¡OkiKagu Radio Tramsmisión!

Advertencias:

1.- Gintama no me pertenece, sino a su creador, solo hago la historia basada en el CD Drama pulicado.

2.- La traducción del CD Drama no es de mi autoría. La saqué del canal de Youtube Gintama LA, el cual hizo un trabajo extraordinario y les dejo el link para que vayan a escucharlo y les den muchas vistas: /7abmJbNsvuI?si=N3DclOQaTGl9Kqkf


Okita observó los cuarteles del Shinsengumi completamente vacíos y se preguntó dónde estaba el inútil de su Vicecomandante junto con el resto de los miembros. El comercial había terminado y era hora de comenzar la transmisión. Eso sí, previamente debían ensayar para asegurarse de que todo saliera bien y la reputación del Shinsengumi no se viera manchada (de nuevo). No sabía exactamente qué hacer, sin embargo, como siempre algo debía idear para salvarles el culo.

Gracias a los dioses, que constantemente lo bendecían, la voz chillona hizo acto de aparición buscando a sus familiares. La China de la Yorozuya caminaba por los pasillos como perro por su casa - o como gorila de montaña por su casa, más bien - preguntando si no los habían arrestado.

- "Llegaste en el momento perfecto, China. Tengo problemas con la transmisión en vivo. Habla sobre algo." - Le dijo.

Okita se puso inusualmente feliz por verla. Su instinto sádico salió a flote al notar que ambos estaban completamente solos en los cuarteles generales.

- "Ah. No me importa, ¿por qué debería ayudarte?" - Como siempre, su respuesta tenía la delicadeza de un elefante.

Con su paraguas abierto sobre el hombro, Kagura lo miraba con superioridad. El sádico estaba ahí arrastrándose ante la gran Gura-sama para que su transmisión de mierda no se fuera a la mierda. La sonrisa de satisfacción en el rostro femenino lo sacó de quicio.

- "Es un cambio equivalente." – Respondió, esperando que la gorila de montaña - que por cierto ya no tenía nada de gorila sino que ahora era una mujer con curvas pronunciadas, cintura delgada, piernas largas y firmes, pechos redondos y sedoso cabello - entendiera la referencia. - "Si nos abres paso con la siguiente sección, haré que los delitos del Jefe queden en cero."

Él quería abrirse paso entre los botones de su blusa oriental y también por otras partes de su cuerpo.

- "Tu corazón y tu cuerpo siguen igual de corrompidos."

- "No digas cosas sin sentido y date prisa en hablar. Si no cortarán la transmisión" - Si. Era lo mejor. Porque él quería tomarla de la mano, arrastrarla hasta la habitación y demostrarle de qué está hecho su cuerpo ahora que es un hombre de veinte años y quería descubrir de qué estaba hecho el de ella que alcanzaba los diecisiete recién cumplidos. Seguía siendo ilegal, pero él no era un santo, ya mucho estaba haciendo con controlarse

-"¿De qué debería hablar?"- Preguntó confundida. Se sentó en el inmenso almohadón al lado de Sougo. Era lo suficientemente grande para los dos, ese sádico tenía que aprender a compartir las bendiciones constantes que recibía.

- "Lee este guion." - Okita le extendió un trozo de papel. Sabía lo estúpidamente distraída que era la China, así que se acercó más. - "Lee." - Le ordenó.

- "Haber…Shin…Erabu…Kumi? Shin Erabu… Mmm? ¡Oye! ¿Cómo se lee esto?" - Se volvió frustrada hacia el castaño, ignorando por completo su cercanía. Estaba más centrada en leer esos estúpidos jeroglíficos.

- "¿Ni siquiera puedes leer esto? Sigues igual de loca." - Preguntó irónico. Su sonrisa sádica se hizo más notoria. Kagura lo miró mal.

- "Me largo-aru." - Aburrida se puso de pie, pero su andar fue detenido por Okita que la tomó de la mano y la volvió a sentar en su lugar.

- "¡Es obvio que estoy bromeando! Se lee así, "Shinsegumi da""

- "¡Shinsengumida…!" - Imitó literalmente Kagura.

- "El da no es necesario, solo Shinsegumi."

- "Shinsengumida, el da no es necesario, solo Shinsengumi." - Repitió la bermellón nuevamente.

- "Solo son tres kanjis, no hay forma de que diga todo eso, ¿eres idiota?" - El castaño sentía un tic en el ojo. Siempre se cuestionó la inteligencia de la China, pero no pensó que llegara a tanto.

- "Me largo-aru." - Kagura volvió a levantarse. Nuevamente, Sougo la tomó de la mano, pero esta vez, la sentó en medio de sus piernas masculinas.

La muy tonta continuaba sin percatarse de la comprometedora posición.

- "Es obvio que estoy bromeando, sigue leyendo."

Sougo la observaba de lado.

- "El Shinsengumi… ¿Nama?"

-"Transmisión en vivo." - Corrigió. Sougo colocó su codo sobre la mesa y apoyó su cabeza en la palma de la mano. Se estaba divirtiendo mucho con los gestos de confusión en el rostro de China. Quizá podría aprovechar aún más el estar a solas con ella…

-"Transmisión en vivo." - Repitió Kagura.

- "Les estamos presentando…"

- "Les estamos presentando…"

Okita se acercó lentamente al rostro lateral de Kagura. Detalló su cuello blanco, perfecto para dejar marcas de dientes y chupones; su perfil, tan hermoso como su rostro; su cabello que, pese a andar esos taparrabos masculinos, ella decidió dejar coletas sueltas y ahora caía hasta más debajo de su cintura. Su aroma había cambiado. Ya no era el del asqueroso sucumbu, sino a frutos rojos y flores.

- "Junk Shinsengumi"... - Continuó, con voz ronca en su oído.

- "Junk Shinsengumi"...

- "A continuación, el siguiente segmento." - Continuó hablando con una sonrisa seductora.

¡Maldita sea! Kagura repetía sus palabras con tanta inocencia, ajena a su posición, que se preguntaba si lo hacía a propósito ya que era él quien estaba siendo seducido por ella. Víctima de su propio juego.

- "A continuación, el siguiente segmento. ¡Soy increíble, lo leí!" - Celebró la Yato con genuina felicidad. Okita no se separó de la unión entre su cuello y hombro. Nunca en su vida sintió tantas ganas de llevarla a su cuarto y hacerla suya como en esos instantes.

- "¡Todo lo leí yo!" - Exclamó, furioso consigo mismo por haberse decantado por esperar. Esperar hasta que por lo menos ella capte sus sentimientos. - "No te alegres y continúa."

Kagura resopló. Suspiró en un intento por controlar sus nervios que estaban a flor de piel. Se acaba de percatar de la posición en la que estaba con el Sádico roba impuestos y aunque lo primero que quiso fue mandarlo a volar, la respiración caliente de él en su oreja sumada a la mano de éste que la sostenía por la cintura mientras la rodeaba con sus piernas la tenían pegada a la banca como un clavo.

- "Tiene escrito "muestra de cartas "". - Decidió hacerse la loca y continuar, eso sí, sin romper el contacto ni la posición.

- "¿Cartas?" - Por primera vez, Okita levantó su cabeza para verificar si ella estaba leyendo bien. Capaz estaba escrito otra cosa y la muy tonta lo ponía a buscar algo inexistente, y por el momento, estaba muy feliz abrazado a su China. - "¿En dónde están?"

-"Date prisa en traerlas." - Ordenó la bermellón mientras le daba un codazo en el pecho para despegarlo. Se empezaba a sentir mareada por el aroma del Chihuahua.

- "Tú también búscalas." - Le respondió de mal humor. La muy animal casi le fractura una costilla con ese codazo.

- "Mmm… ¿Qué hay en esa caja?" - Preguntó señalando una enorme caja en la esquina.

Okita observó la caja curioso. No se había percatado de que estaba ahí en todo este rato.

- "¿Caja?"

De improviso, la caja se movió abruptamente seguido de un grito masculino. Okita se puso en guardia. Una mano la colocó en la empuñadura de su espada, mientras que la otra la colocó frente a Kagura en señal de protección. Aunque sabía de antemano que ella no necesitaba ser protegida, actuó conforme a su instinto de Samurái.

- "¡Ya no lo puedo soportar!"

- "¡Madao!" - Exclamó Kagura sorprendida de encontrárselo ahí.

Okita bajó la guardia y miró con hastío al intruso que había arruinado su momento íntimo con la China e incluso la posibilidad de que éste terminara en algo más.

- "¡Ustedes dos son demasiado obvios! ¡No me importa que me digan Madao! ¡Los voy a interrumpir! Jeje Okitx… Kagux… Tontos."

- "Se nos acabó el tiempo." - Comentó Okita mientras detenía la grabación de práctica.

Sacó el cassette que había grabado al lado de Kagura y lo guardó en su chaqueta. Esa grabación era oro. Nadie, además de él, podía escuchar la voz seductora e inocente de su China. Se aseguraría de guardarlo como el tesoro que era. Por otro lado, desenvainó su espada y la lanzó directo a Madao, quien la esquivó a duras penas. Hasegawa salió corriendo. Antes de ir a darle persecución por el pecado tan grave que cometió en contra de su momento mágico con China, Okita tomó con fuerza a Kagura por la cintura apegándola a él y de improviso la besó con hambre. Metió su lengua saboreando la boca femenina y cuando le sacó un gemido tímido, se dio por satisfecho y salió rumbo a matar al Madao por el delito de interrupción a los asuntos privados de un policía.


¡Hellouuu! Estoy viendo nuevamente Gintama, así que no pude evitar recordar este CD Drama que me hizo gritar como loca, por lo que en honor a él hice este fic. Es mi versión de lo que ocurrió ya que solo tenemos el audio jaja. La voz de Sougo es demasiado! Nadie me quita de la cabeza que se estaba sabroseando a Kagura. ¡Y MADAO! Digan lo que digan, le duela a quien le duela, Madao confirmó indirectamente el OkiKagu y quien piense lo contrario se puede venir y nos daños unos buenos golpes. XD

Apoyen el canal de Gintama LA, quien nos trajo esta joyita traducida.

Espero que disfruten leyendo el fic tanto como yo al escribirlo. ¡Nos leemos!