Los personajes de Inuyasha pertenecen a la gran Rumiko, yo solo los tomó prestados para poder dar forma a la trama la cual si me pertenece. Todo sin lucro y solo con el afán de entretener. Cualquier parecido a la realidad es mera coincidencia o referencia.
15. Boda.
Rin estaba en la sala con Sesshoumaru, se frotaba las manos sobre su falda, claro signo de su nerviosismo, y el hombre estaba de pie frente a ella y solo la miraba, ella no quería verlo a los ojos. Esa tarde luego de volver del set, no se imaginó lo que iba a pasar, no lo vio venir.
—¿Y bien?— preguntó cuando sintió que llevaban mucho tiempo en silencio—. ¿Estás enojado?— le vio de reojo al sentir que él se sentaba junto a ella—. Se suponía que esta clase de cosas no debía pasar, son las clases de cosas que se planean y son de acuerdo mutuo. No sé cómo pasó, bueno si sé, a lo que me refiero es…
—Rin— le interrumpió—. Si estuviese enojado no estaría aquí.
—Eso no cambia lo que está pasando y ¿Cómo te diste cuenta?— obviamente él era muy perspicaz, pero nunca creyó que más que ella, es decir, era su cuerpo no el de él.
—Hablas dormida— confesó.
—Nunca me lo habías dicho.
—Nunca lo habías hecho, lo que no sé es, cuánto tiempo.
—Dos meses, tuve mis sospechas en Canadá, pero compré tres pruebas y solo una dio positiva, entonces llegando fui al médico y ya lo confirmó, pero no sabía cómo decírtelo y…— suspiró—. Aquí estamos, tú preguntándome "¿Cuándo me lo vas a decir? ¿Cuándo piensas decirme que seré padre?".
—¿Por qué no me lo habías dicho?
—No sabía cómo, créeme, ensayé frente al espejo muchas veces.
—Sabes que me puedes decir lo que sea.
—Pues ese tema no es fácil y más si es de sorpresa, si lo hubiésemos tenido planeado, al primer momento corro y te digo, pero aún sigo procesándolo.
—Ya no lo harás sola.
—Y, ¿Qué decía dormida?
—En vacaciones nos casaremos— esquivó la pregunta.
—¿Qué digo dormida?— le vio levantarse e ir al dormitorio—. Sesshoumaru, ¡Dime!— corrió tras él y al alcanzarlo lo vio viendo su celular.
—No me ignores, quiero saberlo.
—Ahora te toca esperar a ti.
—No es justo, ¿Es del trabajo?— pregunto al verle muy concentrado.
—De la sesión de fotos que tendrá Inuyasha en la playa.
—La señorita Kagewaki, ¡Espera! ¿Ella se encargara de la sesión?— le vio asentir—. Tal vez, yo no debería ir ese día, no creo que me necesites y no es necesaria mi presencia.
—No digas tonterías, vendrás conmigo.
Inuyasha estaba en la cocina calentando la comida, luego de haber ido a pasar con Kagome a la montaña, los dos habían regresado con mucha hambre. Y en lo que ella terminaba de ducharse, él se encargaba de esa tarea, ya había metido la carne al horno cuando sonó su celular, era su padre.
—No llamaron, ¿Llegaron bien?
—Si padre, te mandé un mensaje— sabía que solo quería estar de entrometido.
—El mensaje lo pudo mandar cualquiera, tú secuestrador, tú madre necesitaba una llamada.
—Exagerado, ¿Es todo?
—No, te tengo una gran noticia.
—¿Cuál?
—Tu madre y yo tendremos otro bebé, serás hermano mayor— dijo con entusiasmo.
—¿Pero qué mierda?
—Ese vocabulario—regañó.
—¿A tu edad? Digo, mi madre es joven, pero tú.
—No estoy anciano— dijo con indignación—.Tengo muy buena salud y mi resistencia es fenomenal.
—Vamos viejo, no crees en verdad qué ya pasó mucho tiempo.
—¿Cuándo aprenderás a respetarme? Y no necesitaría de un nuevo bebé si mis hijos se dignasen a darme nietos.
—Ya vas a empezar con eso— dijo algo incómodo, últimamente esa era una discusión frecuente, pero él no estaba listo para ser padre.
—Para tu suerte, la gran noticia es otra.
—Ya decía yo.
—Tu hermano se casa.
—Espera, ¿No lo estaba ya?— ahora sí que estaba confundido, él dijo ante todos en el set que Rin era su esposa.
—No, el muy pillo se iba a casar en secreto, pero lo descubrí.
—¿Cómo? Él suele ser muy precavido.
—En ocasiones llega correspondencia de él a la casa.
—¿Abres su correo?— eso sería el colmo de su padre, revisar correspondencia ajena era muy diferente a interrogarlos sobre su vida.
—No, fue un accidente, revisaba el correo y supuse era para mí, era su estado de cuenta, pagaba por los trámites de su boda por el civil.
—Bueno, cuando regrese le daré un regalo a Rin.
—Estás invitado, la boda será aquí.
—¿Qué?— no dejaba de sorprenderse ¿Sesshoumaru había aceptado eso?
—Llegue a un acuerdo con él— agregó al intuir lo que pensaba su hijo menor.
—Lo chantajeaste— esa era la palabra adecuada.
—Detalles sin importancia. Es el próximo fin de semana, Kagome también está invitada. No debes preocuparte por los reporteros, no se enteraran. También vendrán tus amigos Sango y Miroku.
—Le diré a Kagome.
—Ahora solo faltarías tú, ¿No quieres aprovechar y que sea doble?
—Debo irme, adiós—colgó, la idea de casarse con Kagome no le desagradaba en nada, pero primero debía presentarla formalmente y luego ya pensar en el siguiente paso.
Apagó el horno y fue a la habitación, al entrar vio a Kagome sentada frente al escritorio, su cabello estaba amarrado en una coleta y tenía un apósito en su nuca. Él había sido el culpable.
…
Regresaban de hacer senderismo, buscaban las escalinatas que llevaban a la cima de la montaña, para cuando dieron con ellas ya era tarde, así que decidieron ir al día siguiente. De regreso se detuvieron a tomar agua a mitad de camino. Kagome se había quitado su camisa de cuadros, quedado en camiseta y se amarró el cabello en una coleta. Decía que se acaloró, pero eso solo hizo que ahora fuese su novio quien sintiese más calor. Al reanudar su camino, Inuyasha ya no podía aguantar más, el trayecto de regreso le parecía interminable, tomó de la mano a su novia y la llevó entre los árboles, en ese momento se alegró de dejar a los perros en la cabaña.
—Inuyasha... Detente... No aquí— intentaba detener los besos de él, intentaba alejar su mano de sus shorts, pero él sabía cómo ser insistente.
—Nadie nos verá.
—Podrían...— no sabía si aquel sendero era muy concurrido o si había alguien más cerca.
—No hagas ruido— sonrió triunfante, había logrado hacer caer el short de su novia.
—Alguien podría…
—Nadie vendrá— las cabañas cercanas estaban solas, y a una distancia bastante considerable—. ¿Quieres que me detenga?— preguntó al frotarse en su entrada mojada.
—No se te ocurra— se sujetó firmemente al cuerpo masculino y dejó que él le hiciera lo que quisiera.
Cuando se recuperaban, fue que se dio cuenta, la chica se había lastimado el cuello con la corteza del árbol, una leve cortada, apenas un rasguño.
—Perdón por esto.
—No duele.
—Fui muy tosco— se sentía culpable, debió esperar a llegar a la cabaña.
—Lo disfruté demasiado, no me arrepiento— le dio un beso cuando terminó de reacomodarse la ropa.
…
Se acercó hasta ella y le dio un beso sobre la herida, fijó su vista en lo que ella hacía, era una lista de algunas salas del museo y ponía anotaciones que él no entendía.
—¿Quién era?— preguntó con curiosidad.
—Mi padre, Sesshoumaru y Rin se casan el próximo fin y nos invitaron.
—¡Wooo!, me alegro por ellos— sí que era una sorpresa, para ser honesta, creía que ya se habían tardado en dar ese paso—. Pero, ¿Cómo le haremos con los reporteros?
—No estarán, será en casa de mi padre.
—Deja de preocuparte por la herida, no me duele— podía sentir la mirada de él.
—¿Qué es eso?— señaló las notas.
—Planeo un recorrido, me gusta cambiar, hacerlos más interesantes.
—Entonces debo ir de nuevo, aunque, me gustaría más que me lo dieses solo a mí.
—Tal vez algún día— le dio un beso y sonrió cuando el chico la alzó—. Creí que tenías hambre.
—Se me antojó algo más— la llevó a la cama, más tarde se ocuparían de recobrar energías.
Inuyasha estaba tan incómodo parado junto a la mesa donde su hermano y Rin iban a firmar su acta de matrimonio, porque vaya sorpresa se llevó al saber que él y Kagome serían los testigos. Al principio estaba bien, en lo que los esperaba comía un flan que se robó de la cocina, mejor dicho, que el padre de Kagome le dio a probar, por qué si, Touga había contratado al padre de la chica para la comida.
Pero cuando su madre pasó y le tomó una foto, fue que sus nervios comenzaron, ella le sonrió de una manera rara. El traje de tres piezas que vestía le comenzaba a dar calor, lo sentía apretado y se moría de sed.
—Miroku, ¿Qué haces?— aquel flash lo cegó un momento.
—Una foto del recuerdo— vio la oportunidad y no la iba a dejar pasar.
—No te atrevas a ponerla ahora.
—Tranquilo, será para después. ¿Te divertiste? Yo creo que demasiado, lastimaste a la señorita.
—Yo no…— se sonrojó, no sabía qué decir.
—El que calla otorga, ¿Y por qué eres padrino?
—Por si no te has dado cuenta, Sesshoumaru no tiene muchos amigos.
—Pudo ser Jaken.
—Idea de Rin, supongo.
—Entiendo, intenta relajarte— le dio una palmada en la espalda—. Parece que el que se casa eres tú.
—Ya llegó el juez— anunció Izayoi—. Dame eso y limpia el dulce en tu labio— le quitó el vaso del flan y le pasó una servilleta.
—Madre, ya no soy un niño.
—Para mí siempre lo serás.
Inuyasha sonrió al ver a Rin, lucia muy feliz y aquel vestido de encaje blanco y tul naranja, le iba muy bien, por otro lado, Sesshoumaru vestía un traje de dos piezas totalmente blanco con bordados en dorado, no sabía si se casaba o llegaba de un viaje de la India, pero iba muy bien con Rin. Sin embargo la que le llamó más su atención fue otra chica, su novia que se acercaba por un costado, ese vestido verde esmeralda se le veía tan bien, a cada paso de ella, sentía mariposas es su estómago.
—¿Nervioso?— preguntó la chica.
—Para nada.
—Ya que están aquí, les diré donde firmar— dijo un hombre mayor que ya estaba al otro lado de la mesa, debía ser el juez.
—La novia firmará aquí y…— comenzó a explicar en lo que los invitados se reunían.
—Espere, somos los padrinos— interrumpió Kagome con rapidez.
—¡Vaya! Nunca me equivoco, eso quiere decir que pronto vendré a casarlos a ustedes— sus palabras solo hicieron que un sonrojo apareciera en Kagome e Inuyasha.
—Inu-chan, te ves muy bien— dijo Rin.
—Pasen y firmen, ya tengo hambre.
…
Los dos pares de ojos miel se observaban fijamente, el masculino con indiferencia y el femenino con victoria. La tensión se podía sentir. Esa inesperada llegada justo cuando firmaban el acta de matrimonio, había sorprendido a la pareja. Pero la ceremonia no se detuvo, cuando el juez se fue, Sesshoumaru fue a obtener respuestas.
—Mi hijo finalmente sienta cabeza— habló finalmente la mujer—. Temía que fuese un engaño o que te arrepintieses como hace años, por eso me tardé en llegar.
—Tenía que decirle, es tu madre— fue lo único que pudo decir en su defensa Touga, por experiencia sabía que era mejor no hacer enojar a su ex esposa.
Rin no sabía que decir, durante esos años de relación con Sesshoumaru nunca había tenido la oportunidad de conocer a Kimi, la madre de él. Claro que sabía de su existencia, pero la mujer solía viajar por todo el mundo y esta era la primera vez que volvía a Japón luego de cinco años. Y vaya que era una linda mujer, se veía tan elegante con ese vestido negro ajustado.
—Que adorable niña— finalmente se dirigió a Rin.
¿Niña? Tan joven se veía.
—¿Serás la hijastra de Sesshoumaru?
—Madre— habló en advertencia Sesshoumaru.
—Es broma, tranquila, solo lo quiero molestar a él— le guiño un ojo—. Dime ¿Qué le viste a un viejito como él? Yo que soy su madre luzco más joven— río con burla—. No importa, traje un álbum de fotos comprometedoras de mi hijo, vamos a verlas— tomó de la mano a Rin y la llevó a una banca del jardín.
Rin vio a Sesshoumaru y él asintió, si ella planease algo que no le agradase, la hubiese detenido ¿Cierto?
—Toma esto de una vez— le dio una bolsa de tela—. Lo iba a dejar en la mesa de regalos, pero es mejor ahora.
—Gracias— sacó el contenido, era un álbum que tenía la ilustración de una mujer embarazada y el texto "My Belly Book".
—Espero no saque el carácter amargado de mi hijo, pero pronto lo sabremos ¿Verdad?
—¿Qué?— ¿Sesshoumaru se lo había dicho?
—¿No lo sabes?— miro asombrada a su nuera—. Esperas un…
—¿Cómo es que usted lo sabe?— interrumpió, no quería que todos se enterasen aún.
—Es obvio, estás usando zapatos bajos, cuando ese vestido va mejor con zapatillas, has comido a escondidas un poco de todo de la barra de aperitivos— Rin debía admitir que eso era cierto, no quería que alguien la viese comiendo de más y dijese el típico comentario "Si que comes mucho ¿No estarás embarazada?", entonces ella se pondría nerviosa y tendría que dar la noticia antes de tiempo—. Y lo más importante, mi hijo no deja de apartar las bebidas alcohólicas de ti. Aunque no creo que seas de las que beben, pero sí creo que eres despistada.
…
Inuyasha no aguantó más, debía ir con su hermano y decirle lo que pensaban, entonces cuando lo vio entrar a la casa, lo siguió.
—Tú— señaló—. Ingrato, no me ibas a decir de tu boda. Yo te digo de Kagome.
—Debes hacerlo, tengo que estar preparado para tus idioteces.
—Mínimo un "Me caso con Rin", no tenías que invitarme, pero ella me importa.
—Sessh, dijiste que le habías dicho— Rin venía bajando las escaleras.
—Déjalo, me alegro por ti, si este tipo cara de… Si Sesshoumaru— corrigió, por Rin intentaría llevarse mejor con su hermano—. Si él te hace feliz, me alegro por ti.
—No te dije porque te fuiste— soltó el mayor.
—Tuviste mucho tiempo, no importa, no le arruinemos la fiesta a Rin.
—Te lo iba a decir pero padre se enteró antes de poder hacerlo, pero como eres cercano a Rin y ella te quiere…
Inuyasha vio cómo Rin sonreía y se ponía muy feliz, no comprendía que le ocurría.
—¿Serías padrino de mi bebé?— lo había dicho, le costó demasiado decirlo pero ya estaba hecho.
—¿Qué? ¿Cuál bebé?
—Serás tío— olvidó lo lento que era Inuyasha para captar las indirectas.
—¿Cuándo lo estés?— miró a Rin y negó con una sonrisa—. ¿Ya lo estás?
—¿Aceptas o no?— interrumpió Sesshoumaru, se estaba impacientando.
—Claro, ¿Tú serás padre? Eso será digno de ver.
—Tarado, ¡Y! Nada de decirle a alguien sobre esto.
—Será sorpresa— contestó Rin.
—No diré nada— Sesshoumaru le dirigió una última mirada antes de ir donde estaba Jaken, al hombre ya se le estaban pasando las copas.
—Te quiere, a su manera— dijo la chica—. Vamos Inu-chan, quiero algo de comer, veamos si ya estará lista comida— lo tomó del brazo y fueron a la cocina.
…
Los doce invitados y la pareja principal, estaban sentados alrededor de una larga mesa en el jardín. Sesshoumaru y Rin a la cabeza, Kimi, Jaken y la familia Higurashi estaba a la derecha de Sesshoumaru, mientras que Toga, Izayoi, Inuyasha, Kagome, Miroku y Sango, estaban del lado de Rin. Toda la comida iba bien, solo quedaba el postre, pero pasó algo que Sesshoumaru no previó.
—Le dije a Sessho que fuese a Shirakawa-go, pero no quiere— su hijo la vio con advertencia, su madre le había sugerido pasar en ese lugar parte del embarazo de Rin, el aire limpio le vendría bien.
—¿Es lindo?— preguntó Izayoi.
—Sí, sobre todo al final del invierno.
—Nunca he ido.
—Deberías.
—¿Cuándo fuiste?
—Madre— murmuró Sesshoumaru, la conocía y sabía que le gustaba el drama.
—Touga y yo vivimos un tiempo allí, cuando esperamos a Sessho ¿Verdad que es lindo?— preguntó a su ex esposo.
La mayoría dejó de comer, temían que se diese una escena, Rin miraba entre espantada a las dos mujeres, Sesshoumaru había endurecido su mirada para con su madre y Toga no sabía qué responder.
—Touga, deberíamos ir— dijo con emoción Izayoi y el ambiente se aligeró—. Luego no sabemos dónde tomar vacaciones.
—Sí, es buena idea.
—Seguimos teniendo una casa allá, quedamos en que se la dejaríamos a Sesshoumaru para cuando se casase y…
—Arruinas mi boda y nunca verás a tu nieto.
De nuevo se hizo el silencio y ahora todos veían a Rin, quién no sabía dónde meterse.
—Finalmente lo dices, ¿Tienes idea de lo complicado que es no presumir que tendré un nieto tan lindo como ella?
—¿Rin está embarazada?— preguntó Touga.
—Padre, ¿Me pasas el pan?— Inuyasha intentó traer la atención a él, pero no funcionó, todos esperaban una explicación.
—¿Creíste que iba a decirlo? Que poca fe me tienes— fingió indignación Kimi.
—Sesshoumaru, ¿Tendré mi primer nieto?— ¡Que alguien le confirmase!
—Si padre, serás abuelo.
—Iza, espero que no sientas celos, en lo que tu hijo te da uno, te presto a mi nieto.
—Gracias, aunque espero no sea larga la espera— ambas mujeres rieron.
—¿Kagome?
La chica vio a su padre, el la miraba fijamente y no entendía la razón, pero luego al ver a Inuyasha y luego a ella de nuevo, lo entendió, se puso roja y negó con la cabeza. Inuyasha al ver a su novia picar su tarta, vio a su suegro para intentar saber qué había ocurrido, entonces le vio murmurar "espero que ella no lo esté también".
—Le quedaron muy buenas las tartas— fue lo que atinó a decir y la madre de Kagome rió.
Al final, Rin veía emocionada a todos, quedó huérfana muy joven, por un tiempo solo fueron ella y una tía lejana que era muy conservadora, las fiestas y amigos estaban prohibidos, al morir su tía, quedó sola hasta que por cosas del destino, fue a conocer al que a partir de ese día era su esposo. Por ello, no sabía lo que era una reunión familiar. Ver a ese pequeño grupo de personas disfrutando aquella comida para celebrar su boda y ahora la venida de un bebé, la ponían muy feliz. Vio su mano donde ahora estaba un anillo, luego vio la de Sesshoumaru y quiso llorar, llevó sus manos a su vientre y cuando una de las manos de su esposo acarició el lugar, las lágrimas salieron de sus ojos, su bebé tendría una gran familia.
27/12/2018
¿Me extrañaron? Yo sí, pero tantas cosas han pasado que se me fue el tiempo. Espero este capítulo les gustase, ojalá no esté perdiendo la práctica.
Seguro se preguntan: ¿Por qué Kimi y no Irasue?, pues bueno, en realidad Rumiko nunca le dio nombre, y vi en internet que también la llaman Inu Kimi, entonces decidí cambiar.
Por último, espero nos sigamos leyendo pronto ;D
