Capítulo 52: Nuevos visitantes en Hogwarts.

Pasaron unos días y por la tarde llegaron de San Mungo maravillosas noticias, en una larga carta el doctor les contaba que Frank y Alice Longbottom habían despertado y tras la confusión inicial de ver de pronto a Augusta tan mayor, la pareja recuperó parte de sus últimos recuerdos, sabían quienes eran, que Augusta era la madre de Frank y la suegra de Alice, que fueron torturados por la loca de Bellatrix Lestrange y que tenían un hijo, se sorprendieron de ver que tenían cerca de 46 años, lo primero que hizo Alice cuando se orientó fue preguntar a Augusta por Neville. El doctor pensó que lo mejor sería que Neville entrara en la habitación cuando preguntaran por él. Cuando llegó ese momento el doctor lo hizo entrar y ambos se sorprendieron al verlo tan mayor, sabían que habían pasado muchos años, se miraron en el espejo, sabían que su hijo sería mayor, Alice lo primero que dijo al verlo fue:

-Frank, se parece a ti.

Neville se acercó y los abrazó solía abrazarlos durante sus visitas y Frank lloró, dijo que le hubiera gustado verlo crecer. Entonces, Augusta sacó un enorme álbum de fotos de su bolso mágicamente expandido y dijo:

-Por eso me he pasado todos estos años haciendo fotos de todos los acontecimientos importantes y de todo lo que hacía Neville, él protestaba porque le hacía fotos continuamente y era por si despertabais, hijos, aunque no lo hayáis podido ver en ese momento aquí lo tenéis.

En ese álbum ordenadas cronológicamente había fotos desde el nacimiento de Neville, ellos las habían visto antes, algunas las hicieron ellos mismos, a partir de su primer cumpleaños eran todas nuevas para ellos, ahí estaba ordenada cronológicamente toda la infancia de Neville, sus cumpleaños, su primer uniforme de Hogwarts, su graduación en Hogwarts, cuando salió en El Profeta como el héroe que mató a Nagini, cuando sus padres supieron lo de los horrocruxes y que él mató al último lo que facilitó a Harry Potter matar a Voldemort, se sintieron muy orgullosos, su hijo era un héroe, también le contaron que era un herbólogo brillante, que le facilitó a Severus Snape y su esposa, Elvira, la información para encontrar la poción que les trajo de vuelta, se asustaron porque creían que Snape era un mortífago, les contaron toda la verdad, se quedaron impresionados, no sabían que Snape era un espía tan competente. Cuando Augusta, henchida de orgullo, les contó que su Neville sería el próximo profesor de Herbología de Hogwarts cuando se retirara Pomona Sprout, Alice se emocionó, y lo abrazó y lo besó. Neville estaba muy contento. Entonces decidió contarles que estaba enamorado y se iba a casar. Sus padres, de pronto se sintieron muy abrumados, su hijo, que según sus últimos recuerdos era un bebé, resultaba que ya era tan mayor que había peleado en una guerra mágica y había salido indemne, que en un futuro cercano sería profesor en Hogwarts y que se iba a casar. El doctor contaba que Frank preguntó dónde estaba ella y quién era. Cuando Neville les dijo que ella estaba esperando para entrar a conocerlos, que llevaba allí tres días esperando con él y Augusta le dijeron que querían conocerla. Neville fue a buscar a Hermione y entró con ella de la mano, Frank y Alice sonrieron y Alice dijo que era preciosa y hacían una pareja adorable, ella se acercó y se presentó y saludó afectuosamente a sus futuros suegros, entonces Augusta dijo que no habían terminado de ver el álbum y les enseñó las fotos que hizo de la joven pareja. La última era de ellos con Hermione con su gatita TinkerBell en brazos y enseñando su anillo de compromiso mientras besaba la mejilla de un sonrojado Neville. Sus padres aún tenían mucho de lo que ponerse al día, pero ahora tenían mucho tiempo y Neville no podía estar más feliz. El doctor hizo el hechizo de diagnóstico adecuado y todo estaba perfecto. Al día siguiente podrían ir a Hogwarts, allí podrían recuperarse discretamente, no sabían que eran considerados héroes por la tortura a la que fueron sometidos, en su estado lo último que necesitaban era que un montón de periodistas carroñeros los molesten. Se sorprendieron cuando les dijeron que Dumbledore lo tenía todo organizado para recibirlos y que estaba deseando verlos, igual que Minerva McGonagall, Pomona Sprout, Filius Flitwick y Poppy Pomfrey, ellos los conocían a casi todos y deseaban también verlos. Les dijeron que tendrían unas habitaciones cerca de las de Neville y Hermione, que Augusta se trasladaría con ellos. Hermione les dijo que ella iría a comprarles ropa nueva y unos buenos abrigos esa misma tarde, ellos les dijeron que no, que algo de su antigua ropa quedaría aún en casa de Augusta, ella les dijo que estaba bastante estropeada…y aún no eran unos ancianos, no debían vestirse con ropa pasada de moda. Hermione hizo las compras y les llevó ropa para cuando salieran al día siguiente y el resto la llevaría a Hogwarts esa noche. Al día siguiente usarían el floo del despacho del doctor para ir a Hogwarts, el Dr. Tolliver también les presentó a Stella, ella fue allí para una revisión y les contó su historia, la vieron tan bien e ilusionada con la segunda oportunidad que se le había dado que se sintieron aún más felices de haber vuelto.

Cuando terminaron de leer la carta del doctor Tolliver, miraron la hora, no tardaría mucho en llegar Hermione para instalar lo que compró para sus suegros. Fueron al despacho de Dumbledore y la encontraron allí con una expresión feliz en su cara contándole a Albus todas las novedades, cuando vio a Severus y Elvira se lanzó a abrazarlos y besarlos. Les dijo:

-No sabéis el maravilloso regalo que nos habéis hecho, nunca había visto a Neville tan feliz, es el mejor regalo de Navidad que podríamos desear.

Entonces en un gesto espontáneo besó la mejilla de Severus, lo que provocó risas en Elvira y Albus al ver su apuro. Les contó que estaban deseando llegar allí, que agradecían mucho a Dumbledore su hospitalidad y que querían hablar con Severus y conocer a Elvira para agradecerles en persona su trabajo. Hermione dijo que quería volver pronto a San Mungo, Dumbledore, Severus y Elvira la acompañaron a las habitaciones que ocuparían cuando estuvieran allí, eran muy bonitas, cálidas y acogedoras, decoradas con sencillez y buen gusto, el sofá de la sala de estar era grande y de aspecto cómodo, con tapicería de tartán… ahí se dio cuenta Severus que Minerva fue la encargada de la decoración, si hubiera sido cosa de Albus, sería algo tan hortera como sus habitaciones. Hermione dejó las compras en uno de los dos dormitorios, ambos tenían camas tamaño king-size con dosel, eligió para ellos la que estaba decorada con una colcha estampada con flores de tonos pastel, creía que podría gustarles más, la otra también era bonita, pero algo le dijo que podría gustarles los estampados florales, a Neville también parecían gustarles, la otra parecía más del gusto de Augusta, con la colcha de rayas, era elegante, pero creía que quizás a Frank y Alice les gustaría algo más alegre. También puso en el baño contiguo a su dormitorio peines y cepillos para el pelo, unos albornoces esponjosos y batas con pijamas a juego, no conocía sus gustos para la ropa de dormir, les compró unos bastante calentitos, también les dejó allí calcetines gruesos y unas zapatillas calentitas, también puso en el baño cepillos de dientes y dentífrico, y una navaja de afeitar, Elvira llamó a Polly y le pidió que trajera de su habitación los lotes de cosméticos que tenían preparados para los Longbottom en su laboratorio privado. Polly llegó enseguida y pronto tuvieron allí jabones, champús, geles y todo lo que pudieran necesitar, Hermione se lo agradeció y dijo que no era necesario, que habían hecho mucho por ellos. Severus dijo:

-Considerad esto un pequeño regalo de Navidad adelantado.

Hermione sonrió, ordenó rápidamente la ropa nueva usando magia, estaba deseando volver al hospital para contarles a Frank y Alice la hermosa habitación que les esperaba en Hogwarts al día siguiente.

Hermione se fue al despacho de Dumbledore tras recoger algo de ropa para ella y Neville, Pomona se cruzó con ella y le estuvo preguntando por Neville y sus padres, ella le contó que estaban poniéndose al día, mientras ella les compró ropa y cosas que necesitarían para instalarse allí, le indicó a Pomona dónde estarían instalados y le dio la contraseña para entrar, sabía que Neville se la daría de todas formas. Pomona fue de inmediato a su invernadero donde tenía sus plantas mágicas que sólo se usaban como adorno, eligió sus mejores flores ornamentales e hizo tres hermosos ramos de flores, fue a la habitación, le pidió a su elfo doméstico que le trajera 3 jarrones de cristal del tamaño adecuado y los llenó de agua y puso el más grande en la sala de estar y los otros dos uno en cada dormitorio, les dejó una nota en el de la sala de estar, aunque no hacía falta, seguro que Neville sabría que las flores eran de su parte. Cuando salió vio a Minerva que le preguntó qué hacía, ella se lo enseñó y Minerva le dijo:

-Pomona, se te ve el plumero, quieres a Neville mucho más de lo que admites.- Pomona se encogió de hombros:

-¿Qué esperabas? No sólo ha sido el mejor alumno al que he enseñado, siempre sentí debilidad por él debido a la situación de sus padres, era tan buen chico a pesar de lo que le había pasado a sus padres…no pagó con los demás su rabia y sus frustraciones, además, siempre ha sido atento y cariñoso conmigo. - Minerva asintió:

-Tienes razón, es un encanto, un gran chico, aunque ya es todo un hombre, pero creo que siempre lo veremos como ese tímido chico de 11 años con los mofletes regordetes… sabes cuando me enteré de lo suyo con Hermione no pude alegrarme más, sobretodo por ella, había conseguido uno de los buenos, Ronald Weasley no era el adecuado para ella, estoy deseando que llegue su boda y que en unos años tengan un pequeño o pequeña muy inteligente y con pelo rizado y los ojos de Neville que enrede en los invernaderos o la biblioteca.

-Nosotras ya estaremos jubiladas para entonces, pero me encantará venir a visitarlos a menudo. - Minerva dijo con una sonrisa:

-Ambas lo haremos. - Salieron de allí y se retiraron a dormir.

Severus y Elvira estaban haciendo las rondas de vigilancia, Elvira las hacía porque le dijeron Poppy y la Dra. Newmar que le vendría bien caminar una hora al día, vieron a Minerva y Pomona salir de las habitaciones de los Longbottom, supusieron que Pomona las quería ver. Cuando volvieron a su habitación estaban contentos, deseando ver a los Longbottom ya despiertos.

Al día siguiente madrugaron, los alumnos durmieron hasta más tarde ese día, así que en el comedor sólo estaba el personal al completo, menos Hermione y Neville, todos sabían ya que los Longbottom se instalarían allí hasta final de curso. Albus les hizo jurar no decir nada a la prensa, los alumnos en general lo sabrían tras las fiestas de Navidad. Tras desayunar fueron cada uno a sus tareas, los alumnos a terminar de hacer las maletas para el día siguiente y los profesores que se iban lo mismo, también a preparar la ropa para el baile de esa noche. Dumbledore, Poppy y Minerva fueron al despacho del director para recibir a Neville, Hermione, Augusta, Frank y Alice, el Dr. Tolliver también los acompañaría para asegurarse de que todo estuviera bien. Severus y Elvira fueron con Pomona a la habitación que les habían asignado a los Longbottom. Milagrosamente, los recién llegados no se cruzaron por los pasillos con ningún alumno, estaban demasiado ocupados haciendo sus maletas y decidiendo sus peinados y estilismos para esa noche, era una suerte que el baile fuera esa noche y los chicos estuvieran tan entusiasmados por el baile estarían los pasillos llenos de estudiantes. Los Longbottom recorrían los pasillos mirándolo todo con nostalgia, recordando cuando se conocieron en esos mismos pasillos hacia años. El doctor los observaba con atención acompañado por Poppy. Neville llevaba a su madre del brazo y su padre tenía a Augusta de su brazo, detrás de ellos iba Hermione con Dumbledore, Minerva lideraba el camino. Cuando llegaron a sus habitaciones y Minerva abrió la puerta allí estaban Severus, Elvira y Pomona. La profesora de Herbología fue enseguida a abrazar a su aprendiz y a sus padres, ellos se sorprendieron por su reacción, Minerva se la presentó, ellos no la conocían porque Pomona llegó a dar clases allí un año después de que se graduaran. Cuando supieron quien era no les sorprendió su reacción, Neville les habló mucho de su mentora y, de manera instintiva, sabían que el cariño que sabían que su hijo sentía por la mujer mayor era recíproco. Cuando vieron a Severus se sintieron un poco retraídos, su hijo les recordó que él elaboró la poción que les permitió volver, entonces Severus hizo algo sorprendente, les contó un secreto que guardaba desde hace tiempo. Narcissa encontró entre las cosas de su hermana una caja con un montón de varitas de sus víctimas, por lo visto la muy psicópata las guardaba como trofeos, Narcissa se las dio a Severus para que las devolviera a sus legítimos dueños o sus familiares. Elvira dijo:

-¿Cuándo pensabas contármelo?

-Cuando fuera el momento adecuado…y creo que éste lo es. - Sacó de su bolsillo una caja y la devolvió a su tamaño normal. Neville dijo:

-No había pensado en las varitas, Snape. - Severus dijo:

-Yo lo recordé esta mañana, tenía la caja casi olvidada al fondo del armario, no he podido encontrar a ninguno de sus dueños…lo más probable es que las lleve a Olivander, seguramente él podrá identificar a sus dueños. - Hermione dijo:

-Vaya, yo tampoco había pensado en eso, pero hubiera sido muy arriesgado ir ahora a Olivander a comprar varitas nuevas. - Alice tras superar la sorpresa dijo:

-Severus, ¿por qué estás haciendo esto por nosotros?

-Porque fuisteis de los pocos que no fuisteis unos capullos conmigo en mis años de estudiante y porque ahora que puedo quiero arreglar mis errores, no pude impedir el daño que hizo esa maldita loca, pero por lo menos quiero arreglar algo. Además, vuestro hijo es, aunque sea un desastre haciendo pociones, un buen hombre, cuando mi mujer y yo nos enteramos de su compromiso con la señorita Granger, ella me convenció de intentar buscar una solución para vuestra situación, ella me ha hecho mejor persona…aunque que no salga de aquí, los alumnos deben seguir creyendo que soy un cabrón o me perderán el respeto.

Todos rieron. En la sala de estar había un escritorio, Severus extendió allí las varitas, había unas 30… todos se horrorizaron, Severus incluido, había olvidado que eran tantas. Entonces los Longbottom localizaron rápidamente las suyas, se sintieron completamente ellos de nuevo, podrían volver a usar su magia, aunque estaban desentrenados era mejor volver a practicar con sus propias varitas. Frank y Alice abrazaron a Severus y le agradecieron de nuevo su detalle y que hiciera la poción, les contaron que como Elvira está embarazada ayudó a Severus a elaborar la poción haciendo los cálculos. Los Longbottom los felicitaron y Elvira les contó la historia de Morgana. Frank dijo:

-Severus, va a ser verdad que has cambiado mucho.

Neville reparó en las flores y la tarjeta, cuando la leyó, abrazó y agradeció el detalle a Pomona igual que sus padres.

-¿Qué menos voy a hacer? Neville siempre ha sido mi alumno favorito, siempre le he tenido mucho cariño. Frank, Alice, si necesitáis cualquier cosa, pedídmelo… también os puedo contar un montón de cosas sobre Neville, todo bueno, no te preocupes, querido.

Todos rieron, entonces Hermione sugirió enseñarles a Augusta, Alice y Frank sus dormitorios, además de todo lo que trajeron para ellos. Estaban emocionados y agradecidos con su futura nuera, Alice se entusiasmó con los cosméticos que vio en el baño, no solía usar maquillaje, sólo en ocasiones especiales, pero le llamaban la atención, les contaron que eran un regalo de Navidad adelantado de Severus y Elvira, de una tienda de cosmética mágica de la que eran copropietarios, las formulas eran creación de Elvira. Estaban sumamente agradecidos y querían visitar la tienda del callejón Diagon, prometieron que en cuanto pudieran salir sin agobios sería su primera visita. Minerva le preguntó a Augusta si necesitaba algo más en su dormitorio, ella le dijo que todo era perfecto, sólo tenía que ir a su casa a por algunas cosas y ropa, ella llevó al hospital ropa y cosas para unos días en el hospital con su hijo y su nuera, desde que Neville le escribió decidió que no se separaría de ellos hasta que se despertaran. Augusta fue con Dumbledore a su casa y volverían lo más pronto posible. Augusta les dejó su álbum de fotos, Frank y Alice aún no habían terminado de preguntarle a Neville por cada foto. Entonces Elvira vio una foto de bebé de Neville y no pudo evitar decir:

-Pero que adorable estás en esta foto Neville, tenías unos mofletes para morderlos. - Neville se ruborizó hasta las orejas, su madre dijo:

-No te avergüences, hijo, tiene razón, tenías unos mofletes que daban ganas de comerte. Aunque me preocupaba un poco que estuvieras demasiado gordo y los chicos se rieran de ti en Hogwarts… sabía que a veces los críos son muy crueles, sobretodo en internados como éste…en fin, ya no importa y mis preocupaciones eran infundadas, eres tan alto, fuerte y guapo como tu padre. - Elvira le dijo a Neville:

-Tu madre tiene razón, no te avergüences por esos adorables mofletes, casi todos los bebés tienen los carrillos rollizos, algún día os enseñaré las fotos de bebé de Severus, tenía unos mofletes adorables, espero que el bebé tenga una carita así de redondita. - Todos se echaron a reír, Minerva dijo:

-En la próxima noche de chicas llévate las fotos, Elvira. - Severus palideció aún más.

-Elvira ni se te ocurra. - Minerva le dijo:

-Tranquilo, estaba bromeando, pero me gustaría verlas, seguro que eras adorable, además, no tienes de qué avergonzarte de tus fotos de bebé. - Severus dijo:

-Para ti es fácil decirlo, cuando eras un bebé ni siquiera había fotografías. - Minerva lo miró de tal manera, que si las miradas matasen, caería muerto en ese mismo momento.

-¡Qué gracioso es el murciélago de las mazmorras!

Todos rieron y Alice y Frank se sorprendieron por las palabras que se dirigían Minerva y Severus. Elvira les dijo:

-Esto no es nada, Minerva y Severus siempre están igual, es su forma de ser cariñosos el uno con el otro.

Todos siguieron bromeando y charlando mientras tomaban un té que trajo el elfo que tenía asignado Hermione, ella no solía pedirle apenas nada y podría atender a los padres y la abuela de Neville. Poco después llegó Augusta con Dumbledore y la elfa asignada a Hermione, Thumbelina, insistió en ordenar las pertenencias se Augusta en su habitación.

Una vez se instalaron los visitantes, dejaron solos a Frank, Alice y Augusta con Hermione y Neville, los demás se despidieron y Dumbledore les dijo que lo mejor sería que se quedaran en sus habitaciones hasta el día siguiente, en el baile de Navidad habría prensa, dirían que Neville y Hermione tenían una fuerte gripe, así podrían pasar esa noche juntos y a solas en familia. Les mandarían su cena con Thumbelina. Ellos lo agradecieron. El doctor le enseñó a Poppy cómo debía revisarlos cada mañana mientras estuviera allí, cada día debía enviarle un informe, él iría allí cada semana y los revisaría a fondo, pero viendo su evolución, en un principio no debería haber ningún problema. El doctor volvió a San Mungo. Elvira y Severus se fueron a la enfermería con Poppy, en unos minutos llegaría la sanadora Newmar para la revisión mensual de Elvira. Minerva fue al despacho de Dumbledore, había quedado con Sean para ir a buscar a Caliope y Thomas al aeropuerto, antes de irse, Severus le dio dos viales de poción para el desfase horario.

Severus y Elvira llegaron a la enfermería, Poppy los estaba esperando hablando con el Dr. Tolliver, entonces dijo que lo acompañaría al despacho de Dumbledore y les dijo que mientras Elvira se tumbaba en la camilla ella traería allí a la sanadora. Pasados unos minutos llegó la sanadora y estuvo revisando a Elvira. Todo estaba perfecto, tanto el bebé como ella. Se quedaron bastante tranquilos, Elvira estaba preocupada por ser su primer embarazo…y que ya no era una cría…Severus se preocupaba por no verla tranquila. Lo único que le recomendó a Elvira fue que comiera menos grasas y una dieta sana, le dio una lista de alimentos recomendados, Severus dijo:

-Como se la des a Polly en dos días estamos todos comiendo lo mismo. - Elvira se rió y dijo:

-No te preocupes por eso que no será necesario, lo que suelen cocinar aquí no difiere mucho de lo que recomienda la doctora.

Estuvieron charlando un poco con ella. Decidieron que para Navidad le enviarían una cesta de cosméticos y perfumes, de alguna manera tendrían que agradecerle el gran favor que les estaba haciendo.

Cuando se despidieron de ella, fueron a buscar a Morgana para ir al despacho de Dumbledore, en poco tiempo, según sus cálculos, llegarían Caliope y Thomas. Morgana estaba deseando ver a sus abuelos y ellos también. Cuando la encontraron la chica estaba con sus amigas jugando con la nieve que cayó la noche anterior, la llamaron un par de veces y no los escuchó, entonces Elvira dijo:

-Creo que no nos oye, están gritando demasiado. - Severus dijo:

-Ya verás.

Entonces con una sonrisa maliciosa le dijo a Elvira que lo esperara adentro, no quería que se resbalara, él era muy protector con ella y la verdad no tenía ganas de discutir. Se apartó y Severus le dio su capa para poder moverse mejor. Para sorpresa de Elvira cogió un montón de nieve y les lanzó una bola desde donde no la esperaban y provocó que todas las niñas chillaran pensando que se unieron a ellas otros chicos le lanzaron un par de bolas de nieve a Severus y se congelaron de miedo al ver a quien recibió la nieve en toda la cara. Severus y Elvira se rieron al ver sus caras de susto y Severus dijo:

-Tranquilas señoritas, no serán castigadas, estaba buscando a mi hija y no me ha escuchado cuando la he llamado, seguid jugando. - Después dirigiéndose a su hija abrió los brazos y ella corrió a abrazarlo, Severus le dijo:

-Morgana, vamos, al despacho de Dumbledore, pronto llegarán los abuelos.

Ella sonrió feliz y lo cogió de la mano y tirando de él llegó donde su madre los esperaba, sus amigas siguieron jugando aún un poco impresionadas porque vieron a Severus Snape sin su capa de enseñanza, además, le dieron un bolazo de nieve en la cara y no se había enfadado ni las habían castigado.

Severus se volvió a poner la capa y le dio un beso a Elvira. Cuando llegaron al despacho de Dumbledore, Albus los saludó y les preguntó por la visita de la sanadora y a Morgana si estaba contenta por tener un hermano pequeño, ella dijo:

-Mucho, creía que nunca tendría un hermano y me hace mucha ilusión.

En ese momento se iluminó la chimenea y salió Minerva y poco después salieron Caliope y Thomas con una enorme sonrisa. Morgana se lanzó a abrazarlos completamente emocionada diciéndoles que los echó mucho de menos. La pareja le devolvió el abrazo y la besaron con cariño, la miraron y dijeron que cada vez estaba más guapa y más alta y que también la extrañaban. Severus y Elvira se acercaron en cuanto su hija los soltó y se saludaron y abrazaron con el mismo cariño de siempre, Caliope tocó el vientre aún plano de su hija y les dijeron que estaban muy contentos, que ahora tendrían otro nieto al que mimar y estaban deseando que llegue el verano, para celebrar el cumpleaños de su niña y el nacimiento de su nuevo nieto.

Saludaron a Dumbledore y le agradecieron su hospitalidad. Fueron con Severus, Elvira, Morgana, Dumbledore y Minerva a sus habitaciones, era la misma que usaron en primavera, una pequeña sala de estar, un dormitorio y baño completo. Sacaron las maletas encogidas de sus bolsillos y Caliope ordenó todo en un momento a golpe de varita. Les contaron la historia de Neville y sus padres y que estaban allí, al día siguiente los conocerían, también que esa noche se celebraría el baile de gala de Navidad, ellos traían ropa elegante para ello, Minerva se fue para ir a buscar a Sean, almorzar con él y ayudarle a cerrar la librería y hacer una pequeña maleta ya que asistiría al baile y se quedaría a dormir con ella. Dumbledore fue a ver a los Longbottom para ver si estaban bien, Severus y Elvira fueron con Morgana y Caliope y Thomas a su habitación, la sala de estar de su habitación era cómoda, pero en la de Severus y Elvira el sofá era enorme y mucho más cómodo, además, Elvira tenía que tomarse sus pociones prenatales y se las dejó en su cuarto de baño. Poe saltó emocionado al verlos, le pidieron un poco de té a Polly y estuvieron charlando, poniéndose al día, ellos también recibieron una cariñosa carta de Narcissa y Hans cuando nació la pequeña Astrid Elvira. Ambos dijeron que era un bebé precioso, aunque estaban seguros de que su Morgana era aún más bonita que Astrid y que el pequeño también sería muy guapo. Severus dijo:

-A no ser que tenga mi nariz. - Todos rieron y Elvira contestó:

-A mí no me importaría que tenga tu nariz… a mí siempre me ha gustado mucho. - Siguieron charlando y bromeando hasta la hora del almuerzo que fueron al gran salón.

Cuando llegaron, Dumbledore presentó a los padres de Elvira, porque muchos alumnos no los conocían sólo los que asistieron a la boda de Elvira y Severus. Todos los profesores saludaron cariñosamente a la pareja de huéspedes, la profesora Lester, tan rara como siempre, los saludó y poco más, lo cierto es que desde que superó su obsesión con Severus no había avanzado mucho en abrirse a hacer amistades, pero empezó a ser un poco más sociable…aunque sólo con los profesores, la gente ajena a Hogwarts seguía incomodándola. Cuando terminó el almuerzo todo el mundo se retiró a sus habitaciones, el baile empezaría en pocas horas. Mientras los elfos decorarían el gran salón según las instrucciones del director.

Severus se arregló en su cuarto de baño rápidamente, Elvira y Caliope se arreglaron en su dormitorio y Thomas lo hizo a solas en su habitación, Morgana se arreglaría con sus amigas, Elvira le dejó llevarse su kit de maquillaje, advirtiéndole que no se maquillara muy exageradamente, esos productos los crearon especialmente para ella y hace poco que los habían puesto a la venta en la tienda y pensó que sería buena idea que sus amigas los vean y prueben algo, así quizás aumentarían las ventas. Cuando Severus salió del baño, Elvira y Caliope aún no habían terminado, así que pensó en ir a la habitación de sus suegros para charlar un rato con Thomas y no aburrirse esperando, además si se sentaba, Poe se subiría en su regazo y dejaría su túnica de gala llena de pelos de gato. Se lo dijo a Elvira y salió, se encontró con Morgana que iba a pedirle a Elvira ayuda con su pelo, entre ella y sus amigas no conseguían dejarlo como quería, él le dijo que estaría con Thomas y que le dijera a su madre y su abuela que en 20 minutos irían a buscarlas.

Cuando llegó, Thomas ya estaba preparado, se sentaron un rato para charlar con tranquilidad, Thomas le contó que era la primera vez que se ponía una túnica de mago de gala, lo cierto es que le quedaba muy bien, Thomas, a pesar de tener cerca de 70 años seguía siendo un hombre atractivo, era bastante alto, fornido sin estar gordo y tenía un abundante pelo elegantemente plateado y ojos azules, mucha gente pensaba que aún no tenía ni 60 años, se mantenía en muy buena forma. Severus estaba seguro que cuando lo vieran así vestido muchas mujeres se fijarían en él, especialmente las ajenas a Hogwarts y la prensa presente, Severus le dijo que tuviera especial cuidado con una periodista rubia que seguro que andaría revoloteando por allí y que, todo el mundo mágico sabía, los hombres del estilo de Thomas eran exactamente su tipo. Severus le hizo algunas advertencias sobre algunos asistentes al baile, Thomas se lo agradeció, también le hizo ilusión saber que estarían por allí Fred, Lars, George y Angelina. Llegó el momento de recoger a sus mujeres y fueron allí. Cuando entraron Elvira, Caliope y Morgana estaban preparadas, Elvira fue la primera en salir a la sala de estar, se puso un bonito vestido ajustado pero no demasiado, aún podía ponérselo sin temor a que se notara nada, era de seda verde esmeralda con un pequeño ribete negro, de tipo lencero y con una abertura hasta cerca del muslo, decidió ponerse un elegante abrigo negro encima, tenía el cuello alto cerrado con un bonito broche, era abierto en el pecho hasta la cintura con un cinturón en seda verde esmeralda como su vestido, y de ahí al suelo estaba abierto y mostraba su vestido de manera elegante, además tenía unos bonitos bordados a tono con el vestido, se puso unos zapatos con tacones no excesivamente altos, el embarazo había hinchado no sólo sus pechos, también sus pies, así que los tacones de aguja fueron descartados, se puso unos zapatos negros, se puso el collar que Severus le regaló y nunca se quitaba, y unos pendientes sencillos. Severus dijo que estaba maravillosa. Thomas estuvo de acuerdo, después salió Caliope y Thomas se quedó bastante sorprendido, ella no le enseñó el vestido que se había comprado, era largo, con una falda recta y con una abertura hasta la rodilla, era de color azul medianoche, con brillo, tenía escote sin llegar a ser vulgar, como Caliope tenía un tipo bastante parecido a Elvira no necesitaba un escote vertiginoso para llamar la atención, era de manga larga, estrechas, se hizo un elegante recogido y adornó su pelo con unas horquillas con cristales a juego con los brillos de su vestido y se puso unas joyas sencillas, eso sí, sus zapatos plateados eran un poco altos. Caliope, como su marido, aparentaba menos edad de la que tenía. Su marido se quedó boquiabierto mirándola, cuando reaccionó dijo:

-Si llegas a vestirte conmigo en nuestra habitación, no hubiéramos ido al baile…es que no saldríamos de la habitación hasta dentro de tres días.

-Eres un viejo verde, Thomas.

Severus estaba incómodo viendo su intercambio, sobretodo cuando su suegro cogió a su suegra de la cintura y la besó en la boca. Elvira se reía, abrazó a Severus y le dijo al oído:

-Acostúmbrate, no van a cambiar…además, exijo que cuando lleguemos a su edad nos comprometemos igual en público e incluso más escandalosamente…

Le guiñó un ojo y fue a buscar a Morgana que estaba aún mirando si estaba bien, salió con su vestido marrón chocolate, de estilo juvenil, con adornos en tono dorado para que tuviera un toque navideño, se puso sus elegantes zapatos italianos y unas medias con brillos a juego, entre Elvira y Caliope le hicieron un bonito peinado con una cola alta y lo adornaron con horquillas doradas, se había maquillado con sus amigas siguiendo las instrucciones de su madre y estaba preciosa. Su padre y su abuelo la miraron embelesados y le dijeron que tuviera cuidado con los chicos, con lo que se ganaron un codazo de sus esposas, después rieron y Caliope dijo al observar bien a su marido y su yerno:

-Elvira, querida, no sólo vamos a tener que vigilar a nuestra niña, también tendremos que vigilar a nuestros hombres, hay muchas lobas sueltas y las túnicas de gala les quedan demasiado bien.

Siguieron bromeando unos minutos, se hicieron algunas fotos, muggles y mágicas, y por fin salieron al gran salón, Morgana corrió a reunirse en la puerta con sus amigas y Anthony, él la miraba embobado, y los dos formaban una pareja preciosa, él también llevaba túnica de gala, la iba estrenando porque, desde su último estirón, la otra se le había quedado corta y estrecha en los hombros, no sólo había crecido, sus hombros se habían ensanchado desde el año pasado. Caliope y Thomas la miraron con sus amigos encantados, en ese momento Linda fue a saludarla, llevaba un bonito vestido en color celeste, después de saludar a algunos compañeros de clase más les dijo que fueran con ella, entonces les presentó a sus abuelos, muchos de ellos no los conocieron porque no estuvieron en la boda, a todos les gustó mucho conocer a los padres de una de sus profesoras favoritas, el sentimiento era recíproco, a los padres de Elvira les encantaban los niños desde siempre y se les daba muy bien tratar con ellos, pronto la mitad de los alumnos de Hogwarts los rodeaban y se estaban presentando educadamente. Severus los miraba sorprendido, su mujer se dio cuenta:

-¿Por qué los miras así?

-Siempre me sorprende verlos con niños, no sólo con Morgana, se les da muy bien tratar con ellos y se ve que les gustan, me pregunto cómo es posible que seas hija única…- Elvira suspiró:

-Ese es un tema delicado para ellos, como sabes mi madre trabajaba con criaturas mágicas en el zoo de Nueva York, también era guía de visitas escolares, estuvo de baja por maternidad cuando me tuvo y al volver por lo visto un crío se cayó por accidente al foso donde estaban los hipogrifos y uno de ellos fue a atacar al chico, ella fue a sacarlo, lo protegió con su cuerpo, pero antes de poder aparecerse fuera recibió un fuerte golpe en el abdomen, el pequeño salió ileso, pero a ella la llevaron al hospital, su útero no estaba del todo recuperado del parto y tuvieron que extirpárselo o hubiera muerto desangrada, mi padre la apoyó mucho y le dijo que no le importaba tenerme sólo a mí, pero que si ella quería podrían adoptar otro niño, lo superaron pero sé que aún así les hubiera gustado tener más hijos, también sé que mi madre no se arrepintió de salvar a ese niño, dice que no hubiera podido seguir viviendo tranquila si ese niño llega a morir o a sufrir algún daño. No hablan mucho de ello, por eso no sabías el motivo por el que soy hija única. - Severus la miró con tristeza:

-Vaya y yo que pensaba que era porque te consideraban tan perfecta que no querían más hijos. - Elvira besó su mejilla.

-No soy perfecta, pero tú eres un perfecto adulador.

Cuando abrieron las puertas del gran salón, entraron todos, primero los profesores e invitados especiales y luego los alumnos, seguidos de la prensa. Todo estaba muy bonito, los alumnos estaban fascinados, los enormes árboles llevaban allí un par de días, pero hasta esa tarde no terminaron de poner las guirnaldas y luces, y para rematar esa noche estaba despejada y se veía un precioso cielo estrellado, Dumbledore hizo que pareciera que nevaba. Los niños estaban fascinados, Dumbledore anunció que la cena se serviría enseguida. Los adultos se sentaron en la mesa principal, que fue ampliada, los alumnos podían sentarse mezclados como quisieran. La cena era abundante y deliciosa. Severus, como siempre en esos eventos, no perdía de vista a su hija, se quedó tranquilo, estaba divirtiéndose charlando principalmente con Charlotte y sus amigas, aunque notó que ella y Anthony se miraban disimuladamente mientras hablaban con sus amigos y Linda. Ellos lo pasaron bien charlando con Caliope y Thomas, el ministro de magia estaba también allí esa noche con su esposa, ambos estaban encantados de conocer a los padres de Elvira, los periodistas también sentían mucha curiosidad por ellos, especialmente, Rita Skeeter, la cual no le quitaba los ojos de encima a Thomas, cuando Severus se percató le dijo a su suegro:

-Thomas, recuerdas que te dije que tuvieras especial cuidado con una de las periodistas.- El hombre asintió. - Pues es esa rubia con gafas que no te quita los ojos de encima. - El hombre sonrió a su yerno.

-Puede que se eche atrás en el momento en que se entere de que soy muggle. - Severus contestó:

-No te creas, cuando un hombre le gusta le da igual eso…pero siendo tú, no me separaría de mi mujer en todo el baile.

-Por ese lado puedes estar tranquilo hijo, desde que la he visto así vestida no pienso separarme de Caliope en toda la noche.

Ambos sonrieron y brindaron, después siguieron charlando con Fred y Lars, los cuales disculparon a George y Angelina esa noche, a ella la sanadora le recomendó que hiciera reposo parcial, tenía la tensión un poco alta y debía pasar un par de semanas en casa, mientras dejó a su ayudante como encargada se la tienda, era una chica muy eficiente, una antigua compañera de estudios, pero de todas formas, Lars también ayudaría. Elvira prometió ir a verla al día siguiente a su casa, Fred y Lars le dijeron que se lo dirían y que seguro que le haría mucha ilusión.

La cena transcurrió animada, Caliope y Thomas disfrutaron mucho y lo pasaron genial charlando con el personal de Hogwarts y con el ministro de magia, al final resultó que Kingsley y su esposa, Maya, estaban deseando viajar a Nueva York e iban a hacerlo en primavera, Caliope y Thomas no dudaron en recomendarles restaurantes, tiendas y sitios de interés tanto en la zona muggle como mágica. Cuando terminó la cena, los periodistas por fin intentaron averiguar quién era la pareja sentada con Severus Snape y su esposa y por qué no asistieron al evento Hermione Granger y Neville Longbottom, si era porque se rumoreó que asistiría Ron Weasley. Dumbledore les contestó que la señorita Granger y el señor Longbottom estaban indispuestos con una fuerte gripe y que los señores O'Hara eran los padres de la señora Snape, que fueron invitados por iniciativa del director del colegio, porque hacía mucho que no pasaban la Navidad en Inglaterra y les hacía ilusión. Kingsley intervino y les advirtió que los señores O'Hara no eran personajes públicos y debían respetar su intimidad, de lo contrario debían responder ante él. Evidentemente, todos los periodistas juraron no publicar fotos de ellos sin contar con su permiso.

Dumbledore dio comienzo al baile, ese año le pidió permiso a Thomas para abrir el baile con Caliope, él se lo dio y sacó a bailar a Pomona, su novio tenía compromisos familiares, después salieron a bailar el ministro con su esposa, Poppy y Aberforth, Severus y Elvira, Minerva y Sean, Rolanda y Candice, Fred y Hellen, Yoshi ese día tenía un tobillo aún renqueante, el día anterior intentó probar unos esquíes para enseñarles en qué consistía el esquí a los chicos en enero…pero no pensó en que tenía que aprender bien él primero, después de la caída decidió que les enseñaría mejor en qué consiste el ping pong. Hellen se enfadó un poco con él, pero sabía que intentaba enseñar tanto como pudiera a los chicos y se esforzaba mucho, aunque se le pasó pronto el enfado, le hizo prometer que nunca volvería a intentar enseñar nada con lo que pueda herirse. Lars decidió esperar al siguiente baile, estaba un poco dolorido por su antigua lesión de quidditch, Poppy prometió ir a buscarle una poción calmante de Severus a la enfermería, así podría disfrutar del resto del baile. El resto de invitados bailaron con sus parejas. Los alumnos empezaron a llenar la pista de baile. Morgana y Anthony bailaban encantados, pero lo que llamó la atención de muchos adultos fue Linda y su amigo Nicholas, ambos de primer año, uno de Ravenclaw y el otro de Gryffindor, tan pequeños y adorables, mirándose los pies para no pisarse el uno al otro y con las mejillas sonrojadas.

El baile fue transcurriendo tranquilo, Severus no estaba histérico pendiente de Morgana, aunque la buscaba con la mirada a menudo. Thomas, como prometió no se separaba de su esposa, aunque no pudieron evitar que Rita Skeeter se acercara a ellos, cuando vio que podía ir a agobiar a sus suegros, Elvira y Severus se acercaron a ellos con la excusa de que Elvira quería bailar con su padre, y ambas parejas se dirigieron a la pista de baile. Estuvieron bailando y charlando unos minutos. Mientras bailaban, Thomas le preguntó a su hija:

-Sabes, querida, Severus me estuvo advirtiendo sobre esa rubia de allí, ¿de veras es tan pesada? - Elvira rió un poco:

-Es peor… y según dicen le gustan los hombres altos, maduros y atractivos… vamos que eres su tipo y según tengo entendido es muy insistente, así que si se acerca a nosotros, déjamela a mí. - Como era de esperar, en cuanto padre e hija fueron a buscar algo de beber para ellos, Caliope y Severus, Rita se acercó y saludó a Elvira como si fuera amiga suya.

-¡Elvira! Querida, ¿Cómo estás? ¿Quién es este hombre tan sumamente atractivo que está bailando contigo? Me extraña que tu marido no te monte una escena de celos. - Elvira respiró profundamente antes de responder:

-Rita, estoy perfectamente, no es de tu incumbencia, pero mi marido no me monta escenas de celos por bailar con nadie, mucho menos lo va a hacer porque baile con mi padre, veo que no estabas atenta a las advertencias del ministro ni de las de Dumbledore. - Rita miraba boquiabierta de Thomas a Elvira.

-¿Tu padre? No es posible… ¿Qué edad tiene, señor? No es posible que un hombre con su aspecto tenga una hija de más de 40 años. - Elvira sonrió y Thomas dijo:

-Me halaga que piense que aparento menos edad de la que tengo, pero mi esposa es una hermosa bruja y me mantengo en forma y lo más saludable que puedo para ella, porque sé que su esperanza de vida es mayor que la mía y quiero estar con ella tantos años como sea posible. Por cierto, ahí viene mi mujer con mi yerno. - Caliope llegó allí del brazo de Severus, el cual abrazó la cintura de su esposa ignorando por completo a la entrometida periodista. Caliope dijo:

-Elvira, cariño, ¿Quién es tu amiga?

La reportera miraba sorprendida a Caliope, observó que se parecía bastante a Elvira, efectivamente, era una mujer muy atractiva incluso a su edad…sabía que no tenía nada que hacer cuando vio cómo la miraba su marido y cómo la abrazó.

-No es una amiga, mamá, es una periodista, que no estaba muy atenta a lo que les dijeron antes Albus y el ministro y yo le he estado aclarando unas dudas que tenía, pero ya se iba, ¿Verdad, señorita Skeeter? - Ella sólo asintió y se fue bastante incómoda. Severus dijo:

-Elvira, ¿Os ha estado molestando? - Elvira dijo:

-Lo ha intentado, ha venido con intención de elogiar y, según vi cómo lo miraba, a intentar ligar con mi padre… Creo que entre los elogios que le dedicó a mi madre antes de que vinierais y como la ha mirado y abrazado al llegar se ha dado cuenta de que no podrá lograr nada con él. - Caliope dijo:

-Me alegro de que no lo haya intentado delante de mí, no sería la primera a la que hechizo o le tiro de los pelos por acercarse más de la cuenta a mi hombre. - Elvira dijo:

-Mamá, ¿A quién le has tirado de los pelos? - Caliope y Thomas se rieron y él contestó:

-¿Recuerdas la fiesta de fin de curso del instituto donde trabajaba cuando tenías unos 10 años, de la que tu madre volvió completamente despeinada y con el vestido roto?

-Sí, no pude ir porque era sólo para alumnos del instituto, el personal y sus parejas y cónyuges, y yo era muy pequeña para asistir, cuando llegasteis me dijisteis que se resbaló en el aparcamiento con un charco, pero que en el coche pudiste secar su vestido.- Caliope asintió:

- Exactamente, pues resulta que en esa fiesta había una profesora de historia de 25 años que no paraba de intentar ligar con tu padre de manera disimulada al principio, pero cuando se mostró demasiado descarada y llegó a tocarle de forma demasiado insinuante y le dijo que podría darle su dirección y número de teléfono por si lo necesitaba, estallé y le pregunté que qué coño hacía y para qué narices iba a querer mi marido su teléfono, ella tuvo el descaro de decir que era por si necesitaba un poco de ayuda con sus clases… cuando tu padre era casi 10 años mayor que ella y llevaba más años que ella enseñando, perdí la cabeza, la agarré del pelo y acabamos en el suelo, yo no paraba de gritarle "a mi hombre ni lo mires puta". - Thomas siguió hablando:

-No sabes lo que me costó separarla de esa chica… todos estaban flipando, conocían a tu madre hacia tiempo y nunca la habían visto así…nos fuimos pronto a casa. Lo único bueno fue que, después de ese día, ninguna mujer se me volvió a insinuar en el trabajo… en cuanto llegaba una nueva profesora si por algo preguntaba por mí, si estaba con alguien, se apresuraban a contarle esa historia y se olvidaban de intentar nada, ninguna quería arriesgarse a que la ataque mi mujer, de eso me enteré años después, cuando me jubilé. - Todos rieron. Severus dijo:

-Ya veo de dónde sacó Elvira su vena posesiva… - Caliope dijo:

-Bueno, es completamente recíproco, si algún caballero atractivo intentara algo seguro que Thomas le arrancaría la cabeza.

-No sé si le arrancaría la cabeza, pero algún puñetazo sí que se llevaría, igual que soy sólo suyo ella es sólo mía.

E ntonces, besó la mejilla de su mujer y en ese momento llegó el ministro de magia y su esposa y les pidieron bailar a Caliope y Thomas, que aceptaron encantados. Poco después de la conversación con Rita Skeeter los periodistas se fueron por orden de Dumbledore y del ministro de magia.

La velada transcurrió tranquila desde entonces, Severus bailó con su hija y Elvira descansó un poco mientras charlaba con Lars y Fred, Lars se había tomado la poción y estaba mucho mejor, pero Poppy le aconsejó tomárselo con calma hasta que fuera al sanador. Le contaron que habían cambiado de planes por el embarazo de Angelina, planearon pasar Fin de Año en Florencia para conocer a la pequeña Astrid Elvira, pero no querían dejar la tienda en época de tantas ventas, así que tendrían que esperar a la primavera, cuando Hans y Narcissa fueran a Hogwarts para conocer al bebé, Narcissa y Hans lo entendieron cuando se lo explicaron, no era el mejor momento para viajar, Angelina necesitaba tranquilidad, no estar preocupada por si todo iba bien en la tienda. Además, Hans y Narcissa ya tenían los billetes de avión para viajar a Inglaterra, se verían muy pronto.

Albus se acercó a ellos y estuvieron charlando un rato, después Fred y Lars se fueron a bailar con Pomona y Poppy, después llegó Severus acompañado de Minerva, pusieron un hechizo silenciador y hablaron sobre los Longbottom, Albus les contó que estaban muy felices, conociendo mejor a su hijo y su nuera, poniéndose al día de las últimas noticias. Alice había conectado muy bien con Hermione, ambas adoraban leer y Hermione le prometió prestarle todos los libros que quisiera de su biblioteca personal. Neville estaba feliz, sus padres estaban muy orgullosos de él, que su pequeño fuera un herbólogo brillante y que pronto enseñara en Hogwarts era un sueño para ellos. Además, estaban contentos porque Augusta siguiera viva y gozando de buena salud, si se llegan a despertar y ver que su hijo no tenía a nadie además de ellos en ese estado hubiera sido devastador para ellos. Albus le dijo a Elvira y Severus que querían que fueran a verlos al día siguiente, tras irse los alumnos, que les gustaría hablar con ellos. Severus dijo que irían allí antes del almuerzo que era cuando salían los chicos a coger el expreso de Hogwarts para volver a casa por Navidad. Levantaron el hechizo y fueron a beber algo.

El resto del baile transcurrió con normalidad, Morgana se divirtió bailando con Anthony y sus amigas, también bailó con su padre y su abuelo, el cual también bailó con Charlotte y otras niñas que conoció en la boda, también bailó con la pequeña Linda, que al ser un poco bajita para su edad, cogió en brazos como hacía con Elvira cuando era pequeña, muchos los miraban con ternura y Caliope lo hacía con nostalgia. Linda reía y le dijo que su abuelo y su padre bailaban igual con ella, porque son muy altos y ella aún es pequeñita. Cuando terminó la canción Thomas fue a sentarse con su mujer, ella lo besó en la mejilla:

-Me ha recordado a cuando bailabas con Elvira en las bodas cuando era pequeña.

-Esa niña es tan encantadora como su hermano Anthony, son unos críos estupendos, dice que su padre y su abuelo bailan así con ella porque "aún es pequeñita". Es un encanto, no me extraña que Morgana se haya encariñado tanto con ella.

Poco después, Dumbledore anunció el final del baile, al día siguiente los chicos volvían a casa por Navidad y no debían acostarse tarde. Los chicos se fueron a sus dormitorios obedientemente, ninguno quería ser castigado delante del ministro y de gente importante, por no hablar de que los más perezosos aún tenían que terminar de hacer sus maletas. Morgana, Anthony, Paul, Charlotte y Linda insistieron en acompañar a Caliope y Thomas a su habitación, los cuales les hicieron prometer que se irían directamente a sus dormitorios, ellos aceptaron. Todos los niños se despidieron hasta el día siguiente, prometieron despedirse de ellos antes de irse a pasar la Navidad en casa. Se fueron a sus dormitorios, el más cercano era el de Slytherin y Paul y Anthony insistieron en acompañar a Morgana y Charlotte a la puerta de entrada de su sala común. Linda vio en un pasillo a Myla, una de sus compañeras de dormitorio, y se fue con ella dejando a su hermano y su amigo a solas con Charlotte y Morgana. Se aseguraron de que nadie los vería y se despidieron de ellas con un beso en la mejilla, ambos como unos perfectos caballeros…no querían ni imaginar lo que habría pasado si algún profesor pasara por allí y los vieran besando en los labios a las chicas, esos besos los reservaban para un sitio discreto que descubrieron en los jardines, eran unos chicos inteligentes, no querían meterse en líos ni ellos mismos ni a sus novias por un beso en los pasillos.

Cuando se fueron los chicos, Morgana y Charlotte fueron a su dormitorio se pusieron el pijama y se acostaron temprano, hasta que se durmieron estuvieron hablando de lo bien que se lo habían pasado en el baile de ese año y de que se echarían de menos durante las vacaciones de Navidad.

Severus y Elvira hicieron las rondas de vigilancia, como todos los profesores tras despedirse de los invitados no residentes en Hogwarts. Thomas y Caliope ya debían estar dormidos, así que fueron directamente a sus habitaciones. Cuando llegaron a su dormitorio, estaban agotados, fue un día bastante intenso, se desnudaron y se durmieron rápidamente.