada.
Cuando la enfermera cerró la puerta tras de si, llamó al Director, ella era una de las pocas personas que no eran guardaespaldas infiltrados en la preparatoria, pero aún así sabían el secreto de que tanto las PPGZ y los RRBZ estaban asistiendo a ella.
Originalmente su trabajo era encubrir a las chicas si alguien preguntaba dónde estaban, pero con la llegada de los RRBZ se le había dado la tarea de ser la primera en obtener datos sobre estos, que de otra manera demorarían meses en ser recolectados por la vía convencional, los artículos de la ley Az.
- Hola director -dijo ella susurrando.
- Hola Akimaya-san -saludó el Director- ¿Algo malo con las chicas?
- No, esta vez es uno de los nuevos estudiantes…
Dentro de la enfermería Brick se acercó a la puerta para espiar la conversación de la enfermera, pero Momoko lo agarró del cuello de la camisa impidiéndole dar un paso más.
- ¿Qué crees que haces? -preguntó Momoko enfadada.
- ¡Suéltame mujer fea! -gritó Ikki como si de un gato se tratase.
- Está bien, haré mi mejor esfuerzo. -Terminó la enfermera, acto seguido guardó el celular en el bolsillo de su delantal y entró en la enfermería con su mejor sonrisa.
- Gracias, tenía que llamar a mi hermano, está hospitalizado por una fractura en la pierna -mintió con gracia la mujer-, bueno… tú te llamas Ikki ¿Verdad? -preguntó la enfermera, Momoko soltó al peli-naranja para que contestara.
- Sí, tengo dolor de cabeza -explicó.
- Oh, eso es fácil de arreglar, solo déjame ver tu expediente médico… -la enfermera buscó en su computadora el expediente médico de Ikki en vano- no puede ser, ¿Por qué no tienes expediente médico?
Ahí fue cuando Butch empezó a sospechar de la enfermera.
"Ella siempre está contenta y es amable, pero se nota a leguas que no le gusta su trabajo. No obstante, ahora muestra interés genuino por el expediente médico de Brick. Aquí hay gato encerrado, mejor espero a ver la forma de jugar de la enfermera, si ella es tan tonta como para dejar entrever sus intenciones".
- Ayer fue nuestro primer día de clases -explicó Ikki, él tampoco creía una palabra de lo que ella decía, pero de todas formas le seguía el juego.
- Bueno, en ese caso, necesito que por favor me rellenen este formulario -les pasó unos formularios- y tendré que pedirles que se queden hasta tarde para que les pueda hacer un chequeo médico completo, muestras de sangre y orina incluidas.
"Ahí está" pensó Butch "ella está buscando sacarnos muestras como si fuéramos experimentos de un laboratorio, ¡Ja! La verdad es que lo somos, ¿Me pregunto cuántas personas más sabrán que somos los Rowdyruff Boys?"
- ¿Por qué no lo hacemos ahora mismo? -preguntó Butch- De todas formas no podrá sacarnos el examen de sangre, no estamos en ayuna.
- El director no se podrá feliz si ustedes no asisten a clases -dijo la enfermera con cara sonriente.
- Pero ¿No es una orden del director que nos haga estos exámenes? -preguntó Butch dando en el blanco. Por una milésima de segundo la expresión alegre y amable de la enfermera falló dejando ver su verdadera intensión, ella efectivamente estaba siguiendo las órdenes de una persona, del Alcalde para ser precisa, pero debía seguir con la fachada.
- No sé a qué te refieres -mintió ella.
Se extendió el silencio un par de segundos.
- Nos quedaremos cuidando a nuestro hermano -decidió Ikki.
- Sí -coincidió Tatsuya.
Uruka no tenía muchas opciones por lo que tuvo que acceder.
- Está bien, pero apenas recobre la conciencia vuelven a clases -dio por zanjado el tema.
Los cinturones de las chicas empezaron a sonar, ellas los taparon rápidamente.
- Saben, necesito mucha ayuda con un trabajo -rápidamente garabateó algo en una hoja, era una lista de medicamentos- ¿Pueden ir a la farmacia más cercana y comprar estos medicamentos? Hice mal el cálculo y no llego a fin de mes con la cantidad que poseo en estos momentos.
- Está bien, lo haremos -decidió Momoko tomando la lista de medicamentos para luego pasársela a Miyako, el miembro más responsable del equipo.
- Aquí tienen el dinero -la enfermera Akimaya les entregó 200.000 yenes- por favor, no se demoren demasiado.
- Está bien, cuente con nosotras -contestó Momoko alzando un pulgar.
Al final el problema no era tan grande, Sedusa estaba robando tiendas de cosméticos, las cosas habrían sido más fáciles para las PPGZ si las habilidades de esta (al igual que todos los otros monstros) no hubieran crecido y madurado con el paso de los años. Los poderes de Blossom, Bubbles y Buttercup también habían crecido y madurado pero al enfrentarse con villanos adultos y con mayor tiempo de preparación la victoria no siempre estaba asegurada.
Cuando las chicas regresaron a la escuela las clases ya habían concluido, lo único que quedaba eran las actividades de los clubes.
Las PPGZ entraron a la enfermería para encontrase con una inusual escena, Ryo en calzoncillos.
Cuando Ryo las vio entrar él se sintió extrañado ¿Qué hacían ellas allí? Pero luego hizo contacto visual con Miyako a lo que ambos reaccionaron apartando la vista completamente ruborizados, esto no pasó desapercibido para Brick y Butch que poco a poco llegaron a la conclusión de que el "choque mental" de su hermano tenía que ver con Miyako.
- Aquí le traemos las medicinas -dijo Momoko pasándole a la enfermera una bolsa bien abultada llena de cajas con remedios.
- Gracias chicas, sé que siempre puedo contar con ustedes -contestó la enfermera con genuina felicidad tomando la bolsa entre sus manos-, ahora lo único que me queda por hacer es pedirle a Ryo que se vista.
- Enfermera ¿Cree que me pueda prestar la enfermería unos momentos? -preguntó Miyako muy ruborizada y mirando al suelo, luego alzó la cabeza con determinación- necesito hablar con Ryo en privado.
- Está bien -contestó la enfermera-, chicos, chicas, por favor salgan de la enfermería.
- ¿Por qué le haríamos caso endemoniada mujer…? ¡Hay! -Momoko tomó a Ikki de una oreja y se lo llevó arrastrando hasta fuera de la enfermería.
- Si necesitan algo solo llámenme, yo estaré al otro lado de la puerta. -Dijo la enfermera antes de salir.
Ryo y Miyako estaban solos en la enfermería, Miyako tomó la ropa de Ryo y se la pasó.
- Toma, póntela o te agarrarás un resfriado -dijo ella con amabilidad, él tomó la ropa con suspicacia.
- ¿No me vas a hacer nada? -preguntó el rubio.
- No, solo te quería hablar sobre lo de hoy -explicó Miyako, en ese momento Ryo se acordó de lo ocurrido ese día.
- ¿Qué pasó con Bubbles? ¿Dónde se fue esa chica? -preguntó Ryo apretando los puños por la ira retenida.
- ¿Bubbles? ¿A qué te refieres? -preguntó Miyako diciendo una mentira blanca.
- Me refiero a que ella fue la que me encontró entre los arbustos, creí que era mi fin pero… -"espera un segundo", pensó Boomer, "Miyako no sabe que soy un supervillano".
- No era Bubbles la que te encontró, era yo Miyako ¿No notaste la diferencia? -preguntó la rubia.
- ¡¿Eras tú?! -todo en la mente de Boomer empezó a cobrar sentido, era obvio que no podía haberse encontrado con Bubbles en la preparatoria, tenía que ser Miyako a la que la… "oh…" fue lo único que pudo pensar.
- Sí, creí que eras un animal herido por lo que fui a revisar entre los arbustos, luego unos chicos me empujaron y caí sobre ti -explicó Miyako, luego se hincó sobre el suelo con la cabeza a unos centímetros del mismo-, me disculpo por mi comportamiento y también por el beso aunque fuera accidental.
Tal sumisión sorprendió a Boomer y lo irritó a la vez.
- Párate, te ves patética ahí en el suelo -dijo este bastante molesto.
Miyako miró fijamente a Ryo por unos segundos hasta que él se hartó, con brusquedad la tomó de un brazo y la levantó del suelo.
- ¿Qué te pasa? ¿Eres tonta o qué? -preguntó Ryo furioso.
- Disculpa -se disculpó Miyako con los ojos brillantes-, es que por un momento me recordaste a alguien que conozco.
Los ojos brillantes de Miyako hicieron que Boomer diera un paso hacia atrás, ella era tan pura y radiante que él casi necesitaba apartar la vista.
- Bueno, creo que eso es todo -concluyó Miyako-, ahora nos toca ir a la casa de Momoko a estudiar.
- ¿Y por qué no vamos a la tuya? -preguntó inesperadamente Ryo, a esto Miyako sonrió.
- Mi abuela se volvería loca si llevara tantas personas a nuestra casa -explicó ella.
"¿Su abuela?" fue lo único que logró pensar Boomer antes de que Miyako abriera la puerta corrediza de la enfermería y saliera al pasillo donde todos estaban discutiendo.
