Los personajes de Inuyasha pertenecen Takahashi Rumiko. La trama si es mía, es ficticia, no representa a nadie en particular y solo fue creada con el fin de entretener. Cualquier parecido a la realidad es mera coincidencia o referencia. Todo sin lucro y solo con el afán de entretener.


26. Kagura.

Las decoraciones de Halloween ya no adornaban la casa y ahora Rin planeaba la decoración decembrina. Se había sentado sobre la alfombra del dormitorio, recargada en la cama, en su tablet veía el catálogo de artículos de temporada invernal de varias páginas, en esa semana debía hacer su pedido para que llegase a tiempo. En la pantalla del dispositivo se mostró una notificación, un recordatorio que ella misma puso a un programa de entrevistas que quería ver, ya que Kagura era una de las invitadas.

La primera del show transcurrió con normalidad, además de la pareja de presentadores, había dos invitados más, Satoshi, un actor quien acababa de participar en una película estadounidense y SKY una idol que estrenaba nuevo single. Pero todo cambió cuando el presentador hombre sacó algunas revistas y dirigiéndose a Kagura dijo "mira lo que tengo aquí", haciendo que la mujer se pusiera en modo serio.

—Ya sé a dónde quieren llegar y antes de que continúes, diré que eso es basura para vender— habló con total indignación, mostrarle aquellas revistas amarillistas de espectáculos donde buscaban crear conflicto entre ella y Rin, era una treta tan baja y ruin—. No es que Sesshoumaru sea un mal hombre, seguro que es el amor platónico de muchas personas aquí en el foro y en casa, pero yo estoy feliz que Rin llegase a nuestras vidas, honestamente no sé porque nos íbamos a casar, somos dos personas totalmente diferentes, con distintas ambiciones.

—Entonces fue de mutuo acuerdo.

—Así es.

—Pero alguien debió dar el primer paso, no llegaron los dos al mismo tiempo a decirlo, ¿cierto?

—Tuve que hacerlo yo, Sesshoumaru es un hombre de palabra e iba a cumplir, yo no podía dejar que eso llegase más lejos— dijo con honestidad.

—¿Nunca te has puesto a pensar que ellos tenían un romance mientras su compromiso seguía en pie?, ¿Cómo te sentiste cuanto te enteraste de la relación de ellos?— preguntó con cizaña.

—Creí que esta entrevista sería para hablar de mi trabajo, Satoshi ha tenido cuatro divorcios y no escuché que se le cuestionase por ello, yo solo he tenido un compromiso anulado y de eso ya pasaron varios años.

—Es que…— estaba en blanco, y no solo él, en cabina su productor debía estar igual porque no le daba instrucciones por el audífono—. Estas son cosas que el público quiere saber y…

—Pero si tanto quieren saber— le interrumpió—. Les aseguro que no lo tenían, no son ese tipo de persona, ellos son honestos y fieles, cuando me enteré de su relación, me sentí muy feliz, deseaba haber podido estar en su boda pero tenía el desfile en California. Por cierto— tomó una de las revistas que ahora estaba sobre la mesa—. ¿Cómo va tu demanda por manutención del hijo que tienes con tu segunda familia?

—Son chismes, viles mentiras— le contestó molesto.

—Está en la página 23, de la misma revista que supuestamente afirma que Sesshoumaru se casó por obligación— le mostró la página con burla.

—Señorita Kagewaki, personalmente la admiro mucho— interrumpió finalmente la conductora, no por salvar el pellejo de su compañero, se merecía lo que le pasaba, quería darle a Kagura la entrevista que se merecía—. Ha logrado crear toda una nueva tendencia en la moda, hay ropa para todos los tipos de cuerpo y a precios accesibles, ¿no tiene planes de estar al nivel de marcas famosas como Channel, Prada o Gucci?

—Finalmente una pregunta digna de responder, no, jamás he querido que mis diseños sean para la clase privilegiada, quiero verlos en todos lados, si voy a la calle y paso por un parque, pueda decir "esa niña lleva una chamarra que yo diseñé".

—Pero ha sacado diseños exclusivos.

—Sí, por caridad, las ganancias van a instituciones no lucrativas, lo recaudado la última vez fue para la preservación y protección de elefantes y rinocerontes.

—Es admirable, yo le he dicho a mi manager que deseo incluir sus ideas a mi nuevo show— elogió SKY.

—Gracias, seguro que podremos ponernos de acuerdo.

—¿Nos podría decir algún adelanto para el próximo año?

—Me alegro de que lo preguntes, haré mi primera línea de maternidad y ya que una de las personas que más aprecio está por ser mamá, me enorgullece anunciar que planeo colaborar con ella para esta línea de ropa, Rin, me sentiré muy halagada si aceptas mi invitación, en secreto le he hablado a tu esposo de los detalles y está de acuerdo, solo debes aceptar.

. . .

Sesshoumaru caminaba por el pasillo en dirección a la cocina, ya era tarde y estaba seguro de que a Rin nuevamente se le había ido el tiempo, por lo que aún no comía. Al pasar por el dormitorio la vio de reojo, ella estaba sentada sobre la alfombra, estaba por seguirse de largo cuando escuchó un llanto, haciendo que entrase de inmediato a la habitación.

—Rin, ¿qué sucede?— preguntó al hincarse delante de ella.

—¿Por qué no me dijiste?— intentaba controlarse y no llorar más, pero las palabras de Kagura la habían conmovido.

—¿Qué cosa?— necesitaba más información, entonces Rin le mostró lo que veía en la tablet, entendiendo de inmediato—. Eso, Kagura buscaba a una modelo embarazada— comenzó a limpiarle las lágrimas con un pañuelo—. Y quiso que fueses tú.

—¿Sin preguntarme?

—No te ibas negar— Rin sonrió, claro que no lo haría.

—¿Por qué te sigues sentando en el suelo si luego no te puedes levantar?— le regañó, a su parecer, la cama o el sillón eran mejores para que descansara, incluso tenía una mecedora.

—La alfombra es suave— dijo al pasar sus manos sobre ella.

—El sillón y la cama ya tienen cobijas suaves— él mismo las compró para ella.

—No es lo mismo— su esposo cerró los ojos y suspiró, no había forma de hacerla cambiar de parecer.

—Ven, vamos a comer— se levantó y luego le ofreció sus manos para ayudarla a ponerse de pie.

—Sessho, ¿Cuándo inicia el proyecto de Kagura?— su bebé nacería a principios de año y dependiendo las fechas, tal vez no podría apoyarla.

—La próxima semana, irás a una prueba de ropa y dependiendo cómo te sientas, serán los días que se agendaran las sesiones de fotos.

—¿Me acompañarás?

—No voy a dejar que vayas sola.

—Gracias— se levantó de puntitas y le jaló de la playera para poder darle un pequeño beso—. Ahora a comer, realmente ya tenemos hambre— acarició con ternura su vientre.


No hacía mucho que Kagome había llegado del trabajo y mientras esperaba que el agua para ducharse estuviese caliente, comía una natilla de vainilla y observaba con curiosidad a Inuyasha que estaba tumbado en la alfombra de la sala, sonreía mientras veía algo en su teléfono.

—¿Por qué sonríes?— preguntó desde el sofá.

—Estaba viendo unas fotos que mandó Rin de la fiesta.

—Quiero ver— se hincó a su lado.

—¿Por qué solo tú comes natilla?

—Era la última, te comparto sí me dejas ver— Inuyasha le pasó el teléfono y ella le ofreció el postre—. ¿Por qué no me mandó nada?— preguntó al ir pasando las fotos.

—Lo hará, es solo que quería bromear con la última foto.

La curiosidad había ganado y Kagome comenzó a adelantar los mensajes hasta llegar al que le interesaba.

"Con esta foto le garantizo la universidad a mi bebé :P", Kagome abrió grande los ojos por la sorpresa y luego sus mejillas se tiñeron de rojo. Era una foto de Inuyasha besándola en la fiesta.

—¿Cuándo es que la tomaron?

—No tengo idea, estaba pensando en subirla— rió cuando su novia le miró con miedo—. Estoy bromeando.

—¿Te atreverías?, así podrías…— dudó un momento, esa no era la manera en que quería darle la noticia.

—¿Podría que?— se sentó para poder verla mejor.

—Es solo que… tengo un nuevo empleo por así decirlo, sigo en el museo, pero también estaré en algo más.

—Te escucho.

La chica comenzó a narrar desde que hace un par de días atrás, su jefe le fue a buscar para llevarla a la oficina del director, de cómo fue que Midoriko fue a buscarla para ofrecerle aquella oportunidad, hasta finalmente llegar a la parte de la invitación.

—Entonces me sobra una entrada, es algo que quiero compartir contigo y no puedes ir, no es solo porque te reconocerían, porque independiente de eso, tienes que ir a grabar la canción— dijo decaída.

—Primero que nada— le alzó el rostro por el mentón—. ¡Felicidades!— la besó, realmente está muy feliz por ella—. Sabía que te llegaría una oportunidad fantástica para recompensarte por lo de Londres. Yo también desearía poder ir contigo, eso lo sabes— Kagome asintió—. Puedes llevar a alguien de tu familia, es en el palacio imperial, seguro tendrán buena comida.

—No pueden, Souta irá a competir en atletismo a otra región e irán todos.

—¿Alguna amiga?

—Está bien, es solo un evento de inauguración para el proyecto, seguro me encuentro con algún conocido— intentó sonar como si aquello no le importase, pero al sentir que su mano era sujetada por la de Inuyasha, supo que fracasó.


Ver a todas aquellas personas elegantes formándose para entrar al evento, hizo mella en Kagome, de pronto los nervios la invadieron y sintió que no iba vestida para la ocasión. Le encantaba su vestido verde acampanado corto de mangas largas trasparentes con terciopelo negro, Inuyasha se lo había regalo para la ocasión. Tal vez sería más fácil si no tuviese que entrar sola. Dio media vuelta, esperaría a que la mayoría hubiese entrado.

—¿Te vas?

—¿Qué haces aquí?— se giró sorprendida al reconocer la voz, Kouga estaba ahí, vistiendo un traje vino de tres piezas.

—Cierta persona me dijo de tu evento, felicidades.

—No entiendo, ¿por qué te dijo?

—No quería que estuvieras sola y yo no grabo hoy, además tengo una invitación— le mostró la entrada.

—¿Cuándo fue que planeó esto?— revisó su sobre y efectivamente le faltaba una entrada.

—Hoy, en verdad que le costó decirme, ¿qué dices?, ¿entramos?— le ofreció su brazo—. O podemos irnos, pero honestamente creo que te mereces estar aquí— sonrió cuando Kagome le sujetó de su brazo.

. . .

Realmente la compañía de Kouga estaba resultado ser muy agradable, él parecía tan acostumbrado a esos eventos y le fue guiando por la barra de comida, recomendándole lo que, para su opinión, eran los mejores bocadillos que no podía perderse de probar.

—¿A cuántos eventos así has asistido?

—Unos cuantos, presentaciones de nuevos vehículos o teléfonos celulares, un desfile de modas que fue súper aburrido y hay otro, pero no lo recuerdo.

—Este es mi primer evento, solo había asistido como ayudante de mi padre, pero esta comida no tiene nada que ver, ¿qué es esto?— señaló una pequeña brocheta compuesta por una aceituna, un cubito de jamón y otro de algo que parecía tener moho.

—Queso azul, no lo comas, su sabor es muy fuerte, espera aquí, ya vuelvo, en definitiva debes probar aquello— dijo al ver que sacaban una tabla de jamón serrano.

Kagome siguió probando otros tipos de canapés de carnes y de frutillas secas, esperaba no parecer sin clase ante las demás personas, pero estaba segura de que mucha de esa comida no podría volver a comerla nunca.

—Higurashi, estas hermosa.

—Hojou, creí que seguías en Londres— realmente no esperaba encontrarlo ahí.

—Cuando supe la buena noticia no dudé en venir, ¿con quién viniste?

—Pues yo…

—Kagome, ya traje… hola— saludó con amabilidad Kouga al hombre que platicaba con Kagome.

—Tú eres parte de la serie de Tokio— dijo con sorpresa de verlo en ese evento y más que Kagome y él se conocieran.

—Okamiyama Kouga, un placer.

—No sabía que fuesen amigos.

—Sí, de hace tiempo— explicó brevemente Kagome, supo por la mirada de Hojo que su curiosidad no había sido satisfecha.

—Visito en ocasiones a Inuyasha y un día que aún llegaba, platicamos y nos hicimos amigos— dijo Kouga al distorsionar un poco la verdad.

—¿Por qué no me dijiste?

—No es algo que vaya divulgando.

—¿Kagome, Hojou?— al escuchar la voz que aquella chica, Kagome solo pudo murmurar un "carajo"—. El mundo si es muy pequeño, jamás creí encontrarlos aquí.

—Yuka, creí que trabajabas para un podcast.

—Luego de una entrevista exclusiva que tuve, me han permitido cubrir algunos eventos importantes. ¡Espera!— exclamó con gran sorpresa al reconocer al chico moreno que acompañaba a sus amigos—. Tú eres…

—Así es, un placer.

—¿Vienen juntos?— miró con sospecha a Kagome y sonrió pícara a Kouga.

—Somos amigos, larga historia— debía hacer algo para alejar a Yuka, su instinto como reportera sería un problema en esos momentos—. ¿Escribirás sobre este evento o del proyecto?

—Un poco de ambos, deberías sujetarte el cabello— dijo cuando una corriente de aire hizo que el cabello de su amiga se fuese hacia su rostro y se le metiera a la boca al comer su canapé de salmón—. Aquí traigo una pinza— ofreció al buscarla en su bolso.

—Así está bien— intentó alejarla, sí Yuka veía la marca que tenía en su nuca, adiós a su secreto.

—No digas tonterías, te ayudará a comer mejor.

Kagome intentó retroceder, pero Kouga la detuvo, ella le vio con algo de temor, esperaba que él no hubiese olvidado la razón por la que en público no dejaba al descubierto su nuca.

—Hace frío— señaló el chico al ponerle su saco sobre los hombros de ella.

—Listo, se te ve lindo y tú que no querías— expresó Yuka al haber sujetado el cabello de su amiga—. Entre nos— murmuró al apartarla un poco de los chicos—. Son pareja, ¿cierto?— le miró con sospecha.

—No, solo amigos.

—Mi tarjeta, me darás la exclusiva ¿verdad?, la necesito, te lo recompensaré.

—Yuka, no estoy mintiendo— le miró con determinación.

—Claro, aquí no puedes decirlo, espero tu llamada— le guiñó un ojo antes de marcharse.

—¿Todo bien?, espero no haberte metido en problemas.

—No, Yuka siempre ha sido así, ¿y Hojou?

—Alguien le habló.

—Deberíamos irnos— había tenido ya suficientes emociones por esa noche.

—¿Dejaste tu coche con el valet?

—Llegué en taxi, mi coche no circulaba hoy y como vine desde mi casa, pues… no creí que fuese tan alarmante.

—Entonces nos vamos en mi coche.

—Higurashi, ven a tomarte unas fotos— Hojou había regresado, haciendo que Kagome pensara que debieron ser más rápidos al irse.

—Yo ya me iba.

—La directoria Tama personalmente pidió por usted— informó un hombre que no conocía, pero acompañaba a Hojou.

—No me iré— le susurró Kouga, su amiga suspiró, se soltó de nuevo el cabello y le dio su saco.

Desde una distancia prudente, Kouga observaba a Kagome y las demás personas que debían ser quienes compartiría proyecto. Tomó una copa de vino de una charola que un mesero le ofreció y analizó a Hojou, ese tipo realmente estaba interesado en Kagome, no dejaba de verla con cara de idiota. No pudo evitar pensar que ese pobre chico aun creía que tenia oportunidad con Kagome, cuando ella no podría verlo de otra manera que no fuese su amigo.


Las fotos del evento al que asistió Kagome estaban en internet, así que Inuyasha se acomodó en su sofá y desde el celular entró a la página, tal vez en el artículo su novia era mencionada.

"El jardín del palacio imperial fue sede del evento de inauguración del proyecto que…", "donde el emperador daba su bendición para tan importante descubrimiento histórico para el pueblo japonés…", "la doctora Tama Midoriko conformó un equipo de expertos…"

No mencionaban a nadie más que los jefes principales, así que fue directo a la galería de fotos y sonrió cuando en la foto de todo el personal estaba Kagome, se veía realmente hermosa. Siguió pasando las imágenes y su buen humor desapareció al ver una fotografía donde estaba su novia, el director del museo donde ella trabajaba y ese compañero suyo, no le hubiese tomado importancia de no ser por un pequeño detalle, Hobo sujetaba por la cintura a Kagome, ¿Por qué ella lo había dejado?

No lo sé, creo que… En realidad, hay un chico— dijo al recordarlo—. De cabello castaño, simpático y amable, cuando ella enferma le lleva medicina natural, tal vez como él son su tipo.

Inuyasha debió sacudir su cabeza al tener ese recuerdo, no iba a ponerse paranoico, solo eran compañeros de trabajo y era normal que aparecieran juntos en una foto, ¡¿pero por qué la sujetaba de la cintura con tanta confianza?!

—¡Inu!, ¿estás en casa?— preguntó Kagome al entrar a la casa, había pasado la noche en el templo y recién llegaba.

—Aquí estoy— dijo desde el sofá—. ¿Cómo te fue?

—Bien, pero agotador— se sentó a su lado y se estiró—. Es la primera vez que uso tacones por tanto tiempo, hasta creí que tendría alguna ampolla— subió sus pies al sofá y se los examinó.

—Dámelos— tomó los dos pies de su novia y comenzó a masajearlos.

—No dije eso para que lo hicieras.

—Quiero hacerlo, ¿Kouga fue buena compañía?

—Lo fue, pero creí que sentías celos de él.

—Confió en ti e iba a estar más tranquilo si alguien que conozco iba contigo, así sabría a quién reclamarle si algo te pasaba.

—Gracias— se estiró para darle un beso en la mejilla—. Me salvó de situaciones un poco… incómodas.

—¿Qué pasó?

—Encuentros inesperados y pláticas tediosas de algunos invitados.

—¿A quién se toparon?

—Una ex compañera de la escuela media, en realidad la conoces, Yuka del podcast donde hablaste de tu novia— no pudo evitar sonreír al recordar aquel suceso.

—¿Y hasta ahora me dices?

—Hace años no hablaba con ella— se excusó para restarle importancia.

—Y a Hojou que creí seguía en Londres.

—Él y tú se conocen desde hace mucho.

—También desde la escuela media, pero éramos de distintos grupos, te preparaste mini hot cakes— dijo al verlos en la mesita junto a la lámpara—. ¿Me das?

—¿No has desayunado?— preguntó al pasarle el plato.

—Sí, antes de venir, solo se me antojaron, les pusiste duraznos— amaba esa fruta.

—¿Saliste con él?

—¿Con Hojou?— Inuyasha asintió—. No de la manera que piensas, salidas en grupo, iban mis amigas.

—¿Por qué no?

—Nunca ha sido mi tipo.

—¿Y cuál es tu tipo?— le miró con curiosidad e intrigado por la respuesta.

—Yoko— respondió divertida.

—¿Yoko?, ¿Por qué?

—Me gusta su carácter, es muy protector, valiente, honorable, se enoja de una manera muy graciosa, es fuerte, tiene unos hermosos ojos miel, una espalda grande, sus manos son grandes y fuertes, me gusta la forma en que mira, su hermosa sonrisa adornada por un lindo hoyuelo— señaló con un dedo en el rostro de su novio—. Me fascina su voz muy varonil y la manera en cómo gruñe— agregó al besarlo en su garganta.

—Creo que debería preocuparme— dejó de masajearle los pies y la jaló para sentarla sobre sus piernas.

—Sí, deberías, si me descuidas un poco, créeme que no dudaré en irme con él— le mordió bajo su oreja, en respuesta, Inuyasha comenzó a acariciarle las piernas.

—¿Así de fácil me cambiarías?

—¿Qué te puedo decir?, es muy sexy, tal vez más que tú, ¡¿Ahora qué…?!— exclamó sorprendida al quedar acostada de golpe en el sofá, con Inuyasha entre sus piernas—. Casi tiro el plato— le regaño al deja el plato en el suelo.

—No importa eso, ¿en verdad lo es más que yo?— preguntó al quitarse la playera.

—Convénceme de lo contrario— sin vergüenza alguna comenzó a pasar sus manos por aquella "v" en el abdomen bajó de su novio.

—Descarada— sonrió por el rumbo que estaba tomando aquel juego que sin proponérselo habían comenzado.


24/10/2022

Aquí un capítulo más. Estoy teniendo un tiempo libre aprovecho para adelantar y actualizar ahora que puedo.

Sé que está historia se está tornando larga e intento que no sea así, pero son varios eventos (ideas) que tengo planeados que en mi cabeza parecen cortos, pero al escribir, ¡vaya que me extiendo!

Sé que es frustrante que un contrato tenga a Inuyasha anclado a un trabajo así, pero si les ha pasado a artistas reales. Puedo adelantar que Ayame no es espía, solo una chica con mucha curiosidad. Y no, Kikyou no quiere a Inu para ella, ella tiene sus propios problemas que mas adelante se verán (por cosas como estas es que me complico la vida).

Saray0202, me da gusto que a pesar de no ser el tipo de historias que leer (por la pareja principal), te este gustando.

Deseo que les gustase, gracias por sus lindos mensajes, nos seguimos leyendo.