¿Quién era digno de su compañía?
Alguien que lo daba todos por quienes no conocía y que se sacrificaba en cara encarnación para lograr ayudar a todo a quien conocía.
Siempre lo había visto. Incluso cuando él no lo sabía, ella siempre estuvo ahí viéndolo nacer, crecer luchar y morir.
Muchos dirían que era una muerte en gloría pero eventualmente cualquier signo de gloría era borrado una vez que el tiempo se reiniciaba o el mundo cambiaba.
No quedo rastros de aquel héroe que tanto observó, que siempre se sacrificó o que buscó cambiar el mundo a un lugar mejor. Los humanos comenzaban a repetir los mismos errores una y otra vez, sin importar cuantas veces ella lo viera.
No podía entender como siempre caían en la redundancia absoluta ante un giro continuo de obras sin sentido.
Estaba cansada.
No quería seguir viendo al mismo héroe que sin importar el tiempo que sea o el momento en que se presente, perdía la vida sin consideración alguna.
¿Acaso nadie podía ver quien era de verdad aquel héroe que se alzaba entre tantos?
El héroe Link no era diferente al resto.
Tenía sus propios sueños y ambiciones, sus esperanzas y deseos. Ella siempre lo estuvo viendo, como poco a poco cada vez que pasaba el tiempo el sacrificio del héroe era por lejos mayor al anterior.
Repitiendo desde el principio de los tiempos hasta el final de este el mismo camino que lo llevaba a la autodestrucción. El héroe Link solo se entregaba a su gente sin pensar en las consecuencias directas en su persona.
Lo había visto llorar y maldecir, desear caer en la desesperación solo para que al final se alzara ante la idea de ser la última esperanza que quedaba para evitar que el mal tomase posesión del mundo.
Fue que al cabo del tiempo se dio cuenta, que no importaba el tiempo o el momento, el mundo no se merecía un salvador así.
No se merecían a Link.
Sin importar cuanto tiempo pasara o las cosas que se presentaran Link se puso de pie y desafió al destino mismo si había de ser necesario para poder frenar lo que viniera para ayudar a los demás.
Estaba cansada de verlo morir sin parar. No hubo descanso en cada reencarnación, siempre el héroe debía alzarse para los demás pero no hubo nadie que se alzara para apoyar al héroe, siempre lo vio, en un lecho de muerte sin ser recordado o acompañado pero incluso si en aquel momento se diera el ocaso de su vida.
Link nunca caía.
Hazañas del ayer y del hoy siempre convergían para presentarse ante la idea de una vida que siempre prescindía.
¿No podía haber alguien que llorase la muerte del héroe? Quienes clamaban honrarlo se quedaban a un lado cuando el héroe ya no disponía de la capacidad de protegerlos.
Hipócritas sin remedio. Siempre fue lo mismo, nadie llegaba a ver lo que repetía pero ella era diferente, podía recordar cada evento y cada muerte más miserable que la anterior.
¿Cómo no podía evitar tener una animosidad creciente contra la princesa que usaba al héroe para luego lo dejara sin más?
Un logro que daba a un resultado vacío al final. No servía de nada el sacrificio de Link cuando nadie quedaba para rememorar la travesía que tuvo que surcar.
Ella fue nombrada guardián pero no sintió que estaba resguardando algo. Siempre al margen, siempre expectante de todo pero jamás interactuando para ayudar.
Estaba cansada.
¿Quién más que ella era quien podría contemplar la obra del héroe olvidado por el tiempo mismo? Solo ella quien era la que lo resguardaba personalmente.
Muchas reencarnaciones se habían alzado ante ella y no tuvo más remedio que observarlos, incluso cuando parecía que no tendrían el desenlace usual no significaba nada.
Ella ya había sido testigo de lo que era capaz el paso del tiempo para quienes se les había arrebatado la elección de cómo usar este.
Un héroe nace y eso es todo lo que será, un héroe sin más.
Siempre sentada lo vio, al margen de cómo no importaba que tratase de ser, un hijo, un hermano, un amigo o un padre, en todas ellas al final Link estaba condenado a fracasar.
La tragedia estaba manchada en Link desde la primera vez que se encarnó, desde la condena que tuvo a repetir el ciclo de la luz y la oscuridad hasta el fin de los tiempos.
¿Quién no podría estar harto de ello?
Ella, Cia, la guardiana del tiempo, debería de encargarse solo de velar por el pasar de este, pero no interferir, siempre había sido así y debería mantenerse de tal forma.
No podía hacer ningún movimiento por más lo deseara. Incluso si había manera implícita una interacción que pudiera dar, no podía.
Solo debía observar.
Incluso cuando era el momento final y Link recuperaba algunas memorias pasadas no cayó en la desesperación o en el miedo al saber del olvido en el cual estaba destinado a irse.
Simplemente se paró con una sonrisa ante la desdicha de un futuro dónde solo él era cubierto por el ocaso entrante y el mundo bañado por la luz del sol naciente.
…
Una encarnación más.
Lo vio una vez más caer en lo más profundo, en la desesperación más grande y en un resultando en el cual el mundo debería simplemente rendirse ante el inminente fin, pero solo una persona no se dejó doblegar por la situación y actuó contra la oscuridad que se cernía en el mundo.
Link se alzó una vez más y Cia no pudo hacer nada más que observar desde lejos como siempre. Un joven el cual solo deseaba alzarse no como un héroe, sino como alguien con libertad.
Alguien que lo comprendiera. Cia era testigo de cada aventura que el hombre había tenido hasta ahora y en aquel momento frente a ella se sintió más atraída que nunca ante el brillo que tal alma fuera del margen del tiempo podía dar.
Si antes Link brillaba por encima de los demás, entonces ahora fue en dónde pudo presenciar el verdadero brillo que el alma de este pudo tomar.
Contemplar el resultado final de cientos de encarnaciones y ver al héroe que se alzaba ante ella fue algo que hizo que su mente fuera para atrás y su atención por el tiempo se desviara.
No había nadie para nombrar a cada héroe, nadie quedaba al final de la travesía, solo nombres temporales que al poco tiempo dejarían de tener noción de Link dejándolo solo como un héroe de tiempos remotos.
Cia fue quien se encargó al menos de manera personal de nombrar a cada héroe que observó en el pasar del tiempo.
Cada título que había dado era olvidado al pasar del tiempo por quienes estaban afectados por este, más no por ella, no quien estaba al margen y viendo a cada héroe alzarse.
Fue que antes de darse cuenta que comenzó a juntar retratos de los héroes de cada era. Cia comenzó aquella acción en algo que pensó que sería adecuado para preservar sus memorias, poniendo un título bajo cada cuadro que variaba únicamente en la vestimenta puesto que el rostro era el mismo.
Link pasó por las eras siendo recordado y olvidado al mismo tiempo, siendo solo llamado un héroe de leyenda.
Cia se detuvo una vez más frente al pie del palacio en el cual estaba, sonriendo con suficiencia al darse cuenta de aquellos cuadros que comenzaban a tomar lugar en las paredes y registrando el ascenso de cada uno de ellos.
Estaba convencida, que si los mitos deseaban olvidar a Link y dejarlo solo como una leyenda, entonces ella sería quien recuperase cada fragmento que pertenecía a la vida de este y lo atesoraría por el resto de las eras.
Viendo su obra terminada Cia estuvo orgullosa de aquellos cuadros colgados, no eran muchos, quizá no pasaban de los diez, pero todos significaban algo.
Ella sería la que recuerde al héroe y lo venere.
Podía dejar que el tiempo pase a su alrededor con ese pensamiento.
Que ella era especial para el héroe.
…
Cia no supo cuando es que comenzó a pasar más tiempo en el baño, viendo el agua pasar por su piel clara fue algo que hizo que pareciera que todo lo malo que veía constantemente se iba sin más.
Su estatus de guardiana la delimitaba de que acción podía tomar o cuanto tiempo podía perder, pero gradualmente algo como eso pasó a ser nada más que un simple pensamiento vago.
Salió de la tina del baño en la que había estado acostada, llevó ambas manos hacia su cabello blanco que le había estado cubriendo los ojos y lo puso hacia atrás en un intento que no le obstruya la vista.
Sus pies húmedos y descalzos tocaron el suelo de porcelana blanca mojando a donde pasaba.
Estaba sola.
La magia era su medio para resolver casi todo problema que necesitara por lo que a los pocos instantes con un leve brillo de su poder todo había sido limpiado. El vestido blanco y el cetro que llevaba quedaron en el aire casi como si la esperaran. Cia miró su cuerpo brevemente antes de dar un leve suspiro y que la magia corriera a su alrededor una vez más.
A los pocos minutos había terminado de vestirse y estaba lista para tomar su puesto como de costumbre.
Cia caminó en silencio por los pasillos del castillo y vio como los cuadros que habían comenzado como solo un par de ellos ahora habían subido en cantidad llegando incluso a tomar presencia en casi todas las paredes del vestíbulo principal.
No era algo que estuviera orgullosa. Cia abrió levemente la boca como deseando decir algo pero cerró los ojos y decidió seguir adelante para ir hasta su sala de siempre.
Dónde tenía que actuar como la guardiana del tiempo mismo.
Subir las escaleras y ver los pasillos llenos de cuadros siempre la hicieron sentir culpa, culpa que no importaba que hiciera, el resultado era el mismo para Link y ella a pesar de poder evitar algo como eso no se atrevía a moverse.
Héroes desconocidos para todos menos para ella.
Cia siguió su camino hasta llegar a la sala dónde tenía que pasar el resto de las eras por venir, viendo el pasado, presente y futuro de cada ser, pero su atención hacia tiempo que había cambiado sin darse cuenta a la general a solo una en particular.
Los ojos de Cia viajaron a la esfera dónde lo vio una vez más, una nueva encarnación de Link que solo deseaba buscar su lugar al cual pertenecer. Un niño llorando que estaba amargado por ser diferente.
Cia sabía el destino final del chico, no necesitaba seguir observando para conocer a dónde este se alzaría y que haría, incluso si no viera el futuro de Link podía predecirlo por toda la experiencia que había tenido sobre este.
Un héroe que nace es un héroe que también muere pero por sobre todo era el destino de ser un héroe todo lo que toman de estos. Link lo llevaba un paso más allá siendo solo alguien que se presentaba ante la venida del ocaso.
Un chico que se levantó un día con una misión que no quería pero fue lo único que conocía. Cia quedó al margen una vez más de aquel inicio pero no pudo evitar que sus ojos se dirigieran a aquella alma una vez más.
¿Cómo poder apartar la vista del sol cuando este resplandecía ante ella con tanta fuerza?
Cia observó el camino marcado por parte de Link pero decidió no presenciar el futuro final de este, no es que fuese algo especial pero sintió que al menos así la aventura podría darse con una mejor forma.
Cia parpadeó un par de veces ante aquel pensamiento.
"¿Aventura?" el pensamiento que tuvo Cia hizo que ella misma apretara los puños con rabia y una expresión de disgusto se presentara en su cara.
¿Cómo es que ella había llegado a pensar que la vida de Link podría ser simplemente categorizada como una mera aventura?
La rabia subió por el cuerpo de Cia ante aquello y vio sus manos brevemente. El asco se extendió en ella antes de levantarse de golpe.
Abrió la puerta y observó ya entrante en el pasillo uno de los tantos cuadros presentes del héroe que tanto observaba.
Leyó el título bajo el nombre de este y fue una mala pasada de su mente, lo sabía, ella ponía el título de cada uno para evitar confusiones, seguro solo estaba cansada y fue por eso que solo leyó el nombre de "Link" bajo aquel retrato.
Cia cerró los ojos y dio media vuelta, observando desde lejos su lugar dónde siempre había estado, dónde debía observar el tiempo mismo.
¿Pero qué sentido tenía el simplemente estar al margen? Sin importar que hiciera o cuanto el héroe se esforzara su destino ya estaba escrito incluso antes de que naciera o de que su era se formara.
¿Qué sentido tenía el ver a alguien perder cada vez más meramente para los demás? Cia sintió que sus ojos se nublaban, que su mente se iba a otro lugar antes de volver y sin sentarse solo de pie observó al chico que había encontrado de pie ante aquel que había jurado protegerlo pero solo lo había dejado hasta ahora.
¿No era cruel el destino de un niño que no entendía del mundo? Link había sido abandonado en el sentido que no importaba que hiciera, los demás niños que lo rodeaban podían mostrar algo que él no y disfrutar de una comodidad que no poseía.
Ahora, después de tanto tiempo buscando un deseo que era únicamente tener una compañera en su vida cómo los demás niños, se le había encomendado el verdadero propósito de su vida.
Un propósito que no había buscado pero había estado condenado a tomar sin importar que hiciera o como actuara. Cia bajó la mirada y sintió nuevamente pena hacia aquella pequeña que se irguió y pensó que podía ayudar.
Porque Link era un héroe y un héroe es todo lo que sería.
…
El alzar de un héroe era como esperar que una canción llegue a su punto álgido antes que esta volviera a su ritmo, había momentos en los cuales el coro que uno esperaba por parte del héroe sería el final de la aventura.
Cia estaba incluso acostumbrada a ese final, a un coro que se entonaba y mostraba el final de esta con un cierre que parecía de cuento, pero como todo cuento, condenada a distorsionarse o perderse.
Y ese fue el caso de aquel héroe que se alzó por encima de ella, por sobre el tiempo mismo que evitó que no pudiera predecir lo que haría. Cia al principio se preocupó, el observar el pasar del tiempo nunca había sido algo se le privara, no desde que asumió su papel como guardiana.
Siendo que ahora no pudo ver el final de aquel Link se sintió incluso más atraída que antes, pero no del todo a gusto porque sentía que su vínculo especial que había tenido por tanto tiempo.
Se había roto.
No fue una traición o una acción contraria por parte de Link, Cia lo supo, incluso si Link deseara pecar no podría, toda su ira, ego y avaricia no estaban dentro de este, la sombra del héroe podía ser bastante oscura en ese sentido.
Sacudiendo la con la cabeza Cia suspiró brevemente antes de retomar su vista hacia el héroe que parecía que no pertenecía junto a los demás, siendo que este al tomar la espada maestra no desafió únicamente a la oscuridad.
Se había plantado ante el tiempo mismo para poder prevenir un futuro incierto.
Cia lo había visto alzarse, pasar de aquel joven con una misión imposible a una que se completó, un desafía en el cual lo dejaron solo, lo hicieron moverse como si ya supiera donde debería ir y resolver todo lo que supiera.
¿Pero nadie podía entender en lo que el héroe que todos hablaban pensaba? Link siguió adelante aislado del tiempo y de los demás, siendo sus única compañía una hada que se movía a su alrededor.
Al completar su misión tampoco fue recompensado. Link no recibió fama, oro u agradecimientos.
Olvido.
Cia quien había estado viendo todo desde lejos no pudo evitar que las lágrimas clamaran presencia, no cuando todo lo que aquel héroe había dado fue nada más que un evento que nadie conocía.
Lo dio todo por un mundo el cual no lo reconoció y únicamente recibió el olvido más basto del que había sido testigo hasta ahora. Cia miró la bola de cristal y a Link abandonar Hyrule, un adulto en el cuerpo de un joven que ahora estaba condenado a vagar nuevamente sin rumbo en total silencio y sin nadie a su alrededor.
Link el héroe del tiempo.
Cia pensó en poner aquel título en el cuadro que prepararía para el héroe del momento, pero cuando notó algo diferente fue que supo que la historia no había terminado.
¿Por qué el héroe seguía brillando a pesar que el mal había sigo purgado? El fragmento de la trifuerza ya había sido tomado para la próxima encarnación, algo que usualmente no podía pasar, se suponía que con el fin del ciclo aquello se daría.
¿Eso significaba que el ciclo aún no había terminado? Cia quedó viendo al ahora joven de nuevo héroe del tiempo, que se había embargado a una aventura para encontrar a la única compañía que había tenido hasta ahora.
Un bufido de resignación sin gracia se dio de Cia cuando supo que incluso ahora, el héroe no podía tomar un descanso placentero o compartir con quienes podía. Siempre fue así, Zelda nunca fue la clave de la felicidad del héroe incluso si Link decidiera escogerla.
Lo único que traía consigo el que ambos estuvieran juntos era la tragedia continua que se libraría entre ambos.
Ver al héroe que ya había salvado una era alzarse para seguir ayudando a quienes no lo merecían fue otro golpe para Cia quien seguía observando a aquella encarnación.
No fue como si la primera "aventura" que aquel héroe del tiempo había librado fuese sencillo o libre de penas. Link había tomado decisiones difíciles, se despidió de los pocos que consideró amigos y se paró frente a la tragedia con el objetivo de evitar que lo malo pase para los demás.
Pero nunca estaba incluido el héroe en aquellos señalados.
El viaje de Link sirviendo a los demás luego de librar una ciudad de la destrucción solo hizo que los ojos de Cia se quedaran pegados ante el resplandeciente héroe y su forma de actuar.
Incluso si aquel vínculo que sintió que los hacía "especiales" no estaba con aquel héroe, no se sintió del todo mal, porque en todo lo que pasaba, solo ella lo recordaba, solo ella estuvo presente para ver sus caídas y sus victorias, solo ella estuvo viendo todo lo que Link logró y celebrando con él a pesar de no estar presente.
Solo ella era la persona que podía entender a Link y su silencio.
…
¿Cuánto tiempo más pensaba aquel Link seguir vagando?
Cia no estuvo acostumbrada a ver a uno de los héroes seguir en pie con la edad, usualmente no llegaban a pasar la mediana edad debido a que morían en combate o eran asesinados a traición.
Fue por eso que celebró que aquel héroe del tiempo lograra conquistar su propio pasar de este, siendo alguien que pasó el umbral de muerte de cada Link que había visto.
Estaba feliz.
Cia no pudo ocultar su sonrisa viendo al héroe aún vivo y sirviendo a los demás, el hecho que pudiera verlo avanzar la motivó a dejar pensamientos oscuros atrás.
No necesitaba interferir, solo necesitaba seguir viendo aquella historia que un guerrero que se plantó ante su destino se generó.
Lo vio crecer, el Link joven que conoció había desaparecido hacía tiempo, un hombre con armadura y una espada replica de la espada maestra se alzó entre los demás, una armadura dorada y un escudo brillante, la cota de malla fina y las decoraciones elegantes.
Ya no era el porte de un simple guerrero o un héroe, Cia cuando lo vio pensó que podría ser más el porte de un rey, el cabello largo en una cola larga recogida en la parte traerá de la cabeza dio aquella presencia de orden. El cuerpo de Link había cambiado con los años, era mucho más alto como cuando alcanzaba aquella edad, junto con el hecho que el músculo desarrollado no solo estaba para rellenar la armadura.
Cia no ocultó su sonrisa cuando pensó en todo lo que había pasado Link para alcanzar su posición actual. Uniéndose al ejército del reino de Hyrule y mostrando su valía en las guerras venideras. Fue un poco triste para Cia ver a Link descender ante el hecho de tenía que cargar contra enemigos los cuales había salvado, pero un héroe era un héroe al final.
Una decisión crucial era lo que Link debía tomar.
"El Dios de la batalla" debido a que no importaba el enemigo, ya sean uno o cientos, este lograba salir y ganar de alguna manera. Cia siempre estuvo algo nerviosa al momento de ver a Link partir al frente.
Quería creer que no era la única que se preocupaba por el héroe pero incluso si Link salvaba incontables vidas y mostraba su buena voluntad.
La malicia no podía evitarse y el descontento de una fuerza única hizo que la situación en Hyrule se desestabilice. Si bien el apoyo popular de la princesa era evidente, no quitaba que con cada guerra ganada el dominio principal de la realeza era más tenue en cada frontera.
Hyrule había pasado de ser un reino centralizado y bien protegido a tomar gran parte del continente presente en el mundo de la luz.
El llamado de un naciente "Imperio" fue lo que se dio cuando la magnitud de las tierras y el poder tan centralizado de la reina fue algo que el mundo comenzó a conocer.
Pero lo que Cia no deseaba ver era que entre aquella búsqueda de poder por parte de los demás, Link estaba siendo señalado como algo más, algo que no debía estar presente, que no debería existir.
Alguien que no debía vivir.
Rabia.
Cia apretó los dientes al ver al pueblo levantarse contra el reino por su héroe que había llevado la victoria incluso en el campo de batalla más imposible, pero la rabia de Cia no dejó de aumentar, pensó que debía ir, debía interferir.
¿Cómo es posible que los pueblos que habían comenzado la guerra y quienes ahora la profesaban dentro de Hyrule tomaran acciones contra el hombre que se había plantado ante cientos de campos de batalla?
¿Qué tenía de justo aquello?
Cia no supo cuando es que se puso de pie o cuando sus lágrimas comenzaron a caer. La rabia y frustración que sintió únicamente incrementó con el pasar del tiempo.
Ya no deseaba seguir viendo como aquel brillo se pronunciaba por aquel barro que estaba dañando al héroe que tanto había observado.
Exilio.
El resultado final de la obra de un hombre que dedicó toda su vida por los demás no fue nada más que un exilio y el ser olvidado una vez más. Cia no supo si reír en este punto por como la situación estaba tan arraigada a la repetición constante. Una vez que Link había perdido su valor de héroe parecía que el propio mundo deseó eliminarlo.
Arrojado a lo lejos para que pudiera pasar el resto de su vida en soledad, un héroe que hacía que el reino de Hyrule se desestabilice por su presencia y peso en la política.
¿Por qué no podían simplemente ver el lado positivo de tener a un aliado que moriría por ellos? ¿Cuál era la necesidad del poder bruto por algo que carecía de sentido a la larga?
Cia vio a Link partir de su patria para terminar en lo más lejos de los bosques una vez más, esta vez evitando cualquier civilización cercana y yendo directamente a lo más profundo dónde nadie lo pudiera molestar.
Un héroe que no podía salvar o un guerrero que no podía pelear no era nada más que un hombre más. Link había sido degradado a menos incluso, siendo exiliado y habiendo tomado todas las posesiones que había juntado a lo largo de su vida en el reino.
Pero no hubo molestias para este. Link solo parecía relajarse por primera vez y suspirar realizado de todo lo que había logrado.
"Ya es el final"
Fue lo único que susurró antes de comenzar aquel camino que lo llevó a lo más profundo del bosque dónde se asentó y puso una cabaña para él y para nadie más.
Cia vio todo eso y sintió el nudo en su garganta crecer a cada instante en que pasaba viendo a aquel héroe que ya no necesitaba observar.
Un nuevo Link había nacido a lo lejos y era tiempo que dejara de ver al héroe que conoció que había llegado tan lejos.
¿Pero era de verdad necesaria su presencia a todo momento?
Cia miró a su alrededor y tragó pensando en lo que había hecho hasta ahora. A pesar de su estado de "guardiana" no se había hecho nada más que observar el pasar de las eras y como Link se condenaba a sí mismo al resultado escrito en la leyenda que no le pertenecía.
Ella no necesitaba interferir de verdad con Link ¿verdad?
Cia se lamió los labios con nerviosismo y miró una vez más al héroe que estaba sentado como si no pasara el tiempo, como si todo lo que hubiera logrado no hubiera sido tomado.
Como si no hubiera perdido toda su vida en unos pocos días.
¿Quizá ya estaba acostumbrado? Cia se sintió peor incluso si ese fuera el caso, siendo que aquello implicaría que el impacto de haber sido olvidado por el tiempo mismo había llegado al extremo en el que no reconocía sus logros.
¿Alguien lo hizo para empezar?
Para Hyrule todo fue un camino de rosas, olvidado aquella línea dónde todo cayó y solo la locura se desenfrenó, dónde los muertos se alzaban en vida cazando a los remanentes de los alrededores.
Link había evitado un futuro tan oscuro pero su única recompensa fue el olvido.
Cia se puso de pie y tomó una decisión.
No podía dejar que un héroe como lo fue aquel Link quedara en la nada y sin que nadie pudiera recordarlo, ella al menos sería la que le daría una o dos palabras para que supiera que se esforzó.
La magia brilló a su espalda antes de darse la vuelta y comenzar a caminar hacia el portal que había creado, Cia se detuvo antes de entrar viendo el futuro una vez más antes de partir, siendo que el nuevo héroe naciente estaba alzándose no podía tampoco dejar que las hazañas de este se perdieran.
Lo pensó brevemente antes de llevar una mano a su pecho y sentir una punzada antes de brillar en un tono azul, una copia exacta de ella se había proyectado, un clon sin consciencia o emoción pero que podía ser sus ojos mientras que estaba fuera, no sería mucho tiempo pero aun así no sentía que podía dejar todo sin más.
Con el preparativo listo miró sus ropas blancas antes de suspirar y dar un paso al frente para entrar en aquel portal.
…
Una vida de paz.
Link no supo que fue aquello hasta hace poco, no es como si no pudiera haber obtenido aquella vida antes, pero sus propias decisiones lo llevaron a estar embarrado en lo que sería el reino que salvó.
No culpaba a Zelda, no culpaba a los nobles o los campesinos. Link no sintió que pudiera culpar a nadie o despreciarlos.
Él los había salvado.
Una sonrisa de suficiencia llegó en su rostro antes de verse una vez más en el espejo y comenzar a arreglarse. Una costumbre que había cargado desde que comenzó su travesía tanto en el tiempo como fuera de este.
Su cabello había crecido bastante pero lo ató en una cola de caballo en la parte trasera para facilitar su vista. No era lo mejor para el combate, Link debía reconocerlo, pero aun así pensó en aquel cumplido que le había dado Zelda hacía tanto tiempo.
Que se veía mucho mejor con el cabello largo.
Negó para sí antes de tomar la camisa blanca que había a un lado. Su vestimenta característica de sus primeros años al servicio y como héroe se había ido hace tiempo.
Link suspiró pensando en la armadura pesada que había cargado consigo desde la salida del reino hasta su llegada en el bosque.
Fue algo no supo si considerar como un insulto o una última muestra de piedad. Aquella armadura dorada con intrínsecas molduras. Más que la armadura de un guerrero podría decirse que era la de un noble o un general.
Una armadura que mostró su transición de héroe a soldado porque cuando Link había sido un héroe había vestido lo más bajo y cuando se alzó como soldado vistió lo más caro.
El peso del oro había superado al metal que lo había salvado innumerables veces, ahogándolo en lo más profundo.
Haciendo que fuese solo una proyección de su ideal inicial.
Una sombra de lo que fue.
…
Con hacha en mano Link vio los trozos de leña que había cortado en el día. Usualmente ya se hubiera detenido hace tiempo para descansar, pero no se movió porque no supo que fue lo que quería aquella persona que lo estaba observando.
No se había movido o hecho algo sospechoso, solo se había quedado ahí todo el tiempo pero sin acercarse o decir algo o explicar por qué de su presencia. Incluso cuando pensó que por fin se movería simplemente se había ido sin más en un estallido de magia.
Link cuando sintió que la persona ya no estaba se dio la vuelta y observó el árbol en el cual había estado oculta esta hace unos instantes. No parecía ser une espía o un asesino, no por como esta ni siquiera estaba consciente que su presencia podría verse.
Tampoco reconoció la firma de la persona lo que generó mayor desconcierto en Link que simplemente se rindió de pensar que era lo que quería aquella persona. No sintió hostilidad alguna a lo cual se resignó a esperar, tampoco mostró intenciones de acerarse furtivamente porque al dejar una abertura no se movió.
¿Simplemente se quedó inmóvil por horas viéndolo?
Link simplemente no entendió lo que quiso aquel invasor.
…
Cia estaba con el corazón a mil. No había podido acercarse a Link porque al momento que lo tuvo en frente, el pánico llegó a su cuerpo y solo se dignó a ocultarse y rezar para que no volteara a verla.
No había pasado afortunadamente nada en el flujo del tiempo en su ausencia, lo que le dio más confianza de intentar otra vez el hablar de una vez por todas con Link.
El flujo del tiempo no era algo con lo cual ella pudiera jugar y el paso de las eras no se podía descuidar, Cia sabía que tenía que ser rápida y dejar atrás cualquier pensamiento innecesario ahora, ya había ido demasiado lejos para retroceder en este momento.
El próximo día sería el momento en que hablaría con Link.
…
Link no supo que decir de lo que estaba pasando últimamente a su alrededor.
Ya había pasado aproximadamente tres semanas desde que aquella figura se ponía a lo lejos solo para verlo. En cierto punto pensó que era solo cuestión de tiempo para que lo atacara, pero se dio cuenta que la persona que la cual lo espiaba siempre andaba con los nervios a flor de piel.
Link soltó un suspiro viendo la puerta que daba fuera a su cabaña y pensó en lo que podría ser el estar afuera en aquel momento. Ya casi llegado el medio día, el almuerzo que había estado cocinando estaría en aproximadamente unos diez minutos.
Pasó sin mirar directamente al lado de la ventana que daba a aquel árbol en el bosque en el cual siempre estaba aquella figura y se dio cuenta que efectivamente dada la misma hora siempre aparecía.
Pero se había preparado esta vez.
Link tomó la espada que tenía y se la ató a la cintura, la réplica de la espada maestra era algo que agradecía para no perder su estilo de esgrima ya desarrollado, una vez que aseguró la espada alzó la mano izquierda y un brillo verde llegó, una figura prismática fue visible, el color del exterior era oscuro y el centro brillante de color verde hizo que la sala brillase fuertemente en un verde por unos segundos.
…
Cia quien había estado parada tras un árbol viendo a Link desde la ventana de su casa notó como este entró en la cocina brevemente para que luego un brillo verde se asomara tras donde había estado.
Cia supo que se empleó magia pero no se sintió bien, como si algo fuese superior.
¿Fue una bendición de alguna de las Diosas?
― ¿Qué estás haciendo?
Cia no reaccionó al instante pero casi unos segundos después saltó y se volteó, resbalando con la yerba en el suelo y lista para caer, pero una mano se extendió y la tomó por su brazo para que no se diera contra el suelo.
Los ojos de Cia brillaron cuando vio al a figura que se irguió tras ella, era alto, mucho más que ella, era un héroe que había llegado a su pináculo de vida adulta después de todo.
Pero vio su brazo, estaba haciendo contacto directo con el hombre.
El rostro de Cia pasó a uno pálido a un rojo profundo al darse cuenta de su situación y comenzó a balbucear incoherencias.
Link le había hablado, Link estaba frente ella y por la había tocado.
―Respira, tranquila ―la voz de Link en un intento para que Cia se calme no llegó a un ningún lado, no cuando la mujer sintió la mano en su espalda y los pensamientos de esta viajaron a todos lados menos en el correcto.
Link miró con detenimiento a la mujer de tez pálida, ropas blancas y ojos purpuras antes que esta perdiera la consciencia.
Se quedó quieto unos segundos mientras que seguía abrazando a la mujer para que no cayera al suelo. Link lo pensó brevemente y no supo que fue de la situación actual, no con la mujer totalmente inconsciente a pesar de no haber recibido el más mínimo daño.
¿Qué fue lo que pasó?
…
Un techo que no conocía.
Cuando Cia recobró la consciencia no supo dónde estaba, vio tablas de madera y paja en el techo pero no era algo lo cual hubiera visto antes, no cuando el lugar donde vivía estaba preparado para ser incluso el castillo de un rey.
¿Dónde estaba?
La cama era dura, lo suficiente blanda para brindar una comodidad para dormir pero no era algo que Cia estuviera acostumbrada. Miró a su alrededor y vio un escudo colgando en una pared, una armadura completa en una esquina puesta en un soporte de armadura para que se viera de pie a cabeza el cómo se veía esta de forma completa.
La reconoció al instante.
Era la armadura que el Link actual utilizó a lo largo de su vida.
La puerta se abrió hacia un costado haciendo que Cia se girara y viera al hombre que entró en esta. Era la persona la cual había estado viendo a lo largo de los últimas semanas pero que no se había atrevido a interactuar de manera directa.
― ¿Estás bien? ―un tono amable y una pregunta suave. Cia supo al instante que aquella persona no podía ser otro más que el héroe que conocía, no solo por su apariencia, sino por la pregunta que le había hecho.
¿Quién cuidaría de un completo extraño que había estado asechando a su alrededor para luego preguntar si estaba bien?
Cia asintió con cuidado, vio su cuerpo, su tocado de la cabeza estaba a un lado, en una pequeña mesa, la joyería estaba en el mismo lugar y sus zapatos a un lado de la cama en el suelo. Sus pies estaban cubiertos por las "medias" que usaba, siendo estas aferrándose a su dedo índice del pie sosteniendo la atención del resto de las medias.
Cia levantó la cabeza y volvió a ver a Link quien se había acercado, ella no supo que decir, Link se había asegurado que tuviera comodidad incluso cuando no sabía quién era, ni siquiera ocultó su bastón que llevaba, estando este a un lado de la cama contra la pared.
Cia abrió la boca para decir gracias pero al igual que todo el tiempo que estuvo a un lado, no pudo decir nada, solo bajó la cabeza y apretó los puños en las sabas que estaban bajo ella.
Una mano se posó sobre su hombro y Cia se volteó para ver una enorme sonrisa, era Link quien le sonrió abiertamente y tranquilamente.
―Tranquila, debes tener tus razones, ¿no? ―la pregunta amable y todo el lenguaje corporal de Link solo mostraba buena voluntad.
Un héroe puro.
Cia respiró profundamente y cerró los ojos para luego exhalar con cuidado.
― ¡Lo hiciste increíble! ―el grito salió antes que Cia pudiera abrir los ojos y cuando lo hizo vio el rostro sorprendido de Link―, ¡Lo recuerdo, recuerdo todo lo has hecho y todo lo que lograste!
Cia quiso seguir pero cuando vio a Link comenzar a reír se cortó en su discurso.
Era una risa amena del hombre, una que no conocía o no supiera que podía darse de parte de este. Una risa pura y genuina, una que expresaba todo lo que realmente debería ser la risa de alguien tan puro cómo lo era Link.
―Vi todas tus aventuras… ―Cia probó decir al ver como la risa de Link atenuó y el agarre en su hombro fue un poco más fuerte de lo que había esperado, Cia arrugó el rostro ante el dolor creciente―, siempre estuve viendo, sé lo que lograste, lo que sacrificaste y dónde llegaste, quería decirte, que lo hiciste increíble, eres un héroe.
La risa de Link pasó a bajar levemente, Cia al principio pensó que las lágrimas que se habían formado a los costados de los ojos de Link eran solo por la risa, pero se dio cuenta tarde porqué rió en un principio y lo que estaba deseando ocultar.
El hombre cayó de rodillas bajando la cabeza, la risa había sido cambiada por un leve sollozo. Cia pensó que era demasiado para un primer encuentro, que no creía posible que algo así se diera de manera tan sencilla.
Pero también había un hecho claro que Cia desconocía de Link y por qué se había logrado abrir en aquel instante a pesar de que tenía a un desconocido ante él.
Alguien lo recordó.
Alguien lo felicitó.
Y alguien lo llamo héroe.
No le importaba quien fuese la persona que había estado frente a él, tampoco es que hubiera importado el título que se le había dado hasta ahora, pero Link siempre sintió que nada de lo que hizo obtuvo una recompensa, no es que él la buscara, pero al menos, quería que alguien le sonriera y le diera ánimos.
Al principio para él fue aquel mundo en paz una recompensa absoluta luego de todos los horrores que había vivido y el futuro que había evitado, pero todo cambió cuando hablaba con quienes "conocía" o quienes había hecho un vínculo en el futuro.
No lo recordaban, no lo reconocían y no lo esperaban.
Se acostumbró. Link decidió seguir adelante y esperar a que algún día cuando todo lo que había logrado pudiera ser reconocido, entonces pudiera descansar viendo el futuro que había hecho a costa de todos los que cayeron.
Pero incluso aquello se le fue negado.
No buscó gloría, fama o dinero, Link solo quería ver aquel mundo por el cual luchó, pero parecía que incluso si terminaba de salvar a todo aquel que conocía no había una reacción o un recuerdo compartido.
¿Cuánto tiempo había esperado un simple gracias? No importó en cierto punto, se ciñó a su papel que se le había encomendado desde niño y siguió adelante salvando.
Nadie estuvo agradecido genuinamente cuando los viajes en el tiempo estaban involucrados, si nadie lo recordaba entonces nadie reconocía lo que había hecho.
Fue por eso que se rindió de buscar un gracias y solo centrarse una vez más en ver el futuro, pero incluso eso se le había arrebatado cuando fue expulsado del reino.
¿Cómo no rompería en sollozos cuando alguien lo reconoció y le dijo que había hecho un gran trabajo? No sabía siquiera el nombre de la mujer de pelo blanco que lo abrazaba y le susurraba que había logrado lo imposible, que estaba bien si descansaba.
Siempre mantuvo su estatus de "héroe" a pesar de que no era reconocido incluso por quienes salvaba. No podía permitirse hablar libremente o mostrar emociones fuera de la confianza absoluta.
Todo eso para que fuera llamado arrogante al no mostrar nunca su flaques.
Link lo había estado esperando por mucho tiempo, que alguien lo reconociera, que supiera todo lo que había hecho y que entendiera por lo que había pasado.
Cuando aquella maga clamó que conocía los eventos y le dijo que lo había hecho increíble es que supo que por fin había logrado lo que necesitaba.
Paz.
…
―Debo pedir perdón por lo de hace un rato ―Link estaba en la cocina, era la hora de la cena y vio como la maga que se había presentado como "Cia" estaba sentada con una mirada perdida hacia dónde se movía.
―No es problema… ―Cia creía que estaba soñando en este punto.
¿Estaba compartiendo una comida con el héroe que tanto añoró conocer? No solo eso, sino que había visto que nunca pensó que Link pudiera mostrar. Lo había visto llorar en el pasado, pero fue la primera vez que lo vio en aquel estado cuando ya estaba tan formado en la vida de un "héroe" como fue ahora.
―Fue algo… olvida lo que pasó ―una risa nervios salió de Link antes de voltear y traer la comida, era una olla simple, nada lujoso o una comida preparada como la que Cia estaba acostumbrada.
Cuando todo estuvo puesto y Cia dio el primer bocado los ojos de la mujer se abrieron cuando el sabor vino a su boca. Parecía ser lo más sabroso que había comido hasta ahora.
El ánimo entre ambos subió y sin darse cuenta, cuenta, Cia por fin había logrado entablar una conversación con Link después de tanto tiempo esperando hacerlo.
…
Las semanas pasaron a meses y Cia se sorprendió que el capricho de unas palabras se convirtió en visitas frecuentes al héroe del tiempo, no, a Link de entre todos.
La interacción entre ambos, Link y Cia, fue algo tosca al principio, Cia no podía hablar con la familiaridad que deseaba con Link, pero hacía lo que podía, agradecía que hablar con Link fuese sencillo y que no hubiera algo que pudiera considerar como una mala decisión si se trataba de hablar con Link.
Sentía que podía equivocarse, que podía cometer algún error o que no importaba que hiciera, Link no se alejaría, no solo por la amabilidad de este, sino por la buena voluntad que mostró hacia ella.
Cia supo que en parte esa buena voluntad de Link hacia ella era porque había sido alguien que lo reconocía, reconocía por lo que había pasado y hasta dónde había llegado, y por todo eso, ahora estaba con la posibilidad de que ambos pasaran tiempo.
La relación tosca que se daba al ser un par de horas al día fue aumentando, Cia dividía tanto como podía su tiempo entre ser la guardiana designada y la persona que estaba al lado de Link. Al culminar el primer mes, Cia había aprendido bastante de Link, mucho más de lo que jamás hubiera aprendido con solo verlo a lo lejos.
No podía perder mucho tiempo penosamente debido a su rol y una vez que llegaba al templo recibía el golpe de todo lo que había dejado de lado, las memorias para supervisar eran algo que necesitaba mantener constante, magia que no debería usar y acciones que no debería tomar.
Había comenzado un ciclo de acciones contra todo lo que había jurado en un principio, pero contrario a la culpa que pensó que sentiría, Cia no se sintió mal, todo lo contrario.
Esperaba que fuese un día más para volver al lado de Link en aquel bosque en medio de la nada. Se sentía que aquel enlace que había entre ambos ahora existía de manera genuina, que ya no eran solo suposiciones de ella, que había algo especial entre ambos de forma concreta.
"Buenos días"
Sin darse cuenta Cia había estado recibiendo aquel saludo de manera constante, después de la primera semana en la que se había presentado sintió que su pecho se llenaba en algo, a la segunda que podía acostumbrarse y ahora al pasar de incluso meses interactuando con el héroe que tanto había visto desde lejos sintió que ya no podría volver a su ritmo anterior.
La misma vida que antes solo observaba ahora había pasado a ser algo que compartía. Su deseo de dejarlo todo cada día era más fuerte pero su juramento y su posición fueron el único lastre.
A Cia le hubiera gustado comenzar a vivir con Link en aquel bosque sin que nadie más molestara.
Conforme el primer año había quedado grabado Cia recibió algo que jamás esperó. Fue en la mañana de aquel día que volvió hacia le bosque y se encontró con Link en el bosque.
La cabaña había sido remodelada bastante en el pasar de los meses, siendo el tamaño bastante mayor, alegando que no estaba hecha para que más de una persona circule por el lugar, pero Link la había adecuado para que incluso aquella mujer que venía a visitarlo estuviera cómoda.
Cia ignoró la vista de la cabaña y volvió sus ojos hacia Link quien estaba sonriéndole con una caja de madera tañada que tenía en mano.
Cia no comprendió en lo absoluto porque le había presentado algo eso, siendo que Link lo extendió y lo dio como si de un regalo se tratase, pero no había una razón real para que hiciera algo como eso.
―Es un año desde que nos encontramos, y quería darte las gracias por tu ayuda.
Las palabras de Link fueron sin sentido para Cia quien no comprendía la razón de porque haría algo como eso para ella, siendo que solo se había limitado a visitarlo a cada que podía.
No comprendía, Cia pensó que ella era quien estaba saliendo adelante con la relación que había entre ambos que fue la de verse y hablarse. Ambos estaban en confianza después de unos meses y Cia escuchó atentamente cada sentimiento de Link y los pesares que este cargaba.
― ¿Por qué? ―la pregunta de Cia era debido a que no entendía que clase de ayuda había brindado.
Ella era la que estaba disfrutando del tiempo al lado de Link, debió haber sido ella quien estuviera dándole un regalo al héroe y al revés.
La risa suave de Link ante su inocencia hizo que Cia se sintiera un poco ofendida dado que Link no se burlaba de ella y ahora en una situación tan crucial como aquella no podía creer que algo así pasaba.
―Es por quien eres ―Link contestó antes de abrir la pequeña caja y mostrar un tocado para el pelo, era simple puesto el peine era simple y lo único que sobre salía era la piedra color roja, un rubí brillante que colgado para que diera la apariencia que solo se suspendía en el aire.
No era el tipo de joyas que Cia usara, si bien las utilizaba más por protocolo y su propia vestimenta como "guardiana" no significaba que tuviera una afición singular a estos.
Además el rojo fue un color que la confundió.
Link parecía percatarse que Cia estaba viendo la joya fijamente y mantuvo su sonrisa.
― ¿Acaso no te gusta? ―la pregunta fue inocente pero Cia reconoció el tono dolido a pesar de que Link quiso sonar bien.
― ¡No es eso! ―las mangas de color blanco de Cia se movieron a todos lados cuando alzó las manos y mostró fervientemente su gusto―, es hermoso, es solo que el color…
―Tus ojos son purpura, pero brillan en tono rojo de vez en cuando te concentras, pensé que era hermoso aquel brillo que se alzaba, pero si no te gusta…
Cia se adelantó y tomó las manos de Link junto con la caja y le sonrió, una sonrisa sincera y un sonrojo ante el acto, la vergüenza estaba aún presente en Cia cuando se trataba de tocar de manera directa a Link, pero aún así logró pararse para algo como esto.
Cia de verdad estaba feliz con el regalo.
…
Link no estuvo seguro al principio quien era aquella maga que lo seguía visitando, pero con las breves explicaciones que la mujer dio de manera esquiva pudo componer una historia y supo que había algo en relación al tiempo mismo.
No fue que Cia diera su palabra directa, era evidente que la mujer no quería revelarlo todo, Link lo comprendía, él también tenía ciertas cosas que no quería revelar al final.
No podía simplemente romper aquella burbuja en la que Cia vivía, no quería que lo viera por lo que realmente era. Link recordó como aquella mujer habló con vehemencia sobre sus actos heroicos y como él siempre prevalecía.
Pero no era tan glorioso como Cia lo atribuía.
Un búho llegó a casa de Link de noche, ya era tarde, Cia había regresado a su hogar y Link sintió en este punto la falta de la presencia de la mujer, era dulce, algo nerviosa y risueña en todo lo que decía.
Una mujer amable y pura, Link no pudo estar más que encantado de tenerla cerca, después de un año juntos viviendo e interactuando no pudo evitar que su pecho palpitara por aquella mujer, era algo que no pensó que pudiera sentir de vuelta dado que había sido puesto en el exilio.
Más Link sabía que aquella mujer no podía seguir viéndolo por siempre, otra cosa que había rescatado de lo que mencionó es que su tiempo limitado de visita se debía a su papel, no parecía que la edad de la mujer fuese un problema o el pasar del tiempo.
Link alzó su mano y vio las cicatrices marcando varias partes de los dedos y bajan hacia la palma, algunas se extendían por los brazos inclusive hasta el hombro. Fue una muestra que a pesar de ser un guerrero poderoso no era invencible e incluso si su apariencia se había mantenido tan joven por tantos años su tiempo se estaba terminando.
Cia no era la única que aparentaba una edad que no le pertenecía, el tiempo de las guerras y la reina Zelda ya había terminado hace una generación y un poco más. Cia no tenía un manejo del tiempo tan bueno como ella aseguraba tener al ser la guardiana de este, ella conocía cada evento, era correcto, pero cuando trataba de vivir en la edad de una persona normal entonces era evidente como ya no estaba consciente del pasar del tiempo.
Link suspiró pensando en su edad, ya había pasado la edad dorada de su fuerza hace mucho pero su cuerpo se negó a envejecer de forma física pero sí sentía el pasar en lo demás, incluso si aparentara una edad a finales a principio de los treinta, estaba consciente que ya no tendría el mismo desempeño para la batalla como en el pasado.
Link tomó la carta que le había dado el búho y la miró atentamente, lo que decía era información de la situación actual del reino, con un desequilibrio luego de la muerte de Zelda ya no hubo una cabeza en el reino para dirigirlo todo y en el amor de la mujer por sus sucesores, no pudo decidirse por uno directa, causando una revuelta entre estos y la formación de bandos.
Ahora la carta contaba que el hijo mayor le estaba pidiendo que volviera Hyrule para que su estatus se asegurara. Era algo que Link sabía que ayudaría, incluso si lo habían expulsado no podía evitarlo, el ayudar a los demás.
¿Pero qué pasaría con Cia? La mujer parecía tan feliz al verlo todos los días que fue una de las razones por las que la dejó estar al principio.
Link vio un cuadro que estaba en su habitación, Cia era buena pintando, bastante, y lo que pintó fue algo que hizo que Link tuviera vergüenza pero no pudo evitar sonreír al mismo tiempo.
Uno de los momentos en que los ojos de Cia brillaban con tanta fuerza eran cuando hablaba de pintar o dibujos en general.
Link sonrió y miró fijamente el retrato que tenía delante. Fue un retrato suyo, con él vistiendo su armadura dorada, una capa azul en hombros. Un retrato más digno de un rey o un príncipe que de alguien sin importancia cómo lo era él.
No supo si Cia lo encontraría si es que desapareciera o si es que ella lo seguiría. No quería darle más cargas a la mujer, el hecho que le hubiera animado hasta ahora fue más que suficiente para hacer que pudiera seguir adelante.
Solo necesitó las primeras palabras que había dado Cia para que pudiera volver a ponerse de pie como siempre, pero la compañía continúa de ella causó que Link sintiera que si aquello continuara.
Entonces no habría forma en la que pudiera seguir estando solo como lo había hecho por tanto tiempo.
― ¿No dirás nada? ―cuando Link pensó en voltear y volver escuchó una voz profunda que no había escuchado en mucho tiempo―. No es una sorpresa, nunca has sido de muchas palabras después de todo.
Un búho mucho más grande que el anterior estaba sentado en una de las ramas cercanas, este parecía girar su cabeza a cada lado viendo en cada posición posible a Link.
―Ha pasado tiempo.
Un saludo respetuoso que hizo que el búho volviera a girar la cabeza hacia arriba.
― ¿Piensas seguir con tú contrato? Tu benefactora está dispuesta a dejarlo pasar si es que no deseas seguir adelante.
Link no volvió a responder ante el tema que había salido de la nada.
―Dudo que estes interesado en algo como eso.
― ¿No es algo que nos concierne a todos?
―Nadie lo propuso.
―Lo hiciste por tú cuenta.
―Alguien debía seguir.
―Un héroe al cual se le removió el tiempo y decidió actuar por su propio juicio a pesar de que ya no era necesario, quizá puedas recibir la bendición que nadie más podrá, pero no significa que debas tomar un papel que te hará moverte hacia un final peor.
Link sonrió ante las palabras dadas.
―Un héroe debe moverse siempre por el bien mayor.
― ¿Incluso si tú cuerpo es destruido? ―el tono fue un poco más jocoso e incluso algo burlesco―, un cadáver de pie es lo que serás y un alma en pena en lo que te convertirás.
―Está bien ―Link sonrió cerrando los ojos y dejando que el viento sonara por breve que sea―. Es lo que decidí con Zelda hace tiempo, no tengo intenciones de mirar atrás.
―… ―el silencio estuvo presente unos segundos antes que el Búho desplegara una vez las alas nuevamente―. Si así lo deseas, no tengo porque seguir hablando.
―Pensé que te gustaba hablar ―un comentario que si bien fue una burla, de parte de Link fue amigable.
No hubo mayor diálogo antes que las alas del búho se extendieran y este comenzara a alejarse.
Link había quedado de pie viendo como aquel ser se iba y probablemente, ya nunca se verían.
No es que importase. Link reconoció que el tiempo había sido amargo pero al mismo tiempo le proporcionó algo a lo cual aferrarse y el futuro de los demás era uno de los puntos a los cuales quería agarrarse.
Era por eso que había optado aquel bosque y dejado todo en manos de la princesa una vez que volvió.
Todo estaba listo.
―Un cadáver deambulando… ―Link sonrió para sí, sabía que seguía vivo, su corazón aún latía y su cuerpo era tibio.
Más fue su individualidad la cual había sido transformada.
…
Al final Link había decido no intervenir en el reino. Había decidido quedarse en el bosque, aproximadamente un año y medio pasado desde la llegada de Cia y cada que hablaba con la mujer se sorprendía más.
Era como si ella lo conociera desde hacía tiempo, bastante, conocía detalles de su vida que no le había contado a otra persona, fue entonces que llegó la revelación de su posición real.
Link sonrió de lado pensando en la actitud con miedo de Cia ante el momento en que declaró quien era y había hecho hasta ahora, el solo quedarse a un lado observando.
Ella creyó que la culparía de algo, no era un pensamiento innecesario, hubo tantas veces que pensó que sería mejor rendirse o quedarse en el suelo, no había nadie que lo ayudara, pero incluso en esos tiempos Link se puso de pie y pudo alzarse una vez más por su cuenta.
Agradecería que alguien le hubiera extendido una mano hacía tanto tiempo pero al mismo tiempo no podía decir que estaba en contra de todo lo que vivió, porque incluso si su vida no había sido la mejor, fue la vida que tuvo y la que tomó.
El desconcierto en el rostro de Cia cuando le dio las gracias causó una expresión que Link categorizó como graciosa. No podía culpar a Cia por haber quedado tan desconcertada, la mujer era bastante linda en ese tipo de situaciones.
La cercanía había subido bastante, Link notó como el nerviosismo de Cia disminuyó gradualmente, antes no podía ni tocarle el hombro sin que ella diera una sobre reaccionar. Link no era tonto o denso, no después de tantos años.
Sabía las intenciones por las que Cia se le había acercado. Le fue algo fuera de lo que conocía de todos modos una reacción así, siendo que Cia lo había buscado por quien era y no por lo que era.
Cualquier pretendiente o ayuda en el reino o en su vida se había ido cuesta abajo cuando la dificultad se había avecinado ante él. Cuando llegó al estatus de ser "nadie" al igual que su nombre indicaba, nadie estaba a su alrededor o para darle su apoyo.
No culpó jamás a Zelda por su decisión, Link estaba consciente de las implicaciones crecientes que tenía su rol dentro del reino y el peso que podían tener los nobles en una población ignorante.
Lo sabía porque él alguna vez fue uno de esos ignorantes.
Cia fue distinta de todos los demás. Buscándolo no cuando estaba en la cima de su vida sino cuando había llegado a lo más bajo.
Link llevó una mano a su pecho y sintió un palpitar en este. Estaba consciente de la distancia entre su mortalidad y la eternidad que portaba la maga que se le había acercado, pero aun así no pudo evitar pensar que un momento a su lado podría valer la pena.
Quería conocer mejor a Cia, hubo momentos en que la tensión entre ambos fue bastante, Link no era ajeno como en su juventud cuando se trató del interés de alguien hacia su persona, pero sabía que tanto ella como él tenían roles los cuales cumplir y él ya había cumplido el suyo, en estos momentos solo era una reliquia para los demás y alguien sin valor como tal. No importaba si Cia quisiera verlo de una forma distinta, si es que hiciera un movimiento hacia Cia, entonces Link solo podía tomarlo como un deseo egoísta.
La situación de ser alguien del pasado en un nuevo tiempo causó que se lo convocara nuevamente en el castillo, decidió tomar el manto del héroe una vez más, parándose frente a su armadura y viendo como esta brillaba debido al mantenimiento que siempre le había dado.
Cia había estado ocupada los últimos días, diciendo que una nueva era había comenzado y ella debía resguardar el tiempo hasta que todo pase como debería ser.
Un trabajo que la había puesto por encima del tiempo mismo…
Link negó para sí antes la comparativa creciente entre ella y él ambos desafiando el tiempo a su modo.
De todas formas por la última información que Link había obtenido las cosas no irían a buen camino a futuro.
Una inundación estaba en camino si el nivel del mar seguía aumentando cómo lo estaba haciendo en los últimos años. Fue una de las razones que debía moverse a pesar que no lo deseaba, incluso si quería pasar un poco más de tiempo con Cia solo la atormentaría en el futuro.
Su tiempo estaba llegando y Link lo sabía. Las eras que habían transcurrido eran la evidencia perfecta que Link ya no tenía cabida en el mundo actual.
―No importa ―el comentario de Link fue un punto de inflexión en su decisión venidera, tenía otro medio año de preparación antes de partir.
Extendió una mano y tomar la capa azul que adornaba la armadura dorada que había portado en el pasado.
Era tiempo que el héroe regreso y salve a los demás, incluso si era su último acto como héroe.
Link no estuvo en contra y con algún remordimiento más allá de no pasar más tiempo con Cia.
¿Cómo hablaría del tema con Cia?
Link miró el suelo y pensó en la sonrisa inocente de esta, la forma en la que perdía el control cuando tenía vergüenza y los instantes en que parecía dudar de su propia decisión.
Link apreció ver tantas facetas de Cia pero al final no hubo nada que pudiera tomar como un resultado final.
Ya había tomado una elección y no podía seguir condenando a Cia a una vida que dependía de otros.
Después de conocer a la mujer y saber quien era Link decidió que haría algo con lo que le restaba de vida y con el trato con aquella diosa lograría su cometida.
Él iba a liberarla de su destino.
…
Link le había dicho que quería hablar con ella la última vez.
Cia estuvo algo preocupada de lo que podría ser lo que pasaría, necesitaba saber lo que Link iba a decirle.
¿Quizá fue una confesión?
Ella sintió que una sonrisa emergía en su rostro, no necesitó ver su expresión para saber que era algo tonta al igual que esa clase de pensamientos.
La emoción de Cia bajó gradualmente, ella sabía que no había forma en la que Link le diera algún comentario con respecto al interés unilateral que se prestó entre ambos, pero a Cia tampoco le importó que las cosas fuesen así, no cuando había estado esperando por tanto tiempo y ahora por fin pudo cumplir lo que deseó supo que no había necesidad de algo que pudiera atentar contra su vida actual.
Una vida la cual era algo que deseó sin saberlo. El pasar el tiempo con Link no fue solo lo que imaginó sino mucho más, las expectativas que había cargado no se cumplieron porque se rompieron.
¿Cómo no podía estar en paz compartiendo lugar con alguien como lo era Link?
Cia se miró una última vez en el espejo antes de sonreír y preparase para partir.
Una luz azul llegó antes que volviera en sí. Cia miró a su alrededor y los árboles del bosque en el cual pasaba tiempo con Link. Al llegar a las cercanías de la casa es que tuvo decidió poner en marcha lo que había pensado.
Quería confirmar sus emociones y dar rienda suelta a lo que deseó hacer desde que había visto a Link. Si bien había decidido que no quería arruinar la vida que tenía no significaba que no estuviera dispuesta a apostar algo, conocía a Link mejor que nadie, incluso si lo que ella deseaba hacer fracasaba la única persona lastimada sería ella.
Por eso cuando lo vio y dejó que las conversaciones de siempre fluyeran aprovechó al momento en que Link iba a decirle algo, parecía dudar pero eso fue lo que necesitó.
¿Quién podía culparla?
Cia nunca tuvo una interacción real con nadie, encerrada y con sus propios sentimientos encerrados, y ahora que estaba aprendiendo a mostrarlos no pudo hacer nada más que dejarse llevar.
Cia supo que sus acciones no eran puras, siendo ella estando bajo el manto de amabilidad de Link al final, y por esa misma razón es que la culpa venía en ella al mismo tiempo que el deseo.
Egoísta.
Cia pensó en ello unos instantes, si Link podía ser egoísta de verdad o tener algún pensamiento individual.
Lo que había perdido Link a costa del camino que había recorrido no era algo que pudiera ser comprendido por alguien normal.
Cuando Cia escuchó a Link que tenía algo que decirle junto con la expresión que presentó fue suficiente para que ella tomara una vez más la carga hacia su deseo que había estado siendo reprimido.
No pudo evitarlo, era algo que quiso hace tiempo y logró cumplirlo, no fue ella quien obtuvo la voluntad para ponerse por encima de sus inseguridades, sino gracias al propio Link que se levantó para hacerlo.
Fue por eso que antes que Link tuviera que decirle algo le dio un beso esperando una despedida.
Link no dijo nada después de aquello, alegando que ya no tenía nada que decir.
…
Cia estaba feliz, en todas las eras y todos los futuros posibles jamás había estado delante de uno que no podía ver o podía predecir, la vida del héroe del tiempo, no, hacía tiempo que pasó de ser un Link a ser "su Link", había cambiado el ritmo de vida de Cia.
Link la rescató de su vida monótona y le mostró porque su alma brillaba tanto por encima de las demás, le mostró porque el héroe que se alzaba contra la oscuridad podía darlo todo por todos y estar con una sonrisa al final.
Lo había estado evitando por tanto tiempo pero no le quedó otra forma más que reconocerlo. Cia sonrió y sintió sus mejillas calentarse y su corazón latir.
Ella amaba a Link.
Le había tomado tiempo el darse cuenta de la verdad de sus sentimientos, primero siendo solo una curiosidad y luego un interés por un alma tan cautivadora, para realizar que todo este tiempo, lo que había atraído a Cia hacia Link fue quien era y no lo que fue.
Ella amaba a Link no al héroe que era.
La última visita que tuvo con Link hizo algo que jamás hubiera logrado si no fuese por la confianza ganada hasta ahora, y fue la de besarlo.
No hubo algún empujón o algún signo que Link estuviera en contra por lo que Cia estuvo más que feliz de seguir y cuando los brazos de este la rodearon fue que Cia había alcanzado una felicidad que jamás experimentó hasta ahora.
Era más que notorio que el sentimiento de aprecio era mutuo. El temblor de las manos de Link le fue curioso a Cia pero no le importó o lo pensó demás, siendo que solo deseaba tomar aquel momento y tenerlo para siempre.
Había alcanzado la consciencia de que era su propia persona más allá de estar restringida por el tiempo y las eras.
Cuando Cia viaja a visitar a Link no era la guardiana del tiempo o una maga, cuando iba a visitar a Link, Cia no era alguien especial tenía un estatus por encima de los demás.
Solo era un ser sensible más.
Un beso se había convertido en un momento preciado para pasar a un saludo, un abrazo algo que la ponía nerviosa a una situación usual. Cia estaba disfrutando de aquello, de los besos y los abrazos de la persona la cual había estado observando, la aceptación del héroe que había anhelado.
El amor del hombre que ella había estado buscando.
A Cia le costó entender el porqué Link parecía dudar tanto a cada instante en que pasaba tiempo con ella pero cuando gradualmente llegó a la realización que no era ella sino Link quien temía por su persona fue que sintió que algo cobró vida.
Amor verdadero y puro.
Cia había aceptado el amor por Link en su momento pero aquello era nuevo, una sensación cálida y una muestra que ella podía llegar incluso más lejos si se lo proponía.
Link tenía miedo de algo al tomarla en brazos, pero si era ella quien tomaba la iniciativa ¿no haría que Link dejara de desistir?
La respuesta inicial de aquella interrogante fue respondida cuando Cia tomó acción cuando había recibido a Link aquel día con un beso.
Era algo que a lo que se había acostumbrado. Cia conocía que sus acciones no eran las correctas, que ella estaba siendo demasiado egoísta, que debió haberse conformado con solo ver a Link desde lejos, pero una vez que habló con él, ya no hubo vuelta atrás con su deseo de tener al rubio para ella.
Quería experimentarlo todo. Cia había perdido el interés por solo lo trivial y una vez que probó el sabor del amor correspondido por parte de Link no pudo hacer nada más que desear más.
Por eso no se desanimó cuando hubo flaques en las acciones de Link o cuando este mostró dudas por seguir adelante cuando ella decidió intimar más.
El rechazo fua pagado de manera gradual cuando el afecto comenzó a emerger de manera reciproca y no singular.
Ambos lo deseaban, lo único que había estado en contra de estar juntos de verdad fue la forma de pensar de cada uno y en el momento en que Cia decidió ir contra aquel margen puesto fue que todo cobró un camino y la salida se dio.
Y así la primera vez entre ambos se dio.
…
Volviendo su vista a la esfera y el paso del tiempo no pudo evitar suspirar antes de pensar en que aún faltaba tiempo para ir a ver a Link.
La emoción de poder estar al lado de aquel hombre no bajaba, incluso con la relación en el auge en el que estaba.
Cia parpadeó un par de veces antes de reírse de sí.
La palabra "tiempo" siempre careció de poder real para Cia, pero en este punto ya no era lo mismo que antaño, el tiempo que había convivido con Link le mostró el gusto de este.
Cia tenía muchos libros a su cuidado, la lectura era algo a lo que se había limitado por mucho tiempo, así que su mente iba en cada dirección por la posible situación que podía dar con Link.
La última vez que se vieron Link fue quien tomó la iniciativa y le comentó que estaba agradecido con ella.
No hubo nada más hermoso para Cia que aquel cumplido, se sintió como si había logrado algo más allá de lo habitual o lo que alguna vez pudo alcanzar incluso cómo la guardiana del tiempo.
Las horas llegaron y Cia estuvo feliz cuando por fin pudo salir.
Habían sido meses en los que Link al recibía siempre con la más cálida sonrisa y la más vibrante actitud. Cia había cambiado su horario por completo para poder dejar el templo por las noches.
Antes no lo había hecho porque deseaba pasar todo el tiempo posible al lado de Link, pero ahora lo hizo con el objetivo de poder despertar todas las mañanas al lado de este.
Amantes.
Cia rio una vez más. Recordando los comentarios de las novelas hablando de la risa de una dama enamorada. Hasta ahora le había parecido sin sentido pero en momentos como estos se dio cuenta que era algo conciso y verdadero.
Cia agradecía que el amor entre ella y Link fuese correspondido.
…
Vacío.
Cia se dio cuenta la instante debido a que las siempre lámparas estaban apagadas y la chimenea que constantemente estaba prendida ahora apagada.
Se preocupó.
Aquel héroe que desafió al tiempo mismo era de los pocos que no podía ver en el pasar del tiempo porque su tiempo hacía tiempo se había acabado pero aun así continuó.
Buscó por los alrededores antes de dirigirse a la cabaña en la que había estado descansando casi todos los días, había estado emocionada cuando pudo dormir abrazada al lado de Link aquella última vez, pero ahora viendo que no había una muestra de vida en el exterior el pánico llegó.
Cia se abrió paso rápidamente y notó que la puerta no estaba cerrada, algo extraño siendo que Link la cerraba incluso cuando estaba solo en aquel lugar.
Nada.
Todo estaba bien arreglado, como si no se hubiera tocado las cosas en un tiempo, Cia miró a su alrededor y no encontró nada. Se aproximó a la habitación de Link que estaba con la puerta entre abierta.
Cuando entró por completo es que se dio cuenta que no había nadie y en especial había un lugar vacío que la consternó.
La armadura de oro y la capa azul ya no estaban presente al igual que la espada que había estado colgada al lado de la armadura.
Los ojos de Cia viajaron al cuadro que había en la habitación, el que le había regalado a Link y vio al pie de este en una mesilla una carta sin abrir. Cia se acercó y leyó su nombre en esta.
No quería creerlo pero Cia ya entendía lo que había pasado o lo que pasaría.
El antiguo héroe se había vuelto a levantar para un último viaje para la salvación.
…
Cia llegó a su trono en silencio. La bola con imágenes estaba viendo el pasar del héroe del tiempo real no del pasado, no del Link que ella quería encontrar.
Alterar su vista del tiempo no era algo que debía hacer, era de las pocas cosas que tenía prohibido aparte de salir, pero en este punto a Cia no le importó, no cuando ya había roto la cláusula de salir del templo hacía un tiempo ya.
Quizá no pudiera ver el futuro del héroe pero al menos podría encontrarlo con rapidez, Cia no supo porque el sentimiento de ahogamiento estaba tan presente en ella desde que se enteró de la partida de Link.
…
Un campo de batalla.
No fue uno en el cual chocaron dos ejércitos. Cuando Cia llegó se dio cuenta del flujo real del tiempo y como este afectó a todo a su alrededor, lo que para ella era una preparación o una búsqueda desesperada fue una caminata al lado de una carrera.
Había llegado tarde.
―No quería que me vieras así…
Un susurro casi sin fuerzas. Cia estaba parada delante de aquel hombre con armadura dorada, flechas y lanzas salían de la espalda y pecho de este pero jamás perdió la sonrisa, incluso cuando uno de sus ojos estaba dañado no tembló al verla.
Incluso si ella supiera quien era y la voluntad que presentaba Link, le fue increíble que aún pudiera estar de pie y sonreír.
¿Qué pasó con el dolor y los sentimientos de este?
―… ―Cia quería decir algo, quería mencionar que esto no podía pasar, no cuando ya no podía ver el destino del héroe, ella siempre pensó que aquel Link era diferente, que no era cómo los demás.
Que él duraría para toda la eternidad como lo haría ella.
Los pasos del hombre fueron ruidosos. El ejército a los alrededores derrotados ahora eran el adorno de aquel pasaje que Cia parecía presenciar cuando Link caminó hacia ella.
Una mano grande, cubierta de un guante y placas de metal se posó sobre la mejilla que Cia. Link tenía su ojo puesto en ella pero se notaba que no estaba consciente como tal.
Probablemente ya hubiera perdido consciencia hacía tiempo pero aún así se forzó a seguir plantado al frente.
―No llores, no hay porqué llorar―la sonrisa de Link jamás cayó, no hubo miedo ante la muerte inminente o a la traición tan evidente.
¿Cómo podía pedir que no llore?
Cia arrugó el rostro y sintió que su vista se nubló. No podía ser ella quien estuviera buscando consuelo cuando se suponía que debía ser la que lo daba viendo el estado de Link.
¿Por qué se negó a moverse?
―Era algo que pasaría eventualmente ―la declaración de Link hizo que Cia abriera la boca pero no pudo responder nada una vez más, causando que Link la pusiera lo mejor que pudiera para abrazarla―, está bien.
No estaba bien.
Jamás estuvo bien.
Eso fue lo que Cia quiso decir antes de sentir como la fuerza del abrazo del hombre mermó de manera drástica.
― ¿Por qué? ―Cia no pudo evitar preguntar con lágrimas en el rostro y un rostro que no era otro más que de aflicción total.
Link sentía que sus parpados le pesaban. El tiempo había llegado pero al menos había logrado su objetivo que lograría una vez que todo acabase.
Tenía un plan para seguir adelante incluso cuando su cuerpo se rindiera, pero para eso, primero debía descansar un poco.
―Era lo que se debía hacer ―Link contestó cuando sus rodillas cedieron finalmente y Cia lo sujetó para que no cayera de bruces al suelo.
El barro por la lluvia en la llanura hizo que el vestido blanco de Cia se ensuciara, Link vio aquello y movió una mano queriendo sacudirlo, pero solo ensuciando aún más aquel vestido por la sangre en sus manos.
―Lo siento…
― ¿De qué te disculpas? ―la cabeza de Link estaba descansando en el regazo de Cia quien estaba llorando libremente ya en este punto.
Nunca había sentido una pérdida como la era esta, Cia pensó en el tiempo y como siempre tuvo libre disposición de este, una eternidad y un pasar sin cesar, pero cuando pasó tiempo con Link.
Quiso que aquel instante se detuviera para siempre y no volver a despertar jamás.
―Quería… ―Link tenía los ojos fijos en los de Cia quien no pudo levantar los ojos y ver algo más allá de la mirada cansa del héroe―. Ayudar…
Palabras finales de un héroe que dejó aquel mundo en los brazos de la única persona que lo apreció como lo que había sido.
No hubo gloría o una muerte majestuosa.
¿Por qué Cia había esperado algo diferente? Todos eran iguales ante la muerte, ya sea en gloría o en pena, todos morían igual.
Las palabras de Link resonaron en la cabeza de Cia.
Link ni siquiera había especificado en que deseaba ayudar.
Cia pensó en todos los eventos y se preguntó si alguna vez había presenciado el final directo de algún Link más allá de conocer como terminaban.
La respuesta fue un no rotundo al percatarse que no hubo algo así como una muerte rodeado de sus seres queridos, una en la que estaba en una cama suave o una habitación digna de su posición.
Lo único que recibió Link fue sangre, barro y lágrimas desparramadas en el suelo.
No había gloría ante la muerte de alguien, incluso los ojos del hombre no se habían cerrado quedando viendo fijamente a Cia quien no pudo apartar la mirada de Link quien estaba en su regazo.
Bajó una mano y le cerró los ojos.
Dada la sonrisa permanente en el rostro de este y viéndolo con los ojos cerrados Cia pensó que Link despertaría en cualquier momento pero no fue el caso.
¿Por qué había interferido cuando debía hacerlo?
Cia no quiso moverse de su posición, no quería dejar que los momentos finales de Link se fueran. Quería creer que hubo algo más allá que simplemente susurrar una despedida a medias o una declaración falsa.
Quería creer que Link volvería a su lado una vez más.
Al menos ahora que lo tenía en brazos y podía ver su rostro una última vez lloraría de verdad.
¿Alguna vez lo había hecho hacia un héroe?
―Ah… ―Cia sonrió y se rió de sí misma entre llanto. Ella había llegado a la comprensión porqué estaba llorando y porqué aquella muerte le era tan dolorosa.
Era porqué no estaba llorando la muerte del héroe, estaba llorando la muerte de Link.
De su amante.
…
El día en que Cia regresó al lugar dónde debería estar se dio cuenta recién de su vestimenta. Estaba manchada y ella misma estaba sucia, se sentía horrible y al mismo tiempo asqueroso.
Cia llevó amabas manos a su rostro y se lo tapó brevemente. Caminó desganada hasta una de las paredes y se recostó contra esta antes de dejarse caer lentamente con la espalada contra la pared deslizándose hasta llegar al suelo y sentarse ahí en silencio.
Los pies de Cia cedieron hacía ya tiempo pero no pudo evitar moverse para volver a su lugar, a tomar su responsabilidad.
El manto que debía cuidar.
¿Pero era lo que de verdad quería conservar?
Cia tuvo que dejar el cuerpo de Link en la nada por algo tan estúpido como su protocolo y las auto restricciones que se había puesto, no interferir era algo que debía hacer y lo rompió en cada instante.
¿Entonces por qué había hecho algo así? Sus acciones eran hipócritas y sin sentido en este punto.
La bola mostró la era progresar, el tiempo correr sin problemas pero Cia no sintió la misma emoción que tuvo cuando veía al nuevo héroe levantarse.
Era porque era eso, un héroe y no el héroe que le pertenecía. Siempre pensó en Link como alguien que estaba fuera de ella pero ahora que experimentó la proximidad con este ya no supo que hacer cuando tenía que limitarse a verlo.
Cia sacudió la cabeza y la bajó entre sus manos una vez más al cabo de unos minutos. No es que ella no quisiera interferir o mostrar su verdadero interés, ella solo quería estar al lado de Link y de nadie más.
¿No fue especial lo que ambos sintieron al final?
Cia respiró hondamente para luego exhalar con desgano. Su cuerpo no se movió o quizá simplemente no deseó hacerlo, las ganas de hacer algo se fueron junto con su motivación para romper su pacto.
El cuadro del héroe del tiempo estaba vacío en su castillo debido a que no estaba en aquel lugar, sino en la cabaña que era de ambos.
Ambos.
Una palabra que Cia no supo cómo expresar debido a que la persona con la que quiso compartir ya no se encontró en lugar.
…
El reino de Hyrule había entrado en un conflicto mayor y Cia lo vio desde lejos sin moverse esta vez. El asesinato a Link fue diferente de lo que esperó cuando entendió por completo la situación. No fue una guerra que debía librar por su pueblo o los demás.
Solo fue un conflicto interno que causó que se necesitara eliminar todos los vestigios del antiguo poder del reino, y entre ellos el héroe del exilio.
Link.
No fue una muerte digna cómo siempre había sido, pero una muerte que no fue causada por los enemigos sino por los aliados era algo nuevo de ver.
Cia estaba teniendo una molestia creciente en el pecho, ella estaba furiosa que algo así pasase y no pudiera detenerlo.
El cuadro vacío fue algo que no se atrevió a modificar, el espacio en la pared que no mostraba el retrato que había preparado fue un recordatorio constante. Ella no lo trajo e incluso dejó magia en la zona de la casa de Link para que esta no se estropeara con el pasar de las eras.
No se atrevió a traer el último cuadro, sentía que si lo hacia algo cambiaría, que todo lo que significó el tiempo que había pasado con Link simplemente desaparecería.
Tiempo. Cia pensó en aquella palabra y no pudo evitar reír ante el pensamiento de su posición y ella deseando preservar algo que con el tiempo desaparecería.
El Link que ella conocía no estaba ahí, no volvería y ella era consciente de ello. Una muerte abrupta y sin sentido ¿de qué servía haber llegado tan lejos para sucumbir de esa forma.
…
Quería acerarse a Link una vez más.
Cia estaba sentada viendo el pasar de las eras una vez más, guardando el tiempo y viendo todo desde lejos. No había vuelto a salir desde aquellos tiempos no se atrevió a moverse o a dar un paso hacia adelante a pesar de lo que pasaba.
Un evento que ella desconocía.
¿Por qué los héroes parecían cada vez más formados?
Cia había presenciado como después de la caída del héroe del tiempo cada Link que se alzaba al paso de las eras mostraba un índice de aprendizaje inusual, como si alguien los estuviera guiando o enseñando.
Ella se sintió incluso más inútil en este punto, porque ni siquiera era digna ahora de su papel como guardiana siendo que no había necesidad de guardar algo que estaba perfecto.
Perfecto.
Link lo fue, siempre había sido así de perfecto pero de la nada había cambiado a ser incluso más que un héroe de leyenda, ahora parecía alguien que se levantaba para ser el centro de todo y la gloría de muchos.
Pero eso no quitaba que los finales fueran los mismos y Cia no hizo nada para cambiarlos, no, no es que ella no quisiera hacer nada, sabía que incluso si interfería no habría ningún resultado a favor.
El mismo final y la misma traición. Quienes decían amar a Link no mostraban la misma disposición que este les mostró a todos, como si el destino fuera que interactuaran lo suficiente para llegar a resolver todo pero a la hora de la verdad no pudieran moverse para tomar un lado o parar al lado del héroe.
Estaba cansada de la muerte sin sentido, de la vida gastada del héroe y que nadie lo recordara. Los cuadros habían aumentado, ya no sabía en dónde colgarlos.
Cia estaba con las manos en el rostro, estaba encorvada hacia abajo, tenía los ojos cerrados para no seguir viendo el tiempo que se suponía que debía guardar.
Cia ya no deseó seguir observando.
― ¿Estás cansada?
Una voz repentina hizo que Cia se levantara y viera a su alrededor para no encontrar nada.
―Antes no mi voz no llegaba a tus oídos pero ahora la escuchas claramente ―la misma voz parecía retumbar en el lugar pero sin dar señales de presentarse―. ¿No quieres estar con él?
Cia no encontró la fuente de la voz pero un orbe purpura apareció de repente frente a ella. Intentó tocarlo pero este se movió un poco hacia un lado. Cia intentó tomarlo otra vez y pasó lo mismo, pero no era como si la esquivara, era como si la estuviera invitando.
Estaba siendo invitada para seguirlo.
…
Cuando Cia vio a la luz desaparecer encontró aquel cofre con cadenas y una energía oscura emergente. Sabía lo que era, ella misma era encargada de vigilar aquel artefacto.
―La gran guardiana del tiempo me honra con su presencia ―la misma voz llegaba del ataúd que estaba en frente.
Cia vio las cadenas y no dijo nada, sabía que debía alejarse pero si había llegado hasta aquel lugar fue por una razón.
― ¿A qué te referías de que podría estar con él?
La pregunta de Cia hizo que una risa saliera de todos lados, no como una burla sino de complacencia.
―Puedo darte el final que quieres, podrás pasar la eternidad con tú héroe ―los ojos de Cia se agrandaron pero negó para sí. Incluso si las palabras eran dulces ella no podía seguir.
―El héroe que busco… ―Cia bajó la mirada al suelo y se mordió labio inferior―, ya no está para-
― ¿Por qué crees que no está a tu alcance?
La pregunta de la voz hizo que Cia alzara los ojos y viera como la energía se arremolinaba y mostraba una imagen. Aquel héroe que desafió el tiempo estaba ahí. Era una ilusión, Cia lo sabía, pero el verlo después de tantas eras hizo que su mente solo fuera a esa dirección.
―Murió… ―jamás lo había dicho de manera directa. Una parte de Cia no había aceptado aquel final.
―Solo porque el cuerpo físico fue destruido, no significa que no pueda traerse de vuelta a alguien ―Cia tragó ante el comentario de aquella voz―. Verás, puedo brindarte el poder, con tú magia no solo podrás ver el tiempo…
Una pausa generó un silencio que hizo que Cia estuviera dudando, quería declinar y salir de una vez por todas, pero ella estaba harta. Harta de ver al héroe ser olvidado, harta de verlo siendo asesinado, dejado atrás y vivir una vida infeliz.
Ella estaba harta de ver sufrir a Link.
―Con tú magia y mi poder no solo verás el pasar del tiempo, podrás interferir con este ―la voz susurró dulcemente. Cia escuchó atenta aquello y no pudo evitar sentir un malestar por aquello pero al mismo tiempo.
Lo deseó.
¿De que otra forma podría llegar a un punto en el cual ella pudiera expresar su amor de manera sincera?
Amor. Palabras que probaron por primera vez la boca de Cia al darse cuenta que no solo había estado conteniendo lo que quería decir sino obvió algo que había aceptado anteriormente pero de una manera vaga.
Ahora tenía una justificación, tenía un sentimiento de "amor" hacia el héroe que tanto la había cautivado y por encima de todo.
―Puedes verlo una vez más ―Cia tenía la posibilidad de traerlo de vuelta―. ¿Aceptas entonces?
La pregunta final fue dada con un tono casi cantarín que hizo dudar a Cia, más cuando la oscuridad que rodeó el ataúd se manifestó como un círculo frente a Cia quien supuso que debía extender la mano para tomarlo.
¿Pero de verdad era lo correcto?
No.
Cia apretó los dientes al pensar en la respuesta a dar. Siendo obvio que si se ceñía a aquel código que tantos problemas le causó hasta ahora no lograría nada, Cia no lo pensó mucho, si lo hacía quizá perdería toda voluntad, pero extendió para tomar la energía color oscura que parecía que subir por su cuerpo al momento de hacer contacto.
Dolor.
Cia sintió su cuerpo arder y al instante en que eso sucedió su mente parecía ceder, cayó de rodillas y sintió que la saliva se le escapó de los labios sin poder cerrar la boca ante el dolor que estaba experimentando.
Líneas rojas subieron por su piel y marcaron en un rojo ardiente por donde pasaban. Dejando marcas rojas semejantes a tatuajes por su cuerpo. El ardor en su cuerpo y el brillo rojo parecía persistir, Cia solo escuchó la risa constante de aquella voz mientras que cedía lentamente ante la oscuridad y su consciencia se desvanecía.
…
Al momento en que Cia abrió los ojos sintió frío, contrario a lo que había experimentado antes de caer ahora su cuerpo estaba con un frío constante. Abrió los ojos y vio sus manos a un lado y notó las marcas rojas en este aparte de algo más.
El tono de piel había pasado de uno pálido a uno bronceado, como si hubiera estado expuesta al sol por mucho tiempo y se hubiera quemado, pero fue prolijo, había escuchado de esto de los trabajadores de los campos.
Bronceado.
Cia soltó un suspiro sin ganas ante aquel pensamiento inútil, siendo que no importaba como se veía, sino el flujo de magia que tenía actualmente.
Magia negra.
¿Ahora podría ser considerada una maga oscura? Cia pensó en aquel título al sentir como su conexión con cualquier tipo de magia lumínica se había cortado siendo ahora reemplazada por pura magia negra o poder maligno.
―Excelente, solo debes liberar el resto de las piezas y el futuro que deseas construir será tuyo.
La misma voz que le había dado aquel nuevo poder sonó a lo lejos, como si estuviera en todos lados pero sin estar en el lugar. Cia bajó un poco los ojos y observó como el vestido que portaba había sido consumido, era algo evidente después de todo aquella vestimenta era perteneciente a alguien de la luz.
Ahora ella era portadora de la oscuridad.
Alzando un brazo y lo usó de palanca Cia se puso de pie y se miró el cuerpo. La tez bronceada estaba presente con un montón de marcas rojas a lo largo de todo su cuerpo, Cia se percató que la quemadura de la magia negra no fue solo algo temporal siendo que ahora lo que la impregnó de oscuridad ya no estaba fuera de su cuerpo, sino en cada parte de este.
Ella estaba totalmente bañada en la magia oscura y a diferencia de lo que alguna vez sintió con la magia de la luz.
Se sintió fuerte.
Se puso de pie y sintió el peso de su cuerpo aligerarse a cada paso que daba, seguía tambaleándose a cada momento pero iba mermando aquella dificultad conforme avanzaba.
Antes de avanzar más se vio a sí misma en el suelo.
Se quedó paralizada.
El purpura se encontró con el azul cuando ambas siendo la misma se miraron como si fuesen completas extrañas. Cia quiso decir pero antes que pudiera reaccionar vio el destello azul verdoso de la mujer de cabello azul desnuda en el suelo para que esta desapareciera sin más.
Cia no dijo nada o reaccionó.
¿Qué había sido eso?
La voz tampoco mencionó nada y permaneció en silencio, como si le estuviera restando importancia al asunto dado. No le gustó en lo absoluto a Cia quien se mantuvo callada analizando la situación.
Era como si hubiera visto en un espejo, solo que a diferencia de su cabello blanco con tinte rosa ahora fue un cabello azul claro que se presentó en su reflejo.
…
Cia sintió sus pies tocar el suelo frío de la piedra del castillo, estaba desnuda deambulando hasta llegar a su habitación, pasó apoyándose contra las paredes y viendo el retrato de cada Link que había visto.
―Solo un poco más…
El susurro de Cia no era hacia ella, era hacia el héroe que debía rescatar. No podía dejarlo así y ahora que podía interferir no estaría atrás nunca más.
Solo necesitaba tomar el control de las demás reliquias y podría hacer el deseo personal que tenía realidad.
No había ido hasta la fecha de vuelta a aquel lugar tranquilo en medio del bosque, si bien había protegido con magia el lugar no significaba que ahora estuviese accesible, hace un par de eras el agua había tomado control de gran parte del mundo de la Luz generando que casi todo este bajo el agua.
No fue hasta hace unas eras que el agua había descendido de lo que alguna vez fue un mundo inundado.
Solo debía preparar todo para la invasión, el tiempo ya no era un problema, ella como guardiana estaba consenciente de una variable desconocida que ayudaba a los héroes a seguir adelante y aumentar sus capacidades, es por eso que no se preocupó por observar en la próxima era el tiempo, no, no tenía más porque hacerlo, la guardiana del tiempo Cia ya no estaba después de todo.
Llegado al espejo vio su pelo, el tinte rosa pálido de su cabello ahora fue suplantado por un gris sin luz. A diferencia de su yo antiguo ella había renacido desechando la magia de la luz que tuvo y su posición como intermediaria.
Había sentido que le arrancaron una parte de su ser en aquel instante en que su cuerpo se quemó por la magia oscura, como si la luz de su propio ser hubiera sido arrancada y esta se moviera por sí sola.
La comprensión llegó a Cia antes de sonreír y reír gratamente a la realización de a que había llegado la situación. Quien se había parado ante ella con una mirada de pánico absoluto no fue otra que ella.
La luz se había separado de su cuerpo.
―Entonces esa era mí mejor parte… ―Cia llevó una mano a su pecho dónde estaba su corazón antes de soltar un suspiro y negar para sí.
La magia la cubrió y la oscuridad tomó forma para formar un nuevo atuendo, similar y al mismo tiempo revelador, mostrando la corrupción de su yo anterior para dejar pasar a Cia la maga oscura y nadie más.
―No te preocupes Link ―la sonrisa de Cia fue suave dulce, ella lo llamó conociéndolo, lo había hecho, incluso si solo había sido una versión ya era más que suficiente para decir que la conexión especial que tenía con el héroe era superior a todos con quien había interactuado.
Además, Cia lo supo y siempre lo supo desde que conoció a Link. Que todos podrían traicionarlo pero ella no lo haría.
Ella a diferencia del resto de seres egoístas estaba dispuesta a darlo todo por Link y así sería.
Crearía un mundo ideal para ambos.
Un mundo dónde Link fuera feliz.
…
Fue la primera vez para Cia el levantarse contra Link, no lo lastimaría de verdad, solo lo estaba haciendo para el propio bien del héroe.
¿Acaso no era ella la mejor amante de todas?
Una sonrisa de complacencia llegó al rostro de Cia pensando en los portales y las hordas de enemigos, con los sellos a camino de ser rotos y con la trifuerza a punto de caer en su poder, la situación estaba ya servida para ella.
Podría haberse ganado el título de tirana o ser maligno, pero cosas como esas no eran importantes. No con su objetivo en camino a ser cumplido.
Dentro de poco lograría crear el mundo ideal para que ella y Link pudieran estar eternamente juntos y felices.
Cia estuvo feliz de ver que incluso aquella reencarnación actual del héroe era semejante en cuanto a su posición con ella de enemiga. No hubo una mirada de molestia o ira contra ella, solo lástima mezclada con confusión, confusión que Cia apreció porque mostró algo que nunca había esperado de parte del héroe.
Temor.
No uno el cual radicaba en la posibilidad de perder, no, ella sabía que Link jamás cedería, que antes de pensar en la posibilidad de perder el héroe decidiría morir de pie.
Siempre había sido así.
Pero la mirada de confusión también fue algo que no comprendió del todo, era como si la conociera pero al mismo tiempo no supo de la razón de tal hecho, como si negara quien era y la viera de una manera en la que no debería.
¿Era posible que una encarnación del héroe la recuerde?
Cia negó para suspirar.
Conocía como funcionaba la encarnación del héroe y estaba consciente que no había forma que algo así pasara, pero eso no fue lo que le generó duda ante la confusión de Link.
La miraba como si estuviera intentando encontrar a alguien y Lana, su parte de la luz, era alguien que obtuvo la misma mirada que ella dando como resultado aún más confusión de parte de Cia.
¿Qué fue lo que hizo que el héroe dudara?
Link no dudaba, era contra todo lo que significaba el héroe por eso es que no lo comprendió en lo absoluto.
…
Las cosas no iban bien.
Cia era consciente que la voz que le dio el poder y la convirtió en aquella versión corrupta de su ser era algo que no debía escuchar, que eventualmente la traicionaría, pero tampoco creyó que no podría contestar a la fuerza, y más si ella tuviera la trifuerza en manos.
Todo salió de control en cierto punto pero ella pudo ponerse aún al día con la pelea en todos los frentes. Explotar el poder que se le había concedido fue algo que fue fácil si usaba su propia vida para ello.
Lo que pasara con ella al final ya no importaba, si podía seguir forzado una situación en la que el héroe pudiera seguir su propio camino entonces consideraría que la victoria había sido suya, solo necesitaba un poco, que el tiempo mismo caiga a una corrupción más profunda para liberar la condena del héroe a un final patético.
Sabía que no podía salvar a Link de su destino de ser un héroe, pero si podía hacer que este tuviese una vida feliz al menos su sacrificio y todo lo que había hecho valdría la pena.
El héroe que se paró ante ella incluso le recordó a su querido héroe del tiempo. Pero fue una pena que pudiera ver el futuro de aquel héroe que tenía en frente, era diferente de aquel Link que llegó a conocer.
Ella debía seguir adelante, si podía forzar más la situación entonces todo valdría la pena.
La batalla siguió hasta que Cia se dio cuenta que Link miró un punto en especifico y en vez de atacarla o intentar correr hacia ella simplemente se detuvo y clavó la espada en el suelo como si fuese a ser tomada por alguien.
Y ese alguien se asomó desde la otra entrada del lugar en dónde estaban luchando.
Un no-muerto.
No.
La energía maligna no rodeó a la persona que entró en la arena. A pesar de su imagen, de una calavera unida por el poder de los espíritus, estos no estaban perturbados a diferencia de la energía usada por la magia negra para traer a los muertos de vuelta a la vida.
¿El dueño de un pacto?
Tendría sentido. Si estaba rodeado de espíritus y carecía de energía maligna entonces era la única opción para que pudiera estar de pie.
Era diferente a todos los no-muertos que conocía. Cia observó detenidamente como el no-muerto se acercó a la espada maestra que estaba clavada frente al héroe y parpadeó un par de veces por tal acción.
¿Acaso pensaba eliminarse? Había visto a aquel no-muerto en varias ocasiones al observar a los héroes que se alzaban, pero como si fuese algo que no pudiera ver, el tiempo corría pero todo se detenía ante este.
Ella no podía ver más allá de lo que conocía de aquel no-muerto. Pero no entendió porque deseaba tomar una espada que lo mataría, ya sea el portador de un pacto o no, aquella energía que reunía la espada lo eliminaría.
La espada maestra limpiaría la impureza. Ya sea un contrato o no, no había forma en la que si al tomar aquella espada no terminara siendo reducido a polvo.
―Ha pasado tiempo.
La voz del no-muerto sonó profunda, pero la tonalidad a Cia le pareció conocida.
¿Pero de dónde?
La armadura también le parecía algo que podía reconocer, incluso oxidada y dañada, con musgo y rota, Cia podía decir que había visto aquella armadura en algún lado.
― ¿Quién eres? ―la pregunta de la mujer fue tranquila. Extendiendo su cetro hacia el recién llegado quien soltó una risa macabra.
Cia observó un ojo vacío y el otro rojo brillante simbolizando que en vida había perdido un ojo. La atención de los ojos de Cia se centraron en las pequeñas salientes del cuerpo del no-muerto.
¿Eran esas flechas y puntas de lanzas cortadas?
Cia abrió los ojos cuando el no-muerto tomó la espada y en vez de quemarse. La luz tomó forma en su cuerpo e incluso una luz verde descendió desde el cielo para bendecir al hombre.
Era la bendición del Farore misma la cual cayó sobre un no muerto. Pero era imposible, los únicos que podían recibir una bendición así serían los propios héroes, y una bendición como la que obtuvo el no-muerto fue más allá de la que alguna vez había visto en un héroe.
No, Cia lo había visto en el pasado y ahora comprendía con quien había hecho el contrato el no-muerto y porque la fuerza del viento estaba a su alrededor.
La luz verde subió por la espada maestra y comenzó a crecer para cubrir el cuerpo del no-muerto, era energía divina, una la cual solo podía ser ejercida por un Dios pero estaba siendo prestada a un hombre para volver a la vida y luchar una vez más.
Cia se rió con nerviosismo al comprender de quien se trataba una vez que la luz comenzó a bajar y escuchó el ondear de una capa.
El cetro de Cia cayó al suelo desde su posición en el aire y ella misma descendió lentamente hasta estar frente al hombre que ella reconoció, para Cia aquel héroe era diferente del resto a pesar de verse igual que los demás.
―Ha pasado un tiempo, ¿no? ―una voz jovial y amigable, un tono suave y una mirada tranquila. Si bien le faltaba un ojo Cia sintió que su fuerza se iba.
―Pero tú…
―Fue mi culpa ―un reconocimiento instantáneo por parte de Link, el héroe del tiempo fue dado―. No quería que me vieras así, había jurado seguir ayudando a los otros héroe por venir.
Cia estaba sintiendo que la situación había perdido sentido cuando una voz amable como la que había estado buscando se dio hacia ella.
― ¿Por qué? ―Cia preguntó viendo hacia el héroe. No hubo lágrimas a pesar del rostro que solo reflejó dolor por parte de Cia. Pero Cuando el héroe soltó la espada maestra y la luz se desvaneció es que comenzó a caminar hacia el frente y no dudó en abrazar a Cia con fuerza.
La maga oscura que había estado planeado la destrucción se había quedado quieta e incluso bajó la guardia a tal grado que no mostró el más mínimo indicio de acción contra el héroe.
―Quería liberarte, pero parece que hubo una pelea entre ambos ―un tono tranquilo a pesar de la situación actual―. Fue una pelea de quien podría liberar a quien.
No fue una mentira. Cia había estado preparándose por mucho tiempo para liberar a Link de aquel destino sin sentido pero no sabía que el propio héroe que ella anhelaba volver a ver era el cual estaba deseando algo idéntico para ella.
¿Qué se supone que Cia pudiera decir?
Se miró a sí misma unos instantes y sintió vergüenza.
Se sintió sucia.
―Está bien ―un abrazo cálido fue dado. Cia no lo comprendió, incluso si Link estaba consciente de cómo era ella físicamente debería saber que no había forma de volver a su forma pura que alguna vez portó.
―Yo…
―No importa como te veas, me sujetaste aquella vez siendo lo que era, ¿por qué no debería sostenerte con la misma firmeza ahora que estás frente a mí?
…
La oscuridad fue algo que Cia pudiera controlar, pero todo tenía un límite, y su cuerpo era ese. Su corazón había sido corrompido hacía un tiempo y ahora que se había liberado sus emociones se habían fragmentado.
La oscuridad total estaba falta de control en aquel momento.
Su cuerpo se movió por sí misma cuando la oscuridad remanente en ella se asomó con todas sus fuerzas ante el nacimiento de la esperanza.
Cia vio a Link sonreír a pesar que ella estaba preparándose para atacarlo con todas sus fuerzas. La oscuridad ahora no solo la había tomado, sino que la consumió dejando a la luz su forma más aberrante.
Cia quería decir algo pero su cuerpo dejó de obedecerle de golpe cuando quiso hablar con Link. Lo único que podía mostrar era una lágrima caer debajo de la máscara que se había proyectado una vez más para cubrir su rostro.
―Un poco más y te liberaré, ya no debes temer ―Link el héroe del tiempo se alzó una vez más con la espada maestra en mano para caminar hacia la hechicera oscura fuera de control y con la fuerza al máxima que podía dar.
El enfrentamiento para liberarse entre sí había dado inicio en una danza para ambos.
…
Liberación.
Cuando Cia despertó ya no había sonidos de guerra, el sol incluso le estaba dando en el rostro por la ventana abierta que estaba a su lado.
Se miró las manos y se percató que seguía como había estado desde que abrazó la oscuridad.
Estaba manchada.
Al menos eso fue lo que Cia sintió cuando entendió que su cuerpo ahora ya no presentaba la pureza de aquella vez. La oscuridad había calado en lo más profundo de su ser, pero con eso otra duda llegó.
¿Dónde estaba ella?
El sonido de un libro cerrarse hizo que Cia se sobresaltara y mirara a un lado. Ahí estaba, Lana con un libro en mano viéndola con el ceño fruncido.
Cia no pudo evitar sonreír ante aquello y terminar riendo por la frustración que se había mostrado en Lana.
― ¿Tienes una idea de todo lo que hiciste? ―el comentario de Lana salió con enojo pero ante las lágrimas de la mujer de pelo celeste pudo entender que las cosas no fueron como ese tono indicaba.
―Parece que tuviste mucho trabajo… ―la voz de Cia sonó un poco ronca, indicio de que estuvo fuera por un tiempo para no poder hablar adecuadamente de golpe.
―Pudiste haberlo destruido todo.
―Hubiera valido la pena ―Cia contestó con tranquilidad para volver a cerrar los ojos. Lana soltó un suspiro ante ese comentario.
―Todos tus subordinados fueron derrotados, los portales cerrados, hay quienes aún claman tú cabeza.
La voz de Lana no fue una de molestia en aquel momento, fue una de disculpa, incluso pena. Cia encontró divertido aquella reacción.
―De verdad que eres mi lado bueno, pero aun así-
―Alguien te está esperando, antes que digas que sabes que él nunca me mirará, es cierto, porque no soy a quien busca.
Cia vio como si fuera un indicativo las palabras de Lana. Link entró en la habitación, pero no era el joven que había visto en las llanuras peleando.
Lo reconoció al instante cuando este caminó y se sentó a su lado.
―Los dejaré solos.
Resignación.
Lana salió de la habitación con un rostro que mostró aquello. Cia lo vio pero no creyó que algo así se diera. Cia volvió su vista a Link, el héroe del tiempo, su link.
― ¿Por qué? ―Cia tenía los ojos abiertos, se sentó en la cama y sintió un dolor en todo el cuerpo, al instante en que hizo un gesto de molestia las manos de Link fueron directamente a su espalda y la ayudaron a levantarse.
―Fue mi culpa que terminaras así entonces-
― ¡Ella es la que buscabas! ―Cia dio aquellas palabras pensando en Lana. Para sí misma, no había forma en la que pudiera ser perdonada.
No podía ni siquiera perdonarse a sí misma.
La sonrisa de Link hizo que Cia arrugara el rostro y mirara a las sabas y sus manos, con ello observó su cuerpo, su tez morena y las marcas rojas de la magia impregnaban todo su cuerpo, Cia misma había pasado a una maga de oscura de principio a fin.
La mano de Link posándose en la suya hizo que el silencio volviera.
―A quien espero y a quien quiero liberar está aquí a mí lado ―Link tomó la mano de la mujer con cuidado y la sostuvo para que entendiera que no la dejaría―. No es necesario que te perdones o que el mundo lo haga, jamás te había visto como la mala.
―… ―Cia no respondió, tampoco se dignó a levantar la cabeza―. Hice cosas horribles.
―Lo sé.
―Actué contra todo lo que debería ser, disfruté de lo malo, hice atrocidades yo-
Un abrazo hizo que Cia no pudiera continuar. Link la había abrazado para que entendiera dos cosas, que él estaba ahí.
Y que su corazón estaba latiendo.
―Pasé eras siendo una sombra de lo que alguna vez fui ―Link comenzó a hablar suavemente―. Me perdí a mí mismo varias veces pero al final tenía dos cosas que mantenían mi mente unida.
―…
―La primera era la misión, la misión que me impuso ante la posibilidad de recibir la bendición directa de una diosa y estar en el mundo de manera indefinida ―Link comentó aquello separándose lentamente, ahora Cia alzó la cabeza para ver el rostro del hombre quien estaba viéndola con el mismo brillo de antaño―. La segunda razón por la que me mantuve fuiste tu.
Cia se mordió el labio inferior para no decir nada, sintiendo que no debía hacerlo, que no debía mostrar la felicidad que sentía ante aquellas palabras.
―Mientras que salvabas incluso en las sombras… yo caí en lo más bajo que podía, pasé a ser alguien que abraza la magia oscura, disfruté, disfruté del tormento y pensé que si lo dominaba todo entonces podrías estar aquí…
―Y es por eso que es mi culpa ―Link puso ambas manos en los hombros de Cia―. Si hubiera dejado mi papel en aquel tiempo no hubieras hecho nada de lo que hiciste, si te hubiera buscado entonces podríamos estar juntos, pero en vez de eso, intenté salvarte en mi ignorancia de tu situación.
―No puedes culparte a ti mismo ―Cia prefería cuando la oscuridad estaba más aferrada en su mente, así no tendría que pensar en todo lo que había hecho hasta ahora.
―Tus intenciones fueron igual de puras que siempre ―aquel comentario hizo que el nudo en la garganta de Cia se desatara y el llanto llegara.
Era cómo aquel primer encuentro, solo que en vez de ser ella quien sujete al héroe caído.
Era el héroe quien sujetaba a la bruja caída.
―Ya, está bien ―Link dio unas palmaditas en la espalda de Cia―. Lana se encargará del resto de guardar el tiempo, no volverá a pasar lo de antes.
―Pero… yo… ―Cia intentó reclamar pero fue recibida por un beso. Uno el cual correspondió dado que había estado anhelando aquello por tanto tiempo.
La sensación de volver a sentirse amada. El beso duró unos segundos y Link vio como Cia parecía más calmada que antes.
―Nosotros volveremos a aquel lugar, no es tan lujoso como tu castillo pero-
― ¿De verdad estas bien con alguien como yo?
Link miró fijamente a la mujer y sonrió, sonrió dando la mejor sonrisa que podía dar.
Las palabras de Cia fueron las mismas inocente y suaves que las de antaño.
―Por supuesto ―una mano de Link fue al rubí que estaba aun en el cabello de Cia―, está bien porque eres tú.
Cia entendió a lo que se refería. Link estaba mencionando la duda sobre su posición con la de Lana. Hubiera sido sencillo que era pereciera y Link al desear salvarla pudiera ir directamente con Lana, pero en vez de eso había tomado la ruta difícil y había ido tras ella.
Alguien que había estado obsesionada con él por tanto tiempo, alguien que había cometido tantas atrocidades bajo el nombre de Link, incluso sabiendo que Link sería la última persona que desearía algo malo para alguien.
Cia reconocía que incluso en su temprana etapa de obsesión que sus pensamientos eran demasiado esquivos para seguir su rol. Pero todo fue cuesta abajo por interactuar con Link, más se preguntó algo en cierto punto.
Palabras de su "maestro" que le hacían entender que eventualmente ella terminaría por escuchar su voz y por ende.
Caer en la tentación.
Cia abrazó con fuerza a Link, sin saber si realmente esto iba a durar o no, pero sea como fuese los eventos que hicieron que aquel héroe que ella amó volviera a ella no importó.
Estaba demasiado feliz de ser la elegida incluso cuando iba contra todo lo que conocía.
…
El momento en el que partieron los cuatro las cosas habían sido muy diferentes al ambiente anterior. Link principalmente se sintió raro de conocer a más de una versión de sí mismo e incluso una en la que estaba con su enemigo.
La princesa Zelda de la era actual también mostró confusión, más por todo lo que había dicho Cia sobre la relación del héroe y como este estaba destinado a solo unos pocos finales.
Con el mal erradicado y la culpa señalada a otro Cia pudo andar con libertad delante a la gente que había amenazado o atacado. Algo que ella misma pensó pero que gradualmente ignoró.
De una forma poco convencional su objetivo de liberar al héroe que había querido se volvió realidad.
Ella no perecería con el tiempo, siendo alguien que estaba destinada a ver las eras pasar era algo que sabía, incluso al haber gastado su alma en el ataque final no hubo un daño significativo para que no pudiera seguir adelante.
Todo gracias a la intervención de Link.
…
Un pueblo se había levantando en los alrededores de dónde alguna vez Link vivió en su exilio. Cia pensó en las eras y como ahora lo que alguna vez fue considerado un bosque de la muerte cambió a un punto en dónde había una cantidad sustancial de gente.
La magia había impedido que la casa en la que alguna vez estuvo con Link se deteriorara con el tiempo, y ahora que ellos habían vuelto ahí era como si nada hubiera cambiado, como si el tiempo se hubiera detenido en el mismo punto que hacía tantas eras.
Su llegada en la localidad fue bien recibida. Cia dudó si alguien la reconocería pero todo había salido bien, con ella llegando hasta donde alguna vez se había quedado y con Link a su lado.
Ninguno de los dos debía preocuparse por el tiempo del otro. Una misericordia de la diosa de Link ante su sacrificio a lo largo de las eras, y ella no tenía un tiempo que viajara por sí mismo.
Ahora no había nada que los atara a otros.
Para el ojo público, Link era un caballero que venía para retirarse y Cia su esposa que lo acompañaba.
"Esposa" Cia pensó y alzó una mano para ver el anillo que Link le había regalado.
Ahora con Lana custodiando el tiempo ella estaba libre, no tenía ningún deber o necesidad contra nadie, solo quedaba cumplir con su sueño que fue el de vivir su vida con la persona que amó y para alegría de Cia.
Link correspondió en igual o mayor medida a aquel amor.
…
La magia era conveniente para las tareas del hogar.
Cia podía decir eso después de pasar años experimentando para llegar a un punto en el cual pudiera ayudar. Link había sido quien hacia todo, conseguía los recursos e incluso cocinaba y trataba con todo lo que faltaba.
Cia no pudo creer que sintiera culpa por algo como ser un estorbo en las actividades domesticas pero a la hora de si le preguntaran si volvería a hacer todo lo que había hecho en el pasado ella diría que sí.
Cia suspiró al pensar en pasado y como había escalado las cosas para donde llegó. Su cuerpo había sido contaminado por la magia oscura y adoptado aquel tinte peculiar, sus ojos y cabellos inclusive cambiaron, pero Link mostró incluso más interés en su apariencia actual.
Cia no supo si era tal el amor del hombre o si de verdad se veía mejor en la actualidad. Pero la respuesta a eso llegó en sus primeros años en aquella casa y como Link no la dejaba descansar.
Un sonrojo llegó en el rostro de Cia y agradecía que su casa estuviera un poco más alejada que la del resto del pueblo, porque no quería saber qué pensaría si tuviera algún vecino en las cercanías.
Volviendo a la sala Cia se dejó caer en sofá y soltó un suspiro. La ropa que llevó ya no era la misma que antaño, siendo ahora sandalias en vez de tacones y un conjunto básico en vez de joyas y un vestido elegante.
Se relajó brevemente antes de acomodarse en el sofá largo. La casa había tenido varias remodelaciones, y la cabaña inicial en la que había conocido a Link había sido suplantada por una casa de un tamaño considerable con muebles traídos del reino y cosas bastante caras.
Regalos de la princesa al héroe.
Cia no pudo evitar ponerse nerviosa ante aquel pensamiento. El que Link guardase sentimientos por la princesa era algo que vio en casi toda encarnación, fue por ello que su desagrado a la princesa jamás mermó.
Link le dijo varias veces que era estúpido que pensara así y en parte Cia lo sabía.
Que su esposo era solo de ella como ella era solo él.
Cia pensó en ello y en las ocasiones en la que Link le había mostrado más que clara que en lo único que pensaba era en ella. Las relaciones o el sexo al principio habían sido puntual, hasta que de un momento al otro, Cia no se dio cuenta cuando tanto ella cómo Link habían pasado a estar todas las noches juntos.
Y con ello…
La puerta se abrió y Cia giró la cabeza para ver a Link entrando. Con una niña en brazos, el color de piel exactamente al mismo bronceado que Cia y ojos azules idénticos a los de Link.
― ¡Mamá!
El llamado de la niña al bajarse de los brazos de su padre y correr hacia su madre marcó una escena que Cia a veces no podía creer.
Había sentido un alivio creciente con los años pero viendo aquella escena tan hermosa. Con Link amándola e incluso con una hija que quería.
Solo quería que aquel paraíso se extendiera de manera eterna.
Para así seguir amando a su Link. De manera eterna.
…
¿Final feliz?
Me costó escribir esto porque sentía que el resultado no era apropiado, aún lo siento, porque esta historia, o al menos lo que había pensado, no era para un one-shot sino para que se desarrollara de manera por capítulo, pero bueno, lo hecho, hecho está y 20k de palabras tomaron lugar.
¿Les gustó la historia?
Esta fue una historia comisión, pero Cia x Link es algo que siempre quise leer, una pena que jamás encontré algo que esté a mi gusto, porque siempre quise el final feliz para ambos.
Ojalá que quien dio la comisión le haya gustado la historia.
Perdón si hay algunos errores o palabras perdidas, pero sino me ponía las pilas no terminaba. Ando todo enfermo escribiendo igual.
A mitad de mes no sé que mierda me agarró, quiero creer que no fue dengue, a pesar que estuve con fiebre y deshidratado, porque es una joda si fue dengue otra vez, y tal, ahora estoy con una gripe de mierda, con dolor en todos lados y mudo porque mi garganta no sirve.
Muchas gracias si leyeron hasta aquí la historia y espero que la hayan disfrutado, ya sabe. Dejen su comentario, favorito, voto, estrellita o lo que sea, todo ayuda para que la historia tenga más público.
Es gracioso cómo si alguien ve una historia con varios comentarios es más probable que la lea.
Y bueno, penúltimo one-shot de las comisiones pasadas, me queda uno más pero ya intentaré actualizar con normalidad.
Les deseo lo mejor, felices pascuas y buena suerte.
Rey de picas fuera.
