Los personajes de Inuyasha pertenecen a la gran Rumiko, yo solo los tomó prestados para poder dar forma a la trama la cual si me pertenece. Todo sin lucro y solo con el afán de entretener. Cualquier parecido a la realidad es mera coincidencia o referencia.


Aparentemente, la página tiene o tenía problemas con los mensajes, pero si me llegan al correo.


19. Vlog.

Había tenido la idea más maravillosa del mundo, abrir un canal donde ella hablase sobre Inuyasha y el programa. Claro que ya había otros que hacían eso, pero el suyo sería el mejor. Solo ella lo conocía tan bien como para hacer esa tarea. Se encargó por internet una cámara, luz y micrófono para estar bien preparada, en cuanto llegó hizo pruebas y comenzó con su proyecto. De fondo tendría posters y mercancía del programa, se disfrazaría de gatita blanca con detalles en rosa. Por obvias razones aún no podía dar a conocer bien su rostro al mundo, solo hasta que Inuyasha lo aprobase, así que se personificó.

—Hola y bienvenidos a este canal, yo soy LadyTaisho y les doy la bienvenida a este mi canal. Aquí les hablaré de esta genial serie Tokio: Análisis de Conducta Criminal, también conocida cómo Tokio ACC, y obviamente del bombón de mi Inuyasha. Se preguntarán "¿Por qué usa un cosplay?", la respuesta es fácil, quiero mantener mi anonimato de momento, a su debido momento me conocerán y será el día más feliz de mi vida. Comenzare contando mi primer encuentro con la serie, fue hace seis años, yo tenía doce y pasaba por un momento muy difícil, mis padres se estaban divorciado, mi madre que es gerente en un restaurante me llevaba allí luego de la escuela, hacia mi tarea y comía allí, una tarde luego de que mis padres me dieron la noticia de que yo decidiría con quien irme, en la televisión del restaurante apareció el hombre más sexy del mundo, mostraba en pantalla su perfecto cuerpo, así es, el agente especial Takahashi Ranma. Rápidamente busqué la información del programa, descubrí que realmente era grabado en Tokio, Inuyasha vivía en Tokio y supe con que padre me debía ir, era una señal divina. Le dije adiós a vida en Kobe y me mudé a Tokio. Desde entonces he estado al pendiente de todo lo relacionado con mi bombón y colecciono cosas de la serie como pueden ver— señaló su fondo—. En otro video les mostraré cada cosa con más detalle y de mis experiencias en las convenciones donde he ido. Para este primer video reaccionaré y daré mi opinión de algunas de las mejores escenas de la primera temporada— dos horas después había terminado el video, solo quedaba despedirse—. No olviden seguirme, darle like y activar la campanilla para recibir notificaciones.

Eso había salido muy bien, era hora de editarlo y subirlo.


Sesshoumaru revisaba la agenda que tendría Inuyasha al volver luego de concluidas las grabaciones, iría a un programa de televisión, grabaría un comercial, la presentación de un nuevo teléfono celular y una sesión de fotos para la nueva temporada. Nada que no hubiese hecho Inuyasha antes, el problema era si iba a tener buena disposición para hacer las cosas. Le aliviaba que estuviera manteniendo un bajo perfil.

Vio la hora, en quince minutos tendría una videollamada con los productores, los ejecutivos del programa y otros manager, al parecer discutirían sobre dos temas importantes. Esperaba que ninguno fuese sobre Inuyasha.

—Es tan molesta, ¿No lo crees?— preguntó Rin que estaba acostada en el sofá.

Le había estado hablando a Sesshoumaru sobre un nuevo canal llamado "LadyTaisho Vlogs", perteneciente a la fan loca de Inuyasha. El video no duraba mas de una hora y lo vio porque la app se lo sugirió, verlo era un decir, le había estado adelantando.

—Solo es una adolescente fantasiosa— cualquiera pensaría que por estar trabajando no le estaba prestando atención, pero no era así.

—No me agrada, siento que en verdad se cree que Inu-chan le pertenece.

—Solo es una chiquilla— como ella había muchas otras—. Ya te sientes mejor— afirmó, hasta apenas unos días atrás no quería salir de la cama porque se mareaba y salía corriendo al baño, pero ahora se veía diferente.

—Si, ya no vomito y me siento con energía— se sentó y se estiró.

—No creo que debas comer tanto dulce— tenía con ella tres bolsas, de gomitas, caramelos y chocolates, si ella no comenzaba a controlarse comenzaría a poner bajo llave esas golosinas.

—¿Crees que están más grandes?— tomó sus senos con las manos, apretándolos un poco, ignorando lo dicho por Sesshoumaru.

—Es normal.

—Si hago esto los botones se abren— se estiró llevando los brazos atrás.

—Deberías comprar ropa nueva, ¿Qué haces?— la vio meter sus manos bajo su blusa.

—Me aprieta— una vez libre de su sostén, lo dejó junto a ella, ya se sentía mejor—. ¿Qué tan grandes crees se pongan?

—No lo sé.

Sesshoumaru observaba a Rin que se la pasaba viendo sus senos y se había quitado la falda para ver su vientre, a este punto ya era evidente que estaba embarazada. Ella se levantó y comenzó a verse las piernas, se enrolló la blusa justo por debajo de sus senos y acariciaba su vientre. ¿Estaba haciendo todo eso a propósito? El sonido de la videollamada entrante lo distrajo.

—Ya va a iniciar la llamada— le recordó, lo último que quería era que se le olvidara y apareciera de sorpresa, Rin asintió y él se relajó al verla ir al segundo piso, se imaginó que a la recamara.

Eran las cinco de la tarde y ya tenía hambre, la reunión había durado dos horas, le sorprendía que Rin no le hubiese ido a ver, fue directo al dormitorio y al entrar la encontró con su ropa tirada en el piso y en la cama, ella de pie frente al espejo en ropa interior.

—Rin, ¿Qué es todo esto?

—Me pruebo ropa, la de la cama aún no me aprieta, pero la mayoría son pijamadas y playeras— se dejó caer en la cama, probarse ropa la agotó—. Solo dos sostenes no me aprietan, mañana tendré que ir a comprar ropa nueva, ¿Qué tan grande me los debo comprar?— se rascó sus senos por sobre la tela del sostén—. Deberán ser totalmente de algodón y sin costuras porque este de encaje me está dando mucha comezón— le volteo a ver, seguía parado en la puerta—. Te estoy hablando— arrugó la nariz en señal de enfado.

—Te estoy escuchando— dijo cuando ella se acercó a él—. Mañana vamos a comprarte ropa.

—Gracias— le dio un beso en la mejilla—. ¿Y de qué trató tu reunión?

—Planean un panel con el electo, preguntas y respuestas de los fans a los actores. Van a lanzar mercancía nueva y quieren un CD donde el elenco cante.

—¿Qué van a cantar?

—Canciones de navidad.

—Ya sabemos que Inu-chan canta bien y ¿Dijeron algo de Inu-chan?— Sesshoumaru negó con la cabeza—. Tal vez eso es bueno— volvió a rascarse sus pechos—. Por ahora usaré una camiseta— se quitó el sostén y se dio la vuelta—. ¿Sessh?— volvía a estar acostada en la cama, pero ahora tenía a su esposo sobre ella, mirándola fijamente.

—Por ahora no creo necesario que te vistas.

Ella lo había estado provocando sin ser consciente y ya no podía aguantar más. Todo su autocontrol del que estaba tan orgulloso se perdía con Rin.


Inuyasha y Kagome estaban desayunando antes de que la chica se fuese al trabajo, ella revisaba su correo desde el celular y él seguía preparando tocino para los waffles.

—Ya eres un experto en hacer el desayuno— en las últimas dos semanas, Inuyasha se había puesto a ver tutoriales de cocina y había mejorado bastante, la primera vez dejó el huevo crudo y quemó las salchichas—. Pronto no vas a necesitar una cocinera— bromeó.

—Pero si voy a necesitar alguien que pruebe mi comida.

—Si sigue siendo tan buena como esta, ¿dónde dejó mi solicitud?

—Podríamos discutir eso en la noche— se acercó a ella y le besó el cuello.

—¿Qué ropa debería ponerme para la entrevista?

—No importa, igual no la usarías mucho tiempo— Kagome rió y le dio un corto beso.

—Si no tuviese que ir al trabajo adelantábamos esa entrevista.

—Termina de desayunar, preparé arroz y carne, te la puse para llevar— señaló la bolsa de almuerzo.

—¿Cómo es que eres tan perfecto?

A Inuyasha se alegraba tanto que a Kagome le gustase la comida que preparaba para ella, lo que inició como un experimento para pasar el tiempo que tenía libre, se había vuelto un hobby. Y era una buena manera de consentir y agradecer a su novia, ahora se podían turnar con la comida.

—Sango me ha mandado una foto— abrió el chat, la foto era de Sango y Miroku abrazos, ella estiraba su mano a la cámara y mostraba un anillo, "Queremos decirles antes de hacerlo público".

—¿Se van a casar?— preguntó Inuyasha al ver la foto.

—Ella tiene un anillo, es obvio.

—Creí les tomaría más tiempo.

—Tenles un poco más de fe, deberíamos llamarles y felicitarlos.

—A mi no me mandaron nada, le voy a reclamar a Miroku— tomó su celular he hizo una videollamada a su amigo.

Miroku no tardó en contestar, estaba con Sango en lo que parecía era el jardín del rancho. Ambos se notaban felices, sobre todo Sango que no aguantaba las ganas de contar la noticia.

—¡Felicidades chicos!— dijo Kagome.

—Gracias, aún no me lo creo— Sango tenía una enorme sonrisa.

—Ni yo, por un momento creí me diría que "no".

—Seguía en shock, no puedes culparme por eso.

—¿Y por qué solo le dijeron a Kagome?

—Sabíamos estarías con ella— respondió Sango.

—No se equivocaron, pero podría ser que hubiera pasado la noche en el templo.

—Aún así, te hubieses ido a quedar allá, no te hubiera importado quedarte encerrado hasta que ella volviera.

—Ya basta los dos, Sango, sí sigues discutiendo así con él me pondré celoso— bromeó Miroku, sabía que la relación de ese par era de estarse molestando, pero se querían.

—¿Y cuándo lo dirán públicamente?— preguntó Inuyasha.

—En una hora, primero queríamos que nuestra familia y mejores amigos lo supieran, pero Kagome, ya no lo consientas tanto— dijo Miroku al ver el desayuno de sus amigos.

—Yo no lo hice, fue Inuyasha.

—¿Y no has enfermado?

—No lo ha hecho, diles que si te gusta y sabe bien.

—Es verdad, es muy bueno cocinando— comió más de su Waffle.

—Entonces un día, iremos a probar tu deliciosa comida y lo comprobamos ¿verdad Sanguito?

La alarma del celular de Kagome se escuchó y la chica terminó rápido lo que quedaba de su desayuno, fue al baño de la planta baja a lavarse los dientes, al volver tomó sus llaves y se despidió de sus amigos.

—Me tengo que ir ya o llego tarde al trabajo, felicidades de nuevo chicos.

—Ve con cuidado— se despidió Sango.

—Kag, tu comida— le recordó Inuyasha al ver que la dejaba, ella se regresó y le dio un beso en la mejilla—. Nos vemos en la noche.

—Quieres ir a dejarla ¿verdad?— dijo Miroku al ver la cara de frustración de su amigo.

—Obviamente.

—¿Ya lo pensaste?

—¿Qué cosa?

—Seguirla en Instagram.

—Aún no le veo el punto, no es como que todos supieran quién es ella.

—Te lo explicó mejor, número uno: es una manera de estar con ella, sentirte cerca de ella y que se emocione porque te gustó lo que puso, número dos: eventualmente puedes etiquetarla.

—Miroku, no puedo presentarla.

—No entiendes— intervino Sango—. No puedes presentar a Kagome, nadie dijo nada de no presentar a YokoStar, puedes decir que tu novia es YokoStar.

—¿Y si se enteran que es Kagome?— existía esa posibilidad.

—Nadie sabe que es ella, no les ha dado su cuenta a amigos ¿Verdad?

—No que yo sepa.

—Por último— prosiguió Miroku—. Número tres: se hace famosa y ¡Bam! asunto resuelto.

—Ella no quiere ser famosa.

—Ve esto como un plan a largo plazo— dijo Sango—. Terminan amando a YokoStar y no te van a poder seguir dando excusas para no presentarla.

—Lo pensaré, lo prometo.

—Porque esto debe estar solucionado pronto, queremos que sean nuestros testigos.

—¿Ya tienen fecha de boda?

—No, pero sabemos que los queremos a ustedes y a diferencia de la boda de tu hermana y Rin, no creo que nosotros podamos hacerla tan privada, la madre de Sango ya quería contarles a sus amigas que su hija se va a casar.

—Mi madre está muy emocionada, no creo sepa guardar un secreto.

—Te dejamos, apenas vamos a desayunar y ya nos llaman.

—Si, nos vemos pronto.

Inuyasha miró su comida, de pronto se le había ido el hambre, estaba realmente feliz por sus amigos, pero eso no le impedía sentir algo de envidia, su relación no tenía tantas complicaciones y estaba seguro de que sus fans se alegrarían por ellos con el anuncio de su futura boda.


Kagome había estado trabajando en la computadora desde muy temprano e Inuyasha lo entendía, trabajo era trabajo y responsabilidad, pero ya comenzaba a fastidiarse. Aquel era su último fin de semana libre antes de volver a las grabaciones y quería aprovecharlo a lo grande con su novia. Se acercó despacio a ella, solo usaba un minishort y playera de tirantes, su cabello amarrado en un molote dejaba ver su lindo cuello, esa parte de su cuerpo que era muy sensible.

—Me gusta cuando dejas tu cuello al descubierto— le beso sobre su marca de estrella.

—Ahora no, debo terminar este reporte— se movió para apartar a su novio.

—¿Tienes hambre?

—Aún no, come tu.

—Llevas aquí desde la mañana y ya son las cuatro de la tarde, ni siquiera te has terminado tu café y tienes la mitad de ese muffin.

—Esto me ha llevado más de lo esperado, debe salirme bien, sin fallos.

—Descansa quince minutos, mientras comes algo.

—No hasta terminar.

—Kag, todo va a estar bien— hizo girar la silla de ella y así verla directo a la cara.

—¡Eso no lo sabes!

—Eres lista y muy capaz.

—Aún puedo fallar y me despedirían.

—¿Y por estar haciéndolo vas a dejar de comer? Te vas a enfermar.

—No me voy a enfermar— quiso voltearse, pero Inuyasha no la dejó—. Ahora suelta la silla y no me estes distrayendo.

—Como quieras— él solo se preocupaba por ella.

Inuyasha estaba acostado en el sofá jugando algo que le recomendó Souta, vio a Kagome levantarse, caminaba de un lado a otro moviendo cosas, se le notaba preocupada.

—¿Ahora qué?

—No encuentro mi celular, levántate.

—Yo no lo tengo— contestó a la defensiva.

—¡Levántate!, no estorbes, deja busco entre los cojines.

—Te dije que yo no lo tengo— se levantó molesto, estaba ofendido, ¿En verdad le creía capaz de hacer algo así?

—Nunca dije que lo tuvieses— metió las manos entre los cojines, encontró un arete y un par de monedas, pero no su celular.

—Deja te llamó.

—Ya lo hice, no sonó, ¿y si no lo traje?

—En la mañana lo tenías.

—Te puedes estar equivocando de día— ahora veía debajo del sillón.

—No lo hago, lo recuerdo porque sonó tu alarma a las seis de la mañana.

—¿Y si me han llamado y no contesté?

—Busca aquí y yo en la recámara.

—Ya lo busqué allá.

—Nunca está de más— por estar enojada pudo no verlo.

—¡Ya te dije que ya busqué allá!, no pierdas tiempo y si en verdad quieres ayudarme a encontrarlo búscalo aquí.

—Tu busca aquí.

Marcó el número de Kagome y en verdad no se escuchaba, entró a la recámara donde finalmente escuchó un leve vibrar, si su oído no le fallaba, provenía del baño, de inmediato entró y sobre la repisa de las toallas estaba el celular. Lo tomó y lo sintió vibrar, había llegado un mensaje de texto, en la pantalla estaba la notificación.

"Espero tuvieses un lindo viaje, perdón por no escribir antes, donde estaba no había wifi". El mensaje lo había enviado un tal Calupoh, ese era un nombre raro. El aparato volvió a vibrar, "Vine por donas y tienen tu favorita, ojalá pudiera llevarte una caja".

Estuvo a nada de desbloquear el celular y ver los mensajes, después de todo, el celular tenía guardada su huella. Se contuvo, por mucho que quisiera saber quien le mandaba esos mensajes no espiaría a su novia. Entonces recordó al hombre que sus compañeras mencionaron, aquel que había conocido en Nueva York, pero si solo lo vio esa vez como dijo Kagome, no tenía sentido que aquel tipo tuviese su número. ¿Y si el tipo consiguió su número por medio de sus compañeras y ahora acosaba a Kagome?

—¿Lo encontraste?— preguntó la chica al entrar a la recámara, Inuyasha suspiró y salió del baño.

—Sí, toma, lo dejaste en las toallas.

—Ninguna llamada del trabajo, que alivio.

—Voy a leer mi guion al patio.

—Yasha, lo siento— el chico volteó a verla—. Me estresa el nuevo puesto, me gusta, pero me presiono, no quiero hacer algo mal y lo termine jodiendo en grande.

—No te preocupes, pero sabes que debes comer.

—Hay comida de ayer, podemos recalentar eso y comer juntos si no estás molesto por como te grité.

—Kag, me preocupo por ti— la abrazó, no podía sacarse de la cabeza aquellos mensajes—. Comemos, luego yo leo mi guion y tu sigues con tu trabajo.

Inuyasha había dejado a un lado su lectura para pasarle un libro a Kagome, al momento de tomarlo, una hoja se cayó de entre las páginas. Recogió lo que él creyó era una simple hoja que la chica usaba como separador, al verla mejor se dio cuenta que era el boleto de regreso de avión.

—¿Viajaste en clase platino?

—Sí, quise llegar antes y cambié mi vuelo.

—Fue más del triple del costo normal.

—Lo sé, pero en verdad ya quería verte.

—Me hubieses dicho, yo te lo pagaba.

—Nada de eso, quedamos en que no estarías gastando exageradamente en mi.

—No es exagerado, yo también ya quería verte.

—Ya olvídalo—se levantó, tomó el boleto y volvió a ponerlo dentro del libro.

—Te doy la mitad— la chica negó—. Me voy a enojar si no aceptas.

—Enójate— le enseñó la lengua.

—¿De qué sirve el dinero que ganó si no puedo darte cosas que quiero?

—Ahorra o has con el lo que hacías antes de conocerme.

—De ninguna manera— eso significaría no tenerla en su vida.

—No es como si gastaras en acompañantes, apostaras, drogas, compraras vehículos de colección o fueses a viajes súper caros. ¡¿Lo hacías?!— se alarmó, él no decía nada.

—¡Claro que no!, solo la parte de los viajes y el coche que ya conoces.

—Es un lindo coche— admitió.

—Te encanta ese coche.

—Es muy cómodo.

—Es una lástima que no podamos salir de viaje por carretera en el.

—Lo sé, hagamos un trato, olvida lo del boleto y a cambio, te voy a dejar darme algo que tú quieras, sin exagerar, nada de coches, ropa de marca o joyería carísima que no podría usar en la calle.

—Trato— le había cortado muchas opciones, pero encontraría algo muy bueno para darle.

—Y… ya terminé lo que tenía que hacer— comenzó a desabrocharle sus jeans—. Podríamos divertirnos un rato.

—¿Solo un rato?

—Tenemos que comer en algún momento.

—¿Cama o coche?— la cargó y ella le rodeó con sus piernas por la cintura.

—Coche.

De inmediato, Inuyasha se dirigió a la cochera, bendito el día que logró comprar ese coche, aunque en ese momento fue un capricho en un intento de presumírselo a Kagome que aún no era su novia, pero el paso del tiempo le recompensó.


18/09/2020

Hay muchas cosas que al principio pueden generar confusión como el asunto de instagram y que Inuyasha siga a Kagome (a YokoStar), pero con el paso de los capítulos, espero se aclare. Cualquier otra duda, no duden en preguntar.

Y pues, desde hace ya tiempo me gusta JOJOs, en esta cuarentena me los volví a leer y a retomar de nuevo el manga. Tengo varios personajes favoritos, Cesar, Joseph, Jotaro, Rohan, Mista y otros, mi parte favorita podría ser la tercera, pero también la quinta.

Finalmente, gracias por sus mensajes, me da gusto que les vaya gusto e igualmente gracias por los favoritos y seguidores nuevos.