Amanecía, mi cuerpo se sentía realmente cansado, Michiru aún dormía lo poco que nos dío la madrugada pensando en cómo se lo íbamos a decir a mamá y a Jun, mi cabeza estaba por estallar, estaba inquieta y creo que la temperatura descendia cada vez que pensaba en cómo le iba a decir a mamá la noticia.
-¿No dormiste?
-No, la verdad tuve dificultades para hacerlo.
-Yo algo, pero no me deja de dar vueltas en la cabeza lo que debemos hacer.
-Lo se… esto es más que una prueba de valentía.
-Es una prueba de confianza… La cual…
-Hemos abusado de ella… -Bajo la cabeza preocupada.
-Tranquila, ya saldremos de esta, aunque papá se lo ha tomado de lo más calmado.
-Hmpp…. Lo sé, él nos tendrá que dar una mano en el momento dado.
Cierro los ojos y mamá toca a la puerta llamándonos para desayunar, me lavo el rostro y bajo junto a Michiru al comedor, la verdad estábamos igual de tensas que la noche anterior, mi estómago no ayudaba y mi rostro era el reflejo de que un apocalipsis zombie se avecinaba y yo era su líder.
-Haruka preciosa ¿estás bien?
-Si mamá estoy bien.
-¡Pero te ves de terror hija mía!
-Solo no pude dormir bien, eso es todo.
-¿Te duele algo?
-Un poco la cabeza nada más no te preocupes, debe ser por el cambio de horarios, el viaje y esas cosas.
-Oh, ya veo. Sonrió un poco y sirvió el jugo.
-Gracias, mmm... delicioso como siempre. Bebo unos sorbos mientras siento que mi cabeza está por partirse en mil pedazos.
-Haruka (susurra) tranquilízate. Volteo a mirar de inmediato con los ojos muy grandes a mi hermano.
-¿Nani? Pregunto de nuevo.
-Ya lo se todo.
Susurra de nuevo, haciéndome atragantarme con el jugo, Michiru alcanzó a oir el susurro de Jun que estaba muy cerca a nosotros, al dirigir mi mirada hacia mi bella dama, solo pude ver esa expresión de ¡OMG! ¿Como lo sabe?, estaba asombrada, anonadada, yo simplemente no tenía palabras para describir como me sentía, trataba de encontrar palabras para poner en mi boca, pero estas no salían por siquiera en plan de misericordia, mi cerebro se había desconectado de mi cuerpo y creo q iba a morir de un ataque al corazón.
-No te preocupes, ya lo se todo y estoy de acuerdo.
-Pe...Pe… ¿pero como? Logro decir en voz alta.
-¿Sucede algo Haruka hija?
-No, no es nada, es que recordé que deje algo encendido en mi habitación.
-¡Oh si, mi plancha para el cabello! Michiru tomó la palabra y salió corriendo rápidamente para la habitación, mientras yo le seguía los pasos, Jun acabó de desayunarse todo lo de él y lo mío y se dirigió tranquilamente hacia mi habitación también.
-¿Cómo carajos lo sabe? Dije en voz alta y un poco alterada.
-¡Shhhhh! ¡Cállate que nos van a escuchar Haruka!
-Pero es que me ha dejado asombrada… eso es todo.
-Es fácil y sencillo. Su tranquila voz se escuchó en la entrada a la habitación.
-¡Jun! Dijimos al unisono.
-¿Cómo lo sabías? Pregunté nerviosa.
No se preocupen, yo no le diré nada a mamá, pero eso fue algo que descubrí hace mucho tiempo, mucho antes de que se fueran al extranjero a estudiar.
Michiru y yo nos miramos anonadadas, era más que increíble que mi hermano dijiese eso, nunca hicimos nada extraño, no dijimos nada extraño y simplemente no podía descifrar como lo descubrió.
-Todo sucedió desde el momento en que Haruka te conoció, ese dia el mono cambió su forma de ser, pasó a preocuparse más por los demás que por sí misma, cada vez que hablaba de ti o te veía se le iluminaban sus enormes ojos esmeraldas y un leve sonrojo aparecía en su rostro, muchas intranquilidades a cerca de quién era ella dejaron de ser importantes y por fin, pude ver paz en los ojos y en el alma de mi hermana, lo mismo sucedió contigo preciosa Michiru, tus angustias y soledad desaparecieron, te sonrojabas e inquietabas al ver al mono y creo que cada vez que las veía juntas me parecía que hacían una excelente pareja, creí que estaba loco, pero se veía desde un inicio que eran la una para la otra.
Al terminar de decir estas palabras mi madre que venía detrás de Jun quedó estupefacta, petrificada y con la mirada en quién sabe donde, cuando me fije que ella estaba allí al pie de la escalera, mi rostro no fue otro sino el de terror, casi sentía desmayarme, bajé la mirada al suelo y caí de rodillas al piso.
-Lo…lo… siento… madre…. Dije esto en un susurro casi ahogado.
-Ma….ma….mamá… Jun se sobresaltó.
-Lo siento mucho mamá Mai, nunca quisimos ocultarle nada, pero es que una cosa llevo a la otra y cuando quisimos hacerlo ya estábamos lejos y…
-Porqué no me lo contaron antes…... creí que confiaban en mi, ¿a caso no confían en mi? Sus ojos se llenaron de lágrimas.
-Pero mamá… es que es algo difícil de explicar… Mis nervios estaban por volverme loca.
-Yo sabía que tú ibas a ser diferente de las demás chicas, que ibas a ser espcial, te dí la confianza para que en el momento que te sintieras diferente del resto de chicas respecto al amor me lo contaras, no que me lo ocultaras y por tanto tiempo.
-Mamá, mamita…... Me acerco a ella y la tomo de las manos en forma de súplica, -No es porque no quisiera contártelo, es solo que cada vez que quería hacerlo había algo relacionado con el tema que hacia q opinaran ustedes al respecto que mejor me quedaba callada, creo q estaba insegura de lo que pudiese pasar con mi futuro, ustedes ya tienen uno creado, yo hasta ahora lo estaba forjando, son tantas cosas en la mente de un adolescente que si te pones a pesar es frustrante, pero he podido superarlo, llegamos a Japón solo para eso, para decírtelo, pero creo que ya todo habló por si solo. Bajé la cabeza avergonzada y arrepentida por haberle mentido a mis padres.
En ese momento sentí que merecía la pena de muerte, que no valía nada, que el haber violado la confianza de mis padres era la máxima ofensa de todas, mis lágrimas corrían sin control por todo mi rostro, los brazon me temblaban y sentía como si todo a mi alrededor se oscureciera.
-Lo sentimos mucho Madre, si no desea que estemos un momento más en casa, no s iremos, esta en todo el derecho a pedir que lo hagamos.
-¡Pero que demonios están diciendo ustedes dos! Yo ya lo sabía desde un buen tiempo… Michiru y yo nos miramos con casa de ¡No me Jodas! –Bueno en realidad no lo sabía, solo lo sospechaba, tu amor por Michiru era mas que fraterno, siempre te esforzabas y dedicabas un poco más en lo que hacías para ella o por ella, y Michiru siempre estaba al pendiente de ti, supe que quizás ustedes dos por más loco que suene, serían la una para la otra, soy madre si, y un padre siempre quiere para su hija que se case con un príncipe azul, pero en tu caso pobre el desgraciado que se acerque a ti.
-Es….tas… ¿Estas bien mamá? Mi voz de incredulidad se hacia dueña de mi cuerpo.
-Mamá Mai ¿podría usted decirme q sucede?
-Está bien chicas, es solo que el oir a Jun decir esto me agarro por sorpresa, pero la verdad, me encanta de todo corazón que estén juntas, además para nadie era un secreto que ustedes dormían en una sola habitación hace unos años, el closet es buen pasadiso para que nadie se entere ¿verdad?, con tu padre ya sabíamos más o menos como iba aterminar esto pero no estábamos muy convencidos a decir verdad, nosotros las amamos tal cual son y nadie cambiará eso, es solo que me siento algo molesta porque han abusado de nuestra confianza, pero nunca duden por ningún momento en que les daremos la espalda, ¡eso nunca!
-¡Ma… má….! Mis rostro se relajó un fue entonces de alivio y de paz conmigo misma y con el resto de la humanidad, mi madre nos había aceptado tal y como éramos y eso era más de lo que estábamos esperando.
-Gracias madre. Michiru inclino su cabeza y siguió inmóvil en su puesto, mi madre que es muy relaja solo la haló hacia ella la abrazó yo creo que por una eternidad.
-¡Bueno, es hora de ir por un helado! ¿Quién lo quiere?
Se sintió un respiro de tranquilidad y todos reímos a la vez, creo que Michiru y yo nos habíamos liberado de un gran peso, ahora nos sentíamos más libres, mas realizadas, nada podría estar saliendo mejor, el momento era perfecto y tenía a la mujer que amo a mi lado, ¿qué más podría mejorar mi dia desastrosamente perfecto?, oh si mi rico y delicioso helado de chocolate belga, Oh god, es como probar un pedacito de cielo… Ahora que estamos felizmente realizadas y nuestra familia lo sabe oficialmente todo ¿Crees que seamos felices para siempre mi bella ninfa?
