Disclaimer: VK, no es mío. Pero si sus personajes fueran míos la historia hubiera sido Yaoi.

Notas de la autora: Soy fan de un anime/manwha llamado "Soul Contract". Lo único bueno es que hay anime va por el capítulo quince, lo malo es que solo dura 15 minutos IoI. Además de que el manwha está en chino.

Curiosamente mi señora madre le dice al anime "chinaderas" y ahora que me he adentrado en la animación china de Soul Contract le diré: –si madre veo chinaderas–.

Beta Reader: como siempre muchas gracias a Silent Miut por betear el capítulo (también gracias a sus amables opiniones).

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CAPÍTULO XV. EN EL ABISMO

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─ Buenos días, Kaname onii-sama.

La mirada de Yuuki se enfocó en su hermano. Esta vez algo le decía que hablarían sin mentiras.

Habitualmente ambos eran capaces de hablar de cosas pequeñas y sencillas no obstante, ella intuía que lo que Kaname quería decirle lo afligía al grado de que su rostro siempre estoico se notaba ligeramente temeroso. Ver a Kaname con ese aspecto inseguro le causaba dolor. Ella se acercó al vampiro hasta sólo quedar a un par de pasos de él.

─ En cuanto despierte Hanabusa hablaremos acerca de mis acciones ─confesó, mientras daba una pausa al silencio.

─ No te preocupes ─aseguró ella─. Te lo dije cuando tuvimos que abandonar la academia Cross, yo caeré contigo.

Las palabras dichas por Yuuki no lo tomaron por sorpresa, ella pese a no comprender las cosas de forma entera siempre se las ingeniaba para decir lo que pensaba. Por esa misma razón, él debía dejar de mentir con respecto a su verdadera identidad.

─ Yuuki, en el interior del mausoleo, ¿Lo viste? ─interrogo el mayor de los Kuran.

La mirada de Yuuki se tornó pensativa, intentando rememorar lo que vio antes de que todo fuera consumido por la oscuridad.

─ Había una urna pequeña y un féretro ─, contesto la menor.

─ Esa urna es la tumba de tu hermano y mi lugar de descanso.

─ ¿A qué te refieres? ─cuestionó insegura.

─ ¿Recuerdas cuándo éramos pequeños? Mamá me molestaba diciendo "frunces el ceño como el abuelo".

Los escasos recuerdos de su niñez acudieron de golpe a su memoria. Intentaba enlazarlo con la revelación de Kaname, aun así no era suficiente. El mundo en sus primeros años de vida siempre estuvo limitado a la habitación subterránea y a sus tres seres consanguíneos. El rostro de su hermano siempre lucia triste cuando su madre decía eso. Juuri algunas veces bromeaba sobre ello al ver el semblante serio de Kaname, su padre le había explicado que era porque Kaname y el abuelo eran sumamente parecidos.

─ Kaname, no comprendo ─musitó─. Cuando dices eso, ¿te refieres a que eres el abuelo? ─especuló, aunque en el fondo, la vampira pensaba que era una tontería.

─ Sí. Irónicamente tu hermano y yo compartimos el mismo nombre. La razón por la que siempre estuviste confinada, sin conocer el mundo exterior, fue por el horrible acto que Rido cometió en contra del primogénito de Haruka y Juuri.

Internamente se encontraba consternada y afligida. No era capaz de articular palabra alguna, al recordar a su tío quien estaba más que muerto un escalofrió le recorrió la columna. Negó con la cabeza, no era el momento de permanecer en silencio.

─ ¿Qué fue lo que hizo? ─Interrogo con el temor grabado en su voz.─ ¿Por qué le temían tanto nuestros padres? ─preguntó en un susurro.

─ Años antes de que tú nacieras Haruka y Juuri decidieron tener descendencia. Nació un bebé al que nombraron Kaname, tu verdadero hermano. Rido, estaba segado por el poder, deseaba la sangre del último ancestro. Pensaba que si bebía de la sangre más antigua no tendría límites. No sé si fue un acto premeditado o no. Rido tomó al bebé y abrió mi cripta, vertiendo la sangre de un inocente. Posiblemente él pensó que después de estar durmiendo tantos siglos me quedaría debilitado, permitiéndole beber de mi sangre pero, se equivocó ─su voz estuvo a punto de quebrarse. ─ Tenía tanta sed que no existía en ese momento ni un gramo de razón en mí. Luego me alimenté de Rido, el de forma burlesca me dijo "en la parte de arriba se encuentran mis hermanos"; vi el cuerpo del bebé cubierto de sangre...

La vampira escuchaba de forma atenta, sin interrumpirlo. Ella intuyó que Kaname se estaba desmoronando. No dudó ni un segundo en abrazarlo. El abrazo fue reconfortante para ambos.

─ Me di cuenta de mi pecado. Mi cuerpo requería más sangre, opté por hacer lo que creí correcto. Mi desgastado y decadente cuerpo lo regresé a una forma en donde no sería capaz de lastimar a nadie más. Me convertí en un bebé sin esperar la lástima o simpatía de mis descendientes, no importaba si Haruka o Juuri decidían matarme.

─ No fue tu culpa ─, expresó sin romper el abrazo. Kaname sintió las finas lágrimas de su hermana derramarse sobre su pecho.

─ Déjame terminar ─pidió con voz suave–. Pese a que Rido mató a tu hermano, el consejo no intervino debido a que Rido gobernaba en lo más alto. Asesinar a un sangre pura recién nacido debió ser tomado como una gran ofensa. Esos seres corruptos no hicieron nada en contra de Rido. Despues de todo alego que Haruka y Juuri estaban mintiendo al ser que ellos tenían al bebé en sus brazos (Kaname ancestro). Tus padres estaban en su derecho de tomar represalias, aun así no podían hacer nada en contra de Rido sin levantar una revuelta interna. Haruka y Juuri siempre fueron muy pacifistas, de haber peleado en contra de Rido, Haruka hubiera muerto y Juuri hubiera sido obligada a casarse con Rido. Sabes que él estaba obsesionado con Juuri. Mantener en secreto tu existencia fue lo único que pudimos hacer.

Un sentimiento cálido inundo el pecho de la menor. En ese preciso momento se sintió tan apreciada.

─ Onii-sama, gracias por contármelo.

Kaname se conmovió ante lo dicho por su descendiente, muchas veces en su cabeza repasaba las posibles acciones que la joven vampira tomaría al saber acerca de su verdadera identidad; era más claro que el agua cual era la relación entre ellos al escuchar a Yuuki, ella lo consideraba su hermano. Acarició la cabeza de Yuuki, en un gesto puramente fraternal. Hubieran continuado hablando de no ser porque notaron la presencia de Seiren.

─ Adelante Seiren ─, ordenó Kuran sin darle oportunidad a la mujer de llamar a la puerta.

La joven entró en la estancia. ─ Kaname-sama, Yuuki-sama ─. Ella inclinó ligeramente la cabeza─. Aidou ha despertado ─comunicó. Ella esperó en silencio las órdenes de su maestro. Sabía que por el estado de Kuran, éste necesitaba hablar con urgencia acerca de Kiryuu.

─ Gracias por avisarnos Seiren. Reúne a todos en la sala.

─ Sí ─fue la escueta respuesta de la vampira antes de abandonar la habitación.

─ Yuuki, no quería agobiarte.

─ No te preocupes, onii-sama. Estaré bien. A mí me preocupas más tú, ¿cuánto tiempo has tenido que soportar esta carga tu solo?

─ Yo…

Antes de que Kaname fuera capaz de emitir una palabra la castaña lo envolvió en un fuerte abrazo. El mayor de los Kuran se dejó envolver en aquel sentimiento, aun así no le había dicho todo a Yuuki, si lo hiciera ella lo terminaría odiando. Quería decirle a ella su pecado más grande aun así no se atrevió y guardo silencio.

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Los dos Kuran salieron de la habitación. Yuuki permitió que Kaname la guiara como si se tratara de una niña pequeña, seguía muy de cerca los pasos de su hermano. La vampira miraba el lugar, le daba la sensación de que al menos por un par de años nadie había vivido ahí. Luces tenues, sin ser en exceso brillantes, iluminaban las paredes desgastadas. En cuanto los hermanos ingresaron a la estancia de la sala, los nobles enfocaron su vista en ellos.

─ Kaname-sama ─musitó Aidou─. Es bueno ver que se encuentra bien ─, añadió el rubio.

─ Gracias, Hanabusa ─. Respondió de forma sincera Kuran─. Hay tantas cosas que no sé por dónde comenzar a explicar.

─ ¿Qué paso con Kiryuu? ─cuestionó inquieto Akatsuki.

─ ¡¿El mausoleo?! ─se precipitó el rubio.

Durante un par de segundos ambos primos se escrutaron con la mirada.

─ ¿Cuál mausoleo? ─replicó curioso Akatsuki.

─ ¿Por qué mencionas a Kiryuu? ─interrogó Aidou.

─ ¿Qué ocurrió con Zero? ─preguntó preocupada Yuuki.

Kuran miró a todos los vampiros. ¿Por dónde debería empezar? El tema de su identidad sólo se lo había confiado a Yuuki. En cambio, a los nobles aunque los conocía desde que era un niño, no quería involucrarlos. Negó mentalmente, posiblemente todos ellos lo seguirían. Era mejor así, de por si la relación que mantenía con los vampiros se debía en gran parte a su estatus como sangre pura, no quería saber qué pasaría si supieran que era un ancestro.

─ Empezare por explicar mis acciones ─confesó Kuran─. Como sabrán todos, maté al matrimonio de los Hanadagi.

Ante la mención del deceso del par de sangres puras, Yuuki y Aidou no comentaron nada. Akatsuki, Ruka y Seiren estaban más que enterados del incidente.

─ En un principio eliminar al consejo anterior fue una solución temporal, el verdadero problema radica en los sangres puras, al ser los únicos seres que pueden crear vampiros. Como sabrán, fue ese mismo motivo el que impulsó a mi ancestro a unirse con los cazadores para lograr una coexistencia pacífica entra ambas especies. Lamentablemente mientras existan seres como yo, eso no será posible. Rido, fue detenido. Pero aún quedan vivos pocos sangres puras.

─ Nosotros lo seguiremos, Kaname-sama ─habló Souen─. Dudo que alguien siquiera dude de nuestra lealtad.

─ Ruka tiene razón. Kaname-sama, nosotros lo apoyaremos. ─Añadió Aidou.

─ Debo preguntar algo ─intervino Akatsuki─. ¿Quiere eliminar a todos los sangres puras?

Ante las palabras del vampiro, los demás nobles se mantuvieron en silencio.

─ Es como tú dices Kain ─respondió Kuran sin afirmar o negar las especulaciones del vampiro.

La observación de Akatsuki los dejó en silencio. ¿Acaso Kaname pensaba morir? Posiblemente, después de todo no negó la pregunta de Akatsuki. Los nobles no se atrevieron a preguntarle nada sobre si el plan también consistía en acabar con el linaje de los Kuran. Radical. Lo que Kuran estaba pretendiendo hacer era riesgoso.

─ Onii-sama ─susurró quedamente Yuuki─. Si es tu decisión, te apoyaré.

Kaname sonrió de forma gentil. Mientras su hermana apretaba la mano del mayor para transmitirle apoyo.

─ Comprenderé si quieren irse ─volvió a sugerir Kuran.

Los rostros de los nobles mostraron su confusión. Una cosa era ayudar a Kaname, pero otra muy distinta es que lo ayudaran a planear su propia muerte. Kaname era su amigo, tal vez si Takuma estuviera presente los podría orientar.

─ Nadie se irá. Onii-sama, tienes muy buenos amigos ─señaló Yuuki. Ella sabía que los nobles, pese a su estupor inicial, no se irían─. ¿Podrías decirnos que te preocupa?

─ Es cierto. Sea cual sea tu decisión, la respetaremos ─intervino Aidou.

─ Gracias a todos ─durante un segundo caviló sus palabras─. Cómo todos sabemos, las armas de los cazadores son capaces de matarnos.

Seiren, Souen y Akatsuki estaban al tanto de la situación del metal madre, sólo Yuuki y Aidou miraron de forma confusa a Kaname.

─ Es un hecho que fue ocultado por los cazadores, el metal madre con el que se fabricaban dichos instrumentos se deterioró y posteriormente dejó de servir para su propósito; entonces dos sangres puras hablaron de forma secreta con los cazadores.

─ Kaname-sama, si me permite interrumpir. Si eso es verdad, los humanos serían los más perjudicados ─masculló Aidou.

─ Es como tú lo dices, Hanabusa. Sin armas anti-vampiros no habría ninguna regulación que limitara a los vampiros. ¿Crees que los sangre pura se quedarían dóciles y quietos? ─interrogó Kuran.

─Lamento mi imprudencia Kaname-sama ─, respondió quedamente Aidou.

─ Shirabuki Sara y Hiou Sakura se ofrecieron a brindar lo necesario para crear un nuevo metal madre.

─ Entonces, eso es lo que hacían en la asociación ─. Susurro en voz queda Yuuki.

─Sí. Las nuevas armas fueron creadas por Hiou. Nuevas armas existen, pero Shirabuki tiene la ventaja. Ante los cazadores quedó como su benefactora, además de que ella es capaz de usar las armas.

La revelación de Kuran comenzó a tomar sentido. Sara quería gobernar; entonces surgiría una guerra interna entre los vampiros.

─ Guerra ─, musitó Aidou, ahora comprendía la magnitud del problema.

─ Exacto ─concedió Kuran─. Shirabuki se resguardo en la sede principal de los cazadores.

─ Debemos idear un plan que nos permita adentrarnos en territorio enemigo ─, declaró Aidou mientras en su mente comenzaba a explorar todas las posibilidades.

─ No funcionará. Lamentablemente fui a frenarla y fracase ─. Las palabras de Kuran se escucharon terriblemente pesimistas. Los vampiros guardaron silencio esperando a Kaname.

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El tiempo se le estaba agotando. Debía hacer algo. Principalmente pensó en usar su propio corazón no obstante, Yuuki quedaría desamparada; sin contar que pese a que los sangres puras eran un número reducido, eran monstruos. El que Shirabuki actuara de "buena fe" y se propusiera seguir los pasos de sus ancestros fue como si su deseo fuera concedido por algún designio. No era alguien ingenuo para creer que Shirabuki era una buena samaritana preocupada por los humanos. Pacientemente esperó la creación del nuevo metal madre y cuando dejó de escuchar la voz de Yua, supo que el nuevo metal madre estaba listo. Decidió adentrarse en el territorio de los cazadores para ponerle fin a los planes de Shirabuki.

Reticentemente volvió a poner sus pies en el edificio. Tan sólo estar ahí le recordaba que Yua ya no existía más. Pese a que incontables armas fueron creadas de su corazón, ningún arma podía ser ella. Lamentaba profundamente no poder recordar el rostro de la vampira, lo mismo iba para sus camaradas, los primeros cazadores de vampiros. Todos sus rostros eran borrosos.

Entonces, cuando por primera vez sostuvo en sus manos a Artemis y Bloody Rose, decidió seguir la fuerte voluntad de Yua: exterminar a los vampiros, aunque él estuviera roto. Con ayuda de sus camaradas estaban logrando terminar con los vampiros, sin embargo el éxtasis experimentado por los humanos no era el propio y fue cuando cometió el error de sentir pena por los vampiros, fue iluso al creer que sería posible una coexistencia pacífica entre ambas especies. Todo había sido para nada. Cuando despertó y recordó su verdadera identidad, quiso darse de golpes contra la pared más cercana. Nada había cambiado.

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─ Shirabuki y sus vampiras atacaron internamente a los cazadores ─relataba Kuran─. Cuando llegue al lugar, Kiryuu le estaba haciendo frente pese a que era superado en número. Al mismo tiempo, Shirabuki envió a dos de sus seguidoras a la mansión. Le había pedido a Yuuki con antelación que si alguna vez su vida corría peligro, entrara al mausoleo familiar.

De inmediato el semblante de Aidou se mostró confuso. Realmente no recordaba mucho. Había sentido una presencia desgarradora llenar el lugar, un sentimiento violento sediento de sangre. Sea lo que fuera se estremeció del miedo al sentir tal presencia asesina.

─ ¿Qué era lo que estaba en ese lugar Kaname-sama? ─preguntó Aidou ansioso.

─ Un títere de sombra ─. Explicó Kuran. Ambos jóvenes vampiros que estuvieron presentes en el incidente supieron de inmediato que Kuran no quería profundizar en el asunto.

Yuuki intentaba mantenerse serena, odiaba ver a Kaname mentir. Eso no era un títere o al menos no uno normal. Había sentido el aura de su hermano durante esos instantes en los que las vampiras fueron devoradas; la presión había sido tal que el ambiente se volvió asfixiante y por ello habían terminado inconscientes.

Aidou no estaba convencido, pero al sentir que su primo tocó su hombro en señal de que no fuera un entrometido, desistió de seguir cuestionando al sangre pura.

─ Sara...─Kuran retomó el hilo de la conversación ─...pensó que Yuuki y Hanabusa estarían desprotegidos, pero como ya sabrán, dejé un títere de sombra. Un títere de Sara fue enviado junto con sus seguidoras por lo que, cuando el mío las destruyó junto con todo lo que encontraba a su paso, ella equivocadamente pensó que Yuuki y Hanabusa tuvieron el mismo destino y no dudó en decirle tal cosa a Kiryuu.

─ Zero ─Yuuki mencionó el nombre del cazador con preocupación.

─ Pensó que estabas muerta ─admitió Kuran─. Sara se lo hizo creer, no tuve oportunidad de decirle la verdad a Kiryuu.

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Odio e ira combinados, no había quedado ningún otro sentimiento proveniente de Kiryuu. Shirabuki se había estremecido. Desde un principio sospechaba que Zero podía ser un poderoso aliado, si no se convertía en su peor enemigo.

La misma Bloody Rose siguió el deseo desenfrenado de su portador. Kuran vio al arma cambiar para convertirse en enredaderas con espinas, sólo los sangres puras fueron lo suficientemente ágiles para evitar la primera oleada arrasadora del arma. Las vampiras que habían acompañado a Shirabuki, quedaron atrapadas y su sangre fue drenada en el acto, Shirabuki vio perecer a sus hijas y el miedo se apoderó momentáneamente de ella.

Un segundo ataque provino del arma, Shirabuki salió volando y terminó estrellándose en una pared de forma violenta.

─ Esto es malo ─susurró Kuran.

La vampira estaba inconsciente. El aspecto que mostraba, aun estando herida, era el de una muñeca de porcelana.

Cómo pudo, Kuran frenó con Artemis el ataque de Bloody Rose, pero ésta comenzaba a enredarse en la hoja de Artemis. Enfocó su vista en Kiryuu, éste al parecer no podía hablar, sólo permanecía de pie mientras apuntaba con la pistola. Artemis crujía mientras era apresada de forma firme por la otra arma. Temió lo peor cuando la hoja de la guadaña empezó a quebrarse para finalmente convertirse en polvo.

─ ¡Maldita sea, Kiryuu reacciona! ─gruñó Kaname, sabiendo de antemano que el cazador era necio. Ni siquiera había obedecido a la propia Shizuka. Los ojos de Kiryuu se notaban distantes, alejados de todos; se estaba negando a escuchar, sólo quedaba el instinto.

Kuran no lo admitiría delante de Kiryuu, pero el cazador tenía razón con respecto a los vampiros. Ellos no eran más que monstruos sedientos de sangre. Bloody Rose era la esencia de Yua, era sólo una pequeña parte de su corazón y, por eso mismo, no era raro que buscara beber sangre.

─ Bloody Rose, detente ─ordeno alzando la voz.

Las vides cubiertas de espinas comenzaron a rodearlo, escalando por sus piernas. Al darse cuenta de que el arma no lo obedecería, sólo le quedaba usar los poderes que obtuvo al alimentarse de otros sangres puras. Congeló las extensiones de Bloody Rose, así como el brazo derecho de Zero, el cual usaba para apuntar con la pistola. Entonces, el arma regreso a su usual apariencia y supo de inmediato que sus poderes no eran suficientes para hacer que Kiryuu desistiera.

─ Eres una amenaza─. Sentenció mientras ambos quedaron frente a frente. Apretó con fuerza el brazo de Kiryuu obligándolo a del arma.

Era lo mínimo que le debía al cazador, una muerte rápida e indolora. Extendió su mano dispuesto a terminar su vida de forma limpia, sin embargo los ojos de Kiryuu regresaron a su habitual color amatista. No supo por qué, pero al ver esos ojos no fue capaz de continuar con su labor. Vaciló. No debía permitirse nuevamente tener dudas. Volvió a apuntar su mano a Kiryuu, un ataque certero en el corazón del ex-humano terminaría con esto.

El sonido de berridos inentendibles evitó que Kuran procediera, Kiryuu aprovechó esa pequeña distracción y se liberó ante el descuido del vampiro. Zero se alejaba corriendo, se movía de forma veloz. Una persecución se inició entre ambos. Kuran no se podía permitir que un vampiro nivel E quedara libre, mucho menos cuando era uno tan poderoso. A la distancia vio a un hombre correr, Kiryuu iba tras el desconocido. Se quedó a pocos pasos de ellos, el hombre se mostraba temeroso, sabía cuál era su destino; comenzó a contorsionarse de dolor, era lógico saber lo que había sucedido con él, se enfrentaba a la transición de humano a vampiro.

─ Mátame Kiryuu… yo simplemente no puedo suicidarme… por favor ─imploró.

No necesitaba palabras para saber lo que el prefecto iba a hacer. No era un acto piadoso como tal, vio a Kiryuu morder el cuello del ex-cazador. La falta de sangre le permitiría al hombre morir como humano. Meditó durante escasos segundos su proceder, aparentemente Kiryuu había recuperado la cordura al ver a su compañero caído.

Tengo que cazar a los sangre pura que llevan oscuridad a otros*1─habló apenas en un susurro, su mirada era melancólica.

Fue como si el tiempo se detuviera. Miró a Kiryuu, sus cabellos plateados, el color de sus ojos.

─ ¡¿Yua?! ─exclamó con alegría y tristeza en su voz, en ese momento no importaba si Kiryuu le estaba apuntando con la pistola. Fue capaz de recordar el rostro de ella. Debía ser porque los cazadores bebieron sangre del ancestro, tal vez una combinación de genes. El parecido era abrumador.

Kiryuu lo miró. El matiz amatista regresó a ser rojo, el cazador se abalanzó sobre el vampiro. Kuran no se inmutó al saber lo que acontecería a continuación, los colmillos de Zero se clavaron de forma ruda en su cuello.

Podía escuchar como su sangre era succionada con vehemencia por Kiryuu. Sorbos largos y desesperados. Eso era lo que significaba ser un vampiro, anhelar más que nada la sangre. Kuran acercó sus manos a la cabeza del contrario.

─ Duerme.

En ese momento tuvo la certeza de que Kiryuu no rebatiría sus palabras. Captó la respiración de Kiryuu regularse. Exhaló con alivio, ahora sólo restaba encargarse de Shirabuki, pero era demasiado tarde. Uno de sus títeres de sombra le había informado que los cazadores estaban entrando al edificio.

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Kaname terminó su relato sin mencionar nada acerca de su verdadera identidad, mucho menos mencionó el nombre de Yua.

─ Tuve que traer a Kiryuu conmigo. Si lo hubiera dejado en este momento estaría muerto.

─ El director no hubiera dejado que nada le pasara─ señaló Yuuki.

─ Posiblemente, pero no vi a Kaien durante el ataque de Sara.

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Podía escuchar los gritos agónicos. Una y otra vez se repetían las balbucientes voces impregnadas de miedo. Lo más factiblemente es que estuviera muerto. Por mucho que intentara hacer algo, sólo permanecía inmóvil o más bien, carecía de cuerpo. En alguna parte leyó que al morir el último sentido en irse era el oído.

Si no fuera por los gritos, la oscuridad total sería demasiado reconfortante.

Sin embargo, los gritos no se detenían. En medio del abismo oscuro, oyó una voz suave no obstante, él se negaba a escucharla.

─ No puedes dejarte caer...

─ Está bien estar en calma ─respondió Kiryuu.

─ No Zero, no estás en calma. Estás escapando de la realidad. No puedes caer ─la voz se volvió firme.

Continuará...

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Aclaraciones.

1. Son las palabras que dice el vampiro ancestro en el manga.

Notas finales:

1. Analizando VK, me puse a pensar. Si el matrimonio de los Kuran eran vampiros fuertes – ¿Por qué no atacaron a Rido?– intente responderlo de la forma más concisa que se me ocurrió, después de todo su hermano mato a su primogénito.

2. Después me dije: ¿Qué destino le depara el fic a mi Hielito-kun y a Kalamity?

3. Kalamity me doy de topes contra la pared por su personalidad (o algo así, me cuesta Kaname y llegue a una conclusión rara que se verá en los capítulos. Ciertamente este fue el capítulo en el que vi más conversador a Kaname).

4 . Soy extremadamente feliz cuando termino de escribir el capítulo, pero la parte difícil es saber que siguen en el siguiente capítulo.

5. Sobre Yuuki, también me doy de topes contra la pared, intentaré manejar su personaje lo mejor que pueda. (Curiosamente antes de que se supiera que Yuuki era una Kuran, veía muy sospechoso el parecido entre Kaname y ella).

8. Debo admitirlo me cuesta escribir peleas.

9. Lo de la parte en la que Kaname opta por matar a Zero ni yo me la esperaba. Fue algo de último minuto a veces me pregunto cómo se me ocurren estas cosas.

10. De alguna forma es uno de los capítulos que más me ha gustado.