Miraculous, les aventures de Ladybug et Chat Noir y sus personajes son propiedad de Thomas Astruc y Zag Entertainment.
14.- Nariz
Poder ver a Jagged, aunque fuese a través del ojal de un bolsillo era fascinante. Marinette creía que podría estallar de la felicidad. Jagged tocaba y cantaba, Luka y Juleka tocaban con él.
Todo era hermoso. El ambiente. La música. La ropa de Jagged. El maquillaje. Pero tenía muchas preguntas. Demasiadas en realidad. No sabía qué hacer con tantas preguntas burbujeando en su interior.
A través del ojal analizaba los rasgos del hombre intentando sobreponerlos en el rostro de Luka sin éxito. Creía que era la nariz. La nariz de Jagged era más grande y pronunciada. Además, estaba el maquillaje que la despistaba.
Analizar sus rasgos no disminuía sus preguntas. ¿Por qué no vivía en el barco con Luka, Juleka y su mamá? ¿Por qué Luka no le había explicado que Jagged era su padre? ¿Por qué se había limitado a decirle que era su músico preferido? ¿Por qué no le había dicho la verdad? ¿No confiaba en ella? ¿Era por qué estaba enfadado con ella por haber restaurado su ropa al llegar?
Luka se tocó el bolsillo sobre el pecho, Marinette no paraba de moverse. Llevaban bastante rato en la suite, tal vez necesitaba ir al baño, a veces se le olvidaba que tenía que permanecer oculta y eso le impedía pedir las cosas.
—Papá, tengo que ir al baño.
Jagged movió la mano apuntando la puerta de manera imprecisa y volvió a concentrarse en la técnica que trataba de enseñarle a Juleka.
Luka cerró la puerta tras de sí, levantó la solapa del bolsillo y Marinette salió revoloteando al instante. Iba a lanzarle todas sus preguntas sin pararse ni a respirar, pero se detuvo al ver su expresión cansada.
—Luka…
—No pasa nada, estoy bien.
No sonaba bien, sonaba como algo que repetía muchas veces cuando no quería hablar de ello y necesitaba que todo estuviese bien.
—Te gusta la música —susurró, él le sonrió—. Quiero decir, te gusta su música, ¿no?
—Es complicado, te lo explicaré en casa si quieres.
Marinette asintió con energía lanzando chispas rosas en todas las direcciones como si acabase de estallar un bote de purpurina.
—Puedes ir al baño si lo necesitas —cambió de tema.
—No, estoy bien.
Ella lo decía de verdad. Luka alzó la solapa del bolsillo y Marinette volvió a refugiarse en su interior.
La música continuó un buen rato, después fueron a comer a un restaurante en lo que, todo lo que Luka deslizaba de manera discreta al interior del bolsillo, estaba delicioso. Se refugiaron en un lugar en el que sonido rebotaba por todas partes y la música sonaba limpia y clara. También cenaron en otro lugar con comida deliciosa. Hubo muchas conversaciones y risas, aunque la risa de Luka no sonaba demasiado sincera. Marinette intentó averiguar qué era lo que ocurría, pero ninguna de las palabras pronunciadas parecían querer darle una respuesta.
Finalmente regresaron al barco. Juleka se dirigió a su cuarto y Luka hizo lo mismo, en cuanto la puerta se cerró Marinette salió del bolsillo deseosa de saber qué le pasaba a su querido chico de la música.
—Jagged es mi padre —musitó él sin necesidad de que preguntase nada.
—El señor papá —determinó ella muy orgullosa de entender los conceptos en el entorno familiar.
—Sí, eso —contestó aguantándose la risa, no quería tener que decirle que nadie decía "señor papá" o "señora mamá"—. Yo no lo sabía.
—¿Porque una bruja te lanzó un hechizo para confundirte?
—Ah… ¿existen las brujas? —Sacudió la cabeza descartando el tema—. Nada de brujas. Mi madre y mi padre se separaron antes de que Juls y yo naciésemos. Tenían un grupo de música, se pelearon. Ella abandonó su carrera profesional, pero él decidió seguir adelante como solista.
»A mi madre le preocupaba que creciéramos con la sensación que le importaba más la música que nosotros.
—¿Por qué?
—Las giras le obligan a estar mucho tiempo fuera. Eso es algo difícil de comprender para un niño.
»Ambos decidieron que lo mejor era que no lo supiésemos hasta ser mayores de edad. Pero la verdad llegó antes y ahora todo es raro, ¿sabes? —Agachó el rostro y clavó la mirada en la alfombra que cubría el suelo. A Marinette le pareció muy triste de repente—. Es muy incómodo. Sé que debería de estar contento al saber por fin quién es mi padre, pero me cuesta. Cuando le miro intento encontrar algo en lo que nos parezcamos. Le miro. Le observo. Y por más que lo hago no consigo encontrar nada.
—La música —susurró.
—Fue mi madre quien me hizo amar la música, la que me enseñó a tocar.
—Pero te gusta la música de Jagged Stone.
La miró como si se hubiese olvidado de que estaba allí y que estaba hablando con ella.
—¿Por eso estás triste y enfadado? Te sientes como una entretela que no encaja con la tela y el hilo.
—Sí, creo que sí.
Aunque no acababa de entender el símil, era cierto que se sentía triste y enfadado, también fuera de lugar. Tenía un poco la sensación de haber dejado de encajar en el mundo al saber que Jagged era su padre. Como si todo lo que supiese del mundo y de sí mismo se hubiese derrumbado a su alrededor.
—Sé que aún es pronto, pero estoy cansado. Necesito dormir.
Marinette movió las manos a toda prisa, trazando formas en el aire, lanzando destellos rosas en todas las direcciones. Se detuvo de repente, sonriendo orgullosa.
Iba a preguntarle qué había sido eso, pero sintió que el tacto de la ropa sobre su piel era diferente. Había cambiado su ropa sin que se diera cuenta, tal y como había hecho en clase. Había creado un pijama azul celeste, con un extraño estampado con macarons, guitarras y flores.
—Gracias, Marinette, ya me siento mejor.
Luka se estiró en la cama sin decir nada más, ella se quedó sentada en lo alto del respaldo de la silla. Luka no sabía mentir. Acababa de decir que se sentía mejor, pero su voz y los hombros caídos demostraban que no era así. No sabía qué podía hacer para ayudarle. Si al menos pudiese hablar de aquello con alguien. Podría volver a casa, hablar con las otras hadas, tal vez incluso con el Árbol de la Vida, pero ¿qué podían saber ellos? Sólo podría ayudarle otro humano, el problema era ¿qué otro ser humano iba a hacerlo cuando ella sólo conocía a Luka?
Le sobrevoló comprobando que dormía. Iba a encontrar la mejor manera de ayudarle. Se acurrucó junto a su nariz para que no se sintiera solo, pasaría la noche a su lado hasta que pudiera ayudarle de otra manera.
Continuará
Notas de la autora:
¡Hola! Se me atascó la palabra. Inicialmente tenía una idea muy clara de lo que quería escribir para la palabra "nariz", pero después me di cuenta de que no encajaba demasiado con lo que vendrá a partir de aquí, así que he tenido que hacer malabares y de ahí el retraso.
