La luz comenzaba a fastidiarme los ojos y la brisa matutina se colaba por la ventana haciendo que las cortinas danzaran suavemente, traté de levantarme de la cama para ir a la cocina por un vaso de agua, la verdad; ¡estaba muriéndome de sed! De repente un dolor de cabeza infernal me decvolvió a la cama; ¡Rayos! ¡No debí haber bebido tanto anoche!
-¡Hola barril sin fondo! Oí un susurro con una voz que no era la de Michiru detrás mio.
-¡Qué demonios!
-¿De qué hablas? ¡Estabas tan ebria que ni te acuerdas que estabas en tu propia despedida de soltera! Ok… Ok… Esperen…. Cargando datos… un momento más… Cargando…
-¡Ay ya recordé! Pero… ¿En dónde estamos?
-En una suite del hotel que reservé. Me respondió con una voz lánguida y moribunda al lado de la cama.
-¡Pierre! Te hacía en tu departamento con Hotaru.
-¡Ay no preciosa! ¿En verdad no te acuerdas de nada? Negué con la cabeza. –Las chicas también estaban en su propia despedida de soltera.
-Hmmm… ¡Y cómo iba yo a saberlo si me abordaron en el auto y me llevaron de bar en bar toda la noche! Solo recuerdo hasta el tercer bar al que entramos a la medianoche, ¡Ayy mi cabeza! En verdad tenía un dolor infernal que quería matarme.
-¡Ay tranquila! Mejor… Pierre trataba de ponerse en pie para buscar su ropa, ¿Porqué carajos anda en Boxers?
-¡Ay mi cabeza! Elsa se quejaba también. – ¡No creí que pudiéramos seguirte el ritmo con la bebida! Yo sólo me enconjí de hombros.
-¿Les parece si ordenamos el desayuno? Elsa y yo asentimos mientras Pierre buscaba aún sus pantalones.
-Pierre… Pierre… ¡Óyeme Pierre! Tus pantalones están por allá, señalé hacia la ventana.
-¡Madre mía! ¿Qué hacen mis pantalones en la ventana? Exclamó amaneradamente.
-¡A mí no me mires! Respondí tratando de incorporarme nuevamente en el borde de la cama.
-Yo si sé. Dijo Elsa mientras la mirábamos atentos. –Pierre estaba tan ebrio que quería hacer su propio show Stripper para nosotras; pero cuando se sacó los pantalones cayó casi inconciente al suelo. Por suerte, Haruka ya estaba dormida desde que la subimos al elevador y yo estaba vomitando en el baño, oí el golpe y lo ví tirado balbuceando algo al pie de la cama.
-¡Ay por los dioses! ¿Eso fue lo que hice? Elsa asintió con dificultad, era obvio que todos estábamos muy, pero muy doloridos.
-Menos mal me perdí tu show nocturno, jajajajaja… Me eché a reír mientras tomaba el teléfono para ordenar el desayuno; ¡Oh por kamisama! Esta resaca iba a matarme, así que pedí algo con mucha sal, y eso podía ser solucionado con un super delicioso sandwiche con tocino y mucho queso. ¡Sí, lo sé! No acostumbro a comer tocino, pero la ocasión lo amerita, o en verdad no llegaré viva al altar esta noche.
-Bien, ¿Alguien quiere beber agua helada? Gritó Elsa desde el mini bar.
-Yo por favor, muero del dolor de cabeza. Decía Pierre quejumbrosamente.
-¡Uno doble por favor! Miré a Elsa y todos nos echamos a reír. –Iré al baño, no tardo, prepara bien mi agua doble en las rocas. Reía tontamente pero con dificultad, sentía la cabeza gigante y a punto de estallar.
-No demores, el desayuno está por llegar y el agua está casi lista. Elsa rió un poco y se agarró la cabeza, parece ser que acabamos con el licor de todos los bares de esa zona.
-¡Ok, ok, ya voy! Hice una seña y cerré la puerta, me lavé el rostro y mojé un poco mi cabello, cuando de repente el dolor de cabeza se hizo casi insoportable al punto de no poder ver nada, todo estaba negro y podía sentir como algo tibio bajaba por mi nariz; pasé mis dedos para tratar de ver lo que era y cuando por fin mi ceguera momentánea desapareció mi sorpresa y susto fue tan grande que eché hacia atrás buscando nerviosamente algo con qué limpiarme, la sangre bajaba a gran escala, la cabeza me dolía mucho más y sentía que me iba a desvanecer. Eché la cabeza un poco hacia atrás y con una toalla hice presión en la nariz, estuve unos minutos de esa manera y tanto el dolor intenso en las sienes como el sangrado desaparecieron, tiré la toalla a la cesta de la basura y lavé bien mi rostro y todo lo que tenía sangre.
-¡Haruka! ¿Estás bien? Preguntó Elsa desde la puerta.
-Sí, estoy bien, ya salgo. Respondí calmadamente. –Sólo me quedé dormida frente al espejo, ¡eso es todo!
-¡Ay Haruka! Eso te pasa por beber tanto. ¡Apúrate que acaban de traer el desayuno!
-¡Ok, ok, ya voy! La verdad el hambre se me había desaparecido por un momento y aún seguía un tanto asustada, no me podía explicar ¿Cómo pudo haberme ocurrido esto? Creo que es por todo lo que bebí y lo poco que he dormido, además la presión de la boda; no le preste más atención al asunto y salí a desayunar.
-¡Ay niña, por los dioses! Luces terriblemente pálida. Exclamó Pierre.
-Pierre, si no te has dado cuenta, tengo resaca, además siempre he sido pálida, deberías mirarte tú también en el espejo, ¡Estás fatal! Reí un poco y me senté a la mesa.
-¿Estás bien? Preguntó Elsa algo inquieta.
-Sí, todo esta bien no te preocupes, ya sabes, ésta es la resaca más grande de todas, auspiciada por ustedes dos. Los miré acusadora y comencé a desayunar tranquilamente, no quería comer tan rápido o relamente tendría problemas, pero mi estómago traicionero no dejó ni un solo bocado, creo que el susto se me había pasado del todo cuando ví la comida, jajajaja… ¿Qué puedo hacer?
Después de desayunar, decidí tomar un relajante baño de burbujas y decidí llamar a mi bella ninfa, la verdad; yo no sabía nada de ella desde ayer y ya la echaba de menos.
-Hola preciosa, ¿Te divertiste anoche
-Haruka mi amor, no sabes cuánto lo hice. Respondió con su usual picardía.
-Hmmm… Espero no te hayas divertido de más con algún chico guapo, de esos que hacen bailes exóticos en un tubo de pole dance.
-Jajajajaja ¿Celosa? Preguntó traviesamente.
-Un poco, tú sabes, los franceses tienen lo suyo y tú los vuelves locos.
-Jajajajaja ¡Haruka! Qué creativa eres, pero no fue así, las chicas y yi no tuvimos esa clase de despedida tan salvaje.
-¿Ah no? Pregunté curiosa.
-No Haruka, Hotaru, Mina y otras chicas de la academia de artes y la galería fuimos a un Spa que ellas habían reservado sólo para nosotras.
-Mmm… Eso suena delicioso.
-Oh sí, lo necesitaba mucho, ahora me siento mucho mejor después de esa noche.
-Ya era hora preciosa. Le dije en tono burlón.
-¡Qué malvada eres! Replicó infantilmente a través del móvil.
-¡Lo siento, lo siento! Pero debía decírtelo. Casi me matas durante los preparativos de la boda.
-Lo siento amor, fui una pesada. Se disculpó.
-¡Nada de eso! Es nuestra boda y todo debe hacerse perfecto. Reí un poco.
-¿Y dime, a dónde te llevaron ese par? Preguntó.
-Bien, acabamos con el licor de toda la zona de bares cercana al hotel, ah y tuve un sensual Show de stripper sólo para mí. Reí tontamente sabiendo la reacción de mi bella dama al otro lado del móvil.
-¡Haruka Tenou! Escuché el reclamo fuertemente.
-¿Celosa? Le devolví la pregunta.
-¡Sí, y mucho! ¿Cómo fuiste capaz? Seguía un tanto histérica.
-¡No, pero si no fue mi culpa! Dile eso a Pierre que casi tira toda su ropa por la ventana.
-¡¿Pierre?!
-¡Sí, Pierre! Una risilla contenida se escuchó al otro lado.
-Elsa me contó que Pierre estaba haciéndome su show privado antes de caer inconciente al piso.
-¡Oh por dios! La risa era más intensa.
-¡Oh sí! Por suerte yo estaba en coma etílico desde que venía en el elevador.
-Jajajajajaja jajajjjajajaja Haruka, jajajajajaj… ¡De lo que te perdiste! La risa de Michiru era incontenible.
-¿Ves? Mi noche si fue salvaje. Le susurré coquetamente.
-¡Bastante mi amor, bastante! Tomó un respiro hondo para calmar su ataque de risa y suspiró.
-¿Qué sucede mi preciosa ninfa? Pregunté preocupada.
-¡Nada, nada!... es sólo que te extraño mucho. Respondió un poco melancólica.
-¡Anda preciosa que sólo es por lo que resta del día de hoy! Ya ves que esta noche es nuestra boda. Sonreí tiernamente.
-¡Lo sé, pero te extraño! Suspiró y cambió el tema, creo que no quería echarse a llorar, sus nervios andan frágiles por todo esto de la boda. – En una hora envío tu traje para la ceremonia junto a los de Elsa y Pierre.
-Perfecto mi amor. ¿Sabes una cosa?
-Dime.
-¡Te amo!
-¡Yo también te amo Haruka y no sabes cuánto!
Le envié un beso y salí de la tina, ya necesitaba relajarme con todo esto de mis aventuras etílicas, la resaca estaba desapareciendo y mi cabeza también se sentía mucho mejor, aún no lo podía creer ¡Hoy es mi boda!
Michiru mi amor, ya sólo faltan unas cuantas horas para que tú y yo estemos unidas para siempre. ¡TE AMO MI BELLA NINFA!
