Holiii.
Se hace mucho pero mucho que no actualizo la historia, pero tuve que dejar todo esto de lado por problemas familiares. Ahora he vuelto y aunque esta historia la empecé y termine hace mucho no termine de publicarla, como nunca es tarde la término ahora, aunque no estoy muy contenta de como escribía en ese entonces voy a publicarla tal cual espero que os guste.
Voy también a subir otras muchas historias de Harry Potter que tengo escritas que nunca publique, pero esas las modificaré primero.
Ahora sin más dilación os dejó con el capítulo, espero vuestros comentarios para que ver que os va pareciendo la historia, la verdad es que es una de mis favoritas.
Chaooo.
Capitulo 12
Habían pasado ya unos cuantos dias, casi dos semanas de la primera reunión de los Gryffindor y Slytherin, todo supuestamente seguía tranquilo.
El grupo de Slytherin se encontraba en la biblioteca esa noche, más concretamente en la sección Prohibida junto a ellos se encontraban los de Gryffindor, ese día como a Pansy y a Draco le había tocado recorrer esa zona, habían decidido hacer la reunión allí, ya que el séptimo piso era vigilado por los de Hufflepuff y no querían que los vieran juntos, para así no levantar ninguna sospecha.
Esta era la 5º reunión que hacían, cada vez aunque pareciera increíble se llevaban mejor, aunque claro eso no lo iban a admitir los Slytherin.
-bien, ¿entonces ninguno se ha dado cuenta? –pregunto Hermione, el rubio negó con la cabeza.
-no, es verdad que nos vigilan mas y desde la salida a Hogsmeade estaban muy raros, pero hemos tomado muchas precauciones –dijo Pansy sonriendo mientras se sentaba en una mesa que había frente a Draco.
El chico se quedo mirándola durante un buen rato, cosa que no paso desapercibido por los de Gryffindor y los amigos de rubio menos claro de Pansy.
-esta semana hay una reunión en el despacho del Director Dumbledore –dijo Hermione mientras todos asentían, Ron miro extrañado a la chica.
-¿para qué?, hemos tenido una reunión hace poco, nunca hacen una reunión tan cerca una de la otra –soltó Ron muy extrañado, Hermione se encogió de hombros, ya que no sabía el porqué.
En el despacho de Dumbledore:
Al día siguiente Dumbledore cito esa mañana a todos los padres de los Slytherin, le extraño que un grupo tan grande de padres quisiera hablar de lo mismo, pero algo le dijo que debía ser un mensaje y que sería urgente.
Ahora se encontraba sentado en su escritorio esperando la llegada de los padres, el grupo fue apareciendo a través de la red flú de la chimenea.
-bienvenidos, ¿ya estáis todos? –pregunto el director sonriendo mientras se levantaba para acercarse a ellos.
-si, ya estamos todos –dijo Lucius serio mientras miraba el despacho.
-bien, ¿Qué queréis saber? –pregunto él mientras hacía aparecer unas sillas para que se sentaran.
-¿es seguro hablar aquí? –pregunto la señora Zabinni seria mientras miraba hacia las paredes.
-si, toda la habitación esta insonorizada, podéis hablar tranquilos solo ya os escuchare –respondió Albus sonriendo mirando a los allí presentes.
El matrimonio Malfoy le fue contando todo lo que pasaba, con la ayuda del matrimonio Greengrass, la señora Zabinni y el señor Nott.
-se que no tenemos derecho a pedirte ayuda, pero estamos desesperados –dijo Narcissa mirando al profesor preocupada.
El director sonrió a los presentes con tranquilidad, suspiro quedándose pensativo.
-bien, voy a hacer una reunión especial el viernes, tomad en cuanto sintáis que se caliente venid aquí, hablaremos con los de la arden para ver que se puede hacer –explico él mirando al grupo que tenía enfrente suyo, el grupo asintió y se fue dejando solo a Dumbledore.
El viernes llego más rápido de lo que a algunos hubiesen querido. Era por la noche cuando Dumbledore reunió a todos, los primeros en llegar fueron los de la orden, ya que Albus quería hablar primero con ellos antes que los mortifagos llegaran.
-¿para qué nos has llamado Albus? –pregunto Remús extrañado por la reunión.
-veréis, en estos pocos dias han sucedido diversos acontecimientos que han requerido hacer una nueva reunión –empezó Albus sabiendo que lo que venía después no les iba a gustar, suspiro y decidió contar todo de golpe.
En cuanto termino de contar todo, cerró los ojos sentándose y espero a lo que sabía que se iba a formar.
-¿pero tú estás loco, Albus? –pregunto o más bien grito Remús mirando a Dumbledore que sonreía travieso.
-esto no tiene, ni pies ni cabeza, son mortifagos, Albus –soltó Tonks mirando al director como si le hubiese salido dos cabezas.
-pensarlo y veréis que tengo razón –dijo Dumbledore sonriendo a los presente.
-¿y si es una trampa? –pregunto Mundangus mirando serio al director.
-tengamos un poco de fé –soltó Arthur mirando a los presente para intentando tranquilizar a todos –si Albus confía en ellos, nosotros les tendremos que dar un voto de confianza –termino de decir Arthur, para luego mirar a su mujer que asentía con una tierna sonrisa.
-me alegro de oír decir eso –dijo Albus sonriendo mientras se levantaba al oír unos golpecitos en la puerta –adelante.
La puerta se abrió dando paso a los 6 mortifagos que con pose fría entraban por la puerta.
-¿Qué narices? –soltaron casi todos los presentes al ver quienes entraban.
Lucius y el señor Nott se acercaron a ellos de forma altiva mientras que el resto del grupo los dejo un poco sorprendidos, ya que no tenían expresiones arrogantes, sino más bien de preocupación.
A Dumbledore le costó más de media hora tranquilizo a algunos miembros de la orden y que dejasen a los seis mortifagos explicarse.
-¿y como sabemos que no es una trampa? –pregunto un miembro de la orden después de que los mortifagos se explicaran.
-para unos padres lo más importante son sus hijos, estén en el lado que estén, sabemos que hemos cometido errores, lo sabemos y estamos intentando arreglarlo, pero no pedimos que no perdonéis, si no que protejáis a nuestros hijos –dijo Narcissa con voz enfadada mirando a los presentes.
Molly los observo durante largo rato, hasta que se levanto y adelantándose al grupo se acerco a los seis mortifagos.
-soy madre y os entiendo –dijo la mujer sonriendo a los seis que la miraron sorprendidos –os ayudare –soltó mientras estiraba el brazo hacia Narcissa para que le estrechara la mano.
Los presentes allí en el despacho se quedaron en silencio, expectantes de lo que iba a pasar.
-gracias –soltó Narcissa sonriendo mientras le estrechaba la mano a la matriarca Weasley.
Dumbledore que había estado observando todo desde la mesa sonrió mientras que se levantaba.
-una cosa mas –soltó el señor Nott adelantándose – que nuestros hijos no se enteren, si no estarían aun más en peligro del que ya están.
