Disclaimer: Nada de esto me pertenece, la saga crepúsculo es propiedad de Stephenie Meyer y la trama es del webtoon y la novela "La emperatriz divorciada" de Alphatart y con arte de Sumpul, yo solo busco entretener y que más personas conozcan esta historia.
Capítulo 155. Están Mintiendo (2)
Irina estaba sentada con un cuaderno blanco en un escritorio blanco. La pluma en su mano también era blanca, y mientras se sumergía en la concentración, su cabello plateado puro fluía hacia un lado. Su vestido también era blanco, haciéndola parecer la imagen perfecta de un ángel.
Sin embargo, la expresión de Jasper estaba lejos de la admiración cuando miró al ángel Irina. Parecía insatisfecho mientras observaba su cuaderno. Irina apretó sus manos y lo miró con nerviosismo, cuando sus ojos se encontraron, le mostró su expresión más triste, parecida a la de un ciervo. Sin embargo, la cara de Jasper se mantuvo sin cambios.
—Sigue escribiendo.
Las lágrimas comenzaron a formarse en los ojos de Irina.
—Su Majestad...
Jasper frunció el ceño.
—Irina, ni siquiera has llenado un tercio. Sigue adelante.
Sonaba inusualmente severo. Irina finalmente dejó la pluma y lo miró sollozando.
—No lo sé. Todavía no lo he memorizado todo. Hay demasiado, Su Majestad.
—Irina. Esto es simplemente lo básico. Debes memorizar los nombres de los funcionarios del país, su jefe de familia, su título, sus parientes, sus características, la cantidad de personas en el departamento y las tareas que pertenecen al estado.
—Lo sé, lo sé...
Irina estaba llorando. Ella no sabía cómo podría memorizar todo esto...
—Solo he tenido el libro durante cuatro días, Su Majestad.
El libro era tan grueso como la mitad de la palma de una mano, su tutora se lo había dado y le había ordenado que lo memorizara. Podía leer y escribir hasta cierto punto, pero todavía no era competente, y aun así se esperaba que memorizara un libro entero de información completamente aburrida. Su tutora ni siquiera le dio tiempo suficiente para trabajar en ello, el plazo era de una semana.
Irina sintió que estaba llegando a su punto de ruptura. Jasper vino a ver cómo le iba, él esperaba que hubiera memorizado todo el libro al cuarto día. ¿No sería mejor si le hiciera algunas preguntas y se las respondiera? Jasper ni siquiera hizo eso. Simplemente le pidió que abriera un cuaderno vacío y escribiera todo lo que ha memorizado.
—Ya han pasado cuatro días, ¿no?
Lo más loco fueron las expectativas de Jasper.
—Cuatro días, ¿no?
—...
—Irina, esto toma tal vez uno o dos días para memorizarlo.
—¿Es eso posible?
—Lo memoricé en un día.
—¡Tú eres tú, Su Majestad! ¡Nadie más puede hacerlo!
—La Emperatriz también lo memorizó en un día.
Irina se mordió el labio. Jasper no estaba tratando de burlarse de ella, pero estaba aún más avergonzada y apenada por las implicaciones de su inferioridad.
—Incluso ahora estoy aprendiendo rápido, Su Majestad.
—Irina. Eso puede estar bien en circunstancias normales, pero no ahora. ¿Entiendes?
—Lo entiendo...
—No tienes que hacer el plan de estudios avanzado. Solo lo básico.
—...
—Memoriza un libro cada día. Entonces cuando te conviertas en emperatriz, podrás hacer el trabajo simple.
—¿Un libro al día?
—Es posible si estudias todo el día.
Los ojos de Irina se llenaron de frustración, y finalmente estalló en lágrimas. Jasper pareció desconcertado.
—¡Acabo de aprender a escribir, Su Majestad! ¡Soy diferente de la Emperatriz, ella ha estado estudiando desde que era una niña!
Jasper dejó escapar un suspiro de cansancio. Si Irina solo se quedara como concubina, no tendría que forzarla a aprender estas cosas. Sin embargo, tenía que desempeñar el papel de emperatriz durante un año. No esperaba que lo hiciera bien, pero tenía que hacer lo básico como mínimo.
—Volveré a revisar mañana, así que no llores.
Los sollozos de Irina se hicieron más fuertes ante la mención de mañana, y la sirvienta Delise rápidamente le extendió su pañuelo. Jasper lo tomó y secó las lágrimas de Irina. Cuando Irina dejó de llorar, dejó el pañuelo y elogió a Delise.
—Tu sirvienta es considerada.
Irina soltó un suave hipo mientras miraba hacia Delise, sorprendida por los elogios de Jasper hacia ella. La sirvienta se sonrojó y negó con la cabeza. Cuando Irina la vio, sus sollozos se disiparon rápidamente y se preocupó.
Ella era así antes. ¿Por qué sigue poniéndose roja cuando ve a mi hombre?
En ese momento, un sirviente se acercó a Jasper.
—Su Majestad, la Emperatriz ha ido a la torre occidental.
Jasper había estado mirando el cuaderno parcialmente lleno, pero pronto frunció el ceño cuando escuchó la mención de la torre occidental. Ahí es donde los padres falsos comprados por el Barón Lant se encontraban detenidos. La Emperatriz debe haberse enterado de que fue supuestamente Jacob quien sobornó a la pareja. Si ella hablara con ellos durante un período de tiempo significativo, podría descubrir que él estaba detrás de eso.
Jasper abandonó urgentemente la habitación y dejó el libro.
Cuando llegué a la torre occidental, los guardias somnolientos en el pasillo de repente se despertaron y saltaron de sus sillas de madera. Se miraron entre ellos y a mí con vergüenza.
—Pueden seguir durmiendo.
—No, mis disculpas.
—¿Dónde está la pareja que trajo el Barón Lant?
—Están allá, Su Majestad.
El guardia señaló el extremo más alejado del pasillo. Caminé hacia la puerta, y luego abrí la ventana de observación. La pareja había escuchado mis pasos, y ya estaban mirando a través de los barrotes. Cuando me vieron, se miraron el uno al otro. ¿Esperaban a alguien más?
Verlos me enfureció. Puede que se hayan encontrado en problemas ya que Irina dijo que la otra pareja era real, pero habían arrastrado a mi hermano en esto, que no tenía nada que ver con este caso.
—Saludos, Su Majestad.
La pareja me saludó, pero no les devolví la cortesía, sino que fui directamente a interrogarlos.
—¿Mi hermano les ordenó que fingieran ser padres falsos?
Ambos palidecieron y bajaron la mirada. Ni siquiera hicieron contacto visual conmigo cuando dijeron "Sí, sí."
—Él lo hizo.
—Sí, Su Majestad. Su hermano, Lord Jacob, nos amenazó.
—No teníamos elección.
Reprimí mi creciente ira y hablé tan tranquilamente como pude.
—¿Saben cómo se ve mi hermano?
La esposa respondió rápidamente.
—Sus ojos son cafés.
Dije "No," y luego se miraron consternados.
—Pero estoy segura...
—Tiene los ojos azul oscuro. Ni siquiera saben el color de los ojos de mi hermano, ¿verdad? ¿Realmente lo conocieron?
Se miraron incrédulos el uno al otro, pero solo por un momento. El esposo no tardó en corregir.
—Pensándolo bien, eran azules. Estábamos confundidos porque lo vimos en la oscuridad.
—… ¿Color de cabello?
—Castaño.
—Es negro.
Bajé la voz y los miré fijamente.
—¿Estaba tan oscuro que lo vieron mal?
Esta vez, la esposa habló apresuradamente.
—Creo que era negro. ¡No pudimos verlo bien porque llevaba un sombrero!
Verlos hablar fue un ejercicio completamente absurdo. Mi hermano tenía ojos cafés y cabello castaño claro como yo. ¿Pero esto? ¿Ojos azules y cabello negro? No conocían a mi hermano. Si lo hubieran visto con sus propios ojos, no se habrían dejado influenciar fácilmente por mis sugerencias.
En lugar de corregirlos, me giré hacia Jasper que estaba a mi lado. Me había visto cuestionarlos sin decir una palabra. Nuestros ojos se encontraron, pero a diferencia de la pareja, éramos buenos manejando nuestras expresiones faciales. Me miró con una cara suave mientras yo le hablaba.
—¿Escuchó eso, Su Majestad? Nunca han visto a mi hermano.
—Los estás presionando, así que están diciendo tonterías.
—¿Presionándolos?
—Sí. Te paraste ahí y les dijiste el color de cabello equivocado para confundirlos.
Miré hacia el esposo y la esposa. La pareja, que inicialmente no se había dado cuenta de la presencia de Jasper debido a la estrecha ventana, pareció asustarse de repente cuando escucharon su voz.
—Mi hermano es pelirrojo y tiene los ojos rojos, ¿entonces mintieron porque me tenían miedo?
El hombre y la mujer volvieron a gritar de repente, mirando a Jasper.
—Sí, Su Majestad.
—Teníamos miedo y mentimos. ¡Lord Jacob es pelirrojo y tiene los ojos rojos!
—Ya ves. ¿Conocieron a mi hermano?
Levanté los ojos hacia Jasper, cuyo rostro estaba tan rígido como una estatua de piedra.
