Los cuerpos yacían dormidos en la cama entrelazados, su desnudez a duras penas era cubierta por una sábana, los rayos de sol entraban traviesamente por la ventana y corrían por el rostro de aquella belleza de piel de porcelana y cabellos dorados; la chica hacía una mueca de fastidio, pero en su incociencia se tapó rápidamente el rostro con la almohada más cercana y siguió en lo suyo. Por el contrario la ninfa de cabellos aguamarina ya sentía que había estado demasiado tiempo en la cama y su amante la llamaba con gran impaciencia hacia él, tomó su bata de dormir y salió de la casa, se detuvo un momento e inhaló aquel aire fresco de la mañana, el aroma del mar la envolvía mágicamente y la suave brisa la abrazaba tiernamente dándole los buenos días, se acercó a la orilla del mar y sus pies desnudos tocaron aquella maravillosa arena, estaba fría pero era relajante, el rugido de su amante la llamaba con más fuerza, no esperó un segundo más para ir hacia él, se quitó la única prenda que la acompañaba y se introdujo en sus profundidades; su gran amante, su amigo, su confidente, solo en él encontraba la calma, nadó un rato entre sus delicadas aguas, le platicó sobre lo sucedido la noche anterior, y también le manifestó que como nueva mujer que era iba a luchar contra viento y marea por su relación, que no permitiría que nada ni nadie le arrebatara lo que ahora era suyo, que a pesar de las dificultades no dejaría que cosas insensatas le dañaran la felicidad y la plenitud que estaba sintiendo, el mar como gran mentor suyo la aconsejó, le dijo que aunque las cosas fueran tan hermosas en el momento, nunca debía de confiar en el ahora, porque nada esta asegurado y no quería que su consentida sufriera un dolor que tarde o temprano vendría, la bella ninfa se alertó, y sintió una opresión en el pecho el mar como gran sabio que es, le dijo que solo viviera su vida al máximo pero sin dejar de lado los riesgos que con ella venían, sopló una brisa cálida que le recordó a su principesca amante esperándola aún en cama.

(Michiru)

-Si así lo deseas, así lo haré, lucharé por nuestra felicidad y asumiré los riesgos que con ello vienen... gracias….

Al salir del agua tomé mi bata y me dirigí hacia la casa, Haruka aún dormía, su cara era de suma paz, en su bello rostro una sonrisa de ternura se dibujaba, besé su frente y bajé a preparar el desayuno, una vez en la cocina y justo por terminar mi deber unas finas manos, largas y estremecedoras me sorprendieron por la cintura y un beso travieso por el cuello me provocaron una ligera descarga eléctrica por la espalda….

-Oh cielo! Yo te iba a sorprender en la cama.

- Mmmm…... Pero si me he sorprendido, he despertado y no he encontrado a mi bella amante en la cama, juraría que esta madrugada después de una noche muy agitada había quedado dormida en mi pecho…... Un leve sonrojo aparecío en mi rostro.

-Pues he acudido a una importantísima cita. Le respondí muy confiada.

-¿Una cita? Los verdes ojos de mi Haruka se abrieron de par en par curiosa.

-Sí, me han llamado muy de mañana, además no me resistí a su invitación, la miré aun más seria.

-¿Uh? ¿Invitación? La cara de mi Haruka era de total confusión. -¿De quién?

-De mi gran amor a parte de ti. La expresión de Haruka era de total angustia y dolor al oír de mis labios con cierta naturalidad lo que le decía.

-Haruka…. No seas tontita… Piensa bien ¿Dónde más iba a estar cuando quiero contar algo importante en mi vida? En ese momento las olas del mar rugieron con vigor.

-El… el… el m… El Mar!

-Correcto amor! La cara de mi diosa del viento era muy graciosa y no aguanté las ganas de reírme.

-No te rías de mí Michiru Kaioh de Tenou! Su pataleta era aún más graciosa.

-Pero amor! Las lágrimas por la risa no paraban de salir de mis ojos. -¿Con quién más podría engañarte? Si para mi eres perfecta.

-(¬¬) Pagarás por esto! Y tomando el tarro de crema chantilly que había bajado de la habitación, lo aplicó en mi pecho y simplemente me dejo con los ojos abiertos de par en par su su acción O.O

-Haruka Tenou!

-Yo no hice nada! Y soltando el cordón de mi bata salió corriendo de la cocina hacia la sala.

-Haruka! Gritaba…. –Vas a pagar por ello! Y salí también corriedo para perseguirla con la bata abierta de par en par… ¬¬ es que no me dio tiempo de nada.

-Atrapame si puedes! Me hizo una mueca retándome.

-Te atraparé!

-Oh! Pero que Sexy te ves! Me dijo lanzandome una mirada lujuriosa con aquello ojos verdes…

-Ya verás Tenou, te atraparé! Y tomando el syrup de los pancakes lo derramé por todo mi cuerpo, esto hizo que haruka se detuviera en seco y con los ojos bien abiertos.

-Est… est… et…. Wow! Haruka estaba hipnotizada e inmovilizada por mi repentina acción, se acercó lentamente y me tomó el rostro besándome intensamente haciendo que nuestros instintos pasionales se desataran. Haruka tiró mi bata y me giró contra la pared (¬¬) me miró intensamente con cierta chispa de pasión q me encanta, no me resistí por mucho tiempo y la besé para acabar de encender lo que ya había comenzado a echar fuego, las manos eran inquietas, la bata de mi Haruka también desapareció por arte de magia ^.^ el syrup se comenzaba a fusionar con nuestros cuerpos, el roce de las pieles aumentaban más el éxtasis, hacer el amor contra la pared era diferente pero muy pero muy divertido, no muy cómodo pero nuevo y emocionante, entre besos y giros por toda la cocina tumbando cuanta cosa había por nuestro camino, llegamos a la isla de la cocina, tiramos todo y Haruka me descargó en el mesón, su lengua hacía un excelente trabajo y yo ya empezaba a hacércelo saber, siguió bajando hasta llegar a mi intimidad, sus manos apretaron gentilmente mis pechos mientras seguía lamiendo y succionando vigorosamente mi intimidad enloqueciéndome totalmente de placer, yo solo podía aferrarme al cuello y al rubio cabello de mi chica…

-Haruka… ahhh… Amor!

-Dime?...

-Te necesito… La miré con desesperación, Haruka entendió a la perfección mi mirada, en seguida me tomó en brazos y fuimos a la sala, la alfombra estratégicamente bien ubicada cerca de la chimenea sirvió de manera excelente como lecho carnal, mi diosa nuevamente me provocó con su candente boca y sus suaves manos se deslizaban por mis piernas, me provocó un poco más con un pequeño jugueteo de sus dedos dentro mío, cosa que me hizo reaccionar con más energía, su dulces labios me besaron momentáneamente y la miré.

(Haruka)

-Haruka te deseo conmigo… Michiru me miraba con sus bellos ojos profundos, desafiantes y tentadores como el mar, entonces comprendí que ella no quería mas previos porque se estaba enloqueciendo… Así que accedí a sus deseos y en un magistral movimiento la giré para que quedara encima mio.

-Soy toda tuya… La miré también desafiante y 100% sincera. Michiru comenzó a moverse encima de mío, nuestras intimidades empezaban a rozarse, la adrenalina ya fluía por los cuerpos y la humedad de nuestros sexos aumentaba; el ritmo y los gemidos también se hacían ya presentes, así que tomé a mi ninfa de las caderas y la atraje más hacia mí.

-Ahhhmmmm… Michiruuu… Me encantass… Dije algo entrecortado.

-Ha… Haruk… Harukaa… Te quiero más hacia mi… ahhh… Te amooo… Te necesitoo… No aguantoo más…!

-Yo también… Mis manos apretaban con más fuerza sus caderas…. Me... me…

-Ya casiii… Aahhhh… Harukaa… Michuru jadeaba entrecortadamente sin perder el ritmo, el orgasmo no tardó en llegar, las dos gemimos a más no dar.

-Haruka!

-Michiru! …

-Aaaahhhhhhh! Gritamos al mismo tiempo.

La humedad fluía con más intensidad de nuestras intimidades, el calor era demasiado, el sudor bajaba por su abdomen y espalda, Michiru me miró y cayó rendida en mi pecho, la abracé y cerré los ojos, cayendo también en los brazos de morfeo; el sonido de las olas emanaba una delicada melodía y la brisa marina nos brindaba un ambiente perfecto. ¿Qué más podía pedir? Oh sí! Que nuestros padres comprendieran lo sucedido, pero por el momento solo era tiempo de disfrutar, disfrutar de la mejor experiencia de nuestras vidas; del amor y del sexo sincero, del estar con la persona que soñaste toda la vida, de la simpleza de estar juntas… Solamente había que vivir ese ahora… esperemos que ese ahora dure mucho más.

-Michiru… Te amo… Le susurré, y en un reflejo protector la atraje más hacia mi pecho, besé su frente y volví a dormir…Solo espero q esta dicha sea un poco más que eterna…