Los personajes de Inuyasha pertenecen a la gran Rumiko, yo solo los tomó prestados para poder dar forma a la trama la cual si me pertenece. Todo sin lucro y solo con el afán de entretener.


5. Domingo.

En esa semana, finalmente pudo ir a ver la casa donde ella y su amado vivirían. Al llegar, el sol se ocultaba, la casa parecía sola, tal vez su Inu estaba trabajando, tan responsable como siempre, siendo un héroe. Se había acercado lo suficiente para ver el interior, el jardín estaba bien cuidado, luces tenues iluminaban el sendero desde la entrada. Rodeó la cerca al patio trasero, era grande, el lugar ideal para juegos infantiles, sus hijos iban a tener donde jugar. Sacó sus binoculares, y en una puerta, notó la entrada para gatos ¡Era tan adorable, siempre pensando en sus mascotas! Esperó por tres horas deseando verlo llegar, pero fue misión fallida, pasada la media noche, se fue.

Pero lo mejor de todo, fue la entrevista. Aquello hizo que su corazón latiese como loco, estaba apenada, sentía su cara arder por la vergüenza. Y gritó a todo pulmón al no poder contener su emoción.

¡Lo sabía! Su hermoso le correspondía y apreciaba todo lo que hacía por él, sus sacrificios, su esfuerzo y presencia lo motivaban. Eran dos almas conectadas, destinadas a estar juntas.

Y lo que más le emocionaba era que la reconocía como su novia, ¡No solo eso!, ¡La presentaría oficialmente!

¿Ella estaría preparada? ¿Podría con la presión de ser reconocida?

¡Por su amado Inuyasha! Lo haría, su amor iba ser el impulso.


Kagome esperaba en aquella cafetería-panadería, su madre le había mandado por pan y al llegar, todavía no salían las baguettes. No le quedaba de otra que esperar. Paseó por el lugar y al ver que había caracolas de chocolate, sonrió, ese pan le traía buenos recuerdos, tal vez llevaría un par.

—Higurashi— alguien le llamó.

—Hola Hojo, tanto tiempo— no esperaba encontrárselo luego de varios años.

—Es verdad, me alegra tanto verte y... — fue interrumpido por los gritos de un grupo de chicas de secundaria, estaban reunidas en la mesa de una esquina—. Están muy emocionadas, ¿Por qué será?

—Ni idea— observó mejor y todas estaban alrededor de un celular.

—¿Ibas a escoger pan?

—Espero que salgan las baguettes.

—Te invito algo mientras esperas.

—Hojo, no es necesario.

—Para platicar, es mucho tiempo desde la última vez que nos vimos— insistió.

—Solo un capuchino.

Kagome y Hojo al tener sus bebidas se sentaron un par de mesas lejos del grupo de chicas.

—Al parecer están escuchando la entrevista a un famoso— comentó el joven al escuchar a la presentadora.

—Y dime, ¿Qué has hecho? — fue Kagome quien inició la platica.

—Soy contador, trabajaba en un hospital en Nagoya, pero me ofrecieron un nuevo empleo aquí, tal vez podamos vernos más seguido.

—Pudiese ser.

"Ya no es el mismo de hace seis años."

Kagome alcanzó a escuchar eso, ella conocía esa voz ¡Era Inuyasha! Le estaban entrevistando ¿Por qué nadie le avisó?

—¿Y qué has hecho?, ¿Sigues en el templo?

—Sigo viviendo allí, y bueno, trabajo en un museo, doy recorridos a escuelas.

—Recuerdo que la historia se te daba bien, tal vez un día puedas darme un tour.

—¡Si!, ¡Otro concurso! — gritó una de las jovencitas.

—¡Ya hizo la pregunta!

—¡Es un encanto de hombre! — rio una chica por la respuesta de Inuyasha.

Kagome sintió curiosidad, no alcanzó a escuchar lo que dijo Inuyasha, ¿Qué le preguntarían?

—Silencio, deja escuchar si tiene o no novia— silenciaron a alguien que no paraba de hablar.

Intentando también poner atención a Hojo y no ser muy obvia, Kagome se enfocó en escuchar la entrevista, su corazón latió como loco, las manos le sudaron y sentía su cuerpo temblar por los nervios. Mejor tomaba de su cafe para disimular.

"Puede que tenga a alguien... Me gustan las relaciones serias... Ella es real y está por allí en alguna parte esperándome... Tal vez."

—¿Estás bien? — preguntó Hojo al ver que Kagome se ahogaba.

—Sí, bebí muy rápido.

Iba a matar a Inuyasha ¿Cómo pudo decir que pronto la conocerían? ¡Ella no estaba lista! Pero… ¡No la había negado!, era la primera vez que hablaba de ella.

—¡No! ¿Por qué tiene novia? — soltó en llanto una chica.

—Debe ser alguien del elenco o una modelo.

—Como sea, seguro es hermosa.

—Bellísima, de piel blanca y bien cuidada

—Les han roto el corazón— comentó Hojo, le causaba gracia como algunas chicas se ponían histéricas por los famosos.

Kagome no contestó, intentaba no sonreír como boba, Inuyasha fue muy lindo con lo que dijo de ella.

—¿Una extranjera? — meditó una de las adolecentes.

—¡Pude ser! Mary Sue dijo en twitter que se tomaría fotos con el chico más sexy de "Tokio: ACC".

—¡Es cierto! Y también puso que fue grata la cena con él.

—¡Que envidia!

Ese bastardo, no le dijo nada de una sesión de fotos, bueno, eso se lo pasaba, pero fotos con una guapa extranjera y que además iba a cenar con ella, ¿por qué se lo ocultó? Seguramente pensó que jamás se enteraría, pues ese idiota iba a tener mucho que explicar.

—Higurashi ¿Todo bien? — preguntó Hojo al ver que Kagome apretaba con fuerza la taza, que si no fuese de vidrio, ahora estaría deshecha.

—¿Eh? Si, es solo que... Nada importante, no me prestes atención. Ya salieron las baguettes.

—Higurashi, me preguntaba ¿Sales con alguien? Porque quiero invitarte al cine.


Inuyasha debió volver a la casa del elenco en el mismo coche que Sesshoumaru, todo porque no le dejaron llevar el suyo, su adorado manager no quería perderlo de vista, para que no se fuese a otro lado y no llegase a la entrevista. Inuyasha seguía esperando alguna clase de regaño por las respuestas que dio, el plan original era que él respondería "¿Creen que con la vida tan ocupada que tengo, puedo tener tiempo para una novia?". Tal vez su hermano esperaba llegar a la residencia del elenco para sermonearlo o que la chica que les acompañaba no estuviese presente, le sorprendía lo mucho que ella podía controlar a su hermano.

—Creí que no lo harías, que no tendrías el valor— soltó de pronto Sesshoumaru.

—¿Qué cosa?

—Hablar de esa mujer.

—No sé porque te sorprende.

—Cuando la presentes, avísame, debo estar preparado para cuando la prensa bloqueé las puertas para tener una entrevista.

—Estoy seguro que podrás manejarlo— dijo al bajar del coche, ya habían llegado a la residencia.

—¿Dónde vas? — preguntó Sesshoumaru al no verle ir dentro de la residencia, iba a otra parte del estacionamiento.

—Por mi coche y a mi casa.

—Debemos revisar tu agenda para...

—¡Solo dame lo que resta de fin de semana! — explotó, ya estaba cansado de esa semana, quería ir a su casa y descansar como se debía.

—Tú eres quien quería ser famoso.

—Sesshoumaru, déjalo ir— intervino la joven de apariencia inocente y jovial que iba con ellos.

—Largo— ordenó Sesshoumaru a su hermano, quien no perdió tiempo para subir a su coche.

—Dale un respiro, lo hizo bien, además, tu fuiste quien lo retó.

—Yo jamás...

—No tienes que admitirlo, pero tampoco lo puedes negar, ahora, si ya no tienes algo más que hacer, ¿Podemos ir a descansar?— subió de nuevo al coche y esperó que él hiciera lo mismo.

Ella ya lo sabía, en el momento que le dio a elegir a Inuyasha entre mentir y decir una verdad, Sesshoumaru retaba a su hermano para hacer lo correcto. En el fondo, veía por el bien de su hermano menor, era alguien de buen corazón, ella lo sabía y por eso lo amaba.

...

Lo primero que hizo y por costumbre, fue ir a patio trasero, debía saludar a sus perros y luego entraría a buscar a su novia. Pero no había perros, rodeó la casa y se topó con Totosai quien podaba unos arbustos.

—Totosai ¿Y los perros?

—Bienvenido, la señorita se los llevo.

—¿Hace cuanto salió? — tal vez cuando ella volviese, podría sorprenderla.

—Los llevó a su casa.

—¿No los fue a pasear?

—No ha venido en toda la semana, me dejó una nota.

—Puedes irte, termina eso luego— estaba decepcionado, él esperaba ver a Kagome.

—Por cierto, le dejaron un paquete, esta en la barra de la cocina.

—¿De quién?

—Estaba en la puerta, sin remitente.

Era extraño, él no había encargado nada, tal vez era de Kagome, no, ella le dejaría una nota y no lo pondría en la entrada. Tal vez su madre, tampoco, ella no era informal. Lo veía luego, primero comería y luego a dormir.


Inuyasha abrió con pereza los ojos, sentía una suave mano acariciarle el rostro, luego unos dedos jugar con su cabello y a su nariz llegó un dulce aroma. Extrañaba tanto despertar así.

—Desde ayer te esperaba— se acomodó en las piernas de su novia y la abrazó.

—¿Sigues con sueño? — era medio día, cuando llegó, esperó encontrarlo despierto.

—Apenas pude dormir, no contestabas los mensajes.

—Pudiste llamar a mi casa, tenía el celular en silencio.

—Ya estás aquí, es lo que importa— si Kagome seguía acariciándolo se dormiría de nuevo.

—Escuché tu entrevista.

—¿Toda?

—Sí, creí que dirías que no tienes novia.

—No puedo hacerlo.

—¿Y a quién piensas presentar? Porque no pienso estar frente a las cámaras y ser acosada por reporteros.

—Eres complicada, creí que te enfadarías si te negaba.

—Así que lo hiciste por eso, para que no me enoje.

—¡No! — se levantó para verla a los ojos—. Yo, solo quiero tener una relación normal contigo, que podamos salir y nuestras citas no sean solo ver películas en la casa.

—Dame algo de tiempo para asimilarlo y puedes dar la noticia— ella quería lo mismo que él.

—Tal vez sea después de mitad de temporada, regresando de esas vacaciones que te debo.

—Hablando de eso... — desvió la mirada—. Me obligaron a tomar las mías esta semana.

—No bromees— había planeado unas vacaciones en las montañas, lejos de reporteros y ¿Ahora ella decía eso?

—No lo hago, lo siento mucho.

—Pero toda esa semana vendrás— sentenció.

—Intentaré.

—No fue pregunta, vendrás— ordenó.

—Por cierto ¿Quién es Mary Sue?

—Una modelo estadounidense, apareció en un episodio ¿Por qué?

—¿Comiste con ella?

—Todos lo hicimos.

—Ya veo... — ahora se sentía una tonta, se estaba poniendo celosa por nada, hace mucho aceptó que Inuyasha debía convivir con algunas modelos, aun así, no podía evitar sentir celos—. Vamos a merendar, mi mamá mandó ceviche.

Inuyasha se quedó confundido ¿Qué había sido todo es? Por un momento pensó que Kagome le echaría bronca o interrogaría más, pero decidió dejar el tema de lado.


Se estiró en la cama y sintió el brazo de Inuyasha, la tenía rodeada por la cintura, podía seguir un rato más acostada, pero el sonido de algo vibrar sobre el buró, llamó su atención. Era el celular de Inuyasha, estiró su mano para tomarlo y al ver la pantalla, palideció.

—¡Inuyasha! — se levantó de golpe.

—¿Qué? Vuelve a acostarte— intentó jalarla de nuevo a la cama.

—Ya es tarde, debías estar en el set ahora mismo, tienes varias llamadas de Sesshoumaru— le hizo ver su celular.

—¡¿Las ocho?! ¡Y 17 llamadas! — se levantó como alma que lleva el diablo—. ¡Me va a matar! — se dirigía al baño, cuando entró una nueva llamada, debía contestarle o le iría peor—. Ya sé que voy demorado, me quedé dormido ¡Ya lo sé!, ¡Voy saliendo! — mintió, entró a la ducha y en menos de un minuto ya estaba cambiándose.

En la sala, Kagome esperaba a Inuyasha con un emparedado y una botella de jugo.

—Toma, debes comer algo.

—Gracias, ve con cuidado— la besó y fue directo a su coche, si tenía suerte en calmar a Sesshoumaru, ese día podría volver a casa con Kagome.

—Tu también— suspiró, ella igual debía ir a trabajar.


07/09/2017

Espero no haberles confundido. Falta todavía para resolver algunas cosas y vayan descartando "sospechosas". Por ahora deje migalas, que cobrarán sentido más adelante.