¡Hola! Bueno está es una traducción más o menos autorizada por el usuario megamatt09, "Aspirations", lo pueden encontrar en su idioma original en fanfiction. Está historia la había leído hacia mucho tiempo, fue de las primeras que leí, y me gustó muchísimo, sufrí un poco al leerla en inglés y por eso decidí traducirla, para que otros puedan leerla si desgastarse el cerebro traduciendo palabra por palabra como me pasó a mí :( Pedí permiso para traducirla, pero o me ha dicho nada, si el autor original se niega tendré que eliminarla.

Disclaimer: Harry Potter No me pertenece, pertenece a J. K. Rowling. Ni TAMPOCO esta historia me pertenece, es de el usuario megamatt09.


Valentía

Ginny Weasley se puso de pie justo a las puertas que dan al patio de Hogwarts, mirando hacia delante y gimió. La noche anterior había visto a los campeones siendo escogidos para el Torneo de los Tres Magos. Los tres primeros campeones habían sido escogidos, nada espectacular, pero fue un misterio cuando se eligió el cuarto campeón. Un campeón, el cual Ginny estaba casi segura, había sido lanzado al fragor de la batalla en contra de su voluntad, incluso aunque todo el mundo pensara que él voluntariamente había encontrado una forma de engañar al cáliz de fuego. El cuarto campeón fue Harry Potter, la persona que Ginny estaba mirando en ese momento, mientras estaba tratando de reunir el coraje para hablarle. Harry no sabía que ella estaba allí, parecía estar sumergido en su propia frustración y por una buena razón.

No había ninguna razón para negarlo, en algún momento Ginny había estado enamorada del Niño-Que-Vivió. Ese enamoramiento había desaparecido después de que Harry la hubiera salvado de la Cámara de los Secretos. A ella nada más le gustaba, pero se había dado cuenta de que sus sentimientos apuntaban al muchacho y no hacia la leyenda. No era justo lo que Harry había tenido que soportar cada año durante los últimos tres años y ahora había sido arrojado al Torneo de los Tres Magos, Ginny habría estado al borde de un ataque de nervios si estuviera en los zapatos de Harry. Sin embargo, de alguna manera misteriosa, él se las había arreglado para mantener la cordura, algo que Ginny admiraba mucho.

Su mañana no había sido genial. Había estado llena de gente que alababa a Harry por haber encontrado una forma de engañar al cáliz y de gente diciendo que Harry había engañado al cáliz porque era un cerdo en busca de la gloria. Ginny apenas y podía resistir el hechizar a ambos grupos. Además había tenido una riña con Hermione, eso debido a que Hermione se había puesto de parte de Ron con respecto a Harry y Ginny se preguntó si toda la escuela había perdido la razón al mismo tiempo.

"Sólo habla con él, Weasley, no te va a morder" Murmuró Ginny para sí misma mientras daba un par de pasos desde la puerta en que se encontraba y se dirigía hacia donde estaba Harry. "Quiero decir, él siempre ha sido amable contigo, bueno, él siempre es amable con todos, no se comporta como un idiota como Malfoy o como Snape, pero aun así, no tengas miedo, él no va a burlarse de ti no importa que."

Ginny se las ingenió para que sus piernas continuaran dando pasos hacia adelante. Ella había sido seleccionada en Gryffindor por una razón, aunque el sombrero había considerado previamente Slytherin, para su horror absoluto. No porque ella viera el mundo en blanco y negro, el bien y el mal, Gryffindor y Slytherin, como algunas personas lo hacían, sino porque tenía miedo de lo que su familia pudiera pensar. Sobre todo su madre, y dada la reacción que ella había tenido sobre el incidente del diario, Ginny había sentido bien justificados sus temores. Sin embargo ahora era el momento de demostrar porque el Sombrero Seleccionador la había puesto en Gryffindor. Harry necesitaba que alguien estuviera a su lado y necesitaba superar su timidez. Ginny tenía que ser amiga de Harry, y quizás, si tenía suerte algo más que su amiga.

Harry estaba sentado debajo de un árbol, a la orilla del lago, sumido en sus pensamientos ¿Cómo había podido ser puesto en ese torneo en primer lugar? Ni siquiera había estado cerca del cáliz y ahora Ron pensaba que era un ególatra que buscaba la atención. El resto de la escuela le lanzaba miradas, o bien oscuras, o bien evaluativas. Ni siquiera había querido enfrentarse a Hermione, ella había apartado la mirada rápidamente, como si hubiera estado decepcionada de él. Sabía que no podría quedarse en ese lugar para siempre, no importaba lo tentador que era evitar al resto del mundo.

"¿Harry?" Ginny preguntó, lanzando al viento toda precaución, obligándose a mirar a Harry a los ojos cuando hablaba con él, notando lo bonitos que eran. Deseó que Harry no los escondiera debajo de esas feas gafas. Harry la miró "Uh, hola."

"Hola, Ginny" Dijo Harry con voz cansada, lo que demostraba que no había dormido en toda la noche. "¿Cómo has estado?"

"Bien, supongo" Dijo Ginny, lo cual era cierto, sino fuera por todo el lío del cáliz del juego y su temor a que Harry estuviera en grave peligro.

"Supongo que quieres saber cómo lo hice" Respondió Harry, cortando de repente la pequeña conversación.

"No Harry, no creo que lo hayas hecho" Dijo Ginny rápidamente, pero Harry primero no la había escuchado.

"Mira, como les he dicho a todos…espera, no crees que lo haya hecho" Dijo Harry con la voz apagándosele, mientras miraba a Ginny, sin poder creer lo que acababa de escuchar.

"Sí, Harry no creo que hayas puesto tu nombre en el Cáliz y cualquier persona que realmente te conozca debería pensar lo mismo" Dijo Ginny con firmeza, mientras se sentaba al lado de Harry "Mira Harry, la expresión de tu cara cuando Dumbledore anunció tu nombre, el hecho de que te molestas cada vez que alguien ve tu cicatriz o cuando alguien trae a colación tu fama, yo puedo verlo Harry, ¡te creo!"

Harry miró a Ginny, mientras ella se echaba su vibrante pelo roja de la cara. Esto era lo máximo que ella le había dicho, sin ruborizarse locamente y tratar de encontrar la salida más cercana, por vergüenza. Para ser honestos, Harry se preguntaba si se había hecho amigo del Weasley equivocado, al menos Ginny tenía sobre los hombros una cabeza razonable, no como Ron, quien saltaba a conclusiones sin antes pensar. Él la miró a la cara, y ella le dio una mirada de aliento, una mirada que decía que creía en él.

"Gracias Ginny, significa mucho para mí" Dijo Harry con una leve sonrisa en su rostro "No creo que muchas personas me crean, ¿verdad?"

"La cosa es Harry que no lo creo, o por lo menos no lo he visto" Respondió Ginny, ganando más confianza en sí misma por cada palabra que era capaz de pronunciar al hablar con Harry, aunque esa sonrisa que él le había dirigido le había hecho saltar el corazón "Hay dos grupos, los que te odias porque piensan que engañaste al cáliz y los que te adoran porque engañaste al cáliz"

"Me dio la impresión de que Hermione se molestó conmigo, iba a ir a hablar con ella pero preferí no hacerlo" Dijo Harry, y vio la expresión de ira en los ojos de Ginny cuando mencionó a Hermione.

"Ella esta con el tonto insensible de mi hermano en este asunto, dijo que si bien no piensa que fueras capaz de engañar al cáliz, se preguntaba si era posible que le hayas pedido a otro estudiante que lo hiciera por ti" Declaró Ginny con voz enojada "¡Ella realmente debería conocerte mejor!"

"Sí, ella debería" Dijo Harry cerrando los ojos, sintiéndose profundamente herido por el hecho de que sus dos mejores amigos, y de hecho, sus primeros amigos de su misma edad, pensaran que él había entrado al Torneo de los Tres Magos de buen grado "Voy a tener que competir, no importa lo que haya pasado"

"Seguramente Dumbledore podría hacer algo para sacarte del torneo" Dijo Ginny.

"No, es un contrato mágicamente vinculante, no se puede hacer nada" Dijo Harry suspirando.

"Así es, él sólo interviene para ayudar después de que arriesgas el cuello" Murmuró Ginny para sí, haciendo que Harry la mirara de forma extraña. Ginny nunca había perdonado a Dumbledore por lo que pasó en su primer año en Hogwarts. Ella sentía que si Dumbledore fuera la mitad de grande que la gente decía que era, habría sido capaz de darse cuenta que había un basilisco en la escuela y que Ginny estaba siendo poseída. Pero él no había hecho nada, Harry había tenido que salvarla de la posesión de Riddle y tenido que derrotar al basilisco. Al ver que Harry la miraba Ginny se aclaró la garganta "Yo no sé si sirva de algo lo que te diga, pero creo que realmente tienes una oportunidad de ganar el torneo si trabajas duro. Pero esto no es lo importante para mí, lo importante es que salgas con vida"

"Ginny, sé que quieres ser solidaria, pero no creo que tenga mucha posibilidades en el torneo, apenas y puedo pasar mis clases normales sin la ayuda de Hermione" Dijo Harry desesperadamente.

"Harry, no es buena idea pensar tan poco de ti mismo" Dijo Ginny, mientras empezaba a darse cuenta de la influencia que tanto Ron como Hermione tenían sobre Harry no era buena. Ron había empujado a Harry a aflojarse como él y Hermione había hecho que Harry se sintiera inferior con su inteligencia, por lo que no lo había empujado a que lo hiciera mejor. "Hiciste un Patronus en tu tercer año, no hay mucha gente, incluso Dumbledore, que lo podrían haber hecho."

"¿Sabías sobre eso?" Preguntó Harry.

"Por supuesto, Ron no sabe cómo mantener la boca cerrada" Dijo Ginny con una sonrisa, lo que hizo que Harry se sintiera un poco mejor "Harry, si alguien pudiera llegar a donde te has visto obligado los demás, eres tú. No a causo de lo que eres, sino quien eres. No me importa Harry Potter, el Niño-Que-Vivió nunca más, me importa Harry Potter, mi amigo"

Ginny se paró en seco. Ella había ido demasiado lejos suponiendo que Harry y ella eran amigos. Se preguntó si Harry incluso quería amigos después de lo que Ron y Hermione le habían hecho.

"Somos amigos ¿Verdad, Harry?" Preguntó Ginny, quien realmente no tenía muchos amigos, que no fueran Luna.

"Deberíamos haberlo sido antes" Dijo Harry, y por alguna razón, la cara de Ginny iluminada le causó a Harry una gran felicidad. Ella era realmente un rayo de sol en el tormentoso día "Lo siento"

"Lo siento ¿Por qué?" Preguntó Ginny confundida.

"Yo debería haber estado para ti después de lo que ocurrió en la Cámara" Dijo Harry "Ron me dijo que estarías bien, pero aun así, si yo hubiera estado en tu situación, no lo hubiera estado"

"Harry, no pidas disculpas, tuviste que luchar contra un basilisco y contra una versión de dieciséis años de Vv-Voldemort" Dijo Ginny, pronunciando el nombre con un suspiro, sabiendo cómo Harry se decepcionaba cada vez que las personas lo llamaban Ya-Sabes-Quién "Tú tuviste tu propio trauma"

"Podríamos habernos ayudado el uno al otro, sin embargo" Respondió Harry.

"Lo hecho, hecho está, Harry" Dijo Ginny con desdén, preguntándose por qué Harry sentía que todo lo malo que pasó había sido su propio problema. Él no la había obligado a escribir en el diario de Riddle. Ese había sido su tonto error "Lo más importante es el torneo, teniendo en cuenta que estás obligado a estar en el de todos modo"

"Correcto Ginny… ¿Crees que alguien podría haber puesto mi nombre en el cáliz para…matarme?" Preguntó Harry, sonando tan paranoico como Moody.

"Harry, quisiera que no fuera el caso, pero parece serlo" Dijo Ginny "Nadie sabe que va a ser la primera tarea, pero eso no significa que no puedas prepararte para cualquier cosa. Ya sabes, aprender algunos hechizos, algo lo suficientemente peligroso para el que esté en la punta de la varita. Haz que la persona que puso tu nombre en el cáliz desee haberlo pensado dos veces"

"Entonces, ¿Qué crees que deberíamos hacer?" Preguntó Harry, quien no sabía cómo hacerlo.

"Ir a la biblioteca y ver que podemos encontrar" Respondió Ginny, y ella vio la mirada de alarmada en el rostro de Harry "No te preocupes, también podemos divertirnos con esto, el aprendizaje de la magia no tiene que ser estudiar hasta quedarte sin sentido.

"Bien, entonces podemos irnos" Dijo Harry, mientras los dos caminaban hacia la escuela. Harry deseó haber acorralado a Ginny y haber hablado con ella antes, realmente era una gran persona y confiaba que sería una gran amiga. La forma en que su rostro se iluminaba cuando hablaba con Harry lo hacía sentir maravilloso. Ella, en lugar de fastidiarlo como hacia Hermione, le hacía sentir alentado, como si pudiera hacer las cosas mejor.

Además tendría que estar ciego para no darse cuenta de lo bonita que se estaba volviendo. Harry pensó en la chica que él había pensado era la hermanita de su mejor amigo hasta hace sólo un par de horas. Ella era su propia persona y Harry estaba completamente seguro de que Ginny no lo abandonaría cuando él la necesitara, al igual que Ron y Hermione habían hecho cuando pensaron que él había puesto su nombre en el Cáliz de Fuego.