Todo ha transcurrido con tranquilidad desde que Michiru y yo nos comprometimos, nuestros padres están felices por la noticia y los preparativos para la boda no se hacen esperar, ¡Wow! Todo es tan perfecto, no me imagino mejor descenlace para nuestra historia; ya tenemos elegido el salón, el pastel y hasta nuestro destino de luna de miel. Michiru está indecisa por su vestido, pero realmente eso es lo que menos importa, todo en ella queda perfecto, ¡pero bueno! Cuando una chica se obsesiona por su boda, hay que tenerle miedo… mucho miedo.

-Haruka amor ¿Cuándo iremos a ver mi traje de novia? –Me pregunta preocupada.

-¿Huh? ¿Otra vez? Pero si ayer salimos y no elegiste nada porque estabas indecisa.

-Lo sé, lo sé, por eso quiero ir hoy de nuevo.

-¡Pero amor! Protesté. –Ni Armani, ni Channel te fueron suficientes…

-Lo sé, pero también se que hoy sí lo encontraré, ¡Hoy será Vera Wang! Yo solo pude hacer una mueca de derrota.

-Ok, pero primero, ¿Qué tal si la futura Sra. Tenou y yo vamos a almorzar?

-Mmmm… me parece perfecto. Me guiña un ojo con picardía y termina de doblar la ropa para guardarla en el armario.

-Quiero llenarme de energías porque hoy va a ser más tortuoso que ayer…

-¡Haruka!

-¡Pero amor! ¿Por qué no vas con Mina y Hotaru? ¡Esas son cosas de chicas!

-¡Haruka Tenou! Tú eres una chica.

-Lo sé, lo sé pero seré la otra novia, ¡y es de mala suerte ver a la novia en su traje antes de la boda!

-Eso sólo son supersticiones, ¿Eres supersticiosa Haruka? Se burla de mí.

-No, no, pero… Me mira con la ceja levantada. –Ok vamos, pero llamalas a ellas también, tienen mejor sentido de la moda que yo en esos asuntos, para mí todos se ven bien en ti amor.

-Haruka ¿Sabías que eres tan dulce?

-Lo sé nena, soy todo un bombón. Digo socarronamente.

-Sí, eres mi bombón y te comeré en este momento. Se lanza sobre mí para besarme, creo que el beso pasó a poca ropa, y de no tenerla a tener mucho, pero mucho sexo, ufff… Ahora sí me quiero ir a almorzar… jajajajaaj…

Después de mi delicioso postre en casa, el almuerzo en la plazoleta de la esquina y una celestial malteada de Chocolate Belga, nos reunimos con las chicas, pero ahora ellas habían convencido a Michiru de que era de muy mala suerte ver a la novia en su traje antes de la boda. Así que decidí dejarlas en la boutique de la sra. Wang e ir a mirar algo para mí, nada como un Versace u Oscar de la Renta, tomé el coche y me dirigí a mi destino. Al llegar al estacionamiento me encuentro con la grata sorpresa de ver a alguien familiar.

-¿Hola? Pregunto curiosamente.

-¿Huh? Me mira algo dsitrída.

-Tú eres Mimí ¿Verdad?

-Oh, señorita Tenou ¿Qué te trae por aquí? Pregunta abriendo la tienda de Armani.

-Pues vengo de compras, necesito algo especial.

-Por lo de su boda ¿Verdad? Mis ojos se abrieron de par en par.

¿Cómo lo sabes? Le pregunto intrigada.

-Por… por… esto…

-¡Ah, el preriodico! ¿Verdad? Digo eufórica.

-Sí… si, el periódico ha anunciado hace unos días la feliz noticia.

-Ufff… éstos medios nunca se callan nada.

-Jeje… Bueno, pero ya no hay nada que hacer. ¿Va a entrar? Me pregunta amablemente.

-¡Oh sí! Que tonta soy. Sonrío infantilmente y le extiendo la mano para entrar con ella.

-Gracias. Sonríe amable mientras entramos.

Por suerte era la única persona en ese momento, ya que los demás clientes aún trabajaban y yo podía compara tranquilamente en la tienda.

-Sientese aquí Srta. Tenou mientras voy a buscar algo realmente especial, exclusivo, pulcro y de su estilo.

-Gracias. Le sonrío de nuevo y me siento en la salita del vestíbulo a su espera. Pfff… va a ser fácil encontrar el mío, mientras me sumergía en mil sueños hermosos de lo que podría ser mi boda y cómo se verá mi bella ninfa, el tiempo de espera voló y ni cuenta me dí a qué horas la srta. Dominé había organizado todo para que yo me probara los trajes.

, ya puede pasar. ¡ ! ¿Está todo bien?

-¡Oh, disculpa! Estaba soñando despierta, mil disculpas de nuevo. Me levanté lentamente y me dirigí al probador, mientras la srta Dominé me esperaba aguera para darme su opinión o para atender cualquier petición que tuviera.

Todos los trajes eran hermosos, con costuras limpias y perfectas, además eran color blanco, se me estaba haciendo muy difícil la elección, creo que ya se porqué Michiru casi enloquece con cada traje que se mide, Por suerte la srta. Dominé esta para ayudarme.

-¿Qué tal éste? Le pregunto.

-Per… per… perfecto. Responde estupefacta. –Ése es el indicado; si usted fuera a casarse conmigo, no lo dudaría dos veces. Me dice entusiasmada.

-¿Huh? Pregunté asombrada. Al caer en cuenta de lo dicho, ella dá un salto y grita.

-¡Oh Dios! Soy una imprudente, ¡Pero es la verdad! Ése es el indicado y su prometida estará muy feliz de verla en el altar con ese traje.

-Jajajajaja. Tranquila srta. Dominé, me halaga de su parte por el cumplido, Cárgalo a mi cuenta y que me lo envíen a casa, por favor.

-¡Claro, claro! La chica corrió rápidamente y me entregó el recibo de compra. -¡Muchas gracias por su compra ! y muchas felicidades. Sonrió tiernamente haciendo que algo muy cálido dentro de mí se sintiera.

-A ti preciosa dama, ya es hora de irme. ¡Hasta pronto!

Y despidiéndome en la puerta de la boutique, me subi al auto para recoger a las chicas que ya me habían texteado para que fuera a buscarlas, salí rápidamente hacia mi nuevo destino, y al llegar allá, tuve que entrar hasta donde ellas estaban, una de las chicas que trabajaban allí me guió hasta el lugar donde todas estaban reunidas, tal fue mi sorpresa al ver a Michiru en el traje que llevaba puesto que quedé sin aliento; ella estaba en el traje más maravilloso, especial y único en el mundo, ella me miraba con los ojos llorosos e indicándome que ese era el elegido. Yo asentí con la cabeza y todas estallaron en gritos de alegría y llanto.

Esa visión de ella es algo que quizás nunca me pueda sacar de la cabeza, Michiru es perfecta, y ahora verla en ese traje de Blanco Perfecto, es algo que me ha robado aliento, la cordura y el corazón; definitivamente ella es la indicada para ser mi eterna compañera. ¿Por qué eres tan maravillosa mi bella ninfa?