Lo primero de todo, muchas gracias por sus comentarios.
Advertencia: lenguaje malsonante de aquí en adelante.
Capítulo IV: Citas con los ex
Queridos telespectadores, hoy les traemos uno de los momentos más ansiado por todos.
¡Preparen palomitas!
Las antiguas parejas se reencuentran. Esperemos que la sangre no llegue al río, aunque viendo algunos intercambios con completos desconocidos…
Crucemos los dedos para que todo salga bien.
¿Harán las paces?, ¿nos sorprenderán con alguna reconciliación?, ¿o simplemente se tiran los trastos a la cabeza?
Salgamos de dudas sin más dilación.
La comida de Goku y Milk, iba muy bien. A pesar de la incomodidad, fueron amables.
- ¿Qué has estado haciendo? – intento ser civilizada.
- Lo de siempre, ¿y tú? – la intriga lo estaba matando.
- He tenido varias citas – confeso.
- Ah, ¿cómo te fue? - sentía que acababan de darle un puñetazo en la boca del estomago.
- Igual de mal que aquí – reconoció de mala gana.
Esto alegro al moreno.
Les habían servido los postres, cuando la castaña comento lo mucho que le gusto la ensalada.
- La comida esta rica, pero tú cocinas mucho mejor – pensó que un cumplido ayudaría a su causa –. ¿Cuándo vuelves a nuestro hogar? – la miro como un niño pidiendo dulces.
- No soy tu chacha, ¡patán! – chillo indignada.
Agarro una tarta del carrito de postres, que justo pasaba por su lado en ese preciso momento; y se la estampo en la cara, antes de abandonar el lugar hecha una furia.
Vaya tartazo.
Milk:
- Es un troglodita.
Goku:
- Dentro de lo malo, el pastel estaba delicioso.
Lo tuyo con la comida…
La cena de Yamcha y Bulma fue de mal a peor. "Cicatrices", mote puesto por Vegeta, actuó de forma impulsiva. Prácticamente, estaba vendiendo la piel del oso antes de cazarlo.
Pidió champan porque estaba convencido de volver con la peliazul. Ella enarco una ceja ante su evidente seguridad.
- Nunca te puse los cuernos, solo presumía de ello con mis amigos – lo negaría todo hasta el fin.
- ¿Qué clase de excusa es esa? – era evidente que quería tomarle el pelo.
- Lo sé, fue una tontería – admitió.
- Tengo pruebas Yamcha – escupió.
- Esas fotos están trucadas – el photoshop venia genial para crear una duda razonable.
- Contrate un investigador privado – aclaro esperando que se derrumbara.
Eso no lo vio venir, pero seguía creyendo que mientras se mantuviera en sus trece, se saldría con la suya.
- Te grabo entrando y saliendo con chicas de tu apartamento; y de los hoteles en los que te alojabas, cuando los partidos se jugaban fuera de casa – informo con todo lujo de detalle.
Dejo que lo asimilara y volvió a la carga.
- ¿Me vas a decir que era una sesión privada de fotos, conversaciones íntimas con las fans, o alguna otra chorrada? – se notaba a kilómetros el sarcasmo en su voz.
Vio como se le iluminaba el rostro y lo supo. Iba a contarle otra milonga aprovechando sus ideas.
- Pues mira la verdad es que…– dejo de hablar al verla ponerse de pie.
Cansada de sus patéticos intentos por engañarla, agarro la botella de la cubitera y la agito.
- ¿Qué haces?, así creas espuma – intento arrebatársela de la manos, al ver que intentaba quitar el corcho.
Por desgracia para él, Bulma lo consiguió. El tapón salió disparado a la cara de Yamcha, junto con una buena parte del champan, debido a la presión. Le vertió el resto del contenido, acabando de ducharlo. Satisfecha con su obra, volvió a su habitación.
¡Que frío y que dolor me ha dado con solo verlo!
Bulma:
- Nadie había insultado tanto mi raciocinio. Soy consciente de que tendría que haberme disculpado por el golpe, pero después de todo lo que me ha hecho: "Lo siento, pero no lo siento".
Yamcha:
- No me dejo aclarar las cosas, ni se disculpo por el corchazo y el baño sobraba.
Yo diría que no hay nada más que decir.
¡Vaya ojo te ha quedado!
El desayuno de Maron y Krilin. La cosa prometía bastante en un primer momento.
- ¿Qué te cuentas desde la última vez que nos vimos? – inicio la conversación la modelo.
- Nada importante – reconoció –. Maron me gustaría que lo intentáramos otra vez, aunque tengamos que ir a terapia.
- No veo como eso nos ayudaría – dio su opinión –. Me gusta trabajar con marcas de lencería. Hacer fotos y anuncios atrevidos, es una forma fácil de conocer hombres sexys con los que salir.
Krilin suspiro con resignación, que él no hubiese podido pasar página, no significaba que ella también se hubiera atascado.
- ¿Te replantearías esos trabajos, si decidiésemos tener familia? – era ahora o nunca.
- ¿Hijos?, ¡ni loca! – grito horrorizada –. Me sería muy difícil ligar embarazada, o con un crío. Además, jamás me arriesgaría a perder mi esbelta figura.
La cara del hombre reflejaba desconcierto y pesar.
- Dime que no te veías con otros estando conmigo – prácticamente rogo.
Todo quedo en segundo plano, ante sus sospechas.
- Por supuesto que sí, yo práctico el amor libre – afirmo con orgullo.
Su acompañante rompió a llorar como un niño, al que acaban de quitarle un caramelo.
Krilin:
- Me siento tan estúpido.
Lo siento tío.
Maron:
- ¿Qué puedo decir?, me gusta dar y recibir amor ja, ja, ja.
Lo normal, habría sido decirle que querías una relación abierta.
El almuerzo de Lunch y Tarble, comenzó mal.
- Cuanto tiempo – comento lo obvio el muchacho.
- Para nada – era la última persona a la que deseaba ver.
- ¿Qué tal el trabajo? – dijo sin pensar nervioso.
- Por tu culpa tuve que dejarlo – increpo molesta.
- Robar no es un trabajo – intento razonar.
Para ella sí lo era, pero lo que más le dolía fue que confió en él.
- ¿Por qué me delataste? – se moría por saberlo.
- Para evitar convertirme en tu cómplice – le parecía evidente.
- ¡Chivato de mierda!, ¿tienes idea de lo que es estar en la cárcel? – por su culpa, ahora tenía claustrofobia.
- Tampoco estuviste tanto tiempo, gracias al trato que hiciste – su queja era absurda.
- ¡Que te jodan, traidor! – ahora que ya le había preguntado lo que quería, la cita había acabado para ella.
Abandono el lugar, antes de caer en la tentación de romperle las piernas.
Que mal.
Lunch:
- Premio a la peor cita y novio.
Habría que votarlo.
Tarble:
- Sé que hice lo correcto, pero aun así me siento mal por ella.
Normal.
La merienda de Lazuli y Vegeta, más de lo mismo.
- Me alegre mucho de no tener más citas contigo. Lástima que esto haya sido una encerrona – soltó la rubia según tomaron asiento.
- Lo mismo digo – concordó el moreno.
- ¿Vas a darme conversación, o vas a comportarte como el maleducado qué eres? – no pensaba romperse la cabeza buscando temas de conversación, como en sus otros encuentros.
- No soy maleducado – se defendió –. Simplemente, no me gusta malgastar saliva con una princesita de papa, que no ha dado un palo al agua en su puta vida – aclaro.
Había prometido a sus padres, comportarse durante sus reuniones. Cosa que le costó horrores. Ahora que ese juramento había caducado, no pensaba cortarse un pelo. Para Lazuli, su comentario fue la gota que colmo el vaso. Se levanto e intento cruzarle la cara, pero él agarro su mano frustrando sus intenciones.
- Teóricamente no se debe atizar a una mujer, pero dejarse pegar y eso de "poner la otra mejilla" – hizo un gesto de desagrado –. Siempre me ha parecido de mártires.
- A ti no se te puede aplicar esa palabra – escupió molesta –. ¡Tú, eres un animal!
- Puede ser, pero creo firmemente en la igualdad – dijo sin inmutarse –. Así que, yo en tu lugar me calmaría – sonrió de forma retadora.
Finalmente, con una mirada de advertencia la libero.
- Espero verte lo menos posible durante la cohabitación – le apuntaba con el dedo molesta.
- Ya somos dos – replico.
Vaya par.
Lazuli:
- ¿De verdad voy a tener que convivir con eso?
Me temo que sí.
Vegeta:
- Menos mal que siempre estoy trabajando. No me apetece compartir vivienda con ninguna.
Apuesto a que ellas, tampoco quieren compartir residencia contigo.
El brunch de Ten y Gure. Al parecer no remonta la cosa.
- ¿Sigues obsesionada con tu carrera? – disparo él tras saludarse.
- No lo estoy – se ofendió –. Sencillamente, tú haces lo mínimo.
- Lo normal es trabajar para vivir, no al revés – ese era su lema.
- Siendo del mundillo, deberías de entender lo importante que es componer y practicar – se defendió.
- No era solo tu representante, también era tu pareja – expuso molesto –. ¿Cuántas veces me dejaste plantado, o llegaste tarde? No recordabas mi cumpleaños, ni nuestro aniversario.
- Eso es porque soy despistada – intento excusarse.
- Yo creo que solo pensabas en ti – confeso.
Ten:
- Lazuli me hizo reflexionar. Una relación es cosa de dos y asumo que tuve parte de culpa, pero que ella no haya aceptado la suya…me ha decepcionado.
Esta muy bien analizarse.
Gure:
- Tiene razón. Antepuse mi pasión por la música, a nuestra relación en varias ocasiones.
Habría estado bien que se lo dijeras.
Ya se ha roto el hielo entre los ex tortolitos, aunque de las peores formas posibles.
Me he quedado sin palabras. No sé que cita ha sido peor. Lo sorprendente es que nadie ha salido herido…bueno casi.
¡Vaya puñales!
15/09/2022
Este es el capítulo, que más me ha divertido escribir del fic.
Espero que les haya gustado.
PD: El primer argumento de Yamcha, no me lo he inventado. Un conocido mío lo uso XD
