Holi de nuevo!, entrando a una nueva historia; recién recleada desde escritos a manos antiguos.

Situada en el presente, como siempre.

Simplemente, que la disfruten; como yo disfruté escribiéndola.

Es una de las dos o 3 versiones de Belikova.


Era otro (amargado) día en la oficina de la Directora Kirova.

La gran excepción era la recepción a la (¿desaparecida?) Princesita Dragomir, y a su (¿fugada, rebelde, etc?) amiga dhampir.
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La misma que secuestrara sus gatitos y los liberara por toda la academia (y ahora habían gatitos por doquier, y eran ferales. Y en broma los llamaban los psimiau, porque venían al pensar en ellos).

"Directora Kirova, Rose Hathaway la mantuvo a salvo... de encontrarla. Está saludable, con las clases al día para dos adolescentes de su edad. Sí, noté que era salvaje, irrespetuosa, muy rebelde y algo vulgar cuándo se molesta; pero... ¿qué adolescente no lo es?".

"Y... estoy aquí, camarada Belikov. Así que no necesitas referirte a mí como a un fantasma".
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Dimitri Belikov la miró, frunciendo el ceño.

Le recordaba (¡y mucho!) a su hermana menor, Vika; que era excepcionalmente polvorita para (todas) sus cosas.

Y brillante, cuándo se lo proponía.
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"Y si simplemente le permite continuar sus clases, y con su entrenamiento; aún podrá conseguir una buena guardiana", optó por ignorarla, como hacía con Vika.

Obviamente, no siempre resultaba.

Pero si eran gemelas separadas al nacer, entonces lo que controlaba a la una lo haría con la otra.
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"Y será tu compañera guardiana"; le recordó Liza, piando, "tenemos un enlace; Rose y yo. Y si la ponen con otro cargo, estará concentrada -por-, siempre a mí, igual. Su mente y la mía están unidas por algo. Así que si la echa, deberá... dejarme ir también. Si, eso. Pero si la entrenan, yo me quedo. Y acepto al ruso como mi guardián, aunque no lo conozco y tampoco sé porque tengo un guardián a los 16 años; y no es una guardiana, al menos".

"Lo correcto será que el guardián Belikov entrene a su compañera", dijo la Directora, nada convencida, "porque deberán aprender a comunicarse sin palabras. Y si es verdad lo de ese enlace, deberemos estar atentos a eso. Y Rose deberá aprender a desligarse, si quieren sobrevivir y ver el mundo otra vez"; dijo con sarcasmo.

"Yo la entrenaré, según lo permita mi horario", confirmó Dimitri, rezongando. "Deberá adaptarse a mí", y lamentó decir eso en público, porque Rose lo miró de arriba a abajo, y su mirada se detuvo por momentos en el (interesante) paquete que ÉL tenía entre las piernas.

"Soy bastante flexible, camarada", respondió, con malicia, "lucha libre no es lo único que se practica allá afuera".

"Pero antes... deberán -y va para ambas-, nivelar sus clases académicas"; comenzó a exigir la Directora, "si aprobaron ambos cursos, no debería ser difícil, ¿o sí?".

"Veamos. Biología, física y química. Historia. Lenguaje. Matemáticas", fue enumerando Rose, "También educación física, pero Liza logró eximirse. Y yo ofrecí hacerlo por ella, y no sé porqué lo aceptaron, ¿sí?. Cívica. Economía. Idiomas... y no encontramos ruso o rumano, así que fue español... y que conste que quién lo enseñó era una chilena, y su... forma de hablarlo era cool... nada como animales, salvo en ecología. Nada con arte eslava, me temo, pero teníamos algo como Artes Visuales o plásticas. Nada de historia con los morois. Sólo cosas aburridas como la Primera o Segunda Guerra, o el ataque a Ucrania", y le dio una mirada de profundo desprecio a Dimitri, por ser ruso; "y otras cosillas en que nos colamos en la universidad. Ciencias forenses, armamentos medievales y esas cosas. Y, claro, esta nerd quiso algo con Literatura, así que hicimos presentaciones de Anne Rice, de Crepúsculo, de Drácula, de Blade, de Strain, de..."

"¿Y qué es esa literatura tan rara?", cayó en la trampa la Directora.
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Y Rose sonrió, siniestra.

"Libros sobre vampiros, Directora Kirova. Y ninguno nacía, pero sí morían. En Strain los llamaban strigoi y eran descerebrados algunos, y otros muy astutos, pero siempre títeres. En Crepúsculo nacía una dhampir, de padre vampiro y madre humana. En Blade, era dhampir; porque su madre embarazada fue mordida por un vampiro y él nació semi vampiro. ¿Sigo?, saqué la mejor calificación y debí dar una charla en otras clases, a petición de los profesores, que creían que estudiaba algo con Sociología o Antropología...".

Los ojos de los asistentes se desquiciaban a cada comentario de Rose.
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¿Disertó sobre vampiros?, ¿era en serio?.

Y lo peor, era que Liza asentía en cada mención de un nuevo libro.
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"Y no olvides que hiciste de Lizzi Bennet en Orgullo, Prejuicio y Zombis; y descabezaste a más de alguno por allí... incluso al guapetón de Mr. Darcy, que era un doble de riesgo que armó las coreografías... y quedó... sorprendido del... talento de Rose... ¡para decapitar zombies!, muy sorprendido, tanto que le dio su tarjeta", asintió vehementemente. "Por las moscas, ¡o los zombies!, porque él armó las coreografías de una peli de zombies, y le dijo a Rose que le recordaba a Zoe, la actriz de esa peli. Su doble se movía similar, le dijo. Así que si quería intentar ser doble de riesgo... menos riesgo que contra un strigoi, ¿verdad?".

"¿Te enseñaron a... decapitar zombies en la escuela humana?", cayó pesadamente en su silla, la Directora.

No atinaba a decir nada más.

Eso superaba sus... capacidades como Directora.
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"Va... si. Vayan con el Consejero Escolar. Que vea las asignaturas y las ubique en las más adecuadas para... la academia. Si. Eso. Y Rose, partes hoy mismo. Y sin peros. Al menos en el entrenamiento de tu nivel. El Guardián Belikov te indicará su horario disponible para...".

"¿Y para qué sería?, si sabe que atacaron a un pequeño país llamado Ucrania, ¿cierto?, seguro que está acá para no servir en su ejército... o para secuestrarnos y llevarnos a pelear por Rusia".

"No todos los rusos aprobamos a Putin", dijo Dimitri, molesto con las continuas insinuaciones. "Los guardianes rusos peleamos en ambas guerras, Rose. Pero ésta no ES nuestra guerra... No hay guardianes rusos en Rusia, desde que esto comenzó... A todos nos sacaron, para evitar el enrolamiento. Así que no hables de lo que no conoces".

"Escocia. Invadida, atacada y dominada por los Ingleses. Regalada a los ingleses por una Steward llamada Anne. Así que no me digas que no sé de lo que hablo, camarada... No sabes nada de mí en realidad. Nada de lo que acá saben es ni la punta del iceberg de mi vida".

La gatita tenía garritas afiladas, al parecer.
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"Hoy, tras tu periodo de clases. Una hora después y una hora antes. De lunes a viernes. Y NO quiero quejas. O lo tomas, o lo haces".

"Veremos, camarada. Que comience el juego".


Lucha libre no era como el entrenamiento de los novicios, pero igualmente Rose supo defenderse bien de sus compañeros del Senior, que no creían en lo que veían.

Sus movimientos y pases cuidadosamente coreografiados, acabaron con los menos aptos en el piso, y los mejores deseando vencerla, al final en un todos contra ella.

Al final, se fue arrastrando a su primera sesión con el guardián Belikov.
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"Camarada Belikov, los senior me patearon tan fuerte, que pasé a dejar los pulmones en la enfermería, ¿qué te parece dejar esto para... nunca más?".

"Por supuesto. Una vez que me derrotes, podrás dejarlo por completo. Por ahora, 5 vueltas a la pista. Y lo estaré cronometrando. Si eres más rápida de lo que yo lo soy, tú ganas y por hoy, no entrenamos. Tampoco me hace gracia ser tu niñero".

"Pero de Liza, sí".

"Es mi cargo".

"Y tu cargo tiene 16 años. Así que es ilegal hasta que la mires, y menos que te acerques o algo, ¿estamos?. Yo tendré 18 en pocos meses más. Pero ella, no".

"Andando, Rose. 6 vueltas. ¡Ya!".

"Habló el tirano agente de la KGB, el torturador de inocentes, el...", y su voz iba y volvía, en la medida en que daba vueltas por la pista.
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Y no era tan lenta como Dimitri sospechaba.

Su estructura física era liviana, y le hizo pensar en una pixie de la lejana Escocia.
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Finalmente, tras una hora de torturas medievales (todo eso según Rose, claro), se fue arrastrando a la cafetería, para llenar con azúcar el vacío de su alma.

Derrotar a ese hombre era derrotar a los BM7 que pululaban por diferentes lugares del planeta,

Y eran cada vez menos.

Su propia madre era una.
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Porque la suponía viva... NO había sabido de ella desde antes de dejar St. Vlad, y tampoco sabía de ella ahora.

Y probablemente no volvería a saber de ella.

Así era con los guardianes.

Perdían -tarde o temprano-, el contacto con sus familias... las que nunca sabrían si estaban o no vivos.

Siempre esperando una palabra.

Siempre deseando que sí lo estuvieran.


Iba caminando, cuándo oyó un llanto.

Como de un gatito bebé.

Se acercó cautelosamente - no fuera una trampa más o una broma de mal gusto-, ¡pero se topó con la cosita más pequeña y esponjosa del último tiempo!, y esa cosita esponjosa, ¡era una pequeñita niña dhampir, de no más de 4 años!.
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Largo pelo de un castaño casi negro, grandes ojos castaño chocolate brillantes, y pestañas tupidas.

¡Y era tan adorablemente esponjosa!.
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"Pedita yo, hambe, ¿lleva?", le dijo, en un inglés muy duro de entender.

"Claro, ¿vamos?", y le ofreció su mano, pero la niñita hizo un gesto de ¡upa!, y Rose quedó de una pieza.
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Se inclinó para levantarla, y la pequeña se enroscó en su cuello, como un cachorrito.

"¿Cómo damas tu?, mi, Doza", murmuró, casi quedándose dormida.

"Rose es mi nombre". Sonrió.

"¿Dose taben?, ¡yo Doza... y tu... Dosita!" .Aplaudió, feliz.

"Cómo quieras"; masculló Rose, sin saber muy bien qué hacer en esos casos.

"¿Comidita?, ¡tengo hambe, pis!".
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Así que Rose llegó con su preciosa carga bebé a la cafetería. y se acercó al mesón de la comida.

Roza (la Rose bebé), levantó su carita y se le iluminaron los ojitos al ver tanta comida de grandes, ¡Y a su disposición!
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"¡Deso, pis. Deesooto, taben. ¡y desoalla, pis pis pis!", y comenzó a mover peligrosamente los brazos.

Al final, le armaron una bandeja a Rose, para que pudiera llevarse a la niña a alguna mesa.
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Porque los rumores ya corrían, y según decían; Rose huyó para tener a una hija... que seguramente creció 4 años en un año.

Rose intentó sentar a mini Roza en una silla, pero ella insistía en sus rodillas, así que debió acomodarla.

Liza la miraba, entre dudosa y divertida.
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"¡Yo Doza, y tú!", saludó a Liza con su mano más limpia.

Liza le limpió la mano con una servilleta de papel; y la saludó, tomando su manita.

"Liza", le dijo, mientras miraba a Rose de reojo.

Se notaba que hacía cálculos mentales.
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"Wiiiiza", intentó pronunciar la pequeña, y se encogió de hombros. "cuato, ¿tú?", y mostró -orgullosa-, su mano con 4 deditos.

"16", dijo Liza, frunciendo el ceño.
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Rose tenía 17. 17 menos 4...

Pero eran casi iguales, físicamente hablando.

Y en el carácter, aparentemente.
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"¿De dónde eres... Roza?", le preguntó tentativamente, intentando aclarar su cabeza... llena de chismes en ese momento.

"Baia, ¿tú?".

"Eres rusa", susurró Rose, y Roza asintió vehementemente.

"¡Dusa como mi papa, y mi babuka Lenita,y mis tiiiiaz,y mi pimopul, y... ", pero se detuvo en seco, y saltando de las rodillas de Rose, y corrió hacia alguien que entraba.


rusa como su padre, ¿eh?