-suéltame, que mierda tratas de hacer- Rei molesta trato de zafarse del agarre del maestro, pero este solo la empujo contra el suelo sujetándola de la toalla –sin duda eres una chica dotada, pero tu actitud es molesta- acercándose mas trato de agarrarla otra vez pero fue recibido con una patada en los bajos, el profesor Shido no pudo aguantar el dolor y cayo escupiendo saliva, Rei aunque desnuda trato de irse de ahí, parándose corrió en dirección de la puerta, pero al abrirla, la estaba esperando Miku que se abalanzó sobre ella.

-aléjate de mí, el maestro Shido esta…..-

Fue interrumpida cuando miro al profesor Shido tambalearse hasta la puerta y cerrar la puerta –maldita niña, quería que esto fuera por las buenas, pero necesitas respetar a tus mayores- agarrándola del cabello la jalo hasta el dogo donde entrenaban, sus lágrimas no tardaron en salir cuando Miku de todas las personas camino hasta ellos quitándose el uniforme, al acercarse a Shido, este la beso y golpeo.

-me dijiste que se sometería fácilmente- mirando a Rei indefensa y desnuda la miro molesta antes de quitarse el saco y camisa –necesitaras un buen entrenamiento estúpida- saltando sobre Rei, se subió encima de ella para que no escapara o tratara de golpearlo, con una mano sujeto sus dos brazos.

Lamiéndose los labios, disfruto de la vista hasta que Rei le escupió en la cara, harto de su actitud le dio una bofetada en la cara, luego de hacer eso la volvió a golpear –mira lo que me haces hacer, si cooperaras, esto sería más fácil y no tendrías que sentir dolor- a medida que su rostro se hinchaba por los golpes, las fuerzas de Rei desaparecían, sus ojos comenzaron a soltar lágrimas y solo cerro los ojos.

-parece que aceptaste tu destino, no te preocupes, ahora sentir el cielo- cuando Shido comenzó a besar su cuello y luego a manosear sus pechos, mientras el maestro se emocionaba por sus acciones, se congelo de golpe cuando la puerta del dogo se abrió.

El maestro Shido se sorprendió al ver como la puerta era abierta, preguntándose porque no estaba cerrada con seguro, pero luego volteo su mirada a Miku que estaba en el suelo inconsciente.

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-que está pasando- Shiro que pasaba por el dogo escucho los gritos, corriendo a la puerta la abrió revelando a el profesor Shido con Rei y Miku desnudas en el piso –profesor Shido que hace aquí- sus ojos se afilaron al ver al profesor temblar de miedo, para luego sacar una sonrisa –no creí que descubrirías nuestro secreto señor Matou-

Rei que escucho la interrupción abrió los ojos y miro n dirección de Shiro que la miraba confundido, ella trato de hablar y moverse, pero el agarre de Shido se lo impidió –aunque no quería que los estudiantes descubrieran nuestra relación secreta, le sugiero no mencionar de esto a nadie-

Shido sonrió al pensar muchas de sus estratagemas y sobornos –sería una lástima que usted repitiera el año o que algo malo le sucediera a su linda hermana, así que si sabe lo que le conviene uste…- en un momento estaba encima de Rei a punto de someterla y al otro estaba siendo mandado a volar contra la pared, su cerebro tardo en captar el dolor del golpe, pero solo reacciono cuando su espalda golpeo la pared.

El aire se escapó y casi se desmaya por el impacto, aun así logro resistir mientras sujetaba su mandíbula dislocada, su mente no entendía que estaba pasando mientras la sensación de dolor recorría su cuerpo.

La ira y odio siempre fue dirigida al bastardo de Zouken, siempre fue así, nunca había odiado antes a una persona como a Zouken, talvez Tohsaka, pero ver a un individuo inferior tratar de manipularlo y sobre todo amenazarlo con su hermana, rompió un nervio dentro de él, que solo pensar en esa palabra hizo que su ira se apoderara de él.

Aun cuando la hechicería estaba prohibida, no pudo soportar tanto odio dentro de él que en un estallido de fuerza, sus pies se impulsaron con tal fuerza que desapareció en un borrón, dándole un golpe en la mandíbula.

Sus ojos estaban rojos de la ira, pero al ver a Rei debajo de ella con lágrimas recorriendo su rostro se calmó, una imagen de Sakura lastimada paso por su mente, drásticamente su ira se desvaneció y al ver a Rei golpeada y llorando se agacho desviando la mirada, sacándose la chaqueta se la entrego.

Rei a pesar de sus emociones turbulentas, se cubrió lo mejor que pudo, pero al final rompió en llanto al ver que casi era violada, como el único soporte emocional cercano se aferró a Shiro que la había salvado.

Shiro confundido se arrodillo y la abrazo, con ese gesto comenzó a llorar con más fuerza, terminando de cubrirla desvió su mirada al maestro Shido que estaba llorando como un bebe al sentir como su mandíbula colgaba.

Aun así, no lo dejaría ir vivo si pudiera, pero tenía a dos posibles molestias que lo delatarían, talvez Rei no lo aria, pero si trataba de usar su hechicería en su mente la dañaría, había momentos específicos en los cuales no se debía de usar, por desgracia ese momento era uno de ellos, por lo cual solo lo golpearía solo un poquito y talvez maldecirlo.

Alejándose del agarre, sintió como Rei se resistía –no me iré a ningún lado, solo quiero desquitarme un poco más, puedes llamar a la policía- mirándola a los ojos saco su teléfono y se lo entrego, Rei temblorosa lo dejo ir ignorando que estaba desnuda y el abrazo que le había dado, le mostraba todo su cuerpo, aun así el la ignoro y mantuvo su mirada fija en Shido.

Rei no lo pensó mucho y marco el número telefónico de su papa, el cual era policía, Shiro no logro entender la mayoría de la conversación, ya que en mayor parte estaba llorando con su chaqueta apenas cubriéndola.

Dejando a Rei a un lado se centró en Shido que parecía que se iba a desmayar, agachándose a su altura lo agarro de la cara y movió su mandíbula de un lado a otro provocándole dolor, los gruñidos y llantos eran música para sus oídos, en un movimiento brusco reacomodo su mandíbula, con un fuerte sonido de hueso.

-m..a..l..d…i…t..o..- apenas hablando trato de darle un golpe, Shiro lo miro y dejo que lo golpearan, un golpe sin fuerza que no le causo dolor, invisiblemente, la mano que lo sostenía del cabello empezó a lanzar una maldición, el no perdonaría al maestro Shido.

Con el golpe recibido lo soltó al suelo, para luego pararse y darle patadas en la cara y pecho, las patadas eran más fuertes que los brazos, además que eran más cómodos para dar una golpiza, después de darle una golpiza que lo dejo inocente fue donde Rei que lo miraba

–Llamaste a la policía- la chica asintió, pero aún tenía la mirada fija en el suelo, sus brazos rodeándola temblorosamente -será mejor que te vistas, no creo que a tu padre le guste verte así- Rei no respondió y se quedó en silencio, hasta que un uniforme se le entrego en el piso.

Al ver el uniforme lo reconoció como suyo, incluso la ropa interior estaba así tirada, elevando la mirada noto como Shiro agarraba una canasta –será mejor que te cambies en otro lado- Rei por el resiente trauma no quiso alejarse de ahí, donde se sentía segura, talvez fue por la seguridad que le dio Shiro, pero talvez no quería estar sola.

-ya llegaron los autos de la policía, vístete rápido- Rei escuchado eso recobro algo de valor, por lo cual comenzó a vestirse lo más rápido posible, logrando vestirse lo mejor posible con partes de su ropa mal vestidas, ahora la chaqueta del profesor Shido cubría a Miku que aún estaba en el suelo.

Cuando la policía llego, el primero en entrar al dogo fue el padre de Rei que omitiendo los protocolos se lanzó por su hija que estallo en llanto, los compañeros policías rápidamente hicieron que Shiro levantara la mano pensando que era cómplice o algo así, pero luego de verlo algo golpeado con una chica desnuda y un hombre adulto tirado en el suelo con sangre pensaron lo peor.

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Para el momento que Shiro fue liberado de prisión, Zouken lo había esperado en la entrada de la mansión Matou divertido por lo que había sucedido, como su tutor le habían informado lo sucedido y con una advertencia para que este acción no se repitiera por segunda ocasión.

Zouken se había divertido cuando llamaron a su nieto héroe, sabía que su nieto podría matar sin darle mucha importancia, no siendo la primera vez que mataba a idiotas que se acercaban a Sakura, sin embargo, tener un cambio y que lo llamaron héroe, fue divertido.

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Las semanas habían pasado en un parpadeo y Shiro se mostró sorprendido al ver que el profesor Shido no había sido despedido, sin embargo, Rei no había vuelto desde el día que tubo ese problema, pero no le dio importancia concentrándose en ver a Shido.

Lo había amenazado con hacer algo a su hermana, así que tuvo que estar en alerta si trataba de hacer algo, si pudiera lo mataría a ocultas o fingir un suicidio, pero ver su tobillera con un aparato lo detuvo de hacerlo, aun así desconfió del maestro que pareció evitar su mirada, la maldición que le había puesto estaba activo y verlo inquieto, fue más divertido de lo que pensó, ya que la maldición le hacía ver fantasmas.

Cada vez que terminaba las clases salía corriendo como si no soportara ver lo que había en el curso, uno de esos días que lo vigilaba y que estaba al lado de Sakura, un policía se le había acercado –disculpa eres Matou Shiro-

Sakura levanto la cabeza confundida de que un policía hablara con su hermano –lo soy, hay algo mal- el policía lo miro y luego a Sakura –necesito que me acompañes- con un tono firme y autoritario hablo tratando de asustar a Shiro, pero lo único que recibió el policía fue una sonrisa divertida –porque debería ir, si no me dice la razón no lo acompañare-

-cuidado mocoso, yo soy la autoridad- ambos chicos se miraron retadoramente, ninguno dispuesto a ceder, pero Sakura que estaba nerviosa llamo su atención –no queremos problemas, nii san por favor- suspirando Shiro se derrumbó y rodeo los ojos –bien, nos vemos a la salida, si preguntan diles que mate a alguien y me llevaron preso- divertido por la reacción de su hermana, Shiro se fue caminando con el policía.

Cuando entro en la patrulla, se encontró extrañamente silencioso, en primera parte pensó que le mencionarían sus derechos como en las películas, pero lo único que surgió fue el silencio, después de mirar por la ventana y como se alejaba de la escuela miro las calles, reconociendo algo interesante.

-bueno, me puede decir a donde vamos, el camino a la comisaria está del lado contrario- el silencio que hizo el policía lo molesto, maldeciría al hombre por la estupidez de sus acciones, colocando su mano detrás del asiento del conductor, hizo aparecer un círculo mágico, este tenía la forma de un pentagrama, pensativo y tarareando una canción, movió el círculo mágico como si fuera una perilla de regulación.

Después de escoger algunas maldiciones, alejo la mano del asiento, divertido sonrió al ver por la ventana un gran insecto volar por la encima de ellos, al parecer el viejo gusano se enteró de sus acciones y había mandado a unos de sus gusanos a vigilarlo.

Tentado a matarlo, se resignó a no hacerlo, ya que llamaría la atención, sin contar que el viejo podría anular su hipnosis y dejar que los problemas se abalanzaran sobre él.

Después de media hora se detuvieron en frente de una casa, Shiro pareció confundido y curioso por su alrededor, nunca había ido más lejos del límite permitido por el insecto de Zouken, cada vez que se alejaba del área establecida sentía como los gusanos se retorcían bajo su piel, incluso durante el viaje espero a que sucediera, pero no pasó nada.

-tal vez te preguntas porque estás aquí- el policía comenzó a hablar, mirando de reojo el espejo del retrovisor –la verdad no- Shiro no le dio importancia a la mueca de molestia, pero el policía parcia controlarse –bien, no tengo ganas de hablar de esto con un mocoso como tú, pero no tengo opciones-

-debes de recordar al profesor Shido, el maestro que estuvo a punto de violar a mi hija, ese maldito bastardo tiene como padre a un poderoso yakuza, eh incluso tiene amigos en el gobierno, este malnacido había sido acusado de violar y manipular a varios estudiantes en sus años como profesor, nunca habíamos encontrado alguna prueba para acusarlo a la policía, incluso cuando despertó en el hospital logramos hacer que confesara sus acciones-

-pero ese maldito hizo un trato con la policía y mis superiores, de alguna forma les logro convencer para que formaran un trato demasiado bueno para ese bastardo, el no iría a la cárcel o que su historial fuera manchado, a cambio el entregaría a su padre entre muchas cosas más que no puedo, decir-

-vaya, eso es un problema, pero no veo cual es el problema, acaso quiere cobrar venganza contra mí- el tono de voz de Shiro daba una seguridad total al chico, como si nunca seria afectado –no lo creo, pero puede ser una posibilidad, sin embargo, la razón por la que te traje a mi casa es mi hija-

-la sorpresa de Shiro fue demasiado obvia cuando la boca y ojos asombrados hicieron que se diera cuenta de la verdad –conque era eso, pero aun así no entiendo, por si acaso tiene mi chaqueta, esta que tengo puesta es algo pequeña-

Haciendo una pose estiro sus brazos, al hacerlo, la chaqueta se estiro e incluso sonó un chasquido como si estuviera a punto de romperse –deja tus estupideces niño, mejor sígueme- molesto se dio la vuelta entrando a su casa, Shiro curioso miro con atención los alrededores, teniendo un pensamiento fugas "con que así se ve una casa normal" una vez dentro de la casa se encontró con el chico menos esperado de todos –oh, que sorpresa Takashi, también fuiste arrestado-

El chico pareció sorprendido por su llegada, una vista rápida a su padre hizo que este entrara en ira –porque este imbécil está aquí- el padre molesto detuvo a Takashi que estaba a punto de lanzar un golpe –cálmate muchacho, Rei quiere hablar con el- Takashi parecía más molesto al mencionar esas palabras, pero sobre todo la confusión en Shiro fue más grande –pueden explicar que pasa, tengo que volver a la escuela-

Takashi logrando zafarse del agarre del padre de Rei lanzo un golpe a Shiro que no se movió, talvez fue porque sabía que no le dolería o talvez porque no lo vio venir –maldita sea chico me estás cansado, te llevare a tu casa- haciendo una llave a Takashi lo esposo y saco fuera de la casa, no sin antes de cerrar la puerta hablar –segundo piso, tercera puerta a la izquierda-

-maldito, tu ocasionaste esto, si hubieras llegado antes ella no tendría que pasar por esto- mientras Takashi era alejada, los gritos del chico molestaron a Shiro, debía agradecer que hizo algo, en vez de dejarla en el dogo a ser violada por el profesor Shido, como siempre el idiota quería echar la culpa a otro, para ocultar su impotencia.

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Con calma y mirando su alrededor, se perdió en su mente mientras veía la decoración del hogar, el lugar se sentía tan tranquilo y calmada que no pudo evitar sonreír, si tan solo su vida no se hubiera arruinado, talvez él y Sakura podrían a ver sido felices.

Suspirando toco la puerta que le había mencionado, de forma irónica, la puerta tenía un adorno de un gato con ojos grandes, sin recibir respuesta volvió a tocar la puerta, nuevamente no tuvo la respuesta, cansado por su actitud volvió a golpear la puerta, solo que esta vez hablo –Rei, soy Shiro queria…..- en un parpadeo la puerta se abrió revelando a Rei quien se le abalanzo en un salto, sus brazos se aferraron en su cuello, confundido por la acción, trato de alejar a Rei de su agarre, ero los pequeños sollozos que escuchaba lo detuvieron, soltando un suspiro devolvió el abrazo.

Al corresponder el abrazo Rei comenzó a llorar con más fuerza, inquieto por lo que sucedía no dejo de abrazarla, pero aun así quieto como estaba se quedó mirando la habitación abierta, las ventanas estaban cerradas, había varias prendas de vestir tiradas en el piso y un pésimo olor que emanaba de la habitación de Rei.

Curiosamente sintió la mirada de otra persona, buscando con la mirada descubrió a una mujer que los miraba, supuso que era la madre ya que al acercarse daba a reconocer varios rasgos similares, cuando se acercó y trato de sujetar a su hija Rei se aferró con más fuerza.

-querida soy mamá, estoy aquí- trato una vez más de sujetar su mano, pero el agarre comenzó a volverse incomodo, la madre tardo un momento en reconocer el olor de la habitación de su hija, así que lo guio a un baño, Shiro confundido no entendió hasta que su madre hizo algunas señas, de querer bañar a su hija.

Sabiendo que tardaría más en ese estado asintió y aun sujeto camino con cuidado de no caerse, una vez entro la madre cerró la puerta, sin saber que hacer tomo un poco de aire antes de hablar –Rei porque me llamaste- agarrando con fuerza los brazos de Rei, la alejo lo suficiente para que se miraran, el estado de Rei era lamentable, como si hubiera llorado por mucho tiempo, aun así reconoció la chaqueta que tenía puesta.

-veo que un usas mi chaqueta- riendo un poco alejo a Rei de su lado, dejando que se calme, lo cual funciono, al ver como Rei tomaba un poco de aire y elevaba la mirada ignorando su estado.

-lamento que me veas así, es solo que cada vez que cierro los ojos lo veo a el- sintiendo un escalofrió, la mano que se posó sobre su cabeza lo calmo, Rei sintiendo su presencia se calmó, notando levemente su estado se sonrojo riendo divertida por su miseria –debes de pensar que soy un desastre, es solo que no puedo evitarlo, aun con lo que me paso ese maldito no tuvo su merecido-

De la tristeza al enojo, sonrió divertido por la actitud de Rei –pasar del miedo a la ira, eso es un avance, sabes que la chica Yuki está muerta no- Rei asintió levemente, talvez estaba más informada de lo que pensaba –sabes porque Shido esta aun en la escuela-

Calmando su respiración e ira, Rei se cruzó de brazos luciendo adorable –ese imbécil hizo un trato con el juez, no puedo decir los detalles, pero su padre es alguien peligroso e influyente, con su testimonio apresarían al pez gordo, a cambio el seguiría con su vida normal-

Asintiendo con la cabeza Shiro entendió del porque el profesor Shido estaba en la escuela, aun así no entendió el estado de Rei –si sabes eso que te pasa, hace rato estabas triste y ahora estas normal- Rei se estremeció y bajo la mirada, al ver su cuerpo sintió asco, sucia.

Ignorando a Shiro se acercó a la ducha, abriendo la regadera dejo que el agua fluya –cada vez que cierro mis ojos, puedo sentir las manos de ese asqueroso ser, como me besa y me toca- abrazándose a si misma cayo de rodillas en el piso de la ducha con la ropa mojándose.

-sabes Shiro, siempre pensé que era un maltado mujeriego que estaba costándose con Yuki por los rumores, pero me doy cuenta que me equivoque, la razón por la que no asisto a la escuela, temo ser violada-

Mientras Shiro escuchaba a Rei, no pudo evitar una sonrisa sínica, ella se sentía sucia o violada aun cuando sigue siendo virgen "posiblemente", comparado con él y Sakura, ella era una santa virgen, sus cuerpos fueron profanados por lo peor de lo peor, aun así lograron seguir adelante y esta chica lo estaba cansado.

-sabes, no te paso nada, sé que estés sintiendo miedo ahora mismo, pero a diferencia de Shido, hay monstruos peores en el mundo-

Sus palabras sonaron con fuerza silenciando a Rei que trataba de hablar, ella lo miro furiosa por sus palabras, ella aun no entendía en la crueldad del mundo –como quieres que me sienta, casi fui violada, me aferre a esta estúpida chaqueta como un salvavidas, porque fuiste el único que me ayudo, incluso Takashi que me prometió cuidarme e incluso casarse conmigo, no me ayudo, estaba sola, esto me volverá loca, cada vez que cierro los ojos solo veo a Shido besándome …-

Rei fue silenciada cuando Shiro se acercó a la ducha dándole un beso, sus ojos se abrieron con sorpresa antes de que se separaran, ella lo miro sorprendida por lo que acababa de pasar, sin entender que estaba pensando Shiro –si el problema son tus recuerdos, déjame reemplazarlos- nuevamente se acercó y la beso, esta vez el beso fue más largo, Rei por instinto cerro los ojos, Shiro no pudo evitar sujetar a Rei de la cintura acercándola con más fuerza, a pesar de que ambos estaban compartiendo un momento íntimo, Shiro tenía los ojos puestos en la ventana, un enjambre de insectos volaban con sus ojos rojos brillantes.

No pudo evitarlo, no estaba preparado, el mana se había drenado de golpe y los insectos dentro de su cuerpo estaban agitando sus puntos de placer, su cuerpo estaba caliente y el agua fría que caía en ambos no logro calmar el calor dentro de él, ver a Rei tan vulnerable hizo que algo dentro de él se volviera loco.

Del beso simple, sus labios bajaron a su cuello, sus manos fueron directo a sus pechos, haciendo que Rei soltara un gemido, aun así sintió la tensión de su cuerpo con cada movimiento que hacía, alejándose un poco con sus manos aun en su pecho, se acercó al oído de Rei que luchaba interiormente por no llorar –olvida a Shido, ahora cada vez que cierres lo ojos piensa en mí y solo en mí, deja que tu cuerpo olvide esa sensación y recuerde mi toque-

El cuerpo de Rei se estremeció, para que momentos después toda rigidez en su cuerpo desapareciera, talvez fue el trauma reciente, los sentientes confusos de Rei o talvez un maldito gusano que le gustaba ver a jóvenes tener sexo.

-cuida de mí-

Esas fueron sus últimas palabras antes de que ambos jóvenes terminaran teniendo sexo en la ducha, no logrando ser cuidadosos o cautelosos al momento de olvidar que no estaban solos en casa.

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(Actualidad)

-bien Shiro, has terminado tu entrenamiento un mes antes que inicie la guerra, debo admitir que no esperaba resultados tan buenos a comparación de mis hijos-

Shirou se paró del suelo tambaleante, los gusanos dentro de su cuerpo aún se agitaban con fuerza, después de usar una gran cantidad de mana, cayendo de rodillas miro al anciano que divertido se acercaba a una caja en su escritorio –en toda mi vida no tuve un alumno digno que soportara mi entrenamiento, sin contar a mis hijos que nacieron defectuosos generación tras generación, aun así tener a un externo dentro de la familia y que soportara mi entrenamiento fue digno de elogio, solo espero que no termines como Kariya-

Empezando a reírse Shirou se mordió el labio, sabía quién era Kariya y porque peleo en la guerra –suéltalo de una vez, no tengo todo el día- Zouken se detuvo y sonrió con más fuerza, acercándose agarro su bastón para golpearlo en la cara –ah Shiro, me diste buenas horas de diversión, hiciste estos diez años más cortos y divertidos, aun así no olvides quien manda-

A su orden mental, los insectos se revolvieron en su cuerpo, dejando que Shiro cayera al suelo agitándose de dolor –dime Shiro, estas ansioso de recuperar el mana perdido, no me digas que estas desesperado por avanzarte a tu linda hermana o acaso iras por esa chica Rei-

-cállate bastardo, no las metas en esto- Zouken divertido piso la mano de Shiro con su bastón, el sonido de algún objeto rompiéndose llamo su atención, Zouken sonrió divertido cuando Shiro golpeo su bastón rompiéndolo de un golpe.

-bien hecho Shiro, has mejorado, pero espero que tu dedicación y esfuerzo no se desperdicien en el primer día, pero como te decía, eres mi primer estudiante fuera de la familia que tuvo la capacidad de aprender de mi hechicería y resistir mi entrenamiento, como es costumbre el maestro debe dar un regalo a su alumno cuando está preparado, normalmente se les da una espada Azoth con algunos detalles de cada familia, pero como eres mi primer y único estudiante te regalare algo diferente-

De la caja que estaba agarrando saco una espada de dos puntas algo diferente, casi pareciendo la punta de una alabarda, solo que en vez de tener un soporte largo, este tenía una empuñadura como la de una espada, mirando al viejo bastardo, lanzo la espada a la cabeza de Shiro, en un estallido de mana se levantó y salto retrocediendo, evitando el corte miro al viejo de Zouken que sonreía –sin duda será un maestro cazas-

-encontré esta espada en una venta de antigüedades, bueno decirle espada es extraño, solo le quitaron la punta de una alabarda y le colocaron la empuñadura de una espada, sin embargo, este arma tiene una característica única que puedo decir que lo hace única, ya que esta maldita, a pesar de estudiarlo por un tiempo, no encontré algo llamativo, solo que estaba maldito, espero que esta arma te sea útil-

Shirou miro el regalo de Zouken, mirándolo con odio agarro la espada del suelo, levemente le echo un vistazo curioso de esa maldición única, sin decir nada salió del estudio del bastardo de Zouken, agarrando con fuerza la espada, quería matar al bastardo, pero no podía, no sin el santo grial –nii san este bien-

Sakura lo saco de ese abismo de dolor, haciendo que sonría y ocultara la espada –no es nada Sakura, al fin termine mi entrenamiento, que te parece si salimos para celebrarlo- Sakura confundida lo miro y luego a un gusano que se arrastraba por el suelo –no creo, el abuelo-

-no lo llames así, es solo un bastardo y nada más, yo asumiré las consecuencias, vamos Sakura-

Sakura lo miro dudosa, pero al final acepto su mano, Shiro era demasiado persuasivo al momento de tomar una decisión, si quería hacer algo, nada lo detendría, dando una sonrisa agarro la mano de su hermana saliendo de la mansión.

Lamento la mala ortografía, pero como siempre pediré su ayuda para darme ideas de cómo mejorar la historia o como sugerencia.

Si se preguntan, Shiro no tendrá el poder para darse 1 vs 1 contra un servant es solo un magus, podríamos decir que tendría la capacidad de Luvia a la hora de pelear, pero de ahí luchar contra Gilgamesh imposible, aun con su cresta de gusanos sería imposible.

Los personajes del epilogo aportaran algo a la historia en mayor y menor medida, así que no serán relleno.

Tengo tres ideas:

1.- hacer la historia como una guerra del grial alternativa sin archer o con archer (pendiente)

2.- que chaldea acuda al llamado de la guerra, porque Shiro no es un héroe, no morirá por desconocidos, así que no le importará si el grial corrupto es liberado.

3.- meter a los personajes de fate kaleid (Illya scuad y angelica scuad) que sepan que es enfrentar se a un espíritu heroico verdadero y ver la oscuridad del mundo.

Manden sus sugerencias pliz.