Los personajes de Inuyasha pertenecen a la gran Rumiko, yo solo los tomó prestados para poder dar forma a la trama la cual si me pertenece. Todo sin lucro y solo con el afán de entretener. Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia.
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6. Presentimiento.
Ni bien Inuyasha llegó al set de grabación, fue fulminado con la mirada por Sesshoumaru, el menor ya intuía lo que le venía, tal vez, ese día, debía ir aceptando que no iría a casa. Inuyasha se plantó firme y fue hasta su hermano, quien le llevó a la sala de reuniones, allí ya estaba el elenco principal, el productor Wuruhi, algunos representantes y Ayame.
—Ya que estamos todos reunidos y gracias a que perdimos horas valiosas para grabación, discutamos el próximo concurso— habló el productor, un hombre de edad avanzada que estaba junto a su nieta—. Les voy a dar la oportunidad para...
—¿En verdad lo van hacer? — interrumpió Inuyasha en automático, y fue golpeado en la cabeza por Sesshoumaru—. ¡¿Por qué me golpeas idiota?!
—Cierra la boca Inuyasha, no interrumpas.
—Yo solo quería... Bien, ya me cayo— se cruzó de brazos, le gustase o no, debía llevar con calma la relación con Sesshoumaru.
—Escucho sugerencias— prosiguió el productor.
—Que hagan un video diciendo porque son el mayor fan de la serie y quien consiga más likes gana— propuso Kouga.
—Buena idea.
—A mi me parece injusto— interrumpió Sango—. Ganará quien más amigos tenga, se sepa mover mejor en redes y nada asegura que en realidad lo merezca, nada nos asegura que no usaran bots.
—Mi Sanguito tan justa ella— dijo Miroku al abrazar a la chica y casi en automático fue empujado.
—Mantén tu distancia Miroku— le advirtió con fuego en los ojos, por mucho que le gustase estar cerca de él, no era el lugar indicado.
—Una foto con una breve descripción de por qué quiere ganar— sugirió alguien más.
—No tenemos tanto tiempo para revisar las cientos de postulaciones— descartó la idea el anciano.
—Lanzamos dos preguntas por capítulo estreno, durante un mes y van acumulando puntos de acuerdo a los acierto y tiempo de respuesta— luego de un rato meditándolo, Miroku logró tener esa idea.
—Me gusta ¿Algo más?
—¿Solo una persona ganará? — preguntó Inuyasha.
—Diez serán los afortunados— contestó Ayame.
—Si no hay más sugerencias, la idea de Miroku se queda. Y, Pasando a otro asunto, la filmación del crossover se adelanta, filmaremos desde el viernes hasta el lunes, no hagan planes se van a quedar aquí, pueden retirarse y continuar en sus labores.
—Inuyasha— llamó Ayame—. Dile a tu cocinera que prepare algunos aperitivos para esos días, las que trajiste en el cumpleaños de Miroku estaban muy buenos.
—Ella no cocinará para toda la producción.
—No lo hará— le restó importancia—. Vendrá, y los asistentes le ayudaran, solo un día, el sábado, los demás ya los tengo cubiertos, que me llame.
—Ve el lado positivo, la verás— animó Miroku al tomarlo del brazo y llevarlo a camerinos, debían cambiarse para sus escenas.
—Miroku, necesito... Tengo una duda.
—¿Quieres consejo? Dímelo todo.
La mitad de temporada llegó y en contra de sus planes iniciales, que era ir a Moscú, Inuyasha terminó yendo a casa de sus padres. Fue algo de último momento, cuando llegó a casa, su padre iba de salida y le sorprendió, no era de extrañar, en esos dos meses su hijo les visitó más veces de las normales. Toga le llevó consigo y para su desconcierto, Inuyasha no se opuso, subió a la camioneta sin protestar.
Y sí Toga pensaba que ya nada podía sorprenderle, se equivocó, Inuyasha al llegar le dijo "ya sé, ayuda en la bodega, nos vemos más tarde" y se fue. En definitiva, algo tramaba, le mantendría vigilado.
Kagome se sentía rara, Haruka no se presentó aquel día y tenía que estar a solas con Inuyasha. Sentía que él la observaba, pero cuando volteaba y le buscaba, él hacía inventario ¿Ya se estaba volviendo paranoica?
Le frustraba aquel silencio, las pasadas veces no era tanto porque Kagome platicaba con la otra chica, pero en esta ocasión, le molestaba no escucharla. ¡Ni siquiera le había ido a regañar o a supervisar! ¿Se había olvidado de él? Se acercó al escritorio, Kagome revisaba papeles.
—¿Ahora qué? ¿Ya terminaste? — preguntó la chica sin mirar a Inuyasha.
—¿Hasta cuándo vas a seguir enojada? — no le agradaba esa "ley de hielo" que le había puesto.
—Si terminaste, lleva el material que está en la camioneta tres a esta dirección— ignorando el comentario, se levantó y le dio una hoja de papel.
Inuyasha tomó la hoja, Kagome le dio la espalda y abrió un archivero para acomodar las hojas que había estado revisando. Si ella planeaba ignorarlo, él también podía ignorarla, ya se iba, cuando vio junto a la computadora, un manga y en la portada, había un shinigami pelirrojo.
—¡Yo solo quería llamar tu atención, perdón por joderla! —gritó por mero impulso, logrando sobresaltar a la muchacha y finalmente le veía a los ojos.
—¿Mi atención?
—¿Qué querías que hiciera? Te gustan más esos chicos 2D— señaló el manga e intentando mantener su orgullo intacto, se fue directo a la camioneta.
Kagome se quedó congelada y solo lo vio marchar, él no le estaba mintiendo para jugarle una broma, por alguna razón le creyó cuando la vio a los ojos, solo vio la verdad.
...
Recordaba muy bien que esa fue esa la primera vez que pudo leer los ojos de Inuyasha y desde entonces lo hacía. Si él le mentía, no le sostenía la mirada y bajaba la vista.
—Me crees ¿Verdad? — mientras cenaban en la sala, Inuyasha le había explicado a Kagome que entre Mary Sue y él no había nada, de no ser por Miroku que le iluminó, seguiría en la ignorancia.
—Lo hago, por eso no te pregunte más, además es tonto, no debí ponerme celosa. Por cierto ¿Qué era el paquete que te llegó?
—¿Estabas celosa? — podían llamarle loco, pero le emocionaba que Kagome lo celara—. Tonta, no tienes que estarlo.
—¿Qué hay con el paquete? — volvió a preguntar, no se había dado cuenta que admitió abiertamente sus celos.
—Tráelo, no lo he abierto.
Sin cuidado alguno, Inuyasha quitó el envoltorio, era una caja de bambú con el logo de una famosa marca, quitó la tapa y vio el contenido.
—Calcetines y corbatas— dijo Kagome, era tan extraño, Inuyasha odiaba usar corbatas.
—Voy a donarlo.
—Es de tu fan, dejó una tarjeta "Mi amor, he visto esto y de inmediato pensé en ti, el color marino resalta más tus hermosos ojos grises, deseo que cuando los uses pienses en mi, en que soy yo tocando tu piel, que soy yo abrigando tus pies. Hasta pronto, por siempre tuya." No tiene firma.
—Debe ser una broma.
—¿Por qué pone que tus ojos son grises? — aquello le daba un mal presentimiento.
—Yo que sé, esta loca.
—Levantemos esto y vamos a dormir— quería deshacerse de esa sensación.
—Por cierto, Ayame quiere que con ayuda del personal de cocina, prepares botanas, te van a pagar— iba explicando mientras llevaba los platos a la cocina.
—Eso no importa, voy a ver al súper agente Takahashi en acción— dijo la azabache con una sonrisa y su novio se sonrojó —. ¿Te da pena que te vea actuar?
—N... No.
—Me voy a sentir excluida, mi novio actúa frente a todos, pero no quiere que yo le vea.
—No es que no quiera, me pones nervioso— admitió avergonzada.
—Eres tan lindo— le palmeó la cabeza.
—No me hagas así, no soy perro.
—Bien, ya no voy a consentirte— se giró al lavabo para comenzar a lavar los platos.
—No dije eso— la abrazó por la espalda y recargó su cabeza en el hombro izquierdo de ella.
Kagome quería acercarse más y ver las grabaciones, pero los de seguridad no la dejaban, después de todo, a sus ojos solo era la cocinera de Inuyasha. Terminaba de supervisar el aderezo, cuando vio a Inuyasha acercarse a la mesa de comida, iba con Miroku y Sango, deseaba tanto ir hasta allá, saludarlo, darle un beso. Sin embargo, no se atrevió, se odiaba por ser una cobarde. Volteo a verlo de nuevo y ahora, Inuyasha estaba rodeado de otras personas, le era tan extraño, cuando le conoció apenas si quería rodearse del personar de la constructora. Llegó a pensar que era un pedante que no quería pasar tiempo con la gente "normal" y se alegró tanto al descubrir que era otro el motivo.
Después de aquella pequeña revelación de Inuyasha el día anterior, Kagome no sabía como tratarlo. Lo había pensado gran parte de a noche, no creía que fuese una confesión de amor o que el hubiese insinuado que ella le gustaba, eso era tonto, a su parecer, Inuyasha estaba acostumbrado a llamar la atención y ser desplazado por personajes de manga, debió darle en su orgullo, por ello, para que ella le viese decidió dar voz a Yoko.
Seguro era raro para él estar en la constructora, tal vez lo que necesitaba era alguien con quien platicar, una amiga. Llegó la hora de la comida, Haruka se marchó, Kagome estaba por irse al comedor cuando notó que Inuyasha no se iba, estaba sentado en el suelo, viendo su celular.
—Es hora de la comida.
—Debo subir esos bultos a la camioneta.
—Déjalo para mañana o más tarde, no se entregan hoy.
—Termino y me voy a comer a mi casa— se levantó y fue por el primer bulto de cemento.
—¿Por qué te cuesta convivir con los empleados? — preguntó al alcanzarlo en la camioneta—. Tú debes tratar con mucha gente en tu medio ¿No?
—No es lo mismo, ya estoy acostumbrado a eso y no es como si en el set se acercasen a cada rato a pedir autógrafo o me pidan fotos.
—¿No quieres ir al comedor porque le van a pedir fotos? ¿Entonces como la llevas cuando vas a entregar el material?
—No me quito la gorra, ni los lentes de sol... Aun así, llegan a reconocerme— lo último lo soltó con fastidio.
—Lo dices como si no te gustara.
—Llega a ser molesto cuando se ponen de insistentes.
—Vamos a comer, si te ven como alguien más, dejaras de llamar la atención.
—Te lo advierto, puede que no nos dejen comer por querer fotos o...
—Si eso pasa, me cambio de mesa— bromeó.
Inuyasha no se equivoco, al verle, los empleados dejaron de comer, algunos sacaron su teléfono. Cuando se formaron a la barra para tomar la comida, la señora encargada se les acercó.
—Joven, ¿Quiere que le preparemos algo en especial?
—Lo que hay esta bien.
—Eres el hijo famoso del jefe— dijo con emoción una de las ayudantes de cocina—. ¿Podemos tomarnos una foto?
—El señor Taisho dijo que nada de favoritismo, es otro empleado más— intervino Kagome—. Toma tu bandeja, elige tu comida y vamos a sentarnos.
Bajo la atenta mirada de todos, Inuyasha fue siguiendo a Kagome, tomaron asiento al final de una de las largas mesas.
—Te dije que pasaría.
—Solo come— ignorando los murmullos, cortó su carne.
—Mi hijo comiendo aquí, me siento tan orgulloso— en cuanto supo que Inuyasha estaba en el comedor fue a verlo, era algo digno de presenciar—. Gracias por traerlo— dijo a la chica, sabía que ella fue quien le invitó a ir.
—¿Tu le pediste que...? — él creyó que Kagome lo hizo por voluntad propia, que finalmente había llamado su atención. Pensar que lo hizo por orden del jefe, le decepcionó.
—¡Claro que no! Me a sorpren...— el flash de una cámara lo distrajo—. ¿Debo recordarles que nada de fotos? Eso pídanlo fuera de horas de trabajo, estando aquí, solo es parte del personal. Ya que estoy aquí, voy por mi comida, apártame el lugar.
Inuyasha observó a Kagome, estar con ella le era tan diferente, se sentía normal y quería seguir sintiéndose así.
Kagome sacaba las bolsas del súpermercado de su coche, cuando se vio rodeada de reporteros. Le sorprendió que hubiesen entrado a la propiedad, ¿Sabrían que ella era la novia de Inuyasha?
—Señorita ¿Usted trabaja aquí?
—Le preparo la comida— cerró la cajuela y caminó a la casa.
—Entonces debe saber si alguna joven ha venido.
—Sí, compañeras del elenco.
—¿Alguna de ellas es la novia misteriosa? — un hombre le tapó el paso.
—No.
—Entonces sabe quien es.
—Yo no...
—¿Alguna pista de quien sea?
—Debo ir a... — intentaba esquivarlos, pero ya estaba rodeada.
—¿Nos llamaría si llega a venir?
—Por favor díganos...
Los aspersores se activaron y mientras los reporteros se cubrían, Kagome aprovechó para correr dentro de la casa, Totosai ya la esperaba con una toalla.
—Siento eso, fue lo único que se me ocurrió.
—No hay problema, gracias.
—No se cansan, desde ayer en la noche rondan la casa, ese muchacho idiota, debería reforzar más la seguridad.
—Nunca le habían acosado tanto.
—Es porque hay un rumor de que la misteriosa novia estuvo el fin de semana en las grabaciones.
—No es posible ¿Cómo? — ella e Inuyasha no se habían acercado.
—Llamaré una patrulla y saquen a los reporteros, debería ir a cambiarse, yo llevo las bolsas a la cocina.
Desde la venta del baño de arriba, Kagome observó como los reporteros eran sacados por los oficiales y el portón de la entrada era cerrado. Justamente ese tipo de situaciones no quería pasar.
18/09/2017
Siento mucho la demora, pero me entretuve con "Sombras" y hasta ahora edité este capítulo. Muchas gracias por sus mensajes, sus teorías me gustan.
Explicó algo, donde vive Inuyasha hay seguridad, pero la caseta de vigilancia esta a la entrada del camino. La casa esta en una pequeña colina, donde se puede acceder con mucha maña (el risco, el bosque. Claro que la casa tiene sistema de seguridad, pero la fan, no entró a la casa, se quedó en el perímetro. Espero haberme explicado.
