Hola banda.

Aquí está el nuevo capítulo. Hay un dato dentro de este capítulo donde sabrán en qué lugar en la línea de tiempo de dragon ball z está transcurriendo el fic. Así que estén atentos.

También, les prometí una sorpresa en este capítulo 7u7, así que sin más, disfruten jeje Y no olviden seguir a mi amiga Michu Paniagua animation en face y Michu_paniagua_z en instagram.

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~ Mi primera vida ~

Capítulo 22:

En el transcurso de los últimos días, habían llegado al Infierno muchas almas. Demasiadas personas murieron, y según les contaron, parecía que en la Tierra alguien estaba matando gente.

Aunque el Infierno era vasto, se notaba un aumento en la población, y Freezer estaba harto de estar rodeado de tantos seres. De hecho, se encontraba hastiado de todo. Su plan no funcionaba; llevaban muchos años allí y no lograban nada. Lo peor era que nadie de su ejército -vivo- había logrado revivirlo. Además, persistían los rumores. A pesar de los golpes que había dado a los soldados que hablaban de eso, e incluso de haberse alejado del androide.

Estaba frustrado y comenzaba a sentir nuevamente la presión de estar atrapado sin salida. Por esa razón, también decidió alejarse lo más posible de todos. Se dirigió hacia un sector sin nada especial, solo un montón de rocas. Descendió y se quedó de pie sobre una roca, con los brazos cruzados, mirando en dirección al paisaje mientras reflexionaba.

Pensó con molestia en por qué su ejército tardaba tanto en revivirlo. Reflexionó sobre quiénes seguían con vida. Pensó en algunos soldados; sin embargo, todos eran unos inútiles. Con eso en mente, se preguntó quién estaría al mando de su ejército. De inmediato, alguien llegó a su mente. Se cuestionó si ese alguien podría liderar su ejército. No, respondió de inmediato.-"Kuriza es muy joven para liderar al ejército."-pensó con cierta melancolía.

Aunque no lo había visto en varios años, Kuriza seguía siendo un niño. Suspiró con inquietud por el bienestar de su hijo, aunque internamente se decía que seguramente estaría bien. Era el futuro emperador del universo, pensó para sí mismo. No tenía por qué preocuparse. Estaba bien, eso lo sabía.

No muy lejos de allí, Cell surcaba los cielos, sintiéndose agobiado también por la cantidad de personas que estaban llegando al Infierno. Al principio, se divirtió cuando unos humanos lo reconocieron y se espantaron con su presencia, pero después de un tiempo, él también se hartó de todos. Volaba con la mente en blanco, simplemente alejándose, hasta que percibió un ki y vio a Freezer a unos metros de él.

Se detuvo en el aire y observó al demonio del frío, reviviendo en su mente todos los pensamientos que había tenido últimamente sobre él: los rumores, la última conversación que tuvieron y la confusión que experimentaba debido a su mezcla de razas.

Freezer mantuvo la mirada perdida por unos segundos hasta que salió de sus pensamientos y finalmente notó la presencia del androide.

Las miradas de ambos se cruzaron; para sorpresa de Cell, el demonio del frío no mostró una reacción de molestia, sino que tenía una mirada de pesadumbre. Sin saber cómo reaccionar ante esta extraña expresión de Freezer, solo atinó a levantar la mano para saludarlo a lo lejos.

Ante esto, Freezer soltó un suspiró y desvió la mirada, antipático como siempre. Cell sonrió ante la actitud de Freezer y, sin pensarlo, se acercó al demonio del frío. Al llegar a su lado, aterrizó en una superficie más baja que Freezer, y aunque este estaba de pie sobre una roca, Cell se veía ligeramente más alto.- ¿Qué haces en este sector desolado?

Al ver que Cell no parecía tener intención de irse, resopló levemente.- No me siento a gusto con tantas personas.-respondió con honestidad-. Y parece que tú tampoco.-mencionó, señalando que él también se dirigía en dirección contraria a la muchedumbre.

- Oh... Tienes razón.-dijo algo sorprendido al notar cómo Freezer podía percibir ese tipo de cosas tan fácilmente.

Por unos segundos, ambos se encontraron en un silencio incómodo, sin saber qué decir. Pues la última vez que hablaron a solas no terminó bien.

Carraspeó, llamando la atención del demonio del frío.-¿Has escuchado los rumores que hay de nosotros? -mencionó con gracia, pensando que Freezer también encontraría graciosos los rumores.

-Algo escuché.-dijo indiferente.- Pero no me interesan las invenciones del ejército, es mejor ignorarlos.

-Creo que es divertido.-mencionó, llamando nuevamente la atención de Freezer, quien de inmediato lo observó desconcertado al oír la palabra "divertido" en la boca del androide.- Desde que comenzaron los rumores, siento que todos me temen más de lo normal.-añadió con una sonrisa ocurrente.-Creen que si somos pareja, sería un desastre debido a nuestra fuerza, y podríamos gobernar todo lo que quisiéramos.

Lo consideró por un segundo; ciertamente, sería un potencial desastre, sin embargo, tan rápido como pensó en esa idea, la descartó.-Por un lado, tienes razón, pero hay algo que no consideraste.-dijo desafiante-. No te necesito para gobernar lo que quiero.

Pese a la mirada seria y retadora, Cell no se inmutó y solo sonrió levemente.- Y yo no quiero conquistar nada.

Resopló con molestia.- Tienes todo ese poder y solo desperdicias tu potencial.-se quejó el demonio del frío.

El androide solo rió por ese comentario; sabía muy bien lo que Freezer pensaba de su poder, y que no haya cambiado de opinión después de todo ese tiempo solo lo hacía un obstinado. Al ver su sonrisa, este bufó con incomodidad.- "Obstinado y gruñón."-pensó, pero se había acostumbrado. Lo cierto es que le agradaba que fuera así.

Tras unos segundos de silencio, el demonio del frío suspiró fuertemente sin ocultar su fastidio.-Deja de mirarme así.

-¿Así cómo? - preguntó sorprendido, sin comprender a qué se refería.

Freezer lo observó un tanto enfurecido, pero parecía hacer un esfuerzo en contenerse.- Espero que ya no pienses en cosas que no son.-le dijo con seriedad.

Rápidamente comprendió que hablaba de su última conversación.- No estoy seguro.-dijo, bajando la vista, algo apenado por aún tener dudas al respecto.- He podido relacionarme con otras personas, como Nappa y Raditz. Sin embargo, no es lo mismo si los comparo contigo. Y sigo sin saber por qué, solo era así...

El demonio del frío se sorprendió por esas palabras tan sinceras, temblándole levemente la voz antes de hablar, disimulando su nerviosismo.- Por supuesto que soy más que esos inútiles saiyajins.-dijo superficialmente.

-Te recuerdo que fuiste derrotado por un saiyajin.-antes de que Freezer le reprochara, Cell se adelantó.- No, espera. Fueron 2 saiyajins.

Se cruzó de brazos furioso, mas al instante se volvió al androide con malicia.- No sé qué es peor, ser derrotado por un saiyajin de linaje puro o por uno mitad saiyajin.-le respondió, devolviéndole el insulto.

El androide desvió la vista, un tanto molesto, recordando su humillante derrota con Gohan. Aunque le molestó levemente su comentario, fue una reacción transitoria, ya que al instante dejó escapar una sonrisa. Nadie le respondía así con la intención de hacerlo enojar, solo Freezer. Sonrió nuevamente sin darse cuenta.- ¿Recuerdas cuando te dije que no me agradabas? - preguntó, al mismo tiempo que recordaba ese momento. Ha pasado mucho tiempo desde entonces. Al cruzar miradas con el demonio del frío, agregó con franqueza- Ahora estoy seguro de que sí me agradas.

Estas palabras tomaron a Freezer de improvisto. Él más que nadie conoce su reputación, su personalidad y su trato hacia quienes lo rodean. Sabía muy bien cuánto temor infunde en los demás. Por lo que nunca alguien le había dicho abiertamente que le agradaba. Y aunque reconoció que Cell era difícil de intimidar, jamás pensó que se sintiera tan a gusto junto a él.

Rápidamente desvió la mirada simulando indiferencia, aunque por dentro se encontraba inquieto y sentía cómo su rostro se abochornaba. Pensaba que podía aceptar un halago, pero a diferencia de los que siempre recibía, sabía que este era real. Lo cual lo inquietaba. Lo irritaba la manera tan confiada con la Cell lo trataba.- Eres un idiota, deja de pensar tonterías.- dijo con molestia, restando importancia al asunto. Pese a sus palabras, aún sentía cómo su rostro se ruborizaba a cada segundo que transcurría.

Avergonzado por su propia reacción, Freezer llevó su mano hacia su sien, cubriendo parte de su rostro en un gesto automático de vergüenza.

Cell lo miró con confusión. El cambio repentino en la actitud de Freezer lo desconcertó. Con anterioridad le expresó abiertamente que no le agradaba y aquello no pareció importarle. Entonces, ¿por qué parecía importarle ahora que le decía lo contrario? Se preguntó inclinándose levemente en busca de la expresión en el rostro del demonio del frío.-¿Freezer?

El demonio del frío, al notar la cercanía del androide, dio un paso atrás, manteniendo su rostro oculto. Maldijo en silencio lo molesto e inconsciente que podía ser el androide.

Cell se acercó nuevamente, esta vez tomando con cuidado la muñeca de Freezer para quitarle la mano del rostro. A pesar de tener su rostro al descubierto, aún evitaba el contacto visual, visiblemente incómodo con la situación.

Soltó su muñeca de inmediato al presenciar de cerca al demonio del frío. Era una expresión distinta, que lo sorprendió. Jamás había visto a Freezer tan sonrojado y tan esquivo. Creía que había hecho más que incomodarlo.- Mm… lo… lo siento.- se disculpó el androide sin pensarlo.

Freezer alzó la vista temeroso, sus rostros quedaron a escasos centímetros de distancia. Un gran nerviosismo que nunca había sentido antes recorrió su cuerpo, sobre todo porque el androide parecía negarse a alejarse.

Los latidos del corazón de Cell resonaban en sus oídos, mientras la tensión palpaba el aire. No recordaba haber estado tan cerca de Freezer. Fugazmente, recordó todas las veces que había creído ver al demonio del frío actuar de manera inusual, pero ese momento sobresalía por encima de todos. No era el Freezer malhumorado o enfadado al que estaba acostumbrado a enfrentar. Este tenía algo diferente: miedo. Su corazón latía aceleradamente, era una sensación extraña que no sabía cómo manejar.

Al percibir el miedo en la mirada de Freezer, sintió un nudo en el estómago. No era la primera vez que el demonio del frío lo miraba con algo de temor, pero esta vez era distinto. Cell tragó saliva nerviosamente, sintiendo cómo su propio cuerpo temblaba ante la cercanía. Si estaba intimidando a Freezer, ¿por qué era él quien se sentía de esa manera?

Cada segundo que transcurre era como si el universo mismo contuviera la respiración ante la proximidad de dos seres que estaban desafiando la lógica y las expectativas. Un eco constante de la ansiedad llenaba al androide mientras se dejaba llevar por una oleada de emociones que ni siquiera entendía por completo. Viéndolo de cerca, cada línea en el rostro de Freezer revelaba una vulnerabilidad inusual, un destello de fragilidad que nunca había presenciado. Era sorprendente cómo la cercanía entre ambos podría revelar aspectos desconocidos de su enemigo. Era como un destello extraño y tentador, pero al mismo tiempo insólito, que le causaba curiosidad.

Lentamente y sin saber porque, guiado por un impulso atrayente, Cell cerró la brecha entre él y Freezer. Fue un avance lento, como si cada paso estuviera cargado de una anticipación que llenaba el espacio entre ellos. Pausadamente sus dedos rozaron el rostro de Freezer, buscando el contacto cálido de su piel.

El demonio del frío experimentó un pequeño sobresalto involuntario ante el contacto, aun así mantenía la mirada fija en el androide. Mientras su cuerpo estaba tenso por la situación, su mente era un completo caos al intentar comprender la intención de esa maniobra. Sin embargo, no podría llegar a una conclusión.

En ese momento, la tenue brisa, antes testigo silencioso, pareció susurrar un eco de complicidad. Los ojos de Cell capturaron la mirada de Freezer, encontrando en esos orbes fríos una mezcla de sorpresa y curiosidad. Como un conquistador que se acerca a un territorio desconocido, el androide se sumergió en la última distancia entre ellos.

El roce de los labios fue ligero, un encuentro apenas perceptible pero cargado de significado. La calidez de ese contacto, contrastada con la frialdad habitual del demonio del frío, quien experimentó una corriente eléctrica a través de ambos.

Ante el más mínimo contacto, la reacción instintiva de Freezer fue presionar los puños para contraatacar rápidamente, sin embargo se quedó paralizado al darse cuenta de que no estaba recibiendo un ataque. La sorpresa se apoderó de él, quedando estático ante la audacia de Cell. La incertidumbre y la confusión se reflejaban en sus ojos, un destello fugaz de emociones que rara vez se mostraban en su fría expresión. Nunca había experimentado una cercanía tan íntima con nadie, y menos aún esperaba recibir un gesto como ese de parte del androide.

Los pensamientos tumultuosos de Cell, esa amalgama de confusiones y deseos que lo habían impulsado a actuar, se desvanecieron por un instante. En ese momento, solo existían ellos. El androide intensificó el contacto para sentir la suavidad de los labios de Freezer, quien, por extraño que parezca, respondió levemente. Una reciprocidad que desafiaba las expectativas.

Aunque la sorpresa lo dejó momentáneamente aturdido, conforme los labios de Cell se encontraban con los suyos, Freezer experimentó una sensación nueva y extrañamente agradable. La gentileza de aquel gesto contrastaba fuertemente con el mundo de violencia y confrontación que conocía. A pesar de su experiencia limitada, la sensación de sus labios encontrándose le resultó inusualmente cálida y de alguna manera, reconfortante. Era un momento tan absorbente que nunca había experimentado antes, como si una pequeña grieta se hubiera abierto en su coraza impenetrable.

La separación fue inevitable, pero la tensión que quedó en el aire no se disipó. Aún envueltos en el silencio, sus miradas se encontraron nuevamente, esta vez con un matiz diferente. ¿Qué habían desencadenado con ese beso? Ni Cell ni Freezer lo sabían, pero en ese momento algo había cambiado entre ellos.

Aun sintiendo su respiración a pocos centímetros de él, el demonio del frío vaciló antes de actuar, no sabía porque estaba apunto de hacer algo así. Una gran confusión reinaba en su mente, al punto de no tener claridad en sus acciones. Debía ser la primera vez en que no se detenía a pensar. Estaba a punto de acercarse, casi rozando los labios de Cell para sentir nuevamente esa sensación. Sin embargo, en ese instante un estruendo repentino en el cielo rompió el hechizo que los envolvía. Ambos se separaron abruptamente, sus miradas se desviaron hacia lo alto, distraídos por completo por la presencia de un ki poderoso que resonaba en el cielo. La curiosidad y la sorpresa se reflejaron en sus rostros, dejando atrás la atmósfera cargada de momentos antes.

Era como si hubiera una pelea en alguna parte del cielo; nubes negras y truenos comenzaron a hacerse presentes a los alrededores. Poco a poco, el suelo también temblaba por la potencia de esos ki que parecían combatir. Era como si el infierno mismo estuviera siendo destruido y el más allá llegaría a su fin. La energía era tan potente que se sentía con claridad, sin embargo, no podían divisar nada por más que se esforzaran.

Ambos palidecieron asombrados por lo que podían sentir en el ambiente. Mantuvieron la mirada fija en el cielo, alertados por cualquier cosa que pudiera acercarse.- ¿Qué es eso? -preguntó el androide un tanto tembloroso por el formidable ki que se manifestaba sobre ellos.

-¿Qué es ese poder? -preguntó el demonio del frío, atónito por la ostentosa energía que percibían. En ese momento, supieron que efectivamente había algo sobre ellos. Entonces, ¿había un cielo o paraíso sobre ellos? Freezer frunció el ceño; su ejército había comprobado que no había nada sobre ellos, pues el cielo parecía ser infinito y no tenía fin.

Mientras el demonio del frío procesaba esta nueva información, Cell rápidamente sujetó a Freezer por el hombro y llevó sus dedos a su frente con la intención de teletransportarse hacia allá, fuera lo que fuera. El demonio del frío se sobresaltó por el contacto y lo observó con una mirada incómoda. De inmediato, hizo un movimiento brusco para quitarse la mano de encima. Sin embargo, el androide no le prestó atención. Estaba pasmado; por más que lo intentara y se concentrara, no daba resultado.- No me puedo teletransportar.- dijo Cell confundido. Podía sentir el ki con claridad, pero aun así no podía ejecutar la técnica. -Hay algo que me bloquea.

Lo observó sorprendido por esta revelación. -¿Dices que hay algo en el cielo que te impide atravesarlo con tu teletransportación? -preguntó más específicamente para estar seguro de la situación. Cell sintió mientras seguía mirando al cielo intrigado.

Rápidamente reflexionó sobre lo ocurrido. Si Cell no se puede teletransportar, había una especie de bloqueo, el cual podía ser el mismo que sus hombres no pudieron pasar. Además, recordó la vez que Goku y Paikuhan aparecieron en el infierno. Ellos debieron pasar por esa barrera, o bien ellos podían atravesar sin problemas al no ser habitantes del infierno. Si querían salir de ahí, debían romper ese bloqueo.

-"¿Cómo romper esa barrera?" -pensó detenidamente hasta que notó la mirada del androide sobre él. Bastó un pequeño instante en que ambos cruzaron las miradas para que sintieran una gran incomodidad debido a la situación. Pese al gran estruendo y posible amenaza sobre ellos, sus pensamientos volvieron a lo ocurrido hace un minuto atrás. Rápidamente, Cell bajó la mirada apenado, y Freezer se cruzó de brazos al mismo tiempo que le daba la espalda.

Nuevamente, nadie dijo nada. La tensión en el ambiente parecía ser más pesada que los eventos catastróficos en el cielo.

El androide apretaba sus puños sin saber qué decir, de vez en cuando miraba de reojo al demonio del frío, y aunque este le daba la espalda, volvía la mirada al suelo avergonzado. No sabía lo que había hecho, no sabía por qué lo hizo y mucho menos lo que lo había provocado. Era un desastre.-Freezer… -lo llamó débilmente, esperando poder justificar lo ocurrido, pero por lo esquivo que demostraba ser el demonio del frío, no sabía si mencionar lo que había ocurrido antes del estruendo.

Inhaló y exhaló profundamente, logrando disipar el rubor que aún mantenía en sus mejillas. Ignorando los hechos, pero aún sin voltearse hacia el androide, finalmente habló. -Te necesito para saber si esta barrera continúa ahí.- dijo con normalidad, como si lo ocurrido nunca hubiera pasado. Su prioridad era su misión principal y nada más. Suspiró levemente, para aún mantenerse firme. -Vamos -ordenó al androide antes de elevarse y volar lejos del lugar y la situación.

Cell no dijo nada, observó perplejo cómo este se alejaba. Estando solo en ese lugar, por fin respiró aliviado. Por un momento, creyó que lo iba a atacar o mínimo que se enfadaría. Pero no, fue todo lo contrario; ni siquiera lo mencionó. Sintió un gran alivio, pero al mismo tiempo una incomodidad al haber ignorado por completo la situación, pues no se sentía capaz de verlo a la cara. Y por lo que parecía, era mutuo. Esta vez no solo había incomodado a Freezer, sino hasta él mismo. ¿Era posible algo así?

Aun así, y con algo de duda, emprendió el vuelo y fue detrás del Emperador. Él no podía explicar lo que pasó, pues era la primera vez que experimentaba una sensación así. Sin embargo, esperaba que el demonio del frío supiera más que él.

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Cuando llegaron al territorio de la nueva cueva de Freezer, se encontraron con algunos soldados de su ejército que lo pusieron al tanto de lo ocurrido; efectivamente, se trataba de una pelea. Pero era aún más curiosa la razón por la que se habían enterado de ello, pues le comentaron sobre una extraña y llamativa esfera gigante que había aparecido como por arte de magia en el infierno.

Dicho esto, se dirigieron a donde se encontraba la esfera. No muy lejos de la cueva, se toparon con la mayoría del ejército y otros habitantes del infierno, incluyendo a unos ogros que observaban anonadados aquella esfera. En esta, ambos villanos pudieron comprender el porqué de la magnitud de la energía que se encontraba sobre ellos. Pues, se podían ver imágenes de una gran batalla.

Aunque Cell aún se encontraba nervioso por lo ocurrido y guardaba su distancia con el demonio del frío, sin embargo, al ver la batalla que se libraba, logró alejar esos pensamientos confusos por unos instantes. El androide se sorprendió bastante por la brutal batalla que observaba, pero aun así, pudo mantener la seriedad. No solo por distinguir a uno de los peleadores, sino por el nivel actual que tenía. Era impresionante ver cómo había llegado tan lejos.

Por otro lado, Freezer, al igual que los demás, no pudo ocultar su sorpresa y desconcierto. Era Goku. Él se encontraba librando la batalla que hacía estremecer el cielo y el infierno. Después de salir de su trance, presionó con fuerza sus puños conteniendo el odio.- Como odio ese sujeto. Él fue el que destruyó todos mis sueños.- dijo con tanta rabia que hasta las venas se marcaban en su frente.- Que pierda esa batalla, ¡que lo maten! - exclamó enfadado al ver cómo el saiyajin había alcanzado tal nivel de poder. Hasta ese punto, siempre quiso vengarse de Goku. Y el androide tuvo razón al ver cómo este estaría vivo después de varios años. Pero ya no le importaba si otro sujeto era quien lo mataba. Solo quería verlo perder.

Pareciendo imperturbable, el androide entrecerró los ojos intentando disimular la molestia que esta batalla le causaba.-Aun así estoy sorprendido. No me imaginaba que alguien tuviera una batalla más asombrosa que la mía.- dijo al pensar que, aunque hubiera alguien más fuerte que él, pudiera causar tal desastre y un ki tan estrepitoso. Ciertamente, solo con ver esta batalla, sentía que su orgullo había sido lastimado.

En ese instante, un sujeto bajo de estatura se acercó a todos los que presenciaban la batalla, con una risa curiosa llamó la atención de todos los presentes.- Por si no lo sabían, es una de mis creaciones. Su nombre es Majin Buu.

Aunque Freezer siguió escuchando al sujeto y su forma presumida de hablar, su mente aún procesaba lo que acababa de decir.-"Majin Buu " .-se dijo a sí mismo con preocupación. Rápidamente cruzó miradas con su padre, que se encontraba a su lado. Ninguno dijo nada al respecto, pero sabían perfectamente que ese ser era uno con el que no les convenía enfrentarse. Pero aun así, ahí estaba Goku, batallando contra él.

Continuaron observando la batalla con gran expectación. Aunque la mayoría mostraba su apoyo a Majin Buu, para su desgracia, fue el saiyajin quien finalmente lo derrotó con la ayuda de Vegeta y las esferas del dragón.

Tras la conclusión del enfrentamiento, los soldados comenzaron a intercambiar comentarios entre ellos sobre la pelea. Algunos expresaban que sintieron que estuvieron al borde de la desaparición, mientras otros especulaban sobre la posibilidad de que el saiyajin pudiera haber matado a Vegeta junto con Majin Buu.

Freezer, por su parte, se limitó a cruzarse de brazos mientras observaba la esfera con odio palpable.- Qué fastidio.- murmuró con gran molestia por el desenlace de la batalla. Realmente esperaba que el saiyajin hubiera perdido la vida.

El androide había analizado detenidamente toda la pelea, centrándose especialmente en Goku. La asombrosa fuerza que ahora poseía el saiyajin lo llevó a reflexionar sobre su propio potencial. La idea de alcanzar ese nivel, considerando su herencia saiyajin, le arrancó una leve sonrisa reconfortante. La posibilidad de superarse aún más mediante el entrenamiento se dibujaba ante él. Sin pensarlo, volvió su mirada hacia el demonio del frío.-¿Lo ves? Te dije que revivirán a Goku.-comentó a Freezer, quien lo miró instintivamente.-Ahora podrás matarlo cuando tu ejército te resucite.-añadió con naturalidad, como si la incomodidad entre ellos nunca hubiera sucedido.

Frente a esto, Freezer desvió la mirada alarmado, sin prestar atención al comentario. El androide parecía haber superado lo ocurrido, ¿o tal vez lo consideraría algo normal? Freezer no sabía qué pensaría el androide acerca de sus acciones y no quería saberlo, y mucho menos rodeado de su ejército.

Por un instante, Cell observó con extrañeza al demonio del frío, hasta que rápidamente captó su actitud. Al igual que él, desvió la mirada y dio algunos pasos alejándose. La intensidad de la pelea los había absorbido por completo, y Cell, en su entusiasmo, olvidó temporalmente el tenso episodio entre ambos.

-¿Creen que ese Majin Buu pueda aparecer acá en el infierno? .-se preguntó uno de los soldados. Aunque dirigió la pregunta a uno de sus compañeros, todos quedaron en silencio considerando esa posibilidad.

-Majin Buu es la encarnación de todo lo malo del mundo. Por supuesto que podría llegar hasta acá.-mencionó Babidi, intentando evidenciar lo obvio, aunque por dentro temblaba de miedo por su propia declaración. No deseaba volver a ver a Majin Buu.

Dicha afirmación comenzó a inquietar a todos a su alrededor. Habían presenciado la pelea y conocían la fuerza del ser en cuestión, pero más que su poder, lo que más les infundía temor era su personalidad. Era como un animal salvaje que actuaba por instinto, sumado a toda la maldad que llevaba dentro.

Por un lado, Freezer consideró bastante la fuerza de Majin Buu; sin embargo, pensaba que era alguien demasiado desequilibrado como para convencerlo de unirse a su ejército. Sinceramente, no creía que pudiera controlarlo.

Mientras que a Cell le preocupaba la idea de que ese individuo fuera más fuerte que él, aunque no podía negar que le interesaba la posibilidad de enfrentarse a él. De igual manera, lo inquietaba aún más el hecho de que parecía un demente. No sentía que fuera apto para tenerlo como compañero de entrenamiento. Suspiró sin saber qué pensar al respecto. ¿Qué hacer cuando Majin Buu llegará al infierno?

Freezer observó de reojo al androide, quien parecía sumido en sus pensamientos. Frunció levemente el ceño. Seguía sin entender por qué Cell se atrevió a tener ese tipo de cercanía con él, pero no perdería el tiempo con cosas insignificantes como esas. Levantó la vista hacia los soldados.-Todos a la cueva.- ordenó el demonio del frío en voz alta a todo el ejército. Prefería concentrarse en su nuevo hallazgo, ya que así tendrían una posibilidad de salir de aquel lugar. Debía descubrir cómo derribar esa barrera, pensó antes de emprender el vuelo de regreso a la cueva para empezar a planear una estrategia.

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Mientras los soldados se congregaban en las afueras de la cueva, Freezer se dirigió personalmente a aquellos que envió a explorar el cielo desde la primera vez que llegaron. Aunque habían pasado años desde entonces, no recordaban haber visto o sentido algo fuera de lo común. Ninguna pista o información que indicara la existencia de una barrera.

El demonio del frío asumió que, aunque no hubiera rastros tangibles en el cielo, el infierno debía contar con algún sistema de seguridad para evitar que escaparan, incluyendo una barrera que les impidiera traspasar al cielo. Por lo que decidido y confiado en sus deducciones, compartió los detalles del problema con todos los soldados, quienes escuchaban con emoción ante la perspectiva de encontrar una salida. Se dejó claro que algo en el cielo estaba siendo protegido, por lo que a partir de ese momento, su objetivo principal sería descubrir cómo atravesar esa barrera.

En medio de la expectación, algunos soldados murmuraban entre ellos, especulando sobre la naturaleza de la barrera y las posibles soluciones. Freezer observó la inquietud y la esperanza en sus rostros, comprendiendo que esta nueva misión les ofrecía una oportunidad de escapar del confinamiento del infierno.

Los soldados se aproximaron al cielo, desesperados por encontrar cualquier indicio de la elusiva barrera. Algunos volaron lo más lejos posible, explorando el vasto cielo en busca de pistas. Sin embargo, los minutos pasaron sin éxito, y varios intentos fallidos llevaron a algunos a quedarse en el aire, observando impotentes cómo otros se alejaban en vano.

Butter, entre ellos, reflexionaba sobre la situación mientras veía a sus compañeros perderse en la lejanía. De repente, un golpe en la cabeza lo desconcertó. -¡¿Qué te pasa?! -exclamó a Jeice, quien se había chocado contra él. Aunque ambos se veían perplejos, se dieron cuenta de que algo extraño estaba sucediendo.

-Pero tú estabas... -comenzó a decir Jeice, señalando hacia atrás. Butter se había quedado rezagado, ¿cómo había llegado ahí?

-Tú estabas... -dijo Butter, señalando hacia adelante. ¿En qué momento retrocedieron? Mientras se miraban con confusión, los soldados que acababan de marcharse volvieron a su alrededor, provocando una confusión general entre todos.

Aunque este fenómeno había sido un descubrimiento o "avance", pasaron días sin descanso intentando comprender por qué ocurría. La desesperación los llevó a lanzar ataques hacia el cielo, pero no obtuvieron ninguna señal a su favor. La incertidumbre y la frustración comenzaron a apoderarse de ellos, mientras seguían atrapados en ese misterioso lugar.

El androide observaba desde una elevación rocosa, a pocos metros de la cueva, como los soldados lidiaban con el enigma del cielo. En los últimos días, sus pensamientos oscilaban entre la preocupación por la posible aparición de Majin Buu en el infierno, la falta de rastros de la misteriosa "barrera" y, por supuesto, lo que había sucedido con Freezer.

En cuanto a Majin Buu, no había señales de su presencia. Existía la posibilidad de que hubieran decidido no enviarlo al infierno, quizás porque otros también lo consideraban un demente. Con ese tema temporalmente resuelto, el androide centró su atención en los otros dos problemas que ocupaban su mente. Observaba a los soldados interactuar con el cielo, pero de vez en cuando, echaba un vistazo furtivo al demonio del frío, que se encontraba a varios metros de distancia. Freezer también supervisaba la situación, interactuando con los soldados y consultando a los científicos en busca de algún avance.

Por su parte, Freezer experimentó un alivio al no detectar la presencia de Majin Buu. Lo último que necesitaba, era la presencia y amenaza de un ser más poderoso que desafíe su autoridad. Sin embargo, estaría alerta ante cualquier rastro de ese ser. No era alguien a quien pudiera controlar, pensó para su disgusto. Apenas podía con el androide, a quien aún podía controlar en ciertas ocasiones. Al pensar en él inconscientemente miró en su dirección e inevitablemente recordó el incidente del beso. ¿Qué había significado eso? Siempre había considerado a Cell intrépido y osado, pero ahora pensaba que era simplemente un idiota que actuaba sin pensar. En ese instante, el androide volvió la mirada hacia él, provocando que Freezer apartara la vista con enojo. Necesitaba concentrarse.

Cell bajó la mirada, sintiéndose apenado por la reacción de Freezer. Comprendía el significado de un beso; no era tan ingenuo. Aunque solo tenía conocimientos básicos sobre el comportamiento humano en la Tierra, adquiridos a través de libros, información académica y hechos conocidos, entendía las implicaciones del gesto. Sin embargo, no comprendía por qué reaccionó así. No se detuvo a pensarlo, simplemente actuó por impulso.

Sabía que ese tipo de actos eran propios de personas involucradas en una relación romántica. También tenía claro que él no buscaba una relación de pareja con Freezer. La idea le volvía a causar escalofríos. Solo quería comprender lo que sentía por él, esa sensación y sentimiento que lo habían estado molestando últimamente. Pero, al haberlo besado con conocimiento de su significado, ¿será que su subconsciente le indica que quiere ese tipo de relación con Freezer?

La sola pregunta provocó que un sonrojo cubriera su rostro. Sacudió la cabeza para quitarse esas ideas de la mente y volvió a mirar de reojo a Freezer.-"No es posible... Además, él me odia"- se dijo a sí mismo, o al menos eso creía. Incluso se le pasó por la mente que un beso no tendría el mismo significado para él, siendo extraterrestre. ¿Podría tener otro significado para los demonios del frío? Suspiró molesto. Este tipo de choques "culturales" empezaban a fastidiarlo, y se negaba a preguntar acerca de eso a nadie, sintiendo que ya había hecho el ridículo bastante con los soldados. Y ahora también se sentía de esa manera preocupándose por ese tipo de cosas.

Se elevó de la roca y se aproximó en dirección del demonio del frío. Era algo que solo podía hablar con Freezer, ya que, como lo pensó inicialmente, él debía comprender más. - "Aún no sé qué es lo que siento." - se dijo, acercándose decidido hacia Freezer. - "Pero no puedo descartar nada."

Al aproximarse, este lo miró con su característica expresión de desdén y frialdad. Cell, sintiendo la tensión en el ambiente, se quedó en silencio por unos segundos incómodos mientras el nerviosismo recorría su cuerpo.

-Yo… lamento lo que sucedió... - murmuró Cell, buscando romper el hielo.

Freezer, sin embargo, levantó la mano en señal de guardar silencio, interrumpiendo de manera tajante.- Eso no pasó.- ordenó con firmeza.

-¿Qué? - la confusión se reflejó en la expresión de Cell.

Altaneramente, Freezer juntó las manos detrás de su espalda, adoptando una postura de indiferencia.- Lo mejor sería olvidarlo. Es lo mejor para los dos.- sentenció. Sabía que el androide se parecía bastante a él, por lo que sabía que era capaz de aparentar normalidad y seguir adelante, incluso después de momentos incómodos. Igual que él.

Cell se quedó sin palabras, procesando la sugerencia de Freezer.¿Olvidarlo sin más?-Mm…- Aunque fuera así, tenía más dudas al respecto.- ¿Y no te molestó? - preguntó, tratando de entender su reacción.

Internamente, Freezer estaba irritado, pero prefirió no expresarlo abiertamente.- ¿Molestar? ¿En serio? - volvió su vista directamente hacia el androide, marcándose la típica vena en su frente y bufando exasperado. No quería crear un escándalo, especialmente delante del ejército.- No vuelvas a hacer eso.- le dijo seriamente. Con una mirada de desprecio tan imperturbable que congeló al androide al instante.

El androide se sintió indefenso ante esas palabras. La actitud agresiva del emperador provocó un escalofrío que recorrió su espina dorsal. Su corazón latía con fuerza, recordando aquella vez que el demonio del frío lo había intimidado hasta cierto punto de hacerlo dudar de sus sentimientos. Desvió levemente la vista al sentir cómo su rostro comenzaba a calentarse. El recuerdo de la intimidación pasada se mezcló con la tensión actual. A pesar de su habilidad para controlar la situación en el campo de batalla, la actitud de Freezer lograba despertar esa sensación de vulnerabilidad en él. No pudo hacer más que cerrar sus puños temblorosos para controlar la sensación que experimentaba.

Antes de que Cell pudiera responder, el demonio del frío le dio la espalda y se dirigió hacia la entrada de la cueva, donde estaban los científicos, esperando que tuvieran un avance. El androide se quedó en silencio mientras descendía poco a poco hasta finalmente llegar al suelo.

Mientras observaba a Freezer alejarse, se sintió más inquieto que nunca. Aunque ordenó que lo ocurrido sea algo que iban a ignorar, no se creía capaz de lograrlo. Incluso, no creía que podría volver a entrenar con él sin recordar lo que pasó. La tensión entre ellos había cambiado, y no estaba seguro de cómo manejarlo, y mucho menos hacia dónde los llevaría.

-¿Hay alguna novedad? - preguntó una voz detrás de él.

Cell se volteó alarmado para encontrarse con King Cold. Balbuceó antes de hablar. -No, aún no. - contestó lo más normal que pudo. No sabía si los había escuchado. -No siento nada…

-Ya veo. - dijo King Cold con la mirada pensativa, luego volvió la vista al androide. Este se sobresaltó al ser observado. -¿Ocurre algo?

Desvió la mirada. -No es nada...- mientras se cruzaba de brazos.

El demonio del frío lo observó desconfiado, para luego alzar su vista hacia su hijo. Luego, nuevamente a Cell. Reconoció que era la misma reacción de Freezer cuando obviamente le ocurría algo. No era quien para interrogar al androide, pero se dijo a sí mismo que lo tendría vigilado

Por otro lado, el Dr. Gero, junto con otros científicos del ejército, construyeron rápidamente un aparato. Esperaban detectar alguna reacción cuando los soldados "activaran" ese mecanismo de defensa en el cielo. Sin embargo, no se registraba ninguna reacción de ningún modo.- No tiene sentido ni lógica.- mencionó el Dr. Gero al ver que nuevamente no aparecía ningún dato en la pantalla.

-Tal vez no hay una barrera como tal.-sugirió otro científico ante esa probabilidad.

-¿Como que no hay barrera?-se preguntó el Dr. Gero incrédulo, pues obviamente algo había en el cielo.

-¿Acaso ves pruebas de que sí lo hay?

Frunció el ceño. Era extraño, pero la falta de pruebas no significaba que no ocurriera un evento curioso en el cielo.- Es como magia - se dijo, aunque fuera así, debería haber una forma científica de abordarlo.

Freezer, que los escuchaba a unos pocos metros, pensó de inmediato: "¿Magia?" .-Al instante recordó al pequeño sujeto que vieron antes, Babidi. Después de presenciar la batalla en la esfera, no lo había vuelto a ver. Durante la pelea, muchas personas desaparecieron debido al deseo que pidieron con las esferas del dragón. Aun así, no creía que hubiera desaparecido como los demás. - "No debe estar lejos" - pensó antes de darles la espalda a los científicos y emprender el vuelo.

Se dirigió en busca de Babidi, consciente de la necesidad de cautela al tratar con alguien que poseía "magia". Tras una reducida búsqueda lo halló bastante cerca de la esfera, que aún seguía en el mismo lugar. Después de una breve pero intensa conversación, logró persuadir a Babidi para que se uniera a su ejército. Aunque ese hechicero no parecía alguien fuerte, no debía bajar la guardia, pues debía tener cuidado con esa "magia" que poseía. No sabía que era capaz de hacer.

Para sorpresa del ejército, Freezer apareció acompañado por Babidi. Se unieron a los soldados que aún buscaban respuestas en el cielo. Babidi examinó el entorno y se elevó lentamente, captando la atención de todos. Levantó las manos, concentrándose en la búsqueda, hasta detenerse de repente y retroceder unos metros para comprobar. -Aquí hay algo.-declaro.

Los soldados observaron asombrados al supuesto mago, capaz de percibir lo que ellos no podían. Babidi continuó con sus movimientos de manos y, finalmente, lanzó un hechizo. -¡Pa-parapa!- Hubo un silencio expectante, pero nada sucedió. Los soldados suspiraron decepcionados, pero el hechicero se volvió nervioso hacia Freezer, quien lo miraba con seriedad. -Está bien, creo que ese no era el hechizo indicado. Pero creo saber cómo quitar este obstáculo, solo que me tomará un tiempo.-aclaró finalmente.

Freezer, aunque seguía observando con seriedad, dejó escapar un suspiro. -Bien.-dijo con indiferencia, sorprendiendo a todos presentes. -Mantenme informado. -añadió antes de darle la espalda. -Vamos. -ordenó a los soldados, quienes siguieron al emperador, dejando a Babidi solo en el cielo.

A pesar de confiarle el asunto al hechicero, Freezer ordenó a unos soldados mantenerlo vigilado. Mientras que mandó a convocar a todos los soldados restantes para planear una posible invasión al cielo. Por lo que en poco tiempo, ya estaban reunidos alrededor de la cueva.

Freezer se adelantó unos pasos, imponiendo su figura sobre los soldados congregados. -No pienso quedarme aquí para siempre. -Sus ojos fríos escudriñaron a cada uno de ellos. -Hay algo en el cielo, y vamos a invadirlo para escapar de este lugar.-añadió, marcando su determinación. -¡Todo está en juego! Así que espero una ejecución perfecta en esta misión.

Una pausa se hizo presente, pero antes de que pudiera continuar, un agudo ruido retumbó en el cielo, resonando extrañamente en todas direcciones. Las miradas se alzaron hacia lo alto, buscando el origen de aquel eco desconcertante.

Sorpresa invadió a los soldados al presenciar una grieta monumental que se abría en el cielo, extendiéndose con fracturas más pequeñas que se adherían a la principal. Después de unos segundos de expectación, una porción del firmamento se desprendió en fragmentos de diversos tamaños.

Freezer, anonadado, contempló cómo la barrera celestial literalmente se desmoronaba. Suspiró con hastío, aunque esperaba este desenlace, no anticipó que el hechicero rompería la barrera con tanta rapidez.-"No es algo que los encargados del infierno pasarían por alto."-reflexionó con gran molestia, consciente de que este estruendo no había pasado desapercibido para los habitantes del infierno. Sin embargo, no podían permitirse demoras; debían actuar antes de que se dieran cuenta y volvieran a cerrar la barrera.

Elevándose hacia el cielo, Freezer se detuvo por un instante para dirigirse a sus tropas. -¡Vamos! -exclamó, dando la orden al ejército. Era hora de atacar.

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¡SORPRESA! ¡No se enojen! jaja No, en serio. No se enojen pipipi Enojense con Majin Buu que cago el momento xD Y también enojense con Freezer, él lo negó todo. Algo que según yo, es algo que Freezer haría. Ahora que lo pienso, Freezer las caga todo el rato jaja

Y si, en la línea de tiempo se encuentran en la saga de majin buu. Y si, para Freezer han pasado 10 años en el infierno y para Cell pasaron como 7 años. Como pasa el tiempo…

Espero que no estén tan enojados, pero también espero que les haya gustado el capítulo. De alguna forma jeje Y como ven, en el próximo capítulo habrá pelea (lloro por dentro pipipi) pero espero que todo salga bien.

El próximo capítulo se publicará e de marzo. Así que estén atentos. Abrazos y besos. Nos leemos. Bye bye.