Los días pasaban 1, 2, y 3 y así sucesivamente, mis estados de ánimo me volvían loca; si no estaba llorando como una desdichada, estaba a punto de convertirme en una asesina serial, mis pechos dolían y estaban más grandes de lo común y en general todo era más exagerado, que martirio, por suerto solo faltaban unas cuantas horas para la ecografía y si teníamos buenos candidatos (mas vale que sí o enloqueceré de verdad) pasaríamos a la extracción de los óvulos.

-Haruka… ¿Dónde estas amor? …Silencio… -¡Haruka contesta! *ruidos en la cocina* -Hmmm… ¡ya sé dónde estás! – ¡Haruka Tenou! ¡Ya se que estas haciendo! Dijo cerrándome la nevera de un solo golpe.

-¿Hmmm? Le miré perpleja y atrapada.

-¡Deja de hacer eso amor, te va a engordar! Me regaña.

-¡Déjame, esta delicioso y sólo esto me mantiene con las hormonas calmadas y a raya! Me di media vuelta en el suelo y seguí cuchareando.

-¡No señora, no más! ¡Dieta proteínica y con nutrientes no te lo puedes pasar comiendo chocolate! ¡El helado no cuenta! Le miré inocente y con la cara embarrada de helado. –Haruka… me miró tiernamente mientras forcejeábamos por mi tarro de helado, luego limpió mi cara. -¡Vamos ya es hora de que te alistes, hay que estar un poco más temprano por si ya es hora de sacar esos pequeños demonios que te están volviendo loca. Sonrió.

-¿Y mi helado? Me miró asesinamente. –Ok, ok… después de la consulta ¿verdad?ucho mejor, me miró de nuevo sonriente,

-Iré a ducharme… Deberías acompañarme.

-Haruka… Quizás… No lo sé… Te alcanzo luego si me decido bañar de nuevo… Me hizo un guiño y Salió de la cocina.

-Hmmp… Espero ya estén listos no creo que pueda soportar un día más… Me sumergí en la tina que ya Michiru tenía lista para mí y me relajé un poco escuchando música y escuchando música… cierro los ojos y….

-Haruka… ¡Haruka!

-¿Qué sucede? Pregunto desorientada.

-Amor ya es hora de irno, vas casi una hora en la tina.

-¡Ay no! ¿En serio?... ya voy… Tomo la toalla y salgo a correr como una loca, tomo mi ropa y me visto lo más rápido que puedo. – ¡Listo, aquí estoy! Digo agitadamente mientras Michiru suelta una carcajada. ¿Qué sucede ahora?

-¡Ay Haruka tontita! Te la has puesto al revés, mira tu camisa y además mal abotonada… Jaajajajajaj.

-¡Demonios! Me quité la camisa y me la puse bien ésta vez. –Ok… ok… vámonos ya.

-¡Vamos! Me sonrió mientras salíamos del edificioy nos dirigíamos a la clínica de fertilidad; hoy iba a ser un día realmente importante y además algo incómodo, pobre de mi intimidad T_T pero bueno, sacrificio real es dejándolo todo en la arena por aquello que amas.

-Dime cielo, ¿llamamos a Elsa o a Pierre para que te recojan el auto? Me preguntó.

-Hmm… Creo que tú puedes hacerlo, ya buen que te enseñé a cómo hacerlo y además ya sacaste tu licencia. Le miro confiada.

-Mejor llamo a Pierre, no puedo hacerlo contigo aún bajo el efecto de la anestesia. Me respondió nerviosa.

-Michiru, amor estamos a sólo 20 minutos de casa.

-No Haruka, me da miedo. Me miró aterrorizada.

-Amor, ok, llamas a Pierre y todoperfecto. Le besé la frente mientras esperaba el cambio del semáforo.

-Le escribiré para que llegue a la clínica en un rato. Sacó el móvil y texteó a su emplumado amigo.

-¡Listo, ya estamos aquí! Tomé la mano de mi ninfa. -¡Hay unos pequeños críos que sacar de mí! Sonreí y entramos a la clínica.

-Esto es increíble Haruka, hoy estamos a un paso más cerca de formar una familia. Sus ojos brillaban de una forma encantadora.

-Lo sé amor, lo sé. Besé su mano y trataba de tranquilizarme a mí misma mientras me embriagaba de su delicado aroma.

-Sra. Haruka Tenou. Una enfermera llamó desde el consultorio; mi cuerpo sintió escalofrío de pies a cabeza.

-Es hora de su ecografía. Trague en seco, espero que si estén listos mis óvulos. –Tome, póngase esto y pase a la camilla. La enfermera me pasó una bata azul y proseguí a quitarme todo y ponerme esa cosa fea azul y esperar en la camilla. Luego de unos minutos una bella doctora vino a hacerme la ecografía, colocó gel frio en mi zona baja y comenzó la exploración.

-¿Y bien? La miré expectante.

-Bien, parece que tenemos un bello cultivo de óvulos. Sonrió, mientras me brindaba una toalla de papel para limpiar el gel de mi abdomen. –Ahora puede pasar al consultorio de la Doctora Mimet.

-Gracias. Salí del consultorio y me paré al lado de Michiru.

-¿Entonces? Me miró mi bella ninfa.

-¡Vamos! Tomé a Michiru de la mano y entramos muy nerviosas al consultorio.

-Buenos días Sra. Haruka, Sra. Michiru, tomen asiento. La doctora Mimet nos esperaba.

-Buenos días. Dijimos en un susurro.

-Como sabe la Sra Haruka ya tenemos un cultivo completo de óvulos así que hoy someteremos a la Sra. Haruka bajo sedación u anestesia para el siguiente procedimiento, como ella esté más cómoda, yo supongo que anestecia. Me miró por un momento mientras yo no dudaba en darle una respuesta.

-¡Anestesia!

-Bien, no siendo nada más, procederemos al quirófano.

Dicho esto seguí a la enfermera a la sala de procedimientos, cambie mi ropa por una bara de cirugía nuevamente y me acosté en la camilla, allí me dieron un sedante para luego proceder con la anestesia; sí lo sé, soy una dramática pero créanme que sólo bajo sedación y ver y escuchar todo el procedimiento… nah…

MICHIRU

-Muy bien Sra. Michiru, lo próximo a realizar es la extracción de los óvulos con su liquido folicular desde el útero, luego pasaran a ser separados del líquido en laboratorio y procederemos a fecundar con la esperma del donante elegido. Pasados de dos a cuatro días estaremos llamándole para la implantación de los cigotos, ¿Alguna duda?

-No señora, o bueno sí una. ¿Haruka se despertará con dolor? La miré con preocupación.

-Solo unas molestias, tal como si fuera su ciclo menstrual, inflamación, pesadez nada grave. Solo que tome unos analgésicos y estará bien. Ahora si me disculpa. La doctora se da media vuelta y se va.

-Claro… siga… Me quedé sentada en la sala de espera, esa media hora se me hizo eterna, soñé por un momento y no ansiaba el momento en que llevase en mi vientre una pequeña parte de Haruka, nuestro bebé sería al fin sólo nuestro y nuestras vidas aún más perfectas.

-Sra. Michiru… Sra. Michiru… Me llamó por segunda vez la doctora Mimet.

-¡Oh, disculpe! Me sobresalté.

-No se preocupe. Sonrió. -¡Ya está!

-¿En serio? Mi felicidad era enorme. -¿Y mi esposa? Pregunté.

-Ya ha sido trasladada a recuperación; quizás en 20 o 30 minutos más pueda pasar por ella, para ese tiempo ya debería estar mas despierta y algo gruñona. Bromeó.

-Haruka… Créame doctora que lo estará. Reí un poco.

-Lo sé, cuando salió del quirófano ya estaba gruñiendo un poco; Su esposa debe de amarla demasiado para soportar algo que realmente le fastidia; por suerte obtuvimos bastantes óvulos para el procedimiento, así que… Hizo una pausa. –Si el primer intento falla, aún tendremos al menos dos intentos más.

-¿En serio? Es un alivio saber que Haruka no va a ser "torturada" de nuevo. Sonreí.

-Correcto. Ahora si me disculpa yo misma iré al laboratorio de fertilidad a realizar los procesos de fecundación faltantes, en dos o cuatro días les estaremos llamando.

-¡Por supuesto! Me despedí como una tonta mientras Pierre se paraba a un lado mío observando mi tonta cara.

-¿Y bien? Me preguntó.

-¡Ay Dios, Pierre! ¡Casi me matas de un susto! Me abracé a él.

-Hace un rato que te observo a lo lejos, parece que todo va a la maravilla, mi bella amiga.

-Sí, todo va perfecto Pierre. ¡Ya sólo falta menos de una semana para cumplir éste bello sueño! Mis ojos se llenaron de lágrimas.

-¡Uyyy que emocionante! Dio un gritito bastante afeminado. –Pero y dime… ¿Y Haruka?

-En media hora saldrá de la anestecia.

-Entonces… ¿Te parece si vamos a tomar algo?

-Me parece bien, desayuné poco o nada y muero de hambre.

-¡No se diga más! ¡A la cafetería de en frente! ¡Ay! ¡tienen unos pastelillos de maravilla! Me brindó su brazo y salimos.

Después de media hora, era tiempo de ir por una muy somnolienta rubia, la llevamos al auto y nos dirigimos al departamento.

-Uff… Ésta mujer si que pesa. Se sobaba la espalda mi emplumado amigo.

-Nunca en mi vida la había sentido tan pesada. Me tiré pesadamente al sofá.

-Bueno preciosa, es hora de partir; aún no termino de curar unas pinturas para el Louvre y no voy ni corto. Me abrazó y salió rápidamente.

-Hmm… Mi… Michiru… Ahhggg…mi cabeza y mi vientre. Escuché detrás de mí una somnolienta voz.

-¡Haruka! ¡Amor a la cama! Aún no te levantes o tendrás algo peor que una resaca. La devolví a la cama.

-¡Dame agua… chocolate… algo!… Me hacía pucheritos.

-¡Ok, ok! Un té helado, dos analgésicos y a la cama conmigo.

-Esta bien… Se tumbó a la cama y se durmió de nuevo. Ahora a esperar.

Luego de dos días y de que Haruka vovliera a su estado normal, mi ansiedad crecía, en cualquier momento llamarían de la clínica y tendríamos que ir de inmediato. Contaba cada segundo que pasaba como si fueran una eternidad, mi bella rubia trataba de mantenerme ocupada para no desesperarme, pero aunque me distraía por momentos mi mente siempre estaba pensando en la dichosa llamada; "tic, tac, tic, tac" la cabeza me iba a matar. Llegamos de uno de nuestros paseos de la tarde un poco agotadas, a Haruka aún le dolía la cabeza por el efecto de la anestesia, y yo sólo quería tirarme a la cama a pensar, ¡Oh Dios! Era realmente agotador. Estabamos abriendo la puerta del departamento cuando comenzó a sonar el teléfono, tiré todas mis cosas al piso y corrí de inmediato a contestar.

-¿Diga? Contesté nerrviosa.

-Sra. Tenou, para confirmarle que el día de mañana la doctora Mimet la espera en el consultorio a las 8:00 am.

-¿En?… ¿En?… ¿Enserio?

-Si señora, recuerde tomar sus medicamentos y descansar lo más que pueda esta noche.

-Por supuesto, gracias. Y dejando caer el teléfono dí un grito eufórico y besé a Haruka.

-Te lo dije preciosa, ya te llamarían.

-¡Lo sé Haruka, estoy tan felíz amor! ¡Ya sólo faltan pocas horas!

-Lo sé… Lo sé… Ahora vamos a ducharnos, prepararnos algo ligero y a la cama, ¿Te parece? Le sonreí a mi amada Haruka y le halé hacia el baño.

-¡Espera! ¿Y la ropa?

-¡No importa eso! ¡Hay que dormir temprano! Reía tontamente mientras suspiraba aliviada de que mi "larga" temporada a la expectativa se si iban a llamarnos o no terminara.

Haruka amor, ¿Estás preparada para formar una familia de 3?