Los personajes de Inuyasha pertenecen a la gran Rumiko, yo solo los tomó prestados para poder dar forma a la trama la cual si me pertenece. Todo sin lucro y solo con el afán de entretener. Cualquier parecido a la realidad es mera coincidencia o referencia.
Obsesión
22. Sin palabras.
El timbre de la casa de Sesshoumaru sonó muy temprano, algo extraño, ya que rara vez tenía visitas, se terminó de lavar los dientes y fue a atender, esperaba que solo fuese el guardia del fraccionamiento o algún paquete que Rin hubiese pedido, jamás esperó ver a su madre con tres maletas.
—¿Qué hace aquí?
—¿No me vas a invitar a pasar?— Sesshoumaru se hizo a un lado—. Ayuda a tu madre con su equipaje.
—¿Cuánto tiempo planea quedarse?— preguntó una vez dejó las tres maletas adentro y cerró la puerta.
—No lo sé, vine porque vi todo ese veneno que le tiran a mi nuera.
—¿Cómo sabe de eso?
—Sesshoumaru, está en las revistas de espectáculos— sacó una de su bolso y se la dio—. Me sorprende que tú no lo supieses— vio cómo su hijo apretaba con fuerza las hojas, para luego volver a dársela.
—Yo estoy con ella.
—¿Lo estás?— preguntó alzando una ceja—. Y no me refiero a si estás al pendiente de ella todo el día, en si los amas y estas feliz con ser padre, ¿ella lo siente así?
—Madre, le aseguro que ella sabe que…
—Siempre ha sido una chiquilla muy alegre, fuerte y positiva— le interrumpió—. Pero los embarazos tienden a hacer cambios, no dudo que la ames, se nota que harías todo por ella y tu bebé, en tu peculiar forma de ser le demuestras tu amor— Sesshoumaru se mantuvo callado, escuchando—. Esto es lo que debe preocuparte— le mostró el video del programa en su celular—. Que ella se lo llegue a creer.
—Sabe que son mentiras.
—La Rin sin las hormonas locas lo sabe, me quedare unos días aquí y luego a mi apartamento, iré a desempacar— tomó la maleta más pequeña y se encaminó a la escalera.
—Madre, sus otras maletas.
—Solo una es mía, las otras son obsequios.
Sesshoumaru suspiró, sabía que no iba a hacer que su madre cambiase de opinión, movió las maletas a la sala y luego subió al dormitorio, su esposa seguía acostada, pero sabía que ya no estaba dormida.
—Es hora de desayunar.
—¿Qué hora es?— se estiró en la cama, aunque ya no tenía sueño, sentía mucha flojera.
—Las once.
—Dormí mucho, escuché voces ¿alguien vino?
—Mi madre, se quedará unos días aquí.
—¿Por qué no me dijiste que venía?— se hubiese levantado antes para recibirla.
—No avisó.
—Supongo quiere pasar tiempo con su nieto o nieta— dijo con una sonrisa mientras llevaba sus manos a su vientre—. Será mejor me cambie— dejó la cama y fue al armario por ropa, mientras se cambiaba pudo notar que su esposo estaba raro, solo la veía fijamente, no era una mirada llena de lujuria, era diferente, tal vez, preocupación—. ¿Qué pasa?
—¿Tú estás bien?
—Sí, ¿por qué no lo estaría?— le sonrió y luego siguió cambiándose.
Sesshoumaru suspiró, debió suponer que Rin iba a ignorar el incidente de la noche anterior. Quería decirle algo, pero no sabía qué, eso le frustraba. Rin siempre era la que hablaba, hacía su pequeño monólogo de ellos y todo iba bien. En esta ocasión, no había nada de eso y le estaba desesperando.
¿Por qué no podía ser más abierto como su padre e Inuyasha a la hora de decir sus sentimientos?
—Estoy lista, iré a saludar y…— se detuvo antes de abrir la puerta, Sesshoumaru la había tomado de la mano y la veía intensamente.
—Te amo— hizo una breve pausa—. A ti y a este bebé, ¿Por qué lloras?
—Porque soy feliz— dijo Rin al abrazarlo por el torso—. Sé que lo haces, pero escucharte decirlo me hace muy, muy feliz.
Sesshoumaru le devolvió el abrazó y cerró sus ojos, concentrándose en el aroma de su esposa, ellos nunca habían necesitado de muchas palabras, Rin nunca le había exigido palabras de amor, siempre se había conformado con detalles pequeños y por cosas como esas, es que la amaba, entendía su manera de ser.
…
Inuyasha dejó de leer su libreto cuando Kagome se sentó a su lado, la notó molesta, pero no con él. La observó a la espera de que hablase, pero ella solo mantenía una mirada molesta a su celular.
—¿Qué pasó?— preguntó finalmente.
—Esto es muy cruel, espero no lo viese— le mostró su celular e Inuyasha vio el video de aquel programa de espectáculos—. Ya lo hizo, ¿cierto?— su novio no parecía sorprendido.
—En cuanto me enteré le llamé a Sesshoumaru para saber cómo estaba Rin, me equivoqué y llamé a su casa, me respondió la madre de Sesshoumaru y me lo dijo, que Rin ya sabía, su prima le mandó el video.
—¿Por qué no me habías dicho?
—Porque Sesshoumaru ya se encarga y no te quería preocupar de más.
—Si esto le pasa a Rin, algo similar me podría…
—Ni siquiera lo digas— la interrumpió.
—Sabes que es una posibilidad.
—Ven aquí— tomó un cojín, lo acomodó en sus piernas e invitó a la chica a acostarse.
—Debería dejar que sigas leyendo.
—Ya no tengo ganas— palpó el cojín y Kagome se terminó acostando—. Busquemos alguna serie o película para ver.
—O, podrías contarme bien la historia de la familia de Rin. Porque hasta el día de su boda, creí que no tenía familia.
—Es complicado.
—Tan complicado que no fueron a la boda.
—No conozco toda la historia, pero es algo así, Rin quedó huérfana siendo aun una niña, una tía se hizo cargo de ella, al morir volvió a quedar sola, pero su tía dejó una herencia y aparecieron familiares que Rin no conocía, por un breve momento se hizo amiga de una prima lejana.
—¿Por qué "breve momento"?
—Cuando Sesshoumaru buscaba nuevo asistente, llegaron muchas chicas para el puesto, Rin acompañó a su prima que iba por recomendación de Kagura, quien en ese momento seguía siendo la prometida de Sesshoumaru. Rin aprovechó para hacer el tour por el estudio de grabación, todo indicaba que la prima de Rin se quedaría con el puesto, iba recomendada y Rin estaba aún en la universidad, pero Sesshoumaru eligió a Rin.
—¿Cómo es que se conocieron?
—Por lo que me enteré, quedaron atrapados en el ascensor, Jaken también estaba con ellos.
—Es broma, ¿cierto?— era como la trama de una comedia romántica.
—No, algo pasó adentro que dejó sorprendido a Sesshoumaru y poco después la citaron para ofrecerle el puesto. Esto provocó el descontento entre la nueva familia desaparecida de Rin, y nuevamente dejaron de contactarla, hasta ahora.
—Así que… ¿solo le mandaron el video para lastimarla?— Inuyasha asintió—. Yo que Rin, les hubiese bloqueado de todos lados— dijo molesta—. ¿Debería llamarla?
—Tal vez luego, por ahora dejemos que Sesshoumaru se encargue.
—Puede que tengas razón.
Rin quien sólo vestía una camiseta y pantaletas, acariciaba su vientre con ternura, mientras estaba acostada en la cama y veía a Sesshoumaru elegir el traje que usaría ese día. Sonrió al ver que sacaba una camisa y la combinaba con dos corbatas.
—La segunda— dijo, a lo que el hombre asintió—. Quiero que se mueva.
—Dale tiempo, me iré a bañar, se me hace tarde.
—Yo también quería darme un baño— se levantó y al verlo sonrió.
—No tardo.
—No lo entiendes— se fue a parar delante de él, bloqueándole la entrada al baño—. Quiero bañarme también.
—Rin, se me hace tarde— en otras circunstancias no pondría ninguna excusa, pero realmente se le hacía tarde.
—No te veré hasta la tarde y quiero también bañarme— dijo con total determinación.
…
Inuyasha vio entrar a la oficina a su hermano, a pesar de llegar tarde a su reunión con él, iba muy calmado, como si no fuese consiente de la hora que era.
—Sesshoumaru llegando tarde— se burló Inuyasha, jamás creyó que eso llegaría a pasar
—¿Qué haces aquí?
—Tu me dijiste que nos veíamos aquí, en tu oficina, a las 9 am y son las 10 am— admitía que él había llegado en ocaciones más tarde, pero que Sesshoumaru lo hiciera y olvidase una reunión, era extraño y sospechoso—. ¿Todo bien con Rin?
—¿Por qué iría algo mal?
—Solo pregunto— vio a su hermano quitarse la bufanda y sus ojos se abrieron grandes por la sorpresa—. Deberías…— ¿cómo se lo hacía saber sin morir?
—¿Qué cosa?
—Ve al baño y mira tu mismo— se señaló el cuello, iba comprendiendo porque llegó tarde.
Sesshoumaru entró al baño sin cerrar la puerta, Inuyasha se estiró un poco para verle y sonrió cuando vio su cara de sorpresa reflejada en el espejo.
—¡¿De qué querías hablar?!— preguntó Inuyasha ahogando una risa.
—¡Lárgate!, te llamo cuando vuelvas— cerró la puerta, volvió a ver su reflejo, ¿Cómo es que no se dio cuenta antes?
…
Miroku e Inuyasha habían terminado sus escenas antes, por lo que adelantaron su hora de almuerzo. Y allí estaban, en el remolque de Miroku.
—¿Qué asunto quería tu hermano contigo?
—Pospuso la reunión, le surgió algo más— aunque una parte de él se divertía con lo sucedido, otra quería olvidarlo por completo, le resultaba algo perturbador, una cosa era saber por obvias razones que su hermano y Rin tenían sexo -clara evidencia era el bebé que venía en camino-, y otra era ver signos de ello, no podía creer que fuesen tan fogosos.
—¡Inuyasha!
—¿Qué?
—Te quedaste perdido, ¿pasó algo?
—No, nada, solo…— vio por la ventana en un intento de encontrar una excusa, cuando pasó Kouga y de inmediato gruñó con molestia.
—Sigues preocupado de que sean amigos— se refería a Kagome y Kouga.
—Me duele que no confiase en mi.
—Lo sé, te entiendo, pero también la entiendo a ella, no me malinterpretes— se apresuró a decir cuando vio su mala cara—. De tu círculo de amigos solo tiene contacto conmigo y Sango, tampoco es que tengas muchos, el punto es que no puede hablar de su vida secreta con amigas del trabajo, claro que está su familia, pero no es lo mismo, en ocaciones debe sentirse con ganas de hablar y…
—Puede decirle a Sango.
—Y ella encantada de escucharla, pero no es lo mismo, la señorita necesita sus propios amigos, amigos con quienes pueda hablar libremente sobre ti, como tú conmigo, ¿Comprendes?
—Creo— dijo no muy convencido.
—Ser amiga de Kouga debió ser un cambio agradable, pudo liberarse de los secretos por un momento y esto puede estar a tu favor.
—¿Cómo?
—Si ella se gana de afecto de los productores como amiga de Kouga, no tendrán más excusas que ponerle.
—Puede que tengas razón, pero qué si piensan que ellos son pareja y…
—Deberán ser muy ciegos, ellos no me provocan decir "hey amigos, ¿ustedes son pareja?", en cambio, tú y la señorita si tienen esa vibra.
Inuyasha sonrió por el comentario de Miroku, por esas pequeñas cosas es que eran amigos.
Makoto veía fijamente a su hija, ella terminaba de comer su gelatina y esperaba a que la terminase para poder hablar con ella, sobre un asunto que no le deja tranquilo. Kagome se levantó y en lugar de dejar su tazón en el lavaplatos, se sirvió más gelatina.
—¿Entonces ese día discutieron?— preguntó Makoto, no podía esperar más.
—¿Qué?— Kagome le vio confundida, ¿le preguntaba a ella?
—Cuando vinieron en la noche, lo del regalo para Souta fue solo una excusa, lo sé.
—No fue nada grave— admitió, sabía que no podía seguir negándolo.
—¿En verdad?— Makoto miró a su hija sobre los lentes—. Porque se notaba que habías estado llorando, tus ojos estaban hinchados.
—Te diste cuenta de eso— bajó la mirada, sentía que estaba siendo regañada—. Ya saben que soy muy sensible en ocasiones.
—Si no fue nada, cuéntanos.
—Una tontería, ya pasó.
—Si tu hermano no hubiera estado presente le hubiese reclamado por hacerte llorar.
—Mako, ya te dijo que todo está bien— intervino Asako.
—"Las parejas que discuten y resuelven todo el mismo día, es seguro que durarán toda la vida".
—Papá, tú y tus dichos, no ayudan ahora.
—Es verdad abuelo— dijo Asako—. Eso también me recuerda a aquel día de diciembre en que Inuyasha se quedó aquí porque le atrapó la tormenta de nieve.
—¿Qué ninguno de ustedes quiere saber qué le hizo?— no entendía cómo es que su esposa y padre excusaban a Inuyasha.
—Papá, ya te lo dije, ya pasó, todo esta muy bien, creo que hasta mejor que antes— le sonrió para calmarlo.
—Lo pasaré por esta ocasión.
El ending del episodio se interrumpió por un aviso comercial de temática navideña, se acomodó mejor en su silla y prestó toda su atención.
Para el especial de navidad hay una gran sorpresa para todos los fans de "Tokio ACC". Tendrán la oportunidad de participar en nuestro panel de preguntas y respuestas, las mejores preguntas serán respondidas por el elenco y entre esos ganadores se elegirán a 10 afortunados que podrán estar presentes en una sesión de fotos con el elenco.
Ese era su momento, su momento de brillar y sobresalir entre todas aquellas pseudo fans.
03/04/2021
Ni siquiera sé cómo comenzar con las disculpas. Esto lleva ya tiempo queriendo salir a la luz, pero no más no se había podido. Contrario a la a lo que se podría pensar, las clases online, quitan más tiempo que las clases presenciales. En fin, espero esto fuese de su agrado.
Mil gracias por seguir esta historia, leerla y dejar sus mensajes.
