¡Hola a todos! Jo ha pasado mucho tiempo, debo decir que no fue mi intención tardarme tanto en actualizar esta traducción. Es mi intención retomar esta traducción y mis otras historias, pero no me quiero comprometer en fechas y fallarles. Intentaré actualizar más seguido de todas formas, más ahora que tengo un mes de vacaciones de universidad.
Que disfruten la historia.
Horrocrux
Harry estaba en la enfermería, desplomado en una cama. El repentino estallido de energía que había tenido cuando estaba luchando contra Voldemort se había desvanecido y fue reemplazado por una repentina, pero rápida, ráfaga de dolor. Su cicatriz le estallaba ligeramente en los momentos más extraños y de repente se detenía y no quedaba el menor atisbo de dolor. Madame Pomfrey salió para conseguir una poción de alivio del dolor y Neville y Luna estaban de pie en frente, Ginny se sentó en la silla, justo al lado de Harry.
"Es demasiado probable que escuchen lo que les digo," Murmuró Harry, todos asintieron antes de que él comenzara a hablar de Voldemort. "La versión corta es que él está de vuelta y tengo su varita."
Neville, Luna y Ginny parecían sorprendidos, aunque todos sabían que esto iba a suceder. Voldemort había regresado, pero aunque Harry parecía estar un poco herido, había conseguido una victoria moral al haberle robado la varita a Voldemort. Harry se dejó caer sobre las almohadas, después él le entregó la varita a Luna, quien asintió con la cabeza, comprendiendo. Ella sería la última persona de la que Dumbledore sospecharía al buscar algo fuera de lo normal y si él tenía algún indicio de que Harry tenía la varita de Voldemort, arruinaría los planes de Harry.
"Tome esto, y estará de pie en un par de horas," Dijo Madame Pomfrey, mientras le entregaba a Harry un vial con una poción que se veía repugnante. Harry la tomó y la vertió en su boca. Le tomó unos segundos poderlo tragar, pero al menos el dolor se desvaneció, quedando sólo lo mínimo, la mayoría se había ido de todos modos.
"Entonces, ¿cuál es el plan, Harry?" Murmuró Ginny en su oído, mientras sostenía su mano.
"Enviaremos una carta a Sirius, para informarle que debe entregarse, porque a estas alturas Fudge se habrá dado cuenta de la verdad e informará al Ministerio, después de eso, nos dirigiremos a la Sala de los Menesteres" Dijo Harry en voz baja. "Quiero ver qué puedo averiguar sobre él con su varita, antes de disponer de ella."
Dumbledore entró en la enfermería, y Ginny, Luna y Neville lo miraron, sabían que vendría.
"Harry, si me permites, debo tomar unos minutos de tu tiempo para pedirte que me digas qué es exactamente lo que recuerdas de esta noche." Dijo Dumbledore amablemente con un brillo en sus ojos.
"No estoy seguro director, todo está lleno de niebla," Dijo Harry, mientras trataba de utilizar todo el tiempo que podía para crear una memoria falsa en su mente, usando sus recién encontradas habilidades de Oclumancia. "No sé si pueda recordar..."
"Sólo tómate tu tiempo Harry y dime todo lo que recuerdes" Animó Dumbledore.
"Bueno, yo llegué a la Copa de los Tres Magos, en el centro del laberinto, y la toqué," Dijo Harry con una respiración profunda mientras Dumbledore asentía, para animarle a que continuara. "Creo que la Copa era un traslador y me llevó a un cementerio donde una figura encapuchada me atacó. Era Pettigrew y... tomó un poco de mi sangre, para un ritual, supongo que por algo. Después de eso todo está en blanco, pero sé que intenté regresar a la Copa y Pettigrew intentó atacarme, pero estaba desprevenido, supongo y entonces él debe haber tocado la Copa al mismo tiempo que yo, entonces regresamos a Hogwarts."
Dumbledore se puso adelante para mirar a través de los ojos de Harry. Él vio una figura, Lord Voldemort levantarse de una caldera, después él se dirigió a sus mortífagos y luego hizo que Colagusano desatara a Harry de una lápida. Voldemort utilizó un duelo para intentar humillar a Harry, poniéndolo bajo la maldición Cruciatus, después puso al Niño-Que-Vivió bajo la maldición Imperius, Harry apenas y la pudo romper. Voldemort lanzó una maldición asesina mientras que Harry lanzó una maldición para desarmar. Dumbledore apenas pudo reprimir una sonrisa ante que Harry utilizara un ataque de ese tipo, básicamente inofensivo, contra Voldemort. El chico estaba todavía en el camino en que Dumbledore lo había puesto, era difícil ver lo que pasó después, pero ya que sus varitas tenían núcleos gemelos, el Director podía adivinar lo que había sucedido. Harry se las arregló para evitar a varios mortifagos que intentaron detenerlo, Pettigrew se abalanzó para detenerlo y Harry instintivamente lo agarró y luego utilizó el traslador para volver a Hogwarts.
"Creo que puedo adivinar lo que pasó allí, Harry," respondió Dumbledore con un movimiento de cabeza mientras miraba a lo lejos, para alivio de Harry, que tenía un ligero dolor de cabeza al tratar de mantener la farsa colocando una falsa memoria ante un Legilimens "Debo despedirme ahora, descansa un poco Harry, dado que va a ser difícil que lo puedas hacer en un futuro."
"Por supuesto, profesor Dumbledore," dijo Harry débilmente, Dumbledore se marchó sin decir nada más. Era perfecto, Dumbledore había caído en los planes de Harry perfectamente. Harry había mostrado a Dumbledore lo que quería que viera y no había duda en la mente de Harry de que Dumbledore se negaba a creer que había sido engañado. Sabía que Voldemort se negaría a admitir que había sido vencido por un mago de catorce años y sus mortífagos estarían demasiado aterrados de su amo para contradecir su palabra. El siguiente paso lógico comenzaba a formularse en su mente, mantener al Ministro y a Dumbledore ocupados entre sí mientras él se preparaba para hacer lo que era necesario.
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En una lúgubre habitación en penumbras, Voldemort, El Señor Obscuro, sintió los efectos después de que la magia de Potter le rompiera el cuello, y se preguntó qué podría haber salido mal. Tenía que ser culpa de Colagusano, había estropeado el ritual de alguna manera. Colagusano había sido capturado, sería inútil tratar de liberarlo de la custodia del Ministerio. Conociendo el reciente hábito del Ministro en silenciar a cualquier persona que mencionara que todavía existía, el Señor Obscuro estaba seguro de que Colagusano no tendría su alma por mucho más tiempo. De todos modos, aparte de su forma de animago, era un inútil.
Voldemort no se preocupaba por el Ministerio, pero sabía que Potter había informado a Dumbledore de su regreso y Dumbledore reharía la Orden del Fénix. Si bien algunos de ellos nunca habían tenido el valor de hacer lo que era necesario, eran todavía una molestia innecesaria que arruinaba gran parte de los planes de Voldemort, sobre todo debido a los golpes de suerte de ellos y a la incompetencia de algunos de sus seguidores.
"Entra" Dijo Voldemort fríamente cuando un golpe en la puerta lo sacó de sus pensamientos, y la puerta se abrió, Severus Snape entró y se arrodilló ante Voldemort. Voldemort hizo una pausa, mientras miraba a Snape por un momento. "Severus, me parece interesante que hayas decidido mostrar tu cara en mi presencia después de lo que has hecho."
"Mi Señor, habría venido una vez que sentí la quemadura de la marca, pero habría planteado muchas preguntas," Dijo Snape. "Tengo información que posiblemente pueda usar para su beneficio."
"Voy a ser el juez en eso," dijo Voldemort con frialdad. "Procede Severus, tal vez pueda dejarte vivir todavía."
"Bueno, por ejemplo, Karkaroff corrió como el cobarde que es esta noche, pero sé a dónde se fue corriendo," dijo Snape, mientras le entregaba a Voldemort un trozo de pergamino. "Esta es la dirección, Mi Señor."
Voldemort tomó el pergamino y lo miró mientras Snape se ponía de pie entre las sombras. Si bien no había expresión en su rostro, se podía detectar una pizca de ansiedad en sus ojos.
"Es un comienzo Severus, pero me darás más información, especialmente en relación con Dumbledore," Dijo Voldemort antes de que se cayera hacia delante y agarrara su brazo. Snape lo miró sorprendido, Voldemort hizo una mueca de sufrimiento, por el dolor intenso que palpitaba a través de su brazo. El Señor Obscuro respiraba con gran dificultad, mientras negaba con la cabeza con locura.
"Mi Señor, ¿hay algo que pueda hacer al respecto?" Preguntó Snape confundido.
"No, sólo que ese idiota Colagusano arruinó el ritual que me debía devolver a mi máximo poder," Siseó Voldemort mientras miraba a Snape, él no quería mencionar el hecho de que Potter le había robado su varita, porque perder la varita era un signo de debilidad. "Severus, susurras una palabra de esto a alguien y morirás, pero el dolor es demasiado, necesito tus habilidades para averiguar lo que salió mal."
"Necesito una muestra de su sangre, Mi Señor," Dijo Snape con calma y Voldemort asintió, antes de que él hiciera un gesto hacia Snape para que la sacara. Snape conjuró una daga y un vial de vidrio. Voldemort extendió el brazo, para permitir que Snape lo cortara con la daga. Varias gotas de sangre salpicaron en el vial, mientras curaba el brazo de Voldemort. Snape miró la sangre, todavía estaba roja, pero parecía un poco más espesa que antes y había burbujeado en el vial. Rápidamente, Snape tapó vial. "Voy a volver una vez que haya hecho pruebas a la sangre, yo debería ser capaz de completar todas las pruebas dentro de las próximas veinticuatro horas."
"Entonces hazlo, Snape," Dijo Voldemort cuando sintió otra explosión de dolor a través de su cuerpo. Si sus Horrocruxes no hubieran estado en otro lugar, el ritual fallido lo habría llevado a su fin.
"Por supuesto, Mi Señor." Dijo Snape con rapidez mientras hacía una reverencia.
"Entonces puedes irte, vamos a discutir qué tipo de información me puedes dar con respecto a Dumbledore en nuestra próxima reunión", Dijo Voldemort mientras agitaba su mano hacia la puerta y Snape se volvió, antes marcharse, dejando solo a Voldemort.
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En la Sala de los Menesteres a primeras horas de la mañana después de esa noche, Harry, Ginny, Luna y Neville se sentaron en un círculo, Harry acababa de terminar de contar todo lo que había sucedido. Los tres lo miraron con los ojos muy abiertos, una mesa apareció en la Sala de los Menesteres en frente de ellos, con un caldero encima.
"Me pregunto si va a haber alguna consecuencia por haberle dado tu sangre a Voldemort voluntariamente." Dijo Luna en silencio y Harry se sentó en la mesa, algo que hizo extrañar a todos, seguía con esos repentinos estallidos aleatorios de adrenalina que tenía, pero lo alejó de su mente. Tenía asuntos más urgentes de los que preocuparse, al menos por el momento, más tarde se ocuparía de ello.
"El tiempo nos los dirá conforme vaya avanzando, pero no ahora, ¿puedo tener la varita, por favor Luna?" Preguntó Harry y Luna asintió, Harry tomó la varita, y la señaló con su propia varita. La varita de Voldemort comenzó a vibrar. "Si lo hago correctamente, voy a destruir la varita, pero mantendré intacto el núcleo."
"Ya veo," Dijo Ginny, mientras se deslizaba hacia atrás en su silla, para dar a Harry un poco de espacio. "El resto de la varita es inútil al realizar magia, el núcleo de la varita por el contrario nos dará una idea de lo que Voldemort hizo para sobrevivir al habérsele rebotado la maldición asesina."
"Y tal vez podamos saber más," Murmuró Harry mientras la madera comenzó a agrietarse lentamente. Había formas mucho más simples de romper la varita, pero a costa de dañar el núcleo. La madera se redujo a aserrín y todo lo que quedaba de la varita de Voldemort era una pluma de fénix ennegrecida.
"¿Redujo la pluma de una criatura pura a esto?" Preguntó Luna con horror.
"Nunca había oído hablar de que algo así pueda pasarle a el núcleo de una varita" Dijo Neville. "Supongo que es posible ..."
"La prueba está delante de ti, no sé si haya pasado antes, pero recuerdo que en uno de los libros se mencionaba que un uso excesivo de magia negra puede cambiar el núcleo de una varita mágica" Dijo Ginny y todos ellos asintieron con la cabeza, habían pensado en eso también. "Era sólo una teoría, pero ahora, al mirar la pluma, podemos ver que pasó."
"El núcleo de la varita de Voldemort fue corrompido de esta forma," Dijo Harry, mientras miraba a la pluma ennegrecido, tenía un aura a su alrededor que era difícil de explicar. "Es sólo el síntoma de un problema general, pero si nos pusiéramos a abrir las varitas de cien magos, dudo que fuéramos a encontrar nada tan contaminado como este núcleo."
Harry se inclinó hacia delante y tuvo que retirar su mano rápidamente.
"Me quemó los dedos, ni siquiera puedo tocarla." Dijo Harry.
"¿Será eso un problema?" Preguntó Neville.
"No, en lo más mínimo, creo, Harry sólo tiene que utilizar un hechizo de levitación para mover la pluma." Dijo Ginny
"Correcto Ginny, pero tenemos que preparar una poción, así podremos ver qué secretos tiene ésta pluma retorcida." Dijo Harry mientras suspiraba, aunque Prior Incantatem sería mucho más fácil, sólo repetía los últimos veinte hechizos de la varita en orden inverso. Eso era un error muy grave, ya que sería fácil borrar cualquier evidencia echando un montón de hechizos inútiles en rabiosa sucesión. Sólo un mago realmente estúpido o un ser muy arrogante sería capturado por la evidencia de un conjuro inverso. La poción que Harry elaboraría le diría cada hechizo que Voldemort había usado con esa varita, sacó su kit de pociones de su bolsa y comenzó. "Debería tomarme tres horas preparar la poción. Es la primera vez que la preparo, así que espero que funcione."
"No te preocupes Harry, lo hará," Alentó Ginny cuando Harry comenzó a trabajar en ello. Él quería conseguir resultados.
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"Por lo tanto, Voldemort sufrió un repentino estallido de dolor cuando estuviste hablando con él, Severus," Dijo Dumbledore mientras miraba a Snape y el Maestro de Pociones se sentaba frente a él.
"Sí, Director, el ritual que lo regresó al poder de alguna manera fue un fracaso," Dijo Snape. "He realizado numerosas pruebas con su sangre, es bastante peculiar de hecho. La sangre es como un veneno, es una maravilla que el Señor Oscuro no haya caído muerto al segundo en que el ritual se completó."
"No es tan extraño como puedes pensar, Severus," Dijo Dumbledore crípticamente, ya que hacía tiempo que sospechaba cuáles eran las medidas que Lord Voldemort había tomado para aferrarse a la vida como un parásito. "La magia oscura es caótica por naturaleza, un error de cálculo, especialmente con alguien con capacidad inferior al promedio, como Peter Pettigrew, y todo terminará en desastre."
"Yo creo que Pettigrew no cometió errores, sé cómo se realiza el ritual y creo que Potter pudo haber hecho algo para que la sangre terminara así." Dijo Snape.
"Creo que estás equivocado en esto, Severus," Dijo Dumbledore con calma. "He echado un vistazo dentro de los recuerdos de Harry del encuentro en el cementerio y creo que no hizo nada para estropear el ritual que regresó a Voldemort al poder. Fue una pifia por parte de Pettigrew."
Snape abrió la boca para preguntarle a Dumbledore si había considerado que Potter podría haberle engañado pero se detuvo de repente. ¿Realmente quería dar a Potter todo ese crédito? Después de todo, eso requeriría de Snape el admitir que Potter era mucho mejor de lo que era y ya era bastante malo que se viera obligado a darle buenas notas en clase.
"Por supuesto, la verdadera pregunta es, ¿se puede remediar este error?" Preguntó Dumbledore.
"Naturalmente, pero con el tiempo podemos alterar la poción ligeramente, para acelerar lentamente el proceso mientras que el Señor Oscuro crea que la poción funciona." Dijo Severus y Dumbledore negó con la cabeza. "Director, con el debido respeto, esta es la oportunidad perfecta para eliminar el Señor Oscuro por las buenas, no debemos desperdiciarla."
"No Severus, harás la poción correctamente," Dijo Dumbledore con voz severa. "Hay elementos del pasado de Voldemort que tú no entiendes, y no podremos resolveros si haces incorrecta la poción. Él debe permanecer vivo por ahora, hasta que sea el momento adecuado."
"Si usted lo desea lo haré, Director," Dijo Snape con voz ligeramente escéptica. "¿Puedo preguntar por qué desea para el Señor Oscuro permanezca con vida?"
"Tengo mis razones, Severus, confía en mí, todo saldrá bien al final," Dijo Dumbledore, la derrota de Voldemort a manos de Harry era necesaria para asegurarse de que alguien estuviera allí para continuar el legado de Dumbledore una vez que él se hubiera ido. Trece años de duro trabajo no podían ser destruidos por un error en un ritual. "Haz la poción y dásela a Voldemort, junto con la información que te di."
"Por supuesto," Dijo Snape, sabía que esto era un error, pero no tuvo más remedio que obedecer a Dumbledore. "Lo mantendré informado si me entero de cualquier cosa, Director."
"Sé que lo harás, Severus," Dijo Dumbledore mientras Snape se alejaba. Dumbledore se sentó, él tenía un problema mucho más grande a la mano. Sirius Black se había enterado de que Pettigrew había sido encontrado y pronto reclamaría la custodia de Harry. Harry debía ser devuelto a los Dursley para el primer mes de verano, era por su propio bien. Esperaba que pudiera encontrar una manera de convencer a Sirius de que era por el bien mayor.
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La poción de la Sala de los Menesteres se completó y Harry levitó la pluma en el aire. Cuatro pares de gafas aparecieron sobre la mesa.
"Pónganselas, no es agradable que esta poción llegue a sus ojos" Dijo Harry, y Luna, Neville y Ginny hicieron lo que se les dijo, mientras Harry dejaba caer la pluma en la poción. Un humo verde se levantó de la poción, Harry estaba contento, eso significaba que todo estaba funcionando. El humo se volvió blanco inmediatamente, el siguiente paso de la poción comenzó a ocurrir. Un destello lento, pero constante, de imágenes comenzaron a aparecer en el humo. Harry vio aparecer varias caras, iluminadas por una luz verde.
"¿Las víctimas de Voldemort?" Susurró Luna después de que la cuarta brilló y Harry asintió con la cabeza mientras veía las imágenes continuar apareciendo a través de la niebla. Sus ojos se abrieron mientras continuaban parpadeando. Hizo una pausa, una imagen muy peculiar apareció varias veces en varios puntos. Un gran objeto negro apareció y fue arrancado por la mitad, poco a poco, con el pequeño eco de un grito ensordecedor. La forma de este objeto era muy difícil de determinar, pero que a cada imagen, era más y más pequeño, hasta el último momento, en el que apenas había sido visible, débil. Varios momentos después de que la niebla se desvaneciera, la pluma de Fénix se disolvió por completo. Aún así, los recuerdos de lo que habían visto estaban en la cabeza de Harry y él podría verlos en el pensadero en cualquier momento, a mayor detalle.
"De muy pocas de ellas pude saber lo que eran," dijo Harry y los demás asintieron, se habían perdido en lo que la mayoría de las imágenes que veían significaban, pero algunas de ellas eran muy gráficas. Era inquietante la mucho por lo que Voldemort había pasado por ganar aún más poder, a pesar de que a todas luces desde el inicio era un mago poderoso. Parecía como si nunca se cansaba del poder, era una adicción constante que nunca cubriría por completo. Tenían que haber habido señales de advertencia, Riddle dijo que el propio Dumbledore no confiaba en él, pero que aún así él no había hecho nada. "Hubo una imagen que se destacó para mí por encima de todo lo demás ..."
"Esas cosas que se rasgaban por la mitad", concluyó Ginny.
"Eso fue destacable para mí también," dijo Neville mientras apenas era capaz de ocultar sus estremecimientos.
"Inquietante, pero potente, magia oscura avanzada", dijo Luna, pensativa. "Pero, ¿qué hizo?"
"Yo ni siquiera sé si podría ser clasificado como magia oscura, creo que podríamos estar hablando de algo aún más peligroso, si mi suposición es correcta, entonces desbloquear los secretos de esos hechizos particulares será nuestra clave para derrotar a Voldemort," dijo Harry con el ceño fruncido, mientras sentía su frente calentarse. Esperaba que no estuviera comenzando a afiebrarse. "Lo que Voldemort hizo, dudo mucho que vayamos a encontrarlo en Hogwarts."
Los demás asintieron, Harry se sintió afiebrado de nuevo. Trató de mantener una cara seria. En ese momento, Neville bostezó.
"Estoy seguro de que todos vamos a ser capaces de pensar con claridad después de dormir un poco, han pasado un par de horas desde el desayuno, así que podríamos ser capaces de conseguir algo," dijo Neville mientras abría camino para seguir, un acceso directo a la sala común de Gryffindor se abrió en la pared.
"Eso suena como una buena idea para mí también, tenemos mucho que pensar para hoy", dijo Luna mientras un acceso directo a la sala común de Ravenclaw se abría también. Con Neville y Luna fuera, Harry se inclinó para agarrar la capa y el Mapa del Merodeador, junto con su mochila, pero de repente se desplomó sobre la mesa.
"¡Harry!" gritó Ginny, mientras saltaba por la sorpresa. Harry se inclinó, ambas manos fueron a su frente, pero las retiró, ni siquiera podía sostenerlas sin dolor. "¿Qué pasa?"
"Cicatriz...lastima...palpita...rompe..." dijo Harry delirantemente, al enfrentarlo, el dolor se multiplicaba por mucho, esa misteriosa sección de su mente que él trató de aislar, estaba tratando de salir a través de su cicatriz. Ginny se inclinó hacia delante, para agarrar la mano de Harry.
"Harry, simplemente tratar de aferrarte, te voy a llegar a la enfermería," dijo Ginny con voz preocupada.
"No...enfermería...Dumbledore se enterará...poción de alivio del dolor...adormecerá el dolor..." dijo Harry, y una cama apareció en el medio de la Sala de los Menesteres. Ginny ayudó a Harry a acostarse suavemente, ya que parecía estar en absoluto dolor. Para su sorpresa, una poción de alivio del dolor había aparecido en la Sala de los Menesteres. Rápidamente, Ginny ayudó a Harry a beberla.
"Harry, no te preocupes, todo va a estar bien," murmuró Ginny, mientras se preguntaba a quién exactamente estaba tratando de convencer. Harry se detuvo por un segundo, parecía que la poción de alivio del dolor había funcionado pero en ese segundo, Harry gritó con horror. Era casi como si estuviera bajo la maldición Cruciatus. Harry levantó las manos y parecía que quería sacar sus propios ojos, pero Ginny le tomó las manos. "Harry, no puedo dejar que hagas esto, sea lo que sea, puedes luchar contra él, sé que puedes."
"Tanto dolor...acaba con ello...Ginny...acaba con ello por favor... no más sufrimiento...mátame antes de que sea demasiado tarde", balbuceó Harry, Ginny se sorprendió cuando los vívidos ojos verdes de Harry se tornaron en rojo brillante por un breve instante, pero regresaron a su color. Al parecer, Harry estaba luchando mentalmente con una fuerza de gran alcance, ya que sus párpados iban y venían muchas veces.
"Sólo lucha Harry, lo que esté pasando, tú eres lo suficientemente fuerte como para vencerlo," dijo Ginny, mientras sostenía las dos manos de Harry con fuerza, para animarlo. El cuerpo de Harry continuó retorciéndose en agonía, pero se detuvo de repente. Ginny dejó escapar un suspiro de alivio, el dolor de Harry parecía haberse detenido y aún respiraba.
La frente de Harry de repente estalló en llamas. Ginny no podía creer lo que estaba viendo y rápidamente dirigió su varita hacia las llamas que se elevaban desde la frente de Harry.
"¡Aguamentia!" Ginny gritó desesperadamente y trató de echar el agua hacia la frente de Harry, pero se evaporaba apenas dejaba la varita. El calor procedente de las llamas de la frente de Harry era muy intenso, pero, sorprendentemente, no se había extendido. De hecho, las llamas estaban bajando su nivel hasta que desaparecieron por completo. Ginny se inclinó hacia delante. No había ninguna quemadura en la frente de Harry a pesar de la intensidad del calor y tomó varios segundos antes de que Harry se las arreglara para sentarse. Ginny se sentó junto a Harry.
"Estoy bien en este momento Ginny , sólo dame unos segundos, mi mente acaba de ser atacada con un montón de información al mismo tiempo," dijo Harry, mientras Ginny se sentaba sobre el regazo de Harry. Harry envolvió su brazo alrededor de Ginny, mientras ella se inclinaba satisfecha sobre él, aliviada de que Harry estuviera bien. "Ahora sé lo que el diario sintió después de que lo apuñalé con el colmillo de basilisco."
"¿Qué quiere decir con que sabes cómo se sentía el diario?" preguntó Ginny con suavidad, perpleja a lo que Harry había querido decir.
"Horrocrux, esa palabra está zumbando en mi mente, y vienen a mí miles de pedazos de información, todo lo que aprendió Voldemort en su vida acaban de ser absorbido en mi memoria, los recuerdos también, pero todos están revuelto, apenas puedo darles algún sentido," dijo Harry. "La cicatriz se ha ido ¿no es cierto?"
"Sí, Harry," dijo Ginny con un ligero cabeceo.
"Creo que lo sé, Horrocruxes, esa palabra que viene a mí, sé lo que significa," dijo Harry mientras parpadeaba, con la cabeza zumbando por la cantidad insana de nueva información que recibió, muy poco de ella la ordenó donde fácilmente podría recuperarlo. "Sí, Voldemort, en su búsqueda de la inmortalidad, se decidió a hacer Horrocruxes, siete de ellos, de hecho."
"¿Pero qué son los Horrocruxes?" preguntó Ginny con el ceño fruncido, esperando que Harry pudiera juntar ese hecho con lo sucedido. "¿Esto tiene que ver con esas formas negras que vimos partiéndose?"
"Sí, todo está claro para mí ahora, un Horrocrux se hace con el sacrificio de un alma sin mancha, asesinando a alguien que nunca ha matado antes," dijo Harry. "El alma se divide por la mitad y, Voldemort obviamente, los encerró en objetos mágicos de gran importancia, pero el primero fue el diario, pero se ha ido ahora. Además, yo era uno."
"¡¿Quieres decir que los Horrocruxes pueden ser personas vivientes?!" gritó Ginny con sorpresa.
"Sí, al parecer Voldemort nunca tuvo la intención de convertirme en un Horrocrux, pero algo pasó cuando trató de matarme, su alma o lo que quedaba de él, fue expulsada de su cuerpo y parte de ella se desgarró y en un corte de mi frente, que se convirtió en la cicatriz, por lo menos eso es lo que creo que pasó ," dijo Harry con el ceño fruncido antes de que él negara con la cabeza. "Realmente no importa ahora, se ha ido, fue doloroso y el Horrocrux intentó matarme para tomar el control de mi cuerpo, pero gané, gracias a ti Ginny, si no estuvieras aquí, no lo habría logrado, incluso quien sabe cómo habría resultado."
"Harry, no te cuentas a ti mismo, habrías sido capaz de derrotar el Horrocrux por tu cuenta," dijo Ginny pero Harry simplemente se encogió de hombros.
"Hay cuatro Horrocruxes más, pueden haber cinco ahora, la información que tengo sólo llega hasta la noche en que Voldemort me quiso matar, y dado que fue involuntario, puede que Voldemort haga otro," dijo Harry y Ginny lo miró, animándolo a seguir, tomó un momento para que Harry le diera sentido a la cascada de información en su mente. Se necesitaría un tiempo para darle sentido a todo y aún más tiempo para aprender cualquier magia que Voldemort conociera, la que no tendría efectos secundarios peligrosos sobre sí mismo. "Una copa perteneciente a Helga Hufflepuff, un medallón que obtuvo de Salazar Slytherin, un anillo de la familia del lado mágico de Voldemort, y la diadema de Ravenclaw, que está justo aquí, en esta misma sala."
Ginny lo miró sorprendida, apenas podía creer que Voldemort hubiera escondido un Horrocrux en Hogwarts.
"Pensó que nadie encontraría esta sala y él también pensó que no habría manera de que un mago de catorce años pudiera escapar de él," dijo Harry con una leve sonrisa. "Cero de Dos hoy para Voldemort."
"Por lo tanto, tomamos el Horrocrux ¿y luego qué?" preguntó Ginny.
"Ponemos un poco de veneno de basilisco en él y hay que tener cuidado," dijo Harry. "El problema es que, a pesar que hay pocas defensas mortales de Voldemort en la Diadema y obviamente no hay problema, las del medallón y el anillo tendremos que pasarlas, en algún lugar de este embarullado lío de recuerdos hay una manera de hacerlo. No hay problema en los demás, pero la Copa de Hufflepuff está en Gringotts, en la bóveda de uno de sus seguidores más devotos, Bellatrix Lestrange."
"Eso podría ser un problema," dijo Ginny con frustración. "Los duendes no permitirán que cualquier cosa que se les ha confiado para mantenerla a salvo sea tomada sin luchar. Se necesitaría un ejército para incluso adentrarse al interior del banco, y mucho más para acercarse lo suficiente para irrumpir en las bóvedas."
"Buena idea, Ginny, podría funcionar," dijo Harry y Ginny se volvió hacia él, mirándolo con sorpresa. "Sólo deja que piense en algo, si lo hago correctamente podría funcionar, durante mi próxima reunión con Fudge, tengo tiempo para panearlo adecuadamente, si puedo conseguir que piense que Dumbledore está conspirando contra él..."
"Entiendo a qué te refieres Harry", dijo Ginny con una inclinación de cabeza, mientras miraba a Harry. "¿Crees que va a funcionar?"
"Yo no lo intentaría si no estuviera seguro de que lo haría," respondió Harry, antes de que él diera una sacudida con su cabeza, el zumbido en su interior proveniente de la información del Horrocrux había cesado. "Ahora que estamos aquí en la Sala de los Menesteres, la Diadema está cerca, no hay tiempo como el presente para deshacerse de ella."
Harry se concentró en encontrar el Horrocrux y apareció justo en frente de él. Este truco no hubiera funcionado con los otros Horrocruxes, pero ya que estaba en la Sala de los Menesteres, le proveyó el Horrocrux inmediatamente. Entonces, una depresión apareció en la parte posterior de la habitación. Ginny se bajó del regazo de Harry para permitirle levantarse y caminar hacia el agujero.
"Voldemort es el hijo bastardo de un Muggle," susurró Harry, usando la nueva contraseña que abriría la entrada de la cámara de los secretos, y se dejó caer. Justo en la parte inferior había una pequeña zona improvisada, una oficina donde había una caja con varios frascos de veneno de basilisco, tratados con un encanto anti-disolución para ayudar a mantenerlo en los viales. Harry se volvió hacia las serpientes en la pared y una vez más habló en Parsel. "Levántate."
Un ascensor apareció en la pared y Harry entró, lo llevó de vuelta a la Sala de los Menesteres. Harry entró justo cuando una mesa apareció al lado de la cama en la que Ginny estaba sentada. La diadema estaba en el suelo, Harry casi podía sentir la misma magia oscura con la que había lidiado. Levitó la diadema hacia arriba, sobre la mesa, donde una caja de cristal apareció. Harry dejó caer la diadema en la caja. Golpeó con su varita el vial de veneno de basilisco, los encantos anti-disolución se eliminarían en sesenta segundos. Colocó el vial en medio de la Diadema y rápidamente selló la caja, donde puso hechizos anti- disolución y luego se sentó al lado de Ginny.
Segundos después, el veneno de basilisco comenzó a disolver el vial y después la diadema. La sangre cuajando lanzó chillidos de la nada cuando el Horrocrux comenzó a quemarse y se hizo eco en toda la Sala de los Menesteres.
"Silencio," murmuró Harry, no quería que los gritos rompieran su cráneo y el de Ginny, eran muy fuertes, por no hablar de inquietantes. La diadema se redujo a una repugnante baratija negra retorcida del color del alquitrán, pero incluso eso fue disuelto por el Veneno de Basilisco. El Horrocrux había sido total y absolutamente destruido, sin dejar rastro.
"Tres fuera, tres por ir," dijo Ginny en señal de triunfo, mientras miraba el Veneno de Basilisco rezumando en la caja. No parecía ni un poco de la diadema fue.
"A menos que, por supuesto, Voldemort hiciera otro de lo que no sepamos, recuerda que no sabe sobre su error con respecto a mí," respondió Harry con un suspiro de resignación, mientras su mente todavía repasaba todas las acciones que tendría que tomar para conseguir suficiente gente que le ayudarían a irrumpir en Gringotts para poder tener en sus manos la maldita copa.
"Nos preocuparemos de eso cuando llegue el momento," dijo Ginny, cuando se volvió para mirar a los ojos de Harry. "Incluso si Voldemort volvió, ganaste el Torneo de los Tres Magos y creo que eso es un motivo de celebración."
Harry concordó con Ginny, había tenido un día ajetreado y aunque había mucho que hacer, se podría hacer más tarde. Él no haría al mundo mejor si sufría una crisis nerviosa debido al exceso de trabajo antes de que pudiera ser arreglado. Los labios de Ginny se reunieron con los de Harry y se besaron apasionadamente, sus brazos firmemente envueltos alrededor del otro. Las manos de Harry viajaron por la espalda de Ginny, mientras se inclinaba, profundizando el beso. Poco a poco, Ginny adentró su lengua en la boca de Harry, él pudo ver una mirada pícara en sus ojos. Harry quitó lentamente su brazo de su cintura, mientras sus lenguas se encontraron, y lo colocó en su pierna desnuda. Él sintió su piel suave, su aliento, mientras ella gemía dentro de su boca. Poco a poco, su mano viajó por su pierna. Hizo una pausa, mientras sus dedos estaban a meros centímetros de desaparecer debajo de la falda. Ginny lentamente se apartó del beso, mientras miraba a Harry, puso su boca justo al lado de la oreja derecha.
"Por favor, Harry, no te detengas ahora," susurró Ginny, casi suplicante, antes de que sus labios tocaran la oreja de Harry, ella procedió a plantar besos lentamente por el costado de su cuello, al sentir la mano viajera de Harry ir a la parte interna del muslo, mientras se movía más debajo, ella se detuvo de repente y dejó de besar a Harry, quien miró hacia arriba, para ver el ceño fruncido en el rostro de Ginny.
"¿Qué pasa Ginny?" preguntó Harry, preguntándose brevemente si hubiera hecho algo para desagradarle.
"No, Harry, nada de lo que hiciste estuvo mal, yo estaba pensando en esa camisa que llevas, no me malinterpretes es una buena camisa, pero creo que estaría aún mejor en el suelo," dijo Ginny juguetonamente, mientras agarraba la camisa de Harry. "¿Puedo?"
"Si quieres," dijo Harry con una sonrisa y Ginny sacó la camisa de Harry sobre su cabeza, ella la lanzó al piso de la Sala de los Menesteres. Ella respiraba con dificultad, ya que era muy consciente de dónde estaba la mano de Harry, pero le dio una sensación de felicidad absoluta cuando sintió la mano continuando moviéndose por debajo de la falda. No queriendo dejar que Harry tuviera toda la diversión, Ginny plantó besos lentamente en toda la parte superior del cuerpo de Harry, mientras lentamente se relajaba, para permitir que continuase.
Harry sintió placer más allá de todo lo que podía haber imaginado. Ginny parecía saber exactamente qué botones tenía que empujar, era casi instintivo y, a juzgar por los sonidos que escuchaba, era evidente que estaba haciendo algo bien. Los besos continuaron llegando, cada pulgada de su cuerpo se estremeció de felicidad pura. Era consciente de que desde donde estaba colocada Ginny, estaba causando algunas reacciones interesantes a su cuerpo. Ginny se ocupó lentamente de sí misma, comenzando a desbotonarse la camisa. Harry observó, a medida que más y más piel de Ginny fue revelada, antes de que ella se detuviera, con la camiseta enrollada debajo de la parte inferior de sus pechos. Harry la miraba, Ginny lo miró, mientras lentamente le apartó las manos, medio burlándose de que ella no iba seguir adelante.
Luego, en un abrir y cerrar de ojos, Ginny levantó por completo su camisa sobre su cabeza y la tiró al suelo, justo al lado de la de Harry. Harry se maravilló de lo hermosa que era Ginny y estaba muy contento de que las brujas maduraran más rápido que sus homólogas muggles. Audazmente, la mano derecha de Ginny viajó lentamente por su mejilla, por el lado de su cuello, por su pecho mientras viajaba hacia el sur, sin signos de detenerse. La mano izquierda de Ginny agarró la mano derecha de Harry y la levantó, antes de que ella lentamente la levantara y colocara en el exterior de su sujetador azul claro desteñido, con un guiño.
Ginny sintió a Harry estudiando cada pulgada de su cuerpo, su mano se deslizó por la parte delantera de los pantalones de Harry. Sus ojos se abrieron, ante su descubrimiento. Fleur Delacour había llamado a Harry un "niño pequeño", no podía estar más equivocada.
"Ginny", dijo Harry con voz aturdida, la sangre se había precipitado desde la cabeza cuando sintió lo que estaba haciendo Ginny.
"Si te gusta eso, ¿verdad Harry?" susurró Ginny y Harry asintió con vehemencia, las palmas de sus manos las colocó sobre los pechos de Ginny, ella se las arregló lentamente para sentarse. "Sé que te gusta, tanto como a mí me gusta."
Los pantalones de Harry pronto se unieron la demás ropa en el suelo, Ginny se sentó a horcajadas sobre Harry, antes de continuar besándose. Con cada beso, con cada fricción , su deseo aumentaba.
"Ginny," susurró Harry de repente, una pequeña parte lógica de su cerebro pateó, la que siempre tomaba vacaciones cuando estaba con Ginny. "Mejor nos detenemos antes de que hagamos algo que lamentaremos."
"No me arrepiento de nada," murmuró Ginny, pero su capacidad de pensar racionalmente había vuelto a ella y estuvo de acuerdo con Harry. "Lo sé Harry, tienes razón."
"Sí, el momento llegará algún día, no te preocupes, pero va a ser especial," dijo Harry y Ginny asintió, mientras miraba a los ojos de Harry. "Además, no queremos ninguna pequeña sorpresa."
"Eso es verdad," dijo Ginny, que no estaba seguro de si alguna vez querría hijos, sobre todo en este momento, Harry se recostó. Ella se puso a su lado, con la cabeza en su hombro, y comenzaron a dormir, uno junto al otro.
Poco iban a saber que el sueño de esa noche sería el mejor que cualquiera de ellos había conseguido en toda su vida.
o-o-o-o
En la Sala de la Corte Wizengamot, un Peter Pettigrew encadenado se sentó en una silla, Sirius Black se hallaba sentado al lado. Ambos eran custodiados por Aurores del Ministerio, todo el Wizengamot, menos Harry Potter que no había recuperado su asiento hasta el momento, había aparecido. Fudge entró en la sala del tribunal con Dolores Umbridge cerca, detrás de él.
"Muy bien, hoy estoy aquí para corregir una terrible injusticia, parece que nos equivocamos en los acontecimientos de la mañana del dos de noviembre, del año 1981," dijo Fudge con gravedad. "Ese día, se creyó que Sirius Black había asesinado a Peter Pettigrew, junto con doce personas inocentes, junto con varios heridos más en el proceso. Tomó varias horas aclarar lo que salió mal, Black fue arrojado a Azkaban después de que él fue juzgado culpable. Hoy, Dolores Umbridge, Amelia Bones, y yo mismo interrogaremos tanto al señor Pettigrew como al señor Black, que han recibido Veritaserum."
Los miembros de la corte estaban sentados, con toda su atención, Fudge se volvió hacia Sirius Black primero.
"¿Era usted el Guardián Secreto de Lily y James Potter?" preguntó Fudge.
"No, yo no lo era, Peter Pettigrew nos intercambiamos en el último momento", dijo Sirius.
"¿Y por qué se intercambió con el señor Pettigrew?" preguntó Fudge.
"Pensamos que era el farol perfecto, engañaríamos a todos, pero nunca supimos que Peter era un espía de Lord Voldemort," dijo Sirius con suavidad, los miembros de la corte, con la excepción de Dumbledore, se estremecieron. "En un momento tonto fui tras él."
"¿Va a decirle al tribunal lo que realmente sucedió en la desafortunada mañana en cuestión?" preguntó Madam Bones.
"Yo acorralé Peter en el callejón y le recriminé sobre cómo nos traicionó a Lily, James y a mí, antes de que lanzara una maldición a mis espaldas, tenía la intención de matarme, pero me las arreglé para poner un encanto escudo en el último segundo," dijo Sirius "Varios muggles fueron atrapados en el fuego cruzado, la calle entera fue destruida, y Peter logró escapar bao la forma de una rata, su forma de animago, huyó hacia las alcantarillas."
"Debo decir, no recuerdo que el señor Pettigrew esté registrado como un animago, su nombre no aparece en el registro del Ministerio," dijo Umbridge dulcemente. "¿Podría explicar las circunstancias que causaron que el señor Pettigrew se convirtiera en un animago?"
"Fue a causa de nuestro amigo Remus Lupin, que es un hombre lobo, Peter, James y yo nos convertimos todo en Animagos para tratar de hacer las lunas llenas un poco mejor para él," dijo Sirius, incapaz de evitar que se derramara todo. Varios de los miembros del Wizengamot miró a Sirius como si tuviera algún tipo de enfermedad repugnante por socializar con un hombre lobo.
"¿Se da cuenta del peligro de estar alrededor de una criatura tan peligrosa?" preguntó Umbridge. "¿Seguramente se dio cuenta de que podría haber sido mordido?"
"Dolores, yo creo que eso es irrelevante para este caso," dijo Madam Bones rápidamente, ya que ella no tenía ningún deseo de escuchar los conocidos prejuicios de Umbridge eclipsar un juicio importante.
"Sí lo es, Dolores, debes limitarte a lo importante," dijo Fudge.
"Por supuesto, Ministro," dijo Umbridge con su repugnante tono dulce.
"Creo que hemos escuchado todo lo que necesitamos saber de Sirius Black, desde aquí comenzaremos con la historia del señor Pettigrew," sugirió Fudge y Bones y Umbridge asintieron con la cabeza, Fudge se volvió hacia Peter. "¿Quién sabía del intercambio entre usted y el señor Black?"
"Sirius, Lily, James y Albus Dumbledore eran los únicos que sabían que nos intercambiamos," dijo Peter suavemente y Fudge parecía emocionado, pudo ver la mirada enferma que apareció en el rostro de Dumbledore. Era casi como si Navidad llegara temprano a casa y viniera con todos los días festivos.
"¿Por qué se unió a Quien-No-Debe-Ser-Nombrado?" preguntó Fudge, quien se preocuparía después en arruinar a Dumbledore.
"Dumbledore vino a mí, para convencerme de que yo sería un espía perfecto para la Orden del Fénix, esto fue antes de que Snape cambiara de bando, obviamente, mi unión al Señor Oscuro inició falsamente, él nunca esperó que yo me atrevería a tratar de engañarlo," dijo Peter en voz adormecida.
"Ministro, si me lo permite, dudo que esto sea relevante para este caso..." interrumpió Dumbledore, no deseaba que Peter cometiera el error de inmiscuirlo. Él le había ofrecido una decisión tan importante, debido a que tenía miedo de que se volvería hacia la oscuridad porque él se sentía débil. Nunca hubiera sabido que eso realmente propiciaría su descenso por el camino equivocado.
"Oh, Albus, creo que esto es muy importante," dijo Fudge, ignorando las preocupaciones de Dumbledore. "¿En qué momento decidió unirse a El-Que-No-Debe-Nombrado en verdad?"
"Cuando vi que su equipo estaba mejor organizado que lo que Dumbledore podría manejar," dijo Peter. "Dumbledore siempre fue evasivo, en realidad nunca dejó saber a nadie lo que quería lograr, mientras que el Señor Oscuro siempre fue muy claro en sus objetivos, siempre supimos qué nos esperaba. Yo tendría más posibilidades de tener éxito a su lado, Dumbledore nunca podría ofrecerme lo mismo. Por no hablar, de que siempre y cuando yo estuviera en ese lado, siempre estaría a la sombra de Sirius, James y Remus."
"¿Tenía usted la intención de matar a Sirius Black esa mañana?" preguntó Madam Bones.
"Sí, no fue premeditado, sino más bien de improviso, me estaba acorralado, pero el hecho de inculparlo me habría permitido vivir y era tan bueno como matarlo," se jactó Peter.
"Por lo tanto, la evidencia es clara, los crímenes que cometió Peter Pettigrew fueron erróneamente atribuidos a Sirius Black y está claro lo que los miembros del Wizengamot deben hacer para garantizar la justicia," dijo Fudge audazmente. "Vamos a poner este asunto a votación ahora."
"Por favor, todos los que estén a favor de encarcelar a Peter Pettigrew y exonerar a Sirius Black de todos los cargos," dijo Madam Bones y casi todas las manos en el Wizengamot se levantaron, con sólo un par de excepciones. Unos pocos lo hicieron a regañadientes, con Dumbledore siendo el más obvio. "Todos los que estén en contra."
Un par de manos se levantaron, pero no importaba, la mayoría ya había hablado.
"Sirius Black ha sido absuelto de todos los cargos," dijo Fudge, el Auror administró el antídoto, antes de volverse hacia dos Aurores junto a Pettigrew. "Sáquenlo de mi vista."
Sirius había puesto de pie, una mirada de triunfo en el rostro, mientras Dumbledore lo miró, era obvio que el director quería hablar con él, pero Fudge le había unido como había entrado en los pasillos.
"Señor Black, puede ir usted a mi oficina dentro de un par de minutos, para poder transferir la custodia de Harry Potter de esos muggles a usted," dijo Fudge, quien estaba ansioso por hacer algo que lo pondría aun en mayor estima ante Harry y llevaría a Dumbledore bajo una luz aún peor.
"Con mucho gusto, señor Ministro," dijo Sirius mientras Dumbledore comenzó a caminar hacia ellos. Sirius suspiró, más le valía reconocer la presencia del director. "Hola Albus, debo decir que fue agradable conseguir el juicio que debería haber tenido hace catorce años."
"Me alegro, que esté satisfecho con los resultados de Sirius, pero debo pedirle que reconsidere alejar a Harry de los Dursley," dijo Dumbledore, Sirius y Fudge lo miraron como si le hubiera crecido una segunda cabeza. "Podría llevarlo a consecuencias desastrosas si abandona la seguridad de esa casa."
"Déjame adivinar, Albus," dijo Fudge con voz aburrida. "Harry debe permanecer con esos muggles por... Creo que el término es, el Bien Mayor, ¿no?"
"Por su propia seguridad, Cornelius," modificó Dumbledore.
"Dudo que haya alguna buena razón por la que Harry debiera regresar allí, sobre todo teniendo en cuenta que el Ministerio ha acumulado evidencia de todos estos años, que firmemente apuntan a que ese hogar fue abusivo hasta el límite para el joven Harry," dijo Fudge y lo Sirius miró, preguntándose por qué esto no había sido mencionado antes, pero sabiamente no dijo nada. "Pero, muy bien Albus, soy todo oídos. Quizá he pasado por alto una razón por la que Harry deba regresar a lo que puede ser una casa, incluso peor que Azkaban."
"Tengo mis razones para enviar a Harry allí, Cornelius," dijo Dumbledore, quien no podía hablar sobre las protecciones de sangre, ya que técnicamente estaban clasificadas como magia negra.
"Albus, cualesquiera que sean tus razones, no me tomes a la ligera como lo hiciste en el pasado," dijo Fudge sin problemas. "Ven luego, señor Black, tenemos que poner los papeleos en orden, el año escolar en Hogwarts termina en un par de días y dudo que desee Harry pasar ni un minuto con los Dursley."
Sirius siguió Fudge a la oficina, la puerta se cerró cuando Dumbledore iba. Dumbledore se detuvo, Harry había regresado a los Dursley sin discusión cada año, pero eso era porque él no tenía una alternativa viable. Ahora, él tenía una con el nombre de Sirius liberado, Dumbledore sabía que iba a interrumpir sus planes eventuales con Harry si él trataba de forzar el asunto personalmente. Una ruptura entre los dos era lo último que Dumbledore necesitaba en ese momento.
Sirius y Fudge salieron de la oficina alrededor de hora y media más tarde. El ministro caminó hacia fuera por un pasillo.
"Sirius, una palabra por favor," dijo Dumbledore y Sirius simplemente comenzó a caminar con Dumbledore. "Bueno, Sirius, debo insistir en que Harry regrese con los Dursley por un mes. Tienes el poder que de enviarlo allí ahora, y es para su propia protección. Cuando Lily murió, su sacrificio creó una protección de sangre basada en el amor entre Harry y Petunia Dursley. Mientras Harry se quede allí, nadie que quiera hacerle daño podría tocarlo."
"Excepto cuando vienen de dentro de la casa, Fudge ha compartido conmigo un poco de interesante material de lectura, mencionó que es posible que le hayas convencido de mantenerlo fuera de la vista de Amelia Bones, dudo que ella hubiera permitido que Harry permaneciera allí," dijo Sirius y Dumbledore al menos tuvo la decencia de parecer avergonzado. "Mira Dumbledore, sé que piensas que tienes buenas intenciones, pero con Harry, no tienes ni idea. Yo realmente lo siento por ti cuando tu próxima gran aventura llegue, porque vas a tener que enfrentarte a Lily y a James por lo que hiciste pasar a su hijo durante su infancia."
"Lamento que te sientas así Sirius," dijo Dumbledore, sabía que no habría manera de cambiar la decisión de Sirius. "No voy a insistir con el asunto de Harry, pero tengo un favor que debo pedirte."
"¿Qué pasa, Albus?" preguntó Sirius.
"Ahora que tu nombre ha sido limpiado, creo que tienes la posesión de la casa de la familia Black, el número doce de Grimmauld lugar y las protecciones que fueron colocadas alrededor de ella por tus antepasados harán que sean perfectas para la sede de la Orden del Fénix," dijo Dumbledore. "Como sabes, Lord Voldemort ha regresado y tenemos que prepararnos de inmediato."
Sirius se detuvo levemente, su primer instinto fue decirle a Dumbledore que tomara su orden y la tirara, ya que lo único que logró hacer la primera vez fue conseguir que varias personas buenas fueran asesinadas por su complicado juego de ajedrez. Pero, él preferiría tener a Dumbledore cerca, donde podría mantener un ojo sobre él, y su mente volvió a la carta de Lily que Harry le había enseñado, que fue el inicio de la astucia recién adquirida de Harry. Sirius sintió que su ahijado estaría de acuerdo al cien por cien.
"Muy bien Albus, ¿cuando es un buen momento para reunirnos y hacer los arreglos para preparar todo?" preguntó Sirius.
"Mañana al mediodía será lo suficientemente bueno, Sirius," dijo Dumbledore y Sirius asintió con la cabeza en respuesta a Dumbledore.
"Eso espero, Director," respondió Sirius.
o-o-o-o
Vernon Dursley leyó el periódico de la tarde con mal humor. Había sido acusado por cargos de acoso sexual por su secretaria, la tercera de este año. Dos ofertas propuestas habían fallado la última semana. Las acciones en su compañía estaban abajo y caerían más ese día. Por no mencionar el hecho de que su hijo Dudley había sido expulsado de la escuela. Al parecer, había sido atrapado con drogas, pero Vernon se negaba a creer tal basura. Era obvio que alguna persona celosa se las había plantado a Dudley, para incriminarlo. Por el lado positivo, el mocoso estaría en casa dentro de poco, al menos habría alguien en sacar su agresión.
La puerta se abrió de golpe y un pequeño ejército de las criaturas más feas que Vernon había visto nunca en su vida entraron en su casa. Sólo le llegaban hasta la cintura, pero parecían malhumorados.
"¿QUÉ DEMONIOS ESTÁN HACIENDO?" Vernon gritó con enojo. "SALGAN DE MI CASA QUIENES SEAN USTEDES O LLAMARÉ A LA POLICIA."
Una de las criaturas se acercó tranquilamente y arrancó la clavija telefónica de la pared, tiró el teléfono al otro lado de la habitación. Se rompió en pedazos. Vernon se levantó de un salto y blandió su puño con rabia hacia la criatura, pero lo tomó del brazo y con una fuerza sorprendente lo arrojó a través del cuarto.
"No van a hacernos nada, humanos," gruñó la criatura. "Somos duendes, representamos al banco de magos Gringotts, y nos han defraudado."
"¿De qué estás hablando?" exigieron tanto Vernon como Dudley y Petunia, quienes habían salido de la cocina, pero la mitad de los duendes los ignoró. "No tenemos nada que ver con cosas del monstruo, eso es el chico."
"Ah, sí, el chico, el chico al que le robaron dinero," dijo uno de los duendes y Petunia y Vernon palidecieron al mismo tiempo, habían utilizado ese dinero extra para comprar regalos extras para Dudley. Después de todo, un niño en crecimiento no podía estar bien con sólo treinta regalos.
"Escucharon cosas monstruosas, ¡salgan de mi casa!" Vernon gritó con rabia, su espalda estaba en agonía.
"Es nuestra casa ahora," dijo un segundo duende con una sonrisa sádica. "Vamos a vender esta casa, pero dudo de que sea suficiente para cubrir la cantidad de dinero que le robaron al Niño-Que-Vivió. De hecho, hasta el momento en que le paguen, todo su salarió será depositado directamente en Gringotts."
"Sí, tienen que salir de esta casa, en cinco minutos," agregó otro duende.
"¿Qué se supone que debemos hacer?" preguntó Petunia en voz horrorizada. "¿A dónde se supone que debemos vivir? Usted no puede echarnos simplemente sin ninguna advertencia."
"Simplemente le hemos dado un aviso, salgan ahora," amenazó uno de los duendes con saña, sin remordimientos en absoluto.
"Sí, ahora, los duendes no toleramos a los de su tipo en absoluto, si hubieran cometido los delitos que hicieron en el mundo de los duendes contra un niño indefenso, habrían sido ejecutados de la manera más dolorosa e imaginativa posible," dijo el duende libre, pero él suspiró en lo que podría haber sido interpretado como decepción. "Pero ya que no son duendes, sólo tenemos que conformarnos con arruinar el resto de sus vidas."
"No pueden hacerme esto, ¡escucharán de mi abogado!" Vernon gritó con rabia, pero los duendes no le prestaron atención, ya que los Dursley fueron mágicamente expulsados de la casa, directo a la calle. En el momento en que levantaron la vista, la casa había desaparecido. Incluso no había rastro de que alguna vez hubiera estado en Privet Drive.
El siguiente capítulo comenzarán con las vacaciones de los chicos.
