Este fanfic es del género Romance, Amistad, Drama, Superhéroes y Fantasía.

Los personajes pertenecen a Toei Animation, yo solo creé una historia con estos puesto que me gusta mucho la serie de las Chicas Súperpoderosas Z.

He obviado los honoríficos en esta historia para facilitar la lectura.

Ya dicho esto, disfruten del fic :3.

Mini-capítulo 2

El Profesor Utonium estaba leyendo una revista científica cuando una de las pantallas se encendió repentinamente, en ella se veía una carita sonriente con el mensaje "Comparación de Archivos Finalizada", el profesor miró la pantalla sin mucho interés, pero al ver su mensaje dejó a un lado su revista.

- Computadora, informe -pidió el hombre de pelo negro y bata blanca.

En la pantalla apareció una enorme cantidad de datos que el profesor observó con detención, luego ingresó un comando en la computadora y el informe se empezó a imprimir. El profesor tomó el informe impreso y empezó a subrayar datos con diferentes colores de marcador, cuando terminó escaneó el informe y con un programa lo convirtió en una serie de gráficos, después de un rápido análisis el profesor tomó un teléfono que tenía cerca y marcó un número.

- ¿Hola? -preguntó una melodiosa voz femenina.

- Hola, habla el Profesor Utonium, necesito una reunión urgente con el alcalde de Tokio.

- El Alcalde está ocupado en estos momentos -respondió la Señorita Vallum.

- Entonces -dijo el hombre de bata-, ¿Puede organizar una reunión con él en mi laboratorio para mañana lo más temprano posible?

- También tiene ese horario ocupado, pero tiene libre después de las seis de la tarde -le ofreció la Señorita Vallum.

- Está bien, nos vemos entonces -accedió el profesor y colgó.

Nervioso el hombre se tiró sobre el sofá, se pasó una mano por la frente y luego la nuca, estaba sudando, tenía sentido teniendo en cuenta lo que acababa de descubrir.

El hombre de 45 años se levantó del sillón en un movimiento con determinación, no servía de nada el quedarse tirado sobre el sillón, debía encontrar una forma de explicarle al alcalde su descubrimiento sin que este se alterara, era su deber como Médico en Jefe del Laboratorio y Consultorio Utonium para Irradiados por Rayos Z (LCIRZ para abreviar).

Refugio

- Hola Miyako, hoy no hay clases ¿Verdad? -preguntó Ryo a Miyako cuando esta salía de la escuela.

- Eso es cierto -dijo Miyako, se sentía culpable por estar tan feliz con la idea de que no iba a tener que hacerles clases a los hermanos Mojo.

- Entonces, ¿Te molesta si te acompaño a hacer lo que tengas planeado para hoy? -preguntó Ryo.

- La verdad es que no -contestó Miyako haciendo caso omiso a las alarmas que sonaban en su interior-, hoy voy a hacer un voluntariado en el Refugio de Mascotas Fujimori.

Boomer no pudo evitar hacer un mueca de desagrado que obviamente Miyako no pasó por alto.

Cuando era más joven Miyako tendía a perderse en sus fantasías y no prestar atención a las expresiones de las personas, pero gracias a su trabajo como superheroína esto se había corregido hasta el punto de que podía "sentir" los sentimientos y emociones de otras personas en momentos aleatorios, no siempre era agradable, pero su corazón de oro siempre la impulsaba a tomar las mejores decisiones posibles con la intención de solucionar los problemas de otras personas.

- Que interesante, no sabía que te gustaran los animales -mintió el rubio.

- Sí -respondió Miyako con una bella sonrisa.

- Entonces, tú me guías -dijo Ryo sonriente.

Miyako y Boomer salieron de la escuela caminando a la par, recorrieron media Ebisu hasta llegar al refugio de animales.

El Refugio de Mascotas Fujimori era un edificio de un piso de apariencia antigua con la pintura de las paredes (de color beige) desgastada y descascarada en algunos lugares, a solo cinco metros de la entrada un coro de ladridos de perros les dio la bienvenida a los dos rubios.

- ¿En serio nadie se queja por esos ladridos? -preguntó Ryo antes de caer en cuenta de que su tono no era el correcto.

- Las casas que rodean a este lugar están mayormente abandonadas o habitadas por gente de mediana edad. La casa fue construida en la era Edo y con el paso del tiempo el sector en donde se encuentra fue siendo abandonado -explicó Miyako con tristeza.

Los dos rubios de ojos azules entraron a la casa y fueron inmediatamente recibidos por un mestizo de Cocker Americano quién saltó hacia Boomer muy alegre a lo que Boomer fingió estar alegre también y abrazó al animal con una sonrisa en el rostro.

- Holaaaa -le dijo al perro quién le empezó a lamer la cara.

- Él es Koro, es el perro del dueño, por eso no se encuentra encerrado en caniles como el resto de los perros. -Explicó Miyako haciéndole cariño en la cabeza al simpático perro color champan.

Boomer sostuvo al animal por unos momentos antes de bajarlo al suelo, el perro lo miró con la lengua afuera.

- Miyako ¿Me puedes mostrar el lugar? -preguntó con inocencia.

- Claro Ryo -contestó la rubia.

El tour fue más largo de lo que Boomer esperaba, ese lugar tenía más de veinte caniles dispersos por toda la casa y además algunas de las habitaciones albergaban en su interior a roedores, reptiles y anfibios.

- Mira, Ryo, ahí está el señor Fujimori -dijo Miyako muy alegre cuando entró al patio trasero.

A primera vista Boomer no vio dónde se encontraba el tal señor Fujimori, lo único que veía era un gigantesco terreno llano con algunas rampas de adiestramiento y una caseta, luego notó que desde el extremo más distante desde el punto en donde se encontraban venía caminando un enorme perro lanudo moviendo la cola a ambos lados, cuando el perro llegó junto a ellos Boomer se hincó para quedar a la altura del perro y le extendió una mano, el perro inmediatamente reaccionó pasándole una pata.

- Un gusto conocerlo señor Fujimori -dijo con inocencia y amabilidad.

A lo lejos se escuchó un silbido y el perro se dio la vuelta dándole un coletazo en el rostro a Boomer para luego salir corriendo. A Boomer no le gustó ser golpeado, pero era un buen actor.

- Hola -dijo alguien a las espaldas de Boomer y este se sobresaltó; a su lado se encontraba un hombre cubierto de tierra, llevaba puesto un overol color tierra y un sombrero de paja muy viejo-, el gusto es mío.

- Espere… ¿De dónde rayos salió usted? -preguntó Ryo con mala actitud.

El señor Fujimori (no el perro) miró al chico por unos segundos antes de regalarle una sonrisa.

- Los animales te quieren -cambió de tema el señor Fujimori.

Boomer resopló para su adentro "en serio" pensó.

- Desde que tengo memoria los animales me quieren -dijo Ryo muy alegre, luego miró hacia donde se había ido el perro lanudo-, ¿Cuántas personas trabajan en este lugar?

- Cinco sin contar a los voluntarios -respondió el señor Fujimori.

- ¡Wow! -exclamó Ryo, luego se giró hacia Miyako, por una milésima de segundo él creyó ver como una sombra cruzaba el rostro de la rubia- ¿Qué es lo que vamos a hacer hoy?

Miyako le dedicó una radiante sonrisa.

- Hoy vamos a jugar con los perros ¿Verdad señor Fujimori? -preguntó Miyako.

- Efectivamente -respondió el señor Fujimori.

- Entonces, vamos a los caniles Ryo -le dijo Miyako al chico antes de tomarle de la mano y guiarlo por el lugar.

Miyako fue abriendo una por una las puertas de los caniles de los que salieron perros de diferentes formas, tamaños y colores, la mayoría mostró su aprecio hacia Miyako lamiéndole una mano o tirándose sobre ella (a Boomer le llamó mucho la atención ver cómo un Gran Danés se tiraba sobre Miyako y ella le regresaba el abrazo sin caer aplastada por el peso del animal), casi ningún perro se fijó en Boomer porque estaban más interesados en salir a jugar que en conocer al nuevo voluntario del lugar.

Cuando todos los perros estaban afuera Miyako guio a Boomer hasta una habitación dónde habían juguetes y comida para toda clase de animales, fue hasta la repisa de los perros y sacó una bolsa de pelotas de tenis y unas cortas sogas trenzadas con un nudo.

- Por favor, lleva esto al patio -pidió Miyako y Ryo accedió sintiendo por dentro que había cometido un error al acompañar a la rubia hasta ese lugar.

Cuando salieron al patio unas veinte cabezas se giraron a ver a Boomer y rápidamente lo rodearon tratando de hacerle entender que era hora de jugar.

- ¿Qué es lo que quieren? -preguntó Boomer con fingida inocencia- ¿Quieren una de estas pelotas?

Los perros empezaron a ladrar al ver la pelota en la mano del ser similar a un humano, pero no en olor (sí, los perros tienen tan buen olfato que pueden detectar cuando algo parecido a un humano está cerca y saber con exactitud que estos no son lo que parecen).

- Bueno…, ¡Vayan a buscarla! -gritó Ryo tirando la pelota lo más lejos posible, los perros salieron corriendo tras la pelota y cuando chocaron contra la muralla que delimitaba la casa se dieron cuenta que la pelota había pasado sobre ella.

- Jajajaja, ¿Qué pasa sucios animales? ¿Buscan algo? -se mofó Boomer. Esa era la verdad, a Boomer siempre le había gustado maltratar animales y que el ADN de Miyako haga que estos se acerquen a él le hacía las cosas mucho más fáciles.

Boomer escuchó caer unas cosas al suelo a sus espaldas, se dio la vuelta para ver quién causó tal ruido, se le heló la sangre al ver que se trataba de Miyako (aunque él no extendió por qué), ella estaba mirando al suelo y una sombra le tapaba el rostro.

- Miyako, Miyako, mira, esos tontos animales perdieron una pelota -dijo en tono infantil.

Miyako empezó a recoger los discos que había llevado para jugar con los perros.

"Boomer, ¿Cómo no me había dado cuenta antes?" pensó Miyako con el corazón encogido por el dolor y el shock de descubrir que el chico al que había ayudado en múltiples ocasiones era uno de sus enemigos. De repente se dio cuenta… "Brick, Butch, ¿Por qué ustedes también?" se preguntó al darse cuenta de cómo el humo delata al fuego, Boomer no podría estar solo y los otros dos Mojo debían ser los dos miembros restantes del trío Rowdyruff Boys. De todas formas Miyako fingió una sonrisa apenada y miró a Boomer.

- Lo siento, a veces soy muy torpe -mintió ella.

Boomer se dio cuenta de que algo había cambiado, pero no pudo intuir el hecho de que una simple chica de 16 años sin ninguna relación con los RRBZ (o al menos es eso lo que pensaba de ella) se diera cuenta de que él y sus hermanos eran los villanos más revoltosos de todo Tokio.

Miyako se paró del suelo y miró a Boomer con una triste sonrisa.

- Si no quieres jugar con los perros yo lo entenderé, no creas que estás obligado a hacer algo que no quieres solo porque decidiste acompañarme -dijo ella.

Miles de alarmas sonaron en la cabeza de Boomer y sin darse cuenta se sonrojó.

- No es necesario, puedo soportar un tiempo más -respondió el rubio antes de arrepentirse de haber dicho esas palabras.

Miyako miró a Boomer de pies a cabeza ¿Sería que acaso existía una esperanza?

- Está bien Ryo -respondió ella aliviada, otra vez ese muy leve brillo blanco pareció emanar de Miyako pero Boomer no le dio importancia.

Al final Boomer y Miyako se pasaron toda la tarde jugando con los perros y, para la sorpresa de Boomer, él encontró que el jugar con los perros no era tan aburrido como se lo imaginaba. Ya cuando estaba por anochecer metieron uno a uno a los perros en sus caniles.

Ya fuera del refugio se encontraban cubierto de pelo de perro y tierra.

- Eso no fue tan malo -dijo Boomer con despreocupación.

- Lo sé, fue muy divertido -respondió Miyako antes de detenerse con el rostro ensombrecido-, aunque sé que no te gustan los animales.

Boomer se detuvo y volvió junto a Miyako ya seguro de lo que iba a hacer. Con fuerza y cuidado a la vez tomó de la cintura a Miyako y la miró a los ojos, Miyako estaba en estado de shock por lo que no hizo nada.

- No me gustan los animales, pero me gusta tu sonrisa -dicho esto la soltó y poniendo sus manos detrás de la cabeza dijo-, de todas formas volveré otro día -la miró de reojo- ¿No es verdad hermosa?

"Wow, wow, wow, eso es exactamente lo que diría Butch" pensó Ryo muy satisfecho consigo mismo.

Miyako apretó los puños y miró al suelo furiosa.

- ¿Por qué todos creen que soy la más fácil de engañar? -se preguntó.

- ¿A que… te refieres? -preguntó Boomer.

Miyako miró a Boomer con una mirada encendida por la furia.

- Todos los villanos son iguales -dijo antes de marcharse.

- Espera, ¡¿Qué dijiste?! -preguntó Boomer.

- … -Miyako no respondió, solo siguió caminando dejando a Boomer atrás.

- ¿Qué le pasa a esa chica? -dijo Boomer cuando la perdió de vista.

Identidad

Boomer se despertó primero que sus hermanos esa mañana de día sábado, acto seguido se dio cuenta de que no tenía por qué estar despierto ya que no había escuela ese día, por eso trató de volver a dormir, pero el recuerdo del día anterior y su conversación con Miyako hizo que cambiase de opinión.

- Butch -despertó Boomer a su hermano.

Butch abrió los ojos de par en par y miró a Boomer con rabia, lo que pasó a continuación fue que Butch atacó a Boomer hasta que él se rindió.

- Te he dicho que no me despiertes -le dijo el RRBZ verde a su hermano azul.

- Es que necesitaba pedirte un consejo sobre chicas -pidió Boomer.

- ¿Sobre chicas? -preguntó Butch acordándose vagamente del sueño que acababa de tener, rápidamente suprimió esos pensamientos pero no pudo evitar que un leve rubor se filtrara entre tantos sentimientos- ¿Qué necesitas?

Boomer no se dio cuenta del rubor de Butch por lo que lo miró muy seriamente a los ojos.

- Decidí ir tras Miyako -dijo Boomer con una determinación que Butch rara vez le había visto.

- Miyako… una decisión un poco conflictiva -dijo Butch.

- ¿Por qué? -preguntó Boomer con inocencia.

- Porque ella es una de las chicas más lindas de toda la preparatoria y tiene más de una veintena de seguidores dispuestos a hacer lo que sea por la felicidad de su "querida princesa" -respondió Butch.

- Mmmm… -Boomer empezó a sospechar algo- ¿No será que ya te enfrentaste a esos chicos?

Butch sonrió.

- No todavía, tengo planes con ellos -explicó el chico de ojos verdes.

- Entonces ¿Cuál es el problema? -preguntó Boomer.

- El problema, idiota, es que por lo que supe muchos de los seguidores de Miyako son hijos de personas influyentes por lo que, si no quieres ser expulsado, más te vale apartarte de su camino.

"¿Apartarme de su camino?" se dijo Boomer, luego las palabras de Miyako resonaron en su cabeza "¿Por qué todos creen que soy la más fácil de engañar?" y ahí es cuando se dio cuenta de que algo andaba mal, que Miyako, la más adorada ¿Era engañada? Y eso significaba que… ¡Ella tenía novio y él la estaba engañando!

La mente de Boomer empezó a funcionar como una máquina ideando la forma perfecta de hacer que la siempre perfecta Miyako confesase que estaba saliendo con otro chico y de paso robarse su corazón como si de un juguete se tratase.

- Gracias Butch, tus consejos realmente me ayudaron, ahora me voy -dijo Boomer alegremente saliendo de la habitación (durmió vestido entonces no se tuvo que cambiar).

Butch escuchó a su hermano bajar por las escaleras con una sonrisa en el rostro, conocía bien a su hermano y sabía que no prestó atención a lo que dijo y que ahora haría una tontería.

Miyako se despertó temprano aquel día domingo y empezó a cocer nuevas prendas para el curso de costura que estaba cursando desde hacía unos meses, con gran satisfacción miró el conjunto que acababa de terminar.

- Miyako -llamó su abuela.

- ¿Qué pasa abuela? -preguntó la rubia.

- Acaba de llegar un joven, pregunta por ti -dijo la aludida.

Eso era extraño, normalmente ningún chico la venía a visitar a menos que fuera…

Miyako rápidamente se cambió de ropa y salió al patio frontal, cuando llegó se encontró con una desagradable sorpresa.

- Hola Miyako -saludó Ryo.

- Hola Ryo-kun -saludó Miyako sin lograr fingir una sonrisa, esto extrañó bastante a Ryo pero no dijo nada.

- Miyako, quería pedirte perdón por lo de la tarde del viernes -explicó Ryo-, la verdad es que no me di cuenta de que te sentías mal y solo forcé la situación sin darme cuenta -explicó Ryo con un poco de fingido arrepentimiento.

- No… no pasa nada -dijo Miyako con una sonrisa forzada, luego se acordó de sus modales- ¿Quieres pasar? Te prepararé una taza de té.

Esto sorprendió mucho a Boomer, él nunca había escuchado que en Japón existe la costumbre en las familias más tradicionales de servir una taza de té a las visitas.

- No es necesario, no me gusta el sabor del té, prefiero la soda -dijo Ryo sin preocupación.

Gracias al cielo que la abuela de Miyako no estaba escuchando, le habría dolido mucho oír esas palabras.

- Bueno, Miyako, a forma de disculpa te quería invitar al Parque de Diversiones Tokio Dome City ¿Quieres ir? Yo invito -dijo Ryo tratando de dejar ver su confianza.

Por unos segundos Miyako se sintió sobrepasada, ¿Tendría que pasar toda la tarde con un RRBZ? Pero luego se acordó de que como ella ahora era Miyako, él era Ryo Mojo, un compañero de la escuela que, a pesar de todos los problemas que le había causado, ella seguía dándole segundas oportunidades.

- ¿Estás seguro? Es casi una hora de viaje en tren -le advirtió.

- No te preocupes, estando los dos el tiempo se pasará volando -dijo este seguro de sus palabras.

- Está bien… iré por mi bolso -dijo Miyako mostrando una alegría que no sentía.

El Tokio Dome City tenía muchas atracciones como ruedas de la fortuna, montañas rusas y restaurantes temáticos, pero la Montaña Rusa Thunder Dolphin era la atracción principal.

Cuando llegaron Miyako esperó unos segundos a que Boomer le preguntara dónde quería ir, pero como él no lo dijo (ni lo iba a decir) ella hizo la pregunta.

- ¿Dónde quieres ir primero? -preguntó Miyako.

- Mmmm… -Ryo miró el mapa que había conseguido de manera legal-, yo nunca antes había venido a este lugar por lo que… ¡Subamos a todas las atracciones!

Miyako se sorprendió mucho al encontrarse disfrutando del entusiasmo de Boomer, luego se reprimió mentalmente diciendo "él es un villano".

- Entonces vamos a las atracciones más famosas antes de que crezcan mucho las filas -propuso la rubia.

Al comienzo las cosas fueron fáciles para los dos.

Como era temprano las filas eran cortas por lo que no se veían obligados a hablar, pero al medio día la gente empezó a llegar en masa y la espera de los juegos empezaron a crecer.

- Dime, ¿Qué es lo que te gusta hacer? -preguntó Miyako esperando para subirse a las Tazas Giratorias.

- Me gusta limpiarme las orejas con cerillos -respondió Boomer como si eso fuera lo más normal del mundo.

"Trata de ocultar un poco más quién eres" pensó Miyako un poco incómoda y divertida a la vez.

- A mí me gusta diseñar ropa -dijo Miyako.

Raramente esto llamó la atención del RRBZ.

- ¿De verdad? -preguntó.

- Sí, este vestuario fue confeccionado por mis propias manos -explicó Miyako muy orgullosa.

- ¿Y crees que me puedas fabricar ropa a mí también? -preguntó Ryo muy sorprendido.

Esto tomó desprevenida a Miyako y por una vez se empezó a fijar en la ropa de su cita, era una polera manga larga de color blanco con una estrella azul rey en el pecho, pantalones anchos color azul marino y zapatillas grises.

- Podría hacerlo… pero tendría que tomarte las medidas, tampoco sé cuáles son tus gustos por lo que tendríamos que juntarnos para hablar del tema. -Explicó Miyako.

Boomer se miró a sí mismo.

- ¿Eso quiere decir que pasaré más tiempo contigo? -preguntó.

- Sí -contestó Miyako, sin poder evitar mirar al lado decepcionada por unos segundos.

- ¡Eso suena genial! -dijo Ryo muy contento, de verdad estaba feliz.

Ambos rubios de ojos azules se subieron a muchas atracciones, ya para el final del día ambos estaban cansados, pero habían dejado lo mejor para el final.

Habían esperado casi una hora, pero en aquel preciso momento estaban sentados en los vagones del Thunder Dolphin.

- …entonces te gusta la moda pero tratas de evitar las telas hechas de pieles de animales, considero que es un desperdicio de potencial lo que estás haciendo… ¡¡¡¡Haaaa!!!! -gritó Ryo justo cuando llegaron a la parte más alta de la montaña rusa.

La vertiginosa caída tomó desprevenido al chico a quien le lagrimeaban los ojos por la velocidad, por su lado Miyako disfrutaba de la experiencia.

Al volver a tierra firme a Boomer le temblaban las piernas es taba pálido, por su lado Miyako brillaba por la descarga de adrenalina.

- Eres muy valiente -dijo Ryo todavía descompensado.

Miyako tuvo ganas de decirle "Esto es nada comparado a volar a toda velocidad" pero luego cambió de parecer al notar que esa sería una frase que la podría delatar.

- Gracias -respondió, su amplia sonrisa seguida de un flash de cámara a sus espaldas hizo que Boomer otra vez se enfrentara con la visión de Bubbles, solo que esta vez sí sabía que no era ella, por lo que solo apretó los puños y siguió caminando.

- Ryo, ¿Estás bien? -preguntó Miyako preocupada.

- Sí, no es nada -dijo con brusquedad, luego se detuvo en seco y miró a su alrededor, lo primero que vio fue una rueda de la fortuna -¿Podemos ir a la Rueda de la Fortuna? -preguntó un poco más calmado.

Miyako no sabía qué era lo que pasaba por su cabeza, pero decidió no darle más vueltas.

- Está bien -dijo ella.

Ambos rubios caminaron, pero el aroma de palomitas de maíz hizo que Boomer se detuviera en seco, ya no le quedaba dinero, las entradas y el almuerzo habían hecho desaparecer toda su mesada, luego recordó las palabra de Butch.

- Miyakooo -dijo melodramáticamente tirándose a sus pies, la chica se sorprendió-, sabes, ya no me queda dinero, pero reaaalmente quiero comer palomitas, ¿Me comprarías unas? -sus ojos brillaban.

La gente a su alrededor se detuvo para ver la curiosa escena.

- Está bien, pero por favor levántate -pidió ella.

- Gracias, quién diría que me encontraría un ángel en la tierra -dijo imitando la forma de ligar de un personaje de una película que había visto recientemente.

Ryo pidió palomitas extra grandes y feliz se subió a la rueda de la fortuna echándose una por una a la boca.

- Noté que me estabas chantajeando -dijo Miyako de tal forma que Boomer se atragantó con una palomita de maíz-. Eres amable conmigo pero la verdad no te importo ¿No es cierto? -preguntó Miyako con dolor en su corazón.

La verdad es que después de un tiempo Boomer había bajado sus barreras y ella había notado que era un chico muy simpático, no obstante, cada vez que se daba cuenta volvía a fingir ser otra persona, una muy desagradable debía de admitir. Esto la tenía cansada y el acto de las palomitas había sido la gota que rebalsó el vaso.

Boomer se encontró en una encrucijada pero no pensó mucho en su situación.

- No sé de qué hablas preciosa pero yo creo que eres una joya -dijo Ryo acordándose de una frase que escuchó una vez.

Las lágrimas de frustración rodaron por los ojos de Miyako y eso hizo que Boomer se diera cuenta qué tan gran cretino acababa de ser.

- Oye, yo no quería decir… -empezó dejando a un lado por unos segundos sus palomitas de maíz.

- ¿Qué es lo que querías decir entonces? -preguntó Miyako controlándose para no gritar.

- Quería decir que eres muy hermosa y que… -empezó a balbucear Ryo.

- ¡¿Deja de decir esas cosas Boo…?! -Miyako se tapó la boca antes de terminar de decir esa frase que de seguro la delataría.

- ¿Boo? -preguntó Ryo sin entender que se refería a su nombre-, ¿A qué te refieres con Boo?

- Me refiero a que pareces un fantasma que solo busca hacerme daño -mintió Miyako.

- Pero si a ti no te dan miedo los fantasmas -dijo Ryo pensando que se estaba burlando de él.

- ¿Ves?, ese es el verdadero Ryo que debería salir a la calle y hablar con la gente, no el Ryo que es un manipulador que solo busca su bien personal -replicó Miyako enfadada.

- ¿Quieres que sea mi verdadero yo? -preguntó Ryo con una mirada peligrosa en sus ojos.

Miyako le sostuvo la mirada.

- Sí -respondió sin dudar.

Ryo rápidamente se comió lo que le quedaba de palomitas de maíz y se acercó a Miyako con la mirada de un lobo.

- Está bien, pero tú lo pediste -dijo Ryo antes de besarla, Miyako se dejó ser, cuando ambos se separaron ella lo miraba con determinación en los ojos.

- ¿Sigues prefiriendo conocer al Ryo real? -preguntó.

Miyako no dudó.

- Sí -respondió y la fuerza de voluntad que brillaba en los ojos de Miyako fue suficiente como para que Boomer, de una vez por todas, se rindiera de seguir tratando de robarle tanto su corazón como su dinero.

- Entonces espero que no te decepciones Miyako -dijo Ryo antes de zanjar el tema.

Sentō

Ya había transcurrido una segunda semana de clases cuando los RRBZ fueron llamados a la oficina del director.

- ¿Crees que hicimos algo malo hermanos? -preguntó Boomer.

- Tal vez fue por el vaso que accidentalmente rompí hace un par de día -dijo Brick acordándose de cómo el vaso se calló de la mesa cuando se estaba parando para dejar la bandeja del almuerzo.

- Tal vez la secta de Miyako me incriminó -dijo Boomer con aire tétrico.

Butch no dijo nada, sus dos hermanos se giraron a la vez con una sonrisa sádica en el rostro.

- ¿Qué hiciste? -preguntaron a coro.

- Nada -mintió Butch, pero un ligero rubor lo delató.

- Dinos -dijeron el coro infernal.

Butch los miró de frente con ese semblante serio y distante que Kaoru nunca podría obtener.

- Nada -repitió, sus hermanos sintieron un escalofrío.

- Está bien -dijeron cada uno a su manera.

Mientras Butch pensaba "Qué bien que no me presionaran. Estoy seguro de que ellos nunca comprenderían la utilidad de meter una cámara espía en cada vestidor"

- Por favor chicos, pasen -dijo el Director abriendo la puerta de su oficina, los RRBZ entraron-. Hoy los he llamado para recordarles algo muy importante… -dijo él con una mirada misteriosa, los chicos rogaron mentalmente para que no fueran las cosa malas que pensaron en la entrada del despacho- ustedes tienen que… -los tres esperaron- tomar un baño -concluyó el Director con una amplia sonrisa, esto hizo que los chicos casi se cayeran de espaldas.

- Espere… -Brick fue el primero en recomponerse- ¿Dice que tenemos que tomar otro espantoso baño? -luego se arrepintió de haber ocupado la palabra "espantoso".

- Sí, -asintió el Director- es parte de las normas de la escuela y…

- ¿Es parte de las normas de la escuela? -preguntó Brick a sus hermanos.

- Parece que sí -respondió Boomer-, creo que fue mala idea que todos nos aprendiéramos un tercio diferente del reglamento de la preparatoria.

- Déjenme revisar, creo que eso estaba en mi parte -dijo Butch, rápidamente sacó de su mochila el reglamento de la escuela (un librito de 20x10 cm) y empezó a revisar.

- ¡Aquí! -susurró el RRBZ verde apuntando a un artículo del reglamento- "Los estudiantes deben asistir aseados y con ropa limpia a la preparatoria, de lo contrario se les dará una advertencia, a la tercera advertencia el/la joven será suspendido" -los tres chicos quedaron petrificados por unos segundos.

- ¡LO LAMENTO MUCHO! -dijo Boomer con falsas lágrimas brotando de sus ojos y gran dramatismo - ¡Es que yo y mis hermanos fuimos criados por un simio!, ¡Un simio!, ¡Él nuca nos enseñó a comportarnos como humanos civilizados, nos daba bananas he insectos de almuerzo! -Boomer tomó las manos del Director entre las suyas- No se preocupe querido director, ahora que nos hemos dado cuenta de nuestra incivilizada conducta le prometo que haremos todo lo que esté a nuestro alcance para erradicarla.

A Boomer le brillaban los ojos con determinación, por lo que el Director miró a otro lado incómodo.

- Bueno, si me prometen que esto no va a volver a suceder, puede que deje pasar esta violación al reglamento y no ponga este incidente en su ficha de estudiante.

- Gracias Director, es el mejor -dijo Boomer con la mirada brillante.

- Bueno, si nos disculpa… -se excusó Brick mientras salía de la habitación en completa sincronía con sus hermanos.

- Adiós Director -dijeron los tres saliendo de la habitación al mismo tiempo y cerrando la puerta con un débil portazo.

- Uff, nos salvamos -dijo Brick.

- Perfecta actuación Boomer -lo elogió Butch.

Boomer puso las manos detrás de la cabeza con una enorme sonrisa de autosuficiencia en el rostro.

- Es un don natural -comentó el RRBZ azul sin nada de modestia.

- Ahora, ¿Socios, qué hacemos? -preguntó Butch.

- Me acuerdo de haber visto un baño público cerca de donde vive Momoko -dijo Boomer.

- Entonces, ¿Qué estamos esperando? ¡Vamos al baño público! -contestó Brick con entusiasmo alzando una mano en forma de puño.

- ¡Sí! -respondió Boomer emocionado por la perspectiva de conocer un nuevo lugar.

- Sí -dijo Butch un poco desanimado, él ya había estado varias veces en baños públicos. A diferencia de sus hermanos, él se había dado cuenta que una buena higiene atrae a más personas para ser estafadas.

Entonces los RRBZ caminaron hasta el baño público. Era un establecimiento con una fachada antigua que decía en la entrada "Sentō Furukawa", al entrar se encontraron con una amplia habitación bien iluminada decorada con madera oscura y paredes de un pulcro blanco.

- ¿Puedo ayudarlos en algo jovencitos? -preguntó una anciana detrás de un mostrador.

- Sí, queremos saber si esto es un baño público encantadora señora -dijo Boomer.

- Oh, qué niño más amable -dijo la anciana ligeramente sonrojada-. Este es el baño público de mi familia.

- Qué bien, hermanos vamos a bañarnos, paguen la tarifa y entremos -los apresuró Butch de manera un tanto brusca.

- ¿Se paga? -preguntó Brick-, ja, creí que eran gratis.

- No, son pagados por lo que saca tu monedero y paga la maldita entrada -parecía que Butch estaba un poco enfadado.

- Tome este dinero bella dama -dijo Boomer pasándole a la señora el dinero o eso parecía, los dulces con forma de moneda son deliciosos y lo mejor es que valen menos que el dinero que se gastó para comprarlo.

El rubio entró al vestidor.

- Bueno, -a Brick le desagradaba gastar dinero- tome.

- Gracias dulzura -le dijo la señora.

- ¡No me llame dulzura! -gritó Brick mientras entraba al vestidor, la señora no entendió por qué le gritaron.

- Tome señora Furukawa -dijo Butch pagando su tarifa.

- ¿Cómo va la vida Butch? ¿Te has vuelto a meter en problemas? -preguntó la señora Furukawa con amabilidad.

- Bien, mis hermanos y yo entramos a la preparatoria Hanabira, ahora mi nombre es Tatsuya Mojo -dijo Butch amablemente.

- Recuerda que si en algún momento tienes problemas, puedes venir aquí para compartir una taza de té. -Le recordó la amable anciana.

- Gracias, lo tendré en cuenta -dijo este y entró al vestidor.

Butch no era de los que bajaban la guardia fácilmente. Cuando conoció a la señora Furukawa él recién estaba empezando a independizarse de sus hermanos, se había dado cuenta de que la gente sospechaba de él si estaba sucio y maloliente, fue por eso que buscó un baño público donde fuera poco probable que se pudiera encontrar con Mojo Jojo.

La señora Furukawa se alarmó al ver que un día, ese chico que no superaba los 14 años, llegó lleno de heridas y moretones. Estaba tan preocupada que apenas terminó de asearse lo tomó del brazo y a rastras lo llevó a una de las habitaciones de su casa.

- ¡¿Qué quiere de mí?! -exclamó el chico de cabello gris.

- Quieto -ordenó la mujer con una cara amenazante.

Butch sintió miedo, tal vez esa mujer pareciera una anciana común y corriente pero había sido capaz de superarlo en fuerza, por lo que era mejor esperar y ver.

La señora Furukawa sacó un botiquín de primeros auxilios de una estantería, con un par de palillos tomó un poco de algodón y lo untó con yodo.

- Quédate quieto, esto no dolerá mucho -pidió la anciana y Butch hizo caso, el raspón que tenía en la cara ardió como si le hubiesen prendido fuego, pero Butch se mantuvo firme y no emitió ningún ruido.

La señora le puso una bandita, repitió el proceso con todas las demás heridas, aunque tuvo que pedirle que se levantara la polera para alcanzar algunas de ellas. Al final Butch estaba adolorido, pero entendía que esas heridas ya no se iban a infectar, por lo que estaba ligeramente agradecido.

- Gracias -fue lo que dijo con voz grave y ligeramente tímida.

- De nada, por favor vuelve en un par de días que repetiré el procedimiento -pidió la anciana cerrando el botiquín.

- ¿Usted es la señora Furukawa? -preguntó pensando que no estaría mal recordar el nombre de la mujer.

- Sí, ¿Cuál es tu nombre? -preguntó ella.

- ¿No me vio en las noticias? -preguntó arrogantemente, se apuntó con el dedo pulgar- Mi nombre es Butch y soy miembro de los Rowdyruff Boys.

- Ahora que lo mencionas, sí escuché de ustedes, pero hace tiempo que no aparecen en las noticias -mencionó ella de manera pensativa.

- Eso es porque Brick nos abandonó -dijo el chico reprimiendo la furia que sentía.

- Oh, cielo ¿Quieres hablar un poco más de eso? -preguntó la anciana.

- Brick es el que siempre proponía actividades, hace un par de meses dejó de aparecer por nuestra casa, ¡Nos abandonó el muy hijo de p*! -exclamó él furioso.

- Tal vez tenga sus razones -dijo la anciana.

- ¡Eso no cambia el hecho de que lo odie! ¡¡Boomer es un inútil!! ¡¡No sirve ni como secuaz!! -se desahogó el chico de cabello gris y ojos verdes.

- No estoy de acuerdo con que hagan maldades, pero si llegas a necesitar una conversación o que te limpien las heridas aquí estoy yo para ti Butch -dijo la mujer sintiéndose mal porque un chico tan joven tuviera que vivir un complejo de abandono tan grande.

- Está bien, ¡Lo que sea! -exclamó el chico y salió de la habitación.

En retrospectiva, esa conversación lo ayudó bastante, y con el tiempo la señora Furukawa se volvió una especie de abuela para él. La apreciaba bastante y no dudaría ni un segundo en protegerla en una batalla, pero no era de su agrado el haber encontrado a una persona en la que pudiera confiar tan ciegamente.

Butch entró en el vestidor de hombres y ahí es cuando empezó a visualizar en el problema que se acababa de meter al traer a sus hermanos a un lugar como ese…

- Hola Butch -saludó Boomer completamente desnudo-, Brick y yo estábamos pensando en entrar a la tina ¿Nos acompañas?

- Hermanos, primero deben bañarse en las duchas -dijo Butch bastante malhumorado.

- ¿Enserio? -preguntó Brick que ya estaba por meter su sucio pie descalzo al agua.

Butch tomó a su hermano pelirrojo de los hombros y se lo llevó arrastrando hasta el sector de las duchas.

Los RRBZ se sentaron cada uno en una ducha diferente y…

- ¡Hay jabón gratis! -gritó Boomer.

- No es que sea gratis, es parte de la tarifa -contestó Butch.

- ¿Tengo que lavarme todo el cuerpo? -preguntó Brick.

- Sí, y eso incluye esa pelusa naranja que por algún motivo tú tienes y el resto no -dijo Butch bastante frustrado.

- ¡Wow!, Cuánta espuma puedo hacer -Boomer estaba jugando a hacer espuma.

- Concéntrate -ordenó su hermano de ojos verdes.

- ¿También tengo que lavarme el cabello? -preguntó Brick.

- Sí, y de paso sácate esa goma de mascar del cabello, no me interesa saber de dónde salió. -Dijo Butch.

- Butch, ¿Quieres espuma? -preguntó Boomer ofreciéndole una gran mota de espuma que tenía sobre su mano.

- La espuma no limpia -dijo mordaz el RRBZ verde, esto hizo que Boomer se retirase dolido.

Los tres hermanos se bañaron en silencio…

- ¡Terminé primero! -gritó Boomer.

- No grites -lo reprendió Butch.

- ¿Puedo meterme a la bañera? -preguntó el RRBZ azul.

- Bueno, pero no te tires…

- ¡Kawabunga! -gritó Boomer mientras caía dentro de la bañera comunitaria hecho una bola de cañón, esa bola de cañón creó una ola que mojó a un par de ancianos que estaban tratando de disfrutar del Sentō.

Boomer se puso a nadar con gran felicidad a lo perrito en la bañera que era bastante grande.

Butch terminó de limpiarse y se metió a la bañera pausadamente.

- Butch, eres un mariquita, te metes al agua como una chica -se burló Brick.

- Al menos yo no tengo un chicle pegado al pelo -le devolvió el insulto el chico de cabello gris.

Butch ya en el agua trató de relajarse pero las patadas y braseadas de Boomer no se lo permitían.

- Boomer, deja de nadar -dijo Butch.

- Pero si está muy agradable el agua -contestó su hermano rubio.

- ¡Por fiiin! -gritó Brick y se dirigió a la tina- ahora te mostraré cómo se mete a una tina un hombre.

Brick se metió al agua en un movimiento.

- Ves, así lo hace… -su rostro se puso rojo como un tomate- ¡Haa! -gritó y salió del agua, los ancianos lo miraron recordando cuando eran jóvenes.

- Eso te pasa por meterte tan rápido -lo regañó Butch.

- Wow, estoy viendo un arcoíris y es tan hermoso, creo que si me acerco encontraré el mundo de los unicornios… -Boomer también balbucea otras cosas mientras nadaba en el lugar con el rostro rojo.

Butch soportó unos segundos los balbuceos de Boomer, pero al final se decidió a sacarlo del agua y sentarlo en el borde de la tina mientras él seguía braseando y pataleando como si todavía estuviera nadando. Brick no se fijó en el raro comportamiento de Boomer porque estaba tratando de meterse a la tina otra vez, pero tenía un poco de miedo.

10 minutos después, los tres hermanos estaban felices disfrutando de la tina de agua caliente en silencio, ¡Lo habían logrado! Pero ya era tiempo de dar el siguiente paso.

Butch salió del agua sin mediar palabras y volvió al vestidor donde se secó ligeramente algunas partes del cuerpo con una toallita pequeña y rectangular, luego fue hasta la Sala de Relax dónde compró una botella de agua de la máquina expendedora y se tendió sobre una cómoda silla reclinable para esperar que su cuerpo se asentara a la temperatura del lugar, en eso estaba cuando sus hermanos lo interrumpieron.

- ¿Qué es esto? -preguntó Brick, Butch abrió los ojos y miró lo que apuntaba su hermano pelirrojo.

- Una cilla de masaje, pero debes pagar para usarla -le respondió y luego volvió a cerrar los ojos.

- Wa-a-a-a-a e-esto e-e-está geni-a-al -dijo Brick siendo masajeado por la silla.

Butch no escuchó a Boomer y trató de convencerse de que no era su problema, pero luego se acordó de la amable señora Furukawa y decidió ir a buscar a su hermano.

- ¿Has visto a Boomer? -preguntó a Brick.

- Fu-ue po-or ah-í -respondió este apuntando hacia una puerta que conectaba el vestuario y la sala de relax.

Butch hizo tripas al corazón y se separó de la cilla para ir a ver qué estaba haciendo su hermano rubio.

- Hola Butch -saludó Boomer y él estaba… estaba bastante más raro de lo normal.

Boomer tenía el cabello recogido en un turbante de toalla, cotonitos sobre el mesón del vestuario, la piel brillante (en cremada) y ¡¿Peinándose las pestañas?!

- ¿Qué estás haciendo? -preguntó Butch tratando de ocultar su asombro con indiferencia.

- ¿Sabías que este gel estimulador ayuda a que las pestañas se mantengan largas y saludables? -preguntó Boomer.

- Eso qué me interesa… -Butch se tapó la nariz disgustado- ¿Qué es ese aroma?

- Agua de rosas, ayuda a reducir la inflamación del rostro he hidrata y suaviza la piel -contestó Boomer.

- Ya…, voy a estar en la sala de relax -dijo el chico de pelo gris y se fue.

Al cabo de unos 15 minutos el trío de chicos revoltosos salió del baño público.

- Vuelvan cuando quieran -dijo la señora Furukawa a modo de despedida.

- ¿Quieren volver hermanos? -preguntó Butch cuando ya estaban de camino a casa.

- Sí, -asintió Brick- pero la próxima vez lo pagamos con el dinero del mono.

Los otros dos RRBZ sonrieron ante este comentario.

Mini-capítulo 3

- Buenos días Profesor -saludó el Alcalde.

- Buenos días Señor Mayor -respondió Utonium-, por favor tome asiento, en breve comenzaré mi presentación.

El Profesor Utonium cerró las cortinas y tecleando un par de cosas en su monitor principal, en la pantalla más grande del lugar apareció una presentación de power point.

- Usted contrató a un laboratorio externo para que comparara en ADN de los Rowdyruff Boys con el genoma humano para decidir si era viable el meter a los chicos en la preparatoria de las chicas -el alcalde asintió con la cabeza-, los resultados fueron positivos… pero yo quise indagar más sobre el origen de los Rowdyruff Boys haciendo una comparación con muestras de sangre de otros villanos de Tokio, y descubrí que además de poseer una similitud con el genoma humano, tienen un gran parentesco con Mojo Jojo debido a la forma de sus glóbulos rojos, no obstante, la radiación en la sangre tenía un cincuenta por ciento de rayos Z blancos y otros cincuenta por ciento de rayos Z negros, lo que me llevó a comparar nuestro registro con el de la gente de Tokio, ayer la computadora arrojó los resultados de la investigación y estos fueron los resultados.

En la pantalla principal aparecieron una serie de gráficos con barras y líneas de tres colores, rojo para Brick, verde para Butch y azul para Boomer.

- Uno de los gráficos llamó principalmente mi atención -continuó el Profesor Utonium- y este fue el de la comparación de similitud de ADN por grupo familiar de Tokio y estos fueron los resultados.

En la pantalla principal aparecieron tres gráficos, cada uno de ellos con una línea de color diferente y cientos de nombres de familias en letras muy pequeñas, de todas formas se podía apreciar una serie de picks en diferentes zonas.

- Al analizar el registro de consanguineidad descubrí que en las familias relacionadas con Miyako hay un patrón de similitud con Boomer siendo la mayor de las similitudes con ella misma, de la misma forma ocurre algo parecido con Kaoru y Butch, y Momoko con Brick.

A estas alturas el Alcalde ya empezaba a sospechar de la conclusión del profesor, pero quería escucharlo de su propia boca.

- Entonces, ¿Qué significa esto Profesor? -preguntó el señor Mayor.

- La sustancia Z que tenía almacenada en mi laboratorio fue robada por Mojo Jojo hace más de tres años atrás y al día siguiente aparecieron los Rowdyruff Boys por primera vez. Teniendo en cuenta el enorme genio de Mojo Jojo y la coincidencia de ADN con las chicas, además de la particular relación que poseen los Rowdyruff Boys con Mojo Jojo, doy como conclusión que Mojo creó a los Rowdyruff Boys mezclando su ADN con el de las chicas.

Para el Señor Mayor fue impactante escuchar la conclusión aún cuando ya se la veía venir, ¿Mojo logró crear vida? Eso sonaba como algo insólito, pero ahí estaba el Profesor Utonium con su investigación y sus resultados.

- ¿Y qué significa esto para nosotros? -preguntó el Alcalde.

El Profesor sonrió acomplejado.

- No estoy muy seguro, pero puedo asegurar algo, esos chicos son más de lo que parecen.


Hola a todos, estoy muy feliz de haber cambiado muuuchas cosas del capítulo Identidad, en un inicio Ryo era mucho más manipulador y agresivo, pero eso era exagerar el punto de que este tratara de ser quien no es porque carece de identidad propia.

El beso… digamos que ninguno de los dos lo contaría como su primer beso, ni ese ni el del capítulo pasado. Es muy probable que ninguno se acuerde que aquello pasó después de un mes, ya que fue más bien una prueba de valor que un acto de aprecio hacia el otro.

Ya dicho esto, tal vez no lo he explicado pero los Mini-Capítulos son escenas sin relación directa con la trama principal que casi nunca se alargan más de una hoja, es por esto que "Sentō" está en el límite, ya que no estuvo pensado como un capítulo originalmente, pero es tan extenso que tuve que darle título y hacer que calzara de alguna forma en la trama.

Gracias por leer este capítulo, me dio muchos problemas el editarlo pero estoy orgullosa del resultado.

Feliz pascua, nos vemos el próximo viernes.

PD: Lamento no subir el capítulo antes, este viernes fue un caos y no me di cuenta que no había subido el capítulo (que no había terminado de editar) hasta el sábado.