Los personajes de Inuyasha pertenecen a la gran Rumiko, yo solo los tomó prestados para poder dar forma a la trama la cual si me pertenece. Todo sin lucro y solo con el afán de entretener. Cualquier parecido a la realidad es mera coincidencia o referencia.
10. Rivales y Crossover.
Aquellos hermosos ojos cafés solo lo observaban atentamente, Inuyasha intentaba encontrar algún indicio de cómo iba a reaccionar Kagome, no habían tenido tiempo de hablar sobre el vergonzoso video que se vio en todo el mundo. De eso, ya habían pasado dos días, y honestamente, esperaba que su novia no estuviese en la casa, no estaba listo para verla a la cara. Pero ahí estaba, de pie en el pasillo. Temía que si abría la boca para decir algo, ella comenzaría a reclamarle por el video. No quería discutir, no quería pelear y terminar distanciados. Cerró los ojos y tomó aire, alguien debía ser el primero en hablar.
—Kag, yo...
—¡Muchas gracias!— le interrumpió al abrazarlo, dejándolo totalmente desconcertado.
—Fue muy lindo, no me gustó la parte donde te ven sin playera, casi desnudo— le miró severamente—. Pero me encantó que recordases la canción.
—Nunca la olvidaría— sonrió y la envolvió más en sus brazos.
—¿Lo dices por el ukulele?
—Prometiste no volverlo a mencionar— le recordó.
—Solo porque en palabras tuyas: Fue algo muy vergonzoso. Creo que el video lo supera y ahora, puedo hablar del ukulele con libertad.
—Malvada— Kagome le mostró la lengua—. Creí, estarías molesta.
—Estaba molesta por tu falta de ropa, pero estaba emocionada por la canción y suficiente castigo has tenido.
—En ese caso, salgamos de fin de semana.
—¿A dónde? ¿Planeas ya hacer publica nuestra relación?— de pronto estaba muy nerviosa.
—No, aun no... Rin me dio las llaves de la casa en la montaña de Sesshoumaru, podríamos escaparnos.
—¿No tienes grabaciones?
—La siguiente semana no nos veremos y quiero recompensarte.
—¿Qué esperamos para irnos? Le llamaré a mi madre.
...
Kagome revisaba el listado de piezas que llegarían para la exposición temporal del la cultura mexica, cuando el cotilleo de sus compañeras, llamó su atención, comúnmente las ignoraba, pero en esta ocasión, Inuyasha era el tema.
"¿Ya viste el video de Inuyasha?", "Es tan sexy", "Tiene un cuerpo de infarto", "Canta hermoso", "Esperaba que esa toalla se le cayera de la cintura. Debe tener una buena herramienta".
¡Esperen! ¿Inuyasha cantó? ¿En toalla? ¿"Herramienta"?
—¿No lo crees, Kagome?
—¿Qué cosa?— se sobresaltó al escuchar a alguien detrás de ella.
—A Higurashi no le interesa— dijo alguien más.
—Es verdad, tú no eres fan de Inuyasha.
Definitivamente ya necesitaba saber de que hablaban todas, la curiosidad la estaba comiendo. Fue al baño y en la privacidad de una cabina, buscó el video del que tanto hablaban. Su rostro se puso rojo por la vergüenza, por los celos y por enojo.
¿Por qué Inuyasha había subido un video así? ¿Por qué decidió hacerlo acabado de bañarse? ¿Por qué dejó que otras vieran lo que ella solo podía?
El celular vibró de pronto, Kagome tenía una llamada entrante.
—Sango, hola.
—Kag ¿Cómo estás?
—Bien, tomando un breve descanso.
—A estas alturas ya lo debes saber, pero si no, te lo diré, Inuyasha subió un video...
—Ya lo vi— le interrumpió—. ¿Está contigo?— de inmediato se arrepintió de preguntar, si estaba allí ¿Qué le diría?
—No, ya está grabando. No te enfades mucho con él, fue un accidente y aquí todos ya se burlaron, creo es suficiente castigo.
—Pero salió sin ropa— señaló.
—Usaba una toalla.
—¡No es el punto!— su cabeza era todo un lío.
—Solo piénsalo, debo irme, hablamos más tarde.
Kagome guardó el teléfono, antes de salir debía calmarse un poco, encontrarle puntos positivos al video. Inuyasha había recordado la canción, su canción; había hecho un video para ella, había cantado aun cuando no le gustaba hacerlo.
Reprodujo de nuevo el video y sonrió, no estaba molesta o enojada con Inuyasha, estaba celosa.
En una de las áreas de descanso del set, Michibata estaba con su asistente, repasaban las líneas de su próxima escena, pero alguien no le permitía concentrarse, desde que llegó la había visto y no podía dejar de mirarla. Esa jovencita, debía ser suya.
—Ariel, ¿Pasa algo con el guion?
—No, ¿Quién es la joven?— su asistente volteó a verla.
—Sakuraba Rin, asistente de Taisho Sesshoumaru, el manager y hermano de Inuyasha.
—Es extraño que un hombre de la reputación de Sesshoumaru tenga a su lado a una chica tan joven y linda.
—Dicen que es porque es la única que ha soportado el puesto por más tiempo.
—¿Es soltera?
—No estarás pensando en…— conocía a su jefe y cuando se encaprichaba con alguien, no paraba.
—Es muy linda... Y legal.
—Investigare sobre ella, pero por favor, no crees problemas innecesarios.
Inuyasha estacionó el coche, la cabaña de Sesshoumaru estaba bastante oculta, grandes árboles le rodeaban y la caseta de vigilancia estaba a 2 kilómetros, de surgir algún problema la ayuda no tardaría, pero en verdad esperaba no necesitarlos y poder pasar un fin de semana tranquilo con su novia. Observó a Kagome, ya se estaba despertando, a mitad de viaje se había dormido, debieron salir de madrugada para pasar desapercibidos. Miró por el retrovisor y sus perros comenzaban a agitarse. ¡Oh sí! Los habían llevado, el viaje también iba ser bueno para ellos.
—Kagome, llegamos.
—¿Ya?
—Voy a sacar a Tessa y Ryuu, despabílate y baja.
La chica se estiró en el asiento y al abrir los ojos, quedó maravillada, ya el viaje había sido hermoso por el paisaje, pero estar frente a la cabaña, la hacía sentir como dentro de un cuento de hadas. Salió del coche y entró con Inuyasha a la cabaña.
—¡Este lugar es genial!— respiró profundo, el olor a madera le impregnó.
—Tengo que admitir que Sesshoumaru tiene buen gusto— aunque todos los muebles eran de madera y mimbre, la decoración no estaba mal.
—¿Seguro podemos salir? Quiero dar un paseo— tenía muchas ganas de recorrer el bosque.
—Sí, no debemos preocuparnos.
—¿Eso de atrás, es una tina?— en el patio, estaba un "barril" enorme.
—Eso parece, en la noche podemos usarla, iré a dejar las maletas en la recamara de invitados.
—Iré con Tessaiga y Ryuurin, deben tener sed y hambre, yo tengo sed y hambre.
—Hay una chimenea, podemos asar salchichas.
Kagome asintió y sonrió, esperaba que Inuyasha no hubiese llevado solo carne para comer.
…
Salieron de paseo por la tarde, ambos perros corrían a la par de Inuyasha y Kagome trotaba detrás. Al llegar a un mirador, el ocaso estaba iniciando. Kagome se sentó cerca de la orilla, de su mochila sacó un termo y se sirvió agua, mientras miraba fijamente el horizonte. Inuyasha que estaba tirado en el suelo con los perros, observó encantado a su novia, sacó su celular y aprovechó para tomar una foto, la publicó en su Instagram con la leyenda "El mejor atardecer".
—Creí que no usaríamos internet— le reprochó Kagome al verle con el celular.
—Debía poner algo, te ves hermosa con el sol iluminándote— Kagome se sonrojó e Inuyasha le sonrió.
—Quiero ver la foto.
—No, ya no hay internet— se puso de pie al guardar el celular.
—Para verla no necesito internet.
—Una carrera de regreso, si me alcanzas te dejo verla— dijo al echar a correr.
—¡Inuyasha! Vayan tras él— le ordenó a los perros, que de inmediato persiguieron a su dueño.
Era su última noche en la cabaña y la pareja aprovechó la tina para relajarse en el agua caliente, ambos tenían una toalla envuelta al cuerpo, Kagome del busto para abajo e Inuyasha de la cintura. Dos pequeños faroles les alumbraban, en aquella noche sin luna.
—Ojalá pudiéramos quedarnos más tiempo— dijo la chica al recostarse en el pecho de su novio y mirar las estrellas.
—¿Te vas a dormir?
—Tal vez… Quita tus manos de allí— le regañó al sentir que unas traviesas manos iban bajo su toalla.
—Malvada— le tentaba con su cuerpo y no le dejaba tocar un poco.
—Este lugar debe ser lindo en otoño o invierno— comentó al imaginárselo.
—Podría llegar a un acuerdo con Sesshoumaru o mejor, comprar una.
—No vas a comprar una.
—¿Por qué no? Tengo dinero— dijo despreocupado.
—Todavía no lo entiendes ¿Verdad?— se giró para verlo a los ojos—. En una relación ambos deben cooperar, aquí— señaló a ambos—. Tú pones la mayor parte, no, de hecho, pones todo.
—Gano más, no me molesta gastarlo en ti.
—No me siento bien con eso, tal pareciera que estoy contigo por tu dinero.
—¿Es así?
—No— contestó ofendida.
—¿Entonces por qué te molestas? Y te dije que…
—Si se va a comprar algo para los dos, yo también quiero cooperar.
—Después pensaremos en algo que sea justo, lo prometo— nunca le había molestado, ni se había preocupado en el dinero que gastaba por Kagome, lo hacía con gusto, no imaginó que ella se sintiera incomoda—. Pero ahora, disfrutemos lo que nos queda de descanso y aprovéchame que no me verás en dos semanas— tomando desprevenida a la chica, jaló hacia abajo la toalla de ella.
—No hagas eso— se sujetó la toalla.
—Nadie nos ve— atrajo a Kagome hasta ponerla sobre su pelvis.
—Podrían... ¡Inuyasha!— chilló al sentir la muy despierta virilidad, sabía que él había ganado.
Inuyasha sonrió victorioso, las toallas no tardaron en quedar flotando en el agua.
Rin estaba comiendo en la cafetería, sola, ese día nadie pudo ir con ella, mejor dicho, ella fue la que comió tarde. Estaba por degustar su sopa cuando Michibata se sentó frete a ella, dejó de lado su comida, le miró extrañada y con fastidio, no soportaba a ese tipo.
—Soy Ariel Michibata, creo que no nos han presentado, oficialmente— dijo como todo un Don Juan.
—¿Necesita algo?
—No pude evitar notar que una jovencita tan linda, trabaja para Sesshoumaru.
—¿Y?— preguntó a la defensiva, no le hacía sentir cómoda.
—Dicen que es un hombre despiadado, aunque bien parecido, como alguien que conozco.
Rin roló los ojos, no podía creer que se siguiera comparado con Sesshoumaru. ¡No sé parecían en nada!
—¿En verdad?— preguntó con claro sarcasmo.
—Claro, ¿Cómo es trabajar con él?
—Un reto.
—Planeo trabajar un tiempo aquí, y busco una asistente que sea del lugar.
—Puedo darle algunos nombres— había captado su indirecta, pero ella le mandó otra.
—He visto como trabajas, mejoraré todas las ofertas de tu actual jefe.
—No estoy interesada.
—Piénsalo, no vas a arrepentirte, por cierto, son para ti.
Rin vio la caja en forma de corazón que le dejó, eran chocolates finos, se debatió en tomarlos o no, ella amaba el chocolate, pero aceptar esos, no le parecía correcto, por otro lado, la idea de desperdiciarlos tampoco le gustaba. Tal vez, podía cedérselos a alguien más. Era una opción, pero antes debía abrirlos ¿No? Ya que si venía una nota comprometedora todo el set se enteraría.
Desde el fin de semana se había encerrado en su habitación, su corazón estaba roto, destrozado, hecho polvo. No tenía ganas de comer, no se había bañado, su cama estaba llena de pañuelos desechables y las cortinas estaban cerradas. La música deprimente que escuchaba se detuvo, alguien entró y se sentó en la cama, dándole mimos en su cabeza.
—No llores.
—Pero tía, yo lo amo y él solo me rompe el corazón— dijo sin despegar el rostro de la almohada.
—Cuéntame.
—No le gustan mis ojos, cantó una canción que no me gusta y ve la foto que ha puesto, ¡Se fue con otra!— le mostró en el celular la foto.
—Es horrible, tú eres mejor, tienes mejor trasero, mírala bien, de dama no tiene nada, viste ropa de machorra— esa chica llevaba un pantalón negro, camisa de leñador y botas.
—Pero se fue con ella.
—Te quiere dar celos.
—¿Lo crees?
—¡Claro! Conozco a los hombres... Primero deja de usar esas lentillas.
—Pero...
—Tienes unos lindos ojos avellana, no los ocultes, si no te presta la atención que quieres, se más directa, yo te voy a dar unos consejos. Ahora dime ¿Quién es este guapo?— señaló la foto donde Inuyasha estaba en el set y a su lado estaba un hombre alto, maduro y mirada fuerte.
—Sesshoumaru, el hermano mayor de mi amado, también es su manager.
—Tú te quedas con el menor y yo con el mayor.
—¡Tía! Eres la mejor.
—Lo sé, lo sé... Ve a darte un baño, yo limpió aquí, comes y planeamos una estrategia para que te note.
Rin quería que todo terminara, ya no sabía qué más hacer para que Michibata entendiera que ella no estaba interesada en él. Le rechazó las invitaciones al cine, regresó los pendientes, pulseras y collares que le mandó; regalaba los dulces que le daba. Y ahora, le mandó un gran panda de peluche con una canasta de champaña, fresas y queso.
—No quiero eso, llévatelo— le pidió al joven pelirrojo que era parte del staff, Sesshoumaru no tardaba en llegar y no quería que el viese todo—. Si quieres, te lo puedes quedar.
—Pero hay una nota.
—Listo— tomó la nota y se la guardó—. Ahora vete.
—Rin, ¿Ya te dieron la nueva campaña?
—Sí, aquí la tengo, adiós Shippou.
El joven se escabullo lo más rápido que pudo, aunque Sesshoumaru no le vio más que un segundo, sintió que era analizado con detalle. Rin le entregó la carpeta a Sesshoumaru y notó que algo no le había gustado.
—¿Algo no va bien?
—Inuyasha tendrá gira de autógrafos, dos sesiones de fotos, será invitado en un programa de televisión y va ir a grabar a Canadá.
—Ya lo ha hecho.
—Va a modelar ropa de playa.
—No va a querer— ese estilo de ropa era igual a: dejar ver su pecho.
—Quiera o no, deberá hacerlo.
Sesshoumaru continuó revisando los papeles mientras Rin le observaba, ella se preguntaba si el panda no le causó preguntas, ¿No iba a preguntar quién lo mandó? ¡Por supuesto! Él ya lo sabía, Sesshoumaru siempre iba un paso adelante.
—¿Desde cuándo lo sabes?
—Desde que te ofreció empleo.
—¿Por qué no dijiste nada?
—¿Debo preocuparme? ¿Debo buscar asistente nuevo?
—No, pero...
Sería lindo si alguna vez mostraras más interés en mí, quiso decirle.
—¿No te molestan los obsequios?
—¿Te gustan?
—Algunos son lindos, pero no me siento bien al recibirlos.
Di que no te gusta que otro me corteje, di que solo tú puedes darme cosas lindas.
—Señor Sesshoumaru— golpearon a la puerta y una mujer se asomó—. Llegó el productor, quiere hablar con usted.
Inuyasha veía las fotos que estaban en su Instagram, él no las había subido, pero conocía el nombre del responsable, Miroku. ¿Cómo era posible que adivinara la contraseña de su teléfono?
En la primera foto, aparecía la foto de una taza de café y un muffin sobre una mesa, con el texto "El primer café de la mañana ¿Se les antoja?". Él no desayuno eso, de hecho, él no desayuno ese día, grabó a las cinco de la mañana, aquello era de Miroku. Leyó algunos mensajes que le dejaron.
LadyTaisho: "Te me antojas más tu".
Skygreen: "Preparo un exquisito café, ven a mi casa".
MuffinQueen: "Soy repostera y soy muy creativa cuando de postres se trata ;D".
Choko_Wonka: "Ve a la tienda donde trabajo y te regalo una taza a cambio de un beso."
Pasó a la siguiente foto, "Después de una larga mañana, a descansar". ¡Le tomó una foto cuando se quedó dormido en una de las camas del escenario!
MinaVlad: "Esa cama se ve muy cómoda".
LittleCroc: "El sueño te hace bien, dulces sueños".
LoveYouAndMe: "Pienso en muchas formas en que podemos usarla".
LadyTaisho: "Hola mi hermoso, Es la cama que has comprado para los dos? Cuándo la estrenamos? ", de nuevo esa chica, ¿Siempre estaba en primera fila? ¿No tenía mejores cosas que hacer que estar pendiente de él?
Vio una foto más y le dio un tic en el ojo.
—Miroku ¡No subas fotos que dan para otra cosa!
—¿Ahora qué hizo?— preguntó Sango.
—Míralo tú misma.
En la última escena que grabó, fue bajo el rayo del sol, Inuyasha terminó acalorado y para refrescarse, se vertió agua en la cabeza, agitó su playera y sin querer dejó a ver un poco de su abdomen, no solo eso, tenía el cinturón desabrochado. El texto que le acompañaba era: "Sufriendo de calor".
Orange55: "Quiero estar allí para secarte".
LoveYouAndMe: "Esa playera ya está muy mojada, quítatela".
LadyTasiho: "Mi amor, que raro que tengas calor, no me has visto o es porque pensabas en mí?"
MuffinQueen: "¿Te ayudo a quitarte el cinturón?".
—¡Miroku!— gritó ahora Sango.
—Debemos subir su raiting— se defendió el causante del alboroto.
—Su raiting está bien y no me gustan tus métodos.
—En mi defensa, él comenzó a subir fotos— señaló a Inuyasha—. Y no mostré más de lo que él dejó ver en su video.
—¡Ven aquí!— gritó Inuyasha al correr tras su amigo, le enseñaría a no volver a tomar su celular.
—Luego lo matas, tu escena— intervino Ayame al bloquearle el camino a Inuyasha.
El día anterior no fue el descanso largo que esperaba luego de dos semanas intensas de grabaciones, pero había estado con Kagome, ella le renovaba las energías. Salió de la ducha y escuchó el teléfono sonar, le extrañó que Kagome no contestara, tal vez estaba en el baño o terminando el desayuno, atendió la llamada desde el dormitorio.
—Hola Inuyasha, buenos días.
—Señora buenos días.
—¿Esta mi hija aun contigo?— le había llamado a su celular y no contestaba.
—Sí, ¿Quiere hablar con ella?
—Por favor dile que Souta irá a museo en la tarde, que regresen juntos a casa.
—Yo le digo.
—Debo irme, cuídense y un día ven a visitarnos.
—Se lo prometo, adiós.
Al terminar de vestirse fue a la cocina, el desayuno ya estaba listo, pero Kagome no estaba. Escuchó la televisión y fue a la sala. Kagome estaba sentada en el sofá, viendo atentamente un noticiero matutino.
—Tu mamá llamó, dijo que...
"No lo olviden, fuimos nosotros los que descubrimos a la novia secreta— decía el reportero de espectáculos, Inuyasha sintió nervios, él fue muy cuidadoso, ayer nadie les había visto—. Las pistas no pudieron ser más claras: Ojos cafés, atlética, recuerden que le gusta caminar por el bosque— apareció la foto del atardecer—. En el capítulo llevó su cabello negro rizado, nombre con "K", la foto desde el set donde se les ve muy felices, ¡Y! La noticia de su novia, Inuyasha la dio a conocer cuando la nueva serie tuvo luz verde y anunciaron el crossover ¿Coincidencia? ¡No lo creo!"
En la pantalla estaba la foto de Inoue Kikyou, una de las actrices que participaba en la nueva serie. Inuyasha se acercó hasta Kagome, ella se notaba tensa, el control remoto lo tomaba con fuerza.
—Voy a aclararlo— le quitó el control y apagó la televisión.
—Ya te hice el desayuno, hoy tendré recorrido nocturno y pasaré la noche en el templo, pero supongo que tampoco vendrás hoy ¿Cierto?
—Dime algo.
—¿Cómo qué? Está bien, es una confusión, es normal que piensen eso, ella es actriz, cantante y modelo, tiene una organización altruista, es lo que esperan para ti.
—Ella no me gusta— afirmó mirándola a los ojos.
—Está bien— se levantó, debía terminar de arreglarse.
—Mírame por favor, grítame, dime algo— si por culpa de esos entrometidos reporteros Kagome le dejaba... ¡No! Ella no lo haría ¿Cierto?
—¿Qué pasó en el episodio para que crean que ella es tu novia?
—Nada, me hirieron y es la médico que me atendió.
—Quiero verlo— se giró, estaba decidida.
—¿Ahora?— tenían el tiempo justo para desayunar e irse a sus trabajos.
—Ahora.
Ambos se sentaron en el sillón, adelantaron el episodio a la parte donde aparecían los médicos, todo era normal, Kikyou solo revisó los ojos de Inuyasha y puso una venda en la cabeza, después de eso, no hubo otra escena de ellos juntos.
—Eso es todo— afirmó, ella no notaba nada raro.
—Sí.
—¿De qué foto hablan?
—También están Miroku y Kouga, ni siquiera estoy junto a ella— le mostró la foto que subió Ayame a la cuenta del programa, el orden era: Inuyasha, Miroku, Kikyou y Kouga—. ¡¿Pero qué?!— se sobresaltó al sentir una mordida en su cuello, bajó la vista y Kagome tenía una sonrisa.
—No creo nuestros dientes coincidan— se levantó y fue directo al baño, al verse al espejo, su rostro se tiñó de rojo, no podía creer lo que había hecho, a causa de los celos ¡Mordió a Inuyasha!
Inuyasha no se levantó, estaba pasmado, que le tacharan de loco pero ¡Por todos los dioses! ¡Le encantó que ella hiciera eso! Esa mujer era perversa, le dejó con una gran incomodidad dentro el pantalón.
22/03/2018
Finalmente volví, tenía tantas ganas de continuar con esto, pero me llegó un bloqueo, no de falta de ideas, fue por exceso de ellas. Cuando pude organizarlas, todo fluyó con rapidez.
Seguramente les llené de más dudas y con lo de los ojos las time, el punto aquí es, que la fan loca, cambia todo de ella para ser atractiva para Inuyasha, no le importa si debe teñir su cabello, usar lentillas de color, ir a una cámara de bronceado o con láser aclarar su piel.
Mary: Para la fan loca, me he basado en Helga (entre otros personajes, de otras series), fuiste la única que lo dijo, bien :D. Tu teoría me gusta, no lo sé, algo de verdad hay en ella.
Yani: Todas son buenas opciones, varias me atraen para la fan. ¡Pero vaya! Tanto te atrapó que dejaste algebra de un lado, me siento culpable (bueno un poco XD).
Espero leernos en la próxima.
