Era domingo, el fastidioso sol según Haruka despuntaba ya por el horizonte, el susurro del viento era una dulce melodía para nuestros oídos, haruka y yo dormíamos abrazadas y levemente arropadas con una sábana, la suave brisa que se colaba por las ventanas hacia danzar juguetonamente las cortinas trayendo hacia nosotras ese aroma tan indescriptible y relajante que solo las mañanas suelen tener, me desperté como es de costumbre muy temprano para la hora que nos dormimos, pero ese momento del amanecer era mágico, y más aún porque amanecía un día más junto al amor de mi vida, voltee a mirar hacia el buró y vi la fotografía de ambas cuando fuimos a la casa de Pierre...

Luego de tan hermoso espectáculo en el horizonte, decidí volver a los brazos de mi amante, su pecho era tan cálido q simplemente caí rendida en él, luego de un rato el roce de unos dulces labios me despertaban tal y como en los cuentos de hadas, abrí pesadamente los ojos y frente a mí, estaban un par verdes esmeraldas mirándome a la expectativa, cuando enfoqué bien la mirada ahí estaba Haruka con una cara muy divertida, no entendía el porque de esa mirada, pero para cuando me dí cuenta la muy... tramposa me tenía atada a la cama y con una lata crema batida agitándola de forma muyyyyyy sugerente, creo que tomo muy a pecho lo de desayunar en la cama.

-Haruka...
-Hola preciosa… creí q nunca ibas a despertar...

-Haruka... ¿qué estas haciendo?

-Nada... solo preparando el desayuno... se q te va a encantar...

-Haruka Tenou! Sueltame en este momento! No es justo!

-Oh... siiiii... y quedará simplemente delicioso.

-No, haruka... Haruka! No es justo, yo estaba pensando en ello...

-Mmmmm creo q compartimos telepatía... lo pensé justamente esta mañana cuando veías el amanecer...

-Pero como!

-Shhh... solo dejame desayunar... y callandome con un beso, el desayuno comenzó...

Debo confesar que fue un desayuno muy interesante como los de siempre, pero todavía no me acotumbro a la sensación de la crema batida en mi cuerpo no era desagradable, pero tampoco me agradaba como para enloquecerme, lo único que me encantaba de estos cremosos desayunos era aquella boca que tan laboriosamente realizaba su trabajo y ni que decir de su lengua, me encendían fuego vivo en la piel, no creí que el estar atada a la cama cubierta estrategicamente con crema batida iba a ser tan divertido, bueno quizás no lo era, pero si tu comensal es Haruka cualquier cosa que ella te haga es simplemente como estar en la gloria. Luego de un muy orgásmico desayuno, como también el baño en el jacuzzi, salimos a dar un paseo por la plazoleta que estaba a pocos minutos del departamento, definitivamente esta experiencia era muy nueva en nosotras y queríamos aprovecharla al máximo y cuanto pudiésemos, luego de tontear por ahí, y descansar el en parque fuimos a almorzar a un restaurante en donde la comida era celestial, cada momento compartido con mi amada Haruka era único, las miradas cómplices, los gestos delicados y esa vibra encantadora a nuestro alrededor fortalecía cada vez más nuestra relación, luego haruka me llevó a un mirador que queda a las afueras de la ciudad, ella sabe que en días de gran carga de estrés necesitamos tener paz, así que al llegar allí simplemente nos quedamos en el auto, recosté mi cabeza en su hombro y nos quedamos en silencio tomadas de la mano viendo el atardecer, luego de aquel relajante paseo por la ciudad y sus alrededores, Haruka me preparó la cena; su especialidad gourmet, sus tan famosos sándwiches, claro que casi todos eran vegetarianos, pero como yo no soy vegetariana estricta así que algunos llevaban carnes que estaban muy bien aderezadas, y como siempre su bebida favorita, malteada de chocolate... ¡Vaya mi Haruka no ha cambiado mucho en ese aspecto! y realmente me alegra, su alma de niña malcriada aún no ha dejado su ser, y eso es lo que me atrae aún más a ella... Ay Dios… como amo a esa chica...

Todas las noches después de la cena Elsa y Mina nos visitaban o viceversa, tomabamos el té, una copa de vino o jugábamos algo divertido, a pesar de que son unas vecinas algo locas eran muy buena compañía, además recibimos la gratísima noticia de que Pierre y Hotaru se mudaría al mismo edificio que nosotras ya que éste le propuso matrimonio a mi amiga, más felices no podíamos estar, pasaron los días y nuestros nuevos vecinos se mudaron, si antes era una locura ahora sí era un manicomio total, paseábamos, íbamos a los conciertos que Hotaru o yo tocábamos, las galerías de arte eran muy visitadas por Haru, Pierre, Hotaru y yo, Elsa y Mina no gustaban mucho del buen arte, preferían pasarlo en cama haciendo de lo suyo, rara noche salíamos a bailar a una disco super exclusiva en la que Pierre tenía membresía VIP y en fin esto parecía una vida perfecta… pero… ¿Qué tan perfecta seguiría siendo?, nuestros padres aún no sabían nada y si bien no estanban en contra de relaciones gay tampoco estaban a favor, así que ese sí sería un problema que por más que quisiéramos evadir esta situación tarde o temprano tendríamos que enfrentarlo…. OMG! Kamisama amábamos a nuestros padres, no queríamos dañar nuestra relación, pero tampoco renunciar a lo nuestro por problemas de comunicación y honestidad hacia ellos…. ¿Qué podíamos hacer?

-Haruka… le dije suavemente mientras estábamos recostadas en el sillón de la sala.

-Dime cielo.

-Haruka, he estado pensando en esto desde hace un tiempo…

-¿Qué cosa amor?

-Pues que ya es hora de contarle a papá y a mamá de lo nuestro… Respiré hondo y ceré los ojos, el corazón de haruka se detuvo por unos segundos…

-Ehhh… ¿decirles? ¿Ahora?

-No amor nooo! Ahora no, pero creo que es muy conveniente decírselos a tiempo antes de que la versión cambie su curso camino a sus oídos.

-Pues… la verdad, tengo miedo Michiru….pero debemos hacerlo…

-Si, debemos hacerlo….

-Debemos preparar un viaje a japón pronto para verlos…

-OMG! También tengo mucho miedo amor… no se que nos pueda suceder!

-Yo tampoco pero es mejor ser sinceras y decirlo ahora, asi no lo sepan comprender… a que lo sepan de la peor manera y nunca nos quieran perdonar.

-Debemos prepararnos para ello. Y Diciendo esto, me recosté en su pecho y la abracé fuertemente, sentí como un gran temor me invadía y la calma que tuve durante tan corto tiempo se desvanecía…

¿Amor mio, que nos deparará el destino? Solo no quiero que te separes de mí… Juntas hasta la muerte… porque sin tí no hay vida en esta vida… Te amo.