Capítulo 50: Y siguen llegando noticias maravillosas.
Habían pasado 3 semanas desde Halloween, Elvira ya había notado las primeras náuseas y algunos mareos, sus pies se habían hinchado un poco y sus tacones empezaban a hacerle daño…tuvo que asumir que a partir de entonces tendría que usar un calzado menos bonito y glamouroso pero más cómodo y funcional, en una salida a Hogsmeade con Minerva y Hermione, encontró unas botas comodísimas, sin tacón, muy bonitas… y negras, muy de su estilo.
Era domingo y estaban desayunando en el gran salón, esa tarde quedaron en almorzar con Morgana en sus habitaciones, habían pensado en buscar el nombre del bebé esa tarde, Severus pensaba que podían tomarse un poco más de tiempo, pero ellas decían que para hablar con el pequeño preferían hacerlo por su nombre desde el principio. Aunque los tres estaban bastante seguros de que terminarían llamándolo Duncan Percival, Severus insistía en que podrían ver más opciones. Cuando llegó el correo una lechuza voló velozmente al encuentro de Severus y Elvira, era de color pardo, muy bonita, traía una carta de Narcissa y Hans, la estaban esperando con impaciencia, sabían que Narcissa estaba a punto de dar a luz, si no lo había hecho ya. Decidieron abrir la carta en su habitación. Terminaron de desayunar y le dijeron a Morgana que había carta de Narcissa y Hans, la niña fue con ellos contenta y le dijo a sus amigos que se verían en media hora en los jardines.
Cuando llegaron a sus habitaciones, se sentaron juntos en el sofá y Severus abrió la carta, la leyó para ellas, Narcissa había dado a luz hace 3 días, el parto no tuvo complicaciones importantes, pero fue largo, Narcissa acabó agotada, pero por lo demás estaba perfectamente, la niña estaba sana, pesó 3'5 kg y midió 50 cm, según decían, una niña preciosa, rubia y de ojos azules como los de Hans, Severus siguió leyendo, decían que querían pedirles que ambos fueran los padrinos de la pequeña y que decidieron llamarla Astrid Elvira Johansson. Elvira empezó a llorar, esas hormonas iban a matarla por deshidratación por tanto llanto. Entonces Severus la abrazó y besó su frente, siguió leyendo, decían que gracias a la intervención de Severus, Lars, Draco, Paolo y Elvira se habían conocido y tenían a su niña y decidieron que llevaría su nombre, ya que era la única mujer implicada en el complot para unirlos, algo por lo que estaban sumamente agradecidos. Entonces Morgana, que también estaba muy emocionada, notó que había algo más en el sobre y sacó cuatro fotos muggles, una con Narcissa, Hans, Draco, Paolo y Freya, la cual tenía en brazos a su pequeña nieta, en una habitación de hospital, otra de Hans y Narcissa en su casa con la pequeña Astrid en brazos de Narcissa mientras sus padres la miraban con adoración, una de un primer plano de la pequeña y una última de la niña en su cunita con los regalos que le mandó Morgana y un pijamita del mismo color, con el unicornio de peluche que le regalaron sus padrinos a su lado. Cuando vio las fotos se las mostró a sus padres. Severus dijo:
-Sus rasgos se parecen a los de Narcissa, pero tiene el pelo rubio de un tono más parecido al de Hans y según la carta tiene sus ojos azules. - Elvira dijo:
-Es una auténtica preciosidad, esos mofletes son tan adorables y rosaditos que dan ganas de morderlos, y tiene una naricita y una boquita preciosa. - Morgana dijo:
-Nunca he visto un bebé más bonito, es una verdadera muñeca.
Severus se fijó en que la carta tenía otra página más, en ella les decían que la foto de Astrid con el gorrito y los patucos que le hizo Morgana era para ella, para que viera que les gustó mucho su regalo, tanto que un pijamita que le tejió Freya en blanco le cambiaron el color para que combinaran, pero que las manoplas no pudieron ponérselas para la foto porque se llevaba las manos a la boca, pero que les vino muy bien para la salida del hospital porque ese día hacía mucho frío, también les contó que por el momento era una niña muy tranquila y que comía y dormía muy bien, también los invitaron a ir allí en cuanto pudieran, pero que estaban pensando en que podrían hacer como en abril e ir a verlos en avión durante las vacaciones de primavera, el aeropuerto es el mejor sitio para esquivar a la prensa mágica, los magos no suelen usar el avión. De todas formas aún tenían bastante tiempo para planearlo. También les comunicaron su decisión de enviar a la pequeña a Hogwarts cuando tuviera la edad adecuada.
Morgana se iba con sus amigos y Elvira le dijo que después fuera allí a almorzar y seguirían charlando. Morgana prometió volver a almorzar, besó a sus padres y se fue. Elvira y Severus se quedaron releyendo la carta y mirando las fotos un rato, entonces escribieron su respuesta, aceptando encantados ser los padrinos de la pequeña, también le preguntaron si consiguieron que no constara su lugar de nacimiento exacto en el registro mágico. También les dijeron que en primavera tenían planeado quedarse en Hogwarts, a Elvira ya se le notaría bastante la barriga y no querían que los molestaran si los veían en Kings Cross, sería cuestión de preguntar a Albus y Minerva…y cuando les contaran las novedades seguro que ellos mismos los irían a buscar al aeropuerto de Heathrow. Entonces Severus recordó que tenía que ir al despacho de Dumbledore y pensó en decirles a él y a Minerva que fueran con él a su habitación y contarles las novedades, el despacho de Albus con todos esos retratos cotillas no es el sitio más adecuado para hablar con discreción.
Cuando volvió con sus jefes, Elvira les ofreció un refresco y Poe empezó a reclamar la atención de Minerva. Les contaron sobre el parto de Narcissa y lo que les propusieron sobre que fueran allí en las vacaciones de primavera, además de contarles que querían que su niña fuera a Hogwarts, también les enseñaron las fotos que les mandaron Hans y Narcissa. Minerva dijo:
-¡Qué preciosidad! Por cierto, ¿Cómo la han llamado? - Severus dijo:
-Astrid Elvira Johansson, nos han pedido ser sus padrinos y hemos aceptado. - Albus dijo:
-¡Qué detalle tan bonito! - Elvira se volvió a emocionar.
-Lo siento, hoy tengo un día muy emocional, o me paso el día cabreada o llorando como una tonta… estoy deseando que llegue el día de parir porque estos vaivenes emocionales son horribles. - Minerva dijo:
-Tranquila, querida, es perfectamente normal, mi hermana estaba insoportable cuando estuvo embarazada, lo mismo se enfadaba porque mi cuñado "respiraba muy fuerte" palabras textuales, que lloraba porque no encontraba las gafas al darse cuenta de que las tenía puestas… pero sólo es temporal. Aquí tu maridito no lloriquea por tonterías pero lo de estar de mala leche sin motivo es algo habitual en él. - Elvira se rió ligeramente y dijo:
-Mi amor, no te preocupes, malhumorado o no, eres mi querido murciélago cabreado y no te cambiaría por nadie, aunque me enfade contigo por estupideces, así que no me lo tengas en cuenta.
Se besaron y Minerva y Albus decidieron dejarlos a solas, antes de irse les dijeron que cuando escribieran a Narcissa y Hans les mandaran sus recuerdos y felicitaciones a los nuevos padres, también que por ellos podrían ir en primavera, que estarían encantados de recibirlos y conocer a su pequeña y que podrían tener la habitación que ocuparon en la pasada primavera, que podrían conseguirles una cuna para entonces, y que por supuesto, la pequeña recibiría su carta de Hogwarts cuando llegara el momento adecuado, Albus prometió, que si no se ha jubilado para esa fecha, la redactaría personalmente.
Poco rato después llegó Morgana, le pidieron a Polly almuerzo para los tres y regresó con un almuerzo consistente en lasaña de verduras, desde que los elfos descubrieron que era la única forma en que conseguían que algunos chicos se comieran sus verduras la hacían una vez en semana. Morgana cada vez estaba más contenta de haberle regalado ese libro de cocina a Polly. Comieron y charlaron alegremente, los tres estaban deseando que llegara la primavera para conocer a la pequeña Astrid Elvira, ese verano no viajarían, porque el parto de Elvira estaría muy cerca y después con un bebé tan pequeño, era mejor estar en casa, Caliope y Thomas les dijeron en su última carta que tenían ya los billetes para ir a verlos en Navidad y que lo primero que harían al volver sería comprar los billetes para ir a verlos en verano, pensaron en esperar hasta entonces porque querían estar allí desde que acabaran las clases, Morgana estaba muy emocionada, porque estaba deseando alojarlos en su casa. Estuvieron hablando sobre el nombre del bebé y a Morgana le gustaba el nombre de Duncan, Elvira opinaba lo mismo, Severus les dijo que no se sintieran obligadas a que les gustara ese nombre porque fue el primero que se le ocurrió a él…Elvira le dijo que les gustaba mucho, sinceramente. Por el momento el pequeño se llamaría Duncan, Morgana bromeó diciendo que si no le terminaba de gustar le podrían llamar Bilbo o Frodo, todos rieron.
Morgana se quedó con ellos y estuvieron viendo una película, Elvira se quedó dormida abrazada a Severus y él la llevó a la cama para que estuviera más cómoda y luego estuvo terminando de ver la película con su hija, cuando acabó, la chica se fue a la biblioteca a repasar para un examen de Herbología que tenía al día siguiente. Se despidió de su padre con un beso y un abrazo. Severus fue a su habitación y miró a Elvira dormida abrazada a su almohada, se quedó en calzoncillos y se metió en la cama a su lado, cuando notó su presencia se despertó:
-Severus, no me digas que he vuelto a quedarme dormida viendo una película… - Severus sonrió:
-Sí, querida, como un tronco… este bebé te está convirtiendo en una marmota.
Ella le pellizcó el brazo y luego se dio la vuelta en sus brazos. Se dio cuenta de que estaba prácticamente desnudo.
-Veo que no has perdido el tiempo… ahora creo que estoy demasiado vestida. - Él sonrió diabólicamente:
-Eso tiene fácil arreglo…
Hizo un gesto y la dejó en braguitas. Ambos rieron y se abrazaron y besaron, la libido de Elvira aumentó desde que quedó embarazada…aunque siempre había sido muy activa sexualmente y desde que estaban juntos parecía que estaban permanentemente en celo, pero desde que se quedó embarazada casi le costaba trabajo quitarle las manos de encima a su marido. Pasaron un rato en la cama hasta que llegó la hora en que debían ir a cenar. El día anterior habían terminado de corregir y preparar las clases del día siguiente…pero decidieron quedarse allí a cenar, le pidieron un bocadillo a Polly y no salieron de la cama hasta el día siguiente.
El lunes por la mañana llegaron al comedor, el resto del personal los miraba con malicia y sonrisas pícaras… Severus dijo:
-¡Parad ya!
Todos se echaron a reír por su reacción, Elvira incluida. Estaban bromeando cuando llegó una lechuza, se posó en la mesa de profesores y Severus la reconoció, era la lechuza de Lucius Malfoy. Cogió la carta, le dio un trozo de pan al pájaro y guardó la carta. Albus le preguntó:
-¿Algo urgente, Severus?
-No, lo leeré luego.
Cuando terminaron, recogió a la lechuza y Elvira y él volvieron a su habitación, Morgana los saludó brevemente y corrió a su clase de cuidado Criaturas mágicas con Charlotte y el resto de sus amigas. Severus a esa hora no tenía clase, así que fue con Elvira a su habitación, intentó dejar a la lechuza de Malfoy en la percha junto a Midnight, pero empezaron a atacarse la una a la otra. Severus la cogió y la llevó a la lechucería, lo hizo rápidamente, cuando volvió se sentó con Elvira en el sofá, que tenía a Poe en su regazo, el gato se restregaba contra su vientre, aunque aún no se le notaba nada.
-Poe es muy inteligente…creo que sabe que estoy esperando un bebé…a este niño lo va a tener mimado hasta el gato.
Se rieron y Severus cogió al gato y lo puso en el suelo, el gato parecía molesto:
-Después podrás subirte encima de mami todo el día, ahora necesitamos un poco de sitio.
Abrió la carta sin perder tiempo, no tuvo noticias de Lucius desde que le mandó una dosis de la poción de fertilidad para él y su joven esposa, ella había quedado embarazada hacía un mes aproximadamente, casi a la vez que Elvira, según la fecha que le decía en la carta, Severus suspiró aliviado, porque eso significaba que no tendría que hacerle más pociones, a no ser que pretendiera que le haga las prenatales, lo que le daba igual porque también las preparaba para su mujer. Pero no era eso lo que quería consultarle, siguió leyendo y resultaba que le pedía una poción para que la libido se mujer descendiera, Severus le advirtió que ella estaría muy activa y dispuesta a todas horas tras tomar la poción y que ese estado se mantendría mientras intentaban concebir, por razones obvias, y que podría pasar un tiempo así tras producirse el embarazo, por las hormonas. En fin, que Lucius no podía seguirle el ritmo y le pedía algo para ayudarlo a calmarla o una poción de lujuria para él, para complacerla mientras durara su estallido hormonal. La desventaja de casarse por interés es que tenía que hacer todo lo posible para no contrariar a su mujer o su padre no confiaría en él a la hora de invertir su inmensa fortuna… se rieron un buen rato pensando en lo exprimido y desesperado que debía estar para hacer esa petición. Severus decidió contestarle enseguida, le decía que consultó libros, aunque no necesitaba hacerlo, y que no existía una poción con ese efecto aconsejable para embarazadas, había riesgo de que el bebé tuviera malformaciones e incluso podría provocar un aborto, le mandaría una poción de lujuria para él y aconsejaba ser menos egoísta en la cama y practicarle sexo oral a su mujer de vez en cuando o regalarle un vibrador, eso podría ayudarle a apaciguar su descontrolado deseo antes. Tenía una poción de lujuria mejorada preparada, los gemelos Weasley se la pidieron para la "sección de adultos" de su tienda de bromas, ya habían hecho las pruebas y era perfectamente segura. Cuando terminó de escribir la carta y preparó el paquete, la dejó en la mesita de café, antes del almuerzo iría a la lechucería y la enviaría con la lechuza de Lucius, le daría al pájaro unas horas de descanso.
Severus estuvo dando sus clases con normalidad y Elvira estaba estudiando en la biblioteca unos libros sobre la poción que podría curar a los padres de Neville y a varios pacientes más de San Mungo en su situación…algunos llevaban tanto tiempo en esa situación como el matrimonio Longbottom, otros unos cinco años… quería saber más sobre ese tipo de pociones y qué efecto tendrían. Llevaba la investigación bastante avanzada, pero había un ingrediente que según averiguó era una planta extinta…buscó sus efectos y algún equivalente que pudieran utilizar, además pensó que quizás podrían utilizar la planta con la que mejoraron la poción calmante para afianzar los efectos positivos y quizás conseguir la curación total de los pacientes, porque en el libro se decía que debía tomarse mensualmente, como la Wolfsbane. Tendría que consultar esa posibilidad con Severus y Poppy, habían consultado con ella porque un antiguo compañero de estudios era el director de psiquiatría de San Mungo, le pidieron discreción, no querían que Neville supiera nada hasta que no tuvieran seguridad de que sería efectiva…no querían darle falsas esperanzas al chico. Poppy consultó con su amigo, el Dr. Wallace Tolliver y él le dijo que estaba muy interesado, la zorra de Bellatrix Lestrange dejó en ese estado a demasiada gente inocente. Con la ayuda de Poppy avanzaron bastante, los puso en contacto con el Dr. Tolliver y le consultaban todo cuanto necesitaban. Ese día Elvira seguía buscando ese ingrediente que se le resistía cuando Neville la vio consultando un libro de Herbología en el que se describían plantas ya extintas.
-Elvira, si no es indiscreción, ¿Qué buscas? Esa planta desgraciadamente se extinguió hace más de 100 años, era fácil de usar en pociones, sólo había que añadir un par de hojas pulverizadas porque era muy efectiva. - Elvira lo miró con ternura y le dijo:
-Lo sé, querido, es que Severus y yo tenemos un encargo de un amigo mío de la escuela, su esposa está enferma y ha encontrado una poción para curarla, pero esa planta es uno de los ingredientes y estamos ayudando a encontrar una planta o ingrediente que tenga el mismo efecto. - Entonces Neville le dedicó una encantadora sonrisa.
-Tienes la sustituta mucho más cerca de lo que crees, ¿Recuerdas el rosal que te regalé por tu cumpleaños? - Elvira asintió: - Esas rosas, cuando se les extrae la esencia y se destila tiene los mismos efectos que esa planta, cuando existía era más fácil conseguir ese efecto, ahora es más complicado, no es lo mismo pulverizar unas hojas que destilar esencia de rosas. Sabes, durante algún tiempo me dediqué a investigar plantas extintas, sus efectos en las pociones y qué los puede sustituir, Hermione me ayudó a buscar bibliografía, he pensado en recopilar mis descubrimientos en un libro, pero lo tengo que pulir y ordenar, seguro que Hermione me ayudaría. - Elvira le cogió la mano y la estrechó.
-Hazlo, cariño, será muy útil para herbólogos y maestros de pociones. Seguro que Hermione estará encantada de ayudarte y puedo ponerte en contacto con Hans, el marido de Narcissa, ha escrito muchos libros y seguro que puede ponerte en contacto con su editor.
-¿Tú crees que podría ser buena idea?
-Por supuesto, no te lo diría si no lo creyera. - Neville sonrió y dijo:
-Bueno, te prometo que trataré de completar y ordenar mi trabajo. Me voy, Pomona me ha pedido que venga a buscar un libro que necesita y se preguntará si me he perdido.
Neville se fue y Elvira repasó de nuevo los libros y encontró el rosal que Neville le regaló, efectivamente, la esencia de sus rosas se debía destilar durante dos días exactos, ni un minuto más ni uno menos, por eso Neville decía que era un poco complicado que sus efectos fueran los deseados, según el tiempo de destilación se conseguía un efecto u otro, el que ella buscaba exigía 2 días exactos. Decidió llevarse ese libro a su habitación y compartir lo que averiguó gracias a Neville con su marido. Madame Pince le dijo que como el otoño estaba siendo muy frío, si no quería ir a la biblioteca, ella podía mandárselos a su habitación con algún alumno o profesor, ella se lo agradeció, pero le dijo que según le dijo Poppy y la sanadora de San Mungo a ella y al bebé le haría bien caminar un poco cada día.
Cuando volvió a su habitación, se descalzó y puso el libro sobre la mesa de café, miró el rosal mágico que le regaló Neville, era una planta mágica y si se cuidaba adecuadamente siempre estaría perfecta y florecida. Como se podía usar como ingrediente para varias pociones, ella siguió escrupulosamente las instrucciones de Neville y Pomona para cuidarlo y estaba perfecto. Tocó suavemente uno de los pétalos y de pronto empezó a llorar, llevaba aguantándose las lágrimas demasiado tiempo, se sentía culpable, ese chico le estaba ayudando a solucionar su dilema sin saber que era para ayudar a sus padres, no quería haberle mentido. Se sentó en el sofá y siguió llorando, acurrucada en su manta de lana, Poe estaba con ella, lamiendo sus lágrimas. Poco antes del almuerzo llegó Severus de sus clases, al verla se preocupó.
-Elvira, ¿Qué te pasa? - Ella se limpió la cara.
-No es nada grave, ve a la lechucería, envíale a Lucius su carta y su poción, cuando vuelvas te lo contaré todo.
Él sabía que debía obedecerle, la besó y fue rápidamente a llevar la carta y el paquete con la poción. Volvió lo más rápido posible y entonces Elvira, ya más tranquila, se lo contó todo, su sentimiento de culpa por mentirle al chico y que, precisamente, él fuera quien le diera la pista definitiva para encontrar el ingrediente adecuado. Severus le dijo que no se preocupara, que esa noche pondría en marcha la destilación y, sin perder tiempo, en cuanto terminara la destilación tal como indicaba el libro, elaboraría la poción. Ella estaba preocupada por si Neville se enfadaba con ellos por investigar algo que le afectaba personalmente sin consultarle, Severus le aseguró que cuando ese chico supiera que no se lo consultaron para no darle falsas esperanzas, como Severus sabía que le había ocurrido más de una vez, hay muchos charlatanes, seguro que los perdonaba, pero en cuanto hicieran las primeras pruebas, si tenían éxito sería el primero en conocer los resultados y sus padres los primeros en probarla. Elvira se calmó un poco.
El resto del día pasó tranquilo, recibieron la visita de Lars y Fred a la hora del té y estuvieron charlando sobre la pequeña Astrid, estaban encantados y deseando ir en Navidad a conocerla, Hans le mandó a su sobrino varias fotos y una carta, estuvieron viendo las fotos que les mandaron a Severus y Elvira y las que sus visitas trajeron. Bromearon diciendo que en sus pocos días de vida esa niña ya tenía más fotos que todos ellos juntos en su primer año de vida. Le preguntaron por cómo iba la tienda y Lars les contó que Angelina había encontrado un local para su nueva tienda en Edimburgo, habían hablado de ello y viendo la gran demanda se decidieron por empezar por allí, la siguiente la pondrían en Dublín, también habían ampliado la fábrica, contratado dos empleados más e iba todo muy bien. Preguntaron por el embarazo de Angelina, según Fred estaba bien físicamente y los bebés también, pero estaba volviendo loco a George con sus cambios de humor.
-Es normal, las hormonas vuelven un poco locas a las embarazadas y ella espera dos bebés, está el doble de hormonal. - Entonces Elvira decidió contarles por qué no podría ir a la fábrica y por qué quiso quedar con ellos allí.
-Entiendo perfectamente lo que quieres decir. - Se puso una mano sobre el vientre y dijo:
-Aunque yo sólo espero uno.
Los dos chillaron y la abrazaron, los felicitaron y, para horror de Severus, él también fue abrazado y Lars tuvo el descaro de besarlo sonoramente en la mejilla. Cuando terminaron de celebrar, les contaron su nueva situación en Hogwarts y cómo Elvira escribiría las recetas para mejorar los productos y que Severus las elaboraría y llevaría las muestras allí para que las probaran, Elvira no quería salir demasiado de Hogwarts viendo lo que pasó con el embarazo de Ginny Potter, Fred y Lars lo entendían perfectamente y el resto de la familia Weasley también lo haría, El Profeta le hizo un seguimiento inaguantable mientras duró el embarazo y cuando nació el niño al salir del hospital se encontraron con una nube de fotógrafos. Fred dijo:
-Sí, lo del nacimiento del pequeño Jimmy fue horrible… no sé si visteis la cara de mi hermana en la portada de los periódicos, tenía la misma cara que mi madre cuando se ponía furiosa con George y conmigo, si no llega a tener al niño en brazos estoy seguro de que los hubiera hechizado a todos. - Severus dijo:
-Y nadie la culparía, después del acoso al que la sometieron desde que se supo, por eso es útil saber hacer algunos hechizos sin varita, por si tienes las manos ocupadas.
Lars y Fred le dieron la razón, también les explicaron que Poppy le hacía revisiones a Elvira cada semana, porque ella estaba un poco preocupada por ser primeriza a su edad, pero una vez al mes la visitaba la hija de una amiga de Poppy que era sanadora en ginecología y obstetricia, lo arreglaron así para que no los molestaran…y porque, como les confesó la Dra. Newmar, no querían tener un montón de periodistas en los alrededores del hospital, después de todo, era un hospital, además Poppy conocía a casi todo el personal de San Mungo y muchos les debían más de un favor, así que ese arreglo no fue difícil de conseguir, por no hablar de que la madre de la Dra. Newmar y ella estudiaron juntas medicina mágica y le debía más de un favor a Poppy, que tenía los mejores apuntes de la clase y cuidó eficientemente a muchos de sus hijos durante su educación en Hogwarts.
Cuando se fueron, Severus y Elvira fueron a cenar al comedor y mientras Severus hacía las rondas de vigilancia, Elvira corrigió unos exámenes pendientes de 4 año. Cuando volvió Severus había terminado con ellos y estuvieron repasando sus descubrimientos sobre ese ingrediente, decidieron que si no funcionaba a la primera sustituirían otro ingrediente, quizás la esencia de mandrágora por polvo de mandrágora y las hojas pulverizadas extintas por la esencia de rosas, cuando volvió de las rondas, Severus se encontró a Elvira medio dormida en el sofá abrazada a Poe que estaba profundamente dormido. Entonces cogió al gato y lo llevó a su cunita sin despertarlo.
-Bueno, querida, veo que has terminado las correcciones. - Ella sólo asintió. - Gracias por la ayuda, ahora te llevaré a la cama y yo iré a destilar la esencia de rosas, cuando lo ponga a funcionar y lo deje listo para usarla en dos días vendré a dormir, tú quédate tranquila y descansa.
Ella asintió, él la cogió en brazos, la llevó a la cama, con un gesto de su mano se apartaron las sábanas y él la sentó en su lado, luego ella fue al baño, salió con uno de sus camisones de raso y encaje, pero Severus ya se había ido, a Elvira no le extrañó, sabía cómo es y que quería volver lo antes posible.
Severus fue a su laboratorio tras recoger 3 rosas, lo que, según las instrucciones que encontraron, produciría suficiente esencia de rosas para el primer lote de prueba, para que la esencia funcionara adecuadamente tendrían que usarla lo más pronto posible tras el destilado. El resto de ingredientes no supondrían un gran problema. Cuando terminó el proceso para que la esencia goteara durante dos días en el recipiente, como aconsejaban las instrucciones, puso un hechizo para que no se alterara y cayera adecuadamente en el vaso de precipitados adecuado para ello. Cuando todo estuvo listo, puso una alarma que lo avisaría una hora antes de que terminara el proceso para poder recoger la esencia y elaborar la poción cuanto antes, tras hacer la poción debe reposar durante tres días y tras eso debería poder curar a las víctimas a las que Bellatrix mandó a San Mungo con la mente hecha papilla, le gustaba hacer eso…esa loca disfrutaba haciendo esas monstruosidades porque decía que era un destino peor que la muerte…aunque no se privó de matar a muchos, pero su lado sádico disfrutaba cuando torturaba hasta esos extremos.
Cuando todo estuvo listo, volvió a su habitación, fue al baño y se puso un pantalón de pijama, se metió en la cama y Elvira empezó a despertarse.
-Ya está todo listo, vuelve a dormirte, mañana tenemos que madrugar. - En pocos minutos, ambos dormían profundamente, con Severus abrazando a Elvira y poniendo su mano sobre su vientre temporalmente plano.
