Las chicas ganaron más experiencia en cuanto al modo de juego se refería, aunque lastimosamente perdieron el partido, eso no las desanimó a seguir intentándolo, apenas era el inicio de su camino como jugadoras de hockey.

No obstante, cuando finalizó el partido, Raiden se encontró con la sorpresa de que había dos jugadores que reconoció como viejos compañeros de su equipo.

- Tiempo sin verlo Senpai.

- Vaya que ha pasado el tiempo.

- Sí, la verdad es que no pensé que los volvería a ver chicos – susurró el peli rojizo con una sonrisa en el rostro.

- Y pensar que te habías mudado aquí… es una coincidencia, es más, creo que el viaje que hicimos con papá aquí valió la pena.

- Imaginar que son hijos del entrenador Suzuki es genial – Keiji chocando las manos con su amigo peli rojizo, en eso, llegaron las demás chicas llegaron a donde estaban.

- ¡Mochizuki-san!

- Mochizuki-kun, veo que encontraste a unos amigos por lo que miro.

- Podemos decirlo así, aunque…

- Son los chicos que estaban con el entrenador Suzuki ¿no es así? – Naomi preguntó mirando a los dos adolescentes los cuales asintieron.

- Así es, veo que conocen a nuestro padre.

- ¡¿Su padre?!

- Me presento, soy Suzuki Ayato – el peli negro de ojos negros hizo una reverencia.

- Y yo soy Suzuki Yato, un gusto – ahora fue turno del castaño de ojos negros.

- Se parecen bastante al entrenador Suzuki, pero no pensé que fueran sus hijos.

- Cabe decir que estamos aquí porque queríamos ver como manejaba ese equipo nuestro padre, pero no pensé que nuestro Senpai estaría aquí, pensé que te habías retirado e ido del país.

- ¿E-En serio pensando en eso?

- Sí, escuchamos eso de ex compañeros, pero al parecer todo era un falso rumor.

- Que cosas se inventaron de mí – Raiden tenía una gota de sudor en su frente.

- ¿Cómo es que se conocen Mochizuki-kun? – a Manaka le ganó la curiosidad por saber el tipo de relación que tenían los gemelos Suzuki y su amigo Raiden, las demás chicas parecían querer saberlo ya que era demasiado extraño que los hijos de un jugador como lo fue su padre estuvieran relacionados con el peli rojizo.

.

Flashback

Tiempo atrás, los chicos Yato y Ayato estaban jugando algo de hockey en una pista de hielo normal, aunque fueran jóvenes contando con solo 10 años, se encontraron con la gran sorpresa de que no eran tan buenos como lo fue su padre.

- ¿Por qué no estamos al nivel de papá?

- No tengo idea Yato, somos sus hijos y no podamos jugar tan bien como lo hacía él, ¡no entiendo!

- Supongo que el hockey no es lo nuestro.

- No digas eso Yato, sé que podremos llegar al nivel de papá, solo tenemos que seguir entrenando como normalmente lo hacemos – aunque el peli negro dijera eso, su gemelo parecía no estar muy convencido de eso.

- Ayato, hemos hecho lo mismo desde hace meses y no miro ningún mejoramiento, si tan solo pudiéramos hacerlo de una forma distinta.

- Como si hubiera eso y... – en eso, ambos miraron a un joven de cabello rojizo el cual estaba jugando con el disco, pero la forma en lo que hacía era bastante rápida y anotaba de forma fácil.

- Increíble, la forma en cómo se mueve es como si ya tuviera experiencia en esto – susurró el castaño mientras que notaba como el peli rojizo seguía mostrando lo hábil que era en el hielo y para disparar, unos momentos después, el chico fue a descansar un poco a la orilla de la pista de hielo.

- Uf, creo que tendría que tomarme algún descanso para eso, en eso, ambos gemelos llegaron a donde estaba – oh, hola.

- Oye, lo que hacías era genial.

- ¿Lo que hacía?

- Sí, estabas jugando de una manera muy genial, es más, nos gustaría saber cómo es que lo haces.

- Bueno, no es como que sea alguien poderoso ya que apenas tengo 12 años jeje – río el peli rojizo – por cierto, me presento, Mochizuki Raiden.

- Suzuki Ayato.

- Suzuki Yato.

- ¿Suzuki? Saben, se parecen al apellido de un jugador muy bueno de hockey – eso llamó la atención de los gemelos.

- ¿Y qué opinas de eso?

- Que fue un buen jugador, alguien que realmente me gustó verlo siendo niño, aparte de que estoy jugando ya que él fue una de mis influencias para hacerme jugador – eso hizo sonreír a los chicos, pero decidieron no decir nada sobre su progenitor.

- Ya veo, si es una coincidencia de que poseamos el mismo apellido, pero dime una cosa Raiden-san, ¿Qué tan bueno eres en el hockey?

- ¿Qué tan bueno soy? – el peli rojizo ser quedó pensativo – no creo que sea tan bueno, como dije, apenas tengo 12 años, no es para creerme superior o…

- ¡Por favor, dinos que está mal en nuestro modo de juego! – exclamó el castaño mirando al joven – queremos mejorar, pero no podemos descifrar que es.

- Está bien, creo que lo puedo hacer.

- Míranos jugar – Raiden se puso a un lado y notó el estilo de juego de ambos chicos, desde como patinaban hasta como es que se movían con el palo llevando el disco, no fue hasta que empezaron a pasarse el disco que fue donde Raiden puso más atención hasta que llegaron a la meta anotando.

- ¿Y bien? ¿Qué opinas?

- La verdad es que son buenos, no obstante, no sé en sí que es lo que falta, pero lo que si puedo decir es que hace falta confianza entre ustedes.

- ¿Confianza?

- Es imposible, hemos jugado por mucho tiempo y no creo que…

- Ayato-san, ¿Por qué no lanzaste el último pase a tu hermano y elegiste solo seguir con el disco?

- E-Eso fue porque me gustó más jugada que llevaba.

- Tu hermano estaba en posición de querer llevar el disco, pero elegiste hacerlo por tu cuenta – eso dejó callado a los gemelos Suzuki – ya con eso pueden ver que no hay esa confianza que dicen, con solo una jugada que hicieron noté que los dos no querían dar pases cuando pensaban hacerlos, sino que decidieron llevarlas por sí mismos.

- Raiden-san.

- Aparte, recuerden que el hockey es un juego de equipo, si no hay confianza en los compañeros, en nada están.

- Él… dice las mismas palabras de nuestro padre, realmente es increíble – ambos gemelos tuvieron el mismo pensamiento – dinos Raiden-san, ¿Qué podemos hacer?

- Veamos, creo que… - en eso, el chico notó a sus padres que venían por él – lo siento chicos, tengo que irme.

- ¡Espera Raiden-san! ¿Volverás a patinar aquí?

- Por supuesto… vendré tal vez el siguiente fin de semana, nos vemos – el peli rojizo se fue con sus progenitores, no solo eso, sino que los gemelos no estaban seguros de que si volvería, pero ambos tuvieron fe.

Al fin de semana siguiente, Yato y Ayato estuvieron desde temprano en la pista de patinaje al igual que otros chicos los cuales se pusieron a patinar, sin embargo, ambos seguían en espera.

- ¿Crees que venga?

- Estoy seguro de que sí, él nos prometió eso ¿verdad?

- ¡Chicos! – justo apareció Raiden saludando a los hermanos – lo siento si llegué tarde, estaba mirando algunas cosas con mi padre, pero ya estoy aquí.

- Menos mal hombre.

- Muy bien, estoy aquí, ahora solo queda ver cuánto han mejorado porque supongo que siguieron las palabras que les dije ¿verdad?

- Sí, estuvimos hablando muchas cosas con Yato y la verdad es que nos hemos dado cuenta de cuantas cosas nos estaban faltando.

- Ayato me hizo darme cuenta de que, aunque decíamos confiar mucho en el otro, había cosas que no terminábamos de cuadrar.

- Supongo que sería eso – Raiden los miró fijo – escúchenme, quiero que me muestren como han jugado hasta ahora.

- Muy bien – los dos chicos fueron hacia uno de los extremos de la pista y comenzaron a patinar pasándose el disco de la forma en que ahora habían mejorado, Raiden se puso a un lado a ver cómo es que lo hacían y una sonrisa se formó en su cara.

- Siguieron mi consejo y ya parecen un dúo muy bueno – pensó el chico, ambos gemelos terminaron anotando un gol para luego volver donde estaba el peli rojizo.

- ¿Y bien? ¿Qué te pareció?

- Realmente han mejorado, la confianza que decían tener se está demostrando en parte, sin embargo, aún hay algunas jugadas que ocuparán ser mejoradas, pero supongo que con lo que tienen es suficiente para que vayan mejorando.

- Raiden-san, juga contra nosotros.

- ¿Eh?

- Juega un juego contra nosotros dos, quiero que me muestres de lo que eres capaz – exclamó Ayato, Raiden estaba pensando en otra cosa, no quería enfrentar a dos chicos que recién conocía, pero ellos y él parecían tener buena química, por lo que decidió entrarle.

- Muy bien, hagámoslo, pero no se contengan, muéstrenme todo lo que tienen – Ayato y Yato asintieron y se pusieron en lugares extremos – ¿Qué tal si lo hacemos a tres anotaciones gana?

- Me parece bien – con eso, el juego inició lanzando el disco en medio y los gemelos Suzuki iniciaron corriendo con el disco, ahora que habían mejorado podían ir con más confianza en el juego, sin embargo, no sabían con quien se estaban metiendo en el juego.

- ¡Ahora entro! – con una gran velocidad, Raiden les quitó el disco y fue con toda velocidad hacia el arco contrario en donde con un fuerte golpe de su palo mandó el disco a descansar en la red.

- ¿Qué fue eso? A pesar de que pasó frente a nosotros lo hizo de manera muy rápida, no entiendo como lo hizo – Raiden fue por el disco mientras que miraba a los gemelos.

- Muy bien, sigamos entonces – el peli rojizo se miraba bastante confiado, sin embargo, ahora fue el turno de Ayato y Yato de continuar la ronda. Ambos chicos llevaban el disco pasándoselos uno al otro, en una jugada con Raiden estaba por quitársela al castaño, este rápidamente la pasó a su hermano el cual sin perder más tiempo lanzó hacia la red marcando el empate.

- ¡Buen tiro!

- Gracias hermano.

- Muy bien, parece que las cosas han mejorado con ustedes – sonrió Raiden, ambos chicos se miraron entre sí y siguieron con el juego, la cosa estuvo muy igualada entre ambos equipos, sin embargo, la experiencia de Raiden pudo más y al final, él se terminó llevando el marcador.

- ¡Cuidado Yato! – el disco que lanzó el peli rojizo fue directo hacia la red, aunque el castaño quiso detenerlo, no fue suficiente ya que terminó siendo anotación.

- Nos ganaste Raiden-san.

- No se preocupen, fue un gran partido, la confianza entre ambos se miró reflejada en esto.

- Lo han hecho – una voz detrás de ellos llamó su atención.

- ¡Papá!

- ¿S-Suzuki-san? – Raiden se impresionó mucho por eso – ¡no me lo creo! ¡usted es…!

- Te doy las gracias por haber instruido mejor a mis hijos, no esperé que alguien como tu pudiera hacerles ver el problema que estaban teniendo.

- ¡Se lo agradezco mucho! – el peli rojizo hizo una reverencia en señal de respeto a una de sus inspiraciones para jugar.

- Creo que esto será el inicio de algo.

Fin Flashback

.

- Y bueno, supongo que así contaría resumida la forma en que nos conocimos.

- Que bien en eso – exclamó Manaka – el hockey realmente hace crear fuertes lazos de amistad con la gente.

- Sí, con el tipo nos unimos al equipo de Raiden-san y junto con más chicos llegamos lejos, antes de que todo se deshiciera, pero no lo culpamos a él, fue un gran líder y no tuvo culpa de nada.

- Todos los que conocimos a Raiden sabemos eso – Keiji fue el que habló ahora, el momento fue interrumpido por el claxon indicando que el autobús estaba por partir con todo el equipo de las chicas de Ice Buckets.

- Raiden… ha sido un honor verte de nuevo – el entrenador Suzuki le dio la mano al peli rojizo el cual la aceptó con mucho gusto.

- Lo mismo digo, así que espero que nos volvamos a ver, a usted y a los dos – los dos gemelos se dieron la mano con el peli rojizo, no solo eso, sino que decidieron cambiar de números para estar conectados de mejor forma. Minutos después, ambos se subieron al vehículo que los llevaría de vuelta a su ciudad natal.

- Allá van.

- Fue genial conocer a los hijos del entrenador Suzuki.

- Y eran buenos chicos ¿no lo crees Nao?

- Sí Rikorin, eran guapos – ambas mejores amigas sonrieron un poco, unos nuevos amigos estaban ahora en el grupo.

.

.

Continuará…