Los personajes de Inuyasha pertenecen a la gran Rumiko, yo solo los tomó prestados para poder dar forma a la trama la cual si me pertenece. Todo sin lucro y solo con el afán de entretener. Cualquier parecido a la realidad es mera coincidencia o referencia.
23. Estar Presente.
Inuyasha escuchaba sin muchas ganas a su hermano, quien le indicaba las actividades de ese mes. Había estado grabando desde muy temprano, apenas si tuvo una comida decente y en ese momento quería ir a descansar.
—El domingo, tú y Sango, estarán en la presentación de un nuevo teléfono celular.
—¿Por qué solo nosotros?
—Es un modelo para hombre y otro de mujer, y la marca solo los pidió a ustedes.
—Al menos es con ella— por suerte no lo habían mandado con Kikyou.
—Se van a filtrar las preguntas del concurso y luego entre el elenco escogerán las 10 finalistas. Esta es la lista del disco que saldrá para el especial de navidad— le entregó una hoja—. Las que están marcadas son obligatorias, de las otras, elige una.
—Espera, ¿tengo que cantar?
—No es como si no lo hicieras— indirectamente le recordaba el video que accidentalmente subió.
—Es diferente— solo lo hacía para su madre y Kagome.
—Elige una, la quiero a más tardar en dos semanas, pero entre más tardes, menos opciones te quedarán. Luego del estreno del capítulo final de esta temporada, irán a una convención para presentar la próxima temporada, aun no me confirman fecha.
—¿Han vuelto a tocar el tema de…?
—No— respondió antes de que pudiese terminar la pregunta—. Pero si sobre un nuevo proyecto— le entregó un cuadernillo de un pre-libreto—. ¿Estás interesado?
A Sesshoumaru le sorprendió ver a su madre sentada en el sillón de la sala, se suponía que ese día volvería a su apartamento ya que el tema de aquel programa donde atacaron a Rin, se había enfriado.
—¿Esperas a tu chofer?
—No, me quedaré un poco más.
—¿Por qué?
—Estoy remodelando una habitación para mi nieto, ya sabes, para cuando lo cuide— dio un sorbo a su café—. Por cierto, ¿ya la viste?— le entregó una revista de espectáculos—. Página 73.
—¿Es de hoy?— le parecía extraño que no supiera de aquella nota, siempre estaba al pendiente.
—No pongas esa cara— dijo Kimi, su hijo había arrugado ligeramente el ceño, era más que evidente que estaba molesto—. Nunca pones nada relacionado a tu esposa e hijo, es normal que sigan especulando eso.
—Prefiero tener mi vida de manera privada.
—Noticia, no puedes hacerlo totalmente, e independientemente del cómo quieres mantener su vida, ¿por qué no les has puesto un alto?
—¿Rin vio esto?— en verdad creyó que ese tema estaba muerto, Jaken dijo que se encargaría, los acusaría por difamación.
—Honestamente, no lo sé, mi chofer me la ha dado— vio la hora en el reloj de pared—.Te dejo con tus pensamientos, no necesitas publicar toda tu vida, podrías solo… entrar a su cuenta y ponerle un corazón. Hacerte presente.
Kami era consciente que su hijo era demasiado reservado y mostrar afecto en público para con su esposa, no estaba en su zona de confort, aquello le daba una sensación de vulnerabilidad.
Sesshoumaru se quedó en la sala, viendo las fotos que su esposa ponía en Instagram, en la mayoría estaba ella sola, en otras aparecía Inuyasha y más recientemente tenía tres con Kimi donde la etiquetaba. Aquello le hizo preguntarse, ¿por qué no lo hacía con él? Si bien él no aparecía en ninguna, ella podía hacerlo para mantenerlo al tanto.
Vio de nuevo el artículo de la revista, la única verdad era sobre el tipo de fotos que Rin publicaba. Porque aquella afirmación de que él no estaba feliz con aquel matrimonio y embarazo, era mentira. Fue a su oficina y trituró la revista antes de subir al dormitorio, era extraño que su esposa no hubiese bajado a verlo.
—Rin, ¿qué haces?— ella estaba sentada sobre la alfombra, rodeada de varios adornos de halloween.
—¡Sessho!— tan concentrada estaba en lo suyo, que no se percató de su llegada—. Ya que Halloween está próximo, compré esto y revisaba que hubiese llegado completo mi pedido.
El hombre asintió y sonrió, su esposa era fanática de las festividades y ese año en particular estaba más entusiasmada, sabía muy bien la razón, era porque quería aprovechar los disfraces de maternidad. Lo comprobó al ver en la cama, un disfraz naranja. Luego de cambiarse, se sentó en la cama y observó a su esposa, estaba volviendo a guardar los adornos en la caja. Sobre la mesa de noche, estaba el celular de Rin, lo tomó e hizo algo que era más bien propio de Inuyasha. Realizó una fotografía y la publicó en la cuenta de ella. No lo hizo desde la suya, porque sería muy sospecho que luego de aquel artículo, él decidiera realizar una publicación de aquella índole en su propia cuenta. No quería dar pie a más malas especulaciones. Tal vez, más adelante pondría algo, por ahora, se había asegurado de que su sombra se viese en la imagen, mostrando su presencia, hacerles ver que Rin no estaba sola en ese matrimonio como ellos afirmaban.
—¿Me ayudas?— estiró los brazos en su dirección, su esposo se levantó y con gran facilidad la puso de pie.
—Mañana vayamos a desayunar, a ese restaurante que te gusta.
—Es miércoles, ¿no tienes que ir al trabajo?— obviamente le emocionaba la idea, hace días quería un muffin inglés con salchicha alemana y huevo, pero estaban por terminar la temporada y era cuando más carga de trabajo tenían.
—Ya le di instrucciones a Inuyasha, puedo llegar más tarde.
—En ese caso, ya quiero sea mañana.
Inuyasha no dejaba de ver su teléfono celular, algo muy raro en él ya que delante suyo tenía su desayuno y en media hora ya debía estar de camino al estudio.
—¿Qué ves?— preguntó Kagome, ella ya había terminado de comer.
—Las dos últimas fotos de Rin, hay algo raro en ellas.
—¿Raro malo?
—No, míralas— le ofreció su celular.
La primer foto mostraba a Rin sentada sobre una alfombra y tenía varios adornos de halloween, en la segunda, ella se vía un poco, pero lo relevante era que su sombra en la pared del garage mostraba su silueta de embarazada.
—Es fácil, ella no las tomó, fue tu hermano— dedujo rápidamente—. Aquí es más que obvio que ella no sostenía el teléfono— indicó la primera foto—. En esta otra, observa la sombra de ella, ambas manos están sobre su vientre y aquí, en la esquina, está la sombra del teléfono y se ve el perfil de Sesshoumaru, él lo sostiene.
—¿En otra vida fuiste detective?— era increíble que no lo hubiese notado.
—Tal vez, pero no es difícil ver esas cosas, a menos que seas tú— dijo divertida.
—Participa en el concurso de preguntas.
—No puedo, soy tu "empleada" ¿recuerdas? Ni siquiera Souta puede ya— si alguno de ellos ganaba, sería sospechoso y los acusarían de fraude.
—En ese caso, te conseguiré dos pases platinum para la convención, quiero estes ahí.
—No faltaré— le dio un beso en la mejilla—. Tengo que irme, termina de comer, ¿Qué ocurre?— el chico la había tomado de la mano, impidiendo que se fuera.
—Ve con cuidado.
Kagome asintió y la dejó ir, ya quería decirle la sorpresa, pero hasta que no se lo confirmaran, no podía hacerlo.
El almuerzo con Kagome en días laborables se había vuelto uno de los momentos que más esperaba Hojo, seguía sin perder la esperanza de que la chica finalmente aceptase una cita formal. Por el momento se conformaba con disfrutar su compañía.
—Gyu se irá de incapacidad por el accidente que tuvo y no podrá ir con las piezas a Londres— le informó Hojo.
—Eso si es mala suerte, espero se recupere pronto— el señor Gyu era muy amable y de los mejores en el ramo, fue él quien la aceptó en su departamento.
—Eso hizo que el señor Abe modificará el personal que irá y estás en la lista de los posibles seleccionados.
—¿Yo?—estaba sorprendida, ella llevaba poco tiempo en restauración y curaduría, había gente con más experiencia que ella.
—Hay una gran probabilidad de que vayas con las piezas a Londres.
—Ir a entregarlas y volver— eso sería una agradable experiencia.
—No, de seis meses a un año apoyando al museo de Londres. Es una gran oportunidad y no estarías sola, yo también puedo ir si me lo pides.
Kagome dejó de cortar su carne, no se esperaba eso, todo un año fuera de Japón, lejos de Inuyasha, sin verse, muchas cosas podrían cambiar en ese tiempo.
—¿Qué pasa si me eligen? no me quiero quedar tanto tiempo allá.
—¿No estas feliz?
—Es que… tengo cosas aquí y…
—Lo preguntas por el otro trabajo— Kagome asintió—. Podrías dejarlo, te van a aumentar el sueldo y allá no pagaríamos hospedaje, el museo nos daría la comida y tendríamos a nuestra disposición un automóvil.
—Pero, ¿qué pasaría?
—En el peor de los casos, podrías perder tu empleo.
—¿En el mejor?
—Te cambiarían de área.
—¿Y si solo soy de los que las entregan y vuelven?— hay quienes solo van a eso.
—¿Qué pasa realmente?
—Es una decisión muy importante, estar lejos de mi casa y familia sería muy duro.
—Entiendo, al menos no estás casada, ni tienes novio. Es el señor Abe— dijo al ver el mensaje de texto que acababa de recibir—. Pone que ya eligió dos finalistas y quiere lo vaya a ver.
—Hojo, ¿Me avisarás de inmediato?
—Claro, pero no te preocupes, si debes permanecer en Londres por mucho tiempo contarías conmigo.
La chica se entretuvo quitando los chícharos de su comida, si la elegían, tendría que hablarlo con Inuyasha, esperaba poder hacerlo esa misma noche. El celular en su bolsillo vibró, no era el mensaje que espera recibir en ese momento "Hola, no llegaré a casa, trabajaremos de madrugada, lo siento, nos vemos el domingo, te amo". Serían tres días sin verlo, con suerte no tendría que tomar una decisión porque no fue finalista y si lo fue, esperaba le dieran un par de días para pensarlo.
Kagome cruzaba el centro comercial para llegar al supermercado, su madre le había pedido un par de cosas y estaba yendo por ellas. Le extrañó ver una muy larga fila de personas formadas, a la espera de poder entrar a una tienda famosa de telefonía móvil, mientras en tres pantallas gigantes había una cuenta regresiva. Se detuvo un momento para observar el alboroto, le parecía increíble que todas esas personas estuviesen ahí solo para tener el último modelo de celular de aquella marca.
—Hola— saludó un chico a su lado.
—¡Hey!, ¿qué haces aquí?— inmediatamente lo conoció y vio disimuladamente a todos lados para comprobar que nadie más lo había reconocido.
—Vine a distraerme, tuve el día libre.
—¿No te preocupa que te reconozcan?
—Están entretenidos por tener ese nuevo celular y esto ayuda— señaló sus lentes oscuros y gorra—. Siempre me burlé de supermán y me funciona su truco— la chica rió—. ¿Esperas verlo?
—¿A quien?— el chico señaló las pantallas, acababa de aparecer la imagen de Inuyasha y luego la de Sango.
—Eso era hoy y aquí, no lo recordaba— ahora se sentía culpable, ya no sabía en que día vivía.
—¿Quieres nos quedemos a ver la presentación?
—No puedo— faltaban 47 minutos para que proyectaran el evento en las pantallas—. Tengo que ir al súper, mamá me pidió algunas cosas.
—Te acompaño.
—No es necesario disfruta tu paseo.
—Vamos, yo también tengo que comprar comida— pudo notar en cuanto la vio que su mente estaba en otro lado y lo confirmó cuando olvidó que Inuyasha estaría presentando aquel celular.
—De acuerdo, vamos.
—¿Puedo pedirte un favor?— la chica asintió—. ¿Podrías ayudarme a elegir una canción?
—¿Para qué?
—Un álbum de navidad, todos participaremos, algunos tendremos una canción en solista.
—¿Inu?
—Sí, también debe elegir la suya. Perdón, creí sabías— se apresuró a decir cuando ella bajó la mirada y su semblante se entristeció—. Seguramente apenas le dijeron.
—Eso debe ser, ¿qué canciones son?
—Ya te mandé la foto.
—¿Dos como solista ya no están disponibles o son las que quedan?— preguntó al revisar la imagen de la lista en su celular.
—Ya no están disponibles— una era de Kikyou y otra de Miroku.
—Muchas no las recuerdo.
—Toma— le ofreció uno de sus audífonos inalámbricos—. Escuchémoslas mientras hacemos las compras.
—Navidad en octubre— Kagome lo aceptó, esa sería una muy buena manera de distraerse.
25/07/2022
Sé que es corta. Pero ya no había algo más para poner aquí, lo demás forma parte del próximo capítulo, capítulo que pronto terminaré.
Lamento muchísimo la demora, no esperé, ni me imaginé que esto tomase tanto tiempo.
No sé si les lleguen las notificaciones, a mi no me llevan desde marzo ¿creo?… si ustedes si las reciben, ¿podrían decirme? Tengo activadas todas las alertas y nada.
Deseo que les gustase y nos estamos leyendo, gracias infinitas por sus mensajes, me emociona cada vez que veo que voy por buen camino y les gusta.
