Disclaimer: VK, no es mío. Pero si sus personajes fueran míos la historia hubiera sido yaoi.
Notas de la autora: OMKAT! el reencuentro entre Kalamity y Zero-rin.
Beta Reader: como siempre muchas gracias a Silent Miut por betear el capítulo (también gracias a sus amables opiniones).
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CAPÍTULO XIII: OSCURIDAD
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Zero estaba rodeado por al menos quince vampiras. No sólo era eso, ellas parecían ser capaces de utilizar las armas anti-vampiros. Este no era el mejor escenario para él, podía ser herido con aquellas armas.
─Kiryuu-kun, no muestres una imagen tan lastimosa.
El aludido reconoció la voz de inmediato.
─Sara-sama, al parecer le gusta jugar a los cazadores.
─ Oh, Kaname-kun. Pensé que nunca vendrías a visitarme.
El imperturbable semblante de Sara demostraba la confianza que tenía en sí misma.
Ante la intrusión de un nuevo enemigo, la vampira que había frenado el ataque de Bloody Rose se colocó de forma protectora a la derecha de Shirabuki.
─Buen trabajo, Satsuki ─aduló la rubia acariciando las hebras castañas de su seguidora─. Kaname-kun, Cazador-kun, ustedes tendrán la fortuna de ver las nuevas armas de primera mano.
La sonrisa de Sara al afirmar tales palabras era radiante, complacida sus orbes de color azul se posaron en los vampiros. Tenía ahí a dos de los vampiros potencialmente peligrosos para ella y sus planes. Aquel quien devoró la vida de su hermano, el gemelo maldito, el joven incontrolable para los sangre pura, y por otro lado el descendiente del anterior rey de los vampiros. Ambos con el mismo punto débil, Yuuki Kuran.
Shirabuki dejó caer al cazador. El peso del cuerpo resonó levemente en el suelo.
─ Kiryuu, no es el momento para que dudes ─, le recordó Kaname─. Tu propósito no es otro que eliminar a los vampiros.
─ No fastidies Kuran ─soltó con molestia Zero, recobrando su antiguo semblante lleno de fiereza. Odiaba que el vampiro intentara darle órdenes como si se tratara de un perro amaestrado.
─ Sólo digo lo evidente. Además, no es el momento adecuado para ponernos a discutir por esto ─, cambiando su interlocutor se dirigió hacia la vampira rubia─. Sara-sama veo que luce muy confiada por su manejo de armas.
─ Puede ser ─confesó ella─. Nada que no sepas, Kaname. Lamentablemente, el débil corazón del ancestro fue sustituido con el de Sakura-sama. ¿Cuánto tiempo duraran sus lamentables armas?
Bloody Rose y Artemis habían sido las primeras armas forjadas del corazón de Yua, lo único tangible que había quedado de ella.
─ A pesar del cese de sus latidos, la voluntad del ancestro prevalece junto con la mía ─. Sentencio Kaname con una voz llena de convicción.
─ Dices cosas muy divertidas querido, casi parece que estuviste ahí.
El vampiro sonrió sutilmente.
─ Lo dejó a su imaginación ─. Kaname dio la conversación por terminada sin esperarse las siguientes palabras de Sara dirigidas a Zero.
─ Si no supiera que Del Kiryuu está muerto por un momento pensaría que eres él ─, comentó la rubia mirando fijamente al cazador─. Aun así solo es la apariencia, el definitivamente era una criatura libre que odiaba estar encadenado. Detestaba las reglas que erigieron los cazadores, aun así ambos harán lo que mejor saben hacer matar a mi especie. Pobre niño tonto. ¿Acaso piensas que puedes elegir? Durante todo este tiempo has hecho lo que otros han destinado para ti. El único propósito de tu existencia fue proteger a la princesa de los Kuran ─miró hacia Kaname─. Desmiénteme Kuran. ¿No es ese la única razón por la que dejaste vivir a un ser tan peligroso? Tu hermana es tan preciada para ti que no importa destruir todo a tu paso.
─ ¡Cállate! ─gritó Kiryuu sin dejar de retarla con la mirada.
─ Mantente calmado, estas cayendo en su juego Kiryuu-kun.
La voz templada de Kaname lo fastidiaba. Demasiado calma, sumamente falsa. Detestaba aquella disimulada condescendencia. Cada vez que lo veía, desde la primera vez que se conocieron, sólo podía sentir resentimiento hacia el vampiro.
─ No soy el esclavo de nadie ─replicó Kiryuu, las palabras intercambiadas con la madre de Shizuka vinieron a su mente. Todavía podía recordar vívidamente su conversación con la vampira de cabellos negros. Si esto seguía así terminaría siendo un simple títere manipulable.
Las provocaciones de Sara podrían ser perfectas, mas carecían de efecto. Se negaba a hacer trabajo sucio, no mataría a Kuran. ─Las armas sólo sirven si sus usuarios son capaces de sacar todo su potencial. Veamos quien es el último en quedar de pie.
─Pensé que serias un ser inteligente y te aliarías conmigo ─contestó Sara ante la respuesta del hombre de cabellos plateados.
─ Dejémonos de tanto parloteo. Shirabuki, Kuran, odio sus discursos baratos, llenos de puras oraciones bonitas. Si no son capaces de hacer algo con sus propias manos mejor sería que mueran bajo el disparo de Bloody Rose.
─Cuida tu lengua ─lo riñó Satsuki.
─No te preocupes Satsuki ─restó importancia al asunto. ─Esto es la pauta para un nuevo inicio.
─ ¿Acaso planea convertirse en reina? –preguntó Kuran sabiendo la respuesta.
─ Es lo mismo que tú buscas. Al igual que el anterior rey de los vampiros.
─ No. ¿De qué le servirá el poder que anhela? Eso sólo le dejará un vació más grande.
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Takuma Ichijou sentía lento el pasar del tiempo. Miró los barrotes de su celda especialmente construida para custodiar a los vampiros.
El vampiro rubio entendía los motivos de Sara para encerrarlo. Él no podía comprender enteramente ni a Kaname, ni a Sara, sólo podía apoyándolos. Ambos eran similares. Nunca decían lo verdaderamente importante, preferían guardarse sus pensamientos para sí mismos.
Con el pasar de los días no le importaba mucho su estado actual. Ocasionalmente Ana bajaba con un vaso de agua y un par de tabletas, aunque no bebía muy seguido. El último vaso todavía contenía el agua teñida de rojo.
Ambos eran importantes para él. A pesar de que los afectos eran similares también eran distintos. Si tuviera los medios, quisiera evitar su enfrentamiento por muy ingenuo que resultara ese deseo.
Actos buenos que parecen malos. Actos malos que parecen buenos.
Cuando luchó contra su abuelo pensó en morir uno en manos del otro. El último golpe de Asato Ichijou había sido demasiado cerca de su corazón, sabia que el ataque era los suficientemente mortal. En ese entonces hubiera muerto en paz, manteniendo su promesa y amistad con Kaname sin embargo, despertó.
Lo primero que vio al recuperar la consciencia fue a Shirabuki, la única vampira de sangre pura con la que nunca había cruzado más que saludos cordiales hacia la mujer. Había sido extraño estar al cuidado de esa mujer. Sin duda alguna era su salvadora, ella le brindó su sangre para salvar su vida.
No era lealtad lo que le profesaba a Sara pues su acto no fue desinteresado, él lo sabía de sobra. Ella había demandado conocer los objetivos de Kaname en cuanto él había mejorado.
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─Esa academia fue una fantasía. Desde el principio era inútil. Es tonto pensar que con ello se lograría una coexistencia pacífica ─afirmó. ─No se puede eliminar tan fácilmente el temor de los humanos hacia nosotros como lo hizo Kaien Cross, poniendo un muro llamado clase nocturna... Los estudiantes diurnos seguramente quedaron prendados de alumnos tan bellos.
─Es tal como usted dice, Sara-sama ─declaró Takuma. ─Aun así...
─Admítelo. Te percataste de la diferencia. Dejando ese tema, tengo interés en la hermana de Kaname.
─Yuuki-chan, sin duda es muy diferente de los vampiros.
─Al parecer, Kaname ni siquiera reconsidero dejar a su hermana vivir como humana. Es una princesa tan cruel... alejada de todo, protegida.
Takuma notó los sutiles celos de la rubia mientras no podía negarle nada. Las palabras de Sara eran verdad.
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El silencio reinaba en la habitación. No podía concentrarse en leer el libro que Idol-senpai le dio.
Su lado vampiro todavía trataba de devorar a su lado humano. Al recuperar sus recuerdos aquella noche su vida entera había carecido de sentido. Las palabras de Kaname habían sido duras: somos monstruos.
Había sonado triste, como si ser lo que eran les impidiera sentir. Zero debía sentirse de la misma forma, odiarse a sí mismo.
Ella era una neófita en comparación a otros, incluso hasta idealista por pensar en que ser un vampiro no necesariamente era una maldición. Ellos podían sentir tanto como los humanos. Sus padres se amaron, de ello no existía duda alguna. ¿Por qué dudaba?
La puerta se abrió sin previo aviso. Aidou observó a la castaña. Parecía más concentrada en ver la ventana que en el libro.
─Yuuki-sama, ¿puede explicarme por qué no la encuentro leyendo? ─ inquirió irritado.
─Lo siento ─respondió ella.
─No luce para nada como una disculpa. A veces me pregunto cómo es que aprobaba, los exámenes eran demasiado demandantes ─meditó un segundo antes de contestarse así mismo. ─Yuuki-sama, no es bueno usar sus influencias.
─ ¿Cuáles influencias? ─preguntó despistadamente Yuuki.
─El director Cross.
─No fue así ─hizo un gesto de fingida indignación.
─ Debe lograr las cosas por méritos propios ─recomendó Aidou.
─ Los exámenes los presentaba yo. Siempre Yori-chan y Zero me ayudaban a estudiar.
─ Kiryuu no parece un hombre paciente, me imagino la agonía de la pobre Wakaba-san.
Los vampiros hubieran sido capaces de continuar su charla de no ser porque en ese momento sintieron la presencia de un par de vampiros. Raramente, a excepción de Aidou y Seiren, había visitas en el lugar.
La casa era reguardada por una barrera que protegía la residencia en contra de visitas indeseadas, principalmente intrusos, fueran vampiros o humanos. La castaña abandonó la habitación y se dirigió de inmediato a la puerta principal. Aidou la seguía, tenía el deber de velar por la seguridad de la dama.
Al abrir la puerta ambos vampiros divisaron dos siluetas de lo que parecían ser jóvenes mujeres.
─ Buenas noches─ pronunciaron ambas con voz monocorde. Era espeluznante que hablaran de forma tan sincronizada.
Yuuki sintió la presencia de la sangre de Sara. Sin duda alguna ellas eran ex-humanas.
─ Buenas noches. ¿Porque interrumpen en mi hogar? ─preguntó de forma cortante a las invasoras.
─ Disculpe nuestro atrevimiento, Yuuki-sama. Venimos a escoltarla.
─ ¿Por qué ustedes deberían acompañarla? ─cuestionó de inmediato el rubio.
─ Kaname Kuran-sama, está atrapado en el edificio de los cazadores. En este momento se llevara un juicio extraordinario en que se requiere la presencia de todos los sangre pura.
Las palabras de la desconocida le inspiraban desconfianza.
Vieron al lobo acercarse de forma sigilosa, sus ojos rojos destilaban fiereza. Las vampiras sintieron un pequeño estremecimiento al verlo. Yuuki se percató en ese momento de que las jóvenes estaban mintiendo. El títere de Kaname estaba presente y el animal parecía reacio ante esas mujeres.
─ Retírense ─ordenó con la voz más firme que pudo emitir. Su orden no surtió efecto, las señoritas seguían ahí. Se suponía, que ellas no podían negarse a su petición.
─ Yuuki-sama, si no es por las buenas, será por las malas.
El lobo aulló al ver a las intrusas exhibiendo sus armas. La castaña las miró, reaccionó al instante. Esos objetos podían matarlos. Sin cuestionarse la sangre pura jaló del brazo a Hanabusa llevándolo al interior de manera abrupta. El rubio ni siquiera tuvo objeción ante la sorpresiva acción de su estudiante.
Bajaron las escaleras y llegaron hasta donde estaba una puerta blanca. Él nunca había estado en esa zona, pero sintió el inminente poder que resguardaba esa puerta.
─ Espere, Yuuki-sama, no podemos entrar ahí ─ dudo el rubio en seguir por ese camino.
─ No te preocupes, mi hermano me dijo que podía resguardarme en este lugar si nos encontrábamos en peligro.
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La risa de Sara resonó en el lugar. Definitivamente ese peón (Kiryuu) era capaz de convertirse en rey. Shizuka no pudo controlarlo, Kaname mucho menos, pero cuando se trataba de esa mujer ambos darían su brazo a torcer.
Kaname sacó a Artemis transformándola en guadaña. El arma daba honor a su nombre con su hoja afilada y para el propósito con el cual fue forjada. Artemisa, la diosa de la caza.
─ ¿Planeas seguir con esta afrenta? ¿No te preocupa la seguridad de tu dulce y gentil princesa?
Zero y Kaname supieron a quién se refería Sara.
─ Ella estará bien ─respondió Kuran.
─ Tu tierna mascota fue eliminada.
─ Lo sé. Nunca debiste enviarlas ─, la voz de Kuran se mantuvo serena.
Sara miró recelosa a Kaname.
El lobo fue destruido por sus simpatizantes, su araña lo había evidenciado. En este preciso momento ellas caminaban en busca de Yuuki y Hanabusa. Sabedora de ello se molestó por el gesto burlesco en los labios de Kuran.
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Las jóvenes vampiras examinaron su entorno. Yuuki sintió su esencia combinada. Con paso lento se dirigían hacia el mausoleo dentro había un ataúd y una pequeña urna sobre este, Kaname Kuran, era lo que tenía grabado la vasija de color blanco.
Hanabusa se sentía inquieto a pesar de que Yuuki le dijo que estarían seguros ahí. Era la primera vez que entraba en ese mausoleo, ni siquiera sabía de su existencia.
Las secuaces de Sara no tardaron en irrumpir en la estancia. La sonrisa que mostraban era desquiciada. Yuuki retrocedió un par de pasos mientras Aidou se colocó enfrente de forma protectora.
─ No sé sobre sus planes señoritas pero, deberían saber que es un pecado intentar dañar a un sangre pura. Si son lo suficientemente listas se irán─, sus palabras eran duras sin embargo, las vampiras lo ignoraron.
Las palabras de Aidou parecían haber alentado a las mujeres para que se adentraran más a la cripta. Ellas caminaban de forma confiada mientras sujetaban férreamente sus armas. Una de ellas sostenía una pequeña pistola, de tamaño similar a la que Zero le había dado tiempo atrás. La otra arrastraba de forma despreocupada la hoja de una katana.
Yuuki estaba a punto de ceder ante sus demandas cuando el ataúd se abrió ligeramente. Los presentes de inmediato se enfocaron en el féretro. Una presencia abominable se expandió de forma voraz.
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─ ¿Qué es eso? ─ masculló Sara.
Todo se había cubierto de oscuridad y los alaridos de terror de sus seguidoras en sus últimos instantes de vida eran los únicos que se escuchaban.
─ Kaname Kuran ─respondió el castaño al ver el rostro preocupado de Sara─. Una existencia tan devastadora como el mismísimo ancestro del que se crearon las armas.
─Eso se alimentara de quienes estén ahí. Su sed es implacable. Incluso a esta distancia la siento. Incluso tu hermana y tu amigo fueron consumidos.
─ No soy responsable de los actos de mi ancestro─ Kaname se salió por la tangente─. Dormir diez mil años no es algo fácil, yo mismo me pregunto qué hará. ¿Consumirá a todos los que encuentre a su paso? ¿Habrá perdido su cordura? ─ negó con la cabeza─. Incluso yo soy incapaz de predecir las acciones de mi querido bisabuelo.
Los ojos de Kiryuu quedaron abiertos ante dichas revelaciones. Intentaba atar los hilos de conversación que mantenían los sangre pura. Lo única certeza que tenía, por lo dicho y por las respuesta frívolas de Kuran, era la muerte de Yuuki.
Algo se quebró dentro de él. Era inevitable. La última vez que vio a Yuuki, ellos prometieron algo. Su solemne juramento: ─Eliminaré a todos los sangres puras.
Por su puesto, la respuesta de Yuuki fue incrédula e infantil ─Entonces siempre huiré de ti.
En ese instante olvidó el motivo de su lucha. Sara, Kuran y el resto de los presentes pasó a segundo plano.
Kuran y Shirabuki se estremecieron. Ambos dirigieron su atención a Zero. Había perdido su típica mirada desafiante. Los ojos del cazador adquirieron un matiz rojo, propio de los vampiros. Estaba perdiendo el raciocinio.
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Cuando los cazadores acudieron a la central notaron como el lugar parecía un campo de guerra. La imagen que mostraba su segundo hogar distaba de ser realista. Los cuerpos de los cazadores estaban esparcidos por todo el lugar.
Kaito se apresuró a revisarlos, los hombres habían sido víctimas del ataque de un vampiro. Era evidente la causa de su muerte, insuficiencia de sangre.
Yagari al ver a sus compañeros caídos cerró sus puños con impotencia. Entonces, escuchó el quejido de una voz femenina.
─ ¿Qué demonios ocurrió aquí? ─ le preguntó Yagari.
─ Fue el vampiro caballero*1─ afirmó Sara Shirabuki con voz temblorosa, el miedo de lo acontecido se notaba reflejado en su mirada.
─ Habla claro. ¿Dónde está Cross?
─ No lo sé ─contestó. Las lágrimas comenzaron a brotar de sus ojos─. Incluso mis adorables hijas fueron víctimas de aquel cazador. Zero Kiryuu.
Todos los hombres presentes estaban furiosos. Yagari y Kaito, quedaron atónitos ante la revelación de la vampira, no habían notado un cambio tan drástico sin embargo, su juicio podría estar obnubilado. Debido a su cercanía con Zero, se negaban a creer que había recaído al nivel E. Los cazadores comenzaron a buscar al cazador fugitivo, esperaban obtener los vestigios que los llevaran a su escondite. Touga miro a la rubia, su voz lastimera era el testimonio que condenaba a su alumno.
Continuará...
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EN RESPUESTA A A-CHAN:
Ya veremos pronto mas interacción entre Kaname y Zero, y si me encanta Sara de villana con planes y onbjetivos muy diferentes al de convertirse en la esposa de Kaname. con respecto a Zero y Yua no revelare nada mas adelante. saludos!
Aclaraciones:
1. Vampiro caballero, hago referencia al título de manga, siempre lo he pensado y el título en definitiva embona a la perfección con Zero.
Notas finales:
1. Incluso yo me quedé con cara de qué demonios escribí. Lo juro, se me fue de las manos este capítulo, espero saber pronto que sucedió.
2. Lo admito, el capítulo iba a ser más largo pero divago solo y me dijo: –Suspenso–. En algún punto de mi falta de ideas comencé a escribir notas finales al azar.
3. Se añaden Yuuki y Hanabusa al destino incierto de este fic, junto con mi desaparecido Kaien.
4. Recuerdo que siempre quise saber que pasaría se alguien entrara al mausoleo de forma ilegal, algunas veces me siento como un mago, me tengo que sacar un as debajo de la manga.
5. Kaname Kuran y Kaname Kuran ancestro. Lo dejaré como reflexión del próximo capítulo.
6. En el capítulo anterior yo también me quede con cara oh my Kat! Apareció Kalamity (Kaname) a salvar el día, o al menos me gusta creerlo así.
7. Vampire Knight memories, sigue destrozando mi corazón. Conclusión: soy masoquista.
8. Espero que los personajes no se vuelvan muy OoC. Me he percatado de que luego a personajes que parecen serios, estoicos y con el carácter de un HIELO terminan siendo convertidos en seres súper opuestos y mayoritariamente terminan siendo una dulce protagonista al estilo Shojo. Claro que eso no pasara aquí, nuestro Zero seguirá teniendo un carácter indómito.
9 . Amor lento. Incluso me fastidia. Qué más quisiera que Kaname y Zero ya se amen.
10. A veces recuerdo que el seiyuu de Aidou es también la voz de Lelouch (mi querido emperador demonio).
11. Después de encontrar los OST de Yami no matsuei, recordé el anime (nada que ver con el fic), hay una escena en el manga donde la autora afirma que la trama es Shojo, pero pues lo que yo vi y leí no entra en Shojo, es yaoi. Esta serie la conocí por una reseña, en la que mencionaban la aparición de vampiros, digan vampiros y ahí me tienen viendo algo.
12. Quiero escribir un fic de Boku no hero academia, después recuerdo todo lo que tengo muchos pendientes y me digo ni un fic más hasta que termines tus fic inconclusos.
13. Wow, me emocione con las notas. Es la primera vez que escribo tantas notas finales.
