Desayunamos, y volví a acompañar a mi bella huesped a la habitación aun se sentía un poco somnolienta por la medicación, preparé un baño de burbujas y sal marina y la llame cuando estuvo todo listo.

-Me avisas cuando ya te salgas para ayudarte en lo que sea.

-No tienes porque hacerlo, pero para que no te preocupes te llamaré.

Salí del baño y acomodé bien la cama para que estuviera cómoda para su siesta, debia dormir muchoo hasta que el efecto se fuera y que mejor que en mi cama, mientras yo estaba acargo de Michiru, mamá y papá fueron a su casa para traer las cosas de su habitación y su ropa, mientras mi hermano sacaba todo lo del estudio para su habitación y el estudio de abajo, él casi no se lo pasaba en la casa por lo de sus estudios asi que no le incomodaba además él tambien tiene un gran corazón; un rato después llego el carro de la mudanza y subieron todo, mamá se encerró en la habitación con sus 50.000 latas de pintura y ordeno que no la molestaramos y a cambio de ello mandó a papá a cocinar... "mala idea" creo que ire a llamar a un restaurante para que nos traiga la orden para 5 personas uno nunca sabe que pueda pasar entre la cocina y papá... y yo no le ayudo porque o sino ¿Quien cuidará a mi ángel?
Llegó la orden del almuerzo, y papá estaba apagando un incendio provocado ni el mas bárbaro, él siempre quizo cocinar pero deja quemar hasta el agua, llevé el almuerzo de mamá pero no me dejó entrar, Michiru ya esaba despierta y por suerte menos hinchada, la medicación era bendita, así que decidimos dar una vuelta por el parque en el scooter... a decir verdad mi carcacha sirve de mucho, la ayudé a sentarse debajo de un frondosísimo árbol de cerezos y como para variar, compré helados, nos lo comimos en silencio, pero no era un silencio incómodo, por el contrario, era de lo más reconfortante, le dije a mi ángel que se recostara un rato en mis piernas para que descansara mientras yo leía un comic bastante divertido, sin darme cuenta cuando le eché un vistazo ella ya estaba dormida. Se veía tan hermosa, tan celestial... Cielos definitivamente me estoy enamorando de ella... ¿Pero... y quepuedo hacer ante eso?... estando contemplándola sopló una suave y refrescante brisa que traía la escencia marina con ella, entonces mi dormilona se despertó suavemente quedando su mirada fija en la mía... el sonrojo no se tardó, pero este era mutuo... asi q definitivamente me helé.

-Hola... Me brindo una hermosa sonrisa.

-Hooo… la... Le respondí ya roja como un tomate.

-¿Me dormí por mucho tiempo?

-No, est... no se...

-¿Hace cuanto llevas observándome? Demonios la torta se volteó.

-Yo... est... ee... nada.

-Oh... ¿ahora me espías?

-Yo... no... ¡oye!

-jajajaj... es divertido decirtelo.

-Oye...
-Jajajjajajjaajajjajjjaj. Su dulce sonrisa lo iluminaba todo. ¿Como era posible que me basilara tanto?

-¿Te parece si regresamos pronto a casa? Ya está atardeciendo y no quiero que caiga mucho la noche contigo aun delicada.

-Haruka... Ya no estoy tan mal...

-Lo se pero vamos ¿Si? no quiero que se preocupen.

Recogimos todo y nos montamos en mi super transporte, decidí que aun era muy temprano para llegar a casa... Lo del "mamá se va a preocupar" era un pretesto, mamá era bastante liberal en ello y papá no se oponía, asi que cambié de dirección justo antes de llegara a la casa y fui por un caminillo que solo yo conocía muy bien.

-Oye... ¿Te perdiste?

-No, solo espera unos instantes.

-Ok, pero...

-Nada de peros espera...

Terminado de decir esto un hermoso atardecer rojo y rosa se veía desde el acantilado, ella al ver esto que alegró mucho, era una vista maravillosa, mejor que la de la playa del primer viaje juntas al mar. Tendí la sabana de picnic y pronto me apresuré a encender la lámpara, el sonido de las olas contra la piedra era espectacular, creo que la mejor medicina para el alma de Michiru era mucho amor y estar muy cerca al mar, lo había descubierto aquel día del paseo y me alegraba que ella estuviera sintiendo tal dicha, ella era un alma encadenada y si tuviese que traer mi casa a la playa por ella, lo haría, había algo en la brisa marina que me susurraba tiernamente al oído y que me fusionaba con ella también, esto era más que irreal, estuvimos un rato, asi charlando, riendo y en silencio, aquel silencio tan agradable que ya habíamos tenido anteriormente, de pronto el móvil sonó, era papá, tenía algo urgente que decirnos y nos estaba esperando afuera en la carretera, tomamos todo y nos fuimos caminando para evitar caernos por el acantilado. Por la cara de papá era una noticia buenísima, así que entre en ansias hasta la casa. Cuando llegamos mamá tenía su cara de pastel eso me indicaba que el cuarto de Michiru realmene estaba terminado. Mamá nos tomó de la mano y subio a toda marcha, cuando abríó la puerta de la habitación, la reacción no podría ser otra sino de sorpresa, la cara de Michiru era la misma mía... ¡Wow! mi madre si que tenía una vena artística única, nadie se le comparaba, la habitación era espectacular, simplente eso, los murales que hizo eran maravillosos, pues trajo un pedacito del océano a ese cuarto, era único, los muebles y todo lo demás eran de la habitación de la casa de Michiru, mamá trajo todos los portaretratos y fotos que había en la casa y los puso en la nueva habitación, lo mas curioso para mí fue ver un estuche de un instrumento encima de la cama...

-Mamá Mai... ¿Lo encontraste?

-Por supuesto querida, estaba en el ático, papá tropezó con la buardilla y encontramos muchas cosas hermosas allí, bastante empolvadas pero casi todas están aqui...

-Oh... esto es maravilloso... Gracias...

Los ojos de mi bello ángel estaban inundados de lágrimas, puesto que uno de sus únicos amores y acompañantes le fue arrebatado por su padre hace mucho tiempo, se acercó a la cama y lo abrió, lo tomó en sus manos le dió un beso, le susurró algo y lo acomodó en su mentón e inició a sacarle una melodía muy preciosa, triste pero hermosa, esa niña tenía un talento innato para la música, tocaba tan gracil el violín que hasta llegué a pensar que ella sería una gran artista. Ella era definitivamente un ángel, tocaba como ellos, era como ellos... Definitivamente era una perla en las profndidades del océano. Después de esa hermosa melodía, mamá estaba al borde del llanto, otro de sus hijos era talentoso en algo que ella amaba, *Bueno mamá ama todo* jajjaja... beso la frente de Michiru y fuimos todos a cenar, realmente era un ambiente familiar muy hermoso, mi niñez fue rara pero siempre estuve y estoy rodeada de amor y felicidad, cosa que de ahora en adelante ella tambien tendrá.

Ya en la cocina después de la cena, tenía una intriga de lo más calante en mi cabeza, ¿Cómo sabía mamá que Michiru tocaba el violín?

-Oye ma...

-¿Dime?
-¿Como sabía que Michiru tocaba el violín?

-Eso es facil preciosa, te cuento, yo ya tenía mis sospechas, las manos de ellas son muy finas y delicadas, mas de lo que una niña comun y corriente las tendría, además corroboré mis sospechas cuando entre los álbumes de fotos vi a esas dos preciosas niñas, una sentada en la banquita del piano y la otra con un violín tocando de lo más graciosas, entonces supe de inmediato que la artista era Michiru.

-¿Pero y si la hermanita de Michiru hubiese sido la del violín?

-No preciosa, ella tendría las manos como las tuyas.

-¿Como las mías?

-Si, mira tus dedos son finos y muy largos, por eso eres tan diestra con el piano, y como te dije Michiru tiene las manos finas y delicadas pero sus dedos no son tan largos, son solo cosas que yo deduzco y comprendo, ya entenderás luego.
-Mmmm... lo entiendo, gracias ma ¿Puedo ir a acompañarla?

-Claro. Me besó la frente y luego alborotó mi cabello, mamá ama hacerlo, dice que mi reboltoso cabello se ve mejor así.

Subí a la habitación y esta era casi sublime, el ambiente era perfecto, Michiru compartía un momento casi mágico con su violín decidí no molestarla y quedarme recostada en la puerta con los ojos cerrados oyendola, su melodía siempre era triste, quizás su heridas del alma tardarían mas de lo que yo pensé, pero ese dolor cargado en su alma era lo que hacia que su música llegara a lo más profundo de tu ser, a cada fibra, a cada sentimiento.

-¿Hace cuanto estas ahi?

-Hace poco... Me encanta tu música.

-Gracias... Un leve sonrojo se asomó en sus mejillas.

-¿Dime, hace cuanto lo tocas?

-Desde los 3 años.

-¿! Queeee ¡? Michiru, eres casi mi ídolo... De veras que tienes madera para esto.
-No, no es para tanto. Su cara estaba más roja.

-Dime, porque no seguiste tocando.

-Porque papá odiaba oir su música, después de que murió mamá lo odió más, al igual que a mí.

-Hmph... No debió haber sido nunca así, tu eres alguien muy talentoso, pero ahora yo se que vas a brillar como el sol.

-¡Hayyy Haruka, me apenas...!

-Jajajjaja, yo solo digo la verdad.

-Gracias, pero ahora si me disculpas debo dormir, estoy cansada, y han sido muchas emociones par aun solo día, y prefiero no tomar mi medicación hoy y dormir por mi propia cuenta ahora que tengo sueño.

-Por mi no hay problema, que descanses.

Antes de salir eché un vistazo adentro "perfecto" y cerré la puerta suevemente para irme a mi habitación también, no tenía nada que hacer, así que me puse a leer un comic, no soy una vaga solo me gusta divertirme además tiene automóviles muy bellos en él, más rato mamá subió a darme las buenas noches , pasó por la habitación de Michiru a dejarle un beso de buenas noches también y se fue con papá a la habitación a descansar, es que armar una habitación en unas horas cuantas horas es agotador y apagar un incendio si que les cuento, mi hermano no llegó muy tarde tampoco, eran ya mas de las 12 de la noche y yo aun estaba despierta, la casa estaba muy callada asi que pude oir a michiru, estaba llorando, se quejaba y daba gritos ahogados, me alarmé mucho asi que a toda marcha fui a su habitación, pero estaba con seguro, quizas Michiru la aseguró después de que mamá salio, mi desespero aumentó, asi que se me alumbró la neurona, ¿Para que mas demonios es esa puerta sino para entrar? De nuevo entré a mi habitación, corrí el mueble del computador y abrí con gran dificultad la puerta, esta daba al interior del armario del estudio, bueno esa habitación ha sido de todo, abri la puerta y allí estaba ella, tenía una pesadilla estaba luchando por despertar de ella pero no podía, tomé un pocó de agua y la humedecí la punta de la cobija, y la puse en su frente con suavidad, al sentir el fresco en su frente reaccionó...

-Noooooo...
-Shhhh...calma...calma... Le susurré tiernamente al oído.

-Haruka... haruka...

-Calma ya estoy contigo.

-Haruka... no me dejes.

-Tranquila no me voy a ir.

-No Haruka... Prometeme que nunca te vas a ir de mi lado, tengo mucho miedo... Sus ojos ya enrojecidos volvieron a llorar.

-Michiru... Le tomé el mentón para que me mirara directamente a los ojos.

-Si.
-Te prometo por mi vida entera que yo nunca te voy a abandonar, y nunca, oyeme, pero nunca te haré sufrir.

-Te quiero, gracias. Me susurró aferrándse mas a mí, mi corazón se aceleró a mil.
-Yo tambié preciosa, yo también te quiero, ahora vuelve a la cama.

-Aja... Haruka...

-Dime.
-¿Podría pedirte un favor?

-Dale, que deseas, ¿agua, que prenda la luz, que te arrope?

-Jjajjaja... soltó su risilla de siempre. -No tontaina.

-¿Entonces?
-¿Podrías quedarte esta noche conmigo?

-Glup... Me puse roja como un tomate al igual que ella.

-Si... claro... voy a traer mi bolsa de dormir.

-Noo... duerme conmigo, mira que mi cama es doble aqui cabemos las dos, no me dejes sola. Tengo miedo.

-Está bien, voy a cerrar mi puerta, apago la luz y vengo.

-Te espero...

Fui como un rayo e hice todo lo que dije, y me acomodé con ella en la cama, fué incómodo, no porque no cupieramos en la cama sino porque se sentía algo en el ambiente que no me dejaba tranquila, el solo estar muy cerca a ella me descontrolaba, creo que ella también sentía lo mismo, porque luchamos por dormirnos por varias horas hasta caer rendidas en brazos de morfeo. ¿Quien iba a pensar que Michiru me pidiera esto? ¡Dios... esto cada vez se pone te un tono mas arriba...!