Disclamer: Digimon y Digimon 02 no me pertenecen, son propiedad del grupo de creativos llamado Akiyoshi Hongo (que son: Aki Maita, Akihiro Yokoi y Takeishi Hongo.) al igual que todos los personajes de esta obra son propiedad de ellos y Toei animation.

N/A: Primer capituló, espero les guste.

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Cap 1: Seguir adelante.

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El cielo despejado, lleno de nubes, y con los últimos rayos de Sol en Odaiba, coloreaban el escenario de ese atardecer en tonalidades naranjas, algo púrpuras y también colores azules, un muy bello cuadro si le preguntan a cualquiera.

Pero para Taichi Yagami, esa tarde le recordaba a un momento bastante amargo de su vida, uno que a la fecha, le era difícil de asimilar.

A sus 23 años, el chico de tez morena y cabellos alborotados regresaba de la facultad, caminando a paso tranquilo a su departamento, mientras miraba el cielo. Estaba en sus últimos semestres de la universidad, cada día era más extenuaste que el otro, pero la determinación del portador del emblema del valor lo motivaban a no dar marcha atrás. Nadie se hubiera imaginado que el impulsivo, valiente, escandaloso y amante de fútbol, Taichi Yagami estaría encaminando su vida profesional como diplomático en las relaciones humanas-Digimon.

No era secreto para nadie que este cambio había sido con todos los elegidos, cada uno encaminado hacia un destino distinto al que cualquiera se esperaría… menos Joe, el siempre tuvo claro lo que sería.

El atardecer seguía siendo contemplado por Taichi, quien ver ese atardecer, solo le trae ese momento que lo marcó, como uno de los más dolorosos.

— Me preguntó… si Yamato, lo está llevando mejor que yo — Se preguntó a sí mismo, mientras continuaba caminando.

Los días eran casi todos iguales, a veces salía con Yamato para poder ir a beber y comer asado de vez en cuando, aunque las responsabilidades académicas con la carrera de su amigo había propiciado que ambos dejaran de frecuentarse. Sora por otro lado estaba igual de enfocada en su trabajo como florista, y era claro, la relación entre sus dos mejores amigos daba lugar a que Taichi no fuera un mal tercio.

De vez en cuando pasaba a la oficina de Koushiro, para poder charlar, pero era rara la ocasión en que su amigo fanático de la tecnología no estuviera más metido en la pantalla, que en la platica, todo mientras Tentomon solo se dedicaba a ayudarlo en lo que podía y manteniendo limpio el lugar.

Joe no se diga, como médico era muy reducido su tiempo libre, Takeru pasaba más y más tiempo en sus escritos los cuales parecían tener un camino más profesional.

— Quizás deba llamar a casa… saber cómo están Hikari y mamá — Se dijo a sí mismo mientras descansaba recostado en su cama.

Al marcar a casa, su hermana respondió, y claro siempre del mejor humor para atender a su querido hermano mayor. Luego de una plática para ponerse al día, y saber como estaban, y sobre todo oír a si madre reclamarle por no irla a visitar y saber si estaba comiendo bien, Taichi tuvo en claro que no había novedad afortunadamente.

Pronto su hermana decidiría qué carrera tomar y ella también tendría sus propias ocupaciones, al igual que Daisuke y los demás.

Pensó en hablarles, pero sabía que estaban en su propio mundo, aún eran jóvenes… ellos aún estaban en su mejor momento, junto a V-Mon, Hougmon, Armadillomon, Tailmon y Patamon… Si, aún junto a ellos…

— Como desearía saber cómo prepararlos para lo que vendrá… — Se dijo a sí mismo, para después mirar su bandeja de entrada en mensajes.

— Yamato… – Taichi abrió el mensaje.

"¿Que tal?… Lamento no haber podido reunirnos esta semana, eh empezado mis exámenes de aptitud para el programa espacial, pero nos reunimos la siguiente semana, saludos"

Escueto, como Ishida siempre solía ser, pero conciso, lo cual hizo sonreír a Taichi, pues su amigo siempre sería así, lo cual lo hizo sentir con alivio pues solo pudo imaginar que Yamato lidió con la realidad de la mejor forma, y es que claro, Sora estaba ahí, para el… ambos pasando por lo mismo y logrando sobrellevar la pérdida… Gabumon y Piyomon estarían felices por eso.

Pero Taichi claramente no podía (nuevamente reiterando) hacer el mal tercio, ya no, ya no eran niños y ahora eran adultos, debían lidiar a su manera, y claro, Taichi debía hacer eso también.

Taichi respondió el mensaje con un, "Claro, sin problema, nos veremos después"

Mientras cerraba el mensaje y miraba sus demás contactos, miró uno en específico, y no pudo ocultar la sonrisa llena de melancolía y a la vez gracia.

Mimi Tachikawa, ese era el nombre que vio, y claro sólo ella podía ser la persona que hiciera que Taichi riera, pues desde que la conoce, siempre ha tenido en la mente que Mimi era la chica que podía sobrellevar cualquier crisis con una sonrisa optimista y siempre tratando de ver lo mejor de cada situación.

Mimi había logrado lo que para muchos era evidente, llevar su alegria y optimismo más haya, pues su negocio en línea iba de lo mejor, y eso la había llevado a tener siempre su agenda llena.

— ¿A caso?… – Dudo unos instantes, pero quizás no sería mala idea

La idea de Taichi fue enviarle un mensaje a la chica, y ver si respondía, no sabía porque la idea vino así de la nada pero lo hizo.

"Hola princesa… ¿Como va la vida de la realeza de las ventas?"

Un mensaje muy, "Taichi", el sabía que ella detestaba ese sobrenombre, así qué simplemente quizo picarla, aunque Yagami estaba consciente, quizás no vería siquiera el mensaje, su negocio era muy atareado y… ¡Respondió enseguida!.

— ¿Eh?… sí que es rápida… – Taichi abrió el mensaje.

"¡¡No me digas así!! ¡¿Que tal?! ¡Estaré el fin de semana en Japón! ¡Si estás libre podemos ir a comer algo! Pero tú pagas la cena y el boleto de avión

Mimi"

Si, esa era ella, y nuevamente veloz para contestar, aunque claro, eso no sorprendió a Taichi, pero también fue para él un "¿eso que fue?" ¿porque ahora de la nada tiene una salida con Mimi Tachikawa?

No se malinterprete, a él no le desagrada ver a sus amigos, quien quiera que sea, pero no es como que exactamente salir a solas con Mimi fuera algo que estuviera en sus planes… de hecho eso era algo antinatural.

Pero no estaría mal, salir con alguien del grupo nuevamente, y para ser honestos, ni él ni ella se habían visto mucho desde que ella se fue a Estados Unidos, no sería algo malo ponerse al día.

Era sábado, Taichi había ido al aeropuerto por Mimi, se lo debía después de aquella última vez que ella llegó para ir a verlo jugar. Si, había ocurrido el ataque de los Kuwagamon y todo, pero igual sentía que se lo debía.

Eran las 5 de la tarde, y entonces vio a la chica de cabellera castaña bajar por las escaleras eléctricas, mientras miraba su celular y sus mensajes.

Al verla Taichi se acercó para recibirla al bajar las escaleras, mientras ella solamente mantenía sus ojos en la pantalla, hasta que por fin lo vio.

— ¡Taichi!, ¡Hola! – Tan enérgica como siempre, se acercó con su bolso (al parecer el único equipaje que llevaba) hasta acercarse y abrazar a su amigo.

— Ho-la Mimi… ¿como estas? – Saludo el chico sonriendo ante la energía de la chica.

— ¡Todo increíble! Vaya, esta vez si viniste por mi, parece que estás madurando Taichi Yagami… – Comentó con un tono jocoso ella.

— Está bien, entiendo entiendo… ¿Que tal el viaje? – preguntó el moreno mientras comenzaban a caminar hacia la salida.

— Muy cómodo, la verdad viajar en clase ejecutiva es muy cómodo, buena comida y cabinas individuales ¡Son lo mejor!… Por cierto, me debes el boleto…

— ¡¿Queeee?!… – Minutos después, ambos estaban en un restaurante, habían ido por algo muy japonés… Ramen.

— Clase ejecutiva ¿eh? Entonces si te va bien con el negocio en línea – Decía Taichi mientras dividía sus palillos.

— ¡Oh si! Todo va tan bien, es increíble la cantidad de gente que compra en línea, les facilita la vida, me va tan bien que por eso pude escaparme a Odiabia este fin de semana.

— Eso es increíble Mimi, es bueno saber que te va tan bien

— ¿Y que hay de ti Taichi? La carrera va bien supongo – Preguntó con genuino interés la chica.

— Si, estoy a unos meses de concluir.

— Lo se, Hikari me comentó sobre eso, "Relaciones Humano-Digimon", interesante esa tesis.

Taichi no evitó un gesto incómodo, pues tampoco era muy fácil para él hablar de ello abiertamente cuando el motivo de esa inclinación fue debido a la pérdida de su querido Agumon.

Mimi notó esto, por lo que se mordió el labio arrepentida, pero enseguida el moreno la hizo volver en si.

— Llegará un día en que humanos y Digimons coexistan de forma natural y normal… Quiero lograr que así sea para todos – Dijo con una sonrisa añorante el chico, lo cual hizo sonreír a Mimi.

— ¿Quien se iba a imaginar a Taichi Yagami hablar así? – Dijo la chica mientras movía de forma juguetona los palillos señalando a Taichi.

— Hay que madurar, no todos podemos ser de la realeza toda la vida "Princesa" Mimi – Dijo de forma juguetona también.

Entonces Taichi recibió una patada leve en su pierna por debajo de la mesa, mientras reía un poco y Mimi lo miraba con cara de pocos amigos.

— Perdón perdón jeje – Decía el muchacho

— Retiró lo dicho, tú nunca cambias Yagami… eres el mismo inmaduro, ¡Jum! – La chica hizo un puchero.

— Bueno, a veces es bueno no madurar… – Había una intención en esa frase – Por cierto, ¿Donde está Palmon? ¿No vino contigo?

Entonces la chica dejó de sorber los fideos, y hubo unos segundos de silencio, lo cual extraño a Taichi y no supo que pasaba.

— Palmon está con mis padres, jejeje no quizo viajar conmigo, jeje creo que, no estaba dispuesta a pasar todo el cansancio que es el vuelo jeje

Había algo extraño, algo que Taichi notó, pero decidió no insistir más, quizás se habían peleado, quizás Mimi solo quería viajar sola para Japón y ver a todos.

Había caído la noche, Taichi y Mimi caminaban por el muelle, mirando el río que atravesaba la ciudad, ese río donde alguna vez Daisuke y Ken detuvieron a Diaboromon, el mismo río donde Omegamon tuvo que detener a Ordinemon… con el cielo nocturno, el reflejo de la luna, no parecía que ambos recordaran eso, más bien, ambos estaban relajados.

— ¿Que hay de los demás? Cuéntame como les va a todos – Dijo la chica mientras caminaba al lado de Taichi.

— Bueno, ya sabes, Joe es el médico que todos sabíamos que sería, Koushiro no deja de ser el cerebrito que siempre ah sido, pero ahora con una empresa… Takeru y Hikari también empiezan a tomar sus desiciones, creo que mi hermana quiere ser maestra… Daisuke me dijo incluso que quería abrir un restaurante

— ¿Y Sora y Yamato? – Preguntó Mimi mientras se detenía en la barandilla del río y se recargaba en ella.

— Yamato está muy comprometido con su carrera aeroespacial, y Sora, ella es quien siempre fue, toda una florista — Dijo con melancolía el joven

— Jeje, parece que todos hallaron su camino – Mimi hablaba sin ver a Taichi.

— Eso parece… – El se recargó a un lado de allá también en el barandal, mirando al río.

— ¿Como han podido superarlo? — Preguntó de la nada Mimi, lo cual no entendió Taichi.

— ¿Superar que? – dijo confundido el.

— Crecer… – La respuesta vino de una voz quebrada.

— Mimi, ¿Que pasa?… – Ahora Taichi estaba intrigado pero angustiado al oírla hablar así.

— Te mentí Taichi…

— ¿Mentirme?… ¿sobre qué? ¿De que hablas Mimi? – Taichi se giró para poder verla de frente pero ella un no le daba la cara.

— Palmon no vino conmigo porque no quizo viajar… – Entonces la chica de cabello castaño giró la vista y miró al fin a Taichi, y el solo pudo quedar destrozado al ver esos ojos color miel llorar de esa forma.

— Ella ya no vendrá de nuevo… – Al decir esto, la voz de Mimi casi se destroza y sus lágrimas brotaron.

Taichi no entendió en el momento, pero cuando Mimi sacó su antiguo Digivice de su bolso, el chico comprendo todo enseguida, y solo pudo mirar con pena… el Digivice de Mimi estaba petrificado, gris y agrietado… el ya conocía eso, y entendió lo que pasó.

— Ay no… Mimi… ¿Cuando?…

— Hace unos días… Estábamos en mi departamento, conversando – Mientras ella hablaba su voz era más quebrada — Y entonces… Palmon solo me abrazo, y me dijo… Gracias por todo Mimi… nunca habría deseado una mejor amiga que tú

Esto último, lo dijo para después romper en llanto mientras apretaba su Digivice petrificado con ambas manos, y las lágrimas caían… Taichi estaba mirando esto con dolor, y sabía que se sentía, él recordó ese dolor y supo con claridad lo que la chica sentía.

— No pude hacer nada… se fue… y no pude hacer nada más que verla irse…

— Mimi… lo lamento… mucho en serio…

— Sabía que tú… Sora y Yamato habían pasado por esto… pero no sabía cuán doloroso era… crei que yo tendría más tiempo… y lo siento mucho Taichi… lamento tanto, haber pensado eso… sin saber lo que ustedes pasaron… y es horrible

Mimi no paraba de llorar, mientras Taichi no sabía que hacer, porque él no sabía como consolarla, cuando ni siquiera el había podido hallar aún ese consuelo, no tenía forma de saber que hacer cuando el mismo no podía superar tampoco esa pérdida… Pero ella lo necesitaba, y el, él a ella porque el universo sabía que él también necesitaba compartir ese dolor, tal como Yamato y Sora, él tampoco podía solo, ya no, y quizás por eso Mimi y él habían elegido verse… para poder sufrir juntos.

Entonces Mimi sintió como alguien tomaba sus brazos, para así separara ambos mientras sostenía su Digivice y sin esperarlo y llena de sorpresa, Taichi la atrajo a él para abrazarla.

La abrazo fuerte y al sentir ese abrazo, el calor con el cual Taichi la rodeo en ese abrazo de consuelo, hizo que Mimi correspondiera abrazándolo de igual modo, rodeando el cuello de Taichi y así pegándose más a él mientras su llanto continuaba, pero para sorpresa de ella, un sollozo más se unió al de ella.

Taichi comenzó a llorar con ella, soltando también su amargura, su tristeza, esa pérdida que para ambos representaba el dolor semejante al de perder a un padre, un hermano, un amigo o un hijo.

Mimi escondió su rostro en el cuello de Taichi, mientras que él la sujetaba con sus brazos, sintiendo como las lágrimas de ambos brotaban hasta mojar parte de sus ropas, concisamente dónde estaban ocultando sus rostros, ella en su cuello y él en su hombro.

Poco a poco el llanto se iba calmando, mientras ambos aún mantenían ese abrazo tan fuerte y lleno de mutuo consuelo, soltando todo para poder sanar un poco la herida de ambos.

Taichi sintió como ahora una de las manos de Mimi acariciaba su cabello revuelt y desordenado, entrelazando sus dedos en su cabello, acto que no incómodo al moreno, al contrario, fue tan reconfortante que no pudo evitar suspirar.

Lentamente el abrazo fue aflojándose, y ambos respiraban agitados por el fuerte llanto que habían dejado salir. Mimi se separó pero no levantó la vista, solo se limitó a llevar sus manos al pecho del muchacho, de forma casi como si se sintiera tan protegida en el.

Taichi por su parte también estaba agitado de tanto llorar, pero con sus manos rodeando la cintura de Mimi.

Ambos estaban avergonzados y con la cara algo sonrojada al darse cuenta que estuvieron abrazados así durante mucho rato, pero poco después ambos toparon sus vistas, mirándose fijamente, y aún adoloridos, sonrieron al percatarse de que ambos habían podido desahogarse aunque sea un poco.

No dijeron mucho tras eso, solo se miraron a los ojos unos instantes, para después separase algo incómodos, pero más relajados… no, no habían sanado por completo de ese dolor, pero ese fraternal momento entre ambos los hizo sentir bien, pues sabían que no estaban ya solos.

Ambos dejaron pasar lo ocurrido, y siguieron conversando sobre sus Digimons, los recuerdos buenos y malos y cuánto los extrañarían y que por amor y respeto a sus recuerdos, seguirán adelante.

Seguirían adelante.

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