"Este fic participa en el reto semanal #FortunaMusical, marzo-abril 2024 de la página de FB Sasusaku Eternice Moi, correspondiente al día lunes primero de abril"
SUPER JUNIOR – DEVIL
"Sigo rogándote, sin fin. Maldita sea, ni siquiera puedo dormir
No puedo entender qué es este sentimiento.
Algún día, cuando estes sola y llorando.
Si me lo permites, secaré esas lágrimas, las estrellas me demuestran mi destino y ahora te quiero desesperadamente.
Todo el día, estoy ansioso y desesperado, todo es tan increíble."
"El señor Uchiha y la increíble señorita Sakura"
Todo comenzó un martes por la noche. Mientras terminaba una cena de índole empresarial, Sasuke Uchiha dejaba su copa de vino mientras pedía la cuenta. Entonces una de las meseras con una inusual cabellera rosada se acercó sonriente y eficaz a entregarla. Se mantuvo en silencio mientras esperaba a que se la devolvieran para realizar el cobro. Pero la mano del otro hombre que acompañaba al joven CEO, la detuvo quitando la tarjeta de platino de Sasuke para colocar la suya y añadir de forma desagradable, que agregase una generosa propina del 30% mientras fingía rozar "accidentalmente" la nívea pierna de la joven mesera.
Aquello no hizo que la joven se sintiera en apariencia incómoda, al contrario, sonrió y se llevó las cosas diligentemente.
Sasuke no le prestó demasiada atención, sabía de antemano el perfil de aquel hombre y su desagradable gusto por las mujeres demasiado jóvenes para alguien de su edad, "Repugnante" fue el único pensamiento que cruzo por su mente.
En cuestión de minutos la joven regresó, y con voz solemne y educada, dijo en un tono de voz sólo lo suficientemente necesario para que lo pudieran escuchar ambos comensales.
—Lo siento señor, pero su tarjeta ha sido rechazada. ¿tiene otra forma de pago?
Aquello hizo que Sasuke enarcará una ceja en alto. Y se dignó a mirar está vez con mayor atención a la fémina, dándose cuenta de unos oscuros ojos verdes que miraban fijamente al suelo, esperando una respuesta. El anciano acompañante no pudo ocultar su desconcierto y su ira ante tal situación.
—¿Es usted estúpida acaso? ¡Esto debe ser un error! ¿Tiene idea de quién soy yo? —comenzó a agitar agresivamente su dedo en contra de ella quien se mantenía completamente neutral.
—Mis disculpas, lo intentaré de nuevo en otra terminal, sino tiene otro medio de pago.
—¡Por supuesto que puedo pagar una miserable cuenta! —gritó de nueva cuenta, aunque unos segundos más tarde las mejillas del hombre ardían de vergüenza absoluta al darse cuenta de que el resto de los comensales, en especial Sasuke le observaban después de semejante arrebato.
—Tomé. —esta vez fue Sasuke quien habló, extendiendo nuevamente su tarjeta. —Creo que será mejor retirarnos Genma.
Cuando salían del lugar, aquella chica, hizo una reverencia a modo de disculpa, sin embargo, Sasuke giró su mirada en el justo instante en el que logró divisar una sonrisa triunfal en su rostro. "Chica lista." Sonrío sin darse cuenta el también, a su modo la jovencita había tomado venganza contra el deplorable comportamiento de Genma.
Sólo una semana después Sasuke, se encontraba tomando una cerveza con sus viejos compañeros de universidad Naruto y Shikamaru, aunque el segundo no pertenecía a ninguna familia de renombre o vieja cuna como la suya, era el único verdadero amigo que tenía, "Aunque jamás lo admita en voz alta, si lo hiciera jamás cerraría la boca o incluso se pondría a llorar." Aquello lo hizo reír un poco.
—¡De verás Sasuke! Todo está marchando sobre ruedas, pronto verás franquicias de nuestro restaurant en las mejores zonas del país. —habló con optimismo y su característica energía, como si aún tuviera 18 años en lugar de 28.
El aludido asintió sonriendo levemente a su amigo, cosa poco usual. —Así será. Ahora debo marcharme, pero ha sido agradable verlos.
—Yo me encargaré de Naruto. —asintió Shikamaru, mientras permanecía junto al entusiasmado rubio que había bebido bastante.
Sasuke se encontraba caminando por la acera hacia su coche, cuando unas voces llamaron su atención, una estridente voz femenina lo atrajo a una oscura esquina. Frente a él se encontraba la misma mesera de aquella cena con Genma, peleaba con ferocidad por un bolso contra un corpulento, pero visiblemente más alto hombre que ella. No dudo un segundo y corrió hacia ellos, cuando la vio ponerse en acción.
—¡Yo te lo advertí! Ahora devuélveme mi bolso ¡miserable bruto! —Con furia en su voz y en sus ojos, aquella bajita pero ágil mujer, le propino una fuerte y rápida patada en el estómago de su atacante, lo cual le sacó el aire. Aquello detuvo a Sasuke de golpe completamente asombrado, cuando la observó dar un hábil giro y propinar una segunda patada, esta vez en la mejilla del ladrón que terminó inconsciente en el suelo.
Ella se sacudió su ropa y ajustó la correa de su bolso, y miró al hombre haciendo una mueca de molestia. —Tal vez… me he pasado un poco…—pronunció más para sí misma sin darse cuenta de que era fijamente asombrada, hasta que se dio la vuelta y observó al alto y elegante hombre de ojos negros que parecía ¿asustado? —¡Oye! ¿estás bien? —preguntó ella acercándose a él quien pareció salir de su estupor y tomó una actitud de seriedad y pétreo control, como si fuese el protagonista de alguna novela rosa.
Sasuke sintió un tic en el ojo al escucharla preguntarle aquello. "¿Qué no se supone que yo debería estar preguntándole eso?" Carraspeo retomando la compostura y se presentó. —Escuche tus gritos cuando iba hacia mi automóvil…
—¡Oh! No te preocupes—ella sonrió amable al interrumpirlo. — ya me he encargado yo de ese bruto bueno para nada. —esta vez su expresión al apuntar al hombre que había derribado segundos antes, era de desprecio y enojo. —aunque creo que se me ha pasado un poco la mano. —ella se pasó una mano por detrás de su cabeza de manera avergonzada.
El no pudo hacer nada más que asentir. —Soy Uchiha Sasuke mi coche está a unos cuantos metros, no es un barrio muy seguro por lo visto, me ofrezco a llevarte.
—Oh, soy Haruno Sakura. No te preocupes no es necesario. Mi apartamento está a unas cuantas calles, y aunque no lo creas soy excelente en karate. —confesó orgullosa, después de presentarse.
—Lo creo, pero quisiera insistir. —un impulso repentino lo empujo a seguir insistiendo, quiso engañar a su conciencia que simplemente estaba tratando de ser un caballero. "Como si ella lo necesitará."
Sakura se negó nuevamente. —Eres muy amable, pero ya te lo dije, mi apartamento está a unas cuantas calles. Ahora me iré primero. —hizo una leve reverencia y comenzó a andar a prisa.
Y así fue como la señorita Sakura comenzó a colarse por su mente, ella era simplemente interesante para sus ojos, acostumbrado a que las mujeres desplegasen todo tipo de halagos, insinuaciones sutiles, pero aun así subidas de tono y algunas más directas. Ella era como una bocanada de aire fresco. La observo hasta que se perdió de su vista, completamente seguro de que la chica llegaría a salvo a su hogar.
Estaba de mal humor… había ido tres noches no consecutivas al restaurante donde sabía que ella trabajaba, pero no había podido verla. Incluso se había aventurado a entrar en la cocina con la excusa de felicitar al chef por un salmón promedio, pero no había ni rastro de ella. Y para coronar el final de su semana, se encontraba en la fiesta de compromiso de su hermano mayor, se alegraba por él claro… pero su madre no dejaba de aprovechar oportunidades como esta para presentarle hermosas chicas, preocupada porque el simplemente no parecía querer saber nada más que no fuera su amada empresa. Así que ahí estaba escuchando una aburrida plática de Temari Sabaku mientras le clavaba sus ojos felinos de manera sugestiva. Sasuke, deslizó sus ojos hacia el rincón de él gran salón, cuando un destello rosado captó su atención, ahí estaba ella de pie, enfundada en un bonito pero simple vestido negro, tocando el violín junto con el pianista y la cantante que habían sido contratados para amenizar el evento. Las posibilidades eran de 1 en un millón, de que se encontraran de esa manera, y sin poder evitarlo, se desplazó a lo largo del salón para poder apreciar todos sus movimientos, firme, concentrada, pero deslumbrante.
De pronto la música se detuvo, puesto que su hermano hacia un brindis, pero Sasuke aprovecho el momento para escabullirse de la atención de los demás e ir detrás de Sakura, quien se había acercado a un balcón para tomar aire fresco.
—Mesera, karateca, ¿y ahora también tocas el violín? —enumeró con voz grave pero aterciopelada. —¿Cuántos talentos más ocultas Haruno Sakura? — una leve sonrisa se coló por los labios demasiado atractivos de Sasuke.
Ella dio un respingó que casi la hizo tirar el instrumento. —¡Por Dios! Casi me matas de un susto. —ella suspiró reponiéndose. —¡Oh! Eres el sujeto del callejón.
La forma en que ella se refirió a él le hizo sentir un tic en su ojo derecho nuevamente.
—Sasuke…—le recordó el, sonando más serio de lo que había querido.
—¡Cierto! Sasuke, lo lamento, soy mala con los nombres. — se disculpó rápidamente.
—¿Cuántos trabajos más tienes? —preguntó ansioso por saber porque no había podido verla en el restaurant.
—Oh, bueno por el momento no tengo nada fijo—una risa nerviosa salió sin su permiso.
—¿Entonces ya no trabajas en el restaurant? —preguntó el dando un paso más cerca de ella. "Cerezas…resulta tan obvio." Pensó cuando el aroma dulzón de ella entro en sus fosas nasales.
Ella puso cara de evitar aquella pregunta, más al conectar los ojos pétreos y expectantes de Sasuke con una exhalación terminó por confesarse. —No…—ella miró al suelo.
Él le frunció el ceño y cruzo sus brazos en espera de una explicación más detallada, cualquiera que los viera pensaría que eran más que simples conocidos.
—Me echaron cuando, …. —ella murmuró algo inteligible.
—¿Qué has dicho? —el dio un paso nuevamente.
—Me echaron porque vacié un plato de sopa caliente sobre un viejo rabo verde. ¡En mi defensa me tocó el trasero! —ella se defendió rápidamente recobrando su talante fiero.
Aquella imagen en su mente lo hizo reír sin poder evitarlo. —Seguro que se lo merecía.
Entonces ella le sonrío. —¡Puedes apostar a que sí! —ella sonrío vivazmente.
—Si necesitas trabajo, tal vez pueda hacer algo por ti. —él le extendió su tarjeta de presentación empresarial.
—¿A qué te dedicas? —preguntó ella como si jamás hubiese escuchado de él.
—A la seguridad cibernética. —explicó con simpleza.
—Oh, no creo que te pueda servir, soy muy mala con los aparatos electrónicos. —ella le extendió de vuelta la tarjeta. Aquello no le gustó para nada a Sasuke.
—Estoy seguro de que podemos encontrar algo que puedas hacer. —insistió sin tomar la tarjeta de vuelta.
Pero Sakura no desistió. —No es necesario, me las apaño bien yo sola.
—¿Sola? ¿así que no tienes… a nadie? —preguntó sonando más entrometido de lo que le hubiese gustado. Sakura frunció el ceño, mientras sus mejillas se sonrojaban.
—Eso no es asunto tuyo, y si me disculpas, debo volver a la pista. —ella volvió rápidamente a tomar su lugar junto al pianista y se concentró en tocar, aunque era bien consciente del par de ojos negros que la observaban estoicamente.
Dos semanas habían pasado, dos en las que Sasuke se encontraba cansado y malhumorado. Su secretario el señor Hatake, entró para leerle las actividades del día, pero él simplemente no prestaba atención. Cosa que el hombre mayor notó enseguida.
—¿Ocurre algo señor Uchiha? —suspiró cansino, a pesar de ser su secretario, el señor Hatake se permitía ciertas libertades debido a la confianza que Sasuke le había dado con el paso de los años trabajando juntos, aunque también se aprovechaba de aquel respeto casi automático que le confería su edad.
—Me voy a tomar el día de hoy. —respondió el CEO con voz cansada. Se puso en pie y se dirigió a la salida.
—¿Se trata acaso de una mujer? —preguntó Kakashi, haciendo que Sasuke se detuviera en seco por solo un segundo, pero recuperando la compostura rápidamente le respondió.
—Kakashi, recuérdame que necesito nuevos prospectos de secretarios. —agregó con voz neutral mientras salía de la oficina.
Sasuke caminaba por los pasillos de su edificio, sin estar bien seguro de a donde dirigirse, le enervaba de sobremanera pensar en Sakura. Cuando la buscaba nunca la encontraba, cuando ella aparecía y él se acercaba ella lo trataba bien pero luego se alejaba. Era una mujer como ninguna otra que hubiera conocido, probablemente a su madre le encantaría, esa mujer solo vivía para recordarles a él y a Itachi que quería ser una abuela joven para disfrutar a plenitud a los que ella aseguraba serían unos preciosos nietos. Aquellos eran sus pensamientos cuando vislumbro la ya familiar cabellera rosada entrar por la puerta de recursos humanos, sin poder evitarlo corrió asegurándose de que nadie lo viera y se dispuso a espiar la conversación.
"Así que finalmente decidiste aceptar mi ayuda." Pensó Sasuke sonriendo ladino, al recordar como ella había rechazado su tarjeta, y su ayuda para conseguir un empleo.
—¿Y dime Sakura cómo supiste de esta vacante? —la voz de la mujer de recursos humanos era suave y amable.
—Mi mejor amiga Ino Yamanaka trabaja aquí también, me hablo de lo bien remunerado y excelente ambiente de trabajo que existe, así que no dude en aplicar para el puesto de ayudante de cocina, soy muy buena cocinera, tengo varios cursos de cocina certificados, trabaje dos años en un puesto de comida tradicional, pero se movieron a una mejor ubicación por ello no pude continuar con ellos. —explicó igual de amable y alegre Sakura.
"¿Así que su mejor amiga trabaja aquí?" aquello le causó un tic en el ojo izquierdo nuevamente, probablemente Sakura ni siquiera sabía que se estaba presentando en su empresa.
—Veo que también tienes experiencia como mesera, en un hotel de 5 estrellas, ¿podrías decirme porque dejaste el empleo? —señaló Tenten con curiosidad.
Sakura no titubeó, pero Sasuke escucho una nota de nerviosismo en su voz.
—Es que solía salir muy tarde del lugar, y la noche puede ser algo peligrosa para una chica que se mueve sola. Ahora busco la estabilidad de un horario que no me exponga a esa clase de peligros. —declaró sonriente.
"¡Já! ¿peligros?" Sasuke rio mentalmente. "Aquel hombre que derribaste de dos golpes no opinaría lo mismo."
—Te comprendo perfectamente Sakura, por los horarios no debes preocuparte, los empleados de cocina entran a las 7 de la mañana una hora antes de la entrada de la mayoría de los demás empleados, pero tu horario de salida es a las 4, una hora después del último servicio de comida. Tu salario sería este, si te parece bien y te interesa la vacante podrías comenzar mañana mismo. —se explicó alegremente Tenten.
—¡Por supuesto que sí! Muchísimas gracias señorita. —la voz de Sakura rebosaba de alegría.
—Llámame Tenten por favor. Llega mañana a las 7 nuevamente conmigo y me encargaré de entregarte tu identificación de la empresa y tu uniforme. Estoy segura de que Ino Yamanaka estará gustosa de explicarte tu área de trabajo. —respondió con una sonrisa.
Sasuke se dio cuenta que la conversación estaba terminando, y de pronto se sintió impulsado a correr, sin embargo, no sabía ni a donde dirigirse, así que opto por lucir serio y casual como si se dirigiera hacia la oficina de Tenten. Cuando Sakura lo vio no pudo evitar soltar un gritito de sorpresa.
—¡Tú otra vez! ¿Oye acaso estás acosándome? —soltó de repente estudiándolo con la mirada sopesando si aquel elegante hombre era en realidad un acosador como la mayoría de los hombres que conocía.
Aquella declaración dejó de piedra a Sasuke y el tic de su ojo izquierdo tembló de manera furiosa sin que el pudiese controlarlo.
—Aparentemente no tienes idea de donde estás ¿verdad? —le cuestionó sintiéndose aún realmente ofendido por aquella declaración.
—¡Oh señor Uchiha! ¿Ustedes se conocen? —preguntó Tenten sonriendo amable.
—¿señor Uchiha? —preguntó Sakura cayendo en la cuenta de que aquel hombre tenía el mismo apellido que aquella empresa Uchiha Safety. —¡Oh no puede ser cierto! —gritó sorprendida y dándose cuenta de su error.
Sasuke se acercó inclinándose apenas a unos centímetros del rostro de Sakura. —Oye tú, me he presentado en dos ocasiones formalmente y aún así ¿eres capaz de olvidar mi nombre? —preguntó irritado.
Sakura se inclinó respetuosamente —Lo siento señor Uchiha, no lo olvidaré delante en más. Escucha Tenten creo que será mejor que decline…
El Ceo fue más rápido que ella. —Si renuncia, despide a Yamanaka también, no necesitamos que nos recomiende más personas irresponsables. —miró fríamente a Tenten, quien no estaba muy segura de que estaba sucediendo, entre esos dos.
—¡Estabas espiando nuestra conversación! —gritó Sakura al verlo girar y darle la espalda.
—No seas impuntual. Y me gusta la avena con almendras, sin fruta. —Sasuke gritó mientras se alejaba de vuelta a su oficina, repentinamente su humor había mejorado.
Si Kakashi tenía algún comentario acerca de su repentino regreso no menciono ni una sola palabra al respecto. Sasuke terminó su jornada cuando ya comenzaba a oscurecer, con el ánimo restaurado pensó que sería buena idea visitar el local de Naruto, sin embargo, apenas dio tres pasos fuera de la puerta principal del edificio Sakura apareció frente a él.
—¡Señor Uchiha! —gritó ella inclinándose a modo de reverencia exagerada.
—¿Señorita Sakura? ¿Acabas de llegar o has estado esperando aquí toda la tarde? —preguntó con voz tranquila y neutra, aunque por dentro se sentía descolocado.
—No es importante. Por favor no haga despedir a mi amiga Ino, ella está próxima a casarse, necesita mucho este empleo. —ella volvió a reverenciarlo.
—No entiendo cuál es el problema, parecías entusiasmada mientras hablabas con Tenten. —apuntó sin inflexión alguna en su tono de voz.
—Es de mala educación espiar conversaciones ajenas. —murmuró ella haciendo un puchero con la boca sin darse cuenta.
Sasuke enarcó una ceja y sintió aquel temblor en su ojo izquierdo de nuevo. —No estaba espiando, me dirigía a hablar con Tenten acerca de uno de mis empleados. Que tu estuvieras ahí fue pura casualidad, debo decir que me sorprendió encontrarte aquí. —explicó mirándola fijamente.
Ella frunció los labios como si se debatiese por alguna cuestión. A lo que Sasuke dedujo. —Yo no te agrado ¿verdad Haruno Sakura?
Ella lo miró algo recelosa, pero no dijo una sola palabra. —¿Puedo saber a que se debe? —preguntó traspasando la barrera del espacio personal de Sakura, cubriéndola con su alta figura.
Sintiéndose de pronto atrapada en la atmósfera que los envolvía de manera invisible ella admitió. —Es por que tu no hiciste nada…—contestó susurrando.
Sasuke la miró sin comprender nada. —Pero tu ya habías derribado a aquel hombre…— él quiso recordarle, pero Sakura lo interrumpió.
—No habló de aquella ocasión, hablo de la primera vez que nos conocimos…—ella admitió de mala gana.
Los ojos de Sasuke se abrieron por primera vez demostrando así a Sakura por primera vez un cambio en el siempre estoico y formal semblante de Sasuke. Mientras el no pudo evitar evocar aquel recuerdo, dónde el había permanecido inmóvil mientras Genma acariciaba la pierna de Sakura de manera inapropiada, pronto la comprensión y verdadera pena por su nula acción ante aquel evento, le invadió el rostro, ante aquel cambio sincero de actitud Sakura sintió que de alguna manera había sido demasiado dura con él. —No tenías que hacer nada…
Pero ella no pudo terminar su frase porque la alta figura que segundos antes la cubría con su imponente energía se encontraba ahora doblegado ante ella, en una profunda reverencia, elegante y poderosa. —Te pido que me perdones por favor Haruno Sakura.
—Oye…—Sakura se encontraba completamente sonrojada y sorprendida ante aquel acto. — no es necesario que hagas eso…—le dijo con suavidad, una que no había usado antes con él.
—Me disculpo por no haber actuado en ese justo instante, para que el mal triunfe hace falta que los hombres buenos no hagan nada. —aquella aseveración dejo muda a Sakura, sobre todo cuando el la tomó del brazo para ingresar de nueva cuenta al edificio.
—Señor Uchiha…—trató de replicar ella, pero el simplemente le pidió que lo siguiera y ella sintió que no podía negarse.
—¡Kakashi! —gritó entrando a la oficina sabiendo de antemano que su secretario, tenía por costumbre quedarse hasta tarde en la oficina debido a su manía detallista y perfeccionista.
—¿Señor? —inquirió poniéndose de pie al observarlo entrar a la oficina con aquella joven mujer de cabellera rosada.
—El informe de actividades del día primero de abril. —ordenó Sasuke aún sin soltar a Sakura que yacía de pie sin saber que era lo que estaba sucediendo.
Kakashi se dirigió a su computador portátil, tecleando rápidamente. —¿Algo en específico?
—Los correos enviados a la empresa Saotome Group. —añadió acercándose con rapidez al escritorio, mientras Kakashi volteaba la pantalla. —Ahí, lee lo que dice el correo.
Sakura tardó varios minutos en entender la jerga corporativa, pero al final pudo deducir que se trataba del rompimiento de un acuerdo empresarial, donde Uchiha Safety rompía relaciones con Saotome Group. Sin embargo, aún no entendía de que iba todo aquello.
—¿Tienes tu móvil contigo? —le preguntó por primera vez mirándola a los ojos, en los cuales ella podía vislumbrar un anhelo de compresión.
Sakura asintió sin decir más. —Por favor investiga, al dueño de la empresa Saotome Group.
Ella accedió inmediatamente a su petición, sin poder evitar sorprenderse al encontrar una fotografía y semblanza de aquel deplorable hombre que había osado acosarla en el restaurante el día que se conocieron.
—Me disculpo por no haber actuado en ese justo momento señorita Sakura, —Sasuke se acercó a ella mirándola fijamente a sus verdes iris, pero en su voz había una nota de verdadera aflicción. — pero quiero que sepas que lo primero que hice al llegar a mi oficina fue hacerle saber que los acuerdos que habíamos pactado en aquella cena se cancelaban.
—Perdimos un contrato millonario ese día. —señaló Kakashi de manera puntual, sorprendiendo aún más a Sakura.
—Sasuke…—ella no sabía que decir.
—No me considero efusivo, ni mucho menos alguien que pierda el temple con facilidad. Pero desde que te conocí tu has hecho que pierda el sueño, y me vuelva de pronto el hombre más impulsivo del mundo. Y debo admitir que me gusta sentirme así. Por que tú eres increíble señorita Sakura. —y con una leve sonrisa dulce adornando el siempre frío e inamovible semblante rostro de Sasuke, Sakura no pudo más que agachar la mirada sintiendo su corazón latir acelerado.
—Lamento haberte juzgado mal…—añadió suavemente, para luego alzar su vista hasta el rostro de Sasuke y apreciar por primera vez la calidez que emanaba de sus poderosos ónix.
—¿Te parece si comenzamos de nuevo y te invitó a cenar? —Sasuke se apresuró a preguntar acercándose un poco más a ella.
—No sé si sea apropiado dado que mañana comenzaré a trabajar aquí…—ella añadió con sonriendo con timidez. —En verdad necesito el trabajo.
—Las relaciones laborales no están prohibidas en Uchiha Safety. Pero si eso te preocupa iremos al ritmo que tu desees, puedo esperar…Sa…ku…ra.
"Sólo para quienes ya estaban casados antes de comenzar a laborar para la empresa." Rememoró el secretario Kakashi para sí mismo, quien sabiamente no hizo comentario alguno, al verse completamente olvidado por aquellos dos jóvenes.
Sakura no pudo evitar sonreír asintiendo. —Me gusta su propuesta señor Uchiha.
—Sasuke…llámame Sasuke por favor.
—De acuerdo Sa…su…ke…
Y en ese momento Sasuke Uchiha fue plenamente consciente de que lo que estaba sintiendo era algo único y maravilloso, que por ningún motivo estaba dispuesto a permitirse dejar ir. Porque una mujer como Sakura era simplemente increíble, y él estaba decidido a pasarse la vida convenciéndola de que su lugar estaba justo a su lado, y que como Mikoto Uchiha solía decir, tendrían unos niños preciosos.
N/A: Hola chicas, soy yo aquí de nuevo jeje, me disculpo por los fics que no he podido actualizar me encuentro en un bloqueo temporal. Pero nada mejor para salir de ello que participar en el ya tradicional #FortunaMusical de la página de FB Sasusaku Eternice Moi. Disfrute mucho haciendo fluir las interacciones entre Sasuke y Sakura, espero que también haya sido de su agrado. Por favor si tienen la oportunidad no duden en pasarse a la página para encontrar los trabajos de las demás participantes ¡Todos son fantásticos y hay temáticas muy variadas!
Besos y abrazos Moon Skin
