Toulouse22: En ese caso, espero mantener el estilo y que te guste, todo lo que tengo pensado.
Luis: Como ya te dije por privado; sí, teniendo en cuenta la serie me parecía lo más lógico. Goku es corto, pero no tanto XD
Capítulo VII: Primera convivencia
Ayer vivimos un giro inesperado de los acontecimientos: Goku le pidió matrimonio a Milk y ambos han dejado la experiencia. No sin antes hacer perder al resto seis mil yenes, por el apasionado beso que compartieron.
Vegeta se pillo un buen rebote. Advirtió a todos que si cometían la estupidez, de comportarse como adolescentes hormonales dilapidando más dinero, les haría la depilación brasileña con cera.
¡Miedo me da!
Por si esto no hubiese sido suficiente, Goku le puso el otro ojo morado a Yamcha.
La primera ronda de las cohabitaciones será por compatibilidad.
Desconoceremos los emparejamientos, hasta que los chicos abran las puertas de su hogar. Dos semanas en casa de uno, dos semanas en casa del otro.
¡Veamos el resultado!
Nuestros cinco caballeros aguardan tras las puertas de sus hogares, la llegada de las damas. En cuanto abran, averiguaran con quien les ha tocado.
Tres, dos, uno…cero.
Al unisonó todos desbloquearon la entrada a su hogar. Revelando así, las parejas formadas:
Gure / Tarble
Yamcha / Maron
Lazuli / Krilin
Ten / Lunch
Bulma / Vegeta
Gure:
- No tengo queja.
Tarble:
- Me cae bien.
Maron:
- ¡Sí!, después de un mes conmigo su ex será agua pasada.
A mí me parece bastante testarudo.
Yamcha:
- Preferiría convivir con Bulma. Sabía que no me tocaría con ella, así que estoy contento de haber sido emparejado con Maron. Con ella y Gure he congeniado muy bien.
Nos hemos dado cuenta.
Lazuli:
- He tenido mucha suerte.
Eso parece.
Krilin:
- Nos llevamos bien, así que perfecto.
Ten:
- Será la oportunidad perfecta para averiguar más de ella.
Yo que tú tendría cuidado. La última vez no te fue muy bien.
Lunch:
- Supongo que está bien.
Por lo que veo sigues molesta.
Vegeta:
- Ella es el mal menor.
Que… ¿ilusión?
Bulma:
- Estoy gafada.
Un poco quizá.
Yamcha / Maron
Según le abrió la puerta, entro "como Pedro por su casa", encasquetándole las maletas rápidamente. Si bien le molestaron sus formas, no dijo nada.
El chalet estaba decorado con elegancia y muebles de buena calidad. Los colores neutros reinaban en su hogar, menos en algunos elementos como las telas, que eran en su mayoría de tonos pastel. El burdeos sin duda, destacaba en la paleta de colores empleados por ser el más llamativo.
Los cuadros representaban paisajes de todo tipo: la orilla de una playa, montañas, el desierto etc. Tenía una lámpara con lágrimas de cristal en el salón. La chaise longue era de un gris claro contrarrestando con los cojines, mantas y cortinas.
La pared de su habitación tenía papel pintado con estampado de damasco. Había un collage de fotos en las que salían él y Bulma. La colcha era blanca con frases en una caligrafía elegante y cursiva de color negro. Los almohadones iban a juego con los del sofá.
La mujer examino entera la casa con ojo crítico.
- Que decoración tan sosa, no hay colores vivos – observo todo horrorizada –. La decoraste tú, ¿verdad?
- Emmm sí – no pensaba decirle que había sido su novia, bueno de momento ex novia.
Internamente pensó que sus modales eran atroces. Le desagrado que se metiera con su hogar. Por lo que paso de ayudarla a deshacer las maletas. Encendió la tele y se puso cómodo hasta que acabo.
Yamcha:
- Hoy me ha causado una mala impresión.
Normal.
Maron:
- En cuanto pueda le hago un cambio de look a la casa. Tiene mucho potencial, pero él no ha sabido sacarle partido. De no ser modelo, me habría hecho decoradora o wedding planer.
Tengo el presentimiento de que esto va a acabar muy mal.
Gure / Tarble
El muchacho tomo su maleta y la invito a entrar educadamente. Se disculpo por el tamaño del apartamento, al pagárselo sus padres escogió el más pequeño y barato que encontró, cerca del campus. Tenía los muebles básicos. El salón era apenas un metro más largo que el sofá, la cocina parecía de juguete y el baño te recordaba al de un hostal.
- Tranquilo, paso mucho tiempo en habitaciones de moteles – con una cama, baño y su guitarra era feliz.
- Vaya eso es un poco frío, ¿no? – en vacaciones vale, pero de forma habitual no le gustaría.
- Te acostumbras – aseguro.
Le ayudo a colocar sus cosas en el cajón, lado de la balda y estantería que le dejo. En cuanto acabaron, la joven miro con detenimiento todo lo que la rodeaba. Hasta que algo capto su atención, una pila de discos.
Tarble se puso nervioso. Ella era una experta en la buena música. El simplemente escuchaba las recomendaciones de sus amigos. De ahí catalogaba lo que le gustaba, de lo que no. Tenía de todo un poco.
- ¿"Babymetal"? – dijo mirando la caratula.
- Sí – reconoció sonrojado.
- Fui telonera de ellas una vez – comento.
- ¿En serio? – eso no se lo esperaba.
- Aja – siguió mirando –. ¿"Hatsune Miku"?
- Sí, ya sé que es solo un programa informático, pero… - no le dejo acabar.
- Me gusta – confeso –. Aunque algunas de sus canciones…son un poco…raras.
- Cierto – acepto sin intentar rebatir su argumento.
Hablaron de música y otros temas hasta la hora de cenar.
Tarble:
- Tiene muchas anécdotas.
Gure:
- Es un buen oyente.
Teniendo en cuenta nuestra anterior pareja, es agradable ver que congeniáis.
Lazuli / Krilin
Le dio la bienvenida amablemente. La rubia señalo su equipaje y él solicito metió las maletas dentro.
- ¿No tienes servicio domestico? – pregunto.
- No, me apaño solo – admitió.
Al ser su invitada, haría todo lo posible por hacerla sentir a gusto.
Esa situación era inusual para ella, pero teniendo en cuenta que tuvo la fortuna de coincidir, con el hombre que mejor le cayó, intentaría adaptarse.
El diseño de su casa era…peculiar. La cocina tenía un tamaño decente, igual que el baño. El salón y la habitación principal por el contrario, tenían los metros justos. En contraposición, tenía una habitación enorme con un tatami y material de entrenamiento.
- Los policías tenemos que estar en buena forma física – explico.
Le cedió prácticamente el armario entero. Una percha con varios huecos para pantalones, colgaba llena de la balda.
- Te he dejado aparte dos gavetas de la cómoda para ti – señalo.
- ¿Y tus cosas? – le sorprendió tanta hospitalidad.
- Para trabajar uso el uniforme y siempre lo cuelgo detrás de la puerta. En casa suelo estar en pijama. Ya has visto donde tengo los pantalones de salir - relato –. Con los cajones para mis camisetas y ropa interior me vale. A fin de cuentas, las chicas tenéis más opciones de vestuario que nosotros.
Por un momento pensó en bromear, diciéndole que Maron lo había adiestrado muy bien, pero luego decidió que era una mala idea. La peliazul estando intoxicada les conto toda su vida. Incluso sus experiencias sexuales con pelos y señales. Si la charla sobre sus operaciones estéticas había sido innecesaria, esa otra había sido en extremo incomoda, pero por más que intentaron cambiar de tema ella seguía como si nada.
Al parecer, el calvo estuvo a punto de pillarla con las manos en la masa en varias ocasiones. Ella siguió arriesgándose a que la sorprendiera como si nada. Su ex era una zorra con letras mayúsculas.
Tras desembalar juntos, le pidió que le ayudara a cocinar.
Lazuli:
- Es dulce y atento.
Krilin:
- No se ha quejado hasta ahora, eso dice mucho de ella.
Dos de tres, no está mal.
Ten / Lunch
- Lo primero de todo, quería disculparme si te moleste la otra vez. No fue mi intención, es solo que me pudo la curiosidad – dijo atropelladamente el hombre según la vio.
- Acepto tus disculpas – sonrió –. Puedes estar tranquilo, "la curiosidad es inherente a la raza humana", ¿no? – cito.
- Sí, gracias por comprenderlo – respiro aliviado.
Al invitarla a pasar, la rubia cargo su maleta sin esperar su ayuda. No estaba acostumbrada a tratar con caballeros, sino con criminales.
La casa era de estilo minimalista y contaba con un estudio de grabación insonorizado. Las paredes tenían posters de cantantes enmarcados. Algunos los conocía, otros le sonaban y unos pocos no los había visto jamás.
Las fotos del cuarto principal captaron su interés.
- ¿Estuviste en el ejército? – pregunto tras ver una foto del hombre uniformado.
- Sí – no pensaba darle más detalles.
Estaba seguro de que eso la incitaría a sonsacarle información. Se equivoco.
Aunque el descubrimiento suscito su curiosidad y quería saber más del tema, no le daría la oportunidad de intercambiar preguntas y respuestas.
Al final el hombre se rindió.
- Eres dura de pelar – dijo con una sonrisa.
- ¿A qué te refieres? – se hizo la desentendida.
- Ya lo sabes – a él no podía engañarlo –. Tienes mucho cuidado con lo que dices, para no revelar nada que no quieras. Ni que fueras un agente doble o algo así.
Se le escapo la risa ante su comentario.
Ten le propuso repartirse las tareas del hogar. Le pareció justo así que acepto. Hicieron un calendario para hacerlo más fácil y evitar discusiones.
Lunch:
- El es tan persistente como yo.
Lo sabemos.
Ten:
- Estamos echando un pulso. A ver quién gana.
Mientras no os hagáis daño…
Vegeta / Bulma
Sin mediar palabra se dirigió al dormitorio y le indico donde podía dejar sus cosas. Durante el recorrido comprobó que el apartamento era moderno, amplio y con una decoración muy fría. Apenas había efectos personales.
Poso la maleta en el suelo de la habitación. Colgó rápidamente la ropa que más fácilmente se arruga; y el resto lo metió en el cajón señalado por "Gruñón". Tenía sed, así que se dirigió a la nevera. Cuando la abrió quedo petrificada. Solo había bebidas. Concretamente: agua, isotónicos y cerveza. Asombrada registro los armarios: vacios.
No había nada con lo que poder cocinar. Tampoco una cafetera. Joder, no tenía ni platos.
Tuvo que sentarse, ¿cómo demonios era posible que alguien tuviera una cocina de adorno? Vale ella tenía una madre a la que le encantaba cocinar, por lo que rara vez ponía en práctica sus dotes culinarias, pero lo de este hombre no era normal. ¿Acaso vivía de comida para llevar?, la respuesta lógica parecía ser que sí.
Suspiro con pesar, iban a ser dos semanas muy largas.
Cogió papel y bolígrafo. Hizo una lista básica para sobrevivir. En cuanto acabó se acerco al estudio de Vegeta. Llamo antes de pasar, cuando le dio permiso entro.
- Que sea rápido, estoy muy ocupado – ni siquiera la miro.
- ¡Borde!, supongo que solo comes en locales o te traen la comida a casa. Solo quería avisarte de que salgo a hacer la compra – se marcho sin esperar respuesta.
Eso lo pillo desprevenido. Desde que dejo la casa de sus padres, compraba lo que necesitaba por el móvil y se lo traían a casa. Ahora que iba a convivir con mujeres, era lógico que los estilos de vida chocasen.
Vegeta:
- Estará bien delegar en alguien las tareas del hogar.
¿Quieres pareja o una chacha? Porque yo tengo mis dudas.
Bulma:
- Veo que su hermano no exagero, al decirme que está casado con el trabajo.
Por lo que se ve no.
Yamcha / Maron
Un golpe en la puerta trasera informo del regreso de Puar, el gato de Yamcha. Al entrar y notar a un intruso en su territorio, corrió a esconderse en el primer refugio que vio: debajo de la cama.
- ¿Tienes un "Azul ruso"? – pregunto emocionada.
- Sí, fue un obsequio – respondió.
- La persona que te lo regalo tiene muy buen gusto – dijo con aprobación –. Es una de mis razas favoritas.
- Lo sé – sonrió.
Yamcha:
- Sera mejor que no le diga, que tanto la decoración de la casa como el gato, fueron cosa de Bulma.
Buena idea.
- Ven gatito – se arrodillo al lado de la cama e intento llegar hasta el minino.
- No le gustan los desconocidos – le aviso –. Es mejor que lo dejes en paz.
"Que si quieres arroz, Catalina".
- ¡Ah! – grito la peliazul – congelando al chico en el sitio –. ¡Me ha arañado!
Efectivamente, Maron tenía un zarpazo en la cara y en la mano.
- ¡Tu gato esta poseído! – exclamo enloquecida.
Yamcha:
- ¿A quién se le ocurre ir a por un animal, que evidentemente está asustado?
A Maron.
- ¡Bua!, escuece. Sóplame la pupa – pidió como una niña pequeña, mientras la curaba.
El hombre hizo lo que le pidió.
- ¡Mi rostro! – grito horrorizada, al ver su mejilla –. ¡Como me quede cicatriz, le arranco las uñas!
Yamcha suspiro con pesar. Iban de mal en peor.
Maron:
- Odio a ese gato callejero.
Por ahora, me cae mejor que tú.
Gure / Tarble
El muchacho hizo la cena para su invitada. Nada complicado. Unas hamburguesas con patatas fritas.
- Me encantan los chicos que saben cocinar – comento.
- Ya, mi hermano no sabe ni freír un huevo – añadió riéndose.
- Bromeas – tenía que ser una exageración.
- Para nada – siempre se negó a aprender.
- Eso es lo más básico – una cosa es que se te de mal, pero de ahí a no tener ni idea…
Era el colmo.
- Díselo a él – intento zanjar el tema.
Tras alimentarse, decidieron ver una película en el sofá.
- Lo siento, solo tengo de acción – se disculpo.
- Tranquilo, alguna encontrare que me llame la atención – siguió mirando la colección de caratulas.
Finalmente se decidió por una.
- Esta – cogió la carcasa del film.
- "Sr. y Sra. Smith" – leyó el joven –. Buena elección.
- Gracias – sonrió –. ¿Hacemos palomitas?
- Sí, ponte cómoda – le señalo el sofá –. Yo las hago.
- Perfecto – se sentó y arropo.
Al acabar la sesión de cine.
- ¿Qué te ha parecido? – fue lo primero que salió de sus labios, cuando aparecieron los créditos.
- Muy entretenida – afirmo contenta.
- Me alegro – le sonrió.
Estuvieron intercambiando impresiones por un buen rato.
Tarble:
- El día a día no será un problema.
Yo diría que es pronto para hacer esa afirmación.
Gure:
- Espero que el mes vaya tan bien como hoy.
Ojalá.
Lazuli / Krilin
Al ser la primera vez que la heredera cocinaba, decidió empezar por algo fácil como el tamago y el sushi. Para alguien que ha tenido cocinera toda su vida, hacer cualquier cosa parecía misión imposible. El muchacho tardo poco en comprobarlo.
No debió pedirle que cascara los huevos.
- Se les da un golpe contra el borde del plato, no contra el centro – explico intentando no reírse.
- Lo siento – agradeció que se lo tomara con humor.
Quito las cascaras más grandes con la mano; y el resto con el colador tamizando la mezcla. Le enseño a batir los huevos. Se sintió torpe en comparación con él. Krilin la reconforto diciéndole que solo era cuestión de práctica. Tras hacer la tortilla, hirvió el arroz. Una vez dejo de quemar, le pidió a la rubia que le diera forma, en lo que troceaba el pescado. Le entrego las tiras a la joven para que montara los nigiris. Al acabar, se sentaron en la mesa a cenar.
- Mmm esta delicioso – opino sinceramente.
- Me…menos mal – tartamudeo avergonzada.
Lazuli:
- Es un buen profesor: tiene paciencia y sabe explicar.
No todos los maestros tienen dichas cualidades.
Krilin:
- Compensa su inexperiencia con entusiasmo.
Lo hemos visto.
Ten / Lunch
Tras acomodar sus pertenencias, cocinaron codo con codo y cenaron juntos. No estaban cansados y aun era temprano, por lo que pensaron en cómo pasar ese tiempo de forma amena. A ser posible sin malos rollos, tercer grado, ni tirarse cosas a la cabeza, o usar un arma. Parecía una empresa complicada, pero afortunadamente tuvieron una idea.
- ¿Vemos algo? – propuso Ten.
Puesto que los dos se trataban como si fuesen enemigos, intentando sonsacarse el uno al otro, su charla había sido banal. Hablaron superficialmente de su infancia, colegios, profesores y sus motes hacia ellos.
- Suena bien – acepto la mujer.
Eso relajaría el ambiente y les daría tema de conversación.
- ¿Qué temática te gusta? – cuestiono.
- Terror y acción – respondió.
- Eso explica tu tono de llamada – intento bromear.
- Sí, lamento haberte asustado – no había sido esa su intención.
- Tranquila – le resto importancia –. Yo prefiero la comedia, pero también me agrada la acción.
Eligieron una película de la categoría que agradaba a ambos.
Lunch:
- De momento estamos bien. La cuestión es, ¿cuánto durara?
Creo que todos nos preguntamos lo mismo.
Ten:
- Tengo que ir con calma para no alterarla.
Ni que fueras un depredador detrás de su presa.
Vegeta / Bulma
Cuando la mujer volvió tenía un arsenal en la capsula: una cafetera con cremador de leche, molinillo de café, café en grano, un juego de sartenes y cacerolas, platos, cubiertos, tazas y vasos, cereales, leche, té, fideos instantáneos, un hervidor de agua…vamos la compra de la semana. Además de la equipación mínima de una cocina.
Al ver todo aquello no pudo evitar pensar en su antiguo hogar. Quizá su hermano tenía razón y ya era hora de que sentara cabeza.
- Cuando acabe de colocar la compra, voy a cenar. Estoy muerta de hambre – por lo que había visto era un hombre de pocas palabras, a no ser que hablasen de negocios, así que no espero que le contestara.
- ¿Qué vas a hacer de cena? – sentía curiosidad por sus habilidades culinarias.
- Ramen instantáneo – siguió organizando la cocina sin mirarlo.
- No entiendo para que comprarte todo esto, sino vas a cocinar – le parecía absurdo.
- ¡Idiota!, he tenido que ir hasta el centro comercial; y pasarme tres horas de pie comprando cosas que tú deberías tener. ¡Estoy agotada! – ese tipo era el colmo del descaro.
¿En serio esperaba que le cocinara?
- No las tengo porque no las uso – se sintió incomodo.
No se ha fijado en el tiempo que había estado fuera, simplemente agradeció estar solo.
Bulma:
- Compre las marcas que tengo en mi casa, si tengo que comparar todos los modelos del mercado, habría tardo otra hora por lo menos.
Te creo.
Vegeta:
- No esperaba que me regañara.
Te lo merecías.
Yamcha / Maron
Para cenar pidieron comida a domicilio de un restaurante cercano. Italiano para ser más precisos.
Cuando cogió una manta y un almohadón para irse al sofá, ella se opuso firmemente. Alego que era su deber como hombre, protegerla del "gato salvaje". Suspiro y pensó que su comportamiento era absurdo, pero estaba cansado y no quería discutir. Además viendo su interacción con Puar, era evidente que carecía de sentido común.
Le permitió escoger el lado de la cama y se acostaron. Al apagar las luces, se deslizo hasta él para abrazarle. Le pareció una reacción exagerada a su pobre mascota, pero no dijo nada.
Maron:
- Ha sido una excusa para tenerlo pegado a mi.
Creo que el único que no se ha dado cuenta, ha sido él.
Yamcha:
- Lo siento por mi gato.
Tú y todos.
Gure / Tarble
- Se está haciendo tarde deberíamos dormir – comento nervioso –. ¿Te parece bien compartir la cama o…?
- Yo duermo dentro de las sabanas y tú por fuera –propuso la muchacha.
Era una solución justa.
- Vale, ¿prefieres derecha o izquierda? – cuestiono.
- Normalmente me cojo el lecho entero – se encogió de hombros –. Elige tú.
- Está bien, pero por favor intenta no apropiarte de la cama tirándome – no quería despertarse en el duro suelo muerto de frio.
- Lo intentaré, aunque no prometo nada – así se evitaba problemas.
El joven ocupo su lugar de siempre, una vez su compañera de colchón se acomodo.
Tarble:
- Sospecho que me voy a llevar un buen golpe.
Evidentemente.
Gure:
- "El que avisa no es traidor".
Ya, pero eso no es un consuelo.
Lazuli / Krilin
Le ofreció su cama afirmando que el sofá era muy cómodo.
- No hace falta – ella no se privaría de su lecho cuando cambiasen de vivienda –. Podemos hacer un muro de cojines.
Ya puestos haced un fuerte.
- Como desees – se encontraba dubitativo –. ¿Qué lado quieres?
- No tengo uno preferido – respondió –. Me duermo rápido y soy de sueño profundo.
- Que suerte. A mí me cuesta – confeso –. En ese caso, cogeré mi sitio habitual.
- Está bien, pero te lo advierto intenta algo y te destierro al sofá – aviso.
- Acabamos de conocernos…yo nunca… – agito las manos horrorizado –. No soy un pervertido.
- Te daré el beneficio de la duda – le estaba costando mantener su expresión fría y seria.
Krilin:
- Me ha sorprendido que quiera compartir el colchón.
Yo tampoco lo esperaba la verdad.
Lazuli:
- Se ve tan mono avergonzado.
Que mala eres.
Ten / Lunch
- Me pido el lado izquierdo – demando según vio la cama.
La miro arqueando una ceja. Ese era su lado. Esperaba negociar o incluso tener que irse al sofá, pero no esto.
- Soy la invitada, yo decido – aclaro.
- Buen argumento – ahí tenía que darle la razón.
- Pásate de la raya y te castro – amenazo.
Por su cara, dedujo que hablaba en serio.
- Si te acercas a mí, te dejo calva – fue la primera replica que le vino a la mente.
- ¿Cómo tu? – sonrió con sorna.
- ¡Que cruel! – se quejo intentando no reírse. Tenía que fingir estar molesto.
Se había metido con su pelo, bueno con la falta de este.
Lunch:
- Me lo ha puesto en bandeja.
Para que nos vamos a engañar, sí.
Ten:
- Al menos no duerme con un arma debajo de la almohada.
Que tú sepas.
Bulma / Vegeta
Tras la cena, Bulma afirmo estar cansada y le pregunto donde dormiría.
- No tengo habitación de invitados, pero el sofá se hace cama – estaba molesto –. Dormiré en el estas dos semanas.
- ¿Por?, podemos compartir el lecho - ante su mirada desconcertada añadió –. A no ser que mi belleza, te prive del sueño.
- Que tonta eres – no le hacía ninguna gracia cederle su colchón –. Acepto.
Los dos querían el mismo sitio de la cama.
- ¿Lo echamos a piedra, papel o tijeras? – propuso el moreno.
La peliazul lo miro extrañada.
- ¿No es eso un poco infantil? – cuestiono.
- ¿Tienes una idea mejor? – replico.
Suspiro derrotada. Afortunadamente gano el juego.
- Suertuda – escupió.
Bulma:
- Desafortunada en el amor, afortunada en el juego.
Me alegra que ganaras.
Vegeta:
- Me siento tentado a tirarla para recuperar mi sitio.
Eso es muy radical.
16/12/2022
Admito que exagere un poco. En un programa salió un chico que no tenia platos, pero si algo para hacer la comida. Comía con la mano sobre el fregadero. Un familiar mío hacia lo mismo, pero era porque no quería tener que fregar. Lo que hace la vagancia XD
Lo confieso tuve que leerme un artículo sobre decoración, porque no tengo ni puta idea sobre el tema y las descripciones se me dan fatal.
La música ni lo pensé, fueron los primeros nombres japoneses que se me vinieron a la cabeza.
