Capítulo 28: Invitación inesperada.
Unos días después de la noche de reunión nocturna de principios de curso, durante el desayuno, llegó una lechuza que traía cartas para todos los miembros del personal docente, también para Poppy, Hermione y Neville, eran las invitaciones para la próxima boda de Harry Potter y Ginny Weasley, el día 15 de noviembre, todos se mostraron entusiasmados y felices, el único que no recibió invitación fue Filch, por razones obvias. Además llegó una invitación para Dobby, cuando Albus lo llamó y le dio su invitación creyeron que le iba a dar un ataque. El que no recibió la invitación con alegría fue Severus. Elvira sospechaba que Severus sería invitado, Hermione era muy amiga de los dos, estaba ayudando a Ginny con la organización del evento, y le contó a Elvira que Harry quería invitar a Severus, Elvira le advirtió que si quería podía enviar una invitación para él, pero no sería fácil que aceptara, ella lo conoce mejor que nadie y puede ser muy cabezón si se obstina en negarse a hacer algo.
Hermione contó que habían invitado a muchísima gente, ella sabía que los novios querían algo íntimo, pero Molly Weasley y el ministro de magia insistían en que debía ser un gran evento. Yoshi y Hellen dijeron que se sentían muy honrados por ser invitados a un evento de tanta repercusión en el mundo mágico pero estando en pleno curso escolar preferían quedarse en Hogwarts vigilando a los niños con Filch, seguro que tendrían ocasión de conocer al Elegido en otra ocasión, Albus decía que él sólo estaría un rato en la recepción, pondría como excusa su edad para volver a Hogwarts temprano. Los demás vieron que podían llevar pareja, los profesores de Aritmancia y Astronomía dijeron que no irían, que preferían quedarse en Hogwarts y no perder su tiempo en esos eventos sociales, cuando Minerva se tomaba un par de copas decía que esos dos eran más antisociales que Severus con un palo metido por el culo. Quedaron en eso, irían los profesores más antiguos como representación de Hogwarts y los demás se quedarían en el castillo cuidando que todo estuviera en orden.
Severus aún no dijo nada. Elvira le preguntó:
-Severus, ¿Qué harás? ¿Vas a aceptar la invitación o no? - Por fin reaccionó, usó un hechizo para que nadie en la mesa lo escuchara hablar con Elvira:
-No lo sé, por un lado no quiero ir, ese chico es el hijo del matón que me hizo la vida imposible durante años, pero también es el hijo de Lily, sacrifiqué mi juventud para compensar no poder salvar a su madre, pero se parece tanto a su padre y ella es pelirroja y tan parecida a como era Lily, que será como ver a sus padres juntos de nuevo…y no sabes lo que me dolía verlos juntos, pero por otro lado, ahora soy feliz contigo, no sé lo que hacer, aunque sé que prefiero no ir, estará lleno de periodistas y de gente que nos agobiaría preguntando estupideces.
-Tienes razón cariño, a mi tampoco me entusiasma ir, sobretodo cuando he sabido que entre todos están convirtiendo esa boda en un circo. Además, podríamos aprovechar esa noche para hacer travesuras en el invernadero sin preocuparnos de que pasen por allí Pomona o Neville.
-No me tientes o iremos allí esta noche.
Se rieron, en ese momento se dieron cuenta de que la mesa estaba en silencio, todos los miraban mientras estaban hablando sin saber de qué. Severus terminó el hechizo y dijo a todos que no pensaba ir a esa boda. Todos lo miraron como si hubiera dicho lo impensable…
-¿De verdad creíais que quería ir a esa boda? ¿Con toda la prensa mágica allí congregada y preguntando impertinencias? Creía que sabríais que después de lo que pasó antes de irme a Nueva York no quiero volver a estar cerca de ningún periodista. - Albus dijo:
-Lo sé, Severus, disculpa, es que no sé por qué pensé que querrías asistir a la boda del hijo de Lily, ella fue muy importante para ti.
-Y ahora sólo es una amiga a la que quise mucho y a la que no pude salvar, pero ayudé a su hijo poniendo mi vida en peligro en numerosas ocasiones y estuve a punto de morir, yo creo que ya he cumplido, que he compensado de alguna manera los errores que cometí, no pinto nada allí, no soy familia ni mucho menos amigo de ese chico, además, seguro que él en el fondo tampoco me quiere allí y sólo quiere que vaya porque al ministro le hace ilusión ser quien consiga que me haga una foto con la feliz pareja. Así que no pienso ir y es mi última palabra al respecto. - Todos se quedaron callados. Las conversaciones siguieron en torno al gran evento.
Elvira y Severus volvieron a su habitación, Morgana fue con Hermione a su habitación, quería enseñarle unos libros por si le apetecía leer alguno, había hecho muy buenas migas con la niña, poco a poco Morgana se estaba ganando el cariño del personal de Hogwarts. Severus y Elvira fueron a su sala de estar, Polly estaba allí jugando con los gatos después de llenarles sus bebederos. Cuando los vio aparecer, les preguntó si deseaban algo más, Elvira le dijo que no y Polly desapareció, los gatos estaban aún entretenidos con el ovillo que les dio Polly. Severus se sentó en el sofá y Elvira se sentó en su regazo y él la besó apasionadamente.
-Gracias, Elvira. - Elvira lo miró extrañada.
-De nada, pero ¿por qué me das las gracias?
-Por lo de antes, por apoyar mi decisión de no ir a la boda de Potter. Por ser como eres. Si llegas a ser como el resto de mujeres, seguro que me intentarías convencer de ir sólo para ir a la gran fiesta y salir en la prensa con un vestido de fiesta elegante y llamativo que comprarías para la ocasión. - Elvira sonrió y le dio un beso en la mejilla.
-De nada, y que sepas que si llegas a querer ir a esa boda te acompañaría y me pondría el vestido más atrevido y ceñido que tenga en mi armario, le haría sombra a la novia…y me pondría debajo esas braguitas sin entrepierna que te gustan tanto, aunque tú serías el único que las vería. - Rozó su nariz con la suya y le dio un piquito.
-No me tientes, mujer… voy a enviar ahora mismo la confirmación de que no iré a la boda, no me vayas a convencer de lo contrario…pero podrías ponerte esas braguitas esta noche para compensarme. - Ella le susurró al oído.
-¿Y si te digo que me las podría poner ahora mismo?
-Voy ahora a mandar la carta y tú vete ahora mismo al dormitorio y te las pones, yo me aseguraré de que Morgana pasará la mañana con la señorita Granger.
Redactó rápidamente la carta, y fue a la lechucería, al bajar se encontró con Morgana y Hermione que iban un rato a la biblioteca, le dijeron que pasarían allí la mañana, él dijo que perfecto, que necesitaba trabajar con Elvira en su habitación y después se verían en el almuerzo. Hermione sospechaba en qué consistía ese "trabajo" y Morgana también, aunque tuvo cuidado en controlar una sonrisita. Severus pasó el resto de la mañana, hasta la hora del almuerzo, en la cama con Elvira.
Pasaron los días y el domingo siguiente, viendo que amaneció un día soleado y cálido, quizás uno de los últimos días de auténtico verano, ya las clases empezarían en pocos días, tras el desayuno, Elvira y Morgana le pidieron a Severus ir a bañarse en el lago, Severus y Elvira tenían ya las programaciones del curso escolar y los demás estaban ultimando detalles, así que a Elvira y Morgana no les costó mucho convencerlo. Advirtieron a Morgana que no debía meterse muy hondo por el calamar gigante. Elvira metió en su bolso una enorme toalla donde los 3 podrían tumbarse, un par de toallas para poder secarse un poco, su crema solar y las gafas de sol. Severus y Morgana le dijeron que guardara allí sus gafas de sol, y unos libros para leer. Todos llevaban sus bañadores bajo la ropa, Elvira, su bikini negro estilo años 50, Severus el bañador que ella le regaló y Morgana su bañador verde.
Fueron al mismo sitio que el año anterior, al lado del árbol en el que le gustaba descansar a Minerva, en esa zona no había muchas criaturas acuáticas y por lo menos podían refrescarse aunque no naden demasiado. Llegaron y extendieron la toalla grande, se quedaron en bañador y guardaron la ropa en el bolso de Elvira dejándolo bajo un hechizo, por si acaso. Estaban entretenidos en el agua, riendo y salpicándose entre ellos, Elvira y Morgana jugaban a subirse encima de Severus que intentaba quitárselas de encima. Estaban los 3 tan entretenidos que no se dieron cuenta de que Minerva, en su forma animaga estaba entre las ramas del árbol, descansando un rato de sus obligaciones, hacía una mañana muy agradable para estar en el castillo. Estaba encantada mirándolos, nunca había visto a Severus tan feliz y siendo tan abiertamente cariñoso con nadie, estaba emocionada porque por fin Severus había encontrado la felicidad.
Los tres estaban tan entretenidos y Minerva estaba tan ensimismada mirándolos que ninguno se dio cuenta de que allí llegaron dos visitantes a interrumpirlos. Dumbledore llegó allí acompañado de un chico no muy alto, con gafas, de pelo oscuro y flequillo que ocultaba una cicatriz en su frente, el famoso Harry Potter había vuelto a Hogwarts porque quería hablar con el profesor Snape. Fue primero a ver a Dumbledore, sabía que no querría hablar con él si Albus no lo convencía, fueron a su despacho y al no encontrarlo, estuvieron buscándolo en el castillo, hasta que se cruzaron con Neville que les dijo que lo vio ir con Elvira y Morgana en dirección al lago un rato antes. Cuando los vieron ambos, instintivamente, se quedaron detrás del árbol por un momento, estaban muy sorprendidos por ver comportarse así a Severus.
Dumbledore sabía que Harry no podría estar allí todo el día, así que avanzó mientras el chico se quedó por un momento detrás de él. Simplemente caminaron hasta acercarse un poco a la orilla y en ese momento Severus tenía a Morgana en sus hombros mientras Elvira se refrescaba un poco. Cuando Severus escuchó los pasos de los dos hombres se dio la vuelta y ya no reía, miraba a los intrusos con el ceño fruncido. Cuando Morgana los vio se ruborizó intensamente y Elvira aunque le fastidió intentó no mostrarse contrariada.
-Hola Severus, Elvira, señorita Fox. - Dijo Albus.
Severus bajó a Morgana de sus hombros y salieron los tres a la orilla. Harry Potter aún estaba conmocionado y no dijo nada, tenía que recuperarse de la impresión de ver al temible profesor de pociones en bañador jugando y riendo en el agua con una niña de unos 12 o 13 años, según sus cálculos, y una mujer, con un cuerpazo, la había visto en el periódico con él, pero al natural era más impresionante. Cuando llegaron a la toalla, Severus hizo un hechizo de secado rápido sobre los tres, aunque Morgana se había apresurado a cubrirse con una toalla, Elvira también, pero porque notó que el chico no paraba de mirarla y no quería que Severus lo pusiera a vomitar babosas antes de que dijera a qué había venido allí. Severus por fin les habló:
-Potter, Dumbledore, ¿A qué habéis venido? - Albus dijo:
-Tú siempre tan educado con las visitas.
-Soy educado con las visitas, con la gente que me gusta.
Los tres se sentaron en la toalla, Severus se puso su pantalón y su camisa blanca abierta, Elvira y Morgana se limitaron a envolverse en las toallas. Dumbledore volvió a hablar, después de presentarle a Harry a Elvira y Morgana:
-Bueno, será mejor que vaya al grano o nos hechizarás. El señor Potter necesita hablar contigo, Severus. - Él miró a Harry inclinando la cabeza.
-Y bien señor Potter, ¿Con qué quiere importunarme en este bonito domingo de agosto?
Harry por fin habló:
-Verás Severus… - Severus lo interrumpió:
-Un momento, esos modales Potter, no somos amigos, nunca te he dado permiso para que me llames por mi nombre de pila, así que dirígete a mi como Señor Snape, ya que, afortunadamente, ya no soy tu profesor. - Harry suspiró y Elvira entornó los ojos, igual que Albus, eso era algo muy propio de Severus, Morgana los miraba a ambos fascinada.
-Está bien, Snape, sabes que hace años que quiero hablar contigo y te he escrito muchas veces y has rechazado todas mis cartas, venir aquí ha sido lo único que se me ha ocurrido para conseguirlo. - Severus lo miró sarcásticamente.
-¿Y sólo querías hablarme? Pues bien, dime de qué quieres hablar. Puedes hacerlo tranquilo, si te incomoda que esté Morgana, seguro que a ella no le importa ir un momento al castillo a buscar té helado mientras hablamos, ¿verdad?
-No me importa ir a la cocina. - Dijo la niña con timidez, Harry dijo:
-No es necesario, Snape, podríamos hablar un momento a solas, allí en esa sombra, no tardaremos mucho y no os quiero molestar mucho más.
Severus se levantó de mala gana, antes le dio un beso a Elvira en la mejilla y acarició el pelo de Morgana.
-Esperadme un momento, vuelvo enseguida. - Severus se quedó descalzo.
-Vamos Potter, no tengo todo el día. - Se alejó con Harry hacia donde había un poco de sombra.
-¿Y bien?
-Como he dicho antes, llevo tiempo queriendo hablar con usted, después de la caída de Voldemort, supe por fin lo que ocultaba…
-Sí, y se lo contó a todo el mundo.
-Bueno, quería saber por qué me protegió durante todo ese tiempo, me cuesta creer que fuera porque sentía culpabilidad por no poder salvar a mi madre, fueron tantos sacrificios, ¿De verdad la quería tanto? - Severus miró arriba.
-Potter, éste es uno de los motivos por los que no quería que hablásemos, la quise mucho, sí y me costó mucho superarlo, hace tiempo que no pienso en lo que me hizo sufrir verla con su padre, gracias a Elvira cada vez esos recuerdos duelen menos, entienda que no quiera relacionarme con usted aunque le haya ayudado tanto, sigo viéndole como al hijo del hombre que convirtió mi vida en Hogwarts en un infierno, a pesar de todo, seguía siendo el hijo de Lily, Dumbledore le mandó con Petunia y, cuando unos años después, supe la forma en que lo trataba, discutí con Albus, él o Minerva se lo pueden confirmar. - Harry lo interrumpió:
-¿En serio? ¿Qué hubiera hecho conmigo si no me hubieran mandado con la tía Petunia?
-Le sugerí a Albus que deberíamos haberle cambiado de identidad y haberlo hecho pasar por un familiar lejano mío que quedó huérfano y quedaba a mi cargo, hubiéramos ocultado la cicatriz de su frente con un hechizo y hubiéramos hecho creer a todo el mundo mágico que no sobrevivió, llegado el momento adecuado desvelaríamos toda la verdad. Pero dijo que no, que estaba seguro de que Petunia le cuidaría bien, que también era madre, y que yo no podría cuidar de usted, creo que pensaba que pagaría mi dolor con usted. - Harry estaba alucinando.
-¿De verdad quiso adoptarme?
-No exactamente, era una posibilidad porque Black no podía hacerse cargo de usted y nadie le daría la tutela de un niño a un hombre lobo. No me entusiasmaba la idea de cuidar de un niño llorón que no era mío, aunque si no hubiera sido tan idiota quizás la historia hubiera sido distinta. Y ahora ¿me va a decir a qué ha venido o va a seguir haciéndome hablar de un pasado que me ha costado años superar?
-No le puedo engañar Snape, he venido porque quería convencerle de asistir a mi boda.
Severus soltó una pequeña sonrisa.
-Lo suponía, estaba intentando tocarme la fibra sensible, para que vaya al circo ése al que llama "boda", mi respuesta sigue siendo que no.
-Lo entiendo, vi lo que hizo Rita Skeeter este verano y Hermione y Neville me contaron cómo se libraron de ella, pero si quiere puedo hacer que nadie le haga fotos y que los periodistas no le pregunten nada o los echaré.
-No es sólo eso, será como revivir uno de los peores días de mi vida, nadie lo sabe pero cuando supe que Lily se casaría no podía creerlo, usé un hechizo de invisibilidad y me colé en la ceremonia, la vi casarse con ese cabrón, y encima ustedes se parecen mucho, para colmo la señorita Weasley se parece mucho a Lily, entienda que no quiera recordar ese día. Ahora estoy mejor que nunca y no quiero que ellas sufran por verme amargado de nuevo. Así que no insista porque no pienso ir a su boda.
Miró a Elvira y Morgana que charlaban con Albus, Harry miró en la misma dirección que Severus, cuando Severus volvió a mirarlo Harry seguía mirando a Elvira.
-Oye, Potter, deja de mirar las tetas de mi novia o se lo diré a su futura esposa.
Harry miró al suelo de inmediato y se ruborizó hasta las orejas. Viendo su apuro Severus se echó a reír, Harry no sabía si estaba más conmocionado antes cuando lo vio jugando en bañador en el lago o en ese momento al oírlo reír.
-Tranquilo Potter, sé que Elvira llama la atención aunque no lo pretenda, eso sí, si intenta tocarla o la molesta de alguna manera, prepárese a morir, porque no tendré piedad con usted. - Cuando reaccionó Harry dijo:
-Está bien, entendido.
-Otra cosa más, nadie debe saber jamás de lo que hemos hablado aquí. Puede decirle a su novia y su familia política que no voy porque prefiero quedarme en mi mazmorra…lo cual es cierto, pero no digas nada de lo que te he contado de Lily o de lo que sugerí a Dumbledore, si lo hace, le castraré y el linaje Potter acabará con usted, puedo hacerlo en cualquier momento y sin varita, así que si tiene aprecio a sus pelotas, no me toque las mías.
-Sí, señor, no contaré nada, se lo prometo.
-Y otra cosa más, antes de que volvamos allí, no venga más a hablarme del pasado.
-Está bien, ¿Y si necesito consultarle algo sobre alguna poción por trabajo?
-Ya veremos.
Harry sonreía. Volvieron junto al árbol y Elvira y Morgana se levantaron y fueron a su encuentro. Elvira preguntó:
-¿Estás bien Severus?
-Sí. El señor Potter ya se va.
-Sí, adiós Elvira, Morgana, encantado de conoceros.
-Igualmente Harry. - Dijeron Elvira y Morgana casi al unísono.
Harry y Albus se despidieron y se alejaron de allí en dirección al castillo, mientras Elvira se sentó bajo el árbol, Severus se tumbó con la cabeza en el regazo de Elvira que acariciaba su pelo y cara con cariño, Morgana se sentó cerca de ellos leyendo una novela. Harry Potter y Dumbledore los miraron desde lejos.
-Albus, casi no podía creerlo cuando me lo dijiste, Severus Snape tiene una familia. Y viendo a esa niña, cualquiera diría que es su hija biológica y que Elvira es su madre.
-Cuando me insistías en que intentara convencerlo de ir a la boda, te dije que sería mejor que hablaras con él en persona para que vieras por ti mismo que era mejor dejarlo en paz, no sigas insistiendo en que te hable de Lily, ahora es feliz, no insistas en el pasado, a ninguno de los dos os hará bien, además, tú tienes toda una vida por delante con Ginny, el pasado no lo puedes cambiar, así que vive el presente. - Harry asintió.
-Tienes razón, Albus.
Ambos se alejaron de allí, en ese momento y sin que ellos se dieran cuenta Minerva bajó del árbol y corrió a la puerta de entrada, recuperó su forma humana cuando se encontró con Albus y Harry, el chico la saludó afectuosamente, Albus le preguntó.
-¿De donde vienes Minerva?
-De cerca del lago, estaba distraída observando a Severus y sus chicas, suelo remolonear en ese árbol cuando hace buen tiempo, ellos no lo saben pero me gusta observarlos, me reconforta saber que Severus está bien, aunque a veces me saque de quicio y le pondría almorranas como almendras garrapiñadas.
Los tres se echaron a reír, Harry fue a despedirse de Hermione y Neville, tenía que ir a almorzar a casa de sus futuros suegros.
Severus se quedó adormilado allí, Elvira y Morgana charlaban sin molestarlo para nada, le relajaba oír sus voces, pasaron el resto de la mañana así, después fueron a almorzar y el resto del domingo pasó sin novedades.
Cuando llegó la noche, Severus y Elvira estaban acostados, semidesnudos y abrazados, Elvira por fin le preguntó qué quería el famoso Harry Potter de él, Severus acariciaba su espalda y le dijo:
-Pues lo que lleva intentando desde que cayó Voldemort, que le hable de su madre e intentar convencerme para que asista a su boda, creo que le he hecho entender de una vez por todas que no quiero hablar más del pasado y que no iré a su boda, porque, bueno, siento que no pinto nada allí. Parecía entenderlo, le he contado algunas cosas, para que me deje en paz, pero creo que se limitará a hablar conmigo sólo por trabajo cuando necesite de mis habilidades como maestro de pociones.
-Creo que has hecho bien en responder a algunas de sus preguntas, así por lo menos te dejará tranquilo.
-Sí, además le conté que cuando Lily murió le sugerí a Dumbledore ocultar que él había sobrevivido haciéndolo pasar por el hijo huérfano de un pariente mío, llegado el momento le contaríamos la verdad, ¿Quién creería que yo precisamente me haría cargo de un niño que no fuera de mi familia? Pero dijo que era mejor llevarlo con la hermana de Lily que era madre y lo cuidaría bien, cuando nos enteramos de que ella y su familia lo trataban horriblemente, le eché en cara que no me hiciera caso, Minerva estaba delante cuando lo discutí con él y se puso de mi parte, podríamos haber ocultado a ese niño de los seguidores de Voldemort en sus propias narices y no me hicieron caso…en fin, es una tontería hablar de ello, el pasado no se puede cambiar. - Elvira estaba muy sorprendida.
-¿De verdad lo hubieras criado como a un hijo?
-Como un hijo no, yo tan sólo hubiera sido "el tío Severus", hubiera contratado una niñera y tan sólo me encargaría de su manutención, atención médica y educación. Lo del cariño se lo dejaría a la niñera…y si alguna vez íbamos a la casa de mis padres, a la señora Wilson.
-Vamos, que te habrías comportado con él como aquí en Hogwarts, pero sin pasarte de capullo…
-Algo así. Aunque viendo su personalidad no creo que me hubiera encariñado mucho con él, se parece demasiado a su puñetero padre. Pero sabes, ya no me apetece seguir hablando del chico maravilla, ¿qué tal si dormimos y mañana nos levantamos temprano y nos preparamos un baño de espuma…? - Elvira dijo:
-Esa es una idea maravillosa. - Ella le besó en el pecho, la clavícula, subió a su mejilla y terminó besando sus labios con dulzura… puso una alarma que los avisaría al amanecer, pocos minutos después estaban dormidos y abrazados.
