Los personajes de Inuyasha pertenecen a la gran Rumiko, yo solo los tomó prestados para poder dar forma a la trama la cual si me pertenece. Todo sin lucro y solo con el afán de entretener. Cualquier parecido con la realidad es mera coincidencia.


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8. Diva y ¿Fan #1?

Desde lejos Miroku, Sango, Ayame y Kouga, observaban al nuevo actor que había llegado, apenas dos horas en el set y ya comenzaba a ser fastidioso. Su actitud era muy prepotente, la comida, la regreso porque no era tal cual lo pidió y no saltaba el celular.

—¿Ese quién es? — preguntó Inuyasha al volver de maquillaje, su próxima estaba por comenzar.

—Ariel Michibata— contestó Ayame—. Estuvo en California, es un acróbata que trabajó en "Fighting Force", interpretando a "Alfred Park", el líder de un escuadrón que lucha contra mutantes que atacan Los Ángeles, ahora viene para ser el villano del crossover.

—Y yo creí que el sarnoso era desagradable.

—¿Ya tan temprano quieres pelear pulgoso?

—Basta los dos— regañó Miroku.

—El líder rojo del escuadrón alfa, "Big Red", se reporta desde su país natal— estaba transmitiendo en vivo por Facebook, hablaba en inglés porque sus principales fans eran estadounidenses—. Ya estoy preparado para interpretar a un importante villano, así es, ahora seré el malo. Por acá pueden ver parte del set— enfocó el interior del avión—. En la noche grabaremos desde el reconocido Barrio de Ginza y volveré a transmitir.

—¿Por qué "Big Red"? — preguntó Kouga a Ayame, le parecía un apodo de lo más ridículo.

—Es el apodo del personaje y él lo usa para todo de forma personal.

—¿Es idea mía o tiene el ego muy alto? — a Miroku nunca le había gustado criticar a las personas, pero ese tipo era en verdad un pesado.

—No solo tiene nombre de princesa, también se siente como una— todos rieron al comentario de Inuyasha.

—No pudiste explicarlo mejor— felicitó Sango.

—Hey Ayame, dime que muere— pidió Kouga.

—Deben soportarlo por dos capítulos.

—¡Inuyasha Taisho!— dijo Michibata al ver al muchacho—. ¡Miren a quien me encontré!— con la cámara del teléfono enfocó a Inuyasha, dejando fuera a los demás—. Y como siempre, "Big Red", les cumple— hablaba a la cámara del teléfono—. ¿Hablas Inglés?

—No tan bien como tú, pero hago el intento— se arrepentida de no haberse marchado antes, ahora debía fingir que ese fastidioso le agradaba.

—A tus fans les encantará tu acento. Ya debieron hablarte de mí, pero por las dudas, soy Ariel Michibata.

—Sí, eres toda una celebridad.

—Todo es gracias a los fans, hablando de ellos, en América eres todo un hit, pero eres cruel, dejaste muchos corazones rotos.

—Exageras.

—No lo hago, lee los comentarios, hasta te mandan fotos, chicas, todas son hermosas. "¿No prefieres una rubia como yo?" Tiene hermosos ojos azules— había compartido una foto en bikini—. Lee esto, se están inspirando "Qué avanzada está la ciencia… ¡Que hasta los bombones caminan!", "Pareces tan dulce que sólo con mirarte se me pica la muela", "Cuando veo tu hardware, se excita mi software" Chicas, aun no es horario de adultos— dijo divertido.

Inuyasha intentaba mantener la calma, que no se viese su sonrojo, podía sentir las miradas burlonas de sus amigos, en vez de estar divirtiéndose a sus espaldas, ¡Deberían ayudarlo y sacarlo de esa situación!

—"Deberías quitarte la camisa más seguido" Es verdad, desde hace como tres años que no lo haces, en las primeras temporadas te mostrabas más.

—Eso... Mi personaje era más joven, un novato que quería atención— la verdad era que lo dejó de hacer por Kagome, ella no se lo pidió, de hecho, ella no sabía nada de eso, después de todo, no veía el programa. Pero cuando se propuso conquistarla, se dio cuenta que no quería seguir viéndose como un inmaduro, ni en la tv, ni en la vida real.

Miroku, Sango y Ayame intercambiaron miradas, era verdad, Inuyasha al principio disfrutaba llamar la atención, el quitarse la playera no era parte del contrato, pero él lo hacía. Un día, sin ellos notarlo, ya no lo hizo. ¿Cuándo fue que pasó? Se preguntaron los tres.

Sango y Miroku lo supieron después de pensarlo un poco, Inuyasha les había dicho que llevaba dos años de relación con Kagome, pero si hace tres años se comenzó a portar diferente, eso solo podría significar una cosa, su amigo los había engañado. No había vuelto a coincidir con Kagome un año después de aquella comida que ganó Souta, no había sido coincidencia que Totosai la contratase y no fue coincidencia que al final se enamoraran mientras ella "trabajaba" para él.

—Una última pregunta, esta muchacha, tu novia ¿Es la pelirroja de ojos verdes? — enfocó a Ayame.

Esa chica no le quitaba el ojo de encima a Inuyasha, le observaba pensativa y ojos entrecerrados. La razón real, Ayame estaba decidida a descubrir los secretos que guardaba Inuyasha.

—Me gusta el cabello azabache— contestó de inmediato, con una sonrisa al recordar la melena de Kagome.

...

Inuyasha entró a la oficina de Sesshoumaru, le había sido extraño recibir un mensaje de él, "Cuando te desocupes, ven". Sesshoumaru solo le buscaba para regañarlo o informarle de más trabajo, con esas dos opciones, esperaba fuese la primera, porque con la segunda, tal vez no iría a casa en un largo rato.

—Ya estoy aquí— le encontró sentado en el sofá, bebiendo té y la tablet en las piernas.

—Se suponía que podías controlar todo.

—¿De qué hablas? — eso sonaba a un regaño.

—Por poco estuviste de quedar como un tonto, no fuiste capaz de dominar los comentarios que te hicieron, se estaba notando tu nerviosismo.

—¿Te refieres a los de hace rato?

—¿Hay otros? — arqueo una ceja.

—No. ¿Cómo te enteraste?

—Tengo alertas tuyas, debo estar al pendiente de algún escandalo tuyo.

—Así que mi hermano mayor está al tanto de mi vida.

—Es mi trabajo, el cual no es tan agradable.

—No te estoy obligando a seguir en este empleo— contratacó.

—No me retes a dejarlo, porque ¿Quién más salvaría tu trasero sin hacer alboroto? ¿Qué otro te hubiese ayudado a guardar tan bien ese secreto que celosamente protegías?

Inuyasha bufó molesto, ese Sesshoumaru tenía razón, lamentablemente no había alguien de más confianza que él.

—Y señor, "Soy frío como el hielo", quisiera verte en esa misma situación. Te apuesto a que pierdes la paciencia.

Una alerta sonó y Sesshoumaru vio la tablet, tenía un mensaje, al verlo sonrió con burla.

—Seguro que puedo controlar a un tipo que escribe esto.

—¿Qué cosa?

—Tienes teléfono, velo tú mismo.

Inuyasha estuvo por no hacer caso, irse y verlo luego, pero la curiosidad le comía, no tardó en ver lo que a su hermano le desagradó.

"Subo una foto de "Alfred Park" y esto explota con likes y comentarios, pero ahora que regreso y subo algo de este personaje que tiene un trasfondo interesante y enigmático, lo ignoran. Si van a estar así, mejor ya no les comparto nada, tal vez sea bueno mudarme a una red social más madura".

—¡Vaya! Es todo un personaje.

—Él tiene la culpa, le dio más importancia a un personaje y ahora se queja. Debió aprender a dejarse ver como el actor que es y no un papel. ¿Y qué es esa tontería de ponerse el mismo apodo de su personaje?

—Sí ya no me necesita, me voy— era mejor huir, no quería estar sí algo más lo llegaba a molestar.


Inuyasha ya contaba los días para volver a casa, le faltaban solo tres y vería a Kagome. Toda una semana, los mensajes y llamadas cortas no le eran suficientes. Se estiró en el sofá, las escenas donde no paraban de olvidar líneas o el director no paraba de hacer correcciones, le cansaban. Tal vez, pudiese irse un rato a su camerino y con suerte llamar a Kagome, se levantaba cuando alguien entró gritando su nombre, llamando la atención de todos.

—¡Hermoso Inu! Finalmente tengo el gusto de conocerte— el dueño de aquel saludó extrañamente alegre, era un tipo afeminado, que iba acompañando a Bankotsu.

—Él es Jakotsu, mi hermano y gran fan tuyo— presentó el chico de larga trenza.

Inuyasha pasó saliva por los nervios, los que estaban en el set, habían dejado de hacer sus tareas para mirarlos. Esa, sin duda alguna no había sido una buena semana para Inuyasha.

—¡El número uno! Eres más lindo en persona— dijo Jakotsu al acortar distancia e invadir el espacio personal de Inuyasha—. ¿Hace mucho calor o solo es por ti?

—Yo tengo que ir a...— ¡Diablos! Ese tipo le ponía nervioso, no podía hablar correctamente.

—¡Espera!— le aferró de un brazo—. Debemos tomarnos una foto, no te puedes negar guapo— le guiñó el ojo, haciendo que un escalofrió recorriese el cuerpo de Inuyasha—. Hermano, sirve de algo— le dio el celular a Bankotsu y se colgó más del brazo de Inuyasha.

—Te traje porque prometiste comportarte.

—Menos platica y toma la foto.

—Listo, ahora suéltalo.

—Cuando te pones de gruñón eres peor que Renkotsu… He visto las fotos de tu novia— dijo a Inuyasha—. Debes quererla mucho, es una lástima que te conociese primero, pero si te lastima se las verá conmigo, y voy a estar aquí para ti, para consolarte.

—En verdad me tengo que ir, estoy por gravar.

—Fue idea mía o estaba nervioso— comentó Jakotsu al ver marchar su amor platónico.

—Tenía miedo, lo has asustado.

—¡Eres malo hermano!

—Jakotsu, eres bienvenido cuando quieras— saludó Miroku, había visto todo y ver sufrir a su mejor amigo, era un placer culposo.

—¡Miroku! Eres mejor en persona— saltó a brazos de otro chico, que se quedó de piedra, se suponía que el objeto de atención era Inuyasha, ¡No él!


"Les comparto mi nueva cuenta en Instagram, que será donde estaré más activo BigRedMichibata", ese era el nuevo mensaje que Michibata había dejado en Facebook, cuatro días después de aquel pequeño incidente con sus fans.

—¿No que ya no iba a subir nada? — preguntó Sango al estar leyendo la publicación.

—Necesita atención o se muere— contestó con ironía Miroku.

—Mira, está trasmitiendo— Sango había entrado a la nueva cuenta para curiosear.

Todos palidecieron al ver donde apuntaba la cámara, ese tipo no sabía que se metía con fuego, en este caso con hielo.

—Desde hace días quería decirles sobre un hermano perdido que acabo de encontrar, somos como "Separados al nacer" ¿Ven al tipo al fondo?— enfocó a Sesshoumaru, que estaba hablando con los guionistas—. El tipo bien parecido, alto y buen vestir ¿Verdad que tenemos el mismo porte?

—Ni en sus sueños— dijo una dulce, pero enojada voz.

—¡Rin!— Miroku y Sango se sobre exaltaron, no esperaban que les pillasen, después de todo, se habían escondido atrás de una de las camionetas.

—Sessho es mejor, él nunca se andaría quejando como nena ¿Y su mismo porte? ¿Acaso está ciego? Sesshoumaru es más elegante, su presencia es más imponente y... ¿Qué?— preguntó al ver que Sango y Miroku, veían con atención detrás de ella.

—Es extraño verte enfadada.

—¡¿Cuánto llevas aquí?!— se giró y se encontró con Sesshoumaru, ¡Que la tragase la tierra! ¡Él no debía escuchar eso! Se suponía que estaba a varios metros y ocupado.

—Lo suficiente para escucharte, termina, "Imponente y..."

—Lo olvidé, para que me interrumpes— no le daría el gusto de escucharla decir que era "sexy".


No podía dejar de ver dormir a Kagome, tomó un mechón de cabello y lo alió, tal vez el canon de belleza japonesa fuese el cabello lacio y bien peinado, pero a él, desde que vio el de Kagome, le gustó el ondulado, aunque ella se quejara cuando lo peinaba, decía que su cabello era complicado, con un poco de humedad, se le esponjaba todo.

Sacó su teléfono y buscó la foto de esa tarde, la que tomó cuando los rayos de sol iluminaban la melena azabache. Si creían que le gustaba el cabello rojo, rubio o lacio, les mostraría lo que él amaba.

"No es lacio, rizado, rubio, rojo o café, es azabache y con bucles el que me enloquece".


21/10/2017 Perdón por la demora, pero debía acomodar bien mis ideas, para lo demás que sigue.